Ensayo Resistencia Social Desde La Cultura Hip-Hop

1. RESISTENCIA SOCIAL DESDELA CULTURA HIP HOP EN EL BARRIO
No es solo música y moda, es la necesidad de cantar, bailar, pintar y luchar contra las consecuencias
del neoliberalismo y en defensa de su expresión cultural
Juan David Muñoz Quintero
‘’ Todos los días
este sistema nos niega la vida
nuestros derechos ya no valen nada…
lo tomo a pecho y cultivo mi rabia
nuestra rabia es rebeldía….nos vemos en la tocata y en la barricada
la lucha es larga...
una batalla en el territorio de la conciencia
pa convencernos que acá abajo está la fuerza, nuestra riqueza
el poder de los que somos más en esta tierra’’.
(Fragmento de la canción ‘’Mi rabia’’, de la agrupación de hip hop CONSPIRACIÓN)
Letras como las descritas en el anterior fragmento están inundando algunos de los
barrios más pobres y olvidados de Latinoamérica, pues los habitantes de estos
sectores al no tener muchas opciones de desarrollo personal, laboral o
profesional, ven en las expresiones artísticas y culturales como el HIP HOP un
preciso instrumento transformador y liberador. El HIP HOP se convierte para
estas personas (generalmente jóvenes) en una herramienta fundamental para
plasmar sus realidades, inconformidades e ideales de vida.
Es por eso que este tema nos llamo la atención a tal punto de querer hacer un
acercamiento investigativo para conocer más sobre su quehacer, así pues en este
texto pretendemos compartir algunas observaciones y reflexiones que pudimos
obtener luego de realizar ese ejercicio de acercamiento empírico y conceptual con
el que buscamos entender de alguna manera la expresión cultural de los jóvenes
involucrados en las dinámicas del HIP HOP, así mismo tratamos de vislumbrar si
1 El ensayo es resultado de un mini-proyecto de investigación sobre los jóvenes pertenecientes a la cultura hip
hop en el barrio Espíritu Santo del municipio de Bello, realizado durante el segundo semestre del 2010 en la
materia el Oficio de Investigar, pregrado en sociología, con la asesoría de la docente Andrea Lissett Pérez,
Universidad de Antioquía. Agradezco a la corporación Área 51 y a el grupo JAS (Jóvenes Activistas Sociales)
por habernos permitido estar en algunas de sus intervenciones en los barrios y participar como observadores
de algunos de sus procesos.

2. 2
estas expresiones culturales significan un agente movilizador de conciencias y si
generan resistencia ante los diferentes fenómenos que atacan a sus
comunidades. Observando así de paso algunas impresiones e implicaciones que
esta forma de expresión puede dejar sobre cada una de las personas que habitan
estos barrios.
En aras de obtener unas observaciones mas objetivas y reales sobre este tema,
quisimos no solo hacer el rastreo teórico e histórico sobre el HIP HOP y sus
implicaciones sociales, sino que nos acercamos a los jóvenes integrantes de este
movimiento en el barrio Espíritu Santo del municipio de Bello, para conocer de
cerca sus experiencias y proyectos, de igual forma para analizar cuál es el tipo de
resistencia que se da en este barrio desde el HIP HOP y si en verdad se le puede
denominar resistencia a las expresiones culturales que estos jóvenes desarrollan.
Para ahondar más en el tema es pertinente mencionar algunos de los factores que
son generales y atacan en diferentes medidas a muchos sectores pobres como el
barrio Espíritu Santo en Bello.
Muchos de esos factores que tocaremos en el desarrollo del ensayo son producto
del modelo de producción capitalista, que al instaurarse en países
subdesarrollados traen innumerables implicaciones de las cuales trataremos de
hablar más adelante.
Por ahora iniciaremos citando algunos datos estadísticos que nos pueden dar idea
de cuál es el alcance de este modelo económico, partiendo de una base que
parece clara aunque nos suene completamente contradictoria; para que la
estructura de este modelo se perpetué, tiene que haber un sector que goce de
todos sus privilegios y otro sector que sufra su miseria.
17.000 millones de dólares anuales se gastan para alimentar animales
domésticos en Europa y los Estados Unidos, mientras que sólo 6.000
millones se invierten en enseñanza básica en el mundo […] Uno de cada
seis habitantes del planeta no tiene agua; la mitad de los niños, niñas y
adolescentes de América Latina y El Caribe viven algún grado de pobreza;
17 millones de personas mueren al año por no poder conseguir los
medicamentos necesarios para curar sus afecciones. (O.M.S, 2008, pág. 10-
11)

3. 3
A diario tenemos acceso a datos como estos, sin tener más reacciones que una
mirada de lastima hacia esos ‘’pobres’’. Nos imaginamos que estas cifras hacen
mención a algún poblado africano, o a algunas provincias de Centroamérica, pero
escasamente las asociaríamos a nuestra realidad social. Creemos que no son
problemas para nosotros, entre otras cosas porque nos instauraron la idea de que
tenemos grandes problemas propios que se aíslan de la problemática mundial.
Tenemos ‘’ demonios propios que atacar’’, los ‘’terroristas’’ de las FARC, el narco
tráfico, y la violencia de los jóvenes en los barrios populares, acaparan toda
nuestra atención. Los mensajes de los gobernantes y empresarios apoyados por
los medios de comunicación que se encuentran al servicio de la clase dirigente,
dejan la idea de unión nacional contra la violencia guerrillera y narco traficante,
según ellos hay que limpiar nuestros campos y ciudades de esas ‘’plagas’’. No les
interesa cual es la causa del problema, solo acabarlo de raíz. ¡Acabarlo con las
armas que sean necesarias!
Ya sea en incursiones armadas como las de la comuna 13 de Medellín , con
millonarias recompensas por la entrega de algunos líderes de grupos armados, o
en algunos casos más extremos con pactos y acuerdos con grupos paramilitares
para que realicen ‘’limpieza social’’ en las comunas de municipios como Medellín,
Envigado, Bello y otros más del Área Metropolitana.
Podemos ver que en Colombia desde hace muchos años han existido grandes
problemáticas sociales no solo en el interior de los barrios y comunas periféricas
de municipios como los mencionados anteriormente, sino también en los centros
urbanos y sectores rurales de todo el territorio nacional.
Estas problemáticas sociales que fácilmente evidenciamos en el país, las
trataremos de abordar superficialmente en busca de no perdernos del objetivo del
texto. Para mencionar concisamente algunas de las principales problemáticas

4. 4
que atañen al país, metodológicamente decidimos asociarlas básicamente a 2
esferas:
· una de esas esferas es la disputa del poder político; esta disputa puede
concentrar fenómenos como el mal manejo de recursos públicos, la
corrupción y las múltiples formas de ilegalidad en el ejercicio democrático,
ilegalidad que siempre repercutirá en la sociedad y traerá terribles
consecuencias para ella. Otro fenómeno que podemos ver claramente en
esa disputa del poder político es el fenómeno del paramilitarismo que al
defender en un primer momento discursos hegemónicos entablo una guerra
a muerte contra los sectores opositores al gobierno, aparecieron en escena
como un apoyo a la administración, para luego convertirse en un gran
problema. Aunque si bien puede que no sea un fenómeno tan preocupante
para el estado o más claramente para ciertos representantes de él , si lo es
pues para la sociedad en general , específicamente para los habitantes de
los pueblos y barrios donde estos grupos concentran sus fuerzas armadas y
mucho más ahora que las comunas de los barrios populares se volvieron
sus centros de operaciones, al controlar las comunas y emprender su
accionar criminal en estas zonas se vuelven una amenaza latente para
muchos jóvenes que al encontrarse en el marco de una disputa política
como la antes mencionada, una disputa en la que los afectados siempre
son ellos, en la que no se desarrollan políticas públicas que los amparen,
en las que los recursos no llegan a sus comunidades y en las que no
tienen ningún tipo de oportunidad de salir adelante, se vuelven un gran
atractivo tanto para estos grupos paramilitares, como para otros grupos
delincuenciales. Dentro de esa disputa de poder político también podemos
incluir las fuerzas insurgentes de las cuales no realizaremos ninguna
valoración moral ni ideológica, pero no obstante debemos tener en cuenta
que al igual que los grupos paramilitares, la insurgencia juega un papel
importante en esa disputa del poder político y sobre todo juegan un papel
importante en muchas de las consecuencias sociales que esta disputa trae
consigo, ya sea en sus incursiones violentas a los pueblos, o en algunos

5. 5
mercados de droga que manejan ciertos sectores de esa insurgencia para
patrocinar y postergar su lucha. Así pues vemos que hay muchos agentes
que aunque no se evidencien directamente pueden afectar a barrios como
el Espíritu Santo en Bello, son problemáticas de la vida cotidiana contra los
que tiene que luchar día a día las personas de estos sectores y son
problemas a los que estos muchachos pertenecientes a la cultura HIP HOP,
terminaran cantándoles y resistiendo desde su arte.
· Otra esfera que potencializa las problemáticas sociales es la inequidad que
se ha dado en casi todos los sistemas económicos, desde el sistema
esclavista, pasando por el feudal y llegando finalmente al sistema capitalista
quien es fuerte detonante y principal propulsor de esa inequidad social
contemporánea, las riquezas de los países se concentran en pocas
personas. En el caso colombiano en particular las riquezas se concentran
en pocas familias, mientras que el resto de habitantes del territorio que son
la mayoría de la población , se encuentran en la pobreza extrema;
campesinos desposeídos, trabajadores desempleados, estudiantes sin
educación, abuelos sin jubilación, niños sin alimentación. Todos estos
fenómenos son el reflejo de una sociedad desigual, una sociedad de
antagonismos abismales. Así pues situados en un ambiente de pobreza,
viendo de cerca las precarias condiciones de vida de todos sus vecinos y
de ellos mismos, muchos jóvenes del barrio espíritu santo se empiezan a
hacer preguntas por medio de sus canciones, sus grafitis y el resto de sus
expresiones artísticas. Expresando de paso sus inconformidades contra el
sistema económico imperante y la miseria que él les propicia.
· Estas dos esferas que pudimos evidenciar confluyen permanentemente,
volviendo mucho más dramática las condiciones de los habitantes de
barrios como el Espíritu Santo, pues producto de ellas podemos observar el
hambre, la drogadicción, los asesinatos y otra serie de actividades que
parecen hoy normales en muchas de las comunas del país y que se han
potencializado en los últimos años debido a la presencia de fuerzas como

6. 6
las de grupos paramilitares que se establecieron en estas comunas.
Anteriormente dijimos, que los grupos paramilitares habían encontrado en
los barrios de las comunas pobres su nuevo centro de operación, podemos
pensar que este fenómeno se debe a los erróneos y viciados proyectos de
desmovilización2, que dieron como resultado la reorganización de los
grupos armados dentro de los barrios más pobres. Trasladando así la
violencia que se desarrollaba en el campo, hacia los barrios del área
metropolitana, ahora los latifundistas pueden viajar tranquilos hacia sus
grandes fincas de ganado, mientras las comunas son un concierto de balas
y muertos.
Por eso podemos asegurar que el fenómeno paramilitar no se terminocon la
desmovilización, solo se traslado y fortaleció, así pues estos fortalecidos grupos
delincuenciales3 que se rearmaron en las comunas, enfocan sus ataques
principalmente sobre los jóvenes, que gracias al desamparo que reciben del
estado, a la falta de educación, de oportunidades laborales y de proyectos
culturales, son fácilmente tentados y sonsacados para aumentar las filas de estos
grupos armados, o para caer sumergidos en la drogadicción y otras dinámicas que
estos grupos proponen. Este tipo de problemáticas que se desarrollan en estos
sectores, acompañados de muchas otras no menos graves como; la corrupción, el
desempleo, el clientelismo, la escases de servicios públicos, los ineficientes
2 La desmovilización en Medellín se enmarca dentro del "Acuerdo de Santa Fe de Ralito para contribuir a la
paz en Colombia", firmado por el gobierno de Álvaro Uribe y los paramilitares de las AUC. Este acuerdo tiene
como objetivo "el logro de la paz nacional, a través del fortalecimiento de la gobernabilidad democrática y el
restablecimiento del monopolio de la fuerza en manos del Estado"
Este acuerdo no menciona ningún proceso de justicia, ni siquiera para crímenes de lesa humanidad. Apenas y
menciona un proyecto de alternatividad penal que no garantiza el derecho a la verdad, la justicia y la
reparación integral (económica y moral) ni a la reconstrucción de la memoria individual y colectiva para las
víctimas y sus familiares, sino que los imposibilita.
3 En la ceremonia, los 855 desmovilizados entregaron 510 armas de fuego de largo y corto alcance, "pero ahí
hay muchas cosas viejas que ya ni siquiera sirven", según un funcionario de un organismo de seguridad. "No
creo que eso fuera todo lo que tenían" (colombiano, 2003) Muchos desmovilizados, no entregaron sus armas
verdaderas y siguen delinquiendo en las comunas de Medellín y en los barrios más populares del municipio de
Bello.

7. 7
sistemas de seguridad social, entre otros. No son más que un reflejo del sistema
neoliberal imperante en el país y en casi todo el mundo.
No son casos aislados los planteados por la OMS en relación con los que nos
encontramos en los barrios y comunas populares de nuestro país, pues todos se
desarrollan y se relacionan en esa misma dinámica neoliberal, trayendo consigo
consecuencias sociales como las mencionadas anteriormente, y otra serie de
consecuencias económicas y políticas como las que expone el profesor de la
Universidad de Binghamton James Petras, en el artículo que escribió para la
revista virtual Temake y que titulo ‘’ impacto político del neoliberalismo’’
El neoliberalismo en el poder, ha transformado la naturaleza de las políticas y las
propias relaciones políticas e interestatales. El hecho político fundamental es la
aparición de un sistema político neo autoritario, bajo el disfraz del proceso
electoral. Los regímenes recurren a un estilo autoritario de gobierno -característico
de regímenes militares-, para poder implementar las políticas neoliberales
antipopulares de privatización de empresas públicas, promover los intereses agro-industriales
en desmedro de los campesinos y obreros rurales, e incrementar el
número de desempleados para bajar los sueldos urbanos. Gobiernan por decreto:
la privatización de las empresas públicas se decreta por el Ejecutivo sin consultar
a la ciudadanía ni al Congreso. Las decisiones las toman organizaciones no
electas por la ciudadanía, como las instituciones financieras extranjeras y
domésticas. El aparato del Estado (judicatura, altos mandos militares, policía y
agentes de inteligencia) permanece incambiado con respecto a la dictadura. El
régimen promueve una cultura de miedo: se usan amenazas de fuerza e
intimidación para inhibir la movilización de masas y la oposición pública. Las
elecciones se controlan a través de la manipulación y el control de los medios de
comunicación, vía fraude o por la compra de diputados del Congreso (PETRAS,
2009, pág. 1).
La serie de consecuencias políticas, económicas y sociales de este sistema, que
traen grandes oleadas de crisis sobre toda la sociedad, sin duda, son fuente de
análisis para muchos académicos y políticos en el mundo, y sobre todo se
convierten en motivo de lucha y resistencia para un gran número de colectivos y
agremiaciones; de obreros, campesinos, indígenas, estudiantes, jóvenes, madres
cabeza de familia, entre otros muchos grupos de personas que se ven atacados
directamente por este modelo en el que se desarrolla nuestro país.

8. 8
En este texto particularmente se pretende analizar la forma en que los jóvenes
luchan y resisten ante estos fenómenos. Queremos exponer un ejemplo claro de
esto, tomando como modelo la resistencia que se genera desde la cultura hip hop
en el barrio Espíritu Santo del municipio de Bello, observando cómo se da esta
resistencia desde sus inicios, analizando su estructura, sus dinámicas, sus
problemáticas y su contexto. De esta forma, pretendemos sostener que desde
esta expresión cultural, tan estigmatizada y denigrada, surge un gran movimiento
de agitación de conciencia y resistencia social, contra el modelo neoliberal en
cualquiera de sus formas; estado, consumo, violencia, droga, etc. Así mismo
afirmar que el hip hop en el municipio de Bello, es un legitimo agente movilizador
de pensamiento crítico y reflexivo, a pesar de no escaparse del todo de
fenómenos de violencia, consumo de droga y consumismo desenfrenado de
artículos del mercado, fenómenos que no son extraños a toda la sociedad, sin
importar la clase social, pero que aquejan a unos más que a otros.
Estas dinámicas de consumo excesivo tanto de droga como de mercancías y la
violencia generalizada que podemos observar en los barrios, acompañadas de
una constante vulnerabilidad de derechos , producto del olvido y la exclusión
estatal, puede volver a estos jóvenes fácilmente permeables ante los proyectos
criminales que rodean estos sectores de la ciudad.
Para entrar en detalle sobre la resistencia social y agitación de conciencia que
ejerce con fuerza desde hace varios años la cultura hip hop en el municipio de
Bello, es importante primero dejar claro qué es el hip hop y su contexto en
Colombia. Para ello haremos una sucinta reseña histórica del hip hop y su llegada
al país.
El Hip-Hop nace en los barrios hispanos y negros de Nueva York como el Bronx,
Brooklyn y Queens, a fines de los años 60 y comienzos de los 70. Sus orígenes
culturales se remontan, principalmente, a fiestas y tradiciones africanas4, pero su
desarrollo y apogeo se ve como antes dijimos en estados unidos. Así lo menciona
4 En estas fiestas africanas, se desarrollaban presentaciones de un Griot: el griot es una especie de juglar que
canta y transmite la historia de su pueblo. De allí viene la idea del rapero cantor de realidades.

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la antropóloga Lavinia Fiori en su artículo ‘’Rap en Bogotá’’ que escribió para la
revista Suena
En Nueva York es frecuente encontrar jóvenes negros que al lado de una
enorme grabadora, ejercitan al ritmo del funk intrincados pasos de danza y
acrobacia… son raperos, creadores y portadores del rap, que sobre una
base rítmica homogénea teje un ágil juego vocal para contar historias o
para protestar (FIORI, 1995, pág. 3).
Fiori en ese mismo artículo sugiere que esta cultura “llega a Colombia en barco,
es traída por los polizones que regresaban triunfantes del norte a Buenaventura5 y
Barranquilla. También llegan por intermedio del cine, la televisión y la radio,
extendiéndose así por las grandes ciudades del país. ’’ (FIORI, 1995, pág. 4). Hoy
en día el hip hop ha trascendido los límites de la cultura negra, encontrando
raperos no solo en los puertos costeros, sino también en ciudades del interior
como; Cali, Medellín y principalmente Bogotá.6 Los raperos, breakers y grafiteros
se han abierto camino en la escena musical nacional, compartiendo escenarios
con grupos de rock y otros géneros musicales juveniles, pero sin perder su raíz de
música reflexiva, crítica y revolucionaria.
En sus inicios los grupos de hip hop en Colombia, se apropian de las pistas
estadunidenses y escriben sus propias canciones basados en esas pistas, así por
medio de sus cánticos denunciaban los problemas sociales que aquejaban a sus
barrios y en esa misma medida expresaban su propia visión sobre el mundo.
Ahora, aunque con algunas limitaciones todavía, cuentan con mayores insumos
técnicos, que les facilitan crear tanto sus propias pistas, como nuevos arreglos a
las canciones e incluso la fabricación de video clips.
Centrado en esa misma dinámica el hip hop en el barrio Espíritu Santo del
municipio de Bello, nos muestra un fuerte movimiento cultural y artístico en el
que muchos jóvenes han encontrado el medio, la forma y el caudal para poder
5 Los polizones colombianos en Estados Unidos, que vivian entre su gente, en los barrios negros, se
impregnaron de hip hop, y cuando regresaron después de algunos años, trajeron a Buenaventura y toda
Colombia, esa nueva expresión de su cultura
6 El hip hop en Bogotá empieza a partir de los años 80 casi 15 años después del desarrollo y auge de este en
EE.UU

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sacar a fuera todas sus inquietudes, pensamientos, emociones, ideas,
experiencias y en general todo lo que se encuentra guardado en lo más profundo
de sus corazones; apoderándose de artes clásicas como la música, la danza, la
poesía y la pintura, pero poniéndole un sello marginal, suburbial y revolucionario,
mostrando su inconformidad y su desgano para participar en una sociedad
impuesta. Así nos lo hacían saber algunos raperos de la corporación Área 51,
corporación cultural y social perteneciente al barrio Espíritu Santo en el municipio
de Bello, y que ve en el hip hop la mejor vía para expresarse, y para ayudar un
poco al cambio de mentalidad de muchos jóvenes Bellanitas. Por eso podemos
decir que son revolucionarios desde la palabra, buscan agitar conciencias,
transmitir un mensaje reflexivo y crítico, en pro de lograr un cambio de mentalidad
en los jóvenes, para empezar a construir el municipio de sus sueños.
Así nos lo mencionaba “El Shapu’’, uno de los integrantes de la corporación Área
51 en una de las conversaciones que tuvimos:
Nosotros somos revolucionarios… no matamos gente, ni disparamos tiros,
solo escuchamos nuestro corazón, pero actuamos con la razón, movemos
conciencias, porque se puede lograr un mañana mejor… luchamos contra
el control para un mañana, contra las vidas ya planeadas… a través de la
experiencia, de la vida en existencia, hacemos un llamado a la
conciencia… Esa es nuestra revolución cultural. Así aportamos al cambio
de nuestra comunidad… ¡trasmitimos algo por el que morir en paz!
(SHAPU, 2010)
A lo largo del estudio y la aproximación que tuvimos con la corporación y los
raperos del barrio Espíritu Santo como “El Shapu”, “El Shama” y otros cuantos,
pudimos constatar, que no son jóvenes vagos, drogadictos y sin oficio, que no solo
dicen obscenidades en un micrófono como algunas madres de familia piensan.
Por el contrario, son jóvenes inquietos por ayudar a su comunidad. Jóvenes a los
que les duele cada una de las problemáticas por las que pasan sus vecinos y
amigos, y que encuentran en el hip hop la mejor forma de gritar esos problemas,
buscando crear reflexión y posteriormente solución.
Algunas personas y sobre todo algunos medios de comunicación hacen
aseveraciones sobre esta cultura; dicen que hoy se encuentra ‘’contaminada’’ y

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que por ende se convierte más que en una solución, en un problema grave para
el orden social establecido. En realidad sí podría considerarse un problema para el
orden social establecido, pero no en el sentido en que quieren hacerla ver los
medios de comunicación que encarnan la clase dirigente; es decir, no son un
problema porque sean violentos, o drogadictos, o porque se les considere una
mala influencia para otros jóvenes, son un problema para el orden social
establecido porque no tragan entero, porque son jóvenes reflexivos y críticos , que
ven mucho más allá de lo que les muestra la novela de turno o los noticieros
presidenciales, porque al lanzar sus rimas ponen a temblar el sistema, porque
cada palabra suya es una daga contra la educación tradicional, contra los
corruptos, contra la iglesia, y contra todas las instituciones que de forma viciada
manejan la sociedad colombiana.
No obstante a la claridad de algunos representantes de la cultura HIP HOP, a sus
buenas intenciones, a su responsabilidad social y a las ganas de resistir contra las
incitaciones que el medio les ofrece, el HIP HOP al salir de los barrios más
marginados y pobres, tiene que luchar día a día contra un sin número de
problemas sociales, producto del olvido del estado, de la violencia, la drogadicción
y otros fenómenos que los aquejan a menudo y que en algunas ocasiones pueden
llegar a tocar y afectar los buenos procesos que desarrollan algunos de estos
jóvenes.
Por ende hoy la figura del rapero está siendo estigmatizada por estos medios, se
habla de él como un ladrón, drogadicto y vago, se critica su forma de vestir, y de
expresarse como vulgar y grosera. Esta estigmatización de alguna forma puede
estar fundamentada, pues es imposible que en una cultura tan grande como es la
cultura hip hop, no se vean casos de jóvenes que aun en sus hábitos diarios
encuentran el consumo de droga, el robo y el vandalismo como acciones
normales. Sin embargo desde el interior de la cultura, particularmente desde la
corporación Área 51 se da un rechazo concreto a estas dinámicas de droga,
consumismo de mercancía y delincuencia. Dinámicas que recaen sobre los

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jóvenes de los barrios pobres en la mayoría de los países subdesarrollados,
producto, como ya explicamos antes, de las consecuencias del sistema neoliberal.
Aunque si bien la corporación no excluyen a los compañeros por consumir droga,
si los invitan a reflexionar sobre quién produce esa droga, qué acciones se
desarrollan durante toda la cadena de producción, y cuánta sangre, dolor y muerte
puede traer ese mercado; logrando que muchos jóvenes dejen así practicas como
la drogadicción y el vandalismo, no por castigos del estado, ni por opiniones de la
iglesia, tampoco por valoraciones morales o miedo a represarías, sino por pura y
legitima agitación de conciencia y sentido político.
Nosotros nos educamos, leemos, conocemos y así solos sin necesidad de
centros de rehabilitación u otras instituciones dejamos la droga y otras
prácticas que nos hacen daño. Para enfocarnos en nuestra música y
nuestra arte (Shama, 2010)
Los que mencionan que esta cultura se encuentra contaminada nos dejan ver que
de alguna forma –y parcialmente tienen razón– esta “contaminación” se da de
manera directa desde el sistema de producción capitalista. La globalización vuelve
a algunos jóvenes raperos esclavos del consumismo desmedido de mercancías, y
pierden sus bases ideológicas, por ir en busca de una marca, de un estatus, de
fama y fortuna. No obstante la gran mayoría de los raperos del barrio Espíritu
Santo del municipio de Bello y de la corporación Área 51 atacan este consumo
excesivo, e invitan a sus compañeros a hacer música y grafitis críticos y reflexivos
que den muestra de su resistencia contra el consumo en todas sus formas. Un
ejemplo claro de esta resistencia hacia la globalización y el consumismo, la
podemos encontrar en la fácilmente corporación Área 51 que con cada una de
sus letras y murales dan una muestra contundente de su rechazo al sistema y al
tráfico tanto de mercancías, como de drogas, armas, y hasta el trafico de almas.
La corporación le hace la pelea a estas dinámicas desarrollando proyectos
culturales y sociales que actúan como resistencia tanto al consumismo mercantil,
como a la drogadicción y la delincuencia que embiste sus comunidades. Esta
corporación crea una imagen de rapero que se diferencia notablemente de la
figura que se puede ver en algunos imaginarios de la población, pues los raperos

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de la corporación desarrollan acciones de hecho que dan muestra de una
comprometida, reflexiva y constructiva resistencia social.
Sin duda hoy en día a los jóvenes los determinan desde afuera: direccionan su
moda, sus tendencias y hasta sus necesidades, lo hacen entre otras cosas
porque un modelo, ya sea social, económico o político, controla lo que se ponen, a
donde van, lo que hacen, y hasta lo que piensan. Es casi imposible salir de los
tentáculos de ese modelo, es casi imposible no ser permeado por sus dinámicas.
Este proyecto de miseria global que conocemos como el modelo de producción
capitalista o neoliberalismo –que para países subdesarrollados como Colombia se
hace completamente inmanejable en materia social– arremete permanentemente
contra las poblaciones más vulnerables de todo el territorio nacional, irrumpe de
diferentes maneras según la particularidad de las zonas y de las comunidades, por
ejemplo en comunidades sin problemas económicos, ataca volviendo a los
jóvenes esclavos del consumo haciéndoles olvidar otros aspectos de la vida como
la familia, la espiritualidad, la fraternidad, la comunidad, etc. Finalmente, los
convierte en seres individualizados, y a su vez homogéneos; todos se visten igual,
hablan igual, viven igual.
Pero este no es el más grave de los problemas que trae consigo el modelo
neoliberal, pues para sectores como el barrio Espíritu Santo, vienen las peores
consecuencias de este peligroso sistema económico, que direcciona la política y la
sociedad. Las consecuencias de este sistema para barrios como el Espíritu Santo
son entre muchas otras: hambre, pobreza extrema y en algunos casos indigencia,
falta de empleo, educación mediocre, seguridad social miserable, atención estatal
inoperante, violencia perpetua, drogadicción, prostitución, sangre y muerte. Esto
es lo que podemos ver en cada esquina de barrios como este. No obstante, este
sector marginado no es solo pobreza y muerte, pues por medio de los jóvenes
raperos se puede evidenciar una luz de lucha, de crítica y resistencia social. La
cultura hip hop en el barrio Espíritu Santo del municipio de Bello está viva, activa
y luchadora. Estos jóvenes se agremian, crean escuelas populares en las que

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comparten tanto sus conocimientos musicales, como sus concepciones del
mundo, sus mensajes críticos y sus reflexiones en torno a la economía, la política,
y la sociedad en general. Como lo decía “El Shapu” “no solo hacen hip hop, hacen
revolución”. Resisten en contra de los ataques del sistema capitalista, sistema que
con sus múltiples caretas ataca a los jóvenes de su comunidad incitándolos a
consumir, a delinquir, y a no pensar; resisten contra el hambre, la violencia, la
droga, las modas y el dinero fácil; contra el olvido estatal, y hasta contra sus
propios vicios. Resisten contra ellos mismos, porque si bien esta cultura no está
completamente “contaminada” como muchos nos quieren hacer creer, y no está
en vía de extinción en el municipio, como dicen algunos, sí tiene ciertos
problemas internos, problemas que si analizamos bien no son más que un reflejo
de lo que es la sociedad en general.
Si bien en el interior de la cultura hip hop se puede evidenciar la droga y algunas
manifestaciones de violencia, es evidente que estos fenómenos no son cuestiones
aisladas que solo los aquejan a ellos, son rezagos de una sociedad macro que se
encuentra infestada de problemas, que abarca y transmite esa problemática hasta
estos colectivos que resisten y realizan trabajos políticos, artísticos y culturales
conscientes. Si hoy preguntaran si en realidad la cultura HIP HOP es un
movimiento legítimo de resistencia social en el barrio Espíritu Santo del municipio
de Bello, se puede responder sin titubear que sí. Sus miembros resisten desde
sus liricas y desde sus actos, desde las letras de sus canciones, hasta las APJ7
(Asambleas Populares Juveniles) que están construyendo, desde su vestimenta y
expresión, hasta su accionar emancipador, apoyándose en tomas pedagógicas, en
escuelas populares, en eventos culturales, en trabajo comunitario; estos jóvenes
nos muestran que no solo cantan los problemas, accionan y reaccionan contra
ellos. No solo son un montón de jóvenes de ropa ancha y peinados extraños, no
7 Asambleas Populares Juveniles (APJ): Es un proyecto de participación alternativa que algunos colectivos de
jóvenes en el Municipio están construyendo. En él los jóvenes en forma de asamblea discuten diferentes
temas como: políticas públicas de juventud, de cultura, situación fiscal del municipio, y otra serie de temas que
se tratan en el concejo municipal, pero que como jóvenes los APJ tocan con enfoques diferentes. Luego de
que los colectivos exponen sus propuestas y estas son votadas, se sacan proclama. Este proyecto de las APJ
está en su etapa de planificación, esperan que para el primer semestre de 2011 empiecen a funcionar en todo
el Municipio.

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solo son ruidosos chicos que se plantan en una esquina con una grabadora a
fumar marihuana. Son muchachos que se piensan el mundo diferente, que desde
su arte buscan oportunidades de realización personal al tiempo que tratan de
capacitar a otros jóvenes para sacarlos de los peligrosos caminos que transitan a
diario.
Hoy haciendo tomas pedagógicas en las diferentes comunas del municipio de
Bello, apoyados en corporaciones sociales y políticas juveniles, como ‘’ Tankas’’ y
‘’JAS’’, desarrollan proyectos de educación en cultura política y de trabajo
comunitario, potencializan sus escuelas populares de hip hop, llevan cine crítico a
las comunas, y apoyan nuevos muchachos inquietos por la música, sin importar el
género, apoyando con sus estudios de grabación y experiencia musical, a todos
estos jovenes que prefieren el arte al consumo, prefieren ayudar a habitantes de la
calle que robar para comprar unos zapatos costosos, prefieren educarse que ver
la novela de las 9pm. Eso hacen, esas son las dinámicas de estos jóvenes de ropa
ancha y aspecto peculiar. Así resisten, así dan ejemplo, así muestran –como en
muchos otros casos– que las apariencias engañan, que no el mejor vestido es
mejor persona, que no el que mejor habla es más inteligente, y que no por ser más
violento se es más revolucionario.
Hay que tener en cuenta que el HIP HOP es una expresión cultural en constante
evolución y que puede seguir fortaleciéndose como un fuerte agente movilizador
de conciencia y propulsor de transformación, pero que también puede caer en el
consumismo y la moda. Hay diferentes corrientes que nos pueden dejar muchos
campos por analizar, desde la corporación Área 51 pudimos encontrar un HIP
HOP reflexivo y crítico, trabajador y transformador. Pero no podemos desconocer
que tanto en el barrio espíritu santo, como en muchos otros barrios del municipio
de bello y toda el resto de Colombia hay otras agremiaciones de raperos, al igual
que hay muchos raperos que no se agremian, pero que mantienen otras
dinámicas diferentes, por lo que no podemos afirmar que el HIP HOP es
únicamente lo que observamos en el Espíritu santo con la corporación Área 51,
pues hay otros procesos que desarrollan el resto de integrantes de esta cultura en
todo el territorio nacional, procesos que pueden ser emancipadores como los de

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Área 51 o simplemente comerciales. Por eso este es un tema que queda abierto,
un tema bastante interesante y que repercute directamente sobre todas las
comunidades que acogen a estos jóvenes, pues ellos desde su expresión cultural
pueden llegar a ser agentes de cambio para su contexto, pueden ser simplemente
jóvenes que escuchan rap, se visten de ancho y dicen obscenidades, o pueden
ser una gran ayuda y una cuota inicial para futuros cambios sociales.
Referencias bibliográficas:
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD. 2008. Crecimiento desigual,
resultados desiguales. [En línea] disponible en:
http://www.who.int/whr/2008/08_report_es.pdf [consultado el 5 de diciembre de
2010]
PETRAS, Jaime. 2009. Impacto político del neoliberalismo. [en línea] disponible
en: www.temakel.com/enpetra.htm [consultado el 5 de diciembre de 2010]
FIORI, Lavinia. ‘’ Rap en Bogotá’’, Bogotá, La revista que suena. No 06, Julio-
Agosto 1995, págs. 2-4
Entrevista con “El Shama” integrante de la corporación Área 51, [entrevistado el 3
de diciembre de 2010]
Entrevista con “El Shapu” integrante de la corporación Área 51, [entrevistado el 3
de diciembre de 2010]