La comunicación escrita implica que el emisor produce textos que envía a través de libros, periódicos o cuadernos para que muchos receptores los decodifiquen al leerlos. Esta forma de comunicación permite que el mensaje permanezca aunque el emisor haya fallecido o esté lejos. Un mensaje contiene información para transmitir e implica un emisor, receptor, código y canal de comunicación. El texto completo producido en el acto comunicativo debe presentarse de manera correcta, limpia y con cohesión entre las ideas expresadas.