1. Historia de la Ópera
siGlo XiX
la Ópera FraNCesa
parte - 2
Obertura – La Dame Blanche
Adrien Boieldieu
2. Biografías
Compositores de la Ópera Francesa
En la primera mitad del siglo XIX
Luigi Cherubini Gaspare Spontini Adrien Boieldieu
Daniel Auber Ferdinand Herold Adolphe Adam
3. Luigi Cherubini
Luigi Cherubini (1760-1842)
Nació y desarrolló su carrera en Italia y más tarde en Londres, pero en 1789 se
afincó en París y logró su primer éxito con Lodoïska, una ópera ambientada en
Polonia, en la que la heroína encarcelada es liberada y su opresor derrocado,
siendo una de las primeras obras en incluir un personaje poderoso y malvado.
4. Cherubini compuso luego la ópera Eliza (1794) y su obra maestra, Médée (1797),
que refleja el derramamiento de sangre de la Revolución Francesa, aunque solo
desde un punto de vista feliz, por lo que siempre fue más popular en el extranjero
que en la propia Francia.
Obras más luminosas, como L'hôtellerie portugaise (1798), La Prisonnière (1799) y
Les deux journées (1800), reflejaban ya el nuevo sentimiento de reconciliación en el
país.
Cherubini siguió estrenando en París más obras, como Anacréon (1803), Pygmalion
(1809), Le Crescendo (1810), l'Étendard de Grenade (1813) y la tardía Ali-Baba ou
les Quarante Voleurs (1833).
Cherubini fue Director del Conservatorio de Paris de 1822 a1842 y gracias a su
labor, la institución recobró su importancia y prestigio después de las restricciones y
falta de dirección que había tenido desde 1814 debido a la expulsión de Napoleón y
la restauración de la dinastía borbónica.
5. Gaspare Spontini
Gaspare Spontini (1774 -1851)
Fue otro compositor italiano que también tuvo mucho éxito en París. Spontini
decidió instalarse en París en 1803, y tras algunos intentos para reestrenar sus
obras en el teatro italiano, compuso tres nuevas “opéras-comiques”: La Petite
maison (1804), Milton (1804) y Le Pot de fleurs (1805).
Obertura Lestocq
Daniel Auber
6. Spontini asimiló rápidamente el estilo francés e intentó sintonizar con el nuevo
gusto que quería Napoleón, unir la estética revolucionaría y la republicana. Pronto
gozó de gran protección en la corte y llegó a ser compositor de cámara de la
misma emperatriz Joséphine (1805).
Su siguiente obra, La Vestale (1807) lo confirmó como continuador de la tradición
seria gluckiana. El “Institut de France” declaró la obra como la mejor obra lírica de
la década y aún hoy sigue en el repertorio y puede considerarse como uno de los
mejores exponentes de la ópera napoleónica, con su recitativo de carácter
solemne, su melodismo noble y elocuente y el rico tratamiento orquestal.
Siguieron más obras para la Opéra, Fernand Cortez ó “La conquête du Mexique”,
(1809), Le Roi de la Paix (1814), Les Deux Rivaux (1816) y Olympia (1820).
Decepcionado por la acogida de última obra, que él consideraba uno de sus
mejores trabajos, abandonó París y aceptó el puesto de Maestro de Capilla en
Berlín. Pese a ello, Spontini fue uno de los principales protagonistas de la escena
parisina hasta 1820.
7. Adrien Boieldieu
François-Adrien Boïeldieu (1775-1834)
Se instaló en París durante la Revolución, prudentemente como afinador de pianos.
Pronto logró estrenar sus óperas cómicas: La Famille suisse (1797) y L'Heureuse
Nouvelle (1797) y luego Zoraime et Zulmare (1798), las tres con cierto éxito.
En 1800, repitió estreno con “Le Calife de Bagdad” y esta vez la presentación fue
un auténtico triunfo.
8. En 1804, se trasladó a San Petersburgo para ocupar el puesto de compositor de la
corte del zar, un puesto en el que permaneció hasta 1810. En esa estancia compuso
nueve óperas, entre ellas Aline, reine de Golconde (1804) y Les voitures versées
(1808).
De regreso a Francia, reconquistó al público parisino con La jeune femme en colère
(1811), Jean de Paris (1812), Le Nouveau Seigneur du village (1813) y una decena
más de obras.
En 1825 estrenó su obra maestra, La Dame Blanche, una obra sobre el tema del niño
perdido y felizmente reencontrado, con un libreto de Eugène Scribe basado en varias
y recientes novelas de Walter Scott, en especial “The Monastery” (1820).
La siguiente ópera de Boïeldieu, Les Deux Nuits (1829) fue admirada por el
mismísimo Richard Wagner quien tomó prestada “la vivacidad y la gracia natural del
espíritu francés” y se inspiró en uno de sus coros para la “marcha de los prometidos”
de Lohengrin (1850).
Se le considera el principal compositor francés del primer cuarto del siglo XIX y junto
con Daniel Auber es llamado “el monarca sin corona de la ópera cómica”.
9. Daniel Auber
Daniel François Auber (1782 – 1871)
Pionero de la ópera cómica francesa y autor de alrededor de 70 obras para
la escena, óperas, ballets y música religiosa. Su contribución a la misma y
su fama se inició a partir de 1820 y continuó por el resto de su vida. Durante
casi 30 años sus óperas tuvieron como libretista al famoso escritor Augustin
Eugène Scribe.
La Novia de Mármol
Ferdinand Herold
10. Uno de sus grandes maestros fue el director del Conservatorio de París Luigi
Cherubini, al que más tarde sobrepasó en popularidad.
Auber escribió una gran cantidad de música, vocal e instrumental, sacra y secular.
Fue muy respetado por Rossini y Wagner y recibió grandes honores del estado
francés durante toda su vida.
Su música es melódica e ingeniosa, fue más valiente que apasionado. Siempre
elegante mantuvo hasta su vejez, una inteligencia fina y amable. Debido a su éxito
sus contemporáneos le reconocían su categoría de gran maestro.
Sus éxitos iniciales fueron: “Le Maçon”, “La promesse imprudente”, “La Neige” y
“Léocadie”.
Alcanzó la gloria con “La muette de Portici”, gran ópera en cinco actos, interpretada
por Laure Cinti-Damoreau (soprano) y Adolphe Nourrit (tenor) que desde 1828
hasta 1882 tuvo un total de 505 representaciones. Esta obra sentó las bases de la
gran ópera francesa.
Fue director del Conservatorio de París de 1842 a 1871.
11. Ferdinand Herold
Louis Joseph Ferdinand Hérold (1791 – 1833)
Compositor y escritor principalmente de óperas y ballets, aunque también
escribió obras para piano, música de cámara y concierto.
Fue hijo único de François-Joseph Hérold (1755-1802) pianista y
compositor y de Jeanne-Gabrielle Pascal y también nieto de un organista,
Nicolas Hérold, por lo que creció en una atmósfera musical. A los siete
años, sabia tocar el piano y comenzó a componer.
12. Al cumplir apenas los quince años, ingresó al Conservatorio Nacional de París en
1806, donde tuvo como profesores de primera fila a: su propio padrino Louis
Adam, padre del compositor Adolphe Adam, en piano, Charles Simon Catel en
armonía, Rodolphe Kreutzer en violín y Étienne Nicolas Méhul en composición.
En total Ferdinand Herold compuso 21 óperas, 6 ballets, 2 sinfonías, 3 conciertos,
6 sonatas y 57 composiciones para piano.
Sus composiciones más conocidas son:
Obertura de la Ópera “Zampa” o “La Novia de Mármol”. (1831)
El Ballet La fille mal gardée. (1828)
La ópera “Le pré aux clercs” (1832)
Ganó el prestigioso Gran Premio de Roma en 1812 del Conservatorio Nacional de
París. Después de Jean Baptiste Lully y de Jean Philippe Rameau, Hérold es
considerado uno de los grandes fundadores de la ópera francesa.
13. Adolphe Adam
Adolphe Charles Adam (1803-1856)
Compositor y crítico musical. Fue un prolífico compositor de óperas y ballets.
A la edad de 18 años consiguió ser aceptado en el Conservatorio de París,
estudiando órgano y composición de óperas con Benoist y Boieldieu.
Es conocido hoy en día por sus ballets Giselle (1844) y Le Corsaire (1856), sus
óperas Le Postillon de Lonjumeau (1836) y “Si j'étais roi” (1852) la cual es
considerada su mejor trabajo.
Obertura Giralda
Adolphe Adam
14. Sus melodías más populares que han llegado hasta nuestros días son la obertura de
la ópera “Giralda” (1850), la obertura de la ópera “La Poupée de Nuremberg” y un
villancico escrito en 1847: "Minuit chrétiens”, llamado también "Cantique de Noël” ó
en Inglés: “Oh Holy Night”.
Adolphe Adam compuso 40 óperas y 14 ballets. También compuso cantatas,
himnos, misas, coros, piezas para piano, pantomimas, marchas militares y obras
teatrales.
Fue amigo de Hector Berlioz, quien lo apodaba “el fabricante de contradanzas”. Fue
también un maestro de música y Leo Delibes fue uno de sus alumnos.
En 1847 logró abrir en París el Teatro Nacional, como un escaparate para los
compositores jóvenes, sin embargo debido a la revolución tuvo que ser cerrado el
año siguiente, dejando a Adam con una deuda enorme.
Entonces Adam decidió dedicarse al periodismo como cronista y crítico musical, con
lo cual logró tener un ingreso económico básico y en 1849 se convirtió en profesor
del Conservatorio de París, tarea que llevó a cabo hasta su muerte.
16. F I N
Ópera Francesa del Siglo XIX
Parte – 2 de 3
AVM 05.05.2012