3. El Estado Moderno Llegaba a Francia.
Francia, como gran parte de Europa, experimentó en el siglo XIX un cambio de
rumbo en el devenir de su historia. El Antiguo Régimen basado en el poder
monárquico que otorgaba la propiedad del suelo, los títulos nobiliarios y una gran
cantidad de derechos que además eran heredados, cambió a un mundo moderno: el
de la democracia, que sigue siendo el sistema político característico de nuestras
sociedades en el siglo XXI.
Veinticinco años después de la revolución francesa, una nueva forma de monarquía
estaba a punto de echar a andar, algo que parecía contradictorio con su reciente
derrocamiento. Eso sí, el nuevo ya no rey sino Emperador, Napoleón I (1804 – 1814),
fue proclamado gracias a sus logros y no por su linaje. Su coronación fue refrendada
por un plebiscito popular y llevada a cabo por el mismísimo Papa, curiosa mezcla de
poder divino y popular.
Se respetaban los “derechos” conseguidos para el pueblo en la Revolución, pero
quedaban controlados por la férrea mano de la autoridad imperial.
Napoleón soñaba con una gran Francia “libre” expandida por toda Europa, sin
embargo, esta ambición de expansión causó las guerras que sumieron al continente
en una gran crisis que paradójicamente terminó por restaurar la monarquía, abolida
en 1789, como única autoridad capaz de mantener la paz con las potencias
extranjeras.
4. Desde ese momento hasta la instauración de lo que se llamó la 3ª República en
1870, la historia de Francia fue realmente convulsa, viviendo en la continua
contradicción propia de la modernidad que estaba llegando. La sucesión de reyes y
líderes muestra con claridad este carácter convulso y torturado que trajo la
nueva época moderna.
Las Revoluciones de 1830 y 1848
La instauración de la monarquía, con la consiguiente pérdida de los derechos
logrados con tanta sangre en 1789, hizo que poco a poco diversos sectores sociales
se fueran sublevando. Por toda Europa corrían vientos revolucionarios. Francia fue la
primera que se alzó en armas cuando en Julio de 1830 se produjo un gran
levantamiento en París que culminó con una nueva restauración monárquica, esta
vez de corte liberal.
El liberalismo asumía las conquistas sociales de la Revolución de 1789, a las que
poco a poco se fueron sumando las económicas y laborales. Se proclamaron nuevas
constituciones en varios países, textos auténticamente garantes de los derechos de
los ciudadanos.
En 1848, se generalizaron de nuevo las revoluciones, pero esta vez orientadas a
defender el derecho al trabajo y los intereses de las clases trabajadoras. Casi
todas ellas terminaron fracasando.
5. La alternancia en el poder de reyes de la casa de Borbón, la Dinastía Bonaparte
y líderes de la 2ª y 3ª República muestran con claridad este carácter convulso y
torturado que trajo la nueva época moderna a Francia:
Napoleón I, Emperador de los Franceses, de 1804 a 1814
Luis XVIII "el Deseado", Rey de Francia, de 1814 a 1815
Napoleón I, Emperador de los Franceses por 100 días, Marzo a Junio de1815
Napoleón II, Rey de Roma, Duque de Reichstadt, en 1818 (no gobierna / exiliado)
Luis XVIII "el Deseado", Rey de Francia, de 1815 a 1824
Carlos X, Rey de Francia, de 1824 a 1830 (abdica / exiliado)
Luis XIX, Rey de Francia, 1830 (reina 5 minutos / no gobierna / exiliado)
Enrique V, Rey de Francia, 1830 (no gobierna / exiliado)
Luis-Felipe I, Duque de Orléans, Rey de Francia, de 1830 a 1848 (abdica / exiliado)
2ª República Francesa, de 1848 a 1852
Napoleón III, Emperador de los Franceses, de 1852 a 1870 (abdica / exiliado)
3ª República Francesa, de 1870 a 1940
6. El Reinado del Romanticismo (1830-1843)
La vuelta a la verdad, la expresión de la vida íntegra y la libertad en el arte fueron las
fórmulas características de la nueva escuela romántica. Mientras que la revolución se
llevaba a cabo en la escena teatral, toda una literatura nueva, original y fuerte, se
desarrollaba en los libros.
La Poesía
En poesía podemos citar las “Meditaciones Poéticas” de Alphonse de Lamartine, las
“Odas” y “Baladas” de Víctor Hugo, las “Armonías Poéticas y Religiosas” de Harolde
de Byrony y los “Poemas Antiguos y Modernos” de Alfred de Vigny.
La Novela
La novela romántica fue objeto de una importante renovación, lo que llevó a una clara
distinción entre cuatro nuevas formas novelescas:
La novela propiamente romántica, que presenta la ruptura de un individuo con el
mundo y está frecuentemente escrita en primera persona o a modo epistolar. Un
ejemplo de este estilo está en “Mademoiselle de Maupin”, de Théophile Gautier y en
“Confesiones de un hijo del Siglo” de Alfred de Musset.
Marcha al Cadalso – Sinfonía Fantástica
Hector Berlioz
7. La novela pseudohistórica. Victor Hugo había publicado en 1823 “Han de Islandia” y
en 1826 Bug-Jargal, novelas muy imaginativas y fantasiosas, pero en 1831 Víctor
Hugo publica “Nuestra Señora de París”, donde el autor quiere resucitar el ambiente
alrededor de la catedral, el París del siglo XV, con sus calles negras e infectas y su
hormigueo de estudiantes, de mendigos y de pícaros.
La novela de aventuras y de viajes, en la que destaca Alejandro Dumas con obras
como “Los tres mosqueteros”, “Veinte años después”, “El vizconde de Bragelonne” y
“El conde de Montecristo”.
El interés por España puede apreciarse en este género en “Carmen” de Prosper
Mérimée o “La cartuja de Parma” de Stendhal.
La novela social precede a la novela realista, cuyos dos mayores representantes son
Stendhal, “Rojo y negro” y Balzac con “La comedia humana” y “Papá Goriot”.
También Victor Hugo hizo su contribución a este género con “Los Miserables” y
Alejandro Dumas hijo , con “La dama de las camelias”.
Como se puede observar, muchas de estas novelas del romanticismo francés del
siglo XIX, han pasado a ser clásicos inmortales de la literatura universal.
8. Música del Romanticismo
El romanticismo musical es un período de la música académica que fue precedido
por el Clasicismo y continuado por el Impresionismo.
El romanticismo musical está relacionado con el movimiento romántico global, que
fue una corriente de cambios en la Literatura, las Bellas Artes y la Filosofía, que
ocupó una buena parte del siglo XIX.
El Romanticismo como movimiento global en las Artes y la Filosofía, tiene como
precepto que la verdad no podía ser deducida a partir de axiomas, en el mundo había
realidades inevitables que sólo se podían captar mediante la emoción, el sentimiento
y la intuición. La música del Romanticismo intentaba expresar estas emociones.
En los años 1830, Hector Berlioz compuso su Sinfonía fantástica, que se presentó
acompañada de extenso texto que describía el programa de la sinfonía, lo que causó
que muchos críticos y académicos opinaran sobre el tema. Con esta obra, Berlioz
había creado la “Música Programática”
A medida que pasó el tiempo las polémicas aumentaron, los clásicos creían en la
música "absoluta", la perfección formal descansaba en la expresión musical que
respetaba los esquemas trazados en obras previas, sobre todo en la forma sonata
que ya había sido codificada.
9. Para los impulsores de la música programática, la expresión rapsódica de la poesía o
cualquier otro texto externo, era, en sí mismo, una forma artística de expresión musical.
Argumentaban que al involucrar la vida del artista en la obra sería necesario seguir el
curso de la narración.
Esta disputa se resumió como el conflicto entre los seguidores de Johannes Brahms y
Richard Wagner: Brahms era considerado el pináculo de la música absoluta, sin textos
ni referencias externas, y Wagner, el predicador de la poesía como proveedora de
forma armónica y melódica para la música.
En la ópera se tendió a relajar, romper o mezclar entre sí, las formas establecidas en el
barroco o el clasicismo. Las arias, coros, recitativos y piezas de conjunto, son ahora
difíciles de distinguir. Por el contrario, se busca un continuo fluir de la música.
También ocurrieron otros cambios. Los castrati desaparecieron y por tanto los tenores
adquirieron roles más heroicos, y los coros se tornaron más importantes. A finales del
período romántico, el verismo se popularizó en Italia, retratando en la ópera escenas
realistas, más que históricas o mitológicas.
Muchos compositores del romanticismo, a partir de la segunda mitad del siglo XIX,
escribieron música nacionalista, que tenía alguna conexión particular con su país,
incorporando en sus obras, ritmos y danzas del folclor popular.
10. Biografías
Compositores de la Ópera Francesa
en la segunda mitad del siglo XIX
Hector Berlioz Charles Gounod Jaques Offenbach
Camillle Saint-Saëns Leo Delibes Georges Bizet Jules Massenet
11. Louis Hector Berlioz
(1803 -1869)
Compositor y figura destacada en el desarrollo del romanticismo musical.
El Romanticismo tiene en Héctor Berlioz una de sus figuras paradigmáticas: su vida
novelesca y apasionada y su ansia de independencia se reflejan en una música
osada que no admite reglas ni convenciones y que destaca, sobre todo, por la
importancia concedida al timbre orquestal y a la inspiración extramusical, literaria.
Junto con Franz Liszt, Berlioz fue uno de los principales impulsores de la llamada
música programática. que requería que los oyentes leyeran un folleto con su
"argumento" antes del concierto.
Vals – Sinfonía Fantástica
Hector Berlioz
12. Es muy conocido por su Sinfonía fantástica, estrenada en 1830, el Réquiem,
estrenado en 1837, y su extraordinaria utilización de la orquesta sinfónica que incluía
cuatro grupos de metales. Durante su vida, Berlioz fue más famoso como director de
orquesta que como compositor.
Periódicamente daba ciclos de conciertos en Alemania e Inglaterra, donde dirigía
óperas y música sinfónica, tanto suya como de otros compositores.
Héctor Berlioz nació el 11 de diciembre de 1803 en La Côte-Saint-André, Francia.
Hijo de un respetado médico de Grenoble, fue precisamente su padre quien le
transmitió su amor a la música. Por su consejo, el joven Héctor aprendió a tocar la
flauta y la guitarra y a componer pequeñas piezas para diferentes conjuntos.
Sin embargo, no era la música la carrera a la que le destinaba su progenitor; y así, en
1821 Berlioz se trasladó a París para seguir los estudios de medicina en la
universidad.
No los concluyó, fascinado por las óperas y los conciertos que podían escucharse en
la capital gala, el futuro músico abandonó pronto la carrera médica para seguir la
musical, en contra de la voluntad familiar. Gluck, primero, y Weber y Beethoven,
después, se convirtieron en sus modelos musicales más admirados, mientras
Shakespeare y Goethe lo eran en el campo literario.
13. Admitido en el Conservatorio en 1825, fue discípulo de Jean François
Lesneur y Anton Reicha y tras varias tentativas, consiguió el prestigioso Premio de
Roma que anualmente concedía esa institución.
En 1830 estrenó su obra la “Sinfonía fantástica”, subtitulada Episodios de la vida de
un artista. Página de inspiración autobiográfica, fruto de su pasión no correspondida
por la actriz británica Harriet Smithson, en ella se encuentran todos los rasgos del
estilo de Berlioz, desde su magistral conocimiento de la orquesta a su predilección
por los extremos, que en ocasiones deriva en el uso de determinados efectismos, la
superación de la forma sinfónica tradicional y la subordinación a una idea
extramusical.
En ese mismo año Berlioz ganó el Premio de Roma, la beca más importante del
mundo de la música. Luego de dos años becado estudiando ópera italiana en Roma
regresó a Paris en 1832.
La orquesta, sobre todo, se convierte en la gran protagonista de la obra: una orquesta
de una riqueza extrema, llena tanto de sorprendentes hallazgos tímbricos, como de
combinaciones sonoras novedosas, que en posteriores trabajos el músico amplió y
refinó más aún, y que hallaron en su “Tratado de instrumentación y orquestación” su
más lograda plasmación teórica.
14. En 1833 se casó con Harriet Smithson, con lo cual se cumplía uno de los sueños
del compositor, aunque la relación entre ambos distara luego de ser idílica.
Otras sinfonías programáticas, “Harold en Italia”, basada en un texto de Lord Byron,
“Romeo y Julieta”, y un monumental “Réquiem” incrementaron la fama de Berlioz
durante la década de 1830, a pesar del fracaso de su ópera “Benvenuto Cellini”.
Un nuevo trabajo lírico, la ambiciosa epopeya “Los Troyanos”, le iba a ocupar
durante cuatro años, de 1856 a 1860, sin que llegara a verla nunca representada
íntegra en el escenario.
Los infructuosos esfuerzos por estrenarla, junto a la indiferencia con que era
recibida cada una de sus nuevas obras en Francia, son algunas de las razones que
explican que los últimos años de vida de Berlioz estuvieron marcados por el
sentimiento de tristeza por no haber tenido éxito en su propio país.
Héctor Berlioz falleció en París el 8 de marzo de 1869. Está enterrado en el
cementerio de Montmartre.
15. Charles Gounod
(1818 -1893)
Pianista y compositor de ópera y música religiosa.
A Gounod se le conoce sobre todo como el autor de la “Ópera Fausto” y del
famoso “Ave María”, basado en la música del primer preludio del Clave Bien
Temperado de Juan Sebastián Bach.
En vida, sin embargo, se distinguió como uno de los más prolíficos y respetados
compositores franceses. Su catálogo incluye obras en todos los géneros, tanto
sacras como profanas.
Vals – Ópera Fausto
Charles Gounod
16. El refinamiento y la inspiración de sus melodías, junto a la calidad de su escritura
orquestal, hacen de sus obras las más apreciadas y representativas del repertorio
de la música francesa del siglo XIX.
Su influencia en otros compositores franceses como Bizet, Saint-Saëns y
Massenet es indudable. Hasta el propio Debussy llegó a declararlo "necesario" en
cuanto a lo que su estética representó para aquella generación de franceses un
poderoso contrapeso ante la avasalladora influencia wagneriana.
Charles Gounod nació en París el 17 de junio de 1818, fue educado por su madre
al quedar huérfano de padre a los cinco años.
Fue alumno del Conservatorio de París desde 1835 en donde tuvo por maestros a
Reicha, Paër, Halévy y Lesueur.
En 1839 le fue concedido el prestigioso Gran Premio de Roma, lo que le permitió
proseguir sus estudios en la capital italiana hasta 1841, lugar en el que escribe
obras religiosas Te Deums, Misas, Himnos y Réquiem.
Posteriormente viaja a Viena, en donde está a punto de convertirse en sacerdote,
llegando incluso a firmar como “abate Gounod”.
17. Compone su primera ópera “Safo” en 1851. Se casa con Anna Zimmermann, hija de
Pierre Joseph Guillaume Zimmermann, en 1852, con quien tendrá una niña, que
muere a los pocos días de nacer y después un niño. Ese mismo año estrena “Ulysse”.
En Lyon, en 1854 estrena “l'Ange et Tobie”. En la Ópera de Paris, en 1854, “La nonne
sanglante”. En 1855 dos sinfonías.
En 1859 produce la ópera “Fausto”, ”Philémon et Baucis”, en 1860, “La reine de Saba”
en 1862, “Mireille” en 1864 y “Roméo et Juliette”, en 1867.
En 1869 compone el “Inno e Marcia Pontificale” ( Himno y Marcha Pontificia).
Con el estallido de la Guerra Franco-Prusiana se traslada a Londres. Allí escribe
Gallia y conoce a la soprano Georgina Thomas-Weldon, quien editará su
autobiografía (1875) y lo llevará a juicio alegando haber recibido en propiedad varias
obras del compositor.
De regreso en Francia en 1875, produce otras obras de menor importancia, hasta que
en 1891 sufre un ataque cerebral, que lo paraliza parcialmente, logrando reponerse,
pero en 1893 un nuevo ataque le acarrea una muerte apacible tres días más tarde.
Falleció en Saint-Cloud en 1893.
18. Jaques Offenbach
(1819 – 1880)
Compositor y violonchelista alemán, nacionalizado francés, creador de la opereta
moderna y de la comedia musical. Fue uno de los compositores más influyentes
de la música popular europea del siglo XIX.
Sus operetas parodiaban la política y las debilidades del Segundo Imperio de
Napoleón III. En 1875 ya había compuesto 90 operetas, la mayoría de ellas con
libretos del escritor francés Ludovic Halévy.
El estilo musical de Offenbach es alegre e ingenioso. Con sus operetas, término
acuñado por él en 1856 para La rose de Saint-Flour, impuso un género que fue
imitado por Johann Strauss hijo, Arthur Sullivan y Franz Lehár y por otros autores
musicales del siglo XX.
Barcarola – Los Cuentos de Hoffmann
Jaques Offenbach
19. Sus obras mas famosas son “La Bella Helena”, “Orfeo en los Infiernos”, que incluye
el famoso “Can Can” y “Los Cuentos de Hoffmann”, aunque el compositor no pudo
ver el estreno de ésta su última ópera, pues murió tres meses antes en París.
Jaques Offenbach nació el 20 de junio de 1819 en Deutz, hoy un barrio de la ciudad
de Colonia,en el seno de una familia judía, su nombre original fue Jakob Eberest.
Estudió violonchelo y violín. En 1833 viajó a París, donde fue discípulo de Luigi
Cherubini en el Conservatorio. Fue violonchelista de diversas orquestas, entre ellas
la de la Opéra-Comique.
Su primera opereta, “Pascal et Chambord”, fue representada el 2 de marzo de 1839
en el Théâtre del Palais-Royal, pero no dejó ninguna huella de su nombre.
En 1844 hubo de convertirse a la religión católica a fin de poder casarse con la
española Herminia de Alcain de 18 años de edad.
En 1849 fue nombrado director de orquesta en el Théâtre Français. Alcanzó el éxito
cuando escribió la “Chanson de Fortunio” para la representación de “El Candelero”
de Alfred de Musset.
20. En 1855, fundó el teatro “Bouffes Parisiens” donde llevó a escena sus propias
obras, que reflejan la “alegría de vivir” de su época, con humor e irreverencia.
Debutó allí el 5 de julio con “Les deux aveugles” y “Une nuit blanche”, primeras de
una serie de 87 operetas (sin contar los arreglos y los trabajos póstumos), la
mayor parte de las cuales se estrenaron en su teatro.
Entre las producciones de aquellos años, cuatro fueron las más importantes
“Madame Papillon” (1855), que marca el comienzo de su afortunadísima
colaboración con Ludovic Halévy, “Ba-ta-clan” (1855), “Tromb-al-Cazar” (1856) y
“Le mariage aux lanternes” (1857).
El 21 de octubre de 1858, se estrena “Orfeo en los infiernos”; irónico y audaz,
Offenbach dibuja en esta obra un retrato despreocupado y realista, aunque parcial,
de la sociedad del Segundo Imperio, sazonado con una música irresistible y
pegadiza, por su ritmo, por su color y por su gracia melódica.
Su producción musical incluye también “Geneviève de Brabant” (1859), “Chanson
de Fortunio” (1861), “Bavard et Bavarde” (1862), “Lieschen et Fritzchen” (1863)
21. El 17 de diciembre de 1864 se representó, en el Théâtre des Varietés, la que se ha
considerado su obra maestra, “La Bella Elena”.
A ella le siguieron “Barba Azul” (1866), “La vida parisiense” (1866), “La Gran
Duquesa de Gérolstein” (1867), todas con libreto de Meilhac y Halévy.
Con “La Périchole” (1868), comienza Offenbach a buscar un mayor refinamiento,
una sensibilidad más variada y delicada, un ambiente armónico más cuidado.
A esta época pertenecen la siguientes obras :
Vertvert (1869), La princesse de Trébizonde (1869), Les brigands (1869), Le roi
Carotte (1872), Les braconniers (1873); La jolie parfumeuse (1873), La boulangère
(1875). Madame Favart (1878) y “La fille du tambour majeur” (1879).
Su obra más seria y ambiciosa fue “Los cuentos de Hoffmann”, que no llegó a
concluir a causa de su muerte en 1880. A esta obra pertenece una de sus
melodías más famosas “Barcarola”.
Sus restos reposan en París, en el Cementerio de Montmartre.
22. Camillle Saint-Saëns
(1835-1921)
Compositor, pianista y organista. Su música, sigue la tradición clásica francesa, es
elegante y precisa en el detalle y la forma y combina el estilo lírico de la música
francesa del siglo XIX con una mayor calidad formal.
Sus obras más famosas son “El Carnaval de los Animales”, la “Sinfonía para Órgano
No.3” y las óperas “Sansón y Dalila” y “Henry VIII”.
Músico muy dotado, fue un virtuoso pianista y también un excelente improvisador al
órgano, espíritu curioso por todo, escritor, caricaturista, gran viajero, Saint-Saëns
desempeñó un papel excepcional en la renovación de la música francesa, tanto por su
enseñanza, tuvo como alumnos, entre otros, a Fauré y Messager, como, sobre todo,
por su actividad en favor de la música nueva.
Obertura – Henry VIII
Saint Saëns
23. Fue uno de los fundadores de la “Société Nationale de Musique”, destinada a tocar y
difundir la música francesa. Puede considerársele como un impulsor esencial de la
renovación que condujo a Debussy y a Ravel.
Saint-Saëns fue un intelectual multifacético. Desde pequeño se dedicó al estudio de la
geología, la arqueología, la botánica y la entomología, específicamente a la rama de
los lepidópteros. Fue también un excelente matemático.
Fue miembro de la Sociedad Astronómica de Francia, poseía un telescopio, y
programaba sus conciertos para que coincidieran con algunos acontecimientos
astronómicos, como eclipses solares.
También escribió una obra filosófica “Problemas y misterios”, un volumen de poesía
“Rimes familières” y la comedia “La crampe des écrivains”, que tuvo un gran éxito.
Su producción musical fue muy extensa, compuso más de 400 obras, abordando casi
todos géneros, es muy ecléctica, de un gran clasicismo.
Su música es de gran belleza, con una gran calidad de escritura. Fue también el
primer gran compositor que escribió música para el cine.
24. Biografía
Saint-Saëns nació en París el 9 de Octubre de 1835, debutó como pianista a la edad
de 10 años y más tarde estudió órgano y armonía en el conservatorio de París.
También tomó lecciones particulares con Charles Gounod.
Es autor de 5 conciertos para piano, estrenados por él mismo y 3 conciertos para
violín. Entre sus obras destacan también los poemas sinfónicos “La Rueca de
Omfalia’’(1871), Faetón (1873), La juventud de Hércules (1873) y la Danza macabra
(1874), la Sinfonía N° 3 en do menor (1886) para órgano, piano y orquesta y la suite
para orquesta con dos pianos y El carnaval de los animales (1886).
Entre 1858 y 1877 trabajó como organista en la iglesia de la Madeleine de París.
Entre sus obras destaca la ópera Sansón y Dalila (1877). Al final de su vida Saint-
Saëns realizó giras por el norte de África y por América.
En la temporada de 1910 -1911, el Théâtre de Argelia programó cinco de sus óperas
seguidas, y en 1913 recibió en El Cairo la Gran Cruz de la Legión de Honor.
25. En 1915 viajó por segunda vez a los Estados Unidos y dio una serie de conferencias
y conciertos en Nueva York y San Francisco. Al año siguiente, hizo una gran gira de
cuatro meses por América del Sur.
El 6 de agosto de 1921, para celebrar sus 75 años de carrera como pianista, dio un
concierto de sus obras en el Casino de Dieppe. El 21 fue a Béziers para dirigir una
reposición de Antigone. De regreso a Argel, donde pasaba largas temporadas,
trabajó en la orquestación de algunas obras.
Camille Saint-Saëns falleció víctima de sus afecciones pulmonares el 16 de
Diciembre de 1921, a los 86 años, en el Hôtel de l’Oasis, de Argel.
Sus restos mortales fueron trasladados a París para celebrar el 24 de diciembre un
funeral de estado, de una majestuosidad imponente en la Iglesia de La Madeleine.
Fue enterrado en el Cementerio de Montparnasse, en donde Léon Bérard, Ministro de
Instrucción Pública y Bellas Artes, leyó un discurso que finalizaba con las siguientes
palabras: “Las obras maestras de Saint-Saëns son uno de los más gloriosos
resplandores del genio francés”.
26. Clément Philibert Leo Delibes
(1836 – 1891)
Compositor del período romántico francés. Delibes es recordado como un maestro
de la tradición musical francesa, ligera y melodiosa. Entre 1855 y 1869 compuso
operetas y óperas cómicas dirigidas al teatro comercial francés.
Delibes compuso en 1870 su obra maestra el Ballet Coppelia, y en 1876 el Ballet
mitológico Sylvia. También compuso varias óperas importantes, entre las que
destaca Lakmé (1883), que todavía sigue interpretándose hoy día.
Dentro de su producción musical se incluye un libro de canciones (1872), que
contiene, entre otras, Bonjour, Suzon y Les filles de Cádiz.
Dueto de las Flores - Lakmé
Leo Delibes
27. Biografía
Léo Delibes nació el 21 de febrero de 1836 en Saint Germain du Val, París. Su
padre era trabajador del servicio postal, su madre era músico, y su abuelo fue
cantante de ópera. Fue criado sobre todo por su madre y su tío después de la
temprana muerte de su padre.
En 1847, Delibes estudió composición en el Conservatorio de París, donde obtuvo
un primer premio de solfeo en 1850. Fue alumno de Adolphe Adam.
Un año más tarde, también tomó clases de canto, aunque terminó siendo mejor
organista que cantante.
Ascendió posiciones como pianista acompañante y director de coro en el Théâtre
Lyrique, fue segundo director de coro en la Ópera de París (1864), y organista de
Saint-Pierre-de-Chaillot entre 1865 y 1871. La primera de sus varias operetas fue
“Deux le sous charbon” compuesta en 1856 para el Folies-Nouvelles.
28. Delibes alcanzó verdadera fama con el éxito de su Ballet “Coppélia”.
Se estrenó en la Ópera de París en 1870. Se basa en una historia del escritor
alemán Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. Cuenta el destino del viejo Doctor
Coppelius y de su muñeca Coppélia, que cobra vida.
Entre sus otros ballets están “Sylvia”, escrito con Léon Minkus y publicado en
1876; su acción se desarrolla en Grecia. Destaca el "Pizzicato" de este ballet, uno
de los mayores éxitos de Delibes.
Delibes también compuso varias óperas, la última de las cuales, la exuberante y
orientalizante “Lakmé”, fue estrenada en la Opéra-Comique en 1883. Narra el
amor imposible de un oficial británico y la hija de un sacerdote de Brahma, en la
India del siglo XIX.
En 1884, Delibes fue elegido para ser miembro la Academia Francesa
Murió el 16 de enero de 1891, dejando inacabada una ópera, Kassya, que fue
orquestada por Jules Massenet, lo que permitió estrenarla en 1893
29. Georges Bizet
(1838 – 1875)
Hoy en día, Bizet es recordado principalmente como compositor de óperas, aunque no
logró fama como tal durante sus treinta y siete años de vida, período durante el cual
compuso seis óperas que perduran en formato de interpretación, como así también
cerca de treinta obras no publicadas o incompletas.
Su ópera más famosa es “Carmen”, fue extraída de una novela corta popular del
mismo título, del escritor, historiador y arqueólogo francés Prosper Mérimée (1845),
inspirada a su vez por la composición escrita de George Henry Borrow, un inglés que
había vivido entre los gitanos españoles.
Canción del Toreador - Carmen
Georges Bizet
30. El guión de Bizet fue de Ludovic Halévy (primo de su esposa) y de Henri Meilhac.
Carmen se estrena el 3 de marzo de 1875 en la Opéra Comique de París.
El 3 de Junio, día en que se completaban las treinta y tres representaciones.
Carmen sobrevivió en el tiempo hasta convertirse en una de las óperas más
representadas en todo el mundo. Varias de sus melodías les resultan familiares a
miles de personas que jamás vieron ni escucharon ópera.
Biografía
Georges Bizet nació el 25 de octubre de 1838 en París, en el seno de una familia
de músicos: su padre era un cantante amateur; su madre, hermana de François
Delsarte, famoso maestro vocal.
Sus padres estimularon su interés por la música y, cuando absorbió todo lo que
pudieron enseñarle, lo inscribieron en el Conservatorio de París. Bizet tenía
escasos diez años, la edad mínima requerida para ingresar al conservatorio.
Allí estudió composición con Fromental Halévy, con cuya hija Geneviève
contraería nupcias mucho tiempo después.
31. Además, se convirtió en un pianista virtuoso, destacado por su idoneidad técnica y
lectura de partitura completa, tocando el piano a partir de una partitura orquestal.
En 1857, Bizet ganó el Gran Premio de Roma, para estudiar dos años en Italia; su
primera ópera, “Le Docteur Miracle” en un acto, data del mismo año.
La primera de las óperas de Bizet que llegó a un escenario profesional fue:
“Les Pêcheurs de Perles” (Los Pescadores de Perlas), que tuvo dieciocho
representaciones después de su estreno en 1863, en el Théâtre Lyrique.
De los diversos proyectos de ópera en los cuales trabajó, dos más fueron puestos
en escena, La Jolie Fille de Perth en 1867 y Djamileh en 1872, sin que ellos lo
lanzaran a la fama como un talento destacado.
A pesar de desalentarlo la indiferencia de los empresarios teatrales y del público,
siguió insistiendo con su gran pasión por la ópera.
Con Carmen, que se estrenó en el Opéra Comique en 1875, la rueda de la fortuna
comenzó a girar a su favor, pero Bizet murió ese mismo año, a los 37 años de
edad y no alcanzó a disfrutar de la gran fama que le ha dado esta ópera.
32. Jules Massenet
(1842 – 1912)
La ópera tiene uno de sus creadores más sensibles y refinados en Jules
Massenet, el más popular de los compositores franceses que han abordado este
género después de Gounod y Bizet.
Massenet mantuvo un lugar especial entre los compositores franceses en el uso
que le dio a la voz femenina a través de sus registros, y en su versificación.
Sus óperas son piezas de género, que sobresalen dentro de los límites que él les
estableció, que atraen al público en general debido a su encanto y sentimiento
sincero.
Meditación - Thais
Jules Massenet
33. Su capacidad de trabajo fue impresionante. Capaz de componer muchas horas
consecutivas, sus jornadas comenzaban a las cuatro de la mañana, alternando
composiciones, enseñanzas y audiciones.
Ha dejado una obra esencialmente lírica, compuso veinticinco óperas y también
ballets, oratorios y cantatas, obras orquestales y aproximadamente, unas doscientas
canciones, además de algunas obras pianísticas.
Biografía
Jules Massenet nació el 12 de mayo de 1842 en Montaud, cerca de Saint-Étienne,
hijo de Alexis Massenet, industrial fabricante de persianas en Pont-Salomon. Jules
era el menor de doce hijos.
Su madre le dio sus primeras lecciones de piano, y bajo su tutela fue progresando
hasta que a los nueve años de edad, fue admitido como alumno en el Conservatorio
de París.
Durante sus años como estudiante, el joven Massenet dictaba lecciones de piano y
tocaba en cafés y en secciones de percusión en las orquestas de los teatros.
34. En 1860 comenzó a estudiar armonía y composición, y con el apoyo activo de Héctor
Berlioz ganó el Gran Premio de Roma en 1863, que permitía a los galardonados
residir durante una temporada en la Villa Médicis de la capital italiana.
A su regreso a París, Massenet compuso sus primeras óperas, “La coupe du roi de
Thulé” (1866) y “Le Grand-Tante” (1867).
A pesar del éxito de algunas de estas composiciones, su consagración como músico
dramático no llegaría hasta el estreno, en 1884, de “Manon”, compuesta sobre la
célebre historia de Manon Lescaut que también inspiraría a Puccini algunos años
más tarde.
A esta ópera le sucedieron otros títulos importantes como “El Cid” (1885),
“Esclarmonde” (1889) y sobre todo, “Werther” (1892) y “Thaïs” (1894), dos obras que
conservan aún hoy un puesto de privilegio en el repertorio de los grandes coliseos
operísticos.
Massenet murió en París, 13 de agosto de 1912.
35. F I N
Ópera Francesa del Siglo XIX
Parte – 3 de 3
AVM 20.05.2012