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INTRODUCCIÓN

       Este libro se propone ser totalmente diferente a los anteriores.
       En primera instancia, el público al que se dirige es totalmente
diferente al de cualquiera de los anteriores. Su edad, lenguaje,
expectativas e intereses es distinto.
       Este libro es para nuestros queridos niños.
       Pero no solo para ellos.
       Esencialmente para ellos, pero no solo para ellos.
       Asimismo, es un libro de cuentos, de relatos.
       Pero no solo de relatos.
       De grandes acciones.
       Hemos tomado de grandes rabanim, líderes de nuestro siglo
relatos de una extensión corta, pero de un significado enorme.
       Nuestro propósito es que nuestros hijos, hermanos y sobrinos se
nutran de material que les alimente el espíritu a la vez de brindarles
entretenimiento, de forma tal que vayan incorporando ejemplos útiles y
de grandeza para la vida adulta que esperamos sepan llevar adelante en
los próximos años.
       Para ello, es necesario que trabajemos todos juntos: adultos y
futuros adultos.
       Se puede considerar como un entretenimiento, pero eso solo sería
una parte.
       El propósito va mucho más allí.
       De la conducta de nuestros grandes nosotros tenemos la
oportunidad de aprender, de reflejarnos para saber cómo actuar en el
futuro.
       Pueden creerme, queridos lectores, que muchas veces he tomado
muchos ejemplos para nuestra vida.
       Sabido es que los libros y la ieshivá enseñan, pero nuestros Sabios
z”l le otorgaban gran importancia al Shimush talmidei Jajamim, servir a
lo grandes sabios.
       Quienes vivimos alejados de Eretz Israe-l, no muchas veces
tenemos la oportunidad de tomar ejemplo de personalidades tan
distinguidas como aquellas de las que leeremos juntos de aquí en
adelante.
       Si bien son contemporáneas nuestras, básicamente muchos de
estos grandes hombres ya fallecieron, ninguno hace tanto tiempo como
para que lo vivamos como algo lejano.
       Tampoco sabremos de cuestiones tan profundas como para que no
las podamos entender y aplicar.
       Torat Jaim.
       Una Torá para la vida y vidas de Torá.



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Eso es lo que buscamos y lo que encontraremos juntos en estos
cortos, pero profundos relatos que a continuación compartiremos.

     Buenos Aires, 20 de Shvat, 5767




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SENSIBILIDAD Y RESPETO POR LOS ANCIANOS

       La anciana señora Levy deambulaba por la ciudad de Parshatat
sumergida en sus pensamientos.
       “Desde hace mucho tiempo no como pollo, un simple pollo hervido
en un poco de caldo.
       Hace varios meses que no tengo dinero para comprar pollo y
llevarlo a lo de un shojet para que me lo mate y lo haga casher para mí.
Pero, es imposible que una persona pueda vivir únicamente a base de
pan y verduras baratas...Y encima ahora el médico me indicó que tengo
obligación de comer pollo.
       ¿De dónde voy a sacar la plata para pagarlo?
       Estoy obligada a obedecerlo, ya que de ello depende mi vida y mi
salud. Pero, ¿acaso tengo que pedirle a mis vecinos un trozo de pollo?
       Sinceramente me da vergüenza...
       Pedirle a mi vecina, que vivía en otra ciudad y tampoco tenía como
para alimentar a sus hijos, que vaya y pida para las dos, tampoco puedo
atreverme. ¿Qué voy a hacer?”
       Sinceramente tenía un gran problema, la pobre señora Levy,
anciana, mayor y enferma...
       “¿Qué hacía cuando mis hijitos eran pequeños?, decía mientras los
pensamientos correteaban por su mente, tampoco en aquellos
momentos tenía el dinero para comprar pollo y satisfacerlos a todos,
pagándole al shojet por sus servicios... qué hacía en aquél entonces?”
       Mientras pensaba eso y la Señora Levy seguía, se movía de prisa
el Rab de la ciudad, R” Simón Shkop, acompañado de sus alumnos.
       Por prescripción médica, salía a caminar el Rab Shkop unos pocos
días, apresurado por poder volver a su estudio, junto al alumno que lo
acompañaba.
       “¡Ya recuerdo!”, decía mientras le subía la sonrisa a su
rostro.”Recuerdo qué hacía en aquellos lejanos días, cuando quería
proveer a mis hijitos de pollo para shabbat!” Iba a lo del Rab de la
ciudad, R” Simón Shkop le pedía el “certificado de shejitá”.
       (En aquellos días el rab de la ciudad extendía un “certificado de
Shejitá” a los pobres, quienes se lo entregaban al shojet y éste faenaba
gratuitamente las aves a los pobres de la ciudad)
       “¿Acaso no podré conseguir ahora un “certificado de shejitá”? se
preguntó a sí misma la señora Levy “tanto ahora como en aquél
entonces, no dispongo de la cifra necesaria para comprar el pollo. Aquí y
ahora mismo, me voy a acercar al rab y le voy a pedir el certificado de
shejitá!”, dijo aun envuelta en sus pensamientos.
       “_Respetable Rabino”, comenzó a hablarle a medida que se le
acercaba, “puedo... hablar con el rabino...?”


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“_Sí, contestó el rabino, ¿En qué puedo ayudarla?”
      “_ Quisiera pedirle un certificado de shejitá. Necesito comer pollo,
ya que el médico me lo indicó...”
      “Mucho lo lamento sinceramente, dijo el Rab Shkop, pero ya hace
muchos años que no actúo como Rabino de la ciudad por lo tanto no
tengo poder para extender certificados de shejitá. Pero Ud puede
acercarse a mi hijo, Rab Moshé Mordejai. Él es actualmente el rab de la
ciudad y no tendrá problema en extender el certificado que usted
precisa. En este momento él está en su casa, apenas a dos edificios de
distancia de aquí”, dijo, mientras le señalaba con la mano el lugar
exacto en el que quedaba la casa.
      La mujer comenzó a caminar siguiendo la dirección indicada.
      A medida que se alejaba, apenas llegó a dar unos pocos pasos
cuando escuchó el lamento del rab:
      “¿¿¡Qué hice!??”, suspiró con su corazón partido. “Molesté a esa
pobre mujer anciana y debilucha en ir dos casas lejanas en el camino. ¿¡
Acaso no tenía yo otra forma de ayudarla!? En lugar de aliviarle la
carga, evitándole la vergüenza de tener que seguir yendo a pedir, se la
hice todavía más pesada”.
      El rab sacó unas cuantas monedas y se las dio al bajur ieshivá que
estaba a su lado.
      “-¡Córrela y alcánzala”, le ordenó, “dale este dinero para la
shejitá. No hace falta que se moleste en ir a pedirle a mi hijo”.
      El Rab Shkop tampoco era precisamente rico, sino todo lo
contrario. Todo su dinero se lo había dado oportunamente a la Ieshivá
que estaba atRabesando una situación material crítica. Y en su propia
casa se vivía con lo mínimo.
      Ya no recibía tampoco el sueldo de rabino de la ciudad, ni tampoco
tenía poder para extender certificados de shejitá, pero de todas formas
“no le dio el corazón” para dejarla simplemente seguir su camino yendo
a pedir.
      Sin embargo, él valoró el esfuerzo que a la pobres señora le
implicaba ir a buscar ese dinero a dos edificios de distancia, ¿no iba a
tener acaso, en su bolsillo las monedas para evitarle ese sufrimiento
extra?




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Rab Shimon Shkop (1860-1940) fue Rosh Yeshiva en la yeshiva de Telz (actualmente en
Cleeveland, Ohio) y un renombrado maestro talmúdico. Él nació en Tortz en 1860. A la
edad de doce años se fue a estudiar en el yeshiva de Mir, y a los quince se mudó a la
yeshivá de Volozhin dónde estudió seis años. Sus maestros fueron el Rab Naftali Tzvi
Yehuda Berlin (Netziv) y Rab Jaim Soloveichik con quienes era muy íntimo.

El rabino Shkop se casó con la sobrina del Rabino Eliezer Gordon y en 1885 fue designado en la
Yeshivá de Telz, donde permanecería por 18 años hasta 1903. Allí, él desarrolló un sistema del
estudio talmúdico que combinaron el análisis lógico y las penetraciones penetrantes del Rabino
Jaim Brisker con la simplicidad y la claridad del Rabino Naphtali Zevi Yehudah Berlín (el Netziv) y
que se conocía como la manera del "el sistema de estudio deTelz ". En 1903, lo designaron Rabino
de Moltsh, y en 1907 de Bransk. Un alumno famoso suyo en Moltsh era el Rabino Yechezkel Sarna
que estudió debajo de él por un año en 1906, antes de irse a Slabodka cuando el Rabino Shkop
mismo se fue. Durante Primera Guerra Mundial, los líderes comunales lo impulsaron irse antes de
que llegaran los alemanes, pero él rechazó y permanecía con su comunidad.
Entre 1920 y 1939, a petición del Rabino Jaim Ozer Grodzinski, él tuvo éxito a Rabino al designar
a R” Shmuelevitz como Rosh Yeshiva del Sha'ar renombrado HaTorá en Grodno. Él levantó el nivel
de la institución y lo transformó en una de las yeshivot más finas de Polonia y más allá. Los
centenares de hombres jóvenes se reunieron allí, viniendo de cerca y lejos. Hoy, el Rabino Zelik
Epstein, alumno del yeshiva original, funciona un sucesor en Queens. Se conoce como institución
ejemplar. Como hombre joven de dieciocho, se invitó al Rabino Jaim Shmuelevitz por rabino
Shimon que diera la tercera conferencia del nivel en el Yeshivá Ketanah en Grodno. A la edad de
22, dirigió a grupo de los estudiantes que transfirieron de Grodno a Mir. Sin embargo, sus cuatro
años en Grodno con el Rabino Shimon tenían una influencia profunda en su acercamiento al
análisis del Talmud.
En el Rabino 1928 Shkop viajó a los Estados Unidos para juntar los fondos muy necesarios para la
Yeshiva. Después de entregar una conferencia en la universidad de Yeshiva, él accedió eventual a
la invitación de Bernard del Rabino (Dov) Revel's de servir como el Rosh Yeshiva de Rabbeinu
Yitzchak Elchanan (RIETS) en Nueva York. En su ausencia de Polonia, Jaim Ozer Grodzinski lo
echó de falta en gran medida. Tanto él cuanto el rabino Israel Meir Kagan (el “Jofetz Jaim”)
abogaron por su regreso a Europa. En la caída de 1929, el Rabino Shkop volvió.
Viviendo los problemas del día, Rabino Shkop tenía una personalidad que ganaba seguidores. Él
era un miembro activo del Moetzes Gedolei HaTorá del Agudas Israel. Muchos de sus estudiantes
lograron la distinción, entre ellos los Rabinos Eljanán Wasserman de Baronovitch, Yosef Shlomo
Kahaneman de Ponevezh y de Isser Yehuda Unterman, principal Rabino israelí futuro. El Dayan
Michoel Fisher de Londres era también alumno del Rabino Shkop. Era uno de los tres estudiantes
principales de Jaim Soloveitchik's, los otros que eran su Rabino Yitzchak Zev Soloveichik, su hijo y
R” Boruj Lebowitz.. El rabino Shkop formó cerca enlaces con el Rabino algo más joven Yehuda Zev
Segal, el futuro Rosh Yeshiva de Manchester. Él iría a veces a Inglaterra a buscar fondos para su
yeshiva, y el Rabino Segal se aprovechó de estas oportunidades de servir como su asistente,
pasando una vacaciones en el lugar de veraneo del Rabino Shimon's, estudiando con él y
acompañándolo en su camino.


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Él publicó su ensayo clásico titulado Sha'arei Yosher (las puertas de la honradez) en 1925 y
Ma'arekhet ha-Kinyanim en 1936. Escribió jisdushim sobre los tratados Bava Kamma, Bava Metzia,
y Bava Basra de Talmud fue publicado post-mortem en 1947 con un prefacio por su hijo, y en
Nedarim, Gittin, y Kiddushin en 1952, y en Yevamos y Ketuvot en 1957. Los jidushim de la
Guemará de Rab Shkop todavía se estudian en yeshivot a tRabés del mundo hoy. Sha'arei Yosher
se refiere en gran parte a los principios intelectuales por los cuales la ley es establecida, más bien
que a leyes concretos, y tiene una afinidad fuerte al Shev Shema'tata de Aryeh Leib HaCohen
Heller, en el cual fue basado en parte.




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¿MI SHABAT? ¡EL TUYO!

      Viernes al atardecer, víspera de shabbat kodesh.
      El Gran Rabino, Kahaneman, rabino de la ciudad de Ponizveh, en
Lituania termina apresuradamente con los preparativos para el sagrado
día, emprolijando las velas, vistiendo las ropas sabáticas limpias y
planchadas y escuchando el sonido del primer pregón anunciando la
inminencia del horario de encendido de velas.
      Salió de su casa, a tRabés del mercado, yendo por la calle
principal de Ponizveh.
      Ya estaban los negocios cerrados con llave y candado. Todos
sabían y reconocían el cuidado detallista sobre la importancia de este
día; inclusive aquellos lamentablemente alejados de la práctica de las
Torá y mitzvot, preferían abstenerse de abrir sus establecimientos antes
que causarle tal dolor al Jajam.
      La tarde caía, el sol caía a plomo sobre el horizonte. En el shil
central estaban congregados todos los iehudim de la ciudad, prestos
para comenzar con la tefilá de kabalat shabbat. Sin embargo, Rab
Kahaneman todavía no llegaba a tiempo para el rezo.
      ”_¿Dónde está el Rab?”, preguntaba el shamash.
      -“Enseguida tendríamos que comenzar la tefilá de arvit y todavía
no rezamos kabalat shabbat”, comentaban preocupados los abrejim.
      “_Tal vez deberíamos ir a la casa del Rab”, aconsejó uno de los
bajurei de la ieshivá. “¿Tal vez el rab, D”s libre y guarde, no se siente
bien y no desee que lo esperemos?”
      La sugerencia fue aceptada.
      “_¡Que vaya a la casa del rab a ver que pasa R” David, el
shamash”, decidieron los gabaim.
      R” David corrió a la casa del rabino y golpeó la puerta.
      “-_¡Shabbat Shalom!”, lo saludó con rostro resplandeciente la
esposa.
      “_¡Shabbat Shalom!”, contestó el shamash, “¿el rab está en
casa?”
      “_¡¿En casa?!”, exclamó asombrada la rabanit, ¡El Rab salió en
horario para el shil! ¿¡El rab no llegó al Bet hakneset?!, contestó
asombrada. “Hace rato que no está aquí; salió para el templo como de
costumbre, con el horario de encendido de velas”.
      R” David corrió de regreso al shil, envuelto totalmente en
preocupación.
      “_El Rab no está en su casa”, les dijo acongojado a quienes lo
habían enviado, al llegar al templo.
      “_Salió como habitualmente, con el sonido del shofar, tal como lo
hace cada viernes; ¡quién sabe qué le habrá pasado!”



                                                                        8
“_Momento, momento...”, dijo R” Mensahe -el gabbai- mientras
apoyaba su mano sobre el hombro del shamash. “Ya mismo debemos
buscar y revisar dónde está el rab”.
       “_Los bajurei ieshivá que vayan a buscar al rab en las calles de la
ciudad”, decidieron los gabbaim, luego de una pequeña reunión. El resto
de los mitpalelim que permanezcan sentados en el bet hakneset,
recitando versículos de Tehilim”.
       El sonido de los tehilim comenzó a invadir las ya oscuras y
silenciosas calles de la ciudad, los bajurim deambulaban por las calles
de la ciudad, buscando al rab velozmente por todos lados.
       Por lo ancho de las calles vacías iban Iankel, Berale y Rafae-l, los
alumnos de la ieshivá. Su boca estaba repleta de capítulos de tehilim,
mientras sus ojos recorrían todos los recovecos.
       “_Todos los negocios judíos están cerrados”, dijo Berale.
       “_Esto era parte inseparable de la tarea de R” Kahaneman”, dijo
Refae-l, con voz queda. ¿Qué va a pasar si el rab no va poder seguir con
su tarea?”
       “_ ¡No le abras la boca al Satán”, gimió en un exclamación Iankel,
“¡el rab va a ser encontrado sano y salvo!”.
       “_¡Con ayuda de D”s!”, murmuró Berale.
       Los bajurim llegaron a la esquina, prestos para atRabesar el cruce
y a llegar a la calle siguiente y de pronto “¡hey!”, gritó Refae-l, “¡Acá
hay un negocio abierto!”
       “_ ¡Ya ves!, dijo Beer. “Todos los negocios están cerrados, el Cielo
ya lo demostró”.
       “_La puerta no está cerrada”, dijo Refae-l.
       “_Es cierto, dijeron los bajurim, aparentemente hay un negocio
abierto. No hay clientes, pero ..”
       Refae-l abrió la puerta y...
       “_¡Rab!”.
       No lo podían creer.
       -“¿Qué hace nuestro rab en el negocio?”
       El Rab Kahaneman estaba sentado dentro del local, en la
peluquería vacía. Sus labios se movían al ritmo de su estudio, mientras
sonreía al observar a sus alumnos.
       Para contestar la pregunta de sus alumnos, debemos volver a los
momentos previos...
       El segundo shofar se dejó oír en el espacio. Los propietarios delos
negocios cerraron las puertas y fueron a sus casas, a preparase a recibir
a la Reina Shabbat. Solo la barbería que estaba a mitad de cuadra de la
calle principal estaba abierta, llena de clientes apoltronados en sus
asientos, esperando su turno para ser atendidos.
       La peluquería gozaba de buen nombre muchas personas se
congregaban allí, esperando ser atendidos; a la vez que se esperaba


                                                                          9
que muchos no judíos se congregasen para ser atendidos una vez que
comenzara shabbat.
        Rab Cahaneman deambulaba por la calle, finalmente hoy le había
venido una buena idea de cómo conseguir que no se volviese a abrir en
shabbat.
        Resuelto, entró al local con una gran sonrisa dibujada en los
labios, bendiciendo a los allí congregados con su saludo: “Shabbat
Shalom” caluroso.
        Quienes estaban sentados, se sorprendieron enormemente al ver
al rabino, de todas formas en pocos segundos salieron corriendo,
dejando completamente vacía la barbería. Uno a uno, todos lo que
estaban allí fueron saliendo, escapando sumamente avergonzados.
Algunos de ellos ni habían llegado a ser atendidos, otros solo se había
afeitado solo medio rostro, otros solo había cortado el cabello solo de
madia cabeza y otros que tenían intacta la mayoría de su cabellera, o la
mayoría ya cortada. También los peluqueros que estaban empleados en
ese negocio huyeron despavoridos, solo quedó frente al rab el dueño del
negocio.
        “_¡Rabí!”, dijo el hombre, “”rabí, quiero pedirle perdón y
asegurarle que de aquí en adelante mi peluquería estará cerrada en
shabbat”.
        “_Con ayuda de D”s”, dijo el rab mientras se sentaba en uno de
los sillones.
        “_Ahora solo voy a ordenar todo y voy a cerrar el local”, continuó
diciéndole hombre.
        “_¿Acaso puedo esperar que no vuelvas a abrir ni bien yo traspase
el umbral de tu negocio?”, preguntó el rab.
        “_¡Se lo aseguro!”, dijo el propietario.
        “_Andate a casa a recibir el shabbat, dijo el rab Kahaneman, “yo
pienso quedarme acá a estudiar”.
        No tuvo opción el propietario del local. Salió cerrando tras de sí la
puerta, mientras el rab se quedó sentado en un sillón abandonado,
estudiando; cuidando que el propietario no volviese durante el tiempo
de shabbat kodesh a abrir su negocio.
        Luego de ese shabbat no hubo en toda la ciudad de Ponizveh otro
dueño que se atreviese a abrir su negocio en los sagrados días del
shabbat. Los judíos de la ciudad y los judíos de la ciudad aprendieron de
su rab una lección educativa excepcional sobre el cuidado del shabbat y
su importancia y el cuidado en los buenos modales.




Rabino Yosef Shlomo Kahaneman (1886-1969 era el Rosh yeshiva de Ponevezh. Él era un erudito
renombrado de Torá y de Talmud. El rabino Kahaneman nació en Kuhl, Lituania, una ciudad


                                                                                         10
pequeña de cerca de 500 de los cuales alrededor de un tercio era judíos. En la edad de 14 él fue a
estudiar Talmud en la yeshiva de Telshe, donde él estudió Torá hasta que los veinte, bajo
inspiración directa del Rabino Eliezer Gordon, que consideró su potencial. Otro mentor el suyo en
Telshe era en ese entonces Rabino Shimon Shkop. Entonces pasó un medio año en layeshiva de
Novardok, después de lo cual él pasó tres años en Radin Yeshiva, bajo del tutelaje del Jafetz Jaim
y Rabino Naftoli Trop. Se casó con la hija del rabino de Vidzh, y fue rabino allí a finales de 1911,
cuando su suegro hizo el rabino de Vilkomir (Ukmerg?). Con el fallecimiento del Rabino Itzele
Rabinowitz en 1919, Rabino Yosef Shlomo Kahaneman fue designado el nuevo rabino de
Ponevezh (Poniewicz), uno de los centros más grandes de la vida judía en Lituania. Allí, él
construyó tres yeshivot así como una escuela y un orfanato. Lo eligieron al parlamento lituano.
Destruyeron todas sus instituciones y mataron muchas de sus estudiantes y familia durante la
Segunda Guerra Mundial. El rabino Kahaneman immigró al mandato británico de Palestina en 1940
y construyó Kiryat Ha-Yeshiva (el " pueblo de la Yeshiva") en los orfanatos de Bnei Brak y de Batei
Avot. El rabino Kahaneman viajó extensamente en el dispora a la ayuda financiera segura para su
yeshiva, que él mejoró y amplió constantemente. En la cara del escepticismo y de la oposición, él
tuvo éxito en dar vuelta al yeshiva reestablecido de Ponovezh en uno del más grande del mundo.
Él intentó tomar el cuidado de muchos huérfanos e intentó rescatarlos de las organizaciones
sionistas seculares de los embragues, especialmente el Yaldei Tehran ("Children de Tehran") -
niños que se escaparon de Europa nazi caminando a tRabés de Europa a Tehran (Biala famoso
incluyendo Rebbe - Rabino Ben Zion Rabinowitz). El rabino Kahaneman era un miembro
distinguido del consejo de Torá Sabios de Agudath Israel, hombre de la piedad e ingenio
profundos.




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12
LA BENDICIÓN DE LA BONDAD


             “_¿Qué te pasó, Gabrie-l?, ¿Por qué estás tan ocupado?”
             Gabrie-l clavaba la mirada en la arena.
             ¿Qué contestarle al hijo de su amigo Bentzion?
             ¿Acaso tenía que sumarse a su problema?
             ¿¡Cómo explicarle hasta qué punto lo avergonzaba esa prenda
única, gastada?!
             Sin tranquilizarse, Gabrie-l dio vuelta los puños raídos. Así,
los     orificios    pequeños      y    desgastados      fueron   creciendo
considerablemente. En las inmediaciones, los hilos comenzaron a
deshilvanarse irremediablemente. Presentado de esa forma, ¿cómo
caminar por las calles de la ciudad?
             ¿De dónde obtendría otra ropa nueva?
             ¡Qué vergüenza!
             “_No     te   preocupes,    querido”,    le    decía  Bentzion
sentimentalmente, “la rabanit se preocupa por todas nuestras
necesidades. Solo pídeselo y ella te lo hará con alegría”.
             “_¡Es verdad!”, dijo mientras se le iluminaban los ojos y
comenzaba a calmarse.
             “_Pero, en vísperas de Pesaj, la rabanit está muy ocupada.
¿Cómo pedirle que se ocupe de nuevas prendas?”
             En los pueblos alejados de Marruecos las familias judías eran
muy pobres y necesitadas. Ni siquiera había educación judía. Un día
llegó donde ellos el Rab Rafae-l Baruj Toledano, lleno de consejos e
ideas.
             “_Envíenme sus chicos a Meknes, la gran ciudad, allí me
preocuparé de todas sus necesidades. Y, esencialmente allí podremos
ocuparnos de sentarnos a enseñarles a ellos a estudiar Torá y sacar de
ellos judíos temerosos de D”s”.
             No fue sencillo para los padres aceptar separarse de sus
pequeños. Sin embargo, el Rab les insistió mucho, hasta conseguir su
aprobación. El Rab estaba feliz de recibirlos en su Ieshivá.
             Así, pasaron a vivir en la discreta casa del Rab Toledano. Allí
recibían albergue y comida. La rabanit se entregaba totalmente a la
tarea, limpiándoles sus ropas a diario y arreglándoselas. También en ese
momento, en vísperas de Pesaj caliente, estaba seguro Bentzion que la
rabanit se las ingeniaría para poder ocuparse de Gabrie-l. ¿Qué
pregunta cabía?
             ¡Para ella cada muchacho era como una joya!
             De pronto, apareció con el rostro resplandeciente en la puerta
de calle la rabanit:



                                                                         13
“¡Siéntense y coman, para poder tener fuerzas para estudiar
Torá!”, decía mientras preparaba la mesa con todo tipo de comidas.
       Luego de la comida suculenta, se acercó el avergonzado Gabrie-l a
la rabanit, tomando coraje.
           “Disculpe, murmuró entristecido, mi ropa... “ lamentándose
por sus ropas dañadas, “mis padres no pueden proveerme de una
nueva...”
           no necesitó Gabrie-l agregar más nada. La rabanit entendió
todo de inmediato...
           “¡Uy!”, dijo ella mientras se tomaba las manos “¡¿Cómo no
me ocupé de esto?!”, dijo afligida.
           “No te preocupes, Gabrie-l, le dijo mientras sonreía
demostrativamente, que con ayuda de D”s podrás decir la berajá
“Shehejeianu” correspondiente sobre una prenda nueva”.
           Gabrie-l respiró profundamente. En ese momento podía
sentarse a estudiar con alegría y tranquilidad, sin imaginarse cuánto le
avergonzaría pasar un Pesaj luciendo prendas viejas.
           Así, decidió ella desplazar las tareas de las vísperas de pesaj y
encomendárselas al Rab, allegándose al cuarto.
           La    Rabanit     extendió    un    tejido   nuevo    ,calculando
cuidadosamente. Luego de calcular hasta el detalle más ínfimo, comenzó
la tarea de la confección.
           En la cocina lustraban y hacían casher para Pesaj los distintos
utensilios. Tampoco había sido baldeado ni barrido el piso. Pese a todo,
la dueña de casa se desentendió de todas y cada una de esas tareas,
como si la casa ya estuviese lista para la fiesta. Ella estaba ocupada en
una tara de keddushá, ¡preparar las ropas de un estudioso de la Torá!
           En las vísperas de bedikat jametz, la casa todavía no se veía
“festiva”. Pese a ello, la rabanit tenía una sola preocupación en mente:
la ropa.
           A pesar de todos sus esfuerzos, la ropa todavía no estaba
lista.
           “No hay opción”, decidió. “Me voy a sentar y terminaré de una
vez por todas. Gabrie-l la esperando ansiosamente, y no quiero, D”s
libre y guarde, entristecerlo.
           Al llegar las horas del amanecer, poco a poco fue finalizando.
           Al finalizar, solo tenía tiempo para un profundo planchado.
           Muy emocionado, el muchacho se probaba su nueva prenda,
mientras ella examinaba concienzudamente su obra.
           “_Hay que achicar un poco por aquí”, decía mientra observaba
cada detalle. La falta de tiempo no le preocupaba a la rabanit en
absoluto. Con gracia y simpatía ella relaizaba costuras ocultas.
           “_Vuelve a probártelo”, le solicitó al niño.



                                                                          14
Solo luego, cuando la prenda ya estaba dispuesta sobre la
percha en la pieza de Gabrie-l, el rostro de la rabanit se notaba
exhausto mientras realizaba la limpieza de Erev Pesaj.
           La tarde caía.
           Rabí Rafae-l Baruj Toledano volvía de estudiar y se presentó a
realizar bedicat jametz.
           Después de pronunciar concentradamente la brajá respectiva,
tomó el rabino un vela con su mano y comenzó a realizar la mitzvá.
Como en cada tarea de santidad, el rabino no midió sus fuerzas. Se
agachó para indgar y observar debajo de cada hendidura, cada pequeño
hoyo requería observación, no fuese cuestión de que quedase allí
jametz.
           No había raspadura mínima en el piso que no hubiese sido
inspeccionada profundamente.
           A medida que pasaba el tiempo, la habitación de huéspedes
se fue vaciando. En aquél momento llegó el turno del dormitorio, todos
se juntaban y observaban como la vela ardía iluminando las paredes del
placard.
           Pero nadie se imaginaba lo que estaba por ocurrir, en unos
pocos instantes...
           El Rab se metió debajo de la cama, y de pronto prendió fuego
la colcha de la cama y una lengua de fuego lo consumió de inmediato.
           En pocos segundos, toda la pieza se estaban quemando por
completo, los habitantes de la casa, presa del pánico apenas atinaron a
salir.
           Luego de apagado el fuego, observaron todos al Rab
sumamente sensibilizados.
           “_¡Esto es increíble” dijo uno de los que se habían salvado,
pronunciando mientras el Rab estaba aun entre las lenguas de fuego.
Inclusive más, las lenguas de fuego no tocaron las prendas nuevas, ¡qué
milagro!
           “¡Hodú la H” ki tov, ki leolam jasdó!” (“Agradezcan a D”s
porque Él es bueno, todo hace con bondad”), dijo la rabanit
pronunciando alabanzas a Boré Olam, “¡por mérito Celestial hemos sido
salvados!”
           ¿ Tal vez los salvó el mérito de aquella rabanit que entregó su
alma por los estudiosos de la Torá? ¿Quién lo sabe?

            ¿Qué hubieses pensado en una circunstancia así?




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UN NIÑO Y UN RELATO EMOCIONANTE

     Rab Jaim Moishe Mendel



       En la casa de la familia Mendel, (Bisteritz, Rumania) reinaba el
susto y el miedo. los integrantes de la familia corrían ida y vuelta.
Cada uno tenía en sus manos una bolsa y todos buscaban con qué
llenarla.
       Eran los días de la primera guerra mundial.
       El enemigo se adelantaba velozmente y los judíos, que sabían que
serían las primeras víctimas en cada guerra se escapaban tratando de
salvar sus vidas.
       También la familia Mendel se preparaba para la huída. El padre,
llegó a casa después de la tefilá, portando una bolsa para cada
integrante de la casa.
       “_Cada uno reciba su bolsa”, dijo el padre con expresión seria “y
que lo llene con objetos que considere importantes; especialmente lo
que le sea indispensable”.
       “_¿Qué, por ejemplo?”, preguntó una de sus hijas.
       “_Comida, explicó el padre, un poco de ropa, algunos recuerdos...”
       “_Pero, ¿por qué papá? Preguntó la niña.
       “_ Entiéndanme, chicos -dijo el padre, comprendiendo que los
chicos no captaban la gRabedad de la situación- “estamos obligados a
escapar antes que llegue el enemigo, pero no sabemos cuándo será el
final... no sabemos cuándo llegaremos a un lugar seguro, cuándo ni
cómo. No podemos cargar con nosotros toda nuestra casa. Tomen sus
cosas, utensilios y recuerdos.
       Es imposible escapar con una carga pesada y complicada, tal vez
necesitemos escondernos.
       Puede ser que solo tengamos albergue en un lugar muy
pequeño...”
       Los chicos de la casa se desparramaron, llevando cada uno una
bolsa en sus mano.
       “Pero háganlo rápido, agregó el padre, tenemos que irnos porque
la hora se acerca”.
       Cada chico llenó su bolsa de ropa.
       No había tiempo para dudas ni demasiadas cuentas, si tomar éste
objeto o aquel. Cada uno llenó su bolsa con una pocas ropas y,
principalmente con comida.
       “_Nadie sabe cuándo volveremos a tener éxito en procurarnos
alimento”, explicó el papá, especialmente para nosotros, los judíos. De


                                                                       16
nuestro kashrut no nos separamos siquiera en épocas de peligro, como
esto tenemos que cuidarnos de muchas cosas”.
       El niño de diez años, también estaba parado con una bolsa en su
mano.
       “_¿Qué agarro?”, se preguntaba a sí mismo , “la bolsa no es muy
grande y yo necesito muchas cosas...”
       Dudaba todo el tiempo, era una decisión difícil. ¡Todo su cerebro
temblaba ante tamaña decisión!
       “¡Ya se que llevarme!, se dijo a sí mismo y empezó a llenarla.
       “¿Todos están preparados? Se escuchó la voz del padre, “¿Todos
pusieron cosas en sus bolsas?”
       De todos modos se lo escuchaba nervioso, aunque intentaba dar la
impresión de querer mostrarse tranquilo por el bien de su familia.
       “_¡Listos!, dijo silenciosamente la madre, recorriendo todo con su
vista, mientras pensaba cuándo se volvería a juntar con sus hijos.
       “_Cada uno es responsable por su bolsa –dijo el padre- ¿es posible
confiar en uds?”
       Los niños contestaron afirmativamente con un meneo de sus
cabezas. Sí, ellos entendían la situación y era posible apoyarse en ellos.
       “_Nos espera afuera una carreta”, dijo el padre.
       Todos recorrieron la casa con sus ojos, su lugar hasta ese
momento; en el que nacieron y crecieron.
       ¿Quién sabe cuándo lo volverían a ver?, si es que eso fuese a
pasar...
       Todos juntos salieron hacia la carreta, cada uno con su respectiva
bolsa en la mano.
       “-Jaim, dijo de pronto el tío, ¿por qué está tan pesada la tuya?”
       Todos lo miraron a Jaim. La verdad, esa bolsa parecía
demasiaaaaaado pesada.
       “_Dame un minuto esa bolsa”, dijo el tío.
       Sin decir una palabra, Jaim se la hizo llegar a su tío.
       “_¿¿¿¡¡¡Qué pusiste acá!!!???”, dijo el tío al borde de la furia...
“¿No tenías otra cosa para poner? ¿Qué vas a comer? ¿Y a vestir?”
       Tomó la bolsa y volvió a la casa .
       Jaim corrió detrás de su tío y llegó a tiempo para ver cómo sacaba
los libros con los que la había llenado y ponía un poco de vestimentas y
comida.
       _“¡No!- dijo llorando- “no necesito comida ni vestimenta, ¡No me
los saquen!”, imploró.
       “-Sin ellos me puedo arreglar. Algo de comer, voy a encontrar y
me voy quedar con lo que tengo puesto. Pero, ¿libros? ¿quién sabe
cuánto tiempo puede llegar a pasar hasta que vuelva conseguirlos? Y
más, en tiempos de guerra? ¿!Cómo vivir sin ellos!?”



                                                                        17
Jaim sabía hasta que punto eran preciosos los libros y lo difícil de
reponerlos. Y más en tiempo de guerra, en el que hay otras prioridades
que en tiempos de paz, no cualquiera tiene éxito en conseguirlos ni
mucho menos en poder comprarlos ya que se tornan muy caros, y la
gente, muy pobre.
      “_Por lo tanto, ¿qué pasará con mi estudio de Torá?
      “_ ¡Déjame mis libros, lloraba, no quiero otra cosa en su lugar!
      ¡¡¡Necesito libros , quiero y necesito estudiar!!!
      Así como necesito el oxígeno para vivir, así me es indispensable
estudiar. Es mi aire, y el aire es lo que llevamos con nosotros...”
      No sabemos el final de la historia, si los libros recuperaron su
lugar en la bolsa o quedaron finalmente abandonados en la casa. Pero sí
sé solo que Rabí Jaim Mendel siguió viviendo, fue elevado en Torá y
temor de D”s y muchos concurrían a verlo”.


      ¿Qué te pareció?
      ¿Qué se aprende de esta historia?
      Tu bolsa, ¿con qué se hubiese llenado?
      Y, una última pregunta... ¿A qué Mishná de Pirkei Avot se parece
esta historia?
      Vean chicos, que el corazón de un niño iehudí es tan puro como la
mishná. Para que crezca, tenemos que regarlo de Torá todos los días.




                                                                        18
TODO LESHEM SHAMAIM

       Estaba cruzando R” Arie Levin la calle Tzanslur en Ierushalaim
cuando un agente de policía se le acercó y le preguntó el jajam:
       “-¿Acaso cometí una falta? ¿Crucé por un lugar distinto a la senda
peatonal?
       Si es así estoy dispuesto a pagar la multa correspondiente”.
       “_No es por eso que me apuré a interceptarlo”, le respondió el
oficial.
       “-Entonces, ¿por qué?”
       “_Hace muchos años que estoy esperando encontrarlo para
contarle al Rab una historia que ocurrió:
       En la época del mandato británico sobre Eretz Israe-l fui designado
para controlar el acceso a la prisión en el “Migrash Ruso” de
Ierushalaim. Allí había, y sigue habiendo, una cárcel.
       En aquellos días, Ud. Concurrió y me pidió ingresar, pasando por
dicha puerta, tal como era su costumbre.
       Pero, el jefe inglés de la cárcel me encargó avisarle que, en esa
oportunidad estaba prohibido el acceso, inclusive para quienes tenían un
permiso permanente para hacerlo.
       Por lo tanto, sería absolutamente imposible entrar.
       Usted se separó y dijo:
       “_ ¿Qué pasará con mis chicos? ¿Acaso no los veré?”
       Era sabido que el Rab Levin es el tzaddik de Ierushalaim, era su
maestro e inclusive un padre para los presos y cada uno era para él
como un hijo único.
       En aquel momento les dije a ustedes en hebreo, para que los
guardias no entiendan que había una posibilidad de entrar por una
puerta pequeña que se encontraba en la entrada oriental del “Migrash
Ruso”, al lado de la ciudad. Allí la guardia no era tan rigurosa y quienes
tenían esos permisos fijos, sí podían pasar.
       Entonces, había un toque de queda 1 por el temor a una
sublevación árabe, de aquellos que rodeaban la región. Por ello, le
aconsejé de desistir en la visita.
       Y usted, ¿qué me contestó?
       “_Los enviados a cumplir una mitzvá no son dañados”, y siguió el
Rab su camino.
       Intenté explicarle al Jefe cuánto sufrimiento le causaba a Usted no
poder ingresar a la penitenciaría. Él me contestó:
       “_ ¿Acaso vos pensás que el viene aquí gratuitamente y para
beneficiar a los presos? Seguro que recibe un gran sueldo por hacerlo y,
ahora que no puede seguir haciéndolo se va a buscar otra forma de
seguir ganando dinero”.
1
    Que es una prohibición de salir a la calle.

                                                                        19
Un día se me acercó ese jefe y me dijo, asombrado:
“Vi a ese rabino y realmente pude entrar con gran peligro por esa
entrada lateral. Ahora me convencí que no lo hace por un sueldo, sino
que los visita gratuitamente y que se arriesga al hacerlo”.
      Agregó ese agente y dijo:
“_Por lo tanto, rabino, esto que le cuento hace tiempo deseaba
contárselo y por ello me apuré para llegar a decírselo”.




                                                                   20
RESPETO POR EL SUFRIMIENTO

      Viernes al mediodía.
      En la casa de Gadol Hador, el “Jazón Ish” z”l, se extiende una gran
hilera de personas. También R” Shlomo se allega al lugar, con una
pregunta presta en su boca para formularle al rabino.
      En la habitación está parada una joven mujer llevando un
cochecito en el que hay un bebé.
      _”Rebbe”, llora la mujer, “bendiga rab a mi pequeño hijo que está
enfermo. Bendígalo para que se cure de su gRabe enfermedad”.
      El Jazón Ish siguió sentado en su lugar, con su cabeza dedicada a
su guemará, sin contestarle.
      “_Rebbe”, dice la mujer enjugándose las lágrimas, “...que el rab
bendiga a mi pequeño hijo Abraham con una bendición de “refuá
shlemá”!”
       El rab continuaba inmerso en su estudio sin contestarle.
       “_Rab”, dijo llorando la mujer, inmersa en su dolor: “¡Que el rab
bendiga! ¡Que el niño pequeño, que mi pobrecito no muera y que viva
sanito...”
       Él seguía inmutable, silencioso, en su estudio.
       “_Rebbe”, la voz de la persona apenas podía salir por encima del
llanto, “¡Que el rebbe lo bendiga!, que mi hijo enfermo, sufre...”
       Los minutos pasaban, la mujer lloraba y se lamentaba y el rab no
se compadecía, no contestaba ni la bendecía. Seguía enfrascado en su
estudio, tal y cual si estuviese solo en su habitación.
       “_Perdón”, entró R” Shlomó al cuarto. Dirigiéndose a la mujer le
dijo:
       “_Perdón, pero....¿usted no ve que no le contestan.
Evidentemente, no es este el momento más indicado. ¿Para qué seguir?
¿Tal vez sea mejor que vuelva ahora a su casa? ¿Y si mejor vuelve aquí
en otro momento?...”
       El Jazón Ish aparentemente sintió el diálogo que en torno suyo
estaba ocurriendo. Levantó la cabeza y observó con ojos inquisidores a
R” Shlomó.
       “_¿A quién espera la señora?”, preguntó el rab a R” Shlomó, “¿a
mí o a Ud?”
       Inclinando la cabeza en dirección al bebé lo bendijo:
       “que tenga, con ayuda de D”s, una curación completa y viva hasta
los 120 años”.
       El rostro de la mujer se iluminó de la alegría. Las lágrimas
inundaban sus ojos, cuando retornó a su casa, llena de esperanzas.
       También R” Shlomó dejó de inmediato la casa, sin formular su
pregunta. No se sentía seguro. De alguna forma percibía un reclamo del



                                                                       21
Gadol Hador hacia su persona. El rabino tan importante parecía estar
enojado con él.
       “_ ¿Qué le pasa a papá?”, le preguntaron los hijos a la madre en
shabbat, “¿por qué papá no canta zemirot?, ¿por qué su voz se oye
quebrada? ¿Por qué no nos pregunta como siempre qué estudiamos en
el jeider? ¿Por qué no nos pregunta sobre los divrei Torá que dijimos y
ni siquiera él mismo dijo Divrei Torá?”
       A ninguna de estas preguntas la madre tenía respuesta, es más;
ella misma se preguntaba las mismas cuestiones.
       Enseguida que terminó shabbat salió R” Shlomó de retorno a lo
del Jazón Ish, ¡no podía esperar ni siquiera un segundo más!
       “_ ¡Shalom aleijem!”, lo recibió Marán HaJazón Ish con alegría.
“Pase, siéntese”.
       R” Shlomó comenzó a justificarse tartamudeando.
       “_No quise, ¡D”s libre y guarde! Molestar a nadie el viernes... solo
pensé en ayudar”, dijo tratando de explicar su conducta. “Simplemente,
que al notar que el Rab se negaba a dar la berajá que se le pedía,
entendí que tal vez los ruegos de la mujer eran excesivos. Tal vez el rab
entendía que ese no era el momento indicado para darle una berajá...y
tal vez... no sé,... no quise dictar una guezerá... no quise, D”s libre y
guarde, dictar un decreto, molestar de ninguna forma”.
       “_ R” Shlomó. Nos conocemos: usted sabe que cuando me
sumerjo en mi estudio profundo no veo ni escucho a nadie”, dijo el
Jazón Ish:
       “_Pero, aquí estaba parada una mujer inmersa en Emunat
Jajamim, con su corazón partido por la enfermedad de su hijito, decidida
a hacer todo lo posible para salvarlo. Ella estaba allí parada, llorando y
sufriendo por ayuda. También ella quería que si, D”s libre y guarde,
hubiese existido un decreto Celestial en contra de la salud del niño, el
Rab la anulase con su bendición.
       Ella creía con corazón sincero y fe completa que la ayuda del
rabino la iba a ayudar. ¿Por qué molestarla?
       La mujer estaba parada, dolorida, llorando y rezando, envuelta
totalmente en Emunat Jajamim.
       ¿Para qué molestarla?
       ¿Para sacarle su emunat Jajamim tan completa?”
       La mujer estaba parada, implorando, rogando y rezando y
finalmente recibió lo que deseaba. La bendición del rab pudo obrar
milagros.
       Contra todos los pronósticos de los médicos, el niño se curó, con
ayuda Celestial, y recibió Shlomó una clase magistral, profundizando su
fe y su ocupación en las necesidades de la gente.




                                                                         22
Avrohom Yeshaya Karelitz ) (también "Yishayahu", "Yeshayah", "Yeshayah", "Yishaya" - en
Abraham inglés Isaiah Karelitz) (1878-1953) conocido por su nombre de la pluma como el autor del
Sefer “Jazón Ish;”) ("Vision del hombre"), era un rabino nacido en Belarusia , líder del judaísmo
Haredi en Israel. Sus 20 años finales estuvo en Israel a partir de 1933 a 1953. Llevado en Kosava
(hoy en Belarus 52°45'N, 25°09'E), Karelitz recibió su educación de su padre, jefe del l beth din
(corte religiosa) allí. En 1911 él publicó su primer trabajo sobre Orach Chayim y otras piezas del
Shulchan Aruch (código de la ley judía de rabino Yosef Karo) en Vilna, anónimo bajo título Jazón
Ish, el nombre por el cual él se sabía casi exclusivamente. Se trasladó a Vilna en cerca de 1920, y
se radicó cerca del Rabino Jaim Ozer Grodzinski, consultando con él en todas las materias
religiosas y comunales. Animado por Grodzinski y con la ayuda de Rab Abraham Isaac Kook, el
Jazón Ish colocó en la Palestina en 1933.
Karelitz manifestó talento y diligencia inusuales desde una edad temprana. Dedicó su vida al
estudio de la Torá y del Talmud, aunque también aprendió las ciencias tales como astronomía, la
anatomía, matemáticas, y la botánica, puesto que él se sentía que el conocimiento de estos temas
era necesario para una comprensión completa de varios aspectos de la ley y de la práctica judías.
Después de su mstrimonio, continuó conduciendo una vida extremadamente modesta, su esposa
preveía sus necesidades mientras que él pasó día y noche en el estudio profundo del Talmud. Él
no tuvo niños. La reputación del Jazón Ish era extensa y la gente de todas los lugares
frecuentaron toda su vida su hogar, para las discusiones de estudian por su keddushá y el
conocimiento o simplemente buscando consejo sobre temas religiosos, negocio, o problemas
personales, o recibiría simplemente su bendición. Cuando en 1933 se radicó en la tierra de Israel,
su casa en Bnei Brak se convirtió en la dirección para los millares que buscaron su dirección. No
llevando a cabo ninguna posición oficial, el Jazón Ish sin embargo se convirtió en una autoridad
mundial reconocida en todas las materias referente ley y vida judías. No lo designaron como líder
comunal, pese a lo cual él ejerció una influencia enorme en la vida y las instituciones de la judeidad
religiosa. No no publicó muchas responsas, sin embargo llegó a ser la autoridad suprema en el
halajá (ley judía). David Ben-Gurion, el primer ministro de Israel, lo visitó una vez para discutir
ediciones político-religiosas. No perteneció a ningún movimiento oficial. Amó y respetó todos los
seres y es admirado igualmente por todos, sin la excepción - Jasidim, Mitnagdim, Ashkenazim,
Sefardim, Haredim, Datiim, Jilonim, los sionistas, los Contra-Sionistas, y otros. Hay hoy apenas una
ciudad en Israel sin una calle nombrada en su honor. Aunque esencialmente un erudito académico,
se aplicó a los problemas prácticos, dedicando mucho esfuerzo a la consolidación de la vida y de
las instituciones religiosas. Sus actos en el uso de la máquina de ordeño en Shabbat y en la
cultivación por hidroponia durante el año sabático son dos ilustraciones de su acercamiento a lo
práctico. Era Un modelo de la modestia y la amabilidad.
 La herencia verdadera del Jazón Ish es la promoción de la claridad en el estudio de Talmud, de la
dedicación en la adoración de H”, y del cariño y amabilidad en la interacción humanas.




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24
UNA GRAN PREGUNTA

       R” Boruj Beer Leibovitz
       Estaba sentado en su lugar fijo en el Beit Hakneset R” Boruj, con
su gran sidur colocado delante suyo, mientras canturreaba en un tono
bajo de voz.
       Todos los concurrentes allí lo conocían, ese anciano iehudí con su
gran barba blanca como la nieve.
       “_ Es el más viejo del mundo”, dijo Iehúdale, que vivie en el
edificio que queda justo al lado del shil.
       “_ ¡No es verdad!”dijo uno que discutía viviendo en el edifico que
quedaba justo del otro lado. “Hay personas más ancianas que él, solo
tiene 100 años”.
       “_ Debe tener aproximadamente la edad del bet hakneset”, aclaró
Shloimi, quien vive en una calle cercana: “yo lo sé porque vive en
nuestro edificio”.
       “_¡Él es más anciano!”, no estaba de acuerdo Iehúdale. “Mi padre
me dijo que él estuvo en la Shoá”.
       No podían ponerse de acuerdo en la edad de R” Boruj. Todos los
miembros del barrio que concurrían al beit hakneset, lo conocían como
parte integrante del paisaje de aquél lugar santo, sentado en su lugar
fijo durante las horas de la mañana, cantando en tono de vboz quedo
sus zemirot y ma”amadot2 y luego rezar la tefilá de minjá a la hora más
temprana posible con el primer minian.
       El Gran Rabino R” Boruj Leib Leibovitz estaba sentado al lado de
su mesa, ocupado en la preparación de su clase que daba en forma fija
en la Ieshivá. Su alumno estaba sentado a su lado estudiando con él la
suguiá, cuestionando las respuestas que daba el rabino, basándose en lo
que decía R” Akiva Eiger.
       “_Tengo una pregunta”, se escuchó una voz conocida junto a la
puerta, mientras entraba al cuarto el anciano R” Boruj.
       “_Rabí”, le dijo al rabino con voz cortada R” Boruj, “Tengo una
pregunta ¡urgente!”
       “_Si, R” Boruj”, le sonrió el rab. “Siéntese y dígame”.
       “Ayer a la mañana no me sentía bien”, contó el hombre mayor.
       “_Fui al hospital, esperé mi turno y me mandaron a sacarme una
radiografía. Luego de ello, tuve que volver a esperar, hacer la fila hasta
que finalmente me atendió el doctor que me tenía que dar una
respuesta. Luego de eso, a la farmacia...”
       “_ ¿Y cómo se siente ahora?”, le preguntó el rebbe con
preocupación.

2
 (Pequeños trozos del jumash , profetas, mishná y guemará que dicen los
baalei batim para cumplir la mitzvá de estudiar Torá).

                                                                          25
“_ Baruj H”, me siento mucho mejor”, le contestó R” Boruj.
       “_Al llegar a casa, me dí cuenta que ya había pasado el mediodía,
estaba urgido por irme a descansar un rato luego de una mañana tan
cansadora.
       Al levantarme, descubrí que ya había pasado la shekiá, y ahora
tengo un problema”.
       “_ ¿Qué problema?”
       “_ Ayer, dentro del día difícil que fue, no alcancé a decir mis
ma”amadot. ¿Qué voy a hacer ahora? ¿Perdí todo el seder?”, preguntó
el viejito con voz angustiada.
       “_ Esa es una pregunta importante”, dijo el rab; mientras se
levantaba ágilmente de su asiento buscando dentro del gran armario de
libros, con la mirada de su alumno escudriñando para entender qué
hacía su maestro. Mientras éste saca un “Ierushalmi”, lo abre y mira
dentro de él unos cuantos minutos.
       R” Baruj, mientras tanto observa desesperando, aguardando por
su respuesta.
El Rabino observa en los escritos, para luego contestarle:
”_ Yo pienso que es posible encontrar una respuesta favorable en este
tema y que pueda usted completar hoy los ma”amadot que le faltaron
de ayer”, dijo con voz medida, “y después puede seguir con los de hoy.
Pero, sobre un tema tan delicado, tiene usted que cuidarse de no volver
a perder otro día”.
“_¡ Gracias, rebbe!”, dijo con felicidad el hombre, “con ayuda de D”s
mientras me den las fuerzas me cuidaré muy mucho de no volver a
perder otro día”.
       El anciano le agradeció con cariño y salió para completar las
ma”amadot, acompañado de las bendiciones de curación completa del
Gran Rabino que le entibiaban el alma.
       “_ Enseñeme, Maestro”, le preguntó el alumno. “Así como entendí
la suguiá en el Ierushalmi en la cual profundizó el rabino antes de
contestar, era sobre el shiur que usted tiene que dar ahora y la
pregunta que él le hizo no necesitaba de ninguna profundización.
       ¿ Por qué se tomó tantos momentos antes de contestarle?”
       “_ R” Boruj valora mucho esas ma”amadot”, explicó el rabino, “él
conoce del tema y es imposible dar una respuesta autorizando. Fuera de
esto, todos los méritos del estudio de la Torá que tiene R” Boruj
dependen de su enunciación de estos ma”amadot.
       Por lo tanto, le contesté sobre ese “Ierushalmi” conectado con
nuestro clase y con ello le mostré la importancia del estudio de Torá y
se lo mostré a R” Boruj. Por eso le respondí con toda seriedad su
pregunta”.
       El Gran Rabino estaba preocupado, tanto por los grandes temas
tanto como en pone su corazón por los temas menores.


                                                                      26
Y ahora, ojalá que nosotros podamos darle la importancia debida a
cada persona y a cada tema según su importancia.




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¡UNA MITZVÁ CON LECHE! (Y NO EN SHAVUOT)

      El dueño de la despensa de lácteos “Tenuva”madrugó como de
costumbre para abrirla temprano. Los camiones verdes de la firma
llegaron y el conductor bajó para dejar la mercadería en grandes tachos
de acero, bastante pesados por cierto y llevarse los pertenecientes al día
anterior.
      Prontamente se formó una larga fila en frente a la puerta del local.
Hombres, mujeres y niños estaban allí parados con los envases en sus
manos.
      “_Medio litro”, pidió una mujer joven. El dueño tomó con su mano
un vaso medidor y vertió el medio litro en el envase que llevaba la
mujer.
      “_ Un litro”, pidió quien seguía en la fila, un abrej barbado que en
su mano llevaba la bolsa con el talit y los tefilín.
      Uno a uno fueron saliendo las distintas personas del negocio
llevando con cuidado a sus casas la leche. Al final de esa fila parecía
haber un hombre mayor y encorvado, de rostro resplandeciente. Este
iehudí era el Rosh Ieshivá de “Porat Iosef”, el Gaón Rab Attíe z”l, en
aquel entonces de cómo ochenta años.
      “_ Distinguido Rab”, dijo acercándosele el hijo del dueño del local,
“¿por qué está el rab parado en la fila?¿Acaso no puede hacer esta
compra desde su lugar?”
      “_ Yo estoy ocupado en una mitzvá muy importante”, le respondió
endulzando los oídos del joven: “Mi compañera está muy débil. El
médico dijo que depende de la leche fresca y tibia todos los días. Por
eso yo me apuro en conseguírsela todos los días para que la pueda
tomar ni bien se levanta y así fortalecerse”.
      “_ Pero ¿tal vez el rab pueda pararse directamente en la cabecera
de la fila?, aconsejó el muchacho: “Ya que el rab es mayor y sus fuerzas
ya no son las de antes. Además de ello, es un Talmid Jajam muy
importante...”
      “_ ¿... pararme en la cabecera de la fila? ¡eso es robo!”, dijo el
Rosh Ieshive sin salir de su asombro. “Los iehudim se levantaron muy
temprano para venir a pararse y se apresuraron en llegar prestos al
negocio ¿y yo voy a sacarles su lugar en la fila??”
      Pensó el muchacho y dijo como quien expresa un pensamiento en
voz alta:
      “_ Pero entonces,... ¿entonces pueda tal vez el rab dejarme su
envase y yo se lo llevaría todos los días?”
      “_ ¡Eso también es robo!”, dijo entre sonrisas cariñosas hacia el
mozalbete. “Aparte de ello, ¿por qué tendría que evitarme hacer la fila?
Todavía me dan las filas para ello, está todo bien.



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Esperaré pacientemente la fila como todos, cuando llegue mi turno
voy a comprar”.
      Al arribar a su momento, dijo acercando su envase:
      ”_ Medio litro de leche, por favor”.
      Velozmente, el rab volvió a su casa con la botella llena de leche,
cuidándose que, D”s libre y guarde fuera a caérsele tan solo una gota.
La casa era humilde como cuando fue construida. La rabanit todavía
estaba durmiendo. El esposo puso el contenido de la botella a hervir
sobre las hornallas de la pequeña cocina, para hervir la leche.
      (Hoy en día al comprar leche, ésta viene pasteurizada para sacarle
todos los microorganismos que puedan ser dañinos para la salud; pero
antes al no existir este proceso, era ésta la forma de hacerlo).
      El rab se quedó parado al lado de la hornalla para apagarla ni bien
comenzara a hervir la leche, no fuese cosa que se derramara.
      “_ ¡Buen día!”, bendijo a la rabanit en el momento en el que ella
se despertaba de su sueño. “Aquí traje la leche fresca recién hervida.
Hace muy pocos instantes que regresé del negocio y ahora hierve...”
      Día tras día, mañana tras mañana, se levantaba el anciano Rosh
Ieshivá para allegarse a la fila del negocio para cumplir con la mitzvá
tan importante de llevarle la leche a la rabanit que el médico le indicó
para su salud.
      Esto no disminuyó el honor del rab, ni tampoco se preocupó por el
desgaste de fuerzas que ello le presentaba. “Yo estoy muy ocupado en
una mitzvá muy importante”, murmuraba en lo oídos del almacenero
joven “¡llevarle leche a mi débil esposa!”
      Cuando salía el rab a su diaria actividad y a cumplir esta diaria
mitzvá, ésta no afectaba ni su honor ni sus fuerzas. Por el contrario,
esta era una mitzvá valiosa e importante.

        (Tomado directamente del relato del Rab Einfeld, Shlitá)


         ( R” Shach Man, Elazar Menachem) (o Rab Leizer Shach, su nombre se escribe
ocasionalmente como Eliezer Schach en las publicaciones inglesas) (de enero el 22 de 1898 - de
noviembre el 2 de 2001), era un rabino Europeo-llevado y educado del este principal Haredi que
colocó y vivió en Israel moderno. Él era el Rosh yeshiva rosh de Ponevezh Ashkenazies en la
Knesset israelí, muchos consideraban el Gadol HaDor (líder religioso supremo de la generacion")
y utilizado el título honorífico de Maran (Nuestro maestro y rabino) al referirle. Eruditos tales como
Rabino Yitzchak Zev Soloveitchik (el Brisker Rab) y Rabino Isser Zalman Meltzer por excelencia lo
reconocieron como erudito de Del Talmud en sus aprobaciones a sus trabajos; él fue autor del “Avi
Ezri” un comentario en el Mishneh Torá

El rabino Shaj nació en Wabolnick (Vabalninkas, Vaboilnik pronunciado en Yiddish), una aldea rural
en Lituania norteña, hijo del Rabino Ezriel y Batsheva Shach. La familia Shaj habían sido
comerciantes por generaciones pero la familia de Batsheva, los Levitans, eran eruditos religiosos
que sirvieron a varias comunidades lituanas. El hermano de Batsheva Rabino Nisan Levitan, fue
más adelante una figura importante en la unión de Rabinos ortodoxos. Elazar era un niño prodigio,


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y fue enviado al estudio en el yeshiva de Ponevezh a la edad de siete. Cuando tenía trece años, se
trasladó encendido en el fuego del estudio a la yeshiva de Slabodka, donde llamó la atención de su
decano, Rabino Nosson Tzvi Finkel, así como el Rabino Isser Zalman Meltzer, decano del yeshiva
de Slutsk. Shach pronto se convirtió en una de los estudiantes preferidos del Rabino Meltzer,
comenzando una relación de por vida de la amistad y del respecto. Cuando la Primera Guerra
Mundial comenzó en 1914, muchos de los estudiantes de la yeshivá de Slabodka se dispersaron a
tRabés de Europa. El joven Shaj volvió inicialmente a su familia pero entonces comenzó a viajar a
tRabés de Lituania de la ciudad a la ciudad, a dormir y a comer dondequiera que él podría y
estudiando en sinagogas locales, continuando estudiando el Da"as Torá. Después de la guerra
Shaj asistió al Rabino Meltzer y a su yerno, Rabino Aharon Kotler, en Kletsk, Polonia. Cuando el
Rabino Meltzer volvió a Slutsk, Shaj lo siguió (la más adelante afamada yeshiva de Lakewood en
América). El rabino Meltzer fue una figura y patrón similar a un padre para el joven Shaj, incluso
arreglando su unión con su sobrina, Guttel, en 1923. Shach recibió ordenación rabínica del Rabino
Meltzer y comenzó a enseñar en al yeshivá de Kletsk en 1927, donde él enseñó por cinco años. Él
sirvió como Rosh yeshiva en Lublin y entonces enseñaba Talmud en la yeshiva de Novardok
también. En 1936 él fue Rosh yeshiva de Karlin en Luninets.
Poco antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto, varios yeshivot
comenzaron a considerar el evacuar de sus rabinos, estudiantes y families.Rabbi Kotler
eventualmente huyó por el este para América, viajando a tRabés de Siberia y llegando en los
Estados Unidos durante la guerra. En 1939, Rab Shaj primero fue a Vilna, donde él permanecía
con el Rabino Jaim Ozer Grodzinski. Más adelante fallecieron la madre de Rab Shaj y la hija
mayor. A comienzos de 1940 la familia decidió salir de Lituania. El tío maternal de Rab Shaj,
Rabino Aron Levitan, había ayudado al Rabino Kotler para conseguir visas de la emigración, pero
Rab Shaj decidido para ir a Palestina, donde estaba Rab Meltzer como Rosh Yeshiva en Etz Jaim
Yeshiva en Jerusalén, (Rab Shaj serviría más adelante como Rosh Yeshiva allí también).
Varios años después del reestablecimiento del yeshiva de Ponevezh en Bnei Brak, le pidieron ser
uno de sus decanos. Él permanecería en la posición hast a su fallecimiento. En esta Yeshiva, Rab
Shaj enseñó a muchos millares de los estudiantes, muchos de quién asumió eventual posiciones
prominentes como Roshei Yeshiva y Rabinos.
Shaj fue acreditado por muchos para ayudar revoluciona el concepto del "sociedad de estudiosos "
o el mundo del kolel en el mundo de la posguerra de Haredi. Bajo su dirección, el fenómeno de los
hombres Haredíes que estudiaban en yeshivot y los kollels a tiempo completo, algo que había sido
comparativamente raro en Europa antes de la Segunda Guerra Mundial, se convirtieron en el
estándar en muchas comunidades en Israel, con el apoyo financiero de las comunidades y de los
subsidios a las familias jóvenes con muchos niños del gobierno israelí.
        .

 Tenía tres niños, todos nacidos en Kletsk en los años 20: Miriam Raisel, Devorah, y Ephraim.
Miriam Raisel murió siendo adolescente en 1939 a causa de pulmonía. El Rabino Meir Tzvi
Bergman, erudito de Torá en Israel, se casó con Devorah y tuvieron varios niños. Ephraim estaba
insatisfecho con la forma de vida Haredi y sintió bien pertenecer al campo sionista religioso. Él
desempenó servicios en las fuerzas de la defensa de Israel, recibió un doctorado en historia y
filosofía, y actualmente los trabajos como supervisor para el ministerio de Israel de la educación.
Rebbetzin Guttel Schach murió en 1969 de complicaciones referente a la diabetes



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El rab Shaj recuerda ” Cómo me educaban en la casa de mis padres: cuando mi yarmulke se cayó
de mi cabeza, me enseñaron que usted tenía que gritar de señal de socorro. Fueron dirigidos por
una preocupación por la observancia puntillosa de las mitzvot. Una vez desperté después del
horario de Krias zman Shema según el Mogen Avrohom y estallé fuera del griterío y continué
gritando por esta “falta” a lo largo de todo el dia.




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HASTA EN LOS PEORES MOMENTOS

      En el hospital, junto a la cama de la rabanit Auerbach, esposa del
Gran rabino, Rab Shlomó Zalman Auerbach, Rosh Ieshivá de “Kol Torá”,
estaban parados sus parientes, sumidos en su dolor.
      Los doctores les habían indicado que debían venir con toda
premura para llegar a despedirse con vida de su madre, una mujer muy
grande, una gran hermana y descendiente de una familia muy
importante.
      Todos estaban parados llorando y exclamado en tefilot y súplicas.
Se escuchaba el “Shemá Israe-l”, mientrassu respiración se iba haciendo
más y más pesada, mientras se imponían lo ángeles de la angustia, y la
importante rabanit, con rostro calmo, iba camino a su mundo.
        Así, la rabanit, la persona completamente justa, completó su
objetivo en este mundo y fue a su palacio. Así completó en sus años,
llenos de buenas acciones dentro de este mundo.
      Los miembros de su familia fueron saliendo como deudos, con la
cabeza gacha, solo dispuestos a completar aquello que era debido
hacer...
      Rabí Sholmó Zalman, partido por el dolor, entró al ascensor del
hospital, para tratar de salir del edificio. Estaba allí parado, en el
ascensor, sumido en sus pensamientos y su sufrimiento.
      “_ ¡ Shalom Aleijem, rabí!”, escuchó una voz que le decía.
      “_ ¡Shalom ubrajá!”, contestó con afecto con sus modales
conocidos. Frente a él estaba un abrej conocido, un joven que había
pasado por la ieshivá.
      “_ Recibimos un “mazal tov”, le contó el joven rabino. “Justo mi
señora acaba de dar a luz un bebé, Baruj H””.
      “_ ¡Mazal Tov!, dijo el rab extendiéndole su diestra a la vez de
sonreírle afectuosamente. “Que tengan el mérito de verlo crecer junto a
la Torá...y las buenas acciones, que se aumenten sus alegrías en salud y
paz”.
      “_ ¡Amén!”, contestó el Abrej a la brajá que le dio el Rab Auerbach
con rostro luminoso y corazón lleno.
      “_ ¿Cómo se siente la mamá? ¿Cómo está el niño?”, preguntó en
forma inquisitiva R” Shlomó Zalman.
      “_ Baruj H”, todo salió como se esperaba; el bebé tiene buen peso
y mi esposa, gracias a D”s se siente excelentemente bien, solo que un
poco cansada...” le dijo el abrej, compartiendo con el rab la alegría que
sentía.
      “_ ¡Gracias a D”s!”, se alegró al anciano sabio al escucharlo y
volvió a bendecirlo con viva voz “Que amerite aumentar en najat... y
que ameriten adentrarlo en el pacto de Abraham Avinu en tiempo y
forma”.


                                                                       32
En esos mismos momentos llegó el ascensor a la planta baja y
fueron saliendo uno por uno a su destino.
      “El sepelio de la Rabanit importante...” se empezaba a escuchar
en los parlantes de Ierushalaim3.
      “_ ¡¡¡Oi vei!!!”, dudaba el joven abrej mientras su rostro se
tornaba sufriente. Ahora estaba llegando a su casa de haber atendido a
su esposa parturienta.
      “_ ¿La Rabanit Auerbach?”, no podía dar crédito a lo que
escuchaban sus oídos.
      “_ ¿¿¡¡ Cómo puede ser posible!!?? Si yo me encontré con el Rosh
Ieshivá, el Rab Auerbach en el hospital. Él me habló con tanta dulzura,
con un rostro agradable, compartió mi alegría de todo corazón y...
¡¡¡todo su dolor ni se le notaba en el rostro!!!”
      “_ ¿ A qué hora falleció, exactamente?, investigó el abrej.
      “_ Ella falleció a las...”, le contestaron quienes conocían del tema.
      “_ ¡¡ Eso no puede ser!!, si media hora después me encontré con
el Rosh Ieshive y no se le notaba nada”.
      Recorrió el abrej las escalinatas que lo separaban de la casa del
Rab Auerbachen el vecindario de “Shaarei Jesed”, para cumplir la mitzvá
de consolar a los deudos.
      Después de que comenzara a hablar el deudo (tal como lo señala
la halajá), hizo lo propio el abrej con su ánimo quebrado, diciendo: “_
Rab, ¡quiero pedirle perdón!”
      “_ ¿Por qué me pedís perdón?”.
      “_ Rebbe. Cuando el rab estaba inmerso en un terrible dolor,
media hora luego del fallecimiento de su señora, lo molesté con mis
temas particulares. Seguro que por eso debe pedirle perdón”, dijo el
joven rabino totalmente excitado.
      “_ ¡D”s libre y guarde! Vos nunca supiste de mi sufrimiento”, le
respondió Reb Shlomo Zalman.
      Y agregó, totalmente asombrado:
      “¿Acaso porque yo esté sumergido en mi dolor, estoy exento de la
mitzvá de mostrar un buen rostro?
      Así era Reb Shlomó Zalman z”l, un grande en el mundo de la Torá
y las buenas cualidades; mostrando un rostro agradable a cada uno y en
toda situación.

        Rabino Shlomo Zalman Auerbach ( Nació el 20 de julio de 1910 y falleció el 20 de febrero
de 1995). Era un Rabino, un Posek y un Rosh Yeshiva renombrado de la yeshivá de Kol Torá en
Israel. Nació en la vecindad de Sha'arei Jesed de Jerusalén fundada por su abuelo maternal,
Rabino Shlomo Zalman Porush, después de que lo nombraron. Su padre, el Rabino Jaim Yehuda
Leib Auerbach dirigió la ieshivá Shaar Hashamaim. A la edad de once era experio en el tractate
(Masejet) talmúdico entero de Kiddushin. Cuando adolescente estudió en la Yeshivá Etz Jaim en
Jerusalén. Lo conocían para su diligencia que es ilustrada por un acontecimiento que ocurrió

3
    Anunciando el entierro, tal como se acostumbra en Eretz Israe-l.

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mientras que él estaba en yeshiva. En el día en el que el primer automóvil rodó en Jerusalén a lo
largo del camino de Iafo, todos los estudiantes salieron a verlo, dejando momentáneamente sus
estudios para ver la maRabilla. Solamente Shlomo joven Zalman permanecía en su silla sumergida
en sus estudios.

Su primer trabajo publicado “Meorei Esh”, era el primer escrito siempre a propósito de usar
electricidad en Shabbat. El trabajo fue endosado por rabino Jaim Ozer Grodzinski que lo leyó y
declarado: “Or jadash al Tziyon ta'ir"; - “la nueva luz brillará sobre Zion" - una cita de los rezos
diarios de la mañana. Él tenía una asociación cercana con el Rabino Jaim Ozer Grodzinski, así
como el Jazón Ish y Rabino Elazar Menachem Shaj, los dos íconos y líderes preeminentes del
judaísmo Haredi de los segmentos medios del vigésimo siglo. Fue el decisor preeminente de
Halachá de su tiempo en Israel, respetado por todas las corrientes del judaísmo ortodoxo.Era único
en su acercamiento a Halachá con experimentos del pensamiento. Renombrado para sus clases
lúcidas como Rosh Yeshiva, sus millares de estudiantes continúan influenciando el mundo de Torá
hoy. 300.000 estimados - 500.000 personas atendieron a su entierro en 1995.
Los Sefarim de su autoría incluyen: “Meorei Eish”, un trabajo pionero referente a electricidad en
halacha, (1935)” Ma'adnei Eretz”, un libro de dos-volúmenes con respecto a halachá agrícola,
(1946) “Minchas Shlomó” (responsa), primer volumen (1986), segundo volumen (2003) “Minchas
Shlomo”, un comentario en el Talmud él también fue autor de un comentario en Shev Shema'tata,
que en sí mismo está un trabajo de novellae en el Talmud de rabino Aryeh Leib HaCohen Heller.
Muchos de estudiantes del Rabino Auerbach han escrito sus propios trabajos, pero basado sobre
todo en sus decisiones halajicas. Incluyen: Shulchan Shlomo, Nishmat Avraham (en ediciones
médicas), Halichot Shlomo, y Shemiras Shabbos KeHilchasah (en los leyes de Shabbos).
El rabino Auerbach tenía siete hijos y varias hijas. Entre sus niños esté: El rabino Shmuel Auerbach
es una autoridad principal del partido político de Degel HaTorá.
El rabino Ezriel Auerbach es un yerno del Rabino de Yosef Shalom Elyashiv . El Rabino Mordejai
Auerbach es el Rabino del púlpito de Avir Ya'akov en Tel Aviv , Avraham Auerbach es Rabino en
Tiberias, Meir Simcha Auerbach es un posek y Rosh Yeshiva. El Rabino Ya'akov Auerbach de
Betar Illit es Rabino en Beit Shemesh. Baruch Auerbach publicó los trabajos completos del Rabino
Yom Tov Algazi en 1999. El rabino Zalman Nechemia Goldberg es un posek principal en Israel y es
el yerno de Rab Shlomo Zalman.
Rabinos prominentes (Sus alumnos)
Yehoshua Neuwirth, Avigdor Nebenzahl, Rabino Zalman Nechemia Goldberg




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35
¡A ESO SE LLAMA ESTUDIAR!

       Golpes delicados sobre la puerta de casa de la familia Jadash
provocaron que la rabanait se acercara.
       “_ ¡Shalom!”, recibió con rostro agradable al grupo de bajurim
ingresantes, “¿ustedes vienen a ver al rab?”
       La puerta de la casa “Jadash”, cercana a la Ieshivat “Hebrón”en
“Guivat Mordejai”, estaba siempre abierta de par en par. Muchos
bajurim golpeaban: unos, porque necesitaban una entrevista particular
con el mashguiaj, otros en procura de una taza de té caliente con el
agregado de torta recién horneada o chulent nutritivo y caliente los
jueves y viernes...
       Si, D”s libre y guarde, no se sentía bien y necesitaba de un
medicamento o de una sopa, conocía la dirección: la casa del Mashguiaj,
el Rab Meir Jadash.
       Una vez, ocurrió que frente a la rabanit, un grupo estaba en la
puerta esperando escuchar un “va”ad” de boca del Mashguiaj.
       “_ ¿Ustedes buscan al rab?”, preguntó.
       “_ Si”, le respondieron. “Queremos escuchar un va”ad de boca del
Mashguiaj. ¿Es eso posible?”
       La rabanit sonrió al tomar el picaporte de la puerta que daba a la
biblioteca: “Se puede pasar”.
       Los muchachos sonrieron y la siguieron.
       La puerta de la habitación estaba abierta y la vista era conocida,
dejando ver algo bien apreciado por los bajurim: detrás de la gran mesa
asomaba la figura sentada del Mashgiaj, Mará”n HaGaón R”Meir Jadash,
sumergido en su estudio de la Guemará con gran pasión y dulzura.
       Entraron y se pararon cerca de la gran biblioteca y esperaron. ¿Tal
vez el Rab sentiría su presencia, su llegada?
       “_ Shimon, decile al rabino que estamos acá”, dijo Abreimi al oído
de su compañero.
       “_ ¿Tal vez vos se lo digas?”, le susurró Ianki a Moshi, quien
estaba parado a su lado.
       “_ ¿¡Yo!? Se asombró Moshi, “¿qué te pasa?”
       Fueron pasando los minutos y la rabanit entró al cuarto,
sonriendo.
       “_Rabino, vino un grupo de bajurim dispuestos a escuchar un
va”ad”, dijo la rabanit en voz alta.
       No levantó el rabino la cabeza, los jóvenes estudiantes
entendieron de inmediato que el sabio no había escuchado una sola de
las palabras que hasta allí se habían pronunciado.
       “_ Rab, tus estudiantes te esperan”, volvióa repetir mientras
permanecía parada junto a la silla donde él estaba sentado.



                                                                        36
Pese a ello, él permaneció sentado en la misma posición, inmerso
en las profundidades de la Torá.
          Como consecuencia de ello, los bajurim notaron la evidente
dificultad que encontraba la rabanit en sacarlo de la profundidad de su
estudio.
       “_ No hace falta molestarlo. Aprendimos mucho sobre lo que es
entregarse en serio al estudio en estos pocos minutos”, le dijeron con
mucha delicadeza.
       “_ ¡Está bien, a ustedes les corresponde escuchar un va”ad! ¡Al
rab le molestaría mucho saber que ustedes vinieron aquí y se fueron sin
poder escuchar una sola palabra suya!”, asintió la rabanit.
       La dama se acercó a la mesa y tomó la Guemará abierta con sus
manos, alejándola de los ojos del rab Meir.
       Con ojos abiertos observaron los jóvenes la infructuosa intentona
de la rabanit.
       El libro se alejaba de los ojos del Mashguiaj, mientras el seguía de
todas formas, estudiando y leyendo las palabras con voz armoniosa.
       Solo cuando ella cerró del todo el libro, sacudió la cabeza el rab y
se percató del grupo que estaba allí parado, esperándolo.
       “_ ¿Hace mucho que están esperando?, preguntó el rab.
       Los jóvenes sonrieron:
       “_ Aprendimos algo muy importante, rabino. El sentido de la
palabra “amelut” (esforzarse, fatigarse) en la Torá por la que usted se
forzó. ¡Dichoso y feliz de usted!”

Rab Meir Jadash era un talmid muvhak (experto, es decir de los mejores que tuvo) del Alter de
Slabodka, Rab Nosson Tzvi Finkel. A menudo, los dos discutirían la creencia profunda de Alter's en
el gadlus ha'adam, la grandeza del hombre. "El hombre, " el Alter explicaría, "es la corona de la
creación. Su alma está derivada del trono de Hashem de la gloria, y tiene potencial ilimitado.
Cuando el hombre está enterado de su estatura alta, expectativas nuevas se abren antes de él, y
su ambición para alcanzar grandeza en Torá se intensifica. Los estudiantes de Yeshiva no deben
estar contentos con la mediocridad. Deben esforzarse para perfection." Rab Meir internó estas
enseñanzas y, los años más adelante, intentó transportarlas a sus propios talmidim. Él tuvo éxito -
no solo compartiéndolos en sus escrituras, discursos y shiurim, también trayéndolas a la vida con
ejemplo personal. Dijo un rebbe en Yeshivá Ateres Israel, que Rab Meir era esencial para poder
llevar a cabo su fundación: ocurrió una vez que, tres semanas antes de Rab Meir's la abriese, un
grupo de estudiantes de escuela secundaria, estaban inseguros sobre si ir sobre una yeshiva
guedolá o a la yeshivá hesder (que mezcla estudios de Torá con vida militar y estudios seculares) .
Visitaron al Gaón de la Yeshiva. "Al llegar, " recuerda el rebbe, "ellos notaron que la puerta a un
apartamento estaba abierta. Mirando a escondidas adentro, vieron a judío mayor absorbido
profundamente en sus estudios, olvidadizo de la gente alrededor de él. Los estudiantes de
preguntaron quién era el , y les respondieron que él era el mashguiaj de 91 años de edad de la
yeshivá, que su mente no se podría alejar de sus estudios. Los estudiantes encontraron ésto duro
de creer, y decidieron dar vueltas por el lugar para convencerse de lo que estaba viendo.



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"Durante dos horas lo observaron atentamente, el mashguiaj no levantó sus ojos de su sefer, " el
rebbi concluyó.Y allí, los estudiantes de la secundaria decidieron alistarse en ieshivat gedolá(en la
que estudian los jóvenes de edad de colegio secundario, pero en la que se dedica todo el día al
estudio de Torá en exclusividad), en vez en de la yesshivat hesder"
SU VIDA
Rab Meir Jadash nació en 27 Shevat, 5658, en la ciudad lituana de Paritch. Su padre, Rab Ben
Tzion, y su madre, Machla, eran gente muy piadosa cuya preocupación primaria eran sus niños,
luchando siempre por darles una educación genuina de Torá. Puesto que Rab Ben Tzion a menudo
tenía que estar ausente de hogar, la carga de atender el chinuch de los niños cayó en su esposa.
Aunque la familia era pobre, ella empleó un melamed privado para enseñarles. La familia estaba a
veces hambrienta, pero el melamed siempre era pagado. Cuando Rab Meir tenía 10 años, fue
enviado por su madre a estudiar con Rab Pesach Pruskin en Shkolv, puesto que Paritch no tenía
yeshivá propia. U n año y medio más adelante, Rab Meir volvió a casa a Paritch y comenzó a
estudiar con su primo mayor, Leibele Lebowitz, estudiante de Ieshivat Slabodka . Leibele, sin
embargo, pronto volvió a la yeshiva y Rab Meir quedó sin un chavrusa. En su siguiente visita a
casa, Leibele llevó al joven Meir con él a Slabodka, esperando colocarlo en la yeshivá. Sin
embargo, el mashguiaj de Slabodka's, Rab Hirsch Heller, rechazó aceptarlo debido a su edad. El
joven Meir, afortunadamente no se dejó decaer por esta situación. Decidió permanecer en
Slabodka y probarles a los responsables de la yeshiva que él era digno de ser un estudiante hecho
y derecho. Pero puesto que no había sido aceptado en la yeshiva, Rab Meir no tenía ningún lugar a
dormir o a comer. Esto, sin embargo, no lo disuadió. Durmió en el vestíbulo de un hogar propiedad
de un residente de Kovno, y subsistió con un pan que él había traído de su hogar, más un pedazo
pequeño de los arenques que él compró con el dinero suelto su madre le había dado. Cuando él
acabó el pan, se compró pan añejo con el resto de su dinero suelto. A pesar de estas dificultades,
estudió con hasmode (dedicación, constancia) excepcional en la yeshivá. De hecho, apenas tres
semanas después de que llegó a Slabodka, él manejó en profundidad hasta el daf 28 en Masechet
Kiddushin. Los rumores sobre su mejora pronto llegaron a oídos del mashguiaj, el que decidió
probar a quien luego sería Rab Meir, y pronto lo aceptó en la yeshivá a pesar de su edad joven.
Una vez que Rab Meir fuera un estudiante hecho y derecho, la yeshiva le asignó uno de los
presupuestos más altos para sus gastos personales.
En su primer zeman en el yeshiva, Rab Meir pasó el " exigente test." En esta prueba, se elegía con
un alfiler, pinchando una Guemará al azar y dijeron el estudiante que era probado qué palabra
había perforado en una de las páginas. Entonces él tuvo que recordar las palabras que el alfiler
había perforado en las páginas subsecuentes. Durante sus años en Slabodka, Rab Meir fue
discípulo cercano y confidente de Alter, el mítico rab. Su relación duró por 17 años, hasta el Alter
falleció en 1927. Se dice que Rab Meir no solamente absorbió las enseñanzas de Alter, sino que
también se le asemejó en todos sus rasgos y maneras.
VUELTA A PARITCH
 Después de dos años en Slabodka, Rab Meir volvió a Paritch para visitar a su madre. Durante ese
período, su padre, Rab Ben Tzion, había ido a América en un esfuerzo de ganar un sustento.
Incapaz de llevar la soledad y la separación de su familia, Rab Ben Tzion pidió que su familia lo
acompañara allí. Pero Rab Meir y su hermano, Rab Dovid, estaban ambos en Slabodka en ese
entonces, y su rosh yeshiva rechazó la idea.



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Después de un tiempo, sin embargo, Rab Ben Tzion abogó por otra vez con su familia para ir a
América. Cuando él prometió permitir a sus hijos continuar sus estudios de Torá, el rosh yeshivá
consintió tristemente (de lo que se entiende que toda la causa de no querer que fuesen, no era por
–jas ve sholem- separarlos de la familia, sino que solo buscaba el bienestar de los jóvenes, como
un propio padre). Apenas entonces, la Guerra Mundial explotó y la madre de Rab Meir murió
trágicamente, acortando el plan familiar de trasladarse a América. Más adelante, Rab Ben Tzion
dijo que él era feliz que sus hijos no hubiesen viajado a América, en donde su progreso en Torá
habría sido impedido probablemente. Rab Ben Tzion mismo seguía siendo fuerte en la observancia
de las mitzvot en América, y nunca desecró el Shabbos allí, a pesar de las muchas dificultades que
aguantó.
YESHIVA EN VUELO
 Durante la guerra, la Yeshivá Slabodka se mudó a Minsk. Rab Meir y Rab Dovid fueron parte de
ese grupo. Pronto, muchos otras yeshivot europeas del este también huyeron a Minsk, entre ellos,
Radin, Volozhin, Mir, Kelm y Kaminetz. En Minsk, atrajeron a muchos jóvenes al sionismo y a otras
ideologías seculares. Rab Meir y un número de amigos intentaron idear una manera de contrariar
esta tendencia. Pronto encontraron que lo único que podían hacer era consolidar su propio estudio
de Torá. Para alcanzar esta meta, formaron un grupo de estudio diario que miembros tomaron
javurot. Este grupo estudiaba 20 páginas de Gemara a la semana. Cuando los bolcheviques
ganaron el control de Minsk, comenzaron a acosar los estudiantes de la yeshivá.
Consecuentemente, el rosh yeshiva de Slabodka decidió mudar la yeshiva a Krementchug, una
ciudad judía en la Ucrania. Cuando un tratado de la paz finalmente fue firmado entre los países que
guerreaban, a la yeshivá le fue permitido cruzar la frontera y volver a Slabodka. Solamente dos
estudiantes permanecían detrás - los hermanos Jadash. Su hermana, Gronia, había contraído tifus,
y debía ser casada en algunas semanas, y no pudieron dejarla. Siguieron pese a las
incomodidades en Krementchug hasta después de la boda de Gronia, y entonces volvieron a
Slabodka, a tRabés de la frontera, ilegalmente.
VUELTA A SLABODKA.
Volvieron a Slabodka, especialmente puesto que no había más una amenaza sobre las cabezas
de los estudiantes. Durante este tiempo, la yeshivá fue dirigida por el Alter, y sus mashgichim eran
Rab Avraham Grodzinski y R” Hirsch Heller: Rab Aharon Kotler, Rab Moshé Finkel y RabReuven
Grozovsky estaban entre sus estudiantes.
Sin embargo, esta era de oro no duró un largo tiempo. El gobierno lituano pronto canceló las
exenciones de reclutamiento para los estudiantes de la yeshivá. Algunos estudiantes desearon ir a
Eretz Israel para evitar el enrolamiento, pero el Alter se opuso a enviarlos a Eretz Israel, puesto
que no había yeshivot convenientes para ellos allí. Entonces se sugirió que el personal y los
estudiantes de la yeshivá viajaran a Eretz Israel como grupo y abriesen una yeshivá nueva allí con
el espíritu de Slabodka. La sugerencia fue aceptada, y Rab Avraham Grodzinski fue enviado a
Eretz Israel, donde abrió la Yeshivá Knesset Israel Yeshiva en Hebrón. Más adelante, a petición de
Alter, Rab Grodzinski volvió a Slabodka, y en 5685 (1924-25), el Alter, acompañado por Rab Meir y
el grupo final de los estudiantes todavía que vivían en Europa, fueron precisados para la yeshiva ya
establecida en Hebrón. Allí prosperó, y Rab Meir se convirtió en la mano derecha de Alter. En 5686
(1926), se casó con Tzivia Leah Hutner, la hija de Rab Naftali Menachem Hutner. Ella había venido




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a Eretz Israel solamente, y había vivido en el hogar de su tío, Rab Moshé Mordejai Epstein, el Rosh
Yeshiva de Yeshivat Hebrón.
Después del fallecimiento del Alter en 5687, Rab Meir permaneció en la yeshivá, supervisando el
crecimiento espiritual del alumnado, junto con Rab Yehuda Leib Chasman.
LA MASACRE ÁRABE
 Este período del tranquilidad, sin embargo, fue cortado brevemente por la masacre árabe de los
judíos del el la mañana de Shabbos, 16 de Av de 5689 (1929). El jueves antes de la estaban la
Rebbetzin Jadash y una amiga estaban camino al mercado cuando oyeron un susurro árabe,
diciéndoles: “Ellas están comprando alimentos para shabbes, pero no saben que no estarán aquí
para ese momento. Los árabes de Yerushalayim están en camino aquí y les van a poner fin a
ustedes" La rebbetzin volvió rápidamente a casa y sugirió a su marido que pasen Shabbos en
Yerushalayim. ¿Pero Rab Meir contestó: “Pero,si tan peligroso, cómo podemos nosotros dejar a los
estudiantes solos? Tenemos que advertir a judíos de Hebrón de la situacion." Los dos le avisaron
rápidamente al jefe de la comunidad judía de Hebrón, Dan Slonim, sobre lo que había oído la
rebbetzin. Pero no lograron alarmarlo. Su respuesta fue que los árabes de Hebrón eran amistosos
con los residentes iehudim y que no iban a permitir que los dañasen los árabes de Ierushalaim.
Desafortunadamente, él se equivocó.
Ese viernes, carros llenados de los árabes de Yerushalayim llegaron a Hebrón. Tuvieron éxito
rápidamente en la incitación a la población local para masacrar a los judíos.
Dan Slonim intentado desesperadamente para guardar de los patanes y para salvar a sus judíos
del desastre, ordenándoles permanecer en sus hogares. Puesto que los árabes de Hebrón
respetaban su casa, él anunció que quienquiera deseara podría hallar refugio allí . Entonces los
estudiantes de la yeshivá dejaron la yeshivá, algunos yendo a la casa de Dan Slonim, y a otros a
la de Rab Moshé Mordejai Epstein. A la mañana temprana de Shabbos, un número de amigos
árabes de Dan Slonim's ofrecieron llevarlo a un lugar seguro. Pero él rechazó abandonar a los
judíos que habían montado en su hogar, entre ellos Rab Meir y su esposa. Más adelante esa
mañana, sin embargo, los árabes atacaron la casa Slonim, asesinando a casi todos sus inquilinos.
Rab Meir y Tzivia, lograron seguir vivos y se lanzaron sobre los cuerpos de las víctimas. Al asumir
que también estaban muertos, los árabes los dejaron. Cuando le preguntaron cómo pudomantener
su control mental bajo tales circunstancias, Rab Meir dijo: “Recité el Viduy (confesión) y pedí cinco
veces y creí que si Hashem querría que viviese, sobreviviría los alborotos, también."
COMO MASHGUIAJ
 Después de la masacre, la yeshivá se mudó a Yerushalayim, se ubicó primero en la vecindad de
Achva, y luego en Geula. Durante ese período, Rab Meir sirvió como mashguiaj de la yeshivá junto
a Rab Yehuda Leib Chasman. El acercamiento de Rab Meir's a sus estudiantes era una
consecuencia de su creencia compartida con su rebbi, el alter, en el gadlus ha'adam. En su
capacidad como mashguiaj, él mantuvo que puesto que el hombre es la corona de la creación, la
manera de animarle a alcance la perfección no está en el reproche, pero sí en elevándolo y
animándole a que realice su potencial. Según el espíritu de Slabodka, él veía a cada estudiante
como la encarnación de lo mejor del hombre, con respecto a sus puntos negativos como
características simplemente externas que aún no se habían desarraigado. Consecuentemente, él
encontró difícil de expeler a estudiantes recalcitrantes de la yeshivá, como dice el refrán: “Los hijos



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del Rey no deben ser expulsados”. Sin embargo, él también enseñó que para ser príncipe, uno
debe cultivar rasgos nobles del carácter y vivir hasta ideales especiales. Un tal ideal era que una
persona debe beneficiar siempre ésos alrededor de sí, particularmente siendo que debía darles en
forma abundante.
Asimismo, Rab Meir creyó que si los estudiantes del yeshiva eran príncipes, un yeshivá no se debe
relacionar con como institución regular, sino como algo como sagrado,ya que las mismas paredes
absorben esa santidad. Consecuentemente, él tuvo aversión los términos tales como “ntrar”a la
yeshivá o ser "aceptado" en el yeshiva. Una yeshivá,él dijo, no es una masa de paredes y ventanas
a tRabés de las cuales uno entra, sino un lugar con el cual uno debe fundirse y convertirse en parte
de sus mismas piedras. Rab Meir también sostenía que los estudiantes de la yeshivá deben
cultivar el rasgo de la uno mismo-maestría –enseñarse a sí mismo-, cada uno según su propio
estilo personal. “El mashguiaj, enciende los hornos” él diría, “pero el horno debe continuar
quemando por sí mismo. En línea con esta enseñanza, Rab Meir nunca designaba a un estudiante
para despertar los otros para rezar por la mañana. Por supuesto, él creyó que era importante
luchar el rasgo de la holgazanería, pero también sentía que los estudiantes del yeshiva deben
sentirse obligados para despertar el tiempo. Una vez por semana, Rab Meir llevó a cabo un vaad, o
la discusión mussar, en su hogar. A pesar de el hecho de que el vaad era un acontecimiento en
curso, cada semana los estudiantes tuvieron que solicitar que esté sostenido. Si didn't, él wouldn't
ocurren simplemente. No demandaba asistencia como una cuestión de cortesía, pero entendía que
era importante para recibir mussar mucho más importante que hacerlo por medio de una
grabación.
SHMUESSIM BRILLANTES
 Otro toque de luz del papel de Rab Meir's como mashguiaj era su shmuessim. Uno de sus
estudiantes, Rab Amitai Shulman, recordado qué ocurrió cada vez Rab Meir dio shmuess. Allí " no
había ninguna necesidad de anunciar los shmuess, " él. los centenares de estudiantes de la
Yeshivá en Yerushalayim sabían que el momento en el que el Mashguiaj se levantaba de su
asiento permanente en la yeshivá, era porque sus shmuess comenzarían. Enseguida los
estudiantes formarían un semicírculo alrededor del mashguiaj, cada uno compitiendo por una
posición más cercana, para recibir mejor las palabras de mashguiaj, que fueron pronunciadas en
un modo generalmente reservado y con intensa concentración . Pero, hasta que esas palabras
fueron pronunciadas, un silencio pesado prevaleció en el pasillo del bet hamidrash de la yeshivá,
que retumbaban generalmente con el sonido de la Torá. Los cientos de ojos seguían fijos a Rab
Meir, después de cada gesto - que se asemejaban a los del Alter. Pero el mashguiaj seguiría
inmóvil, encontrándolo difícil de ocultar su vacilación. Aunque había dado shmuessim por casi
cincuenta años, él se sentía siempre que cada los shmuess eran su primer. "Después de algunos
momentos de silencio, " Rab Shulman continuó, "él pronunciaría sus primeras palabras,
absolutamente, tranquilamente, y en una voz paternal. En general, abriría sus shmuess con un
versículo, y entonces trae midrashim sobre el mismo tema o presenta un Dvar Torá que, en la
superficie, era difícil de entender. Entonces su voz crecería un pedacito más fuerte, aunque él
todavía mantuvo su tono reservado. A medida que iba hablando, se acoplaban los midrashim y los
versículos y cómo se relacionaron con las mishnaiot y los refranes de Jaza”l, llegando a estar
claros. Todavía seguiría habiendo por tres cuartos de una hora a una hora. Finalizando los
shmuess, él cabecearía su cabeza, y los estudiantes se dispersarían. Solamente Rab Meir




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permanecería en su lugar, estudiando otra halajá, preguntas que contestar, y mirar cariñosamente
a sus estudiantes. Momentos más adelante, Maariv comenzaría. Al final del rezo, Rab Meir volvería
a su asiento en el mizrach, revuelto por los grandes pasos grandes espirituales que sus
estudiantes hacían. "Estos discursos, " Rab Shulman concluye, “ impulsarían a sus estudiantes a
progresar y esforzarse constantemente alcanzar las alturas más grandes."
MIDDOT EJEMPLARES
 La energía ilimitada invertida por Rab Meir en ayudar a sus estudiantes mejoraba notoriamente
sus midot. A menudo les decía: " la persona tiene que preguntarse: ¿Cuándo voy a alcanzar el
nivel de las middot de mis antepasados, Avraham, Yitzchak y Yaakov?'" Si los estudiantes
desearon un ejemplo de uno quién había alcanzado este alto nivel, solo tenían que observar
simplemente a Rab Meir. Una vez que, cierta persona lo acosó en público de una manera
indecible. Años más adelante, el hijo de esa persona se alistó en Ateres Israel, donde Rab Meir
era mashguiaj. Rab Meir dedicó la atención particular a ese muchacho para demostrar que no
teníaa resentimiento alguno contra el padre. El grado en el cual se cuidaba de evitar ofender a
otros que tenía Rab Meir asustó a veces incluso a su familia. Una vez que, mientras que lo
hospitalizaron a causa de una enfermedad seria, su sitio se llenó de los visitantes. Un doctor entró
en el cuarto a tomarle un análisis de sangre. Rab Meir pidió precipitadamente que sus huéspedes
salieran del cuarto hasta que la prueba terminara. Las huéspedes fueron sorprendidas en esta
petición no característica, pero rápidamente salieron. Más adelante, él explicó su comportamiento a
un miembro de la familia: ”El doctor tiene dificultades en situar mis venas. No hubiese querido que
los visitantes lo vieran, porque podría desconcertarlo. Por eso los invité a dejarnos."
ABRA LA CASA
Además de la función como el mashguiaj de Hebrón, Rab Meir fundó Yeshivá Ateres Israel, junto
con su yerno Rab Boruch Mordejai Ezrachi, y Yeshiva Or Eljanán, junto con su hijo Rab Moshé
Mordejai. sirvió como mashguiaj en both.of.these yeshivot. También fundó el famoso kollel famoso
de Yeshivat Hebrón, Yeshivá Beis Midrash le Torá. Es imposible retratar las relaciones entre Rab
Meir y sus millares de estudiantes sin describir su amor paternal para ellos. En todos los yeshivot
en los cuales él sirvió como mashguiaj - Hebrón, Ateres Israel y Or Eljanán - su apartamento fue
establecido en la planta baja, cerca de la puerta principal de la yeshivá, de modo que él estuviera
cerca de sus estudiantes. Le dio la llave a su hogar privado a las muchos estudiantes, diciéndoles
explícitamente que, el “Ud puede venir interior siempre que usted quiera" Veinticuatro horas al día,
una pava enorme de agua hirvienda estaba preparada en la cocina. Al lado de ella había una lata
de café, galletas y bolsitas de té. A través del día, los estudiantes entrarían en su apartamento
privado y se confortarían con las bebidas calientes, mientras que los que permanecían encima a
estudiar hasta que después de que la medianoche, hacían una parada en su hogar para una
bebida antes de ir a dormir. En Erev Shabbos, Rebbetzin Tzivia Jadash prepararía un pote enorme
de cholent, y las docenas de porciones de gefilte fisch para los muchos estudiantes que
invariablemente venían a visitar.
ENERGÍAS DE LA CONCENTRACIÓN
 Las energías de concentración de Rab Meir eran inmensas. Los estudiantes podrían entrar en su
casa, estar parados al lado de su mesa, e incluso haciendo ruido, pero él nunca miraba para arriba
hasta que terminara el material que tenía que estudiar en aquella época. Incluso en Simchas Torá,



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cuando su hogar desbordaba en actividad, él se sentaba en su sitio, sin levantar sus ojos de su
sefer hasta que acababa la porción que él había planeado estudiar. Su hijo, Rab Moshé Mordejai
Jadash, relata el modo en el que esa increíble capacidad de concentración le sirvió a lo largo de los
años: “En los años de Paritch, lo cogieron sin su tarjeta de identificación. Apenas pues los soldados
estaban a punto de tirar, un comandante que vivía cerca miraba fuera de su ventana. Impresionado
por el aspecto de santidad de Rab Meir, él les dijo que lo dejaran solo. Lo que él hizo frente a esos
soldados, la resoluciónque tomó nunca se lo reveló a cualquier persona. Además, él dijo que si él
se encontrara siempre en apuro, él se reflejaría en esa resolución (ver “Te prometo que...”). "Años
más adelante, explicó que la imagen de los cadáveres masacrados en Hebrón le servirían para
concentrarse en aquél momento, no haciendo caso del caos que lo rodeaba.
SU DÍA FINAL
 El la tarde de jueves, 28 Tevet 5749, la hija de Rab Meir fuea visitarlo. ¡Ella le preguntó cómo se
sentía y él contestó, "Boruch Hashem! ¡Vivo! (Jaim)" ¡Él entonces agregó, "Jaim! ¡- Ein Kleinkeit!
Jaim!" ¡(vida! ¡Una cuestión trivial! Vida!") Todos nosotros sabemos que “vida” era la oportunidad
de mitzvot y Torá adicionales; le explicó a su hija. Rab Meir fue llevado la noche de jueves del
hospital. En 2:30 mañana perdió el sentido, y en 4:30, mientras que era rodeado por su familia,
devolvió su alma pura a su fabricante. Su levaya se efectuó en de Yeshivá Or Eljanán y fue
asistieron millares. Lo enterraron en Har Hazeisim, cerca del sepulcro del alter de Slabodka, en el
sector de los roshei Yeshivá de Hebrón.




                                                                                                   43
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  • 1. INTRODUCCIÓN Este libro se propone ser totalmente diferente a los anteriores. En primera instancia, el público al que se dirige es totalmente diferente al de cualquiera de los anteriores. Su edad, lenguaje, expectativas e intereses es distinto. Este libro es para nuestros queridos niños. Pero no solo para ellos. Esencialmente para ellos, pero no solo para ellos. Asimismo, es un libro de cuentos, de relatos. Pero no solo de relatos. De grandes acciones. Hemos tomado de grandes rabanim, líderes de nuestro siglo relatos de una extensión corta, pero de un significado enorme. Nuestro propósito es que nuestros hijos, hermanos y sobrinos se nutran de material que les alimente el espíritu a la vez de brindarles entretenimiento, de forma tal que vayan incorporando ejemplos útiles y de grandeza para la vida adulta que esperamos sepan llevar adelante en los próximos años. Para ello, es necesario que trabajemos todos juntos: adultos y futuros adultos. Se puede considerar como un entretenimiento, pero eso solo sería una parte. El propósito va mucho más allí. De la conducta de nuestros grandes nosotros tenemos la oportunidad de aprender, de reflejarnos para saber cómo actuar en el futuro. Pueden creerme, queridos lectores, que muchas veces he tomado muchos ejemplos para nuestra vida. Sabido es que los libros y la ieshivá enseñan, pero nuestros Sabios z”l le otorgaban gran importancia al Shimush talmidei Jajamim, servir a lo grandes sabios. Quienes vivimos alejados de Eretz Israe-l, no muchas veces tenemos la oportunidad de tomar ejemplo de personalidades tan distinguidas como aquellas de las que leeremos juntos de aquí en adelante. Si bien son contemporáneas nuestras, básicamente muchos de estos grandes hombres ya fallecieron, ninguno hace tanto tiempo como para que lo vivamos como algo lejano. Tampoco sabremos de cuestiones tan profundas como para que no las podamos entender y aplicar. Torat Jaim. Una Torá para la vida y vidas de Torá. 1
  • 2. Eso es lo que buscamos y lo que encontraremos juntos en estos cortos, pero profundos relatos que a continuación compartiremos. Buenos Aires, 20 de Shvat, 5767 2
  • 3. SENSIBILIDAD Y RESPETO POR LOS ANCIANOS La anciana señora Levy deambulaba por la ciudad de Parshatat sumergida en sus pensamientos. “Desde hace mucho tiempo no como pollo, un simple pollo hervido en un poco de caldo. Hace varios meses que no tengo dinero para comprar pollo y llevarlo a lo de un shojet para que me lo mate y lo haga casher para mí. Pero, es imposible que una persona pueda vivir únicamente a base de pan y verduras baratas...Y encima ahora el médico me indicó que tengo obligación de comer pollo. ¿De dónde voy a sacar la plata para pagarlo? Estoy obligada a obedecerlo, ya que de ello depende mi vida y mi salud. Pero, ¿acaso tengo que pedirle a mis vecinos un trozo de pollo? Sinceramente me da vergüenza... Pedirle a mi vecina, que vivía en otra ciudad y tampoco tenía como para alimentar a sus hijos, que vaya y pida para las dos, tampoco puedo atreverme. ¿Qué voy a hacer?” Sinceramente tenía un gran problema, la pobre señora Levy, anciana, mayor y enferma... “¿Qué hacía cuando mis hijitos eran pequeños?, decía mientras los pensamientos correteaban por su mente, tampoco en aquellos momentos tenía el dinero para comprar pollo y satisfacerlos a todos, pagándole al shojet por sus servicios... qué hacía en aquél entonces?” Mientras pensaba eso y la Señora Levy seguía, se movía de prisa el Rab de la ciudad, R” Simón Shkop, acompañado de sus alumnos. Por prescripción médica, salía a caminar el Rab Shkop unos pocos días, apresurado por poder volver a su estudio, junto al alumno que lo acompañaba. “¡Ya recuerdo!”, decía mientras le subía la sonrisa a su rostro.”Recuerdo qué hacía en aquellos lejanos días, cuando quería proveer a mis hijitos de pollo para shabbat!” Iba a lo del Rab de la ciudad, R” Simón Shkop le pedía el “certificado de shejitá”. (En aquellos días el rab de la ciudad extendía un “certificado de Shejitá” a los pobres, quienes se lo entregaban al shojet y éste faenaba gratuitamente las aves a los pobres de la ciudad) “¿Acaso no podré conseguir ahora un “certificado de shejitá”? se preguntó a sí misma la señora Levy “tanto ahora como en aquél entonces, no dispongo de la cifra necesaria para comprar el pollo. Aquí y ahora mismo, me voy a acercar al rab y le voy a pedir el certificado de shejitá!”, dijo aun envuelta en sus pensamientos. “_Respetable Rabino”, comenzó a hablarle a medida que se le acercaba, “puedo... hablar con el rabino...?” 3
  • 4. “_Sí, contestó el rabino, ¿En qué puedo ayudarla?” “_ Quisiera pedirle un certificado de shejitá. Necesito comer pollo, ya que el médico me lo indicó...” “Mucho lo lamento sinceramente, dijo el Rab Shkop, pero ya hace muchos años que no actúo como Rabino de la ciudad por lo tanto no tengo poder para extender certificados de shejitá. Pero Ud puede acercarse a mi hijo, Rab Moshé Mordejai. Él es actualmente el rab de la ciudad y no tendrá problema en extender el certificado que usted precisa. En este momento él está en su casa, apenas a dos edificios de distancia de aquí”, dijo, mientras le señalaba con la mano el lugar exacto en el que quedaba la casa. La mujer comenzó a caminar siguiendo la dirección indicada. A medida que se alejaba, apenas llegó a dar unos pocos pasos cuando escuchó el lamento del rab: “¿¿¡Qué hice!??”, suspiró con su corazón partido. “Molesté a esa pobre mujer anciana y debilucha en ir dos casas lejanas en el camino. ¿¡ Acaso no tenía yo otra forma de ayudarla!? En lugar de aliviarle la carga, evitándole la vergüenza de tener que seguir yendo a pedir, se la hice todavía más pesada”. El rab sacó unas cuantas monedas y se las dio al bajur ieshivá que estaba a su lado. “-¡Córrela y alcánzala”, le ordenó, “dale este dinero para la shejitá. No hace falta que se moleste en ir a pedirle a mi hijo”. El Rab Shkop tampoco era precisamente rico, sino todo lo contrario. Todo su dinero se lo había dado oportunamente a la Ieshivá que estaba atRabesando una situación material crítica. Y en su propia casa se vivía con lo mínimo. Ya no recibía tampoco el sueldo de rabino de la ciudad, ni tampoco tenía poder para extender certificados de shejitá, pero de todas formas “no le dio el corazón” para dejarla simplemente seguir su camino yendo a pedir. Sin embargo, él valoró el esfuerzo que a la pobres señora le implicaba ir a buscar ese dinero a dos edificios de distancia, ¿no iba a tener acaso, en su bolsillo las monedas para evitarle ese sufrimiento extra? 4
  • 5. 5
  • 6. Rab Shimon Shkop (1860-1940) fue Rosh Yeshiva en la yeshiva de Telz (actualmente en Cleeveland, Ohio) y un renombrado maestro talmúdico. Él nació en Tortz en 1860. A la edad de doce años se fue a estudiar en el yeshiva de Mir, y a los quince se mudó a la yeshivá de Volozhin dónde estudió seis años. Sus maestros fueron el Rab Naftali Tzvi Yehuda Berlin (Netziv) y Rab Jaim Soloveichik con quienes era muy íntimo. El rabino Shkop se casó con la sobrina del Rabino Eliezer Gordon y en 1885 fue designado en la Yeshivá de Telz, donde permanecería por 18 años hasta 1903. Allí, él desarrolló un sistema del estudio talmúdico que combinaron el análisis lógico y las penetraciones penetrantes del Rabino Jaim Brisker con la simplicidad y la claridad del Rabino Naphtali Zevi Yehudah Berlín (el Netziv) y que se conocía como la manera del "el sistema de estudio deTelz ". En 1903, lo designaron Rabino de Moltsh, y en 1907 de Bransk. Un alumno famoso suyo en Moltsh era el Rabino Yechezkel Sarna que estudió debajo de él por un año en 1906, antes de irse a Slabodka cuando el Rabino Shkop mismo se fue. Durante Primera Guerra Mundial, los líderes comunales lo impulsaron irse antes de que llegaran los alemanes, pero él rechazó y permanecía con su comunidad. Entre 1920 y 1939, a petición del Rabino Jaim Ozer Grodzinski, él tuvo éxito a Rabino al designar a R” Shmuelevitz como Rosh Yeshiva del Sha'ar renombrado HaTorá en Grodno. Él levantó el nivel de la institución y lo transformó en una de las yeshivot más finas de Polonia y más allá. Los centenares de hombres jóvenes se reunieron allí, viniendo de cerca y lejos. Hoy, el Rabino Zelik Epstein, alumno del yeshiva original, funciona un sucesor en Queens. Se conoce como institución ejemplar. Como hombre joven de dieciocho, se invitó al Rabino Jaim Shmuelevitz por rabino Shimon que diera la tercera conferencia del nivel en el Yeshivá Ketanah en Grodno. A la edad de 22, dirigió a grupo de los estudiantes que transfirieron de Grodno a Mir. Sin embargo, sus cuatro años en Grodno con el Rabino Shimon tenían una influencia profunda en su acercamiento al análisis del Talmud. En el Rabino 1928 Shkop viajó a los Estados Unidos para juntar los fondos muy necesarios para la Yeshiva. Después de entregar una conferencia en la universidad de Yeshiva, él accedió eventual a la invitación de Bernard del Rabino (Dov) Revel's de servir como el Rosh Yeshiva de Rabbeinu Yitzchak Elchanan (RIETS) en Nueva York. En su ausencia de Polonia, Jaim Ozer Grodzinski lo echó de falta en gran medida. Tanto él cuanto el rabino Israel Meir Kagan (el “Jofetz Jaim”) abogaron por su regreso a Europa. En la caída de 1929, el Rabino Shkop volvió. Viviendo los problemas del día, Rabino Shkop tenía una personalidad que ganaba seguidores. Él era un miembro activo del Moetzes Gedolei HaTorá del Agudas Israel. Muchos de sus estudiantes lograron la distinción, entre ellos los Rabinos Eljanán Wasserman de Baronovitch, Yosef Shlomo Kahaneman de Ponevezh y de Isser Yehuda Unterman, principal Rabino israelí futuro. El Dayan Michoel Fisher de Londres era también alumno del Rabino Shkop. Era uno de los tres estudiantes principales de Jaim Soloveitchik's, los otros que eran su Rabino Yitzchak Zev Soloveichik, su hijo y R” Boruj Lebowitz.. El rabino Shkop formó cerca enlaces con el Rabino algo más joven Yehuda Zev Segal, el futuro Rosh Yeshiva de Manchester. Él iría a veces a Inglaterra a buscar fondos para su yeshiva, y el Rabino Segal se aprovechó de estas oportunidades de servir como su asistente, pasando una vacaciones en el lugar de veraneo del Rabino Shimon's, estudiando con él y acompañándolo en su camino. 6
  • 7. Él publicó su ensayo clásico titulado Sha'arei Yosher (las puertas de la honradez) en 1925 y Ma'arekhet ha-Kinyanim en 1936. Escribió jisdushim sobre los tratados Bava Kamma, Bava Metzia, y Bava Basra de Talmud fue publicado post-mortem en 1947 con un prefacio por su hijo, y en Nedarim, Gittin, y Kiddushin en 1952, y en Yevamos y Ketuvot en 1957. Los jidushim de la Guemará de Rab Shkop todavía se estudian en yeshivot a tRabés del mundo hoy. Sha'arei Yosher se refiere en gran parte a los principios intelectuales por los cuales la ley es establecida, más bien que a leyes concretos, y tiene una afinidad fuerte al Shev Shema'tata de Aryeh Leib HaCohen Heller, en el cual fue basado en parte. 7
  • 8. ¿MI SHABAT? ¡EL TUYO! Viernes al atardecer, víspera de shabbat kodesh. El Gran Rabino, Kahaneman, rabino de la ciudad de Ponizveh, en Lituania termina apresuradamente con los preparativos para el sagrado día, emprolijando las velas, vistiendo las ropas sabáticas limpias y planchadas y escuchando el sonido del primer pregón anunciando la inminencia del horario de encendido de velas. Salió de su casa, a tRabés del mercado, yendo por la calle principal de Ponizveh. Ya estaban los negocios cerrados con llave y candado. Todos sabían y reconocían el cuidado detallista sobre la importancia de este día; inclusive aquellos lamentablemente alejados de la práctica de las Torá y mitzvot, preferían abstenerse de abrir sus establecimientos antes que causarle tal dolor al Jajam. La tarde caía, el sol caía a plomo sobre el horizonte. En el shil central estaban congregados todos los iehudim de la ciudad, prestos para comenzar con la tefilá de kabalat shabbat. Sin embargo, Rab Kahaneman todavía no llegaba a tiempo para el rezo. ”_¿Dónde está el Rab?”, preguntaba el shamash. -“Enseguida tendríamos que comenzar la tefilá de arvit y todavía no rezamos kabalat shabbat”, comentaban preocupados los abrejim. “_Tal vez deberíamos ir a la casa del Rab”, aconsejó uno de los bajurei de la ieshivá. “¿Tal vez el rab, D”s libre y guarde, no se siente bien y no desee que lo esperemos?” La sugerencia fue aceptada. “_¡Que vaya a la casa del rab a ver que pasa R” David, el shamash”, decidieron los gabaim. R” David corrió a la casa del rabino y golpeó la puerta. “-_¡Shabbat Shalom!”, lo saludó con rostro resplandeciente la esposa. “_¡Shabbat Shalom!”, contestó el shamash, “¿el rab está en casa?” “_¡¿En casa?!”, exclamó asombrada la rabanit, ¡El Rab salió en horario para el shil! ¿¡El rab no llegó al Bet hakneset?!, contestó asombrada. “Hace rato que no está aquí; salió para el templo como de costumbre, con el horario de encendido de velas”. R” David corrió de regreso al shil, envuelto totalmente en preocupación. “_El Rab no está en su casa”, les dijo acongojado a quienes lo habían enviado, al llegar al templo. “_Salió como habitualmente, con el sonido del shofar, tal como lo hace cada viernes; ¡quién sabe qué le habrá pasado!” 8
  • 9. “_Momento, momento...”, dijo R” Mensahe -el gabbai- mientras apoyaba su mano sobre el hombro del shamash. “Ya mismo debemos buscar y revisar dónde está el rab”. “_Los bajurei ieshivá que vayan a buscar al rab en las calles de la ciudad”, decidieron los gabbaim, luego de una pequeña reunión. El resto de los mitpalelim que permanezcan sentados en el bet hakneset, recitando versículos de Tehilim”. El sonido de los tehilim comenzó a invadir las ya oscuras y silenciosas calles de la ciudad, los bajurim deambulaban por las calles de la ciudad, buscando al rab velozmente por todos lados. Por lo ancho de las calles vacías iban Iankel, Berale y Rafae-l, los alumnos de la ieshivá. Su boca estaba repleta de capítulos de tehilim, mientras sus ojos recorrían todos los recovecos. “_Todos los negocios judíos están cerrados”, dijo Berale. “_Esto era parte inseparable de la tarea de R” Kahaneman”, dijo Refae-l, con voz queda. ¿Qué va a pasar si el rab no va poder seguir con su tarea?” “_ ¡No le abras la boca al Satán”, gimió en un exclamación Iankel, “¡el rab va a ser encontrado sano y salvo!”. “_¡Con ayuda de D”s!”, murmuró Berale. Los bajurim llegaron a la esquina, prestos para atRabesar el cruce y a llegar a la calle siguiente y de pronto “¡hey!”, gritó Refae-l, “¡Acá hay un negocio abierto!” “_ ¡Ya ves!, dijo Beer. “Todos los negocios están cerrados, el Cielo ya lo demostró”. “_La puerta no está cerrada”, dijo Refae-l. “_Es cierto, dijeron los bajurim, aparentemente hay un negocio abierto. No hay clientes, pero ..” Refae-l abrió la puerta y... “_¡Rab!”. No lo podían creer. -“¿Qué hace nuestro rab en el negocio?” El Rab Kahaneman estaba sentado dentro del local, en la peluquería vacía. Sus labios se movían al ritmo de su estudio, mientras sonreía al observar a sus alumnos. Para contestar la pregunta de sus alumnos, debemos volver a los momentos previos... El segundo shofar se dejó oír en el espacio. Los propietarios delos negocios cerraron las puertas y fueron a sus casas, a preparase a recibir a la Reina Shabbat. Solo la barbería que estaba a mitad de cuadra de la calle principal estaba abierta, llena de clientes apoltronados en sus asientos, esperando su turno para ser atendidos. La peluquería gozaba de buen nombre muchas personas se congregaban allí, esperando ser atendidos; a la vez que se esperaba 9
  • 10. que muchos no judíos se congregasen para ser atendidos una vez que comenzara shabbat. Rab Cahaneman deambulaba por la calle, finalmente hoy le había venido una buena idea de cómo conseguir que no se volviese a abrir en shabbat. Resuelto, entró al local con una gran sonrisa dibujada en los labios, bendiciendo a los allí congregados con su saludo: “Shabbat Shalom” caluroso. Quienes estaban sentados, se sorprendieron enormemente al ver al rabino, de todas formas en pocos segundos salieron corriendo, dejando completamente vacía la barbería. Uno a uno, todos lo que estaban allí fueron saliendo, escapando sumamente avergonzados. Algunos de ellos ni habían llegado a ser atendidos, otros solo se había afeitado solo medio rostro, otros solo había cortado el cabello solo de madia cabeza y otros que tenían intacta la mayoría de su cabellera, o la mayoría ya cortada. También los peluqueros que estaban empleados en ese negocio huyeron despavoridos, solo quedó frente al rab el dueño del negocio. “_¡Rabí!”, dijo el hombre, “”rabí, quiero pedirle perdón y asegurarle que de aquí en adelante mi peluquería estará cerrada en shabbat”. “_Con ayuda de D”s”, dijo el rab mientras se sentaba en uno de los sillones. “_Ahora solo voy a ordenar todo y voy a cerrar el local”, continuó diciéndole hombre. “_¿Acaso puedo esperar que no vuelvas a abrir ni bien yo traspase el umbral de tu negocio?”, preguntó el rab. “_¡Se lo aseguro!”, dijo el propietario. “_Andate a casa a recibir el shabbat, dijo el rab Kahaneman, “yo pienso quedarme acá a estudiar”. No tuvo opción el propietario del local. Salió cerrando tras de sí la puerta, mientras el rab se quedó sentado en un sillón abandonado, estudiando; cuidando que el propietario no volviese durante el tiempo de shabbat kodesh a abrir su negocio. Luego de ese shabbat no hubo en toda la ciudad de Ponizveh otro dueño que se atreviese a abrir su negocio en los sagrados días del shabbat. Los judíos de la ciudad y los judíos de la ciudad aprendieron de su rab una lección educativa excepcional sobre el cuidado del shabbat y su importancia y el cuidado en los buenos modales. Rabino Yosef Shlomo Kahaneman (1886-1969 era el Rosh yeshiva de Ponevezh. Él era un erudito renombrado de Torá y de Talmud. El rabino Kahaneman nació en Kuhl, Lituania, una ciudad 10
  • 11. pequeña de cerca de 500 de los cuales alrededor de un tercio era judíos. En la edad de 14 él fue a estudiar Talmud en la yeshiva de Telshe, donde él estudió Torá hasta que los veinte, bajo inspiración directa del Rabino Eliezer Gordon, que consideró su potencial. Otro mentor el suyo en Telshe era en ese entonces Rabino Shimon Shkop. Entonces pasó un medio año en layeshiva de Novardok, después de lo cual él pasó tres años en Radin Yeshiva, bajo del tutelaje del Jafetz Jaim y Rabino Naftoli Trop. Se casó con la hija del rabino de Vidzh, y fue rabino allí a finales de 1911, cuando su suegro hizo el rabino de Vilkomir (Ukmerg?). Con el fallecimiento del Rabino Itzele Rabinowitz en 1919, Rabino Yosef Shlomo Kahaneman fue designado el nuevo rabino de Ponevezh (Poniewicz), uno de los centros más grandes de la vida judía en Lituania. Allí, él construyó tres yeshivot así como una escuela y un orfanato. Lo eligieron al parlamento lituano. Destruyeron todas sus instituciones y mataron muchas de sus estudiantes y familia durante la Segunda Guerra Mundial. El rabino Kahaneman immigró al mandato británico de Palestina en 1940 y construyó Kiryat Ha-Yeshiva (el " pueblo de la Yeshiva") en los orfanatos de Bnei Brak y de Batei Avot. El rabino Kahaneman viajó extensamente en el dispora a la ayuda financiera segura para su yeshiva, que él mejoró y amplió constantemente. En la cara del escepticismo y de la oposición, él tuvo éxito en dar vuelta al yeshiva reestablecido de Ponovezh en uno del más grande del mundo. Él intentó tomar el cuidado de muchos huérfanos e intentó rescatarlos de las organizaciones sionistas seculares de los embragues, especialmente el Yaldei Tehran ("Children de Tehran") - niños que se escaparon de Europa nazi caminando a tRabés de Europa a Tehran (Biala famoso incluyendo Rebbe - Rabino Ben Zion Rabinowitz). El rabino Kahaneman era un miembro distinguido del consejo de Torá Sabios de Agudath Israel, hombre de la piedad e ingenio profundos. 11
  • 12. 12
  • 13. LA BENDICIÓN DE LA BONDAD “_¿Qué te pasó, Gabrie-l?, ¿Por qué estás tan ocupado?” Gabrie-l clavaba la mirada en la arena. ¿Qué contestarle al hijo de su amigo Bentzion? ¿Acaso tenía que sumarse a su problema? ¿¡Cómo explicarle hasta qué punto lo avergonzaba esa prenda única, gastada?! Sin tranquilizarse, Gabrie-l dio vuelta los puños raídos. Así, los orificios pequeños y desgastados fueron creciendo considerablemente. En las inmediaciones, los hilos comenzaron a deshilvanarse irremediablemente. Presentado de esa forma, ¿cómo caminar por las calles de la ciudad? ¿De dónde obtendría otra ropa nueva? ¡Qué vergüenza! “_No te preocupes, querido”, le decía Bentzion sentimentalmente, “la rabanit se preocupa por todas nuestras necesidades. Solo pídeselo y ella te lo hará con alegría”. “_¡Es verdad!”, dijo mientras se le iluminaban los ojos y comenzaba a calmarse. “_Pero, en vísperas de Pesaj, la rabanit está muy ocupada. ¿Cómo pedirle que se ocupe de nuevas prendas?” En los pueblos alejados de Marruecos las familias judías eran muy pobres y necesitadas. Ni siquiera había educación judía. Un día llegó donde ellos el Rab Rafae-l Baruj Toledano, lleno de consejos e ideas. “_Envíenme sus chicos a Meknes, la gran ciudad, allí me preocuparé de todas sus necesidades. Y, esencialmente allí podremos ocuparnos de sentarnos a enseñarles a ellos a estudiar Torá y sacar de ellos judíos temerosos de D”s”. No fue sencillo para los padres aceptar separarse de sus pequeños. Sin embargo, el Rab les insistió mucho, hasta conseguir su aprobación. El Rab estaba feliz de recibirlos en su Ieshivá. Así, pasaron a vivir en la discreta casa del Rab Toledano. Allí recibían albergue y comida. La rabanit se entregaba totalmente a la tarea, limpiándoles sus ropas a diario y arreglándoselas. También en ese momento, en vísperas de Pesaj caliente, estaba seguro Bentzion que la rabanit se las ingeniaría para poder ocuparse de Gabrie-l. ¿Qué pregunta cabía? ¡Para ella cada muchacho era como una joya! De pronto, apareció con el rostro resplandeciente en la puerta de calle la rabanit: 13
  • 14. “¡Siéntense y coman, para poder tener fuerzas para estudiar Torá!”, decía mientras preparaba la mesa con todo tipo de comidas. Luego de la comida suculenta, se acercó el avergonzado Gabrie-l a la rabanit, tomando coraje. “Disculpe, murmuró entristecido, mi ropa... “ lamentándose por sus ropas dañadas, “mis padres no pueden proveerme de una nueva...” no necesitó Gabrie-l agregar más nada. La rabanit entendió todo de inmediato... “¡Uy!”, dijo ella mientras se tomaba las manos “¡¿Cómo no me ocupé de esto?!”, dijo afligida. “No te preocupes, Gabrie-l, le dijo mientras sonreía demostrativamente, que con ayuda de D”s podrás decir la berajá “Shehejeianu” correspondiente sobre una prenda nueva”. Gabrie-l respiró profundamente. En ese momento podía sentarse a estudiar con alegría y tranquilidad, sin imaginarse cuánto le avergonzaría pasar un Pesaj luciendo prendas viejas. Así, decidió ella desplazar las tareas de las vísperas de pesaj y encomendárselas al Rab, allegándose al cuarto. La Rabanit extendió un tejido nuevo ,calculando cuidadosamente. Luego de calcular hasta el detalle más ínfimo, comenzó la tarea de la confección. En la cocina lustraban y hacían casher para Pesaj los distintos utensilios. Tampoco había sido baldeado ni barrido el piso. Pese a todo, la dueña de casa se desentendió de todas y cada una de esas tareas, como si la casa ya estuviese lista para la fiesta. Ella estaba ocupada en una tara de keddushá, ¡preparar las ropas de un estudioso de la Torá! En las vísperas de bedikat jametz, la casa todavía no se veía “festiva”. Pese a ello, la rabanit tenía una sola preocupación en mente: la ropa. A pesar de todos sus esfuerzos, la ropa todavía no estaba lista. “No hay opción”, decidió. “Me voy a sentar y terminaré de una vez por todas. Gabrie-l la esperando ansiosamente, y no quiero, D”s libre y guarde, entristecerlo. Al llegar las horas del amanecer, poco a poco fue finalizando. Al finalizar, solo tenía tiempo para un profundo planchado. Muy emocionado, el muchacho se probaba su nueva prenda, mientras ella examinaba concienzudamente su obra. “_Hay que achicar un poco por aquí”, decía mientra observaba cada detalle. La falta de tiempo no le preocupaba a la rabanit en absoluto. Con gracia y simpatía ella relaizaba costuras ocultas. “_Vuelve a probártelo”, le solicitó al niño. 14
  • 15. Solo luego, cuando la prenda ya estaba dispuesta sobre la percha en la pieza de Gabrie-l, el rostro de la rabanit se notaba exhausto mientras realizaba la limpieza de Erev Pesaj. La tarde caía. Rabí Rafae-l Baruj Toledano volvía de estudiar y se presentó a realizar bedicat jametz. Después de pronunciar concentradamente la brajá respectiva, tomó el rabino un vela con su mano y comenzó a realizar la mitzvá. Como en cada tarea de santidad, el rabino no midió sus fuerzas. Se agachó para indgar y observar debajo de cada hendidura, cada pequeño hoyo requería observación, no fuese cuestión de que quedase allí jametz. No había raspadura mínima en el piso que no hubiese sido inspeccionada profundamente. A medida que pasaba el tiempo, la habitación de huéspedes se fue vaciando. En aquél momento llegó el turno del dormitorio, todos se juntaban y observaban como la vela ardía iluminando las paredes del placard. Pero nadie se imaginaba lo que estaba por ocurrir, en unos pocos instantes... El Rab se metió debajo de la cama, y de pronto prendió fuego la colcha de la cama y una lengua de fuego lo consumió de inmediato. En pocos segundos, toda la pieza se estaban quemando por completo, los habitantes de la casa, presa del pánico apenas atinaron a salir. Luego de apagado el fuego, observaron todos al Rab sumamente sensibilizados. “_¡Esto es increíble” dijo uno de los que se habían salvado, pronunciando mientras el Rab estaba aun entre las lenguas de fuego. Inclusive más, las lenguas de fuego no tocaron las prendas nuevas, ¡qué milagro! “¡Hodú la H” ki tov, ki leolam jasdó!” (“Agradezcan a D”s porque Él es bueno, todo hace con bondad”), dijo la rabanit pronunciando alabanzas a Boré Olam, “¡por mérito Celestial hemos sido salvados!” ¿ Tal vez los salvó el mérito de aquella rabanit que entregó su alma por los estudiosos de la Torá? ¿Quién lo sabe? ¿Qué hubieses pensado en una circunstancia así? 15
  • 16. UN NIÑO Y UN RELATO EMOCIONANTE Rab Jaim Moishe Mendel En la casa de la familia Mendel, (Bisteritz, Rumania) reinaba el susto y el miedo. los integrantes de la familia corrían ida y vuelta. Cada uno tenía en sus manos una bolsa y todos buscaban con qué llenarla. Eran los días de la primera guerra mundial. El enemigo se adelantaba velozmente y los judíos, que sabían que serían las primeras víctimas en cada guerra se escapaban tratando de salvar sus vidas. También la familia Mendel se preparaba para la huída. El padre, llegó a casa después de la tefilá, portando una bolsa para cada integrante de la casa. “_Cada uno reciba su bolsa”, dijo el padre con expresión seria “y que lo llene con objetos que considere importantes; especialmente lo que le sea indispensable”. “_¿Qué, por ejemplo?”, preguntó una de sus hijas. “_Comida, explicó el padre, un poco de ropa, algunos recuerdos...” “_Pero, ¿por qué papá? Preguntó la niña. “_ Entiéndanme, chicos -dijo el padre, comprendiendo que los chicos no captaban la gRabedad de la situación- “estamos obligados a escapar antes que llegue el enemigo, pero no sabemos cuándo será el final... no sabemos cuándo llegaremos a un lugar seguro, cuándo ni cómo. No podemos cargar con nosotros toda nuestra casa. Tomen sus cosas, utensilios y recuerdos. Es imposible escapar con una carga pesada y complicada, tal vez necesitemos escondernos. Puede ser que solo tengamos albergue en un lugar muy pequeño...” Los chicos de la casa se desparramaron, llevando cada uno una bolsa en sus mano. “Pero háganlo rápido, agregó el padre, tenemos que irnos porque la hora se acerca”. Cada chico llenó su bolsa de ropa. No había tiempo para dudas ni demasiadas cuentas, si tomar éste objeto o aquel. Cada uno llenó su bolsa con una pocas ropas y, principalmente con comida. “_Nadie sabe cuándo volveremos a tener éxito en procurarnos alimento”, explicó el papá, especialmente para nosotros, los judíos. De 16
  • 17. nuestro kashrut no nos separamos siquiera en épocas de peligro, como esto tenemos que cuidarnos de muchas cosas”. El niño de diez años, también estaba parado con una bolsa en su mano. “_¿Qué agarro?”, se preguntaba a sí mismo , “la bolsa no es muy grande y yo necesito muchas cosas...” Dudaba todo el tiempo, era una decisión difícil. ¡Todo su cerebro temblaba ante tamaña decisión! “¡Ya se que llevarme!, se dijo a sí mismo y empezó a llenarla. “¿Todos están preparados? Se escuchó la voz del padre, “¿Todos pusieron cosas en sus bolsas?” De todos modos se lo escuchaba nervioso, aunque intentaba dar la impresión de querer mostrarse tranquilo por el bien de su familia. “_¡Listos!, dijo silenciosamente la madre, recorriendo todo con su vista, mientras pensaba cuándo se volvería a juntar con sus hijos. “_Cada uno es responsable por su bolsa –dijo el padre- ¿es posible confiar en uds?” Los niños contestaron afirmativamente con un meneo de sus cabezas. Sí, ellos entendían la situación y era posible apoyarse en ellos. “_Nos espera afuera una carreta”, dijo el padre. Todos recorrieron la casa con sus ojos, su lugar hasta ese momento; en el que nacieron y crecieron. ¿Quién sabe cuándo lo volverían a ver?, si es que eso fuese a pasar... Todos juntos salieron hacia la carreta, cada uno con su respectiva bolsa en la mano. “-Jaim, dijo de pronto el tío, ¿por qué está tan pesada la tuya?” Todos lo miraron a Jaim. La verdad, esa bolsa parecía demasiaaaaaado pesada. “_Dame un minuto esa bolsa”, dijo el tío. Sin decir una palabra, Jaim se la hizo llegar a su tío. “_¿¿¿¡¡¡Qué pusiste acá!!!???”, dijo el tío al borde de la furia... “¿No tenías otra cosa para poner? ¿Qué vas a comer? ¿Y a vestir?” Tomó la bolsa y volvió a la casa . Jaim corrió detrás de su tío y llegó a tiempo para ver cómo sacaba los libros con los que la había llenado y ponía un poco de vestimentas y comida. _“¡No!- dijo llorando- “no necesito comida ni vestimenta, ¡No me los saquen!”, imploró. “-Sin ellos me puedo arreglar. Algo de comer, voy a encontrar y me voy quedar con lo que tengo puesto. Pero, ¿libros? ¿quién sabe cuánto tiempo puede llegar a pasar hasta que vuelva conseguirlos? Y más, en tiempos de guerra? ¿!Cómo vivir sin ellos!?” 17
  • 18. Jaim sabía hasta que punto eran preciosos los libros y lo difícil de reponerlos. Y más en tiempo de guerra, en el que hay otras prioridades que en tiempos de paz, no cualquiera tiene éxito en conseguirlos ni mucho menos en poder comprarlos ya que se tornan muy caros, y la gente, muy pobre. “_Por lo tanto, ¿qué pasará con mi estudio de Torá? “_ ¡Déjame mis libros, lloraba, no quiero otra cosa en su lugar! ¡¡¡Necesito libros , quiero y necesito estudiar!!! Así como necesito el oxígeno para vivir, así me es indispensable estudiar. Es mi aire, y el aire es lo que llevamos con nosotros...” No sabemos el final de la historia, si los libros recuperaron su lugar en la bolsa o quedaron finalmente abandonados en la casa. Pero sí sé solo que Rabí Jaim Mendel siguió viviendo, fue elevado en Torá y temor de D”s y muchos concurrían a verlo”. ¿Qué te pareció? ¿Qué se aprende de esta historia? Tu bolsa, ¿con qué se hubiese llenado? Y, una última pregunta... ¿A qué Mishná de Pirkei Avot se parece esta historia? Vean chicos, que el corazón de un niño iehudí es tan puro como la mishná. Para que crezca, tenemos que regarlo de Torá todos los días. 18
  • 19. TODO LESHEM SHAMAIM Estaba cruzando R” Arie Levin la calle Tzanslur en Ierushalaim cuando un agente de policía se le acercó y le preguntó el jajam: “-¿Acaso cometí una falta? ¿Crucé por un lugar distinto a la senda peatonal? Si es así estoy dispuesto a pagar la multa correspondiente”. “_No es por eso que me apuré a interceptarlo”, le respondió el oficial. “-Entonces, ¿por qué?” “_Hace muchos años que estoy esperando encontrarlo para contarle al Rab una historia que ocurrió: En la época del mandato británico sobre Eretz Israe-l fui designado para controlar el acceso a la prisión en el “Migrash Ruso” de Ierushalaim. Allí había, y sigue habiendo, una cárcel. En aquellos días, Ud. Concurrió y me pidió ingresar, pasando por dicha puerta, tal como era su costumbre. Pero, el jefe inglés de la cárcel me encargó avisarle que, en esa oportunidad estaba prohibido el acceso, inclusive para quienes tenían un permiso permanente para hacerlo. Por lo tanto, sería absolutamente imposible entrar. Usted se separó y dijo: “_ ¿Qué pasará con mis chicos? ¿Acaso no los veré?” Era sabido que el Rab Levin es el tzaddik de Ierushalaim, era su maestro e inclusive un padre para los presos y cada uno era para él como un hijo único. En aquel momento les dije a ustedes en hebreo, para que los guardias no entiendan que había una posibilidad de entrar por una puerta pequeña que se encontraba en la entrada oriental del “Migrash Ruso”, al lado de la ciudad. Allí la guardia no era tan rigurosa y quienes tenían esos permisos fijos, sí podían pasar. Entonces, había un toque de queda 1 por el temor a una sublevación árabe, de aquellos que rodeaban la región. Por ello, le aconsejé de desistir en la visita. Y usted, ¿qué me contestó? “_Los enviados a cumplir una mitzvá no son dañados”, y siguió el Rab su camino. Intenté explicarle al Jefe cuánto sufrimiento le causaba a Usted no poder ingresar a la penitenciaría. Él me contestó: “_ ¿Acaso vos pensás que el viene aquí gratuitamente y para beneficiar a los presos? Seguro que recibe un gran sueldo por hacerlo y, ahora que no puede seguir haciéndolo se va a buscar otra forma de seguir ganando dinero”. 1 Que es una prohibición de salir a la calle. 19
  • 20. Un día se me acercó ese jefe y me dijo, asombrado: “Vi a ese rabino y realmente pude entrar con gran peligro por esa entrada lateral. Ahora me convencí que no lo hace por un sueldo, sino que los visita gratuitamente y que se arriesga al hacerlo”. Agregó ese agente y dijo: “_Por lo tanto, rabino, esto que le cuento hace tiempo deseaba contárselo y por ello me apuré para llegar a decírselo”. 20
  • 21. RESPETO POR EL SUFRIMIENTO Viernes al mediodía. En la casa de Gadol Hador, el “Jazón Ish” z”l, se extiende una gran hilera de personas. También R” Shlomo se allega al lugar, con una pregunta presta en su boca para formularle al rabino. En la habitación está parada una joven mujer llevando un cochecito en el que hay un bebé. _”Rebbe”, llora la mujer, “bendiga rab a mi pequeño hijo que está enfermo. Bendígalo para que se cure de su gRabe enfermedad”. El Jazón Ish siguió sentado en su lugar, con su cabeza dedicada a su guemará, sin contestarle. “_Rebbe”, dice la mujer enjugándose las lágrimas, “...que el rab bendiga a mi pequeño hijo Abraham con una bendición de “refuá shlemá”!” El rab continuaba inmerso en su estudio sin contestarle. “_Rab”, dijo llorando la mujer, inmersa en su dolor: “¡Que el rab bendiga! ¡Que el niño pequeño, que mi pobrecito no muera y que viva sanito...” Él seguía inmutable, silencioso, en su estudio. “_Rebbe”, la voz de la persona apenas podía salir por encima del llanto, “¡Que el rebbe lo bendiga!, que mi hijo enfermo, sufre...” Los minutos pasaban, la mujer lloraba y se lamentaba y el rab no se compadecía, no contestaba ni la bendecía. Seguía enfrascado en su estudio, tal y cual si estuviese solo en su habitación. “_Perdón”, entró R” Shlomó al cuarto. Dirigiéndose a la mujer le dijo: “_Perdón, pero....¿usted no ve que no le contestan. Evidentemente, no es este el momento más indicado. ¿Para qué seguir? ¿Tal vez sea mejor que vuelva ahora a su casa? ¿Y si mejor vuelve aquí en otro momento?...” El Jazón Ish aparentemente sintió el diálogo que en torno suyo estaba ocurriendo. Levantó la cabeza y observó con ojos inquisidores a R” Shlomó. “_¿A quién espera la señora?”, preguntó el rab a R” Shlomó, “¿a mí o a Ud?” Inclinando la cabeza en dirección al bebé lo bendijo: “que tenga, con ayuda de D”s, una curación completa y viva hasta los 120 años”. El rostro de la mujer se iluminó de la alegría. Las lágrimas inundaban sus ojos, cuando retornó a su casa, llena de esperanzas. También R” Shlomó dejó de inmediato la casa, sin formular su pregunta. No se sentía seguro. De alguna forma percibía un reclamo del 21
  • 22. Gadol Hador hacia su persona. El rabino tan importante parecía estar enojado con él. “_ ¿Qué le pasa a papá?”, le preguntaron los hijos a la madre en shabbat, “¿por qué papá no canta zemirot?, ¿por qué su voz se oye quebrada? ¿Por qué no nos pregunta como siempre qué estudiamos en el jeider? ¿Por qué no nos pregunta sobre los divrei Torá que dijimos y ni siquiera él mismo dijo Divrei Torá?” A ninguna de estas preguntas la madre tenía respuesta, es más; ella misma se preguntaba las mismas cuestiones. Enseguida que terminó shabbat salió R” Shlomó de retorno a lo del Jazón Ish, ¡no podía esperar ni siquiera un segundo más! “_ ¡Shalom aleijem!”, lo recibió Marán HaJazón Ish con alegría. “Pase, siéntese”. R” Shlomó comenzó a justificarse tartamudeando. “_No quise, ¡D”s libre y guarde! Molestar a nadie el viernes... solo pensé en ayudar”, dijo tratando de explicar su conducta. “Simplemente, que al notar que el Rab se negaba a dar la berajá que se le pedía, entendí que tal vez los ruegos de la mujer eran excesivos. Tal vez el rab entendía que ese no era el momento indicado para darle una berajá...y tal vez... no sé,... no quise dictar una guezerá... no quise, D”s libre y guarde, dictar un decreto, molestar de ninguna forma”. “_ R” Shlomó. Nos conocemos: usted sabe que cuando me sumerjo en mi estudio profundo no veo ni escucho a nadie”, dijo el Jazón Ish: “_Pero, aquí estaba parada una mujer inmersa en Emunat Jajamim, con su corazón partido por la enfermedad de su hijito, decidida a hacer todo lo posible para salvarlo. Ella estaba allí parada, llorando y sufriendo por ayuda. También ella quería que si, D”s libre y guarde, hubiese existido un decreto Celestial en contra de la salud del niño, el Rab la anulase con su bendición. Ella creía con corazón sincero y fe completa que la ayuda del rabino la iba a ayudar. ¿Por qué molestarla? La mujer estaba parada, dolorida, llorando y rezando, envuelta totalmente en Emunat Jajamim. ¿Para qué molestarla? ¿Para sacarle su emunat Jajamim tan completa?” La mujer estaba parada, implorando, rogando y rezando y finalmente recibió lo que deseaba. La bendición del rab pudo obrar milagros. Contra todos los pronósticos de los médicos, el niño se curó, con ayuda Celestial, y recibió Shlomó una clase magistral, profundizando su fe y su ocupación en las necesidades de la gente. 22
  • 23. Avrohom Yeshaya Karelitz ) (también "Yishayahu", "Yeshayah", "Yeshayah", "Yishaya" - en Abraham inglés Isaiah Karelitz) (1878-1953) conocido por su nombre de la pluma como el autor del Sefer “Jazón Ish;”) ("Vision del hombre"), era un rabino nacido en Belarusia , líder del judaísmo Haredi en Israel. Sus 20 años finales estuvo en Israel a partir de 1933 a 1953. Llevado en Kosava (hoy en Belarus 52°45'N, 25°09'E), Karelitz recibió su educación de su padre, jefe del l beth din (corte religiosa) allí. En 1911 él publicó su primer trabajo sobre Orach Chayim y otras piezas del Shulchan Aruch (código de la ley judía de rabino Yosef Karo) en Vilna, anónimo bajo título Jazón Ish, el nombre por el cual él se sabía casi exclusivamente. Se trasladó a Vilna en cerca de 1920, y se radicó cerca del Rabino Jaim Ozer Grodzinski, consultando con él en todas las materias religiosas y comunales. Animado por Grodzinski y con la ayuda de Rab Abraham Isaac Kook, el Jazón Ish colocó en la Palestina en 1933. Karelitz manifestó talento y diligencia inusuales desde una edad temprana. Dedicó su vida al estudio de la Torá y del Talmud, aunque también aprendió las ciencias tales como astronomía, la anatomía, matemáticas, y la botánica, puesto que él se sentía que el conocimiento de estos temas era necesario para una comprensión completa de varios aspectos de la ley y de la práctica judías. Después de su mstrimonio, continuó conduciendo una vida extremadamente modesta, su esposa preveía sus necesidades mientras que él pasó día y noche en el estudio profundo del Talmud. Él no tuvo niños. La reputación del Jazón Ish era extensa y la gente de todas los lugares frecuentaron toda su vida su hogar, para las discusiones de estudian por su keddushá y el conocimiento o simplemente buscando consejo sobre temas religiosos, negocio, o problemas personales, o recibiría simplemente su bendición. Cuando en 1933 se radicó en la tierra de Israel, su casa en Bnei Brak se convirtió en la dirección para los millares que buscaron su dirección. No llevando a cabo ninguna posición oficial, el Jazón Ish sin embargo se convirtió en una autoridad mundial reconocida en todas las materias referente ley y vida judías. No lo designaron como líder comunal, pese a lo cual él ejerció una influencia enorme en la vida y las instituciones de la judeidad religiosa. No no publicó muchas responsas, sin embargo llegó a ser la autoridad suprema en el halajá (ley judía). David Ben-Gurion, el primer ministro de Israel, lo visitó una vez para discutir ediciones político-religiosas. No perteneció a ningún movimiento oficial. Amó y respetó todos los seres y es admirado igualmente por todos, sin la excepción - Jasidim, Mitnagdim, Ashkenazim, Sefardim, Haredim, Datiim, Jilonim, los sionistas, los Contra-Sionistas, y otros. Hay hoy apenas una ciudad en Israel sin una calle nombrada en su honor. Aunque esencialmente un erudito académico, se aplicó a los problemas prácticos, dedicando mucho esfuerzo a la consolidación de la vida y de las instituciones religiosas. Sus actos en el uso de la máquina de ordeño en Shabbat y en la cultivación por hidroponia durante el año sabático son dos ilustraciones de su acercamiento a lo práctico. Era Un modelo de la modestia y la amabilidad. La herencia verdadera del Jazón Ish es la promoción de la claridad en el estudio de Talmud, de la dedicación en la adoración de H”, y del cariño y amabilidad en la interacción humanas. 23
  • 24. 24
  • 25. UNA GRAN PREGUNTA R” Boruj Beer Leibovitz Estaba sentado en su lugar fijo en el Beit Hakneset R” Boruj, con su gran sidur colocado delante suyo, mientras canturreaba en un tono bajo de voz. Todos los concurrentes allí lo conocían, ese anciano iehudí con su gran barba blanca como la nieve. “_ Es el más viejo del mundo”, dijo Iehúdale, que vivie en el edificio que queda justo al lado del shil. “_ ¡No es verdad!”dijo uno que discutía viviendo en el edifico que quedaba justo del otro lado. “Hay personas más ancianas que él, solo tiene 100 años”. “_ Debe tener aproximadamente la edad del bet hakneset”, aclaró Shloimi, quien vive en una calle cercana: “yo lo sé porque vive en nuestro edificio”. “_¡Él es más anciano!”, no estaba de acuerdo Iehúdale. “Mi padre me dijo que él estuvo en la Shoá”. No podían ponerse de acuerdo en la edad de R” Boruj. Todos los miembros del barrio que concurrían al beit hakneset, lo conocían como parte integrante del paisaje de aquél lugar santo, sentado en su lugar fijo durante las horas de la mañana, cantando en tono de vboz quedo sus zemirot y ma”amadot2 y luego rezar la tefilá de minjá a la hora más temprana posible con el primer minian. El Gran Rabino R” Boruj Leib Leibovitz estaba sentado al lado de su mesa, ocupado en la preparación de su clase que daba en forma fija en la Ieshivá. Su alumno estaba sentado a su lado estudiando con él la suguiá, cuestionando las respuestas que daba el rabino, basándose en lo que decía R” Akiva Eiger. “_Tengo una pregunta”, se escuchó una voz conocida junto a la puerta, mientras entraba al cuarto el anciano R” Boruj. “_Rabí”, le dijo al rabino con voz cortada R” Boruj, “Tengo una pregunta ¡urgente!” “_Si, R” Boruj”, le sonrió el rab. “Siéntese y dígame”. “Ayer a la mañana no me sentía bien”, contó el hombre mayor. “_Fui al hospital, esperé mi turno y me mandaron a sacarme una radiografía. Luego de ello, tuve que volver a esperar, hacer la fila hasta que finalmente me atendió el doctor que me tenía que dar una respuesta. Luego de eso, a la farmacia...” “_ ¿Y cómo se siente ahora?”, le preguntó el rebbe con preocupación. 2 (Pequeños trozos del jumash , profetas, mishná y guemará que dicen los baalei batim para cumplir la mitzvá de estudiar Torá). 25
  • 26. “_ Baruj H”, me siento mucho mejor”, le contestó R” Boruj. “_Al llegar a casa, me dí cuenta que ya había pasado el mediodía, estaba urgido por irme a descansar un rato luego de una mañana tan cansadora. Al levantarme, descubrí que ya había pasado la shekiá, y ahora tengo un problema”. “_ ¿Qué problema?” “_ Ayer, dentro del día difícil que fue, no alcancé a decir mis ma”amadot. ¿Qué voy a hacer ahora? ¿Perdí todo el seder?”, preguntó el viejito con voz angustiada. “_ Esa es una pregunta importante”, dijo el rab; mientras se levantaba ágilmente de su asiento buscando dentro del gran armario de libros, con la mirada de su alumno escudriñando para entender qué hacía su maestro. Mientras éste saca un “Ierushalmi”, lo abre y mira dentro de él unos cuantos minutos. R” Baruj, mientras tanto observa desesperando, aguardando por su respuesta. El Rabino observa en los escritos, para luego contestarle: ”_ Yo pienso que es posible encontrar una respuesta favorable en este tema y que pueda usted completar hoy los ma”amadot que le faltaron de ayer”, dijo con voz medida, “y después puede seguir con los de hoy. Pero, sobre un tema tan delicado, tiene usted que cuidarse de no volver a perder otro día”. “_¡ Gracias, rebbe!”, dijo con felicidad el hombre, “con ayuda de D”s mientras me den las fuerzas me cuidaré muy mucho de no volver a perder otro día”. El anciano le agradeció con cariño y salió para completar las ma”amadot, acompañado de las bendiciones de curación completa del Gran Rabino que le entibiaban el alma. “_ Enseñeme, Maestro”, le preguntó el alumno. “Así como entendí la suguiá en el Ierushalmi en la cual profundizó el rabino antes de contestar, era sobre el shiur que usted tiene que dar ahora y la pregunta que él le hizo no necesitaba de ninguna profundización. ¿ Por qué se tomó tantos momentos antes de contestarle?” “_ R” Boruj valora mucho esas ma”amadot”, explicó el rabino, “él conoce del tema y es imposible dar una respuesta autorizando. Fuera de esto, todos los méritos del estudio de la Torá que tiene R” Boruj dependen de su enunciación de estos ma”amadot. Por lo tanto, le contesté sobre ese “Ierushalmi” conectado con nuestro clase y con ello le mostré la importancia del estudio de Torá y se lo mostré a R” Boruj. Por eso le respondí con toda seriedad su pregunta”. El Gran Rabino estaba preocupado, tanto por los grandes temas tanto como en pone su corazón por los temas menores. 26
  • 27. Y ahora, ojalá que nosotros podamos darle la importancia debida a cada persona y a cada tema según su importancia. 27
  • 28. ¡UNA MITZVÁ CON LECHE! (Y NO EN SHAVUOT) El dueño de la despensa de lácteos “Tenuva”madrugó como de costumbre para abrirla temprano. Los camiones verdes de la firma llegaron y el conductor bajó para dejar la mercadería en grandes tachos de acero, bastante pesados por cierto y llevarse los pertenecientes al día anterior. Prontamente se formó una larga fila en frente a la puerta del local. Hombres, mujeres y niños estaban allí parados con los envases en sus manos. “_Medio litro”, pidió una mujer joven. El dueño tomó con su mano un vaso medidor y vertió el medio litro en el envase que llevaba la mujer. “_ Un litro”, pidió quien seguía en la fila, un abrej barbado que en su mano llevaba la bolsa con el talit y los tefilín. Uno a uno fueron saliendo las distintas personas del negocio llevando con cuidado a sus casas la leche. Al final de esa fila parecía haber un hombre mayor y encorvado, de rostro resplandeciente. Este iehudí era el Rosh Ieshivá de “Porat Iosef”, el Gaón Rab Attíe z”l, en aquel entonces de cómo ochenta años. “_ Distinguido Rab”, dijo acercándosele el hijo del dueño del local, “¿por qué está el rab parado en la fila?¿Acaso no puede hacer esta compra desde su lugar?” “_ Yo estoy ocupado en una mitzvá muy importante”, le respondió endulzando los oídos del joven: “Mi compañera está muy débil. El médico dijo que depende de la leche fresca y tibia todos los días. Por eso yo me apuro en conseguírsela todos los días para que la pueda tomar ni bien se levanta y así fortalecerse”. “_ Pero ¿tal vez el rab pueda pararse directamente en la cabecera de la fila?, aconsejó el muchacho: “Ya que el rab es mayor y sus fuerzas ya no son las de antes. Además de ello, es un Talmid Jajam muy importante...” “_ ¿... pararme en la cabecera de la fila? ¡eso es robo!”, dijo el Rosh Ieshive sin salir de su asombro. “Los iehudim se levantaron muy temprano para venir a pararse y se apresuraron en llegar prestos al negocio ¿y yo voy a sacarles su lugar en la fila??” Pensó el muchacho y dijo como quien expresa un pensamiento en voz alta: “_ Pero entonces,... ¿entonces pueda tal vez el rab dejarme su envase y yo se lo llevaría todos los días?” “_ ¡Eso también es robo!”, dijo entre sonrisas cariñosas hacia el mozalbete. “Aparte de ello, ¿por qué tendría que evitarme hacer la fila? Todavía me dan las filas para ello, está todo bien. 28
  • 29. Esperaré pacientemente la fila como todos, cuando llegue mi turno voy a comprar”. Al arribar a su momento, dijo acercando su envase: ”_ Medio litro de leche, por favor”. Velozmente, el rab volvió a su casa con la botella llena de leche, cuidándose que, D”s libre y guarde fuera a caérsele tan solo una gota. La casa era humilde como cuando fue construida. La rabanit todavía estaba durmiendo. El esposo puso el contenido de la botella a hervir sobre las hornallas de la pequeña cocina, para hervir la leche. (Hoy en día al comprar leche, ésta viene pasteurizada para sacarle todos los microorganismos que puedan ser dañinos para la salud; pero antes al no existir este proceso, era ésta la forma de hacerlo). El rab se quedó parado al lado de la hornalla para apagarla ni bien comenzara a hervir la leche, no fuese cosa que se derramara. “_ ¡Buen día!”, bendijo a la rabanit en el momento en el que ella se despertaba de su sueño. “Aquí traje la leche fresca recién hervida. Hace muy pocos instantes que regresé del negocio y ahora hierve...” Día tras día, mañana tras mañana, se levantaba el anciano Rosh Ieshivá para allegarse a la fila del negocio para cumplir con la mitzvá tan importante de llevarle la leche a la rabanit que el médico le indicó para su salud. Esto no disminuyó el honor del rab, ni tampoco se preocupó por el desgaste de fuerzas que ello le presentaba. “Yo estoy muy ocupado en una mitzvá muy importante”, murmuraba en lo oídos del almacenero joven “¡llevarle leche a mi débil esposa!” Cuando salía el rab a su diaria actividad y a cumplir esta diaria mitzvá, ésta no afectaba ni su honor ni sus fuerzas. Por el contrario, esta era una mitzvá valiosa e importante. (Tomado directamente del relato del Rab Einfeld, Shlitá) ( R” Shach Man, Elazar Menachem) (o Rab Leizer Shach, su nombre se escribe ocasionalmente como Eliezer Schach en las publicaciones inglesas) (de enero el 22 de 1898 - de noviembre el 2 de 2001), era un rabino Europeo-llevado y educado del este principal Haredi que colocó y vivió en Israel moderno. Él era el Rosh yeshiva rosh de Ponevezh Ashkenazies en la Knesset israelí, muchos consideraban el Gadol HaDor (líder religioso supremo de la generacion") y utilizado el título honorífico de Maran (Nuestro maestro y rabino) al referirle. Eruditos tales como Rabino Yitzchak Zev Soloveitchik (el Brisker Rab) y Rabino Isser Zalman Meltzer por excelencia lo reconocieron como erudito de Del Talmud en sus aprobaciones a sus trabajos; él fue autor del “Avi Ezri” un comentario en el Mishneh Torá El rabino Shaj nació en Wabolnick (Vabalninkas, Vaboilnik pronunciado en Yiddish), una aldea rural en Lituania norteña, hijo del Rabino Ezriel y Batsheva Shach. La familia Shaj habían sido comerciantes por generaciones pero la familia de Batsheva, los Levitans, eran eruditos religiosos que sirvieron a varias comunidades lituanas. El hermano de Batsheva Rabino Nisan Levitan, fue más adelante una figura importante en la unión de Rabinos ortodoxos. Elazar era un niño prodigio, 29
  • 30. y fue enviado al estudio en el yeshiva de Ponevezh a la edad de siete. Cuando tenía trece años, se trasladó encendido en el fuego del estudio a la yeshiva de Slabodka, donde llamó la atención de su decano, Rabino Nosson Tzvi Finkel, así como el Rabino Isser Zalman Meltzer, decano del yeshiva de Slutsk. Shach pronto se convirtió en una de los estudiantes preferidos del Rabino Meltzer, comenzando una relación de por vida de la amistad y del respecto. Cuando la Primera Guerra Mundial comenzó en 1914, muchos de los estudiantes de la yeshivá de Slabodka se dispersaron a tRabés de Europa. El joven Shaj volvió inicialmente a su familia pero entonces comenzó a viajar a tRabés de Lituania de la ciudad a la ciudad, a dormir y a comer dondequiera que él podría y estudiando en sinagogas locales, continuando estudiando el Da"as Torá. Después de la guerra Shaj asistió al Rabino Meltzer y a su yerno, Rabino Aharon Kotler, en Kletsk, Polonia. Cuando el Rabino Meltzer volvió a Slutsk, Shaj lo siguió (la más adelante afamada yeshiva de Lakewood en América). El rabino Meltzer fue una figura y patrón similar a un padre para el joven Shaj, incluso arreglando su unión con su sobrina, Guttel, en 1923. Shach recibió ordenación rabínica del Rabino Meltzer y comenzó a enseñar en al yeshivá de Kletsk en 1927, donde él enseñó por cinco años. Él sirvió como Rosh yeshiva en Lublin y entonces enseñaba Talmud en la yeshiva de Novardok también. En 1936 él fue Rosh yeshiva de Karlin en Luninets. Poco antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto, varios yeshivot comenzaron a considerar el evacuar de sus rabinos, estudiantes y families.Rabbi Kotler eventualmente huyó por el este para América, viajando a tRabés de Siberia y llegando en los Estados Unidos durante la guerra. En 1939, Rab Shaj primero fue a Vilna, donde él permanecía con el Rabino Jaim Ozer Grodzinski. Más adelante fallecieron la madre de Rab Shaj y la hija mayor. A comienzos de 1940 la familia decidió salir de Lituania. El tío maternal de Rab Shaj, Rabino Aron Levitan, había ayudado al Rabino Kotler para conseguir visas de la emigración, pero Rab Shaj decidido para ir a Palestina, donde estaba Rab Meltzer como Rosh Yeshiva en Etz Jaim Yeshiva en Jerusalén, (Rab Shaj serviría más adelante como Rosh Yeshiva allí también). Varios años después del reestablecimiento del yeshiva de Ponevezh en Bnei Brak, le pidieron ser uno de sus decanos. Él permanecería en la posición hast a su fallecimiento. En esta Yeshiva, Rab Shaj enseñó a muchos millares de los estudiantes, muchos de quién asumió eventual posiciones prominentes como Roshei Yeshiva y Rabinos. Shaj fue acreditado por muchos para ayudar revoluciona el concepto del "sociedad de estudiosos " o el mundo del kolel en el mundo de la posguerra de Haredi. Bajo su dirección, el fenómeno de los hombres Haredíes que estudiaban en yeshivot y los kollels a tiempo completo, algo que había sido comparativamente raro en Europa antes de la Segunda Guerra Mundial, se convirtieron en el estándar en muchas comunidades en Israel, con el apoyo financiero de las comunidades y de los subsidios a las familias jóvenes con muchos niños del gobierno israelí. . Tenía tres niños, todos nacidos en Kletsk en los años 20: Miriam Raisel, Devorah, y Ephraim. Miriam Raisel murió siendo adolescente en 1939 a causa de pulmonía. El Rabino Meir Tzvi Bergman, erudito de Torá en Israel, se casó con Devorah y tuvieron varios niños. Ephraim estaba insatisfecho con la forma de vida Haredi y sintió bien pertenecer al campo sionista religioso. Él desempenó servicios en las fuerzas de la defensa de Israel, recibió un doctorado en historia y filosofía, y actualmente los trabajos como supervisor para el ministerio de Israel de la educación. Rebbetzin Guttel Schach murió en 1969 de complicaciones referente a la diabetes 30
  • 31. El rab Shaj recuerda ” Cómo me educaban en la casa de mis padres: cuando mi yarmulke se cayó de mi cabeza, me enseñaron que usted tenía que gritar de señal de socorro. Fueron dirigidos por una preocupación por la observancia puntillosa de las mitzvot. Una vez desperté después del horario de Krias zman Shema según el Mogen Avrohom y estallé fuera del griterío y continué gritando por esta “falta” a lo largo de todo el dia. 31
  • 32. HASTA EN LOS PEORES MOMENTOS En el hospital, junto a la cama de la rabanit Auerbach, esposa del Gran rabino, Rab Shlomó Zalman Auerbach, Rosh Ieshivá de “Kol Torá”, estaban parados sus parientes, sumidos en su dolor. Los doctores les habían indicado que debían venir con toda premura para llegar a despedirse con vida de su madre, una mujer muy grande, una gran hermana y descendiente de una familia muy importante. Todos estaban parados llorando y exclamado en tefilot y súplicas. Se escuchaba el “Shemá Israe-l”, mientrassu respiración se iba haciendo más y más pesada, mientras se imponían lo ángeles de la angustia, y la importante rabanit, con rostro calmo, iba camino a su mundo. Así, la rabanit, la persona completamente justa, completó su objetivo en este mundo y fue a su palacio. Así completó en sus años, llenos de buenas acciones dentro de este mundo. Los miembros de su familia fueron saliendo como deudos, con la cabeza gacha, solo dispuestos a completar aquello que era debido hacer... Rabí Sholmó Zalman, partido por el dolor, entró al ascensor del hospital, para tratar de salir del edificio. Estaba allí parado, en el ascensor, sumido en sus pensamientos y su sufrimiento. “_ ¡ Shalom Aleijem, rabí!”, escuchó una voz que le decía. “_ ¡Shalom ubrajá!”, contestó con afecto con sus modales conocidos. Frente a él estaba un abrej conocido, un joven que había pasado por la ieshivá. “_ Recibimos un “mazal tov”, le contó el joven rabino. “Justo mi señora acaba de dar a luz un bebé, Baruj H””. “_ ¡Mazal Tov!, dijo el rab extendiéndole su diestra a la vez de sonreírle afectuosamente. “Que tengan el mérito de verlo crecer junto a la Torá...y las buenas acciones, que se aumenten sus alegrías en salud y paz”. “_ ¡Amén!”, contestó el Abrej a la brajá que le dio el Rab Auerbach con rostro luminoso y corazón lleno. “_ ¿Cómo se siente la mamá? ¿Cómo está el niño?”, preguntó en forma inquisitiva R” Shlomó Zalman. “_ Baruj H”, todo salió como se esperaba; el bebé tiene buen peso y mi esposa, gracias a D”s se siente excelentemente bien, solo que un poco cansada...” le dijo el abrej, compartiendo con el rab la alegría que sentía. “_ ¡Gracias a D”s!”, se alegró al anciano sabio al escucharlo y volvió a bendecirlo con viva voz “Que amerite aumentar en najat... y que ameriten adentrarlo en el pacto de Abraham Avinu en tiempo y forma”. 32
  • 33. En esos mismos momentos llegó el ascensor a la planta baja y fueron saliendo uno por uno a su destino. “El sepelio de la Rabanit importante...” se empezaba a escuchar en los parlantes de Ierushalaim3. “_ ¡¡¡Oi vei!!!”, dudaba el joven abrej mientras su rostro se tornaba sufriente. Ahora estaba llegando a su casa de haber atendido a su esposa parturienta. “_ ¿La Rabanit Auerbach?”, no podía dar crédito a lo que escuchaban sus oídos. “_ ¿¿¡¡ Cómo puede ser posible!!?? Si yo me encontré con el Rosh Ieshivá, el Rab Auerbach en el hospital. Él me habló con tanta dulzura, con un rostro agradable, compartió mi alegría de todo corazón y... ¡¡¡todo su dolor ni se le notaba en el rostro!!!” “_ ¿ A qué hora falleció, exactamente?, investigó el abrej. “_ Ella falleció a las...”, le contestaron quienes conocían del tema. “_ ¡¡ Eso no puede ser!!, si media hora después me encontré con el Rosh Ieshive y no se le notaba nada”. Recorrió el abrej las escalinatas que lo separaban de la casa del Rab Auerbachen el vecindario de “Shaarei Jesed”, para cumplir la mitzvá de consolar a los deudos. Después de que comenzara a hablar el deudo (tal como lo señala la halajá), hizo lo propio el abrej con su ánimo quebrado, diciendo: “_ Rab, ¡quiero pedirle perdón!” “_ ¿Por qué me pedís perdón?”. “_ Rebbe. Cuando el rab estaba inmerso en un terrible dolor, media hora luego del fallecimiento de su señora, lo molesté con mis temas particulares. Seguro que por eso debe pedirle perdón”, dijo el joven rabino totalmente excitado. “_ ¡D”s libre y guarde! Vos nunca supiste de mi sufrimiento”, le respondió Reb Shlomo Zalman. Y agregó, totalmente asombrado: “¿Acaso porque yo esté sumergido en mi dolor, estoy exento de la mitzvá de mostrar un buen rostro? Así era Reb Shlomó Zalman z”l, un grande en el mundo de la Torá y las buenas cualidades; mostrando un rostro agradable a cada uno y en toda situación. Rabino Shlomo Zalman Auerbach ( Nació el 20 de julio de 1910 y falleció el 20 de febrero de 1995). Era un Rabino, un Posek y un Rosh Yeshiva renombrado de la yeshivá de Kol Torá en Israel. Nació en la vecindad de Sha'arei Jesed de Jerusalén fundada por su abuelo maternal, Rabino Shlomo Zalman Porush, después de que lo nombraron. Su padre, el Rabino Jaim Yehuda Leib Auerbach dirigió la ieshivá Shaar Hashamaim. A la edad de once era experio en el tractate (Masejet) talmúdico entero de Kiddushin. Cuando adolescente estudió en la Yeshivá Etz Jaim en Jerusalén. Lo conocían para su diligencia que es ilustrada por un acontecimiento que ocurrió 3 Anunciando el entierro, tal como se acostumbra en Eretz Israe-l. 33
  • 34. mientras que él estaba en yeshiva. En el día en el que el primer automóvil rodó en Jerusalén a lo largo del camino de Iafo, todos los estudiantes salieron a verlo, dejando momentáneamente sus estudios para ver la maRabilla. Solamente Shlomo joven Zalman permanecía en su silla sumergida en sus estudios. Su primer trabajo publicado “Meorei Esh”, era el primer escrito siempre a propósito de usar electricidad en Shabbat. El trabajo fue endosado por rabino Jaim Ozer Grodzinski que lo leyó y declarado: “Or jadash al Tziyon ta'ir"; - “la nueva luz brillará sobre Zion" - una cita de los rezos diarios de la mañana. Él tenía una asociación cercana con el Rabino Jaim Ozer Grodzinski, así como el Jazón Ish y Rabino Elazar Menachem Shaj, los dos íconos y líderes preeminentes del judaísmo Haredi de los segmentos medios del vigésimo siglo. Fue el decisor preeminente de Halachá de su tiempo en Israel, respetado por todas las corrientes del judaísmo ortodoxo.Era único en su acercamiento a Halachá con experimentos del pensamiento. Renombrado para sus clases lúcidas como Rosh Yeshiva, sus millares de estudiantes continúan influenciando el mundo de Torá hoy. 300.000 estimados - 500.000 personas atendieron a su entierro en 1995. Los Sefarim de su autoría incluyen: “Meorei Eish”, un trabajo pionero referente a electricidad en halacha, (1935)” Ma'adnei Eretz”, un libro de dos-volúmenes con respecto a halachá agrícola, (1946) “Minchas Shlomó” (responsa), primer volumen (1986), segundo volumen (2003) “Minchas Shlomo”, un comentario en el Talmud él también fue autor de un comentario en Shev Shema'tata, que en sí mismo está un trabajo de novellae en el Talmud de rabino Aryeh Leib HaCohen Heller. Muchos de estudiantes del Rabino Auerbach han escrito sus propios trabajos, pero basado sobre todo en sus decisiones halajicas. Incluyen: Shulchan Shlomo, Nishmat Avraham (en ediciones médicas), Halichot Shlomo, y Shemiras Shabbos KeHilchasah (en los leyes de Shabbos). El rabino Auerbach tenía siete hijos y varias hijas. Entre sus niños esté: El rabino Shmuel Auerbach es una autoridad principal del partido político de Degel HaTorá. El rabino Ezriel Auerbach es un yerno del Rabino de Yosef Shalom Elyashiv . El Rabino Mordejai Auerbach es el Rabino del púlpito de Avir Ya'akov en Tel Aviv , Avraham Auerbach es Rabino en Tiberias, Meir Simcha Auerbach es un posek y Rosh Yeshiva. El Rabino Ya'akov Auerbach de Betar Illit es Rabino en Beit Shemesh. Baruch Auerbach publicó los trabajos completos del Rabino Yom Tov Algazi en 1999. El rabino Zalman Nechemia Goldberg es un posek principal en Israel y es el yerno de Rab Shlomo Zalman. Rabinos prominentes (Sus alumnos) Yehoshua Neuwirth, Avigdor Nebenzahl, Rabino Zalman Nechemia Goldberg 34
  • 35. 35
  • 36. ¡A ESO SE LLAMA ESTUDIAR! Golpes delicados sobre la puerta de casa de la familia Jadash provocaron que la rabanait se acercara. “_ ¡Shalom!”, recibió con rostro agradable al grupo de bajurim ingresantes, “¿ustedes vienen a ver al rab?” La puerta de la casa “Jadash”, cercana a la Ieshivat “Hebrón”en “Guivat Mordejai”, estaba siempre abierta de par en par. Muchos bajurim golpeaban: unos, porque necesitaban una entrevista particular con el mashguiaj, otros en procura de una taza de té caliente con el agregado de torta recién horneada o chulent nutritivo y caliente los jueves y viernes... Si, D”s libre y guarde, no se sentía bien y necesitaba de un medicamento o de una sopa, conocía la dirección: la casa del Mashguiaj, el Rab Meir Jadash. Una vez, ocurrió que frente a la rabanit, un grupo estaba en la puerta esperando escuchar un “va”ad” de boca del Mashguiaj. “_ ¿Ustedes buscan al rab?”, preguntó. “_ Si”, le respondieron. “Queremos escuchar un va”ad de boca del Mashguiaj. ¿Es eso posible?” La rabanit sonrió al tomar el picaporte de la puerta que daba a la biblioteca: “Se puede pasar”. Los muchachos sonrieron y la siguieron. La puerta de la habitación estaba abierta y la vista era conocida, dejando ver algo bien apreciado por los bajurim: detrás de la gran mesa asomaba la figura sentada del Mashgiaj, Mará”n HaGaón R”Meir Jadash, sumergido en su estudio de la Guemará con gran pasión y dulzura. Entraron y se pararon cerca de la gran biblioteca y esperaron. ¿Tal vez el Rab sentiría su presencia, su llegada? “_ Shimon, decile al rabino que estamos acá”, dijo Abreimi al oído de su compañero. “_ ¿Tal vez vos se lo digas?”, le susurró Ianki a Moshi, quien estaba parado a su lado. “_ ¿¡Yo!? Se asombró Moshi, “¿qué te pasa?” Fueron pasando los minutos y la rabanit entró al cuarto, sonriendo. “_Rabino, vino un grupo de bajurim dispuestos a escuchar un va”ad”, dijo la rabanit en voz alta. No levantó el rabino la cabeza, los jóvenes estudiantes entendieron de inmediato que el sabio no había escuchado una sola de las palabras que hasta allí se habían pronunciado. “_ Rab, tus estudiantes te esperan”, volvióa repetir mientras permanecía parada junto a la silla donde él estaba sentado. 36
  • 37. Pese a ello, él permaneció sentado en la misma posición, inmerso en las profundidades de la Torá. Como consecuencia de ello, los bajurim notaron la evidente dificultad que encontraba la rabanit en sacarlo de la profundidad de su estudio. “_ No hace falta molestarlo. Aprendimos mucho sobre lo que es entregarse en serio al estudio en estos pocos minutos”, le dijeron con mucha delicadeza. “_ ¡Está bien, a ustedes les corresponde escuchar un va”ad! ¡Al rab le molestaría mucho saber que ustedes vinieron aquí y se fueron sin poder escuchar una sola palabra suya!”, asintió la rabanit. La dama se acercó a la mesa y tomó la Guemará abierta con sus manos, alejándola de los ojos del rab Meir. Con ojos abiertos observaron los jóvenes la infructuosa intentona de la rabanit. El libro se alejaba de los ojos del Mashguiaj, mientras el seguía de todas formas, estudiando y leyendo las palabras con voz armoniosa. Solo cuando ella cerró del todo el libro, sacudió la cabeza el rab y se percató del grupo que estaba allí parado, esperándolo. “_ ¿Hace mucho que están esperando?, preguntó el rab. Los jóvenes sonrieron: “_ Aprendimos algo muy importante, rabino. El sentido de la palabra “amelut” (esforzarse, fatigarse) en la Torá por la que usted se forzó. ¡Dichoso y feliz de usted!” Rab Meir Jadash era un talmid muvhak (experto, es decir de los mejores que tuvo) del Alter de Slabodka, Rab Nosson Tzvi Finkel. A menudo, los dos discutirían la creencia profunda de Alter's en el gadlus ha'adam, la grandeza del hombre. "El hombre, " el Alter explicaría, "es la corona de la creación. Su alma está derivada del trono de Hashem de la gloria, y tiene potencial ilimitado. Cuando el hombre está enterado de su estatura alta, expectativas nuevas se abren antes de él, y su ambición para alcanzar grandeza en Torá se intensifica. Los estudiantes de Yeshiva no deben estar contentos con la mediocridad. Deben esforzarse para perfection." Rab Meir internó estas enseñanzas y, los años más adelante, intentó transportarlas a sus propios talmidim. Él tuvo éxito - no solo compartiéndolos en sus escrituras, discursos y shiurim, también trayéndolas a la vida con ejemplo personal. Dijo un rebbe en Yeshivá Ateres Israel, que Rab Meir era esencial para poder llevar a cabo su fundación: ocurrió una vez que, tres semanas antes de Rab Meir's la abriese, un grupo de estudiantes de escuela secundaria, estaban inseguros sobre si ir sobre una yeshiva guedolá o a la yeshivá hesder (que mezcla estudios de Torá con vida militar y estudios seculares) . Visitaron al Gaón de la Yeshiva. "Al llegar, " recuerda el rebbe, "ellos notaron que la puerta a un apartamento estaba abierta. Mirando a escondidas adentro, vieron a judío mayor absorbido profundamente en sus estudios, olvidadizo de la gente alrededor de él. Los estudiantes de preguntaron quién era el , y les respondieron que él era el mashguiaj de 91 años de edad de la yeshivá, que su mente no se podría alejar de sus estudios. Los estudiantes encontraron ésto duro de creer, y decidieron dar vueltas por el lugar para convencerse de lo que estaba viendo. 37
  • 38. "Durante dos horas lo observaron atentamente, el mashguiaj no levantó sus ojos de su sefer, " el rebbi concluyó.Y allí, los estudiantes de la secundaria decidieron alistarse en ieshivat gedolá(en la que estudian los jóvenes de edad de colegio secundario, pero en la que se dedica todo el día al estudio de Torá en exclusividad), en vez en de la yesshivat hesder" SU VIDA Rab Meir Jadash nació en 27 Shevat, 5658, en la ciudad lituana de Paritch. Su padre, Rab Ben Tzion, y su madre, Machla, eran gente muy piadosa cuya preocupación primaria eran sus niños, luchando siempre por darles una educación genuina de Torá. Puesto que Rab Ben Tzion a menudo tenía que estar ausente de hogar, la carga de atender el chinuch de los niños cayó en su esposa. Aunque la familia era pobre, ella empleó un melamed privado para enseñarles. La familia estaba a veces hambrienta, pero el melamed siempre era pagado. Cuando Rab Meir tenía 10 años, fue enviado por su madre a estudiar con Rab Pesach Pruskin en Shkolv, puesto que Paritch no tenía yeshivá propia. U n año y medio más adelante, Rab Meir volvió a casa a Paritch y comenzó a estudiar con su primo mayor, Leibele Lebowitz, estudiante de Ieshivat Slabodka . Leibele, sin embargo, pronto volvió a la yeshiva y Rab Meir quedó sin un chavrusa. En su siguiente visita a casa, Leibele llevó al joven Meir con él a Slabodka, esperando colocarlo en la yeshivá. Sin embargo, el mashguiaj de Slabodka's, Rab Hirsch Heller, rechazó aceptarlo debido a su edad. El joven Meir, afortunadamente no se dejó decaer por esta situación. Decidió permanecer en Slabodka y probarles a los responsables de la yeshiva que él era digno de ser un estudiante hecho y derecho. Pero puesto que no había sido aceptado en la yeshiva, Rab Meir no tenía ningún lugar a dormir o a comer. Esto, sin embargo, no lo disuadió. Durmió en el vestíbulo de un hogar propiedad de un residente de Kovno, y subsistió con un pan que él había traído de su hogar, más un pedazo pequeño de los arenques que él compró con el dinero suelto su madre le había dado. Cuando él acabó el pan, se compró pan añejo con el resto de su dinero suelto. A pesar de estas dificultades, estudió con hasmode (dedicación, constancia) excepcional en la yeshivá. De hecho, apenas tres semanas después de que llegó a Slabodka, él manejó en profundidad hasta el daf 28 en Masechet Kiddushin. Los rumores sobre su mejora pronto llegaron a oídos del mashguiaj, el que decidió probar a quien luego sería Rab Meir, y pronto lo aceptó en la yeshivá a pesar de su edad joven. Una vez que Rab Meir fuera un estudiante hecho y derecho, la yeshiva le asignó uno de los presupuestos más altos para sus gastos personales. En su primer zeman en el yeshiva, Rab Meir pasó el " exigente test." En esta prueba, se elegía con un alfiler, pinchando una Guemará al azar y dijeron el estudiante que era probado qué palabra había perforado en una de las páginas. Entonces él tuvo que recordar las palabras que el alfiler había perforado en las páginas subsecuentes. Durante sus años en Slabodka, Rab Meir fue discípulo cercano y confidente de Alter, el mítico rab. Su relación duró por 17 años, hasta el Alter falleció en 1927. Se dice que Rab Meir no solamente absorbió las enseñanzas de Alter, sino que también se le asemejó en todos sus rasgos y maneras. VUELTA A PARITCH Después de dos años en Slabodka, Rab Meir volvió a Paritch para visitar a su madre. Durante ese período, su padre, Rab Ben Tzion, había ido a América en un esfuerzo de ganar un sustento. Incapaz de llevar la soledad y la separación de su familia, Rab Ben Tzion pidió que su familia lo acompañara allí. Pero Rab Meir y su hermano, Rab Dovid, estaban ambos en Slabodka en ese entonces, y su rosh yeshiva rechazó la idea. 38
  • 39. Después de un tiempo, sin embargo, Rab Ben Tzion abogó por otra vez con su familia para ir a América. Cuando él prometió permitir a sus hijos continuar sus estudios de Torá, el rosh yeshivá consintió tristemente (de lo que se entiende que toda la causa de no querer que fuesen, no era por –jas ve sholem- separarlos de la familia, sino que solo buscaba el bienestar de los jóvenes, como un propio padre). Apenas entonces, la Guerra Mundial explotó y la madre de Rab Meir murió trágicamente, acortando el plan familiar de trasladarse a América. Más adelante, Rab Ben Tzion dijo que él era feliz que sus hijos no hubiesen viajado a América, en donde su progreso en Torá habría sido impedido probablemente. Rab Ben Tzion mismo seguía siendo fuerte en la observancia de las mitzvot en América, y nunca desecró el Shabbos allí, a pesar de las muchas dificultades que aguantó. YESHIVA EN VUELO Durante la guerra, la Yeshivá Slabodka se mudó a Minsk. Rab Meir y Rab Dovid fueron parte de ese grupo. Pronto, muchos otras yeshivot europeas del este también huyeron a Minsk, entre ellos, Radin, Volozhin, Mir, Kelm y Kaminetz. En Minsk, atrajeron a muchos jóvenes al sionismo y a otras ideologías seculares. Rab Meir y un número de amigos intentaron idear una manera de contrariar esta tendencia. Pronto encontraron que lo único que podían hacer era consolidar su propio estudio de Torá. Para alcanzar esta meta, formaron un grupo de estudio diario que miembros tomaron javurot. Este grupo estudiaba 20 páginas de Gemara a la semana. Cuando los bolcheviques ganaron el control de Minsk, comenzaron a acosar los estudiantes de la yeshivá. Consecuentemente, el rosh yeshiva de Slabodka decidió mudar la yeshiva a Krementchug, una ciudad judía en la Ucrania. Cuando un tratado de la paz finalmente fue firmado entre los países que guerreaban, a la yeshivá le fue permitido cruzar la frontera y volver a Slabodka. Solamente dos estudiantes permanecían detrás - los hermanos Jadash. Su hermana, Gronia, había contraído tifus, y debía ser casada en algunas semanas, y no pudieron dejarla. Siguieron pese a las incomodidades en Krementchug hasta después de la boda de Gronia, y entonces volvieron a Slabodka, a tRabés de la frontera, ilegalmente. VUELTA A SLABODKA. Volvieron a Slabodka, especialmente puesto que no había más una amenaza sobre las cabezas de los estudiantes. Durante este tiempo, la yeshivá fue dirigida por el Alter, y sus mashgichim eran Rab Avraham Grodzinski y R” Hirsch Heller: Rab Aharon Kotler, Rab Moshé Finkel y RabReuven Grozovsky estaban entre sus estudiantes. Sin embargo, esta era de oro no duró un largo tiempo. El gobierno lituano pronto canceló las exenciones de reclutamiento para los estudiantes de la yeshivá. Algunos estudiantes desearon ir a Eretz Israel para evitar el enrolamiento, pero el Alter se opuso a enviarlos a Eretz Israel, puesto que no había yeshivot convenientes para ellos allí. Entonces se sugirió que el personal y los estudiantes de la yeshivá viajaran a Eretz Israel como grupo y abriesen una yeshivá nueva allí con el espíritu de Slabodka. La sugerencia fue aceptada, y Rab Avraham Grodzinski fue enviado a Eretz Israel, donde abrió la Yeshivá Knesset Israel Yeshiva en Hebrón. Más adelante, a petición de Alter, Rab Grodzinski volvió a Slabodka, y en 5685 (1924-25), el Alter, acompañado por Rab Meir y el grupo final de los estudiantes todavía que vivían en Europa, fueron precisados para la yeshiva ya establecida en Hebrón. Allí prosperó, y Rab Meir se convirtió en la mano derecha de Alter. En 5686 (1926), se casó con Tzivia Leah Hutner, la hija de Rab Naftali Menachem Hutner. Ella había venido 39
  • 40. a Eretz Israel solamente, y había vivido en el hogar de su tío, Rab Moshé Mordejai Epstein, el Rosh Yeshiva de Yeshivat Hebrón. Después del fallecimiento del Alter en 5687, Rab Meir permaneció en la yeshivá, supervisando el crecimiento espiritual del alumnado, junto con Rab Yehuda Leib Chasman. LA MASACRE ÁRABE Este período del tranquilidad, sin embargo, fue cortado brevemente por la masacre árabe de los judíos del el la mañana de Shabbos, 16 de Av de 5689 (1929). El jueves antes de la estaban la Rebbetzin Jadash y una amiga estaban camino al mercado cuando oyeron un susurro árabe, diciéndoles: “Ellas están comprando alimentos para shabbes, pero no saben que no estarán aquí para ese momento. Los árabes de Yerushalayim están en camino aquí y les van a poner fin a ustedes" La rebbetzin volvió rápidamente a casa y sugirió a su marido que pasen Shabbos en Yerushalayim. ¿Pero Rab Meir contestó: “Pero,si tan peligroso, cómo podemos nosotros dejar a los estudiantes solos? Tenemos que advertir a judíos de Hebrón de la situacion." Los dos le avisaron rápidamente al jefe de la comunidad judía de Hebrón, Dan Slonim, sobre lo que había oído la rebbetzin. Pero no lograron alarmarlo. Su respuesta fue que los árabes de Hebrón eran amistosos con los residentes iehudim y que no iban a permitir que los dañasen los árabes de Ierushalaim. Desafortunadamente, él se equivocó. Ese viernes, carros llenados de los árabes de Yerushalayim llegaron a Hebrón. Tuvieron éxito rápidamente en la incitación a la población local para masacrar a los judíos. Dan Slonim intentado desesperadamente para guardar de los patanes y para salvar a sus judíos del desastre, ordenándoles permanecer en sus hogares. Puesto que los árabes de Hebrón respetaban su casa, él anunció que quienquiera deseara podría hallar refugio allí . Entonces los estudiantes de la yeshivá dejaron la yeshivá, algunos yendo a la casa de Dan Slonim, y a otros a la de Rab Moshé Mordejai Epstein. A la mañana temprana de Shabbos, un número de amigos árabes de Dan Slonim's ofrecieron llevarlo a un lugar seguro. Pero él rechazó abandonar a los judíos que habían montado en su hogar, entre ellos Rab Meir y su esposa. Más adelante esa mañana, sin embargo, los árabes atacaron la casa Slonim, asesinando a casi todos sus inquilinos. Rab Meir y Tzivia, lograron seguir vivos y se lanzaron sobre los cuerpos de las víctimas. Al asumir que también estaban muertos, los árabes los dejaron. Cuando le preguntaron cómo pudomantener su control mental bajo tales circunstancias, Rab Meir dijo: “Recité el Viduy (confesión) y pedí cinco veces y creí que si Hashem querría que viviese, sobreviviría los alborotos, también." COMO MASHGUIAJ Después de la masacre, la yeshivá se mudó a Yerushalayim, se ubicó primero en la vecindad de Achva, y luego en Geula. Durante ese período, Rab Meir sirvió como mashguiaj de la yeshivá junto a Rab Yehuda Leib Chasman. El acercamiento de Rab Meir's a sus estudiantes era una consecuencia de su creencia compartida con su rebbi, el alter, en el gadlus ha'adam. En su capacidad como mashguiaj, él mantuvo que puesto que el hombre es la corona de la creación, la manera de animarle a alcance la perfección no está en el reproche, pero sí en elevándolo y animándole a que realice su potencial. Según el espíritu de Slabodka, él veía a cada estudiante como la encarnación de lo mejor del hombre, con respecto a sus puntos negativos como características simplemente externas que aún no se habían desarraigado. Consecuentemente, él encontró difícil de expeler a estudiantes recalcitrantes de la yeshivá, como dice el refrán: “Los hijos 40
  • 41. del Rey no deben ser expulsados”. Sin embargo, él también enseñó que para ser príncipe, uno debe cultivar rasgos nobles del carácter y vivir hasta ideales especiales. Un tal ideal era que una persona debe beneficiar siempre ésos alrededor de sí, particularmente siendo que debía darles en forma abundante. Asimismo, Rab Meir creyó que si los estudiantes del yeshiva eran príncipes, un yeshivá no se debe relacionar con como institución regular, sino como algo como sagrado,ya que las mismas paredes absorben esa santidad. Consecuentemente, él tuvo aversión los términos tales como “ntrar”a la yeshivá o ser "aceptado" en el yeshiva. Una yeshivá,él dijo, no es una masa de paredes y ventanas a tRabés de las cuales uno entra, sino un lugar con el cual uno debe fundirse y convertirse en parte de sus mismas piedras. Rab Meir también sostenía que los estudiantes de la yeshivá deben cultivar el rasgo de la uno mismo-maestría –enseñarse a sí mismo-, cada uno según su propio estilo personal. “El mashguiaj, enciende los hornos” él diría, “pero el horno debe continuar quemando por sí mismo. En línea con esta enseñanza, Rab Meir nunca designaba a un estudiante para despertar los otros para rezar por la mañana. Por supuesto, él creyó que era importante luchar el rasgo de la holgazanería, pero también sentía que los estudiantes del yeshiva deben sentirse obligados para despertar el tiempo. Una vez por semana, Rab Meir llevó a cabo un vaad, o la discusión mussar, en su hogar. A pesar de el hecho de que el vaad era un acontecimiento en curso, cada semana los estudiantes tuvieron que solicitar que esté sostenido. Si didn't, él wouldn't ocurren simplemente. No demandaba asistencia como una cuestión de cortesía, pero entendía que era importante para recibir mussar mucho más importante que hacerlo por medio de una grabación. SHMUESSIM BRILLANTES Otro toque de luz del papel de Rab Meir's como mashguiaj era su shmuessim. Uno de sus estudiantes, Rab Amitai Shulman, recordado qué ocurrió cada vez Rab Meir dio shmuess. Allí " no había ninguna necesidad de anunciar los shmuess, " él. los centenares de estudiantes de la Yeshivá en Yerushalayim sabían que el momento en el que el Mashguiaj se levantaba de su asiento permanente en la yeshivá, era porque sus shmuess comenzarían. Enseguida los estudiantes formarían un semicírculo alrededor del mashguiaj, cada uno compitiendo por una posición más cercana, para recibir mejor las palabras de mashguiaj, que fueron pronunciadas en un modo generalmente reservado y con intensa concentración . Pero, hasta que esas palabras fueron pronunciadas, un silencio pesado prevaleció en el pasillo del bet hamidrash de la yeshivá, que retumbaban generalmente con el sonido de la Torá. Los cientos de ojos seguían fijos a Rab Meir, después de cada gesto - que se asemejaban a los del Alter. Pero el mashguiaj seguiría inmóvil, encontrándolo difícil de ocultar su vacilación. Aunque había dado shmuessim por casi cincuenta años, él se sentía siempre que cada los shmuess eran su primer. "Después de algunos momentos de silencio, " Rab Shulman continuó, "él pronunciaría sus primeras palabras, absolutamente, tranquilamente, y en una voz paternal. En general, abriría sus shmuess con un versículo, y entonces trae midrashim sobre el mismo tema o presenta un Dvar Torá que, en la superficie, era difícil de entender. Entonces su voz crecería un pedacito más fuerte, aunque él todavía mantuvo su tono reservado. A medida que iba hablando, se acoplaban los midrashim y los versículos y cómo se relacionaron con las mishnaiot y los refranes de Jaza”l, llegando a estar claros. Todavía seguiría habiendo por tres cuartos de una hora a una hora. Finalizando los shmuess, él cabecearía su cabeza, y los estudiantes se dispersarían. Solamente Rab Meir 41
  • 42. permanecería en su lugar, estudiando otra halajá, preguntas que contestar, y mirar cariñosamente a sus estudiantes. Momentos más adelante, Maariv comenzaría. Al final del rezo, Rab Meir volvería a su asiento en el mizrach, revuelto por los grandes pasos grandes espirituales que sus estudiantes hacían. "Estos discursos, " Rab Shulman concluye, “ impulsarían a sus estudiantes a progresar y esforzarse constantemente alcanzar las alturas más grandes." MIDDOT EJEMPLARES La energía ilimitada invertida por Rab Meir en ayudar a sus estudiantes mejoraba notoriamente sus midot. A menudo les decía: " la persona tiene que preguntarse: ¿Cuándo voy a alcanzar el nivel de las middot de mis antepasados, Avraham, Yitzchak y Yaakov?'" Si los estudiantes desearon un ejemplo de uno quién había alcanzado este alto nivel, solo tenían que observar simplemente a Rab Meir. Una vez que, cierta persona lo acosó en público de una manera indecible. Años más adelante, el hijo de esa persona se alistó en Ateres Israel, donde Rab Meir era mashguiaj. Rab Meir dedicó la atención particular a ese muchacho para demostrar que no teníaa resentimiento alguno contra el padre. El grado en el cual se cuidaba de evitar ofender a otros que tenía Rab Meir asustó a veces incluso a su familia. Una vez que, mientras que lo hospitalizaron a causa de una enfermedad seria, su sitio se llenó de los visitantes. Un doctor entró en el cuarto a tomarle un análisis de sangre. Rab Meir pidió precipitadamente que sus huéspedes salieran del cuarto hasta que la prueba terminara. Las huéspedes fueron sorprendidas en esta petición no característica, pero rápidamente salieron. Más adelante, él explicó su comportamiento a un miembro de la familia: ”El doctor tiene dificultades en situar mis venas. No hubiese querido que los visitantes lo vieran, porque podría desconcertarlo. Por eso los invité a dejarnos." ABRA LA CASA Además de la función como el mashguiaj de Hebrón, Rab Meir fundó Yeshivá Ateres Israel, junto con su yerno Rab Boruch Mordejai Ezrachi, y Yeshiva Or Eljanán, junto con su hijo Rab Moshé Mordejai. sirvió como mashguiaj en both.of.these yeshivot. También fundó el famoso kollel famoso de Yeshivat Hebrón, Yeshivá Beis Midrash le Torá. Es imposible retratar las relaciones entre Rab Meir y sus millares de estudiantes sin describir su amor paternal para ellos. En todos los yeshivot en los cuales él sirvió como mashguiaj - Hebrón, Ateres Israel y Or Eljanán - su apartamento fue establecido en la planta baja, cerca de la puerta principal de la yeshivá, de modo que él estuviera cerca de sus estudiantes. Le dio la llave a su hogar privado a las muchos estudiantes, diciéndoles explícitamente que, el “Ud puede venir interior siempre que usted quiera" Veinticuatro horas al día, una pava enorme de agua hirvienda estaba preparada en la cocina. Al lado de ella había una lata de café, galletas y bolsitas de té. A través del día, los estudiantes entrarían en su apartamento privado y se confortarían con las bebidas calientes, mientras que los que permanecían encima a estudiar hasta que después de que la medianoche, hacían una parada en su hogar para una bebida antes de ir a dormir. En Erev Shabbos, Rebbetzin Tzivia Jadash prepararía un pote enorme de cholent, y las docenas de porciones de gefilte fisch para los muchos estudiantes que invariablemente venían a visitar. ENERGÍAS DE LA CONCENTRACIÓN Las energías de concentración de Rab Meir eran inmensas. Los estudiantes podrían entrar en su casa, estar parados al lado de su mesa, e incluso haciendo ruido, pero él nunca miraba para arriba hasta que terminara el material que tenía que estudiar en aquella época. Incluso en Simchas Torá, 42
  • 43. cuando su hogar desbordaba en actividad, él se sentaba en su sitio, sin levantar sus ojos de su sefer hasta que acababa la porción que él había planeado estudiar. Su hijo, Rab Moshé Mordejai Jadash, relata el modo en el que esa increíble capacidad de concentración le sirvió a lo largo de los años: “En los años de Paritch, lo cogieron sin su tarjeta de identificación. Apenas pues los soldados estaban a punto de tirar, un comandante que vivía cerca miraba fuera de su ventana. Impresionado por el aspecto de santidad de Rab Meir, él les dijo que lo dejaran solo. Lo que él hizo frente a esos soldados, la resoluciónque tomó nunca se lo reveló a cualquier persona. Además, él dijo que si él se encontrara siempre en apuro, él se reflejaría en esa resolución (ver “Te prometo que...”). "Años más adelante, explicó que la imagen de los cadáveres masacrados en Hebrón le servirían para concentrarse en aquél momento, no haciendo caso del caos que lo rodeaba. SU DÍA FINAL El la tarde de jueves, 28 Tevet 5749, la hija de Rab Meir fuea visitarlo. ¡Ella le preguntó cómo se sentía y él contestó, "Boruch Hashem! ¡Vivo! (Jaim)" ¡Él entonces agregó, "Jaim! ¡- Ein Kleinkeit! Jaim!" ¡(vida! ¡Una cuestión trivial! Vida!") Todos nosotros sabemos que “vida” era la oportunidad de mitzvot y Torá adicionales; le explicó a su hija. Rab Meir fue llevado la noche de jueves del hospital. En 2:30 mañana perdió el sentido, y en 4:30, mientras que era rodeado por su familia, devolvió su alma pura a su fabricante. Su levaya se efectuó en de Yeshivá Or Eljanán y fue asistieron millares. Lo enterraron en Har Hazeisim, cerca del sepulcro del alter de Slabodka, en el sector de los roshei Yeshivá de Hebrón. 43