El documento discute cómo el entorno competitivo cambiante, incluidos factores como la liberalización, cambios estructurales, fusiones y adquisiciones, expectativas cambiantes de clientes y discontinuidades tecnológicas, ha dado lugar a un nuevo paradigma estratégico. Argumenta que la estrategia ya no puede centrarse únicamente en posicionar una empresa dentro de su sector, y que unidades más pequeñas ahora compiten globalmente. También sugiere que la protección de la propiedad intelectual, la competencia previa al mercado y entre empresas requieren