Tres de cada diez niños colombianos están en la pobreza
1. Tres de cada diez niños colombianos están en
la pobreza: Unicef
Muchos menores de edad no tienen cubierto acceso a
servicios que son claves para su desarrollo.
Por: VIDA / INFANCIA |
Foto: Archivo / ELTIEMPO
El 34 por ciento de la población infantil está afectada por múltiples dimensiones de la
pobreza.
Un informe de Unicef sobre pobreza infantil en Colombia reveló que, a 2011, 34 de cada
100 niños padecían pobreza multidimensional. Si bien es una cifra elevada y preocupa, su
reducción es notable: en el 2008 representaba el 43 por ciento de la población infantil.
El estudio parte de un enfoque diferencial, que se sale de la tradicional medición por el
nivel de ingreso de los hogares, y se centra en este concepto en el que convergen variables
que, en esencia, son derechos que todos los menores de edad deben tener: educación,
nutrición, salud, agua y saneamiento básico, vivienda, seguridad económica, seguridad,
tiempo libre y recreación, y acceso a la información.
La carencia de una o varias de estas variables se califica como pobreza. De acuerdo con el
informe, el grupo de edad con mayor nivel de pobreza multidimensional es el de los niños
de 3 a 5 años, con un 37 por ciento, seguido de los adolescentes, con un 35,2 por ciento; los
niños de 6 a 11 años, con 33,6 por ciento, y los niños de 0 a 2 años, con un 28,6 por ciento.
2. En ese orden, se identificó que la mitad de los niños de 0 a 2 años están en hacinamiento
crítico, el 60 por ciento no tiene acceso a zonas verdes y el 52 por ciento carece de sistemas
adecuados de eliminación de excretas.
En materia de carencias graves, por grupos de edad, Unicef encontró que el 80 por ciento
de los menores de 3 a 5 años no tiene acceso a educación inicial. En el rango de 6 a 11 años
reaparecen el hacinamiento (63 por ciento) y la falta de acceso a actividades de recreación
(60 por ciento), como las mayores privaciones.
En los adolescentes, el uso del tiempo libre (55 por ciento) y acceso a zonas verdes (56 por
ciento) muestran los peores resultados.
"La mirada multidimensional –explica Mario Gómez, director de la Fundación Restrepo
Barco- permite analizar un conjunto de variables que se valoraran integralmente para medir
no solo la pobreza por los aspectos de los que carece ese hogar, sino que permite entender
situaciones de violencia intrafamiliar y de estado nutricional, por ejemplo".
Gómez manifestó su preocupación por que el 34 por ciento de todos los niños estén
afectados por múltiples dimensiones de la pobreza, "es la tercera parte de la población
infantil del país; aun así, hay que decir que se ha avanzado", afirmó. Y añadió que es
urgente atender el tema nutricional, sobre todo entre poblaciones indígenas y afros, pues se
trata de una problemática que perpetúa la pobreza.
Así mismo, señaló que no se debe tomar como un juego la recreación y el uso del tiempo
libre. "Son falencias medidas en un 60 por ciento y eso, en zonas de conflicto como Chocó,
La Guajira y Nariño, preocupa".
Esta situación –dice Gómez- hace que grupos delictivos y guerrilleros se aprovechen de la
vulnerabilidad, porque los municipios no ofrecen mucho en términos de recreación. Esto
redunda en que familias pobres se vinculen al trabajo infantil remunerado que ofrecen los
grupos al margen de la ley.
Preocupan las brechas
La medición evidenció también una enorme brecha entre regiones del país que tienen
cicatrices del conflicto y zonas urbanas. Cita departamentos como Chocó, La Guajira,
Córdoba, Nariño y San Andrés, que han tenido constante presencia de actores armados
ilegales, donde los niveles de pobreza multidimensional superan el 50 por ciento. Entre
tanto, Bogotá, la de menores registros, arroja una tasa inferior al 20 por ciento. (Véase
gráfico)
3. "Tenemos que esperar que la paz nos ayude a lograr niveles de convivencia para que las
comunidades avancen. Esto indica que hay una tendencia histórica sostenida de que Chocó
sigue siendo la cenicienta del país”, lamentó Gómez.
Para frenar la pobreza multidimensional, Unicef propone una estrategia de eliminación de
la pobreza infantil a través de tres paquetes de servicios, que responden a las dimensiones
críticas, y que tengan como complemento programas focalizados en barrios y veredas.
Gómez, por su parte, insiste en que los esfuerzos deben concentrarse en seguridad
alimentaria, para así elevar los niveles de micronutrientes y la capacidad de aprendizaje de
los niños; garantizar agua, porque sin ella no hay vida, y lograr que la educación sea de
cobertura y calidad.
VIDA / INFANCIA