2. “Ese petróleo mató muchos peces y animales que eran nuestro sustento.
Por eso deberían frenar desde ya los atentados a la ecología”. Ese
mensaje se lo envió a las Farc, desde Tumaco, una niña de 10 años.
Otra escribió: “A mí me preocupa que en Tumaco y otras veredas no
hay agua, porque los peces se están muriendo y nosotros vivimos de la
pesca”.
Los párrafos están en las 100 cartas que niños colombianos, todos ellos
afectados por el conflicto armado, enviaron por iniciativa de la Unidad
de Víctimas a las Farc, con la esperanza de que la razón llegue a los
corazones de los violentos.
En poemas, carteleras y cuentos quedaron consignadas las propuestas
de paz de los niños, que serán entregadas en la mesa de La Habana.
Dos pequeñas estudiantes de uno de los pueblos del Cauca les pidieron
así a los guerrilleros que frenen la barbarie: “En vez de balas, queremos
valores. En vez de bombas, bombones. Que se vengan los ataques, pero
de risa”.
En el colegio Cafam de Bogotá se dio este miércoles el encuentro
nacional de niños que han sido víctimas de la violencia, ya sea porque
fueron reclutados, desplazados, perdieron a uno de sus padres,
hermanos y tíos, o porque viven en zonas de conflicto.