Este documento contrasta las definiciones de "imposible" e "improbable", prefiriendo la segunda porque deja abierta la posibilidad de que algo suceda a pesar de no ser muy probable. Lo improbable duele menos que lo imposible y mantiene la esperanza. Varios sucesos improbables pero posibles han ocurrido, como que un afroamericano sea presidente de EE.UU. o que David derrotara a Goliat.