1. LAS TEORÍAS IMPLÍCITAS SOBRE EL APRENDIZAJE Y
LA ENSEÑANZA.
Este capitulo nos ayudara a entender algunos de sus
rasgos esenciales y a concebir el cambio de esas
representaciones sobre el aprendizaje y la enseñanza
como un proceso de cambio conceptual.
Las concepciones sobre el aprendizaje
como representaciones implícitas
Los procesos y las representaciones
implícitas suelen tener primacía o
prioridad funcional con respecto a los
procesos y representaciones explicitas,
suelen funcionar de manera mas eficaz
,rápida y con menor costo cognitivo
Cambiar las formas de enseñar requiere
cambiar no solo nuestras creencias
implícitas sino la relación entre esas
representaciones de carácter implícito y
los conocimientos explícitos que
mantenemos.
Nos dice que:
El origen de las representaciones implícitas
Se adquieren por procesos de aprendizaje
implícito que consiste en una adquisición de
conocimiento que tiene lugar con
independencia de los intentos consientes por
aprender y en ausencia de conocimiento
explicito sobre lo que se adquiere
Aprendizaje implícito
Se caracterizaría por ser:
Independiente de la
cultura y la
instrucción
Mas duraderos
en sus efectos.
Mas antiguo en
la filogénesis
Mas antiguo en
la ontogénesis
Independiente de la
edad y el desarrollo
cognitivo
Mas robusto que
el sistema
cognitivo
explicito.
Naturaleza y funcionamiento de
las representaciones implícitas.
Las representaciones implícitas son
ante todo un saber hacer.
Tienen una función pragmática
Nuestras representaciones explicitas
nos proporcionan respuestas(
acciones, predicciones etc.) a
preguntas que no nos hemos hecho.
El cambio de las representaciones
implícitas
Se adquieren por procesos de aprendizaje
implícito, teniendo en cuenta la naturaleza
asociativa de esos procesos y la naturaleza social
de las representaciones sobre el aprendizaje.
Las representaciones como teorías
implícitas.
Tienen una naturaleza teórica, es decir son
representaciones organizadas por ciertos
principios que les dan cohesión y
organización, y que por tanto su cambio
implica cambiar esos principios o supuestos
en los que se basan esas teorías implícitas.
Para que una representación
constituya en este sentido una
teoría debe de reunir cuatro
rasgos: abstracción, coherencia,
causalidad y compromiso
ontológico.