5. ÍNDICE
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Baja California. Una trinchera de lucha . . . . . . . . . . . 9
Capítulo 1.
Legislar obedeciendo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
La hora del Congreso del Estado . . . . . . . . . . . . . . . . 13
La reforma del poder en Baja California . . . . . . . . . . . . 16
Para que el gobierno mande obedeciendo . . . . . . . . . . . 22
Federación y Frontera Norte. Historia de un amor inconcluso 26
Por un nuevo pacto político en Baja California . . . . . . . . . 31
¡Obras sí, deudas no! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
Capítulo 2.
Política, una pasión interminable . . . . . . . . . . . . . . 47
Un maoísta fronterizo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
Jugar con ventaja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
De cuando la República traicionó a los indígenas . . . . . . . . 59
El PAN y la violencia en Baja California . . . . . . . . . . . . . 68
Migración y relaciones bilaterales entre México
y Estados Unidos de América . . . . . . . . . . . . . . . . 72
Baja California: ¿boyler de California, EUA? . . . . . . . . . . 83
Las mujeres en las maquiladoras de Tijuana . . . . . . . . . . 86
Invitación a la rebeldía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
Los niños jornaleros de San Quintín . . . . . . . . . . . . . . 98
Ombudsman del migrante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
6. Por la recuperación democrática de Tijuana . . . . . . . . . . 104
Nuestros sueños jamás serán derrotados . . . . . . . . . . . . 110
Una hojalata en el cielo de Chiapas . . . . . . . . . . . . . . 113
Capítulo 3.
La lucha al interior del PRI . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
Cambiamos o nos cambian . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
Colosio y el PRI frente a Chiapas . . . . . . . . . . . . . . . . 121
Fobaproa y PRI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
La “guerra sucia” y el PRI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
La noche del adiós al PRI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130
Renuncia al Partido Revolucionario Institucional . . . . . . . 134
Capítulo 4.
La política como instrumento para transformar . . . . . 141
El mensajero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
¿Por una Nueva Tijuana? ¡Ja! . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
¿Secuestro número140 en Tijuana? . . . . . . . . . . . . . . 148
El único cambio panista fue de casa . . . . . . . . . . . . . . 151
Todos somos migrantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
Adicciones y lavado en Estados Unidos . . . . . . . . . . . . 157
El PRI ante el desafuero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
¿Anotaron las placas del trailer? . . . . . . . . . . . . . . . . 164
Capítulo 5.
¿Qué quiero para Baja California? . . . . . . . . . . . . . . 167
¡...Segunda llamada! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
Carta a mis amigos y amigas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
Por la tercera vía en Baja California . . . . . . . . . . . . . . 181
Agenda legislativa para la Frontera Norte . . . . . . . . . . . 185
7. Introducción
E l presente libro está dedicado a todos los bajacalifornianos. Hom-
bres y mujeres que hacen de esta tierra su lugar para vivir. Tierra fronte-
riza que abre sus brazos a los jóvenes que construyen su fu turo, los que
llegan día con día y aquellos que han decidido des de hace muchos años
que Baja California sea su hogar.
Está dedi cado también a quienes trabajan en las maqui ladoras, en
las fábricas que fundaron el progreso industrial de Baja California, a los
empleados del comercio y del turismo, de los servicios, del campo, a los
trabajadores del mar. Hombres y mujeres que luchan por convertir a
Baja California en una tierra en donde todos tengan las oportunidades
de educación básica y superior que merecemos todos los mexicanos. En
donde la difusión de la cultura sea tarea de todos los días. En resumen,
este libro está dedicado a quienes se preocupan por el futuro de sus fami-
lias y sueñan con una Baja California fuerte y desarrollada.
Baja California. Una trinchera de lucha, es una recopilación de mis pen-
samientos, propuestas, artículos periodísticos e intervenciones públi-
cas, que he publicado a lo largo de los años, y que he trabajado pensando
en esta tierra que generosa me recibió.
Con este libro quiero patentar que mi cariño por Baja California no
es de ahora, ni obedece a circuns tancias coyunturales, ni a intereses in-
mediatos; su intención es demostrar que mi tarea como ciudadano,
como bajacaliforniano y como mexicano, obedece a una auténtica voca-
7
8. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
ción por luchar para construir un mejor lugar para vivir, y en esta lucha
constante están presentes todos los habitantes de Baja California.
Todos, trabajadores y empresarios, empleados, estudiantes, amas de
casa, campesinos, pescadores, jornaleros agrícolas, todos tenemos un
compromiso con nuestra comunidad, a ella nos debemos y a ella debe-
mos servir. Con este espíritu está escrito el presente libro. Mi única peti-
ción es que se lea como una carta abierta a todos los ciudadanos. Aquí
está expresada mi for ma de pensar y de actuar.
Sin duda, no todos los lectores estarán de acuer do con lo que aquí se
escribe, pero no creo haya alguien a quien le resulte indiferente, sobre
todo mis propuestas para una nueva Baja California. En todo caso, esta-
ré atento y dispuesto a debatir. Este libro está escrito respetando mis
principios, herencia de mis padres que han trabajado toda su vida y no
creo que mis hijos renieguen de mis errores, porque al fin y al cabo es por
amor a ellos que también presento esta recopilación de mis ideas más
importantes.
A los ciudadanos y ciudadanas de Baja California les presento este
trabajo.
JAIME MARTÍNEZ VELOZ
Tijuana, Baja California, abril 2006
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9. Baja California
Una trinchera de lucha
¿Por qué quiero ser senador?
Porque es toy convencido que tengo mucho que aportar por Baja
California y como la gran mayoría de los bajacalifornianos creo que hay
mucho por hacer, en todos los municipios y en todas las áreas del traba-
jo. Lo mismo en la indus tria que en el comercio, en el turismo que en los
servicios. Ofrecer mayor seguri dad a los ciudadanos y a quienes invier-
ten creando empleos. Para lograrlo es preciso promover la discusión y la
reflexión para encontrar las soluciones a los problemas más agudos.
Con tenacidad y convicción podremos lograr que Baja California sea
ejemplo nacional.
Nuestros vecinos forman parte de la región natural de las Califor-
nias, un trato respetuoso es base de la convivencia, sin que esto signifi-
que clau dicación ante problemas comunes, entre otros: el asunto de las
aguas internacionales, el cuidado del medio ambiente, la cooperación en
tareas de pesca marítima y conservación de las especies. Pero sobre todo
en el respeto a los derechos humanos. El asunto de la mi gración es un
problema que tiene muchas miradas, como múltiples son los fenómenos
que se generan entre las fronteras internacionales. La frontera Méxi-
co-Estados Unidos, como muchas fronteras en el mundo, presenta as-
pectos que merecen la acción coordinada de ambos países.
La frontera californiana tiene una agenda muy variada, problemáti-
ca que únicamente con voluntad de los gobiernos federales y estatales
puede ser atendida con eficacia, considerando por sobre todos los de-
más, los derechos humanos. La vecindad Tijuana-San Diego, Mexica-
li-Calexi co, forma parte de nuestra convivencia cotidiana, nuestros veci-
nos llegan a nuestras ciudades de paseo, de com pras, a vi sitas familiares
9
10. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
o de trabajo y nosotros acudimos todos los días a realizar las mismas ac-
tividades. Esta convivencia cotidiana nos hermana. Fortalecer los
vínculos amistosos y al mismo tiempo enfrentar juntos los problemas de
seguri dad y delincuencia, deberán ser nuestras tareas permanentes.
Con objeto de lograr una convivencia armónica es necesario adecuar
leyes, firmar convenios, tratados y acciones conjuntas entre los tres ni-
veles de gobierno. Legisladores, gobernantes y estudiosos de los proble-
mas comunes debemos actuar como un equipo acorde, nuestro objetivo
deberá ser la construcción de una región fronteriza en donde todos vi-
vamos mejor.
Para lograrlo, para inscribirme en estas tareas, quiero ser senador por
Baja California.
JAIME MARTÍNEZ VELOZ
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11. Capítulo I
Legislar obedeciendo
En las responsabilidades laborales que he asumido, siempre ha estado
presente mi integridad como ciudadano de Baja California. Como legis-
lador he cumplido con mis tareas.
Aquí recopilo algunas de las intervenciones e iniciativas que he pre-
sentado ante la máxima autoridad legislativa del país y también en el
Congreso del Estado.
Presento esta recopilación de ideas y propuestas con el único propó-
sito de que los ciudadanos de Baja California conozcan mis empeños
para fortalecer la vida pública de mi entidad, y con el objeto de que los
ciudadanos recuerden que mis afanes no son de ahora, sino que han esta-
do presentes desde hace más de diez años. También porque considero
que lo es crito en este apartado aún tiene vigencia.
11
12.
13. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
La hora del Congreso del Estado
Discurso en el Tercer Informe del gobernador constitucional
del Estado de Baja California, Héctor Terán Terán
Mexicali, Baja California, 1 de octubre de 1998
Baja California merece un mejor destino. Hoy, quienes integramos la
Decimosexta Legislatura, tenemos la responsabilidad de contribuir a
que en nuestro estado impere la estabilidad, la gobernabili dad y una con-
vivencia democrática entre todas las fuerzas políticas y sociales.
Para empezar a construir ese futuro, tenemos que reconocer la ne-
cesidad de iniciar de inmediato la recuperación de la credibi lidad perdi-
da en las instituciones y dotar a los actos del Estado del decoro, el respe-
to y la confianza que demanda la sociedad.
Baja California se ha distinguido por estar a la vanguardia en materia
política, gracias al empuje de su gente. Pero también, desafortu nada-
mente, registra rezagos que demandan una atención urgente de parte de
las instituciones, particularmente en materia social, económica, de segu-
ridad pública y de procuración e impartición de justi cia, entre otros
asuntos.
Aún con el ni vel de vida democrática que vive Baja California, no po-
demos asegurar que el ciudadano tiene, en lo cotidiano, garantizada una
respues ta eficaz y expedita, por parte de las instituciones, a sus preocu-
paciones y problemas más sentidos.
Es por todo ello, que los di putados del grupo parlamentario del Par-
tido Revolucionario Institu cional asumi mos el compromiso de impulsar
una profunda transformación de las instituciones públicas de Baja Cali-
fornia, para ade cuarlas a las nuevas necesidades de una sociedad que exi-
ge desarrollo con equidad, seguridad pública, estabilidad y gobernabili -
dad democrática.
13
14. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
Esta reforma tiene que ver igual mente con un replanteamiento de la
relación que debe exis tir entre la y las instituciones; es decir es urgente
un nuevo pacto social entre el Estado y la ciu dadanía.
Sabemos que requerimos de la mayor creatividad y convocatoria
para que, conjuntamente con los otros Poderes, su memos a este reto a
las organizaciones sociales, académicas, de profesionales, a los empresa-
rios, a los sindicatos y a todo aquel ciudadano interesado en aportar su
esfuerzo. Para nosotros, la Decimosexta Legislatura está destinada a
convertirse en el promotor de una transformación radical de la vida polí-
tica de Baja California.
Este tema central de la agenda legislativa no deviene del simple de-
seo de los diputados, sino que cons tituye el reclamo de una sociedad que
demanda un Poder Legislativo cercano a sus preocupaciones; un Poder
Legislativo que, por su plurali dad y representatividad, se convierta en el
garante de la gobernabilidad democrática en el estado, sin importar cuál
sea ahora o en el futuro su composición política.
Con el acuerdo alcanzado por los grupos parlamentarios, hemos
iniciado la definición del papel social y político que debe tener el Con-
greso en la vida pública del estado. Nuestra primera tarea es, ya que con
el ejemplo se predica, readecuar y modificar el marco legal que rige el tra-
bajo interno del Congreso, que tenga por objetivo continuar con la de-
mocratización plena y el logro de la autonomía del Poder Legislativo.
Ya no más el Poder Legislativo como una oficialía de partes del Eje-
cutivo; ya no más un Poder Legislativo como una institución subordina-
da. De nuestra parte podemos asegurar que el Congreso del Estado no
será un obstáculo para el Ejecutivo estatal, pero aprenderá a ser un Poder
autónomo, propositivo y respetuoso.
Sabrá decir no en defensa de los ciudadanos, y también sabrá apoyar
aquellas iniciativas provenientes del Ejecutivo que tengan como propó-
sito el beneficio de la sociedad. Los ciu dadanos no votaron por los dis-
tintos partidos políticos en las pasadas elecciones para propiciar luchas
estériles y desgas tantes. Llegamos al Legislativo estatal por mandato de
14
15. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
la sociedad para propiciar las leyes y definir los procedimientos que per-
mitan mejorar la vida de los bajacalifornianos.
El Congreso debe convertirse en interlocutor válido de los ciudada-
nos y en defensor de sus causas. De esta forma, política y leyes deben ir
de la mano. Esta es nues tra propuesta y nuestro método no podrá ser
otro que atender las necesidades de la gente; hacer de sus causas nues tras
banderas.
Por otro lado, debemos reconocer que los esfuerzos de los tres ór-
denes de gobierno naufragan desde hace poco más de quince años entre
reducciones de presupuestos y recortes de programas.
En paralelo se ha tratado de convencernos que la pobreza y la desi-
gualdad desaparecerán como resultado mágico de la operación del mer-
cado. Cierto es que muchos factores, nacionales e internacionales, se
han conjuntado para explicar la situación que hoy padecemos, pero no
se requiere ser un experto para saber que algo se ha hecho mal en cuanto
a la instrumentación de políticas públicas adecuadas.
No solamente se fracturó la economía, sino también se procedió a
desmontar la política social en nombre de la efi ciencia, el fin del paterna-
lismo y la llegada del país al Primer Mundo. Como quiera que se explique
este proceso, es hora de empezar a revertirlo. ¿Hay algo más frustrante
para la vida social y económica de una nación que ver a familias sumidas
en la pobreza y sin expectativasquestion
La elaboración de una política social debe empezar por reconocer
que el camino seguido hasta ahora por los tres órdenes de gobierno es
claramente insuficiente. Es urgente iniciar la más grande de las luchas
que reclama la ciudadanía: la erradicación de un futuro sin esperanza.
Otro conjunto de preocupaciones que debemos abordar son las de la
seguridad pública sobre la base de la ineficiencia manifiesta de los planes y
programas instrumentados hasta ahora por los tres órdenes de gobierno.
Por ello proponemos conformar un gran frente común por la seguridad
pública en Baja California Es indis pensable sumar los esfuerzos de todos
los sectores sociales, los poderes republicanos y las dependencias de los
15
16. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
tres órdenes de gobierno para impulsar la realización de diversas medi-
das de amplio espectro. Estamos hoy, ante la cru zada estatal de mayor
envergadura que habrá de vivir Baja California en su historia reciente.
La profundidad de la refoma no es cuestión de cúpulas, ni de los parti-
dos, ni del gobierno, ni de los grupos económicamente poderosos. La pro-
fundidad de la reforma corresponde a las mujeres y hombres de Baja Cali-
fornia, sin distinción de credo o partido político o posición económica.
Esta Legislatura tiene la capacidad para diseñar un método de trabajo
donde, sin que nadie baje sus banderas, las diferentes fuerzas políticas
diri man sus contradicciones con reglas de juego justas y democráticas.
Romper rancios atavismos en la operación legislativa, permitirá al Con-
greso tomar la iniciativa política y marcar la pauta del desenvolvimiento
de la vida política estatal.
En Baja California ha llegado la hora del Congreso, de un Congreso
para la gente.
De un Congreso que escuche a los trabajadores, a los estudiantes, a
los maestros, a los empresarios, a las amas de casa, a los campesinos, a
los indígenas, a los jóvenes, y también a las personas de la ter cera edad.
Es la hora de un Congreso que sea capaz de interpretar esas voces
en leyes más justas y eficaces; de un Congreso que norme su acción, obe-
deciendo el mandato de los ciudadanos.
La reforma del poder en Baja California
Mexicali, Baja California, 15 de octubre de 1998.
Añejas insuficiencias y viejas fórmulas legislativas tienen muy poco para
contribuir a la estabilidad política del estado de Baja California.
Las críticas más severas a las formas habituales de representación y
convivencia política provienen de la realidad que ha desbordado la capa-
cidad de respuesta de las instituciones.
16
17. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
El Legislativo estatal está llamado a un cambio sustantivo; lo con-
vocan las exigencias de una sociedad dolida, cargada de incertidumbres
y necesitada de entusias mo.
La acción legislativa debe privilegiar las causas de la ciudadanía en la
obtención de consensos; lograr el convencimiento del otro por la auten-
ticidad de la convicción propia y construir colectivamente una persona-
lidad única con autoridad moral para que en el marco de la división de
poderes construya acuerdos junto al Ejecutivo que dinami cen los cam-
bios que reclama la ciudadanía.
El Congreso de Baja Ca lifornia no puede permanecer ajeno a la di -
námica política nacional, ni quedar rebasado por el curso de los aconte-
cimientos recientes, por lo que se requieren cambios de forma y fondo
para estar a la altura de las expectativas sociales.
El Poder Legislativo puede reunir las mejores condiciones para
conducir el proceso de reformas que reclama el estado, si logra recono-
cer la prioridad de los asuntos ciudadanos por encima de los legítimos,
pero parciales, intereses partidarios.
Un proceso de la relevancia de la reforma de las instituciones del es-
tado reclama que los acuerdos se construyan desde abajo junto a la socie-
dad. Corresponde al Congreso impulsar un diálogo estatal para los cam-
bios democráticos que demanda la ciudadanía.
Esta reforma es convocada por el Congreso, pero no sólo debe ser
discutida en el Congreso. El anfitrión será el Legislativo pero el escena-
rio de las discusiones y acuerdos será el estado. La intervención del Le-
gislati vo en el proceso de la reforma del estado, garantiza lo siguiente:
1. La estabilidad del diálogo
Al margen de sucesos importantes, pero coyunturales, es necesario
un clima de estabilidad para construir los formatos y acuerdos para tran-
sitar hacia la reforma de las instituciones.
2. La participación social amplia a lo largo y ancho del estado
Concebir una Reforma de Estado que afectará el destino de más de
dos millones de bajacalifornianos, sin garantizar la participación de las or-
17
18. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
ganizaciones sociales, civiles y políticas, es continuar con una habitual
inercia política en la que la sociedad sólo es receptora de ideas de cúpulas.
El proceso de reforma no debe ser visto como un experimento
aséptico de laboratorio, debe ser asumido como lo que es: un proceso
vivo que necesita filtrarse y ser apropiado por la población. Dicho pro-
ceso debe ser transparente para la sociedad; los órganos que la represen-
tan deben participar y garantizar un rumbo democrático, participativo e
incluyente.
3. La consolidación de la credibilidad en las instituciones
del estado
La participación ciudadana y la propia reforma de las instituciones
no son una garantía en sí mismas para encontrar una solución mágica a
los problemas del estado. Sin embargo, ambas representan la posibili dad
más firme de lograr un mejor ambiente para caminar por la senda de la
transición democrática.
La participación del Ejecutivo estatal en el diseño de la estrategia
inicial y la puesta en marcha de la misma, permitirán establecer mecanis-
mos de corresponsabilidad con el Legislativo, profundizar el proceso de
reforma y generar una dinámica fluida en cada una de las fases.
Los compromisos con la reforma del estado, sólo adquieren sentido
en la medida que de ellos se desprendan tareas y responsabilidades para
alcanzar los objetivos iniciales. Por esta razón, los dipu tados de la XVI
Legislatura hacen un llamado a los ciudadanos y fuerzas políticas para
que se asuman los siguientes retos:
a. Una lucha comprometida más allá de filiaciones partidarias por un
desarrollo económico que garantice la soberanía nacional y la justi-
cia social.
b. Revisión de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Baja
California, a fin de garantizar un verdadero principio de división y
equilibrio de poderes.
c. Revisión y modifi cación de la estructu ra jurídica de los poderes del
estado, con objeto de ponerlos a tono con las exigencias de una so-
18
19. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
ciedad que reclama instituciones democráticas, eficientes, moder-
nas y respetuosas del interés ciudadano.
d. Creación de un órgano de fiscali zación como institu ción profesio-
nal con autonomía técnica que se convierta en el rector de la au dito-
ría gubernamental, y cuyo objeto de trabajo será toda la actividad fi-
nanciera de los poderes, tanto de los ingresos, como de los gas tos,
manejo y aplicación de los recursos.
e. Creación del Tribunal de Cuenta Pública con carácter autónomo e in-
dependiente en sus resoluciones, a efecto de que en caso de contro-
versia por las resolu ciones dictadas por el órgano de fiscali zación,
éstas que den su jetas en todo momento al examen y revisión de este
Tribunal y por lo tanto, sujetas a control estricto de la legalidad que
establece todo orden jurídico y no sujetas a valoraciones de índole
partidis ta.
f. Llevar a cabo una gran reforma de la relación del nivel estatal con
los ayuntamientos para propiciar el fortalecimiento municipal
como instancia de gobierno. En este punto, debemos impulsar ini-
ciativas que articulen un marco legal que garantice la participación
de las organizaciones sociales en la determinación de las obras y ac-
ciones a realizar en los programas públicos. La participación ciuda-
dana es el mejor garante de un municipio fuerte, libre y autónomo.
g. La conformación de una política consistente en leyes y normas de
carácter social y económico que permitan brindar a las instituciones
la capacidad para atender a los sectores más vulnerables de la socie-
dad y potenciar las capacidades de nuestros niños, jóvenes, mujeres
y ciudadanos de la tercera edad para que se desenvuelvan en un me-
jor ambiente educativo, laboral y social. En el estado nos encontra-
mos con la paradoja de que la mejoría económica, cuando se da, no
se ha traducido en mejores niveles de vida para los ciu dadanos. En
gran parte esto se debe a la carencia de mecanismos compensato-
rios que garanticen mayor armonía entre el crecimiento de la econo-
mía y el desarrollo social.
19
20. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
h. La elaboración colectiva e impulso a un programa para la consolida-
ción democrática más allá de lo electoral. Para continuar con la de-
mocratización plena del estado debemos impulsar una reforma po-
lítico-electoral que garantice reglas que le den transparencia a los
procesos comiciales, trasladando al ámbito estatal los acuerdos que
en el plano nacional han suscrito tanto los partidos políticos como
el Congreso de la Unión y el Poder Ejecutivo Federal.
i. Enfrentar de cara a la ciudadanía el enorme reto que representa la
insegu ridad pública, reconociendo la ineficiencia de los planes y
programas instrumentados hasta ahora por los tres órdenes de go-
bierno para resolver este problema. Gran parte de la inseguridad
pública se debe a la acción del crimen organizado. Sin embargo, en
ningún modo es desdeñable el crecimiento de los delitos relaciona-
dos con la delincuencia común. Ante esto, no bastan las medidas de
corte policiaco, es indis pensable sumar los esfuerzos de todos los
sectores sociales, los poderes republicanos y las dependencias de
los tres órdenes de gobierno para impulsar diver sas medidas de am-
plio espectro. Las leyes deben propiciar la reestructu ración de los
cuerpos policíacos, el combate a la corrupción en los órganos de
procuración e impartición de justi cia y sobre todo promover accio-
nes de largo alcance y corte social para prevenir el que más y más jó-
venes, atraídos por la impunidad y el dinero fácil, se encaminen ha-
cia el delito. La sociedad debe crear alternativas y apoyar a sus jóve-
nes en sus inquietudes positivas. Al mismo tiempo, es necesario in-
corporar el potencial que la sociedad puede tener en las tareas rela-
cionadas con la seguridad pú blica y que sin embargo no ha sido
aprovechado.
En lo particular, la reforma del Congreso del Estado de Baja Cali-
fornia es un imperativo. El ciudadano percibe al Poder Legislativo como
una instancia lejana, con funciones poco claras y sumiso ante el mandato
del Ejecutivo.
20
21. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
Los legisladores carecen de una infraestructura material y humana
que les permita un mejor desempeño de su función. La Ley Orgánica del
Congreso está diseñada para una realidad social ya rebasada.
La composición actual del Congreso del Estado de Baja California
permite replantearse el papel que esta institución ha tenido en la vida pú -
blica del mismo.
Hay dos grandes caminos que se abren ante esta nueva Legislatura:
el primero, es el del enfrentamiento interpartidario y con el resto de las
instituciones del estado como el Ejecutivo. Es decir, pasar los próximos
tres años entrampados en un jaloneo que desaliente la voluntad popular
y despres tigie al Congreso.
El segundo camino pasa por la respuesta honesta y puntual a la pre-
gunta: ¿Para qué se llegó al Congresoquestion Evidentemente, los ciu-
dadanos no votaron por las distintas fórmulas políticas para propiciar la
lucha de fuerzas. Se llegó al Legislativo para propiciar las leyes y para de-
finir los procedimientos que permitan mejorar las vidas de los bajacali-
fornianos.
Todo el esfuerzo legislativo, todo el trabajo partidario y político
debe estar encaminado a este fin. Ningún razonamiento de facción o de
índole personal puede estar por encima de este propósito. Es hora de
avanzar en la definición del papel social y político que debe jugar el Con-
greso en la vida pública del estado.
Si en todo el país se le abren paso a las instituciones y a la división de
poderes, en nuestro estado no podemos continuar en el pasado, arreglo
basado en la subordinación y los prestigios de las personas.
A lo largo y ancho del país, los representantes populares de todos
los partidos buscan replantear su relación con los Ejecutivos, con la so-
ciedad e, inclusive, con sus propias formaciones partidarias.
Cada vez en mayor medida, la ciudadanía reclama de sus represen-
tantes populares respuestas más eficientes, rápidas y orientadas a la re-
solución integral de sus problemas. Se empiezan a discutir fórmulas para
propiciar la profesionali zación del trabajo de los legisladores.
21
22. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
Los dipu tados debemos estar preparados para llevar a cabo una
profunda transformación del Poder Legislativo y, conjuntamente con
los otros Poderes y la ciu dadanía, de las instituciones del Estado y de la
forma en que és tas se relacionan con la sociedad.
El objetivo de dicha transformación es convertir al Congreso en el
promotor de un cam bio radical de la vida política de la entidad. En una
palabra, impulsar una reforma democrática de las instituciones estatales.
En este sentido, el punto de partida es la celebración de un gran
acuerdo institucional para impulsar una profunda transformación de la
vida pública de la entidad. Este acuerdo debe definir los tiempos e ins-
tancias que se encargarán de dar orden a los trabajos necesarios.
Para que el gobierno mande obedeciendo
Discurso del diputado Jaime Martínez Veloz en el acto de toma de protesta
de la Mesa de Coordinación de la Reforma del Estado, atestiguada por el C.
Presidente de la República, Ernesto Zedillo Ponce de León, celebrada en
Mexicali, Baja California, el 18 de diciembre de 1998.
Los valores supremos de la reforma del poder pasan por consolidar la
democracia, buscan el desarrollo y la paz social, dan seguri dad pública
en un marco de respeto a los derechos humanos y garantizan los míni-
mos históricos a que tenemos derecho como mexicanos.
Entendemos que la democracia no es un punto de llegada. Tampo-
co es una receta que permite la solución mágica de los problemas. La de-
mocracia es un escenario que sirve para orientar los esfuerzos de los go-
biernos, incluso para recordarles que su obligación no es colocarse por
encima de los ciudadanos, sino mandar obedeciendo.
Toda acción de gobierno que no sirve a la sociedad es una tarea
vana, un ejercicio inútil de gabinete; toda acción de gobierno que no se
encamina a cumplir un compromiso con la ciudadanía carece de sentido.
22
23. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
Esta es la interpretación que los priístas hacemos del objetivo cen-
tral de la ta rea de reformar el poder en Baja California.
En esta construcción democrática toca a los diferentes órdenes de
gobierno, a los partidos políticos y a la sociedad caminar juntos, a pesar
de las divergencias de los métodos. En este sentido, con el fin de cons -
truir los necesarios acuerdos, estamos obligados a rescatar el lenguaje
por excelencia de la democracia, es decir, la tolerancia.
Tolerancia para escuchar opiniones y proyectos diferentes; toleran-
cia para soportar las críticas; tolerancia para no caer en la tentación de
suprimir las voces di sidentes que, en un acto de concien cia, se manifies-
tan dentro de los partidos incluyendo el nuestro.
Tolerancia con los señalamientos de aquellos que, perteneciendo a
otras organizaciones, ofrecen caminos alternativos que pueden ser viables.
En la construcción democrática, en la lu cha política cara a cara, no
hay traidores, sólo voces disidentes. La obligación primera de quienes
ostentan la fuerza del Estado es es cucharlas no denostarlas.
A nivel federal, la Reforma Democrática del Estado, aún inacabada,
debe cambiar la fisonomía del país. Entre sus objetivos centrales, debe
ofrecer una mejoría palpable a las familias; las buenas finanzas públicas
serán mejores cuando lleguen a los hogares de las familias mexicanas.
No se vale pedir paciencia a quienes han esperado durante décadas,
mientras contemplan cómo unos cuantos gozan de inmensas fortunas y
beneficios sin medida.
Otro de sus objetivos principales debe ser renovar la relación Esta-
dos-Federación, para fortalecer a los gobiernos de las entidades y muni-
cipios, así como incorporar su participación en las decisiones de la polí-
tica económica.
Para los que vivimos en esta región, lo mismo que para muchos mi-
les de mexicanos más que cada año se asientan en la zona, la frontera re-
presenta una posibili dad de empleo, educación, vivienda y mejores nive-
les de vida, pero también es el enfrentamiento cotidiano con una reali-
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24. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
dad social compleja, inédita y preocupante, por los múltiples factores
que convergen en ella.
La importancia de la Frontera Norte está más allá de toda duda, des-
de hace décadas registra un notable crecimiento poblacional, lo que ha
ocasionado un desarrollo urbano desmedido y una enorme demanda de
servicios de toda índole.
Es fundamental también por su valor estratégico y comercial, así
como por su potencial productivo. Es tiem po de que se convierta en una
de las prioridades de la estrategia de crecimiento económico y, en espe-
cífico, de los instrumentos por excelencia de ésta, que conforman el pa-
quete económico que ahora se discute en el Congreso de la Unión.
Aquí, en el estado, esta transformación de las instituciones busca
dar respuestas puntuales a los problemas de la frontera.
La Reforma Democrática del Estado debe proponer caminos a los
jóvenes que, en especial en Baja California, se enfrentan a fenómenos
como el de la violencia creciente, el tráfico de drogas y las enfermedades
de transmisión sexual.
La Reforma Democrática del Estado debe brindar mejores condi-
ciones a las mu jeres que en su mayoría cumplen con una doble o a veces
triple jornada de trabajo ya que además del trabajo remunerado, se en-
cargan de los quehaceres del hogar, son madres y en mu chos casos jefas
de familia.
La Reforma Democrática debe hacer que las frases que escuchamos
de los ni ños con respecto a la esperanza en un mun do mejor, se vuelvan
realidad.
La Reforma Democrática del Estado debe regresar a la educación
su papel de puntal democrático y palanca del desarrollo, vehículo para la
afirmación de los valores pluriculturales de nuestro estado.
El desarrollo no se mide solamente por la cantidad de maqui ladoras
que hay en el es tado o por los montos de inversión extranjera que sea-
mos capaces de atraer. Si no le damos confianza a la ciu dadanía, de poco
sirve darle confianza a los inversionistas.
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25. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
En este proceso no buscamos el camino inútil del enfrentamiento
ni la lucha por puestos administrativos y las canonjías, pero tampoco
aceptaremos los cambios cosméticos y de fachada.
Nuestra propuesta de cambio tiene sus raíces en nues tras propias
convicciones que hemos adquirido de las enseñanzas de esa terca y sabia
maestra que es la realidad social y que por más que no queramos verla y
admitirla, exis te, esta ahí, y todos los días reclama cambios en su conduc-
ta a los fun cionarios, a los representantes populares y a todo aquel que
tenga un papel que desempeñar dentro del complejo entramado social
que la con forma.
La realidad es la fuente básica del conocimiento científico y de los cambios sociales.
Por ello nuestra propuesta de cambio tiene nombre y apellido, está dirigi-
da a la reforma del poder y a la transformación democrática del estado. Optamos,
como oposición, por los ca minos de la tolerancia y el acuer do transpa-
rente que permitan mejorar las vidas de los bajacalifornianos.
El esfuerzo de esta Mesa de Coordinación está encaminado a este
fin. Es hora de reconstruir el com promiso con la sociedad sobre la base
de la edifi cación de una oferta pública para los sectores mayoritarios de
la misma.
Sobre la base de este trabajo se construirán las condiciones adecua-
das que permitan que las instituciones sellemos con los ciudadanos el
compromiso de elaborar, corregir y defender leyes en su beneficio. De
esta forma, política y leyes irán de la mano.
Para Baja California, esta reforma no es prescindible, es una necesidad
histórica, de cuya satisfacción depende la estabilidad, la gobernabilidad y
la convivencia democrática del estado.
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26. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
Federación y Frontera Norte.
Historia de un amor inconcluso
Ponencia que presenta el diputado Jaime Martínez Veloz,
en el Primer Encuentro de Legislaturas de los Estados de la Frontera Norte.
Tijuana, Baja California, 30 de enero de 1999
La historia de las relaciones entre la Federación y los estados de la Frontera
Norte está más poblada de desencuentros que de intercambios positivos.
Es la his toria, como toda historia que se respete, de la pasión, de las
muchas promesas y del abandono.
Durante más de un siglo, la Frontera Norte fue un lugar lejano y ex-
traño por estar a la vera del país que nos arrancó una porción significati-
va de patria. Por nues tras costumbres y características, en no pocas oca-
siones, se nos ha visto como emisarios encubiertos de un modo de vida y
una cultura ajenos.
Hoy, el país nos empieza a ver como lo que en realidad somos: sínte-
sis y defensa de nuestra cultura en una frontera no pocas veces difícil y
hostil.
Nos hemos forjado un espíritu acostumbrado a estas duras condi-
ciones. La Frontera Norte es, actualmente, un lugar de encuentro para
los mexicanos venidos de toda la República Mexicana.
Difícilmente, hay otro sitio en todo nues tro país donde confluyan
todas las culturas del mismo como es en este largo bordo y río de miles
de kilómetros.
Tal vez por esta razón, hemos sabido retomar lo mejor de las tradicio-
nes republicanas y fundirlas con las mejores aspiraciones democráticas.
A partir de esta base, aspiramos a redefinir nuestras relaciones con
el Centro y concretar un federalismo moderno, honesto, incluyente y,
sobre todo, que acerque a la sociedad a la tarea de gobernar.
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27. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
Esta aspiración, que es finalmente el leitmotiv de este Pri mer
Encuentro, no es nueva, pero sigue siendo actual.
El Congreso Constituyente de 1824 asentó en sus tesis principales
lo que era una de las aspiraciones más caras de la joven nación mexicana:
lograr una república federada, compuesta de estados soberanos unidos
en un mismo sueño.
El siglo XIX se encargaría de demostrar cuán di fícil y costoso era al-
canzar ese alto objetivo. Luchas intestinas y la pérdida de más de la mitad
de nuestro territorio fueron algunas de las más graves consecuencias.
Como respuesta a la disgregación, regionalismo y separatismo, el
Porfiriato acentuó el centralismo que nos ha acompañado en buena parte
de nuestra historia. Para contrarrestarlo, una de las aspiraciones del Cons-
tituyente de 1917 fue el fortalecimiento de los estados y municipios.
En el inicio de la vida independiente del país, el federalismo fue un
acto fundacional; hoy, es una acción urgente que se entrelaza con las de-
más tareas democráticas de la nación.
En el establecimiento de relaciones equitati vas entre los estados y la
Federación está la precondición básica para construir un país fuerte y
democrático en lo político, en lo económico y en lo social. Para noso-
tros, en la Frontera Norte, esto representa la posibilidad de cimentar só-
lidamente y fortalecido un puente hacia el Norte.
La renovación de nuestro federalismo es impostergable para:
• Fortalecer al nacionalismo y la soberanía;
• Consolidar la democracia plena y el trato equitativo entre esta-
dos y de éstos con la Federación;
• Promover un desarrollo regional más equilibrado, basado en
criterios de sustentabilidad y justi cia social; y
• Propiciar el fortalecimiento de la unidad histórica y una visión
común para el fu turo sobre la base de las diferencias cul turales
y políticas.
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28. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
Es decir, la unidad en la diversidad y libertad para que se exprese la
plurali dad y se fortalezca el conjunto. Estamos convocados a la renova-
ción. Esto no significa inventarlo todo de nuevo o desechar todas las
fórmulas del pasado.
Nuestro objetivo para los próximos años pasa por articular una
agenda común de los estados fronterizos del Norte de la República para
continuar por la senda de un federalismo garante de la soberanía y de la
unidad de propósitos.
Con esto no se pretende impulsar una au tonomía del Centro ni con-
traponer a los diferentes órdenes de gobierno, sino establecer una ade-
cuada coordinación entre los mismos en beneficio de la población.
Bajo es tos prin ci pios y con el pro pó si to de lo grar una re dis tri bu -
ción de com pe ten cias, ta reas y res pon sa bi li da des en tre el Po der Eje cu -
ti vo Fe de ral y los go bier nos lo ca les y con ello acer car la toma de de ci -
sio nes a las co mu ni da des, de ben im pul sar se dos ti pos de ac cio nes en lo
in me dia to.
En primer lugar, cabe hacer una evaluación de lo que sig nifica el fe-
deralismo para nuestro proyecto de nación en los próximos años y lo lo-
grado en estos últimos tiempos.
En segundo lu gar, es conveniente hacer una reflexión y una discu-
sión colectiva de las medidas más eficaces, no sólo de corte administrati-
vo, que habrán de impulsarse para fortalecer nuestras condiciones de in-
tercambio con el Centro.
Entre estas medidas cabría destacar algunos temas de interés funda-
mental para una más productiva discusión:
• Lograr una mayor injerencia ciudadana en la toma de decisio-
nes. Esto puede ser al canzado mediante la combinación de la
representación republicana con formas más directas de partici-
pación de las comunidades.
• La experiencia de varios estados fronterizos demuestra que es
conveniente propiciar desde abajo esta participación a través
de la célula básica de gobierno: el municipio.
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29. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
• Garantizar que en paralelo al proceso de descentralización en
los estados, se lleve a cabo un procedimiento similar en el ám-
bito de los municipios.
• Profundizar el proceso de federalismo fiscal para aumentar
hasta un nivel deseable y posible mayores recursos para el ejer-
cicio soberano de los estados y los municipios.
• Promover los cambios legales que garanticen una participación
efectiva de los estados y los municipios en la elaboración de la
política económica.
• Continuar el proceso de descentralización del gasto social, no
sólo a través del aumento de los recursos en esta materia, sino
por medio de la participación activa de los estados y los munici-
pios en la planeación de los programas sociales.
No puede haber una política social consistente y duradera en las ac-
tuales condiciones del país, sin la acción y participación del factor regio-
nal, sin la modifi cación del marco institucional y jurídico en favor del fe-
deralismo y la descentralización.
En la zona fronteriza es importante la instrumentación de una polí-
tica social regional que considere nuestras particulares condiciones po-
blacionales y urbanas.
Los esfuerzos realizados en estos años no han sido menores, pero
han sido claramente insuficientes y sujetos a la discrecionalidad y los
vaivenes de la situación económica.
No podemos ni debemos estar sujetos a esta discrecionalidad, so-
bre todo porque es en la frontera donde con mayor rapidez se dejan sen-
tir los problemas de la economía.
Insis timos en la idea de que el gran salto que debemos dar en el futuro
inmediato es que las decisiones de política económica se formulen de
común acuerdo con los estados y municipios.
Para nosotros en la frontera, urgen políticas específicas en las que
participemos desde su concepción hasta su aplicación y evaluación. No
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30. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
queremos un trato de privilegio, sólo señalamos la necesidad de que se
reconozcan nuestras características propias.
Debemos redefinir las relaciones entre la Frontera Norte y la Federa-
ción para empezar a contrarrestar la dinámica centralista; lograr una mejor
coordinación y eficacia de las acciones y uso de los recursos; mejorar la ca-
lidad de los servicios y ampliar la participación de las comunidades; com-
partir responsabilidades y recursos para tomar las decisiones donde se ge-
neran los problemas; y contribuir a dar mayor orden y creciente armonía a
la vida nacional.
Es claro para todos nosotros que el centralismo excesivo es obsole-
to e inoperante.
Los avances, sin em bargo, han sido muy lentos. Es necesario ahora,
ante la fuerza de los hechos, vencer las fuerzas centralistas, que existen
en todos los partidos y corrientes, y caminar más rápido en la dirección
correcta.
En la frontera hemos sido pioneros en muchas cosas, seámoslo aho-
ra en el combate al centralismo autoritario y caduco, que sigue latente en
muchas facetas de la administración pública. Pero, atención con la histo-
ria del siglo XIX, no cambiemos centralismo por regionalis mo disgre-
gante; no debemos caer en caciquismos locales, sean del color que sean.
En todo caso, vamos a cambiar al centralismo por una democracia
auténtica y un federalismo equilibrado.
Es necesario dejar sentado que la discusión sobre federalismo y
Frontera Norte debe ser parte esencial de una serie de cambios ma-
yúscu los que hemos denominado Reforma del Estado.
Sólo ubicado en este contexto, el federalismo podrá ser un eficaz me-
dio de dar a los mexicanos un mejor gobierno y una más eficiente adminis-
tración de los recursos y no sólo una distribución de pesos y centavos.
Convoquemos, pues, a seguir empujando aquello que para los padres
fundadores de la República era camino y objetivo.
Reescribamos la historia de la Frontera Norte y la Federación para
que sea, hacia el futuro, una his toria de encuentros.
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31. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
Por un nuevo pacto político en Baja California
Discur so en la Reunión del Consejo Político Estatal del PRI,
celebrado en Mexicali, Baja California el 2 de marzo de 2000
Leí hace unos días con detenimiento una reflexión del escritor mexicano
Carlos Fuentes, con la cual coincido plenamente y deseo compartir hoy
en esta Asamblea. La sa lud y el progreso de la nación, manifiesta nuestro
novelis ta y ensayista universal, dependen y deben basarse en la atención
preferente a las necesidades locales y la solución de los problemas bási-
cos de cada región.
La frecuente perversión de esta lógica, es decir creer que las decisio-
nes federales o externas –por sí solas– lograrán que superemos la difí cil
realidad que hoy enfrenta Baja California, significa apostarle a la incerti-
dumbre y al desequili brio gubernativo que ya padecemos.
Llevamos ya una década apareciendo en las primeras planas de los
diarios pero sólo con notas rojas. Llevamos ya dos administraciones es-
tatales que prometieron el cambio y éste no ha llegado para el grueso de
la población. Por el contrario, en estos últimos meses los problemas más
urgentes se han agravado, están ahí latentes sin que exis ta una visión de
Estado para empezar a darles atención, y lo que es más grave han apare-
cido nuevos problemas, como resul tado de una actitud de intolerancia y
autoritaris mo por parte del Ejecutivo Estatal.
Los dipu tados de la actual Legislatura procedimos, de buena fe, a
tratar de escribir una historia diferente; una historia que reivindicara el
papel del Congreso del Estado al tiem po que creara una relación respe-
tuosa con el Poder Ejecutivo y el resto de las institu ciones y organizacio-
nes y, desde luego, al servicio de la ciudadanía. Políticamente, estamos
convencidos que el Poder Legislativo ofrece mejores condiciones para
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32. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
organizar y conducir el proceso de la reforma, por estar representadas en
él todas las fuerzas políticas que integran la representación estatal.
La Reforma del Estado no se ha mantenido al margen de la política. Ha
sido hasta ahora un proceso interactivo, generador y receptor de una su-
cesión de encuentros y desencuentros entre sus protagonistas y que ha
tenido una dinámica de diálogo, controversias, acuerdos y decisiones.
La dimensión de la reforma es de tal magnitud, que todos tenemos algo
que aportar. Lo que requerimos es voluntad y deci sión de par ti ci par en
la cons truc ción de un esta do que to dos que re mos y ne ce si ta mos. En
esta ta rea na die debe tra tar de adue ñar se de la re for ma o fin gir que en -
tra o está en este pro ce so por ge ne ro si dad.
La Reforma del Estado se vislumbra como la forma más viable para pro-
ceder al diseño y ejecución de un nuevo pacto político en Baja California. Un
acuerdo del más alto nivel del que la sociedad verdaderamente forme par-
te, y en el cual fijemos el rumbo y el futuro que asegure progreso, justicia
social, cumplimiento del estado de derecho y democracia para todos los
que habitamos esta Frontera Norte.
Este acuerdo político habrá de ser elaborado con el concurso pleno
de la propia sociedad. El Congreso, por la representación popular que le
es inherente y al ser el lugar de confluencia de las principales fuerzas po-
líticas de la entidad, puede ser el eje articulador, en una primera instan-
cia, de la realización de los trabajos.
Queremos una Reforma del Estado, pero una reforma de fondo, no de
forma ni formalista. Una reforma que defina antes de cualquier cosa, el
tipo de sociedad y gobierno que queremos darnos los bajacalifornianos.
Una reforma que lleve a un nuevo pacto que habrá de ser formulado con vi-
sión de presente, pero sobre todo de futuro. Por ello, deberá contener
aquellas medidas sobre las que es necesario trabajar en forma urgente,
como aquellas que deben ser instrumentadas a mediano plazo y las que
habrán de ser lo para el largo plazo.
Un nuevo pacto político, que se formule con el concurso de los partidos
políticos grandes y menores, el Gobierno del Estado, el Congreso, los
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33. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
municipios, el Tribunal Superior de Justicia, y que sea incluyente a todas
las instancias involu cradas en el desarrollo de la actividad política.
Creemos que debe replantarse la Reforma del Estado. Y debe hacerse
desde una perspectiva estratégica, que plantee una propuesta de horizon-
te para el corto, para el mediano y para el largo plazos. Queremos un
estado que sea ágil para responder a las demandas sociales y flexible para
el diseño de los métodos que permitan hacerlo de la mejor manera, un
estado que goce del reconocimiento de la sociedad porque cuenta con
una administración pública transparente, eficiente, con vocación de ser-
vicio a la ciu da da nía y orien tada ha cia la ren di ción de cuen tas como un
queha cer na tu ral e in de cli na ble y cuyos empleados sean cumplidos y
responsables.
Queremos una administración pública menos burocratizada, me-
nos ritualista y deshu manizada. Una administración en la que exista el
servicio profesional de carrera, que garantice el desarrollo profesional
del trabajador en activo y un retiro digno del pensionado y jubilado; y
que mejore permanentemente la capacidad gubernamental de dirección,
articulación, coordinación e instrumentación de programas y acciones.
Un estado que garantice la efectividad en el manejo de los recursos pú-
blicos, que ofrezca óptimos bienes y servicios, amplíe la cobertura de los
mismos y sobre todo que se aboque a resolver los pro blemas que más
preocupan a la sociedad. Que asuma su responsabilidad y aplique la ley
en defensa de los derechos de los trabajadores, de los indígenas y de los
grupos vulnerables.
Deseamos un estado que respete y valore al individuo y fomente los
valores más sentidos como el amor al trabajo, la disciplina, la responsa-
bilidad y la honestidad; que fomente el trabajo de las organizaciones so-
ciales, que impulse al sector productivo y que se preocupe por contar
con una amplia y adecuada infraestructura social.
Queremos un estado que cree condiciones favorables para el creci-
miento económico con equidad y motive el pleno empleo, con salarios
justos y remuneradores, que mantengan el poder adquisitivo de los tra-
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34. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
bajadores y en donde los sindicatos defiendan con efectividad sus legíti-
mos intereses y promuevan la contratación colectiva.
Buscamos un estado que propicie la más amplia participación posi-
ble de las comunidades y de las organizaciones en el diseño, operación,
control y evaluación de los programas a cargo de las instituciones públi-
cas. Un estado en el cual aplicándose plena y realmente el principio de la
subsidiaridad, exista la redis tribución de las competencias y la descen-
tralización de los recursos entre el Poder Ejecutivo, los gobiernos muni-
cipales y las organizaciones sociales, dejando a éstas la responsabilidad
operativa de las obras y acciones que puedan llevar a cabo.
No más exclusión ni iniquidad. El estado no debe ser más protagóni-
co ni estar sobre di men sio na do. Aspi ra mos a un esta do en don de la jus -
ti cia sea una pie dra an gu lar y ga ran tía de igual dad en tre quie nes acu den
a los tri bu na les y a las dis tin tas ins tancias que apli can la ley. Es de cir,
don de el ac ce so al sis te ma ju di cial sea más equi ta ti vo, don de la ad mi -
nis tra ción de la jus ti cia no dis cri mi ne a los más pobres y en don de fun -
cio ne a ple ni tud el es tado de de re cho y exis ta una recta administración
de la justicia.
Pretendemos un estado en donde la seguri dad pública sea algo real,
tangible, dis fru table y en el que el ciu da da no re cu pe re la ca lle como es -
pa cio de con vi ven cia ve ci nal y co mu ni taria. Un estado en el que se pro -
mue va la de fen sa del me dio am bien te y se apli que la ley a quie nes de -
pre dan la na tu ra le za, con tami nan el agua, el aire, la tie rra e in frin gen las
dis po si cio nes re la ti vas a la pre ser va ción del ambiente.
Un estado en el que la cultura no sea un artículo de lujo sino un medio
que permita que toda la colectividad encuentre gratificación para el goce
estético y el fortalecimiento del espíritu; y en el que los valores de la coo-
peración, la solidaridad y el trabajo voluntario sean parte del concepto
de cultura.
Un aspecto a ser considerado es que de poco sirve una Reforma del
Estado, si ésta no propicia una transformación de la mentalidad colectiva
y de la forma de pensar de quienes habrán de ins trumentar la propia Re-
forma.
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35. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
Aspiramos a contribuir a la edificación de un estado que coordine,
promueva y aliente los intereses y los valores de los distintos actores; y
en donde la libertad del individuo y de la sociedad se vean protegidos
por un gobierno que se circunscribe a sí mis mo para agrandar los espa-
cios de la acción ciudadana.
Vislumbramos un estado en el que el mu nicipio asuma y ejerza un
rol relevante y en donde prevalezcan los intereses locales por sobre los
de otro orden de gobierno y se aplique a plenitud el artículo 115 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, posibilitándose con
ello una mayor autonomía municipal.
Un estado que no busque concentrar el poder político y los recur-
sos, sino que por el contrario los distribuya y vuelque hacia la sociedad y
en el que se apoye financieramente a los pequeños y medianos empresa-
rios y se otorguen las facilidades exportadoras para los grandes produc-
tores; y en donde el progreso individual sea también el progreso de la
nación.
Quere mos un estado en el que la edu ca ción sea más in clu yen te y
me jor en to dos los ni ve les edu ca ti vos es co la ri za dos y que crez ca el nú -
me ro de quie nes ini cian y de quie nes cul mi nan sus es tu dios y en don de
los cen tros edu ca ti vos otor guen me jo res ser vi cios. Un esta do que
otor gue li bros de tex to gra tui to a todos los es tu dian tes de las es cue las
pú bli cas de la en ti dad y esté preo cu pa do por cada jo ven que deja de es -
tu diar por ra zo nes eco nó mi cas y por aquel que no cuen ta con una es -
cue la en la cual de sarrollar sus estudios.
Un estado que mantenga debidamente la infraestructura educativa y
que ésta cubra cabalmente las necesidades de la niñez y de la juventud,
incluyendo a la de menores ingresos familiares. Un estado dispuesto a
invertir en la gente y sus necesidades para detener y revertir la pobreza
extrema y sea por ello, ejemplo en el país de que ello es posible. Un esta-
do que dis tribuya con mayor equi dad los frutos del desarrollo y su mi-
sión esté identificada con la elevación de la calidad de vida de sus habi-
tantes y que ésta sea el mejor indicador de que llevamos buen camino.
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36. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
Cualquier país o comunidad retrocede, si la calidad de vida de la gente
disminuye.
Deseamos un estado preocupado por la salud pública, sobre todo de
quienes no cuentan con los recursos para atenderse en el sistema de me-
dicina privada. Un estado promotor de vivienda para personas de esca-
sos recursos que establezca un programa de lotes con servicios e institu -
ya programas de autoconstrucción y de mejoramiento de las viviendas.
Un estado que propicie el desarrollo de los productores del campo y de
la ciudad a través de distintos estímulos fiscales y apoyos directos. Que
propicie la colaboración entre el sector público y el sector privado sobre
la base de objetivos de largo aliento.
Se requiere un mejor estado. Un estado que tienda puentes hacia la
sociedad, no que construya túneles para negociar en la penumbra; que
encuentre su razón de ser en la sociedad y no en sí mis mo o al margen de
ella. Un estado abierto, tolerante y respetuoso del sentir y hacer de la so-
ciedad; y que no otorgue impunidad ni privilegios que rompen el princi-
pio de equidad y lesionan la moral ciudadana y demeritan la credibi lidad
en las instituciones.
En suma, vislumbramos un estado orientado hacia el ciudadano en el
que la persona, el ser hu mano y el desarrollo de su vida, libertad y poten-
cial, sea el motivo fundamental que guíe el trabajo de las instituciones
gubernamentales y el accionar de la propia sociedad.
Ese es el estado al que aspiramos. Ese es el estado que estamos dis-
puestos a impulsar junto con la sociedad, ya sea dentro de la Reforma o
fuera de ella, pero hombro con hombro con la ciu dadanía.
Un proceso de suyo necesario y esperanzador, como lo es la Reforma
del Estado, puede naufragar si no cuenta con una serie de elementos que
aseguren su viabilidad, garanticen su continuidad y contribuyan a su in-
corporación y apropiación tanto por parte de las institu ciones como de
la sociedad.
Consideramos que algunas de las causas que han frenado la Reforma
del Estado en Baja California, y que fueron motivo de nuestra salida de la
Mesa Central, son las siguientes:
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37. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
• Ausencia de la sociedad en los trabajos
• Bajo nivel de representación de los participantes en el proceso
• Falta de rum bo
• Poca producti vidad
• Mesas especializadas no instaladas
• Predomi nio del Ejecutivo
• Falta de un Secretariado Técnico colectivo
• Simu lación y descrédito
De esta forma, los medios de comunicación se alejan y la sociedad
pierde interés en los resul tados de la política misma. Sin sustento social,
la Reforma cae en el des crédito. ¿Acaso esto es lo que busca el Gobierno
del Estadoquestion
En su retiro de la Mesa Central de la Reforma del Estado, el grupo
parlamentario del PRI expresó su desacuerdo con la forma en que se han
desarrollado los trabajos. En esa ocasión afirmamos que “...no existen
condiciones que garanticen no sólo la marcha de la Reforma, sino el
cumplimiento de diversos acuerdos signados entre los tres poderes del
estado ...sentimos que ha bajado unilateral mente el nivel de interlocu-
ción para llevarla a cabo.”
Dimos a conocer públicamente que nuestra salida de la Mesa de la
Reforma del Estado, no implica el que renunciemos a nuestros compro-
misos de trabajo. No es la primera vez que cuestionamos la forma en que
se ha venido laborando. En el mes de abril del año pasado, expresamos
que el proceso llevado hasta ese entonces, adolecía de una grave falla de
concepción, al proponer que los sectores sociales se adaptaran a los
tiempos, temas y formalidades de las instituciones.
Señalamos, en ese entonces, que para que el procedimiento fuera
eficiente, había que “voltearlo de cabeza”, es decir, desatar las ataduras
burocráticas, y lograr que fueran las instituciones las que se adaptaran a
los tiempos de la sociedad. Para ello, propusimos un método que nos
permitiera acercarnos a la ciudadanía, difundir distritalmente la idea de
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38. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
realizar una “revolu ción pacífica” en la forma de operación de las insti-
tuciones, invitar a la sociedad a que se apropiara del proyecto de Refor-
ma, y aprovechar los trabajos realizados por la pasada Legislatura. Plan-
teamos también incorporar a las Comisiones del Congreso a los trabajos
de la Reforma.
No obstante, se continuó con el esquema planteado originalmente,
cuyos resul tados están a la vista.
Por ello, no nos guían protagonismos políticos. Nuestro retiro de
los trabajos tiene razones de peso, no surgi das espontáneamente en este
momento, sino de meses atrás. Razones trascendentes que nos orillaron
a tomar una decisión y a obrar en consecuencia. ¿Cómo seguir validando
con nuestra presencia una Reforma del Estado, concebida para ser demo-
crática, pensada para la sociedad, pero en donde ésta, que debiera ser la
principal protagonista no está presentequestion
Consideramos que la Reforma del Estado debe tener un rumbo claro,
una di rección que responda a las preguntas que son punto de partida:
¿Cuál es el tipo de estado que queremos los bajacalifornianosquestion y
¿quién o quienes deben definirloques tion A partir de la respuesta a esas
preguntas, podremos redimensionar la trascendencia de una Reforma
que actualmente está secuestrada. Segui mos apostándole al diálogo, no a
costa de ser un partido servil. Le apostamos al diálogo como el mejor
método para lograr consensos que revelen la plurali dad de opiniones, y
no sólo la vo luntad de un individuo o grupo. Este diálogo y sus resulta-
dos sólo pueden producirse en las coor denadas de la legalidad, la tole-
rancia, la inclusión y el res peto a los que piensan di ferente.
Compañeros:
Les pido ser portadores en sus colonias, en sus comunidades, en sus
lugares de trabajo de este mensaje. Los dipu tados estamos convencidos
de la necesidad de un nuevo pacto en Baja California que nos permita ga-
rantizar el progreso, el cumplimiento del estado de derecho, la justi cia
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39. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
social y la democracia para todos. Ese es nues tro objetivo y no la su pues-
ta campaña de despres tigio que, según el PAN, hemos montado.
Por eso hoy a Acción Nacional le decimos: Nuestra propuesta de
Reforma no es un ca pri cho, es el re sul tado de lo que mi les de ciu da da -
nos de man dan co ti dia na men te, de lo que nues tros mi li tan tes plan tean
a dia rio: ins ti tu cio nes mo der nas que res pon dan efi caz men te a las ne -
ce si da des de una sociedad temerosa y agraviada.
Hay que subrayar un hecho que a veces no parece tan evidente: como
partido hemos contribuido de manera decisiva a la continuidad en la
vida pública, a la gobernabilidad de la entidad. Ni siquiera en los enfren-
tamientos más ásperos con el gobierno panista apostamos a la debacle
institucional. No vemos en el empeoramiento de la situación del estado
una forma fácil de hacernos del poder. Con todos nuestros errores, so-
mos una oposición democrática que apuesta a la crítica, cierto, pero tam-
bién a la propuesta.
Hay una gran Reforma que nos necesita unidos, crí ticos y fuertes al-
rededor de un proyecto democrático que nos reencuentre con la socie-
dad para que ella deposite su confianza en nuestra capacidad para contri-
buir en la recuperación de Baja California como un estado donde impera
el estado de derecho, la justi cia social, la democracia y el progreso para
todos.
Sólo en la búsqueda de ese objetivo, segui remos aportando audacia,
desarrollo económico y democracia política al país, y podremos acceder,
todos y no sólo unos cuantos, a los beneficios de una globalidad interna-
cional que ya es inevitable.
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40. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
¡Obras sí, deudas no!
Posición del diputado Jaime Martínez Veloz frente a la pretensión
de la autoridad municipal de Tijuana, de endeudar
a la hacienda pública municipal. 1 de abril de 2002
Tijuana ha sido convertida en una enorme tómbola. La piñata tijuanense,
ha servido para enriquecer a unos cuantos ante el disimulo de las autori-
dades de todos los órdenes de gobierno. Mientras unos pocos disfrutan
de los negocios realizados al amparo del poder, miles de ciudadanos su-
fren las consecuencias de una forma de gobernar inepta, incapaz, omisa
en algunos casos y cómplice en otros.
El crecimiento de Tijuana está determinado por la lógica de los inte-
reses en juego. La planeación urbana es estéril y por ende de nulos resul-
tados. La política municipal carece de programas de crecimiento planifi-
cado y de vivienda popular que atiendan de fondo esta lacerante proble-
mática. La ciudad crece bajo los ritmos que le impone la cruda lógica del
mercado, la cual excluye en la toma de decisiones a los más, que son los
que tienen menos. El resultado es una ciudad caótica, con problemas
viales, fraccionamientos caros y mal construidos, una infraestructura de
educación y de salud deficitaria y de mala calidad, con un transporte pú-
blico pésimo e insegu ridad galopante, situaciones que agobian a toda la
sociedad sin excepción.
Mientras tanto, políticos-empresarios, o empresarios-políticos o
políticos “patiños” de los empresarios se reparten los negocios deriva-
dos del ejercicio de la función pública. Anteriormente fueron adminis-
traciones priístas las que permitieron la realización de acciones irregula-
res, donde destacados funcionarios públicos se apropiaron de bienes,
recursos y terrenos, que hoy todavía regentean. Algunos de ellos son los
que actúan ahora como esos “patiños” de los gobiernos panistas. Son
40
41. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
ellos los que han generado la crisis interna del PRI, producto de su apeti-
to insaciable por conseguir contratos y prebendas del gobierno. Son
ellos los que le obstaculizaron al PRI, constituirse en una alternativa de po-
der en Baja California.
El despres tigio que le produjeron al PRI fue de tal magnitud, que las
consecuencias todavía las sufre ese instituto político, aunque quienes
militan en él, en su inmensa mayoría, son ajenos a las tropelías de unos
cuantos abusivos. Este tema, por su complejidad, lo abordaré a profun-
didad en su tiempo, hoy sólo lo anoto como una más de las variables que
han afectado el desarrollo de Tijuana, pero no es el objeto del presente
posicionamiento. Pero lo que sí queda claro es que cualquier acción an-
terior, palidece ante las cometidas por los panistas en el poder.
Hoy los nuevos mandarines actúan como si su permanencia en el
poder fuera eterna. Su papel al frente del gobierno ha sido desastroso. La
entronización del narcotráfico en la entidad, no hubiera sido posible si
no existiera un andamiaje dentro del gobierno panista que le garantizara
las condiciones necesarias para su desarrollo.
Es lamentable decirlo, pero desgraciadamente es cierto; institucio-
nes públicas en Baja California de todos los órdenes de gobierno, por
omisión o complicidad, son las responsables directas de haber legitima-
do y legalizado las acciones del crimen organizado en el estado. La com-
pra de bienes del estado en un claro ejemplo que los exhibe. El problema
de Tijuana no es un asunto de imagen, sino de una crisis es tructural deri-
vada de una acción pública errática y en muchos casos cómplice de ac-
ciones ilícitas. Mientras no se atiendan las causas que generan esta crisis,
cualquier campaña de imagen, será como tirar los recursos públicos a la
basura.
Ninguna campaña de imagen pública podrá esconder los miles de
ejecutados, los cientos de secuestros, los 70 mil adictos a las drogas, los
cientos de picaderos y tienditas, las decenas de miles de autos robados, el
primer lugar en delitos del fuero federal y del fuero común, el caos urba-
no, el tráfico de indocumentados, el tráfico de armas, el deshonroso pri-
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42. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
mer nacional lugar en tuberculosis, uno de los primeros lugar en SIDA en
el país, etcétera.
La realidad dramática de Tijuana tiene que enfrentarse desde una
óptica don de el sig no dis tin ti vo sea el de la par ti ci pa ción ciu da da na,
con la ge ne ra ción de al ter na ti vas via bles, sus ten ta das en una só li da
convic ción de que la fun ción pú bli ca debe es tar ale ja da de cual quier in -
te rés per so nal y de cual quier sos pe cha acer ca de las ac cio nes gu ber na -
men ta les.
Hoy, la autoridad municipal panista quiere vendernos la peregrina
idea de que la única opción, para construir las obras que Tijuana reclama
para su desarrollo, se encuentra en endeudar a la hacienda pública muni-
cipal. Así, sin más explicaciones y sin información clara y precisa, trata
de formular un fal so di lema para los ti juanenses. Si no hay deu da, no hay
obra, dicen los panistas, y a través de una campaña mediática pretenden
ganar la aceptación social. Poco les importa la posibilidad de crear en un
futuro no muy lejano, una crisis en las finanzas municipales. Ensenada y
Tecate son la muestra de las penurias que tienen que pasar municipios
endeudados.
No es pretensión nues tra poner en duda la necesidad de la obra pú -
blica que reclama Tijuana, sino el procedimiento y los artilugios ramplo-
nes con que se pretende llevar a cabo di cho proyecto, a espaldas del co-
nocimiento claro de la ciudadanía.
Por principio de cuentas, no debemos olvidar que el pretexto políti-
co más socorrido por los panistas en Baja California fue, durante mu-
chos años, la obs taculización de sus programas por parte de una Presi-
dencia de la República priísta. Esa realidad ya es otra, hoy el Presidente
de la República, el gobernador y el presidente municipal son del mismo
partido, por lo tanto debiera existir una planeación de las acciones que
respondiera a una coordinación articulada de los proyectos de los tres
órdenes de gobierno. Ya no tienen más pretextos, además y si de algo
vale decirlo, las administraciones priístas en Baja California, defini tiva-
mente no les heredaron deuda alguna a los gobiernos panistas.
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43. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
La sospecha de las acciones del gobierno en materia de obra pú blica
tiene orígenes fundados; al pasado gobernador del estado se le recuerda
porque la mayor obra concluida en su mandato, fue su casa particular.
Otro ejemplo de la turbiedad gubernamental, es la urbanización de la
Tercera Etapa del Río, en donde la Federación entregó 440 hectáreas al
Gobierno del Estado, el cual las fraccionó y las vendió a través de proce-
dimientos cuestionables, por ilegales, y además sin autorización del
Congreso del Estado, para ser enajenados. Más aún, todavía no aclaran
por qué muchos de esos predios fueron utilizados como “lavaderos de
narcodólares”. ¿Cuál es el resultado de las ventas de la Tercera Etapa del
Ríoquestion ¿Por qué las ganancias en la venta de di chos terrenos no se
aplican en la construcción de las obras que Tijuana reclama?, o acaso,
¿los comisionistas se llevaron la mejor parte y no hay gananciasquestion
Esas y otras muchas son las preguntas que las autoridades panistas de-
ben responder a la ciudadanía, antes de plantear la posibili dad de
endeudarnos.
Por otro lado, argumentar que para realizar las obras que reclama
Tijuana sólo es posible hacerlo a través del endeudamiento, es un falso
dilema. Por poner un ejemplo, podemos señalar que para el año 2002, el
presidente Fox, presentó un proyecto de egresos, donde para Baja Cali-
fornia se destinaban en los ramos 33, 28 y 23 un total de 10,271 millones
de pesos, el cual después de su revisión en el Congreso de la Unión, se in-
crementó a 12,156 millones de pesos. Es decir casi 1,665 millones adi-
cionales. De és tos, 651 millones pertenecen a un fondo del Ramo 23 que
se denomina Programa de Apoyo para el Fortalecimiento de las Entidades Fede-
rativas [PAFEF], el cual du rante los últimos tres años ha tenido una asig-
nación de 1,626 mi llones de pesos, de los cuales aproximadamente la mi-
tad le corresponden a Tijuana; es decir, es el monto exacto que el ayunta-
miento dice requerir para las obras que pretende construir.
Dentro del Ramo 33 existen el Fondo de Aportaciones para la
Infraestructura Social y el Fondo de Aportaciones para el Fortaleci-
miento de los Municipios, a los cuales para el Estado de Baja California
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44. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
se les asignaron durante los úl timos tres años 1,820 millones de pesos,
de los cua les apro xi ma da men te 900 mi llo nes de pe sos de bie ron de ha -
ber se asig na do a Ti jua na. Pero de es tos re cur sos una par te im por tan te
ha sido uti li za da para el pago de gas to corrien te y no en gas to de in ver -
sión. Es de cir, pa gan suel dos exa ge ra dos y viá ti cos en lu gar de ha cer
obra pú bli ca.
Baja California, y en particular Tijuana, tienen grandes retos por de-
lante. Abordarlos requiere imaginación, creatividad, pero sobre todo
verdadera vocación de servicio, alejada de la ineptitud, la arrogancia, la
corrupción y la improvisación. Estoy convencido de que a Tijuana se la
han asignado importantes y significativas partidas, para enfrentar parte
de la problemática que la aqueja, pero el mu nicipio ha sido gobernado de
manera ineficiente y excluyente, lo que ha impedido concretar las solu-
ciones que reclama un entramado social cada vez más urgido de solucio-
nes a sus reclamos.
Tijuana produce, genera recursos, es centro y esperanza de miles de
compatriotas que llegan a esta tierra en busca de un mejor futuro. Quie-
nes tenemos bajo nuestra responsabilidad las tareas de representación
popular, tenemos la obligación de buscar alternativas a las preocupacio-
nes sociales, por lo que propongo a las instituciones de los tres órdenes
de gobierno, el siguiente mecanismo para la realización de las obras de
infraestructura que reclama Tijuana.
1. La creación de una Coordinación Munici pal de Planeación, integra-
da por el Cabildo Mu nicipal, el Gobierno del Estado, un represen-
tante del Gobierno Federal, los legisladores federales y locales de
Tijuana, los Colegios de Ingenieros Civiles y de Arquitectos, un re-
presentante de cada institución de educación superior pública y pri-
vada, las Cámaras comerciales e industriales, las organizaciones sin-
dicales y las organizaciones no gubernamentales.
2. Que el ayuntamiento dé a conocer los proyectos de las obras que
pretende construir, para que su viabili dad sea discutida por esta
coordinación interinstitu cional.
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45. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
3. La inversión pública de los tres órdenes de gobierno, deberá estar
aplicada en los proyectos y programas surgidos de una estrecha coor-
dinación y colaboración de los tres órdenes de gobierno. Basta de
ocurrencias o proyectos como el del edificio de Seguridad Pública.
4. Que en el presente año, de los recursos del PAFEF, la parte proporcio-
nal que le corresponde a Tijuana, (325 millones aproximadamente)
sea aplicada en las obras que reclama la ciudad.
5. Que los dipu tados locales de Tijuana (13 en total), impulsen un
acuerdo en el Congreso del Estado, para que el Impuesto sobre Nó-
minas generado en Tijuana, se aplique al Programa de Obras que re-
quiere el municipio.
6. Que los legisladores federales, establezcamos un nivel de coordina-
ción tal, que nos permita generar un programa intenso de gestión
ante las instancias federales, para que de los recursos aprobados por
el Congreso de la Unión a cada Secretaría Federal, se aplique una
parte proporcional al estado y en particular a Tijuana. (SCT,
SEDESOL , SEP, SRA , SSA, IMSS, ISSSTE ,etc.).
7. Que las ganancias de las ventas de los terrenos de la Tercera Etapa
del Río, se canalicen directamente al programa de obras municipa -
les. Acer ca de este punto solicitaré en la Tribuna de la Cámara de
Diputados, la realización de una audi toría por parte del órgano su-
perior de fiscali zación, dependiente del Congreso de la Unión, por-
que has ta ahora, las au toridades del estado han actuado con una ac-
titud indolente. Si Barrio anda en busca de “peces grandes”, puede
encontrarse con la sorpresa que Baja California, puede ser una
enorme pecera en donde hasta ballenas encuentre.
8. El establecimiento de una sola dependencia de construcción y
obras públicas en el Ayuntamiento de Tijuana, que integre a todas
las instancias municipales que se dedi can actualmente a la construc-
ción, multiplicando esfuerzos y gastando recursos en sueldos y gas-
to corriente, que pueden des tinarse a la inversión en obra pú blica.
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46. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
9. Que se municipalicen las dependencias del Gobierno del Estado
que realizan obra pública en Tijuana (PRODUTSA, Promotora Esta-
tal, INETT, SAHOPE, Fideicomiso de la Tercera Etapa, etc.), se in-
demnice al personal y los recursos que hoy se gastan en sueldos a
funcionarios y empleados, se inviertan directamente en la construc-
ción de la infraestructura que Tijuana demanda.
Las anteriores formulaciones las presentaré en forma directa, ante
cada una de las instancias mencionadas, además que utilizaré todas las
facultades republicanas al alcance de la representación popular que os-
tento, con el propósito de construir un mejor futuro para los habitantes
de Baja California.
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47. Capítulo 2
Política, una pasión interminable
Las pasiones guían nuestros actos
E n cada artículo de este apartado estuvieron presentes mis pasiones,
el país y su gente, Baja California, Tijuana, mis hijos.
Mis tareas e ideas como ciudadano mexicano las presento única-
mente para descu brirme ante los ciudadanos californianos como alguien
que se apasiona por lo que cree.
Tal vez aquí están algunos de los artículos que crearon polémica y
que a mu chos disgustaron en su tiempo, pero quiero presentarme ante
los lectores tal y como soy.
Estoy convencido que las mu jeres y los hombres que no tienen pa-
siones son fríos y huecos.
Actuar con de ter mi na ción y dar todo ante nues tras con vic cio nes
es el me jor ca mi no para lo grar las trans for ma cio nes que nues tro país
ne ce si ta.
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48.
49. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
Un maoísta fronterizo
Después del triunfo del PAN en Baja California en 1989, los ni veles de
coordinación interinstitu cional, entre los tres órdenes de gobierno eran
casi nulos. El PAN no atinaba a ser gobierno y el PRI no se asumía como
oposición.
Al ser Baja California un estado gobernado por un partido diferente
al del Presidente de la República, sin un antecedente similar hasta ese
momento, Carlos Salinas de Gortari nombró como responsable del Go-
bierno Federal, para atender los asuntos del es tado, al doctor Ernesto
Zedillo, como una forma de establecer niveles de coordinación entre
ambos órdenes de gobierno.
En ese contexto, don Carlos Montejo Favela, presidente municipal
de Tijuana, y el Presidente de la República, acordaron la realización de
un conjunto de obras comunitarias, a través del Programa Solidaridad.
Por parte del Ayuntamiento de Tijuana se nombró como coordina-
dor del mismo a Francisco Soto Angli, servidor público con una larga
trayectoria de luchador social, una sólida formación profesional y una
sensibi lidad poco vista entre los funcionarios de las administraciones
panistas.
Por parte del Gobierno Federal, después de peripecias y resisten-
cias personales, me nombraron a mí como responsable del programa.
En principio acepté coordinar los trabajos de Solidaridad por seis me-
ses, después no me quería ir.
Durante 1992, la coordinación entre ambas entidades se produjo en
los mejores términos. El edifi cio de la Presidencia Municipal, se convir-
tió prácticamente en una comuna. Los martes des de las 12 del mediodía
hasta que se agotara la agenda de los asuntos enlistados en el or den del
día, se realizaban las reuniones de trabajo, donde las principales prota-
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50. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
gonistas eran las propias comunidades. Ahí, se definían las prioridades,
se ejercía la planeación comunitaria en forma democrática, se compro-
baban los recursos apli cados y se discutía a plenitud cada detalle que a las
comunidades preocupaba.
Los colonos participaban en todo el recorrido social de las obras
realizadas. La experiencia fue formidable e irrepetible hasta ahora. La
estrategia de política social más exitosa de los últimos años en Baja Cali-
fornia, ha pretendido sustituirse con copias malas “manos a las bolsas” o
“chafatonas”, con magros e insignificantes resultados.
La honestidad comunitaria fue impecable. El único prietito en el
arroz fue un proyecto coordinado por Urania Isis, después funcionaria
panista y próspera transportista (ahora apoyadora del PRI de Hank) don-
de se desviaron descaradamente los recursos y no los comprobaron. Un
solo caso de corrupción en más de 400 proyectos habla de la ho nestidad
de los co lonos de Tijuana.
El ánimo social campeaba por todos los rincones de Tijuana, los re-
cursos federales llegaban al ayuntamiento, se entregaban directamente a
las comunidades, previa autorización del proyecto técnico y el aval del
Consejo Munici pal de Solidaridad.
Las brigadas comunitarias esperaban de madru gada las ollas de con-
creto para pavimentar sus calles, en la Libertad, Ciu dad Jardín, la Sán-
chez Taboada, la Lázaro Cárdenas, El Mirador, Los Floridos 1, 2, 3 y 4,
Nido de las Águilas, El Tecolote, la Genaro Vázquez, 3 de Octubre, Lo-
mas Taurinas, las Obreras 1, 2, y 3 y otras tantas colonias más.
Las señoras agarraban la pala y al rato mo vían el ja rro de los frijoles,
para el desayuno de las brigadas.
Las noches eran de bohemia, no faltaba quien le rascara a la guitarra, al-
guien ponía las “caguamas” y la velada se convertía en un rato inolvidable.
“El Charro”, local comunitario de la colonia Libertad, se convirtió
en el espacio oficial de asambleas, reu niones de trabajo y fiestas colecti-
vas. En varias ocasiones llevé a don Carlos Montejo para que “pecara”
junto a nosotros y se echara unas cervezas con toda la banda de promo-
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51. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
tores sociales, colonos, maestros albañiles y antiguos pachuchos, con-
vertidos en amigables lugareños, al amparo de la músi ca de banda, cum-
bias y bachatas del sonido del salón comunal.
Pero tanta dicha no podía ser eterna. El trabajo colectivo permitía
la superación comunitaria pero generaba envidia y recelo entre los que
se autonombran la clase política tijuanense.
Los viejos priístas, los que por décadas se enriquecieron y abusaron
del poder, desde sus caserones en Estados Unidos, o sus mansiones os-
tentosas en Tijuana, me acusaban de estar entregando al PAN los recur-
sos que según ellos pertenecían a los priístas. La ofensiva fue fuerte,
pero igual de torpe, como el fracaso de su ejercicio de gobierno, que cul-
minó con la entrega del poder al PAN.
Pero del otro lado, o sea del propio PAN, la reacción fue es candalo-
sa. Ruffo se sintió agraviado. Como nunca entendió nada de política so-
cial, ni le interesaba, lo úni co que le preocupaba era que na die le disputa-
ra su protagonismo, ahora en manos no de un caudillo, sino de un colec-
tivo social, que planeaba, discutía, trabajaba y vigilaba en forma organi-
zada. Es decir el poder popular.
Ruf fo y su par ti do le te nían to ma da la me di da al PRI , sa bían cómo
en fren tar lo, pero el nue vo fe nó me no so cial sur gi do a par tir del tra ba -
jo de So li da ri dad, le sig ni fi ca ba una va ria ble no con tem pla da en su es -
que ma de con fron ta ción po lí ti ca. Le ha bía apa re ci do un ga li ma tías
irre so lu ble.
La reacción fue la tradicional de todo gobernante que se siente desa-
fiado. Visceral, sin capacidad de argumentación ni alternativa en materia
de política social, se llamó agredido por la Federación y víctima de una
conjura nacional para deses tabilizar a su gobierno. Éramos un puñadito
de promotores los que trabajamos en Solidaridad, aunque hay que reco-
nocer que cada uno de los nuestros, por la convicción con la que trabaja-
ba, valía por 20 o 30 de los promotores del gobierno panista.
A quienes trabajábamos en Solidaridad nos acusaban con todo un
catálogo de calificativos de la lucha sucia para desacreditarnos. Un día
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52. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
Chuy Segura, priís ta de toda la vida, me enseñó asustado una revista na-
cional, donde lo acusaban de ser “maoísta” y me preguntó preocupado si
eso era bueno o malo. Le dije que no se asus tara y que en la puerta de su
oficina, pegara el artículo y a un lado pusiera un letrero que dijera: “Mur-
muren víboras”.
Incrédulo volvió a preguntar Chuy Segura, ¿maoísta es lo mismo
que comunista? Más o menos es lo mismo, le contesté.
Después se fue a su cubículo, y a su estilo regañó a “El Pato” y a todo
el que se le atravesara, por no haberlo detenido cuando en un mitin en la
Presidencia Municipal, a un funcionario le pidió prestado primero un
magnavoz, luego ante la negativa del empleado, le dijo alterado: ¡Lo que
es del pueblo al pueblo!, le arrebató el aparato, que nos permitió que me-
dio nos escuchara la gente, en una concentración de varios miles de colo-
nos reunidos en el patio central del ayuntamiento. El único problema
para Chuy, es que cuando dijo eso, lo escuchó una periodista de Proceso.
¿Ya ven?, ¡Por su culpa hasta de comunista me acusan, hijos de la
chingada!
“El Pato”, lo vio de reojo y le dijo, “no se apu re mi Chuy, el otro día,
los del PAN, vieron al negro Gabriel, y le gritaron ¡Pinche cubano!, y
mírelo cada día esta más ca chetón. Cuando menos el hambre se la ha qui-
tado”.
Después de esto Chuy Se gura se relajó y se fue a la Miramar y a la Lá-
zaro Cárdenas, a vi sitar a doña Oli via, a Esperanza, a Carmen Segura, a
Yolanda y a la señora Gurrola. Se subió a su “vocho” y junto con él se fue
“El Pato”, que lo seguía cabuleando. “Ándale, ándale, pinche Chuy, ya
no hagas corajes, porque se te va a derramar la bilis”.
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53. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
Jugar con ventaja
Un fantasma recorre nuestro país...
Perdón, hace algunos años pudiera haber iniciado algún artículo
con esta clásica introducción copiada del Manifiesto del Partido Comunista.
Hoy tendríamos que empezar con una introducción menos académica y
tal vez alejada de la nostalgia de los escritos libertarios de los años seten-
ta y los ochenta del si glo pasado en nues tro país.
Hoy mas bien tendríamos que decir, en el lenguaje zapatista: Un
chingo de fantasmas recorren nuestro país...
Los fantasmas de la desconfianza, de la incertidumbre, de la desigual-
dad, de la injusticia, de la corrupción, de las adicciones, del narcotráfico,
de la insegu ridad, de la pobreza, de la incompetencia política, de la simu -
lación, del agandalle, de la tranza. Son parte cotidiana de la vida pú blica
mexicana.
Los procesos electorales no son la excepción. La función pública ha
sido convertida en una enorme tómbola. La vieja clase política y su de-
magogia han sido sustituidas por gerentes de medio pelo, sin rubor para
hacer gala de su culto a la ignorancia.
Fox dice que es empresario no político. Por sus hechos demuestra
que no es ni lo uno ni lo otro. El respeto a su investidura lo sustituye por
la chabacanería y las actitudes chambonas y grotescas.
El escarnio público sobre la figura presidencial es un espectáculo la-
mentable. Hizo de la descali ficación del Poder Legislativo su cruzada y
su estrategia personal, que terminó por descalificar a ambos.
La política es hoy una práctica despres tigiada, el ciudadano no se ve
reflejado en sus instituciones. Legisladores, funcionarios y empresarios
no acaban de entender que el hartazgo social viene desbordando, desde
hace tiempo, la función pública.
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54. JAIME MARTÍNEZ VELOZ
Aunado a lo anterior, la derecha mexicana, escudada en una actitud
de hipocresía y falsa moral, no desperdicia oportunidad alguna para des-
calificar a lo político. Bravo Mena, por ejemplo, llama a “no ideologizar”
la privatización eléctrica. Para el diri gente panista hay que entregar el
país en estado de inconsciencia, o lo que es lo mis mo, para la derecha ser
lacayo del capital trasnacional es una acción socialmente aceptable, pero
tener ideología alguna es una acción denigrante. Parte de la idea, de que
Dios existe, es panista y como vota por ellos, sus imprudencias son per-
donadas y santificadas.
Cierto es que la vida política actual es diferente a la de décadas ante-
riores.
Hay dis tintas reglas del juego, pero una constante sigue presente. El
que tiene el poder, juega con ventaja. Subrepticia, disfrazada, abierta o
descarada puede ser la modalidad que asu ma la lógica del poder, pero al
final de cuentas, el que tiene los instrumentos para perpetuarse en él, lo
usa sin escrúpu los.
Los medios que hoy se uti lizan son más sofisticados que en el pasa-
do, se recurre a la tecnología de punta, el marketing, etc., pero la inequi-
dad sigue estando presente, tanto en la actividad electoral, como en la
función publica.
Ante el desplazamiento del PRI de la Presidencia de la República,
donde ésta se constituía en el factor de cohesión de ese partido, los go-
bernadores han asumido en los hechos un nuevo tipo de centralismo,
donde a través del uso y abu so del poder, im ponen criterios y directrices
para conservar a su partido en el poder.
Esta lógica del poder es la que domina los escenarios estatales, don-
de los medios de comunicación, en su mayoría, son expresión de grupos
del poder económico o político local, por tanto difunden líneas editoria-
les, columnas políticas, u omiten información, según convenga el caso,
para el logro de sus propósitos. Las ex cepciones son raras, exis ten, pero
no constituyen un contrapeso de los medios que utilizan, usan o abu san
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55. BAJA CALIFORNIA UNA TRINCHERA DE LUCHA
los grupos de poder estatales. Difunden supuestas encuestas, difaman
candidatos, ocultan información, o editorializan la misma, etc, etc.
En los planos estatales, mucho de los gobernadores se han converti-
do en señores de horca y cuchillo, quitan presidentes de partido, (igual
que Salinas, Zedillo y los anteriores presidentes) funcionarios electora-
les, magistrados. Los Congresos Estatales, están acotados por la media-
nía de las burocracias partidarias locales y por una relación de supedita-
ción a un Poder Ejecutivo con enorme capacidad de manejo discrecio-
nal de los recursos públicos.
Ningún partido se salva. Ejemplos pululan. Promueven, sin pudor y
sin escrúpu los, intensas y costosas campañas publicitarias antes y duran-
te los tiempos de las campañas electorales estatales a favor de su partido,
o de su candidato en las elecciones internas, con una lógica salvaje e im-
pune. Son promotores de campañas cortas, donde los candidatos de
oposición no tienen tiempo de posicionarse, mientras que sus campañas
publicitarias de autopromoción duran meses.
Hoy, Baja California es el estado con mayor índice de criminalidad en
México, gracias a una elecciones donde las mafias de traficantes de dro-
ga, de indocumentados, de armas, tratantes de blancas y polleros, finan-
ciaron y apoyaron al PAN en nuestro estado que sufre el acoso de la cul-
tura del consumo, del desgarramiento de su tejido social, con el índice de
adictos más grande del país, convertido tristemente hoy por la política
entreguis ta panista, en el cuarto de máqui nas del estado estadou nidense
de California. En nuestro estado el gobierno entrega activos, playas, y
permite la consolidación de una estrategia trasnacional para abastecer de
gas y energía al Sur de California, desde el territorio mexicano.
En el plano nacional, la incapacidad del PRI para asumir y conducir
oportunamente los cambios que debían definir al desarrollo económico,
político y social, fue lo que determinó el fin de su hegemonía, que tal vez
se inició en 1968, continuó con la defenestración de su Corriente Demo-
crática y llegó a 2000 con la pérdida de la Presidencia de la República.
Los inéditos desenlaces del pasado reciente ayudan a explicar las ra-
zones de la falta de rumbo nacional estratégico, de la incertidumbre, del
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