La Escuela Nueva de 1921 promovía un enfoque experimental y centrado en el niño para la educación. Algunas de sus características clave incluían fomentar el trabajo en equipo, la coeducación, actividades físicas y manuales, y enfatizar el aprendizaje a través del juego y la experiencia en lugar de premios y castigos. La escuela también se centraba en satisfacer las necesidades e intereses individuales de cada niño.