Esta presentación nace de la necesidad de la educación en casa centrada en los valores, las normas y la comunicación. La importancia de educar a los padres y las madres para educar a sus hijos e hijas de forma eficaz y sana.
2. La familia es considerada como el conjunto de personas
unidas por lazos de parentesco, como la unidad básica de
organización social.
La familia es el principal agente a
partir del cual el niño desarrollará
su personalidad, sus conductas,
aprendizajes y valores.
LA
FAMILIA
AMOR COMUNICACIÓN
NORMAS Y
LÍMITES EDUCACIÓN
3. EL AMOR = EL VÍNCULO EN SUS INICIOS
El cerebro fetal empieza a establecer conexiones de
forma importante a partir de las 24-28 semanas.
A partir de las 32-35 semanas empieza a mostrar
respuestas que pueden asociarse a funciones
cognitivas del ser humano. Ya tiene memoria a
corto plazo y capacidad de adaptación.
Un estudio realizado en Osaka, ciudad japonesa cercana a un aeropuerto: los fetos que se habían
gestado allí, después de nacer no se sobresaltaban al oír un avión, cosa que sí ocurría con los bebés
que llegaban a la ciudad posteriormente.
Cuando el niño nace su cerebro aun no está desarrollado completamente, siendo en estos primeros
momentos cuando el cerebro es más reactivo y sensible al exterior. Si el niño vive experiencias
positivas el cerebro se desarrollará sano y adquirirá sus capacidades. Si por el contrario, vive
experiencias negativas, puede afectar al desarrollo del cerebro del niño de manera irreversible. De
hecho, los niños que presentan mayores secuelas por maltrato son los menores de 5 años.
4. Diferentes estudios…
Un estudio sobre niños adoptados procedentes de instituciones donde habían sufrido
graves privaciones revela que el volumen de materia gris y materia blanca era
significativamente menor.
Otro estudio revela la reducción de la sustancia blanca en las áreas frontal, temporal, y
parietal en niños criados en un orfanato.
Otra investigación realizada a los niños adoptados institucionalizados desde temprana
edad reveló que la duración de la privación se asoció con: circunferencia craneal más
pequeña, disminución del cociente intelectual y aumento de los problemas de salud
mental
Estudios en ratas que se han criado separadas de sus madres, hermanos y ambiente
social, asemejando las condiciones de un orfanato, demuestran la alteración de
proteínas neuronales y destrucción neuronal, dando lugar a falta de atención e
hiperactividad, afectando a las neuronas involucradas en la atención, impulsividad,
actividad y comportamiento social.
5. ¿Por qué ocurre esto?
Mediante un estudio realizado en 2012 con
ratas, donde cogen a un grupo de ellas y las
aislaron del grupo social durante las primeras 3
semanas de vida.(PERIODO CRÍTICO)
Descubren que si en el periodo crítico, no se adquiere
la experiencia social adecuada, se produce la pérdida
de receptores de oligodendrocitos ErbB3, impidiendo la
maduración de los oligodendrocitos en la corteza
prefrontal (células gliales encargadas de la formación de
las vainas de mielina), dando lugar a fibras nerviosas
con cubiertas de mielina más finas, lo cual impide la
transmisión nerviosa adecuada, ocasionando
alteraciones en las funciones de dicha corteza:
alteraciones de la interacción social, cognitiva y del
comportamiento.
6. El afecto es la base del desarrollo de las personas. Todo lo que aprendemos lo recibimos a través de
las relaciones que establecemos y de la seguridad que éstas nos ofrecen. Estas relaciones garantizan
no sólo nuestra supervivencia física, sino la posibilidad de madurar a nivel psicológico, social y
cognitivo.
El tiempo compartido, la permanencia, es esencial
para construir la relación afectiva con los hijos. Con los
niños, sobre todo cuando son muy pequeños, todo lo
que no se dice o no se muestra no existe. Disponer de
unos vínculos afectivos fuertes y positivos con sus
padres permitirá a los niños sentirse seguros,
protegidos y estables.
Los niños y los adolescentes necesitan también saber
que el afecto de sus padres es incondicional, es decir,
que hagan lo que hagan les seguirán queriendo. Sólo
de esa manera podrá sentir seguridad en sí mismo y en
el mundo, e iniciar el camino hacia la autonomía.
7. LA COMUNICACIÓN
Es muy importante que los padres se puedan comunicar de forma abierta y eficaz con
sus hijos. Se trata de una comunicación transparente, que no se opone a transmitir
lo que las personas perciben y tampoco lo tergiversan ni lo distorsionan, siempre
adaptado al nivel de comprensión y expresión.
Las relaciones entre padres e hijos mejoran mucho
cuando existe una buena comunicación.
Los niños aprenden a comunicarse observando a sus
padres. Si los padres se comunican abierta y
eficazmente, sus hijos también lo harán. La habilidad
de comunicarse beneficiará a los niños toda su vida.
Los niños empiezan a formarse sus ideas y opiniones
de sí mismos en base a cómo sus padres se
comunican con ellos, sienten como son escuchados y
comprendidos, lo cual aumenta su autoestima.
Si la comunicación entre padres e hijos es ineficaz o negativa, puede hacer que los niños
piensen que no son importantes, que nadie les escucha ni les comprende. Considerando que
sus padres no son de gran ayuda ni son de confianza.
8. Las normas son necesarias para que una familia funcione bien, de forma armoniosa,
pues permiten a cada uno saber qué es lo que se espera de él.
Implica un “entrenamiento” y una guía para ayudar a los
niños a desarrollar sus propios juicios, su capacidad de
autocontrol, su sentido de eficacia y autonomía, así como
comportamientos sociales adecuados a la cultura en que
viven.
En la puesta de límites se respeta al niño, se tienen en
cuenta sus habilidades y se lo estimula para que
desarrolle cierta autodisciplina.
LAS NORMAS Y LÍMITES
9. El castigo físico, a diferencia de la puesta de límites, no está guiado por la intención de
apoyar al niño para que desarrolle sus propios controles internos y su capacidad para
tomar decisiones.
Mediante estas expresiones de agresividad sólo se imponen el poder y el dominio,
provocando la ruptura de los vínculos y generalmente, la humillación de quien recibe el
castigo físico.
PONER LÍMITES ES NECESARIO; EL CASTIGO FÍSICO, NO.
Se sigue utilizando el pegar “un cachete” porque los mismos padres han sido
golpeados cuando eran pequeños. Los niños se identifican con sus padres o figuras
parentales y, por lo tanto, no están en condiciones de percibir que lo que esos adultos
hacen es incorrecto.
La psicóloga Elizabeth Thompson Gershoff, comprobó que cuanto más se pega a un
niño, mayores son las posibilidades de que manifieste conductas agresivas y otras
conductas antisociales en la infancia, tales como mentiras compulsivas, engaños y
bullying. Los niños criados a golpes tienen menos capacidad de diferenciar lo que está
bien de lo que está mal y suelen portarse mal a espaldas de sus padres.
10. El castigo físico provoca confusión y daños emocionales, entre los cuales se cuentan
los mensajes que asocian amor con dolor y furia con resignación o sometimiento: “Te
pego porque te quiero”; “Este castigo es por tu propio bien”.
Los niños cruelmente maltratados se ven a sí mismos como víctimas: su percepción es
que se han comportado mal y merecen el castigo; muchos de ellos crecen expresando
gratitud hacia sus padres. Cuando estos niños llegan a adultos y se convierten en
padres, repiten el patrón de conducta del cual fueron objeto en su infancia.
11. REFORZAMIENTO POSITIVO
Si la conducta de un niño (comer solo, ayudar a su amigo,…) va seguida de un
reforzador positivo (algo gratificante para el niño como el elogio de sus padres), en
el futuro será más probable que el niño repita esa conducta y lo aprenderá mejor.
CASTIGO POSITIVO
Se da un estímulo desagradable cada vez que hacemos una conducta que se
pretende reducir o eliminar. Por ejemplo si un niño se muerde las uñas y se le ha
aplicado un producto amargo para evitar que se las muerda.
CASTIGO NEGATIVO
Significa a ausencia o retirada de un estímulo agradable cuando se realiza una
conducta inadecuada. Por ejemplo unos niños que están viendo una película, dejarán
de ver la película si comienzan a pelearse o hablar durante la película.
Las recompensas o los estímulos que se les ofrezcan debe ser inmediatos a la conducta
realizada para que puedan establecer una relación causal.
12. ESTILOS EDUCATIVOS
SOBREPROTECTOR
CARACTERÍSTICAS DE
LOS PADRES
CARACTERÍSTICAS DE
LOS NIÑOS
Establece pocas normas y
limites o no los aplica por
considerar que los hijos
aun no están preparados.
DEPENDIENTES
Concesión de todos los
deseos.
ESCASO AUTOCONTROL
Excesivos premios, no
castigos.
BAJA TOLERANCIA A LA
FRUSTRACCIÓN
Justifican o perdonan
todos los errores.
INSEGURIDAD, BAJA
AUTOESTIMA
Intentan evitar todos los
problemas.
RESPETO POR LAS
NORMAS
13. AUTORITARIO
CARACTERÍSTICAS DE
LOS PADRES
CARACTERÍSTICAS DE
LOS NIÑOS
Normas abundantes y
rígidas. Exigencias sin dar
razones.
REBELDÍA POR
IMPOTENCIA
Más castigos que
premios.
ACTITUD DE HUIDA O
ENGAÑO
Criticas a la persona.
RIGIDEZ
Poco control de los
impulsos. BAJA AUTOESTIMA
No diálogo ni
negociación.
AGRESIVIDAD Y/O
SUMISIÓN
14. PERMISIVO
CARACTERÍSTICAS
DE LOS PADRES
CARACTERÍSTICAS
DE LOS NIÑOS
No establece ni
aplica normas ni
límites. Delegan en
otros la educación
de sus hijos.
INSEGURIDAD,
INCONSTANCIA
Mucha flexibilidad
(en horarios,
rutinas,…).
FALTA DE
CONFIANZA EN
UNO MISMO
Evitación de
conflictos, “dejar
hacer”.
BAJA
RENDIMIENTO
ESCOLAR POR NO
ESFUERZO
Ni premios ni
castigos:
indiferencia.
BAJA TOLERANCIA
A LA FRUSTRACIÓN
No hay modelos de
referencia.
CAMBIOS
FRECUENTES DE
HUMOR
15. ASERTIVO CARACTERÍSTICAS
DE LOS PADRES
CARACTERÍSTICAS
DE LOS NIÑOS
Establece normas y
límites claros y
adecuados.
BUEN NIVEL DE
AUTOESTIMA
Uso razonable de
premios y castigos.
SENTIDO DE LA
RESPONSABILIDAD
Uso del refuerzo
verbal positivo. Uso
del diálogo y la
negociación.
APRENDIZAJE EN
LA TOMA DE
DECISIONES
Estímulo para el
fomento de la
autonomía e
independencia.
APRENDIZAJE EN
LA SOCIALIZACIÓN
Control externo
hacia el control
interno.
RESPETO POR LAS
NORMAS
16. FUNCIONES DE LOS PADRES
Cuidar y proteger el potencial madurativo
Brindar la seguridad y los recursos que el niño necesita para desarrollarse, el cuidado y
apoyo, como la alimentación y el vestido le permitirán gozar de salud, desarrollarse y
aprender habilidades básicas necesarias para su supervivencia.
Brindar la educación, los patrones de conducta y normas que le permitirán desarrollar su
inteligencia, autoestima y valores haciéndolo un ser competitivo y capaz de desenvolverse
en sociedad.
Estimular su proceso madurativo
Se debe ayudar al hijo a que madure saludablemente, a la vez que su vida emocional
discurre sin traumas ni sobresaltos, sin angustias ni tristezas, sino confiado y feliz en el
amor, la atención y la protección ofertada por sus padres.
17. Estimular su proceso evolutivo
La palabra estímulo hace referencia a una oferta, invitación o excitación de la cual se espera
provocar una respuesta.
La palabra evolución significa un cambio, progresión, avance hacia una nueva posición más
satisfactoria y beneficiosa que la anterior.
Sin embargo, un estímulo puede ser positivo o negativo, adecuado o inadecuado.
Si se estimula la lectura en el niño, comprándole cuentos, leyendo con él y además si el
niño observa que sus padres también disfrutan con la lectura, con toda certeza será un niño
que aprenderá rápidamente a leer en el colegio y que su dotación cultural se irá ampliando
al pasar el tiempo.
Si esto se hace a la inversa; es decir, no se compran cuentos, los padres no leen,…; los
padres suelen responder a la mala capacidad que tiene el niño para leer con castigos, le
hacen repetir que lean hasta el aburrimiento, lo ridiculizan o lo comparan con otros niños
más avanzados (más estimulados)….aparecen como resultados suspensos, dificultades para
el estudio y una cultura bastante mediocre.
El estímulo más importante para el niño es el ejemplo que ofrece su madre y su padre.
18. Facilitar la integración y la adaptación
Proporcionar un ambiente que le permitirá al niño formar aspectos de su
personalidad y desarrollarse a nivel socioemocional.
Sin embargo, para integrarse en el mundo exterior debe estar integrado en el mundo
interior, su familia.
El niño ha de saber que pertenece a una familia, que sus padres son seres presentes
que lo quieren y lo protegen, donde su opinión es considerada, donde tiene
obligaciones y responsabilidades, que ha de saber esperar y renunciar,…en suma,
sentirse un individuo deseado, querido, considerado y necesario para la familia. En el
mundo exterior se integra muy bien, confía en los demás, participa, comparte,…
La cara opuesta sería aquel niño excesivamente dependiente, marginado, insuficiente,
que más que una familia vive en un “régimen de hotel”, que se atribuye todos los
derechos, que no comparte, ni participa,…..; este niño en el exterior será un niño que
cause disgusto y repulsión más que alegrías y satisfacción por su presencia. Ante tal
situación los padres suelen culpabilizar al propio niño más que preguntarse qué tipo
de educación le están ofertando.
19. Reconocer su identidad
La identidad es el “sentido que proporciona al individuo la habilidad y conciencia de
experimentarse, sentirse a sí mismo como algo que tiene continuidad, igualdad; es
decir, que tiene sentido de propiedad”.
De su identidad se deriva su PERSONALIDAD:
“Particular forma de relacionarse consigo mismo (con su cuerpo, sus impulsos,…) y
con el entorno (objetos, personas, situaciones,…)”. A las manifestaciones visibles de la
personalidad se le conoce como CARÁCTER y al tono, la intensidad y calidad de su
actuación lo conocemos como TEMPERAMENTO.
El recién nacido no nace con identidad, por lo que aún no tiene personalidad. Eso sí,
llega con materiales (carga genética, constitución, sensibilidad,…) que han de ser
organizados, controlados, estimulados y encauzados por los padres y el entorno. Este
proceso se denomina IDENTIFICACIÓN, donde el individuo piensa, siente y actúa tal
cuál percibe e imagina que el otro piensa, siente y actúa. Este proceso es inconsciente.
20. Ofrecer libertad para su expresión creativa
Se debe proporcionar espacios y tiempos para su propia originalidad, curiosidad, sus
ensayos y tentativas, con el fin de que el niño vaya modulando, moldeando y
construyendo su propia personalidad.
Se observará las típicas expresiones de “le doy de comer porque sólo se mancha, le
visto para hacerlo más rápido, no lo dejo salir porque la calle es muy peligrosa, le
ayudo a hacer los deberes para que sea de los primeros de la clase, le pongo la T.V
para que no se aburra en casa,…..; se le debe ofrecer alternativas para que
experimente y se equivoque mil veces, en el convencimiento de que el único
aprendizaje posible, se basa en el error, del éxito no se aprende casi nada.
21. La negligencia
“Déficit o fracaso en el reconocimiento, atención, intención y actuación sobre las
necesidades evolutivas del hijo”.
La negligencia afecta seriamente al proceso madurativo, la evolución, la integración,
adaptación, identidad y creatividad del niño.
Existen varios tipos de negligencia que pueden llegar a observarse en nuestra práctica
diaria:
La ignorancia
“Inhabilidad, incapacidad o ineptitud para reconocer
en el hijo el malestar del tipo que fuere – físico o
emocional-, el stress o la conducta inapropiada”.
Esta madre o padre no es ni bueno ni malo,
simplemente no es apto para esta función. No
consigue saber ni averiguar la realidad interna del hijo
y sus necesidades, de tal manera que no las satisface.
El mundo interno del niño se encuentra
completamente desamparado y desprotegido.
22. La intolerancia
“La severidad de juicio sobre la intencionalidad y motivación de la conducta del niño,
dando lugar a expectativas superiores a la capacidad de éste”.
El intolerante no juzga ni lamenta la actuación
desafortunada del niño, sino que juzga la
intencionalidad del hecho como
particularmente maligna y destinada a hacerles
daño a sus padres. Su juicio es “te castigo, no
porque hayas derramado el vaso de agua, sino
porque yo sé que lo has hecho
intencionadamente para fastidiarme”.
El niño debido a su inmadurez y a su necesidad de experimentar cometerá
lógicamente mil errores y verse confrontado e informado una y otra vez de que todo
lo hace con intencionalidad maligna. Será un niño con terror a equivocarse, a no
cumplir, a no satisfacer, quedando atrapado en un mundo en el que existe la duda
perpetua y obsesionado por averiguar cuál es la intención de cada uno de sus actos.
23. El desinterés
“Resistencia a responder o actuar a favor de las necesidades (físicas, emocionales,
culturales,…) del niño”.
En estas situaciones se dan dos tipos de personalidades de padres: por un lado
aquellos que en su infancia no fueron atendidas sus necesidades y que ahora en su
adultez no saben responder a las necesidades de sus hijos; o por otro lado, aquellos
padres que en su infancia han respondido excesivamente a sus peticiones de tal
manera que en la adultez todos sus intereses están por encima de cualquier interés
del niño “primero yo y luego él”.
24. Indulgencia excesiva “Incapacidad para enseñar a esperar y tolerar la frustración”
Se debe enseñar al hijo, progresivamente, que existe un espacio, un tiempo entre la
demanda y la satisfacción, así como que su participación y colaboración acorta ese
tiempo de espera.
Hay padres que no toleran la protesta, la rabieta, no saben esperar para que el niño
aprenda y controle la frustración, satisfaciendo de inmediato la demanda e incluso se
anticipan a ella para evitar pasar un mal rato. Este hijo, siempre será un niño, siempre
necesitado, incapaz por sí mismo, dependiente de todos y culpabilizará a los demás de
sus fracasos.
Otros padres hacen crecer a sus hijos con el
lema “que no sufra lo que yo sufrí, todavía es
pequeño…”, satisfaciendo a través del niño
sus propias necesidades pasadas.
Otros que el tener un hijo, previamente
deseado, le rompe sus esquemas de vida. Se
sienten conscientes o inconscientemente
culpables de rechazarlo. Y un modo de aliviar
ese sentimiento es ofrecerle al niño todo lo
que pida sin poner límites.
25. Falta de cuidados
“Fracaso en la protección del niño ante excesivos estímulos, gratificaciones,
deprivaciones, o bien agresiones, seducciones y amenazas”.
El exceso de estímulos desorganiza a cualquiera, no teniendo tiempo para digerirlos.
El exceso de gratificaciones intercepta la autonomía, la autosuficiencia, la capacidad
de resolución,…; la deprivación interfiere con el desarrollo y la maduración. E
igualmente las agresiones, seducciones y amenazas, dañan las estructuras de la
personalidad en muchas ocasiones de un modo irreversible.
El abandono
“Negación y huida del vínculo”, dejando al hijo
totalmente desprotegido, sólo y a merced de las
circunstancias del entorno.
26. CONCLUSIONES
Existe una relación directa entre experiencia social en el niño a edades tempranas y
formación neuronal: la experiencia social estimula la mielinización.
Observar que no sólo el abandono y el maltrato son negligencia, sino que hay otras
que pueden enmascararse con facilidad. Los niños que sufren negligencia grave y
aislamiento social pueden presentar problemas cognitivos y de conducta de forma
permanente.
Teniendo en consideración la influencia que tiene la familia en el desarrollo integral
del niño, es fundamental propiciar un ambiente libre de tensión y violencia, donde
exista un equilibrio y se logre brindar las pautas y modelos adecuados que permitan
a los hijos actuar adecuadamente, desarrollar las habilidades personales y sociales
que perdurarán a lo largo de su vida y que serán reflejados más claramente en ellos
cuando formen sus propios hogares.