La casa romana estaba organizada en torno a la figura del pater familias, quien ejercía autoridad sobre todos los miembros de la familia que vivían en la domus. A diferencia de Grecia, en la sociedad romana no había una separación estricta de espacios para hombres y mujeres. La casa servía tanto para vivienda como para pequeños comercios a través de las tabernae en la planta baja. La parte central era el impluvium, un patio descubierto que recogía el agua de lluvia a través de un agujero en el