La investigación holística se basa en principios como la unidad del todo, la simultaneidad, la integralidad y el devenir. Requiere una actitud abierta y comprensiva para generar conocimiento a través de un proceso global, evolutivo e integrador que contribuya a producir cambios. El investigador asume su trabajo de manera compleja, integrando valores y emociones para comprender el objeto de estudio como una totalidad en constante cambio.