Contextualización y aproximación al objeto de estudio de investigación cualit...
Ultima proclama
1. Republica Bolivariana De Venezuela Ministerio Del Poder Popular Para La Educación Superior U.N.E.F.A “Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional” Cátedra : Filosofía, Ética Y Valores De La U.N.E.F.A Grupo Nro. 6 Sharon Pernia Lara Junior Larry Roldan Manuel Marín Luis Acuña Profesor: Aliendre Caracas Noviembre Del 2011
2. Bolívar llegó a Santa Marta el 6 de diciembre de 1830 tras una penosa travesía por el río Magdalena desde Bogotá y a pesar del buen clima y las atenciones recibidas, su salud empeoró a los pocos días, teniendo algunos momentos de lucidez que le permitieron dictar su testamento y su última proclama. Finalmente, el 17 de diciembre de 1830, a la una y tres minutos de la tarde fallece el Libertador a los 47 años de edad. Sus despojos mortales recibieron cristiana sepultura en el altar mayor de la suntuosa Catedral Basílica de Santa Marta, y en ese sagrado recinto moraron apaciblemente hasta diciembre de 1842, cuando fueron trasladados a su ciudad natal, cumpliéndose así el mandato de su testamento.
3. Debemos destacar que aun enfermo y moribundo prócer de nuestra independencia vio en la hacienda un lugar propicio no solo para pasar sus últimos días si no para para inspirarse en el documento llamado “La Ultima Proclama” Donde perdona a los colombianos por desconfiar de su desprendimiento y habla de la lucha para conseguir la independencia mostrando que su deseo era ver a Colombia consolidada y unida para si descansar en paz Pero todo esto nos lleva antes de plantear la ultima proclama algunas causas tanto sociales y políticas que a continuación analizaremos
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6. Colombianos: Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono. Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales. ¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.