Resumen de Pedagogía de la Autonomía de Paulo Freire

1. Materia: Filosofía
Docente: Ileana Farre
Análisis del primer capítulo de “PEDAGOGÍA DE LA AUTONOMÍA”
de Paulo Freire
Grupo Filosofía_ETP
Para logra educadoras o educadores críticos y reflexivos Pablo Freire hace hincapié en
que es necesario conocer los saberes demandados por la práctica educativa en sí
misma, cualquiera que sea la opción política del educador o educadora. La reflexión
crítica sobre la práctica se torna una exigencia de la relación Teoría/Práctica sin la cual
la teoría puede convertirse en palabrería y la práctica en activismo, estos análisis
deben ser contenidos obligatorios en la formación docente. Tener en cuenta que
enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades de su producción o
de su construcción. Entendiendo al conocimiento como parte del desarrollo, del
crecimiento, que acompaña a la vida misma, “…‍la importancia del papel del
educador, el mérito de la paz con que viva la certeza de que parte de su tarea
docente es no solo enseñar los contenidos, sino también enseñar a pensar
correctamente.” (Freire)
Freire insiste en cómo se necesitan el docente y el alumno mutuamente, ya que se
forman el uno al otro. Uno aprendiendo al enseñar y el otro enseñando al aprender,
por lo que quien se está formando debe asumirse como sujeto y no objeto formado.

2. Muestra rechazo de la enseñanza "bancaria". ‍ Término que Freire acuña para describir
al sistema alienante de educación, donde los jóvenes son vistos como productos
incompletos, donde el adulto impone su mirada, sus conocimientos, su visión del
mundo, en definitiva en ellos “deposita” su saber. En cambio propone una pedagogía
que se centre en la vida del sujeto, del joven, del hombre, aprender de las
experiencias, de las vivencias, de las historias personales.
‍Lo esperanzador que podemos recoger en los escritos y en las palabras de Freire es
que él entiende, que a pesar de la enseñanza Bancaria, el educando que está sometido
a ella no está predestinado a perecer. Gracias a la fuerza creadora del aprender, de la
que forman parte la comparación, la repetición, la comprobación, la duda rebelde, la
curiosidad no fácilmente satisfecha, lo que supera los efectos negativos del falso
enseñar.
Según él no debemos olvidar el valor de enseñar a pensar acertado desde nuestra
propia práctica docente, desde la ética como sujetos socio-históricos y como sujetos
que aprenden a enseñar a partir de su propia práctica, acompañando el aprender a
aprender, la construcción del conocimiento dentro de la ética y siempre teniendo en
cuenta que una de las tareas principales de la enseñanza es agregar rigurosidad
metodológica a la curiosidad, ya que es esta la búsqueda del esclarecimiento, el motor
de la creatividad y aquella la que da a los hallazgos mayor exactitud.
La idea de “pensar correctamente” o “pensar acertado” en Freire nos evoca a los
conceptos de ética. El mismo plantea que pensar acertado es resultado de nuestra
construcción como seres históricos, volviéndonos capaces de comparar, de valorar, de
intervenir, de escoger, de decidir, de romper. El pensar acertado debe ser
radicalmente coherente, “niega, por falsa, la fórmula que farisaica, del “haga lo que
mando y no lo que hago”. El pensar acertado es la argumentación al discordar con
alguien sin alimentar una rabia desmedida. El pensar acertado rechaza cualquier forma
de discriminación.
El profesor que piensa acertadamente deja vislumbrar a los educandos que una de las
bellezas de nuestra manera de estar en el mundo y con él, es la capacidad de
intervenir en el mundo, conocerlo. También respetar el contexto social de los alumnos,
les permite reflexionar sobre el mismo y obtener posibilidades de superación. Enseñar
exige respeto a los saberes de los educandos, impone al profesor o, en términos más
amplios, a la escuela, el deber de respetar los saberes con que llegan los educandos,
sobre todo los de las clases populares, saberes socialmente construidos en la práctica
comunitaria. Siempre hay que considerar que todas las variables son importantes a la
hora de aprender. Todo lo que rodea a los educandos los hace aprender, hay que
estimular la curiosidad para que por medio de ella descubran el camino al cambio y
asuman ese cambio, hay una educación para cada uno de ellos, una forma de ver el
mundo diferente, un ritmo de desarrollo único, que los docentes debemos descubrir y
acompañar.

3. Nos dice que enseñar exige investigación, que mientras se enseña se debe seguir
buscando, indagando. Es la forma de estimular y respetar la capacidad creadora del
alumno y la importancia de reflexionar sobre nuestros gestos (como educadores) por
la gran implicancia que tienen en la formación de los alumnos.
Podemos resumir la construcción de la enseñanza desde el pensar acertado, desde el
punto de vista de Freire como:
“Propone una pedagogía que se centre en la vida del sujeto, del joven, del hombre.
Aprender de las experiencias, de las vivencias, de las historias personales,
desarrollando una pedagogía de la liberación, donde los actores son responsables de
su propio ser y guías de su propio destino”