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1
ESTUDIOS
MEXICO - CHINA
VOL. 7
CHINA Y SU NUEVO POSICIONAMIENTO EN EL AMBITO GLOBAL
CONSIDERACIONES SOBRE LAS RELACIONES DE CHINA
Y LATINOAMERICA, 2007-08
Programa de Formación de Negocios México-China
2007-2010
2
Junio 2009
© Programa de Formación de Negocios México-China y los autores.
Editor y director de la colección: Alfonso Araujo
3
INDICE DE CONTENIDOS
PARTE I. CHINA Y SU NUEVO POSICIONAMIENTO EN EL AMBITO GLOBAL
El Rol de China en la Nueva Configuración del Orden Internacional 6
Melissa Jamín Beyer
¿El Nuevo Imperio (mundial) del Dragón? 9
Megumi Terui Villegas
China y el nuevo orden económico internacional 12
Jorge Antonio Barbosa Rendón
La diplomacia china: ¿un retorno a la Realpolitik? 18
Jose López Alanís
Inversiones extranjeras en China y sus exportaciones 23
Víctor Manuel Cortés Sánchez
Inversiones chinas en el extranjero: con fines políticos 26
para el hoy e interés económico para el mañana
Diego Armando Gallardo Inzunza
Nosotros los Chinos y ustedes los ricos: 30
La crisis financiera de occidente ¿en China?
Diego Armando Gallardo Inzunza
Taiwán: entre la China unitaria y el status quo 33
Militza Latapí
China y su creciente influencia en África 47
Ekaterina Saavedra
PARTE II. SOBRE LAS RELACIONES DE CHINA Y LATINOAMERICA, 2007-08
Del otro lado del Pacífico. La incursión de China en América Latina 53
Megumi Terui Villegas
China y Latinoamérica (I) 60
Rodolfo Eslava Solís
China y Latinoamérica (II) 64
Rodolfo Eslava Solís
4
Documento de Política China hacia Latinoamérica 68
Julieta Pamela Adame Márquez
Los retos para América Latina ante el ascenso económico de China 72
Berenice Vega Rauda
Hu Jintao y su visita a América Latina 77
Pamela Cristales Ancona
APEC 2008 83
Jorge Antonio Barbosa Rendón
Adaptándose al crecimiento de China: 89
¿Cómo pueden las compañías de Latinoamérica tener éxito?
David Francisco Riveros Sánchez
La crisis mundial, China, Latinoamérica y México 92
Jorge Mario Vargas Berzunza
Tequila, Tango, Samba, Joropo, Machu Picchu 96
y Patagonia: en la mira del Dragón
Minneth Medina
La importancia de la Academia en la Relación 103
China- América Latina.
Laura Leticia Romero Martínez
ANEXOS
1. POLITICA DE CHINA HACIA AMERICA LATINA Y EL CARIBE 112
Parte I Posición y Papel de América Latina y el Caribe 113
Parte II Relaciones entre China y América Latina y el Caribe 114
Parte III Política de China hacia América Latina y el Caribe 115
Parte IV Fortalecimiento de la Cooperación 116
Omnidireccional entre China y América Latina y el Caribe
Parte V Relaciones entre China y las Organizaciones 129
Regionales Latinoamericanas y Caribeñas
5
PARTE I.
CHINA Y SU NUEVO POSICIONAMIENTO
EN EL AMBITO GLOBAL
6
El Rol de China en la Nueva Configuración del Orden
Internacional
Melissa Jamín Beyer (Coahuila)
Marzo 2007
La caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética
en 1989, pusieron fin a una época de tensión bipolar entre dos
potencias nucleares para dar paso a la nueva era de la post-guerra
Fría, caracterizada por la dominación estadounidense mediante la
expansión del modelo neoliberal de mercados libres y gobiernos
electos democráticamente. No obstante, la realidad actual ha
comenzado ya un profundo proceso de transformación. Según
analistas como Thomas Friedman, estamos entrando en la nueva era
de la “post-post-Guerra Fría”, caracterizada por un orden multipolar
de facto en donde el poder de Estados Unidos (EU) decrece y el de
China aumenta, gracias a su arduo trabajo y elevados índices de
ahorro(Friedman, p. 3). ¿Será que estamos ya en la antesala de una
nueva era en la que China desplazará a los Estados Unidos como el
hegemón del juego internacional?
Hasta hace apenas 30 años, China era una nación seriamente
emproblemada, cerrada y renuente a depender del exterior. Hoy por
hoy, a pesar de que el otrora Imperio Medio sigue enfatizando la
autosuficiencia como una de sus prioridades, sus ejes políticos
principales en materia de política exterior giran en torno a la
apertura multidimensional y a la cooperación con el resto del mundo
para el logro de metas comunes de desarrollo (China’s Independent
Foreign Policy of Peace). Ahora bien, echemos un breve vistazo a
las razones por las cuales ha ocurrido tan drástico cambio en el
comportamiento de esta potencia emergente, para después analizar
si son o no parte de una estrategia china por convertirse en el nuevo
hegemón del sistema internacional.
Primero que nada, conviene recalcar que a partir de que China
decidió adoptar una política económica neoliberal a finales de la
década de los setenta, aceptó, por ende, operar bajo las crecientes
normas de interdependencia multidimensional entre los distintos
7
actores del sistema global. A partir de 1978, China ya no podría ser
una nación aislada del resto del mundo, si quería lograr con éxito su
meta de prosperidad económica. Es una realidad que China se está
convirtiendo en la nueva superpotencia global (Del Caz, par. 9), y que
dicho ascenso ha sido percibido como una amenaza por muchas
naciones. Como lo plantea Ashely Tellis, investigador asociado en el
Carnegie Endowment for Internacional Peace, “la mayoría de los
países asiáticos están preocupados de que pueda convertirse [China]
en una potencia hegemónica que constituya una amenaza a su
seguridad nacional (Tellis, par. 1)”. Consciente de todo lo anterior,
China sabe que es menester fomentar relaciones cordiales con el
resto de los países si es que no quiere ver empañada su
modernización tecnológica y crecimiento económico por la rivalidad.
Como estrategia para contrarrestar dichos temores de la comunidad
internacional - que pudieran traducirse en una obstrucción al
continuo desarrollo de su economía -, China ha promovido una
política exterior amistosa mediante su oposición al ‘hegemonismo’
(evitando referencias directas a EU), su apoyo en la preservación de
la paz mundial, la cooperación para el desarrollo multilateral y la
apertura al exterior (China’s Independent Foreign Policy of Peace).
De esa manera, poco a poco ha ido expandiendo su región de
influencia hasta llegar a tocar áreas de importancia estratégica para
EU, el actual hegemón, como sucede a través de la creciente demanda
china de petróleo procedente de Venezuela y Sudán (Wang, par. 32) .
Sin embargo, no considero que estemos presenciando una lucha
entre titanes por el poderío global. A pesar de que “el único
impedimento real para la futura posición de China [de
predominancia] es la preeminencia de EU (De Burgh, 137)”, por el
momento ambos países mantienen estabilidad porque se necesitan
mutuamente. China necesita a EU para seguir emulando su modelo
de modernización, así como EU necesita de China en aspectos vitales
como el combate al terrorismo y la no proliferación de armas
nucleares. Además, no olvidemos que existen aún ciertos retos como
la demografía, los derechos humanos y el medio ambiente, que
mantienen a China fuera del club de los países desarrollados o de
“primer mundo”. Actualmente, China aún no cuenta con la capacidad
suficiente para retar la preeminencia cultural, económica, política y
militar de EU (De Burgh, 137). Es por eso que, al menos por ahora,
8
“China evitará sostener una postura antagónica con Estados Unidos
(Kishore, par. 18)”.
China sabe muy bien lo que quiere por el momento: desarrollo
económico. Para lograr esto, China requiere paz, inversión extranjera
y orden, y es precisamente eso lo que está sembrando ahora
mediante la actitud de ‘buen vecino’ de la comunidad internacional.
De esa forma, una vez logradas sus metas de crecimiento, cosechará
aliados – no enemigos - , y serán éstos quienes le rendirán pleitesía a
la nueva potencia líder del sistema internacional, en caso de que esto
suceda.
REFERENCIAS
China’s Independent Foreign Policy of Peace. 18 Agosto 2003. Ministry of Foreign
Affairs of the People’s Republic of China. 28 Marzo 2007.
www.fmprc.gov.cn/eng/wjdt/wjzc/t24881.htm.
De Burgh, Hugo. China: Friend or Foe?. Toronto, Ontario: Icon Books, 2006.
Del Caz, Gerardo. Luces y sombras de la nueva superpotencia económica.. 27 Marzo
2007. http://libros.libertaddigital.com/articulo.php/1276232151.
Friedman, Thomas. The Post-Post Cold War. The Pecking Duck (2006). 29 Marzo
2007. www.pekingduck.org/archives/003711.php.
Kishore, Mahbubani. Para entender a China. Foreign Affairs en Español.
Enero-Marzo 2006.
www.foreignaffairs-esp.org/20060101faenespessay060117/kishore-mahbubani
/para-entender-a-china.html>.
Wang, Jisi. China y su búsqueda de estabilidad con Estados Unidos. Foreign Affairs en
Español. Enero-Marzo 2006.
www.foreignaffairs-esp.org/20060101faenespessay060116-p0/wang-jisi/china-
y-su-busqueda-de-estabilidad-con-estados-unidos.html.
Tellis, Ashley. El gran tablero de Pekín: China quiere convencer al mundo de que es un
gigante amable. Foreign Policy Edición Española. Marzo 2007
www.fp-es.org/feb_mar_2005/story_7_14.asp#2.
9
¿El Nuevo Imperio (mundial) del Dragón?
Megumi Terui Villegas (Colima)
Abril 2008
En tiempos recientes, hablar de China ha sido hablar de un país que
sin duda tiene un peso importante en el escenario internacional. En
algunas ocasiones se ha llegado a mencionar que China puede
convertirse (o es ya) potencia mundial, mientras que en otras se
habla de su potencial de ascender como un país hegemón de las
relaciones internacionales, sustituyendo a Estados Unidos como
principal centro de poder en el mundo. Antes de realizar cualquier
afirmación hacia uno u otro sentido, es necesaria hacer una revisión
(si bien un tanto general) del significado que tiene la hegemonía
como concepto de poder en las relaciones internacionales, las
características de un país hegemón, así como cuáles de éstas se
pueden observar en China y no deben ser tomadas a la ligera.
En términos generales, y partiendo de la visión gramsciana de la
hegemonía en la sociedad, es decir, el consentimiento de las masas
hacia la dirección de la vida social por la clase gobernante (Litowitz,
D. “Gramsci, Hegemony, and the law”), y trasladar este concepto a las
relaciones internacionales, el término hegemonía se utiliza para
indicar el control de un Estado sobre el resto, ya sea por la fuerza
física, liderazgo cultural, importancia económica, etc. (Volgi, T.
“Hegemonic and bipolar perspectives on the new world order”).
Bajo este precepto, un actor hegemónico tiene el poder de ejercer un
liderazgo fuerte en la estructuración de los términos del orden
mundial. Es decir, establece las reglas esenciales del sistema, y posee
(y tiene la facultad de utilizar sin sufrir represalias de consideración)
capacidades extensivas en términos militares y económicos, con el
poder suficiente para detener a quienes amenacen su liderazgo.
Si bien es indiscutible la importancia de China en el comercio
mundial, al ser la llamada “fábrica del mundo”, aún no tiene un
impacto auténticamente global dentro de la política económica
mundial. De acuerdo con Gilpin, la política económica mundial es “la
10
interacción, dinámica y recíproca, dentro de las relaciones
internacionales, la cual busca la adquisión de poder y bienestar
económico” (en Keohane, O. “Hegemony in the World Political
Economy”). Dentro de este concepto, las potencias buscan la creación
de mercados estratégicos, en contraparte a incursiones hostiles como
forma de establecer su poder en el mundo. Esta fórmula le ha
funcionado a China en su geografía inmediata (el sudeste asiático por
ejemplo), y en cierta medida también en África y los países de Asia
Central, pero aún dista de establecer su poderío económico a nivel
mundial, en donde Europa y Estados Unidos poseen aún un dominio
importante. Es entonces indiscutible el afirmar que China es una
potencia política-económica regional dentro del Pacífico asiático.
Así mismo, y para poder hablar de que un Estado es un poder
económico mundial, es necesaria una preponderancia de recursos
materiales tales que se tenga una disposición importante de materias
primas, control sobre fuentes de capital, control sobre su mercado, y
una ventaja competitiva en la producción de productos altamente
valuados por la sociedad internacional. Mientras que China cuenta
con las primeras tres cualidades, aún no tiene el desarrollo
tecnológico capaz de asegurarle una posición de potencia económica.
China sigue estando limitado entonces a ser un poder comercial, un
poder regional, pero no un poder económico mundial, menos aún un
hegemón. Su capacidad de continuar con la transferencia de
tecnología a sus industrias nacionales, de desarrollar centros de
investigación con resultados más avanzados, entre otros, es lo que
determinará si alcanzará alguna vez este estatus.
¿Qué hay de China como superpotencia? De acuerdo con Walker, una
superpotencia es aquél país que además de tener capacidades (ya
sean militares o económicas), normalmente tienen intereses globales
(a diferencia de las potencias, con alcances regionales o sectoriales),
y pueden utilizar la fuerza, o la amenaza de utilizarla, para promover
su interés nacional. La diferencia con un país hegemónico es
entonces, que la superpotencia, a pesar de sus intereses globales, no
tienen una incidencia trascendental en el orden mundial (“Changing
Nature of State Power”). Por ejemplo, Estados Unidos fue capaz de
poner en la agenda internacional el tema del terrorismo después de
los ataques del 11 de septiembre de 2001, algo probablemente
11
irrealizable si China hubiera sido el objetivo de estos ataques u otros
similares.
Sin embargo, no se pueden dejar de lado las previsiones que esperan
que para el año 2050, China se convierta en la primera economía
mundial, ni su capacidad económica, militar y demográfica. Su
principal limitante para ascender de potencia regional y comercial a
potencia mundial y posteriormente a superpotencia, es entonces, la
dependencia de los recursos externos (materiales, tecnológicos e
intelectuales), así como una mayor necesidad de expansión del poder
político, y ejercicio del control hacia dentro y fuera de su territorio.
Hablar de que China podría convertirse en la próxima potencia
hegemónica, se antoja aún más lejano, especialmente ante un sistema
internacional cada vez más estratificado, en el que se puede observar
un surgimiento de esferas de influencia regionales más que globales,
en donde el poder radicará en aquellos países que puedan controlar
la correlación de su zona de influencia con otras. Quizá esta es la
apuesta de China hacia el futuro.
Referencias:
Keohane, O. Robert. Hegemony in the World Political Economy. After Hegemony. New
Jersey: Princeton University Press, 1984.
Litowitz, Douglas. Gramsci, Hegemony and the Law. University Law Review. 2002.2
ProQuest.
Volgi, Thomas y Lawrence Imwalle. Hegemonic and bipolar perspectives on the new
world order. American Journal of Political Science. 39.4 (1995). ProQuest
Walker, Lewis. Changing Nature of State Power. Securities Data Publishing on Wall
Street. Diciembre, 2003. Lexis Nexis.
12
China y el nuevo orden económico internacional
Jorge Antonio Barbosa Rendón (Edo. de México)
Junio 2008
“…la cooperación tiene lugar cuando los actores ajustan
su comportamiento a las preferencias reales o previstas
de los demás. Así definida, la cooperación no es necesariamente
buena desde un punto de vista moral. 1”
- Robert Keohane
En los años de 1944 y 1974, el mundo se cubrió con un manto de
regulaciones económicas que serían abarcadas hasta la actualidad.
Parte fundamental de la vida de la sociedad internacional sería
definida en base a estos dos significativos momentos, a los cuales se
adjudica la paternidad de dos diferentes órdenes económicos
mundiales.
En 1944, dentro del Hotel Mount Washington en la ciudad de Bretton
Woods, Hampshire, cuarenta y cuatro países invitados apoyarían la
estrategia de recuperación mundial, desechando el plantemiento de
John M. Keynes, y abrazando la propuesta por el estadounidense
Harry White, dando predominancia al dólar como moneda, y a
Estados Unidos como padrino y ejecutor principal del proyecto. En
1974, luego del derrumbe del sistema de Bretton Woods al
combinarse la devaluación del dólar, el conflicto petrolero de 1973, la
recuperación de Europa y Japón, además de la enorme deuda externa
de países en desarrollo, un nuevo orden habría de constituirse bajo el
amparo y cobijo de las Naciones Unidas en su conjunto.
Ambos momentos son puntos de revelación, que nos hacen reparar
en la composición del Orden Económico Internacional como un
proyecto básicamente de los países de occidente. A la par, la
República Popular China se desarrollaba en sus propios tiempos y
modos, cada día entrando más en contacto con el modelo occidental
de organización económica mundial. El avance del tiempo y el cambio
de circunstancias hacen preguntarnos cuál es la situación de China
1
Salomón, Mónica. (12 Jul. 2008).
13
ante el orden económico internacional actual, y cuáles son las
perspectivas de este país dentro del mismo. Este artículo hace un
recuento abordando el problema desde el punto de vista de los
regionalismos y las instituciones económicas internacionales como
muestra de los movimientos en dicho orden, y el discreto pero
persistente avance de China para acoplarse al mismo.
Comenzando con el repaso de los acuerdos regionales, aquellos
relacionados con la República Popular China son: el Foro de
Cooperación Económica Asia-Pacífico, la Asociación de Naciones del
Sureste Asiático más Japón, China y Corea del Sur (APEC+3), la
Cumbre del Este Asiático (EAS) y la Organización para la Cooperación
de Shanghai (SCO). La composición de dichos grupos nos ayudan a
revelar información acerca de los movimientos en el orden
económico.
Comenzando por la APEC, recordemos que es un Foro que incluye 21
países, entre ellos países americanos: Canadá, México, Estados
Unidos, Chile y Perú. Fundada en 1989, el foro, apoyado por tres
mecanismos de contacto, incluye países entre los cuales se realiza el
49% del comercio mundial. Dentro de éste, China realiza una activa
promoción de sus empresas hacia el Sudeste de Asia y hacia los
países americanos incluidos en ella2.
A finales de los noventas y principios del siglo XXI la República
Popular China reforzó sus relaciones regionales, avanzando hacia un
discreto contrapeso con Estados Unidos y la Unión Europea. En 1997,
la ASEAN ve su primera reunión en una novedosa reunión llamada
ASEAN+3, en la cual se incluyeron a China, Japón y Corea, con el
objetivo de coordinar las acciones entre los países de la ASEAN y los
tres últimos. Y en 1996 se conforma el grupo del llamado “Shanghai
Five” (China, Rusia, Kazajastán, Kirguistán y Tazikistán), renombrado
en 2001 como la Organización para la Cooperación de Shanghai,
después de la inclusión de Uzbekistán al grupo. Al mecanismo se han
unido India, Irán, Pakistán y Mongolia como observadores.
Mencionaremos que entre uno de los puntos negociados del grupo de
Shanghai se encuentra el tema energético, pues el grupo de Shanghai
a pesar de no tener el mayor poder económico o militar, sí
2
Embajada de Chile en Rusia (11 Jun. 2008).
14
comprende a los mayores productores y consumidores de energía del
mundo.3
Sumado a estos, continuamos con el grupo llamado Cumbre del Este
de Asia, el más reciente y quizás uno de los más poderosos
económicamente hablando. El EAS, es un foro donde se han incluido
India, Australia y Nueva Zelanda a los países de ASEAN+3. Ello
descubre que el mecanismo recubre una gran parte del comercio
mundial. China ha tenido la opinión de que han de existir tanto el
grupo de EAS como el grupo de ASEAN+3 como mecanismos
complementarios.
Por último, hemos de hablar del grupo BRIC (Brasil, Rusia, India,
China), que aunque no es un grupo “regional” hablando desde un
estricto punto de vista, sí es un grupo económico relevante. Según
una publicación de Goldman Sachs, para el año 2050 las economías
del grupo BRIC sumarán en su conjunto más que las economías del
G6 (EU, Japón, Francia, Inglaterra, Italia, Alemania)4.
Luego de esta descripción, y regresando al tema del orden económico
mundial, es necesario entonces advertir que la República Popular
China ha realizado movimientos regionales económicos importantes
a lo largo de los últimos 12 años, que vale la pena considerar a la luz
del orden económico mundial que se había venido desarrollando en
la segunda mitad del siglo XX. Hay autores que consideran que el
orden occidentalmente impuesto habría de ser considerado por
China como un plano sobre el cual difícilmente podría hacer cambios.
Pero lo que nos interesa sostener es que más allá de las
modificaciones que China quiera hacer, ha logrado integrar grupos
regionales que le proporcionarán cada día mayor poder de
negociación basado en términos de poder económico.
Como segundo elemento de análisis, que nos hace reconsiderar el
orden económico mundial como completamente diferente al
impuesto en 1944 y 1974, tenemos las instituciones económicas
internacionales. Y sobre ellas, mencionaremos dos casos particulares:
3
The Shanghai Cooperation Organization .
4
Se puede consultar el reporte completo de Goldman Sachs en Wilson, Dominic y Roopa
Purushothaman, Dreaming With BRIC’s: The Path to 2050 .
15
La Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
Luego de 7 años de discusiones, la ronda de Uruguay para el
comercio internacional culminó en la construcción de diferentes
acuerdos entre los que se encontraba el establecimiento de la OMC,
inspirada en la fallida Organización Internacional de Comercio. 5
El buscar su candidatura a la OMC reflejaba la importancia que
concedía China a los beneficios del orden occidental y al comercio,
por el acceso a mercados, sino también por la protección que podía
obtener al ser partícipe del mecanismo regulatorio del organismo, a
pesar de las concesiones que habría de hacer en su momento.
En cuanto al FMI se refiere, habría sido diseñado desde 1944 como
uno de los vástagos de Bretton Woods con el aseguramiento de que
Estados Unidos sobre todo, y otros países occidentales, mantuvieran
el control sobre este órgano de financiamiento y solvencia mundial.
Una muestra de ello, es que 64 años después Estados Unidos, con
todo y su declive económico y el desgaste de la unipolaridad, aún
posee el 17% de los votos del FMI (recordemos que el FMI se basa en
un sistema de voto ponderado de acuerdo al peso económico y a la
aportación de los países, y que para poder hacer reformas se requiere
el 85% de los votos). Pero los pesos han cambiado, y China merece
un lugar en el FMI para dejar de convertirse en cliente y pasar a un
puesto diferente. De tal forma que se prevé que China ocupe pronto
asientos en el Fondo y pueda comenzar a ser partícipe en las
votaciones del ahora oxidado organismo.
Como habíamos establecido en un principio, era importante un
recuento de la posición de China en los regionalismos económicos y
en los organismos internacionales para poder tener una mirada más
cercana a su posición dentro del Nuevo Orden Internacional.
Occidente cada día es menos propietario del orden, y China se acerca
meticulosamente para transformarse en un miembro activo del
mismo.
5
Vale la pena realizar una revisión de la página de la OMC, en la cual presenta la
historia del organismo de manera muy ilustrativa, ofreciendo también datos para conocer
los temas que se han ido negociando desde la consolidación del GATT en 1948.
16
China no tendrá la capacidad para modificar el Orden a su voluntad, y
seguramente tampoco tiene la intención de ello6. Ha sido más bien
respetuoso del mismo y ha abrazado el uso de instituciones
multilaterales y de las formas occidentales. Sus intereses son
concurrentes con los intereses de la economía mundial en la mayoría
de los sentidos y con dicho ímpetu se ha promocionado como un
cómodo participante del sistema. Es, asimismo, impulsor de un orden
donde la certeza jurídica, el respeto a la soberanía sobre los recursos,
la libertad para tener el sistema económico que cada país desee, la
cooperación económica internacional, la industrialización, la
transmisión de tecnología y fortalecimiento de instituciones para la
armonía económica, cobren realidad (El mundo ha de reconocer que
esos son principios que en la conferencia de 1974 se pregonaban).
Reconocer la importancia económica del “gigante” o “dragón”, más
que un “crecimiento acelerado” implica su permanente inclusión
armónica al sistema. La República Popular China, segura de sí misma,
avanza con sobriedad y la firme conciencia de su pertenencia a la
Sociedad Internacional, aunque no sea desde un punto de vista
necesariamente moral.
6
Cfr. Richardson, Bill (Ene.-Feb. 2008) e Ikenberry, John (12 Jun. 2008). En el primer
artículo, el autor considera a la RPC como una de las seis amenazas para su seguridad
nacional. En el segundo, Ikenberry en un lenguaje incisivo, considera que el sistema
occidental no podrá ser derrumbado por la nación china, como si hubiera dado muestras
de querer contraponerse por completo a Europa y Estados Unidos, cuando más bien se
ha visto una secuencia de incorporación y complementación.
17
Referencias:
Salomón, Mónica. La teoría de las relaciones internacionales en los albores del siglo
XXI: Diálogo, disidencia, aproximaciones. Revista Electrónica de Estudios
Internacionales, Núm.4, 2002, en:
www.reei.org/reei4/Salomon.PDF (12 Jul. 2008).
Embajada de Chile en Rusia. Chile and Australia in APEC, 19 de marzo de 2006, en:
www.embachile-australia.com/en/bilateral/apec.html (11 Jun. 2008).
The Shanghai Cooperation Organization. History of Development of Shanghai
Cooperation Organization, 12 de junio de 2008, en
www.sectsco.org/html/00035.html (12 Jun. 2008).
Wilson, Dominic y Roopa Purushothaman. Dreaming With BRIC’s: The Path to 2050,
Goldman Sachs Global Economics Website, Global Economics Paper No: 99, 1 de
octubre de 2003, en :
www2.goldmansachs.com/ideas/brics/book/99-dreaming.pdf (13 Jun. 2008)
Organización Mundial del Comercio. Entender la OMC, en:
www.wto.org/spanish/thewto_s/whatis_s/tif_s/tif_s.htm (12 Jun. 2008).
Richardson, Bill. A new realism. A realistic and Principled Foreign Policy. Foreign
Affairs, Council of Foreign Relations, EU, Enero-Febrero 2008, en:
www.foreignaffairs.org/20080101faessay87111-p0/bill-richardson/a-new-reali
sm.html (11 Jun. 2008)
Ikenberry, John. The Rise of China and the Future of the West. ¿Can the Liberal
System Survive? Foreign Affairs, Council of Foreign Relations, EU, Enero-Febrero
2008, en:
www.foreignaffairs.org/20080101faessay87102-p30/g-john-ikenberry/the-rise-
of-china-and-the-future-of-the-west.html (12 Jun. 2008).
18
La diplomacia china: ¿un retorno a la Realpolitik?
Jose López Alanís
Septiembre 2007
Introducción
Cimbra el mundo con el nuevo despertar del Dragón. Ya no descansa
en el letargo milenario del olvido: ha despertado para encontrarse
nuevamente con un mundo del que se mantuvo aislado por centurias.
Los reflectores voltean sus luces al gigante menospreciado, a ese al
que todos veían bajo la ingenua lupa del exotismo, la distancia y la
ignorancia. Ahora es la pujante economía china la que deja atónitos a
economistas de todo el orbe, dando al traste con una serie de
paradigmas que se creían irrefutables, y la que, consecuentemente,
ha convertido a China en un actor preponderante en las relaciones
internacionales dentro de los foros internacionales.
La apertura de China al mundo terminó de encauzarse hasta 1982,
con el líder Deng Xiaoping al frente del Partido Comunista de China.
Las estrategias de apertura se dieron de manera gradual, sistémica y
con una visión a largo plazo, a partir de planes quinquenales, y
permitieron generar un crecimiento económico que en los últimos 25
años ha promediado un 9% en términos de Producto Interno Bruto, y
que ha colocado a China, nuevamente, como uno de los actores más
influyentes en el mundo, tanto por su creciente poderío económico,
militar y comercial, como por el tamaño de su población y su extenso
territorio.
Sobre la Realpolitik
Otto Von Bismarck (1818-1898), del primer Reich alemán y gran
unificador de Alemania, fue el precursor de la "Realpolitik" moderna,
un modelo de manejo de relaciones internacionales entre estados,
cuyo fin es establecer equilibrios de poder entre las naciones,
formando alianzas estratégicas de manera pragmática, pero sin dejar
de ser ambivalentes y limitarse lo más posible a ser tácitas, con el
objetivo fundamental de tener una mejor posición de negociación
19
dentro del panorama mundial, acorde a las circunstancias de la época
y a los intereses nacionales de cada país.
Fue la adopción de este modelo, lo que permitió la unificación de
Alemania en un período de agitación política y gran tensión
diplomática mundial, causada por el ingente colonialismo de las
potencias europeas de ese tiempo. Bismarck logró establecer
relaciones de tipo mediatorio, en las que no sé dejaba claro de qué
lado estaba o quiénes eran en realidad sus aliados estratégicos en
caso de una confrontación belicosa, sin mostrar apoyo o desprecio
legímito hacia alguno de los diversos actores internacionales, pero
dando tiempo suficiente al surgimiento de Alemania como una
nación unificada y poderosa, al tiempo que se gestaba una carrera
armamentista cuyo fin último sería el impostergable inicio de la
Primera Guerra Mundial.
En los años previos a la Segunda Guerra Mundial, Josef Stalin, otro
maestro de la Realpolitik, jugaría al funambulismo con el resto de las
potencias europeas, apostando por una alianza con aquel país que
terminara por presentarse como su mayor amenaza, cuando y sólo
cuando las circunstancias lo demandaran. De esto modo, los líderes
de las democracias confundieron los discursos soporíferos y un tanto
teológicos de Stalin con una rigidez de pensamiento y de política. Sin
embargo, la rigidez de Stalin no sólo se extendía a la ideología
comunista. Sus convicciones comunistas le permitían ser
extraordinariamente flexible en sus tácticas. El politólogo Robert
Legvold ha señalado que el propósito de Stalin era “obtener el
máximo provecho del mundo capitalista, no hacer las paces con él"7.
¿Acaso una Realpolitik con características chinas?
El impresionante crecimiento económico de China, durante las
últimas dos décadas y las proyecciones de crecimiento económico
para los próximos 30 años, han obligado al resto de las potencias
capitalistas a preguntarse bajo qué parámetros pretende China llevar
a cabo su crecimiento y han querido indicar, partiendo de los
mecanismos establecidos con mediación de los organismos
7
Robert Legvold. After the Soviet Union: From empire to Nations. Nueva York: W. W.
Norton 1992. p. 7.
20
internacionales, la dirección que el país debería tomar en temas
como: crecimiento sostenido, política medioambiental, competencia
desleal, propiedad intelectual, relaciones internacionales, etc. Al
respecto, el discurso chino ha pretendido dejar claro que su prioridad
es lograr, a toda costa, un "crecimiento pacífico" y se ha
comprometido a hacer ciertos ajustes en sus políticas internas y su
legislatura, con miras a buscar cierta concordancia con los modelos
ya establecidos, desde hace muchos años, en el marco jurídico
internacional, pero sin dejar de hacerlo de manera gradual, reservada
y, hasta cierto punto, ambigua; asumiendo, de manera cada vez más
marcada, su papel preponderante dentro del panorama mundial, al
tiempo que diversifica sus alianzas con países de todo el mundo, en
temas que son de estratégica importancia a la continuidad de su
crecimiento económico y a la generación de una mayor área de
influencia en el ámbito geopolítico.
Es posible encontrar similitudes entre la vieja Realpolitik de
Bismarck y Stalin y el modo en que China lleva a cabo sus relaciones
internacionales hoy día. El ilustre diplomático estadounidense, Henri
Kissinger, puntualiza que tanto Stalin como Bismark lograron
situarse por encima de sus paradigmas ideológicos, a fin de sacar el
mejor provecho posible a través de una política meramente
pragmática. Cierta semejanza se encuentra, por ejemplo, en las
palabras con las que Deng Xiaoping definía en la década de los 80's la
estrategia pragmática del país, dejando de lado todo paradigma
ideológico: “Actualmente hay dos modelos de desarrollo productivo.
En la medida que cada uno de ellos sirva a nuestros propósitos,
nosotros haremos uso de él. Si el socialismo nos es útil, las medidas
serán socialistas; si el capitalismo nos es útil, las medidas serán
capitalistas”8.
Las relaciones diplomáticas que China ha establecido con Rusia y
Estados Unidos son un buen ejemplo de una política de altibajos, en
la que es posible pasar de la cordialidad a la protesta o de la
colaboración al distanciamiento, sin lograr crear tensiones lo
suficientemente graves como para ocasionar una guerra o
hermanamientos lo suficientemente fuertes como para crear
8
Oropeza García, Arturo, China, entre el reto y la oportunidad, China Consulting Group
S.A. de C.V., México 2006, p. 56.
21
compromisos ineludibles en temas de relevancia como lo son, por
ejemplo, cuestiones de seguridad nacional. China juega a la guerra y a
la paz, en los distintos cuadriláteros de los organismos
supranacionales, con Estados Unidos y Rusia; sin dejar de ver a
ambos como contendientes y socios, como aliados estratégicos o
posibles enemigos; en fin, sin terminar de abrir o cerrar la puerta a
ninguno de los dos pero teniéndolos como una carta más bajo la
manga, si las circunstancias lo ameritaran.
Otro buen ejemplo concierne al tema de África, en donde las
continuas querellas de las antiguas potencias coloniales han
reclamado el ingreso de inversiones chinas en países en los que se
violan los Derechos Humanos o en los que la corrupción es imperante;
China, alejada de toda limitante moral y limitándose únicamente a
velar por sus intereses económicos en esos países, hace recordar la
Realpolitik rusa en la que "en el aspecto moral, Stalin no distinguía
entre los diversos Estados capitalistas" y deja de manifiesto que los
intereses nacionales chinos y el imperativo de mantener un
crecimiento económico constante está por encima de toda cuestión
que ataña la situación actual de países que, aún teniendo gobiernos
ilegítimos o siendo genocidas, no dejan de ser soberanos. Sin
embargo, China cuenta con la ventaja de saber entrar en
contradicciones en su relación con África, que resultan
incomprensibles para el mundo occidental porque, si bien es cierto
que en su búsqueda de recursos naturales pasa por alto la inestable
situación política en muchos de esos países, también es verdad que la
población africana se ha visto beneficiada en términos generales, ya
por la construcción de infraestructuras de todo tipo, ya por el hecho
de que "China ha completado 900 proyectos de desarrollo económico
y social, brindado becas a 18,000 estudiantes, provenientes de 50
países africanos, para estudiar en China y enviado 16,000 médicos a
47 países africanos que han tratado 240 millones de pacientes"9.
La facultad de veto con la que cuenta China dentro del Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas, la ha colocado en una posición de la
que ha sabido obtener ventajas en materia de negociaciones
diplomáticas internacionales. Por citar dos ejemplos, bastará aludir
los casos de Corea del Norte e Irán. En ambos a mediado con la
9
China Daily, Aid to Africa without political agenda, 23 de junio de 2006.
22
bandera de la mesura, propugnando por ejercer la diplomacia en vez
de la guerra, haciendo valer la ley de las instituciones por encima de
la ley de la armas y creando un equilibrio entre los diversos intereses
de los otros 4 miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la
ONU.
Por otro lado, las visiones apocalípticas, que para algunos no están
muy alejadas de la realidad, parecen indicar que China se prepara
para una guerra que se presenta improbable, debido a la intrincada y
profunda interconexión económica, financiera y comercial con el
resto de las potencias extranjeras, pero que no es, de ningún modo,
inconcebible; considerando, por ejemplo, el creciente presupuesto
que el gobierno chino destina a su carrera armamentista o las
fricciones que a la larga podrán generar la disputa entre los países
por recursos energéticos o por agua. Finalmente, la experiencia
obtenida, tras un mes de observación en Hangzhou, me permiten
evocar el desconcertante concierto de sirenas para prevenir ataques
aéreos el pasado 11 de septiembre, el patrullaje cotidiano de aviones
militares sobre la ciudad o el todavía más azorante hecho de que,
dentro de mi residencia estudiantil, se encuentra instalado un refugio
subterráneo destinado a salvaguardar vidas en caso de un
bombardeo.
Quizás lo más notable de la actual política exterior china es su
capacidad de acercamiento a países en los 5 continentes, cada uno de
ellos con distintas vocaciones productivas, y de los que obtiene, para
cada caso en particular, las mayores ventajas posibles en todos los
ámbitos imaginables. Eso sí, sin dejar de lado una estrategia
negociadora de ganar-ganar en la que buena parte de los países han
optado por tener a China como amigo y aliado estratégico.
23
Inversiones extranjeras en China y sus
exportaciones
Víctor Manuel Cortés Sánchez (Michoacán)
Enero 2008
En la segunda mitad del siglo 20, un grupo de economías se
convirtieron en líderes del mundo provenientes del continente
asiático. Japón fue el precursor, seguido por Hong Kong, Singapur,
Taiwán y Corea del Sur. China es el último miembro de este club que
en la actualidad ha marcado un incremento sin precedentes, y que ha
hecho que en muchos países se defina la emergencia de China como
nación industrial como “la más profunda transformación en la
historia del mundo”.
Hace unos días en la ciudad de Pekín (Beijing), se publicó una serie
de planes de estrategia comercial que regirán la inversión
extranjera directa (IED) para principios del 2008, enfocándose
los sectores por zona geográfica, en los que se promoverá y se
restringirá la inversión foránea.
Algunas de estas políticas de promoción y restricción publicadas por
la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC por sus siglas
en inglés) y el Ministerio de Comercio, se basan en permitir inversión
extranjera que ayuda a China a controlar y proteger el medio
ambiente y desarrollar zonas aisladas para equilibrar el desarrollo
económico del país. Al mismo tiempo están orientadas a que
ciudades grandes como Beijing, Shanghái, y Guangzhou (Cantón) -que
registran altos índices de contaminación - disminuyan la producción
de residuos que afectan el medio ambiente, sobre todo en Beijing,
ciudad sede de los Juegos Olímpicos del 2008.
La inversión extranjera según la NDRC y el Ministerio de Comercio
estará encaminada en sectores como el automotriz, maquinaria de
impresión, electrónicos, alta tecnología, materiales avanzados y
equipo de manufactura; por otro lado, China prohibirá a los
extranjeros participar en proyectos que involucren minerales raros o
no renovables, pequeñas refinerías y otras áreas que considera
24
estratégicas, pero sí continuará animándolos a poner dinero en áreas
con escasa inversión.
En general, las industrias o proyectos en las categorías "fomentadas"
pueden recibir un impuesto preferencial y otros tipos de tratamiento;
pero aquellos sectores considerados "restringidos" afrontan una
mayor exigencia para recibir aprobaciones.
Del otro lado del hemisferio, en el ámbito comercial, países de
América Latina como Argentina, Brasil, Chile y Venezuela, han sacado
ventaja del crecimiento del mercado chino al abastecerle de
productos básicos como hierro, soja y cobre. En cambio, México ha
sido golpeado por la competencia china, especialmente en los
productos manufacturados que ambos países ofrecen. Entre 2000 y
2004, mientras los exportadores mexicanos planeaban cómo vender
más a Estados Unidos, 33.8 por ciento de las fábricas instaladas en
maquilas de México se trasladaron a China, lo que se tradujo en una
pérdida de 18.9 por ciento de los empleos en ese sector industrial.
En la rama textil, México perdió 150.000 empleos y en la juguetera,
unos 15.000. Los empresarios de ambos sectores afirman que 60 por
ciento de los productos chinos llegan a México de contrabando y a
precios imposibles de igualar.
China, con toda la inversión extranjera que recibe y las grandes cifras
de productos de exportación que comercializa con países de Europa,
Asia y América, ha pasado de ser un país de economía cerrada y
restringida, a un país atractivo para hacer alianzas comerciales con
empresas de naciones desarrolladas. Hace unos años México era el
primer socio exportador de Estados Unidos, pero China se ha
convertido en su nuevo socio primario desde el 2007, exportando
120,986 millones de dólares que representa un crecimiento de 16.7
por ciento respecto al 2006. Por su parte México exportó 82,878
millones, un incremento del 3.2 por ciento con respecto al 2006.
Debemos ver este desarrollo gigantesco que está teniendo China
como un hecho irrefutable, que si por un lado es comercialmente
temible para países como Mexico que compiten directamente con ella
en manufactura, también puede ser aprovechado si se encuentran
formas viables de hacer alianzas comerciales o institucionales.
25
México, vecino de Estados Unidos, puede sacar ventaja de su posición
geográfica privilegiada para encauzar exportaciones provenientes de
China con opciones logísticas atractivas, ya que las distancias que
recorren los productos chinos para llegar al mercado americano de la
costa este hace que se eleven los costos, y México cuenta con
corredores ferroviarios que llegan a esos lugares más rápidamente,
partiendo de sus puertos del Pacífico. Además, se pueden ofrecer
ventajas a sus empresas para que muevan inversiones a nuestros
territorios costeros y generen derrama económica, pero siempre con
modelos de cooperación real de ambos lados y no meramente de
‘dejar hacer’, como en muchos casos en el pasado ha sucedido con el
modelo de las maquiladoras.
Por otra parte, al igual que Brasil, Chile y Argentina, podemos vender
a China productos cuya demanda va en ascenso recientemenet, como
frutas, granos, minerales y fibras sintéticas, pero pensando en
generar cadenas de valor agregado - de nuevo para generar
derrama económica – y no quedar en ser un mero productor de
materia prima.
Referencias.
CNN Expansion (Notimex). China exporta más a EU que Mexico. Julio 15, 2007.
www.cnnexpansion.com/economia/2007/7/15/china-exporta-mas-a-eu-que-m
exico
Nueva Sociedad, 203. La inversión extranjera directa: China como competidor y socio
estratégico. Gabriela Correa López /Juan González García.
www.nuso.org/upload/articulos/3355_1.pdf
CNN Expansion. China anuncia nueva regulacion para el IED. Noviembre 7, 2007.
www.cnnexpansion.com/economia/2007/11/07/china-anuncia-nueva-regulacio
n-para-ied
CNN Expansion. China deja atrás a México. Verónica Galán. Noviembre 9, 2007.
www.cnnexpansion.com/economia/2007/11/07/china-deja-atras-a-mexico/vie
w
26
Inversiones chinas en el extranjero: con fines políticos
para el hoy e interés económico para el mañana
Diego Armando Gallardo Inzunza (Sinaloa)
Septiembre 2008
La inversión china en el extranjero hoy en día es sinónimo de
influencia sobre el país receptor. Tanto el Gobierno Central como las
empresas de este país, incentivadas por el primero, invierten en
otros países con la intención de ganar influencia en la región y así
aumentar el llamado soft-power que tiene esta nación a nivel mundial.
Para China estas inversiones van más allá de un interés meramente
económico, pues tienen hoy un tinte político-diplomático que
mañana se traducirá en un mayor rendimiento económico.
China es considerada actualmente como uno de los tres destinos
principales de inversión extranjera, y también tiene otras dos armas
de mucho peso: un continuo crecimiento en inversiones hacia el
extranjero y el contar con la reserva de divisas en dólares más grande
del mundo. De 2000 a 2005 invirtió en 149 países más de 60,000
millones de dólares, con un crecimiento anual de un 22%. En cuanto
a sus reservas, llegan a 1.07 billones, de los cuales el Gobierno
Central anunció su intención separar de 200,000 millones para crear
un organismo estatal encargado de diversificar su cartera de
inversiones, según el Ministro de Finanzas Jin Renqing.
“China está interesada en obtener un alto retorno en sus inversiones,
pero sus decisiones al respecto serán guiadas por consideraciones
estratégicas y políticas” (Balfour, 2007) De esta forma, tiene puesto el
ojo en acciones de petróleo, gas, y minerales como el oro (para sus
reservas) y el hierro (para su industria); así como activos de
logística marítima. Mientras que comprar un gran conglomerado
minero le resultaría difícil, el adquirir acciones le tendría un
beneficio doble, pues al mismo tiempo que su voracidad en la compra
de commodities aumentará el precio de éstos, los rendimientos de sus
acciones serán mayores.
27
China tiene un claro interés en la dinamización de su comercio
exterior y de darle rumbo a su continuo crecimiento, por lo cual la
inversión en puertos extranjeros es para ellos estratégica, tal es el
caso en que la empresa China Shipping Group, conglomerado
portuario y logístico del gobierno chino, planteó su interés de invertir
en los puertos malayos de Tanjung Pelepas (PTP) y el West Port, para
convertir a uno en su centro de movimiento y redirección de
contenedores y capitalizar el incremento del volumen de tráfico de
este grupo en la región.
Las compañías portuarias chinas han venido demostrado su interés
en puertos marítimos internacionales en el mundo. Estas empresas
tienen un especial interés en el mercado de los Estados Unidos. Tal
como lo hizo saber la compañía que opera el puerto de Shanghai,
Shanghai International Ports Group (SIPG), señala que tienen una
estrategia de inversión en el extranjero en la cual muy pronto se
verán proyectos de inversión masivos, pues para beneficiarse de un
fuerte y estable crecimiento en sus operaciones portuarias deben de
buscar oportunidades de expander sus servicios globalmente.
El Sr. Shi Jingcun, ejecutivo del consejo directivo de SIPG, señala que
si el gobierno chino les pide invertir en este tipo de proyectos, la
empresa se encuentra en buena disponibilidad, tomando en cuenta la
visión y los criterios de la empresa para las oportunidades de
negocio. Un caso actual de inversión en puertos extranjeros con fines
de influencia y relaciones internacionales es el caso de Gwadar,
puerto pakistaní financiado por China.
Retomando las inversiones extranjeras con este tipo de fines, China
ha declarado ya su intención de ingresar al Banco Inter-Americano de
Desarrollo (BID), buscando impulsar su desarrollo económico y
ganar influencia en la región. En especial busca el apoyo de las
naciones que le han dado status diplomático a Taiwán, pues cuatro
de estas son latinas, la mayoría de Centroamérica.
Es por esto que es importante resaltar la importancia que tiene
México para China; en términos geográficos, políticos y comerciales,
México bien puede representar una atractiva entrada por puerto a la
zona NAFTA (TLC), principalmente para atacar el sur y el este de los
EUA. Es cierto que ganar influencia en nuestro país le puede
28
representar un obstáculo por parte de los EUA, pero es justificable la
inversión en nuestros puertos, con motivo de impulsar el comercio
entre China y la Zona NAFTA, pues para los EUA, China es su segundo
socio comercial y dinamizar la logística actual de
importación-exportación es urgente. Invertir en la industria
manufacturera en México es también una manera en que puede
penetrar el mercado norteamericano aprovechando los beneficios del
NAFTA y sobre todo aprovechar la geografía estratégica de México en
el subcontinente.
En cuanto a Latinoamérica, México le puede representar a China
principalmente un aliado y mediador en Centroamérica, pues si
México no es el líder natural de Latinoamérica como lo dice Calderón,
sí lo es en Centroamérica y lo demuestra en su participación en
inversión directa hacia ésta y en proyectos conjuntos como los es el
Plan Puebla-Panamá; otro foco de oportunidad de inversión que
China puede aprovechar. China ha venido ganando ya el apoyo de
Brasil en la zona, con inversiones unilaterales hacia éste e
inversiones conjuntas en industrias claves para Brasil, como la
aeronáutica y la agricultura.
Invirtiendo en infraestructura logística en México, industria
manufacturera y minera, China diversificaría sus inversiones en los
sectores en los que busca hacerlo y ganaría tanto la influencia que
está buscando en la zona, como un aumento en el flujo comercial con
la Zona NAFTA y Centroamérica. Es ahora el momento en que China y
México deben apoyarse para aprovechar el peso de México en
Latinoamérica, desarrollar el potencial comercial de éste y así en
conjunto ganar mercados en Latinoamérica y en Norteamérica.
29
Referencias:
Balfour, Frederik. China's Giant New Investment Agency. BusinessWeek. Hong Kong
Marzo 12, 2007.
Shanghai, FT.com. Dyer, Geoff. China ports group eyes US growth. Julio 2, 2006.
En:
http://msnbc.msn.com/id/13675520/
Fox News. Watson, Julie. China Seeks to Join Latin American Bank. Marzo 18, 2007.
China Daily. China's overseas investment to reach 60 bln US dollars in five years.
Octubre 29, 2005. En:
http://english.people.com.cn/200510/29/eng20051029_217668.html
Gulf News (Reuters). China Shipping arm eyes stake in Malaysian port. Noviembre
20, 2006. En: www.gulfnews.com/business/Shipping/10083803.html
Reuters, New York. U.S. is land of possibility for China. Octubre 28, 2005.
Xinhuanet, Beijing. China invests more than 50 billion US dollars overseas, Enero 17,
2006.
En: http://news.xinhuanet.com/english/2006-01/18/content_4064751.htm
30
Nosotros los Chinos y ustedes los ricos:
La crisis financiera de occidente ¿en China?
Diego Armando Gallardo Inzunza (Sinaloa)
Diciembre 2008
Mientras la crisis financiera de EUA y Europa afecta mayormente a
los países en desarrollo, el efecto ha sido atenuado hasta cierto punto
en China, que maneja un modelo económico propio adaptado a sus
necesidades, y que ha desdeñado al FMI y su consenso de
Washington. Si bien la crisis está causando un recesión global, existe
tranquilidad en la economía del dragón asiático, e inclusive se ha
llegado a estimar un crecimiento del 10.1% en 2008 según la
Academia de Ciencias Sociales China.
No podemos decir que China es ajena a los efectos de la crisis, pero sí
podemos decir que se verá beneficiado de alguna manera con ella,
sobre todo en cuestión de ganar concesiones de parte de EUA a partir
del rescate que está llevando a cabo para mantener el dólar estable.
Con 1.9 billones de dólares en reservas hacia septiembre de este año,
este gigante es el amigo que todos los países ricos de occidente
quieren tener, pues es una fuente de capital para amortiguar la caída
de los mercados finacieros.
Desde la crisis financiera de 1997, Asia dijo “nunca más”; y para
evitar los deslices del FMI, los gobiernos se prepararon acumulando
reservas en divisas. En Estados Unidos pasó al revés, pues como dijo
un oficial chino al periodista del Financial Times, David Pilling: “ Los
EUA se hundieron ellos mismos en la liquidez asiática”.
El dragón controla la mayor parte de la deuda americana. Ironía de
las ironías: este país comunista, con finanzas fuertes, será quien
ayude al símbolo del capitalismo mundial a levantarse de los efectos
de sus propios excesos.
China también de esta manera se proteje, pues así sostiene el valor de
sus reservas: a pesar de que el dólar se ha venido rezagando con
respecto a la monedas duras de occidente, China ha seguido
31
incrementando sus reservas en la divisa. Esto nos indica que no es
descabellado pensar que estaban esperando el justo momento de
poder “ayudar” a los americanos. Por lo que podemos estar seguros
de que durante los próximos años, no estaremos escuchando tantas
notas estridentes al estilo de los “juguetes contaminados hechos en
China”, al menos no en EUA.
Ahora bien, si el mundo está en recesión y en especial el mayor
importador de productos chinos, ¿cómo va hacer este gigante para
seguir creciendo? Como decía mi abuelo “cuando tengas dudas, mira
hacia tu interior, y encontrarás la respuesta”; yo siempre lo he dicho,
los viejos son sabios, y esta nación de 5,000 años de historia está
mirando en su interior y aprovechando la “pausa” internacional para
desarrollar su mercado interno.
El mercado hipotecario y de bienes raíces, así como las tierras en el
sector agrícola, son el enfoque primario del Gobierno Central. El
socialismo de mercado chino ha venido liberalizando diferentes
sectores de la economía y ha encontrado en éste el momento idóneo
para enfatizarlo, pues justo el ejemplo de occidente le ha servido para
dejar fuera desde un inicio algunas malas prácticas a la hora de
reestructurar el sector.
Los planificadores económicos chinos persiguen un crecimiento en el
mercado de los bienes raices, habiéndose permitido aumentar los
créditos para la adquisición de inmuebles por parte de particulares.
En cuanto a los terrenos agrícolas, el mismo Partido Comunista Chino
diseñó un plan que busca ceder por parte del Estado mayor control
de las tierras y permitir a los campesinos su usufructo o permitir
transferir sus parcelas a terceros. Esto traerá como consecuencia una
muy necesaria modernización del campo, permitiendo impulsar
economías de escala.
¿Y a México... se lo va a llevar la corriente?
Este es justamente el momento en que China se está volviendo más
atractiva para exportar hacia ella que para importar. El bolsillo del
consumidor de la creciente clase media y media-alta no será
destruido por la crisis financiera, aunque será afectado por la
inflación. El dólar continuará depreciándose ligeramente frente al
32
Yuan; y el precio del petróleo puede seguir siendo volátil, en un
rebote hacia arriba tras el aparatoso desplome de 2008; estos son
algunos factores macro a considerar.
La coyuntura nos hace considerar que este es buen momento para
exportar a China, y aprovechar la liquidez que hay en este país,
causada por los ingresos de los Juegos Olímpicos y las crecientes
políticas de su gobierno para potenciar su mercado interno. Con
nuestra moneda depreciada en aproximadamente 25% con respecto
al Yuan en 2008, tenemos justa excusa para diversificar nuestros
mercados de exportación, y hacer frente al hecho de que las
exportaciones a EUA, por lo menos en el futuro inmediato, seguirán
siendo débiles.
33
Taiwán: entre la China unitaria y el status quo
Militza Latapí (Michoacán)
Septiembre 2007
El conflicto entre China Continental y Taiwán i representa una
amenaza continua y latente para la paz y la estabilidad en el sudeste
de Asia. Paralelamente a las continuas tensiones políticas e incluso
militares, las relaciones económicas y comerciales entre ambas
partes se han incrementado considerablemente con el paso de los
años; sin embargo, los avances en estas áreas contrastan
negativamente con las posturas casi irreconciliables de ambos
gobiernos en las discusiones (nunca abiertas ni directas) sobre la
soberanía o independencia de Taiwán o su re-integración al Estado
chino.
La situación actual contiene a dos nacionesii administradas de forma
separada desde hace medio siglo, tras el fin de la guerra civil entre
los nacionalistas de Chiang Kai-shek y las fuerzas comunistas de Mao
Tse-Tung. Sólo una de ellas (la República Popular China) ostenta
reconocimiento internacional y representación diplomática frente a
la mayoría de los Estados y Organizaciones Internacionales
(Naciones Unidas, en particular), mientras que la otra (la República
de China, nombre oficial de Taiwán) se esfuerza por ganar espacios
dentro de la comunidad internacional que le permitan legitimarse
como una nación soberana y no sólo una provincia irredenta. Sin
embargo, ante el tamaño de China Continental, su influencia creciente
en asuntos internacionales y su irrevocable y expresa convicción de
recuperar Taiwán por cualquier medio que sea necesario, nos lleva a
preguntarnos si el mantenimiento del status quo es posible.iii Surgen
varias preocupaciones: ¿qué hará Taiwán ante tan formidable y
amenazador vecino? ¿Cómo logrará aferrarse a su amada democracia
y evitar ser absorbido por el gigante?
El presente ensayo analizará, desde una perspectiva histórica, la
situación actual de las relaciones entre China Continental y Taiwán
así como las distintas estrategias que sus respectivos gobiernos han
seguido en el ámbito internacional para el mantenimiento y avance
34
de sus intereses. Se buscará presentar elementos para comprender
los principales escenarios posibles que podrían, previsiblemente,
presentarse para resolver el conflicto, el papel jugado por Estados
Unidos (EUA, aliado de Taiwán y socio de China Continental,
principal mediador y elemento de disuasión para los radicales de
ambos lados) y el desarrollo político de Taiwán reflejado en la
diplomacia observada y en sus planes de gobierno. Se busca concluir
con algunas predicciones que relacionen dicho desarrollo con las
posibilidades de que Taiwán mantenga su independencia de facto o,
en otro caso, sea reincorporado al seno de la “Gran China”.
(Isla) Tuya, mía…
Taiwán fue cedido por la China Imperial a Japón en 1895 por medio
del Tratado de Shimonoseki.iv Esta nación administró el territorio
como una colonia hasta el final de la Segunda Guerra Mundial,
cuando volvió a ser parte de China. Durante la guerra civil entre los
bandos nacionalista, reconocido internacionalmente (el Kuomintang
o Guomindang – KMT) y comunista de Mao Zedong (Mao Tse-Tung),
Taiwán fue la única parcela que permaneció siempre del lado
nacionalista, y fue el lugar escogido para reagruparse por el
Generalísimo Chiang Kai-shek en 1949. Ante el conflicto con China
Continental y la amenaza de los comunistas al interior de sus
fronteras, el gobierno militar estableció una serie de medidas de
control,v que tuvieron como consecuencia que Taiwán viviera bajo
ley marcial hasta 1987 y no tuviera elecciones presidenciales
multipartidistas libres hasta 1996. En 2000 fue electo el primer
presidente surgido de un partido distinto al KMT - el Partido
Democrático Progresista (DPP) – apoyado por un electorado
nacionalista y pro-independentista, con lo que se inauguró un
periodo de alternancia en el poder vi y de mayores libertades
democráticas.
Relaciones entre chinos
Dentro de China Continental el debate es intenso, aunque la posición
absoluta de no permitir la independencia taiwanesa no se cuestiona.
Paradójicamente, el gobierno de Beijing parecía mostrar mayor
tolerancia hacia un gobierno que se autoproclamaba representante
35
de toda China, que hacia un gobierno que pudiera declarar una
independencia.
A ambos lados del estrecho de Taiwán, las concepciones sobre “la
otra China” han variado a lo largo de los años. El gobierno de Chiang
Kai-shek fue durante mucho tiempo reconocido como el único
gobierno chino legítimo, lo que causó un conflicto diplomático para
China Continental, por su demanda de que se le otorgara el
reconocimiento y asiento asignado a ‘China’ en la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) y su Consejo de Seguridad. En 1971, la ONU
finalmente cambió el reconocimiento diplomático hacia el régimen
de Beijing, situación que continúa hasta hoy.vii
Hoy, son las relaciones económicas las que ocupan más a las
autoridades. En el área financiera, las inversiones taiwanesas en
China Continental han llegado a ser las más importantes en
comparación con otras nacionesviii mientras que, en comercio, existe
reciprocidad entre ambos como principales socios, con cifras
superiores a los 300,000 millones de dólares en transacciones
anuales y altas tasas de crecimiento. ix La creciente
interdependencia económica ha despertado preocupaciones y
esperanzas en el sentido de que Taiwán es ahora más dependiente
proporcionándole más poder sobre la isla.
En 2001 tres “mini-enlaces” entre China Continental y Taiwán se
llevaron a cabo (comerciales, de correspondencia y de navegación),
los cuales permiten la comunicación entre familias y entre socios
comerciales, así como la intensificación de las relaciones entre
particulares de ambas naciones. Dichos enlaces orillan al diálogo y
concertación entre los gobiernos a ambos lados del estrecho. Esto se
ilustra mejor con el reciente ‘cuarto enlace’ referente a la aviación
comercial de pasajeros.
Dentro de la región, China Continental y Taiwán compiten por algo
más que el reconocimiento diplomático; también lo hacen por vastas
reservas de peces, recursos minerales y madereros. Lo anterior tiene
importantes repercusiones desestabilizadoras en los países
pequeños del área pues la rivalidad ha dado origen a prácticas
diplomáticas poco convencionales por ambas partes, como la llamada
‘diplomacia del dólar’ que provee de préstamos, inversiones e
36
infraestructura a países poco desarrollados a cambio de
reconocimiento diplomático.
Definiendo a Taiwán desde el continente y la isla
Taiwán se ha convertido en una de las democracias más prósperas y
mejor consolidadas dentro de Asia, con una Constitución propia, un
poder judicial independiente, legisladores y presidente elegidos
libremente, un sistema nacional de salud, e incluso un ejército con
alrededor de 400 mil efectivos. Además, la economía de la isla ocupa
el 17º lugar en cuanto a tamaño a nivel mundial y 16º en términos
comerciales. Esto hace que la condición de Taiwán y su definición
dentro de la comunidad internacional sea confusa. Mientras que la
China Continental considera a Taiwán como una provincia rebelde,
los líderes de la isla argumentan que ésta cuenta con todas las
características de un Estado soberano, democrático y exitoso.
Ante esta disyuntiva, la comunidad internacional también se ha visto
desgarrada entre los dos argumentos, aunque la ONU lleva catorce
años consecutivos rechazando la solicitud de admisión de Taiwán a la
organización. Por esta razón se puede decir que la argumentación de
China Continental ha vencido frente a la comunidad internacional.
La democratización de Taiwán es uno de los principales elementos
de la “taiwanización” de la sociedad isleña y es resultado de algo más
que un proceso político. El desarrollo de la identidad taiwanesa
comprende tanto a taiwaneses étnicos como a chinos continentales y
es un fenómeno que cada vez se generaliza más dentro de la
sociedad.x El reforzamiento del control político “propio”, viendo no
ya hacia el continente sino hacia las necesidades e intereses de la
población dentro del propio país hace menos proclive a la sociedad y
al gobierno a la reunificación.
La identidad taiwanesa es un fenómeno capaz de moldear la política
y hacerla tomar giros inesperados. Un ejemplo es Ma Ying-jeou,
alcalde de Taipei y posible candidato presidencial para las elecciones
de 2008, quien a pesar de ser uno de los principales líderes del KMT,
ha demostrado respetar la nueva identidad taiwanesa al punto de
identificarse él mismo con ella.xi De llegar a la presidencia es
probable que, en lugar de regresar a la posición tradicional de
37
reunificación, se refuerce todavía más la idea de separación de
Taiwán, si no por medio de una declaración de independencia,
entonces por medio del mantenimiento del status quo que la incluye
de facto o de un acercamiento que respete la autonomía taiwanesa,
apoyado en esta nueva identidad.
Isla: precio y valor
China Continental tiene muchas razones para empecinarse en ser la
‘única’ China. En primer lugar, existe un empuje histórico por vengar
las injusticias que le fueron hechas por las potencias en el pasado
(cuando China era un territorio colonizable, con un gobierno y
economía débiles), que se manifiesta en un resentimiento
anti-japonés y anti-americano. Pero, además, el gobierno de Pekín
reconoce en el secesionismo taiwanés un posible aliciente (si
prosperara) para que otras posesiones se rebelasen.
Se ha dicho, por otro lado, que el fundamento ideológico del Estado
chino basado en el Marxismo-Leninismo-Maoísmo va resultando
cada día más obsoleto ante las realidades y necesidades de los chinos
de hoy y se ha hecho imperativo encontrar un nuevo objetivo que
unifique al país.
Por último, la pujanza económica de Taiwán y sus ligas empresariales,
hacen de la isla un complemento apetecible para ser integrado en la
gigantesca economía China. El concepto de “un país, dos sistemas” es
perfecto para que la República Popular, comunista, cuente con islas
de prosperidad capitalista, además de aprovecharse de las
condiciones existentes antes de la incorporación (competencia,
presencia de corporaciones extranjeras, alta inversión,
especialización comercial, mano de obra altamente calificada, etc.),
complementándose.xii
Asimismo, Taiwán se localiza en un lugar estratégico que le
permitiría a la China Continental establecerse como potencia
dominante e indiscutible en Asia.xiii Si Taiwán volviera a la madre
patria, el gobierno de Beijing controlaría el paso del este al sur del
Mar de China, el vínculo crucial entre los océanos Pacífico e Índico, le
sería más fácil ejercer presión sobre Filipinas y otras naciones del
Sudeste Asiático y también tendría un acceso más inmediato a las
38
reservas petroleras al sur del mar de Japón así como a vínculos
comerciales estratégicos que hoy son aprovechados por Tokio y por
empresas japonesas.xiv
Las razones de Taiwán para permanecer fuera de la República
Popular son fuertes también, “el status quo es la independencia.”.
Incluso la integración con un arreglo político de dos sistemas como el
de Hong Kong o Macao, resulta inaceptable, pues al final del camino
la “Ley Fundamental” (o Constitución) taiwanesa podría ser alterada
unilateralmente por la Asamblea Popular Nacional China (APNC) sin
respetar los derechos soberanos del pueblo taiwanés.xv
Estrategias en el estrecho
Para lograr su objetivo de ser independiente Taiwán ha observado
una estrategia que consiste en mantener a sus aliados e intentar
tener mayor presencia en Organizaciones Internacionales. Para esto,
su continuo acercamiento con Estados Unidos, su aliado histórico y
natural, se ha compaginado con intentos por lograr acuerdos
comerciales y políticos estratégicos con otros países,xvi así como por
entrar a la ONU, la OMC, APEC, etc. Sin embargo, China Continental se
ha esforzado por bloquear estos intentos incluso prohibiendo a
Taiwán usar su bandera en los Juegos Olímpicos (en donde participa,
ridículamente, con el nombre “Taipei Chino”).xvii
Sin embargo, las declaraciones del presidente Chen han tomado un
carácter más subversivo. Primero, durante su discurso de Año Nuevo,
el presidente Chen declaró que “sólo el pueblo de Taiwán tiene
derecho a decidir sobre el futuro de Taiwán. La soberanía de Taiwán
le pertenece a sus 23millones de habitantes y no a la República
Popular China”.
La conexión internacional
Provoca cierta sorpresa e incluso admiración que hasta ahora no se
haya desatado una escalada de violencia o guerra abierta. ¿Qué es lo
que está deteniendo al gigante de recuperar una de sus más
anheladas posesiones? ¿Acaso la pequeña isla de Taiwán puede
conservar su soberanía y sobreponerse a las aspiraciones de
reintegración del gran coloso chino?
39
En este contexto, el rol de EU como el aliado natural y más
importante de Taiwán es fundamental para entender la naturaleza
cautelosa de la relación bilateral, con una política exterior de EU con
respecto al conflicto que ha sido descrita como de ‘ambigüedad
deliberada o consciente o estratégica’ ya que intenta equilibrar la
emergencia de China Continental como poder regional con su bien
difundida admiración por el éxito económico y democrático de
Taiwán.
El rol de EU como factor de equilibrio quedó demostrado en 1996
cuando China Continental realizó pruebas de misiles cerca de Taiwán
que fueron calificadas de amenazadoras ante las inminentes
elecciones democráticas de la isla; Washington entonces hizo el
mayor despliegue militar visto en Asia desde la Guerra de Vietnam,
mandando buques para proteger el estrecho y prevenir mayores
problemas. El mensaje era claro: Taiwán no está sólo. Estados Unidos
actualmente negocia con la legislatura taiwanesa un paquete de
venta de armas aunque ha dejado claro que, si bien apoyaría a
Taiwán en el evento de una acción militar unilateral por parte de
China Continental, Taiwán no debe de provocar tales acciones.
Incluso ha puesto en práctica un apoyo tácito a la política de China
Continental que dice no a la independencia de Taiwán, no a dos
Chinas y no a la entrada de Taiwán en organizaciones internacionales
que requieran la condición de Estado o lo validen como tal.xviii
Por el lado de China Continental, EU claramente confía en que su
inclusión dentro del orden internacional obligue al gigante a suavizar
su postura con respecto a Taiwán. A medida que se hace más
dependiente del exterior, se va obligando a acatar las normas
establecidas. Aunado a esto, la conducción de su política exterior
durante las últimas décadas ha estado encaminada a ‘limpiar’ su
imagen de amenaza y presentarse como un actor responsable dentro
de la comunidad internacional. En este contexto, un ataque militar a
Taiwán tendría severos costos políticos para el gobierno de Beijing
y lo enemistaría irremisiblemente con sus vecinos y las principales
potencias.
Taiwán, por su parte, tendría que enfrentar altos costos si se
declarara independiente, ya que China Continental podría sabotear
esta declaración sin necesidad de recurrir a las armas o en compañía
40
de las mismas. Esto es así dado el alto nivel de integración económica
entre ambas naciones; China Continental podría congelar las
inversiones taiwanesas, paralizar el comercio con la isla e incluso
tomar represalias hacia los taiwaneses viviendo en su territorio. Lo
anterior provocaría gran inestabilidad en la isla, misma que podría
poner en peligro la supervivencia de la tan admirada democracia
taiwanesaxix Es por esta razón que la mayor parte de los habitantes
de la isla prefieren el mantenimiento del status quo como medida
pragmática más allá del anhelo de libertad política e independencia
de jure.
Conclusiones
¿Acaso un país democrático no tiene derecho de decidir quiénes
serán sus gobernantes y cuál será su futuro? En el caso de Taiwán, no.
Para poder tener este derecho, Taiwán tendría que luchar en contra
de China Continental, que se ha venido fortaleciendo políticamente y
creciendo económicamente de forma espectacular en las últimas
décadas. Además, necesitaría tener un fuerte apoyo de varios Estados
y Organizaciones Internacionales. Pero el consenso internacional de
mantener la política de una sola China, así como el creciente poderío
de China Continental hacen inviable cualquier disenso de alguna
nación importante de la región y del mundo.
¿Podrá Taiwán permanecer independiente? Nominalmente, quizás
consiga preservar su estatus actual por algunos años. Sin embargo,
los intercambios económicos, políticos, diplomáticos y socialesxx con
China Continental han traído consigo intensas transformaciones en la
relación, que permiten asegurar que, si no se realiza una unión
política, se realizara una unión económica y la creciente ambición a
ambos lados del estrecho los llevara a buscar una unión más perfecta.
Como ya se vio, es posible que esta unión suceda incluso sin el uso de
la fuerza, dado que China Continental parece que ha cambiado
tácticas beligerantes por la moderación y “parece mucho más
interesada en seducir a Taiwán con oportunidades económicas”.
41
xxi
Ante la realidad, Taiwán no tiene nada que hacer más que tener
esperanza y seguir luchando por conservarse. Taiwán, China
Continental y la comunidad internacional en su conjunto tienen la
responsabilidad de evitar lo que sería el peor resultado de esta pelea
política: una guerra. Además, se debe obligar a las partes para que
respeten los derechos civiles y políticos de los ciudadanos de la isla
de Taiwán, que hoy parecen estar a merced de negociaciones
cupulares y juegos de poder ajenos a sus intereses y derecho de
participación.
Esta predicción deja fuera de juego a Taiwán en sus pretensiones de
permanecer independiente además de próspero y capitalista. La gran
tragedia de Taiwán es que se ha quedado sin aliados que lo apoyen y
sin cartas de negociación. Y la singularidad de una nación que ha
vivido de forma independiente por medio siglo y desarrollado
instituciones democráticas autóctonas y auténticas se perderá en la
historia para todos, como en su momento se perdió la singularidad
valiosa de Tibet.
ADDENDUM. Junio 2009.
Ma Ying-jeou ganó la presidencia de Taiwán en 2008 y en lo que va
de su gestión, se han dado acercamientos con la China Continental sin
precedentes. Aunque en febrero de 2009 la retórica china tuvo sus
exabuptos por una posible ‘ley anti-secesión’, el mes de abril vio
acuerdos históricos entre ambas partes: Taiwán relajó sus
restricciones a las inversiones de la China Continental en su territorio,
se firmaron acuerdos para potenciar el turismo y los servicios
financieros, y lo más importante de todo: China concedió a Taiwán
42
status de ‘país observador’ en la 62 Asamblea Mundial de la Salud, un
paso de increíble importancia para dar a Taiwán el espacio
internacional que tanto ha buscado.
Tal parece que la reciente crisis mundial en las finanzas ha jugado un
rol en todo este acercamiento, pues Taiwán, fuertemente afectado
por el maremoto economico, encontró en los acercamientos de China
una manera de rebotar rápidamente hacia mejores niveles. El juego
diplomático no ha concluido y hay que observar su desarrollo para
ver en dónde se esconde el quid por quo.
NOTAS.
i En este ensayo se usa el término China Continental (Mainland China) para referirse a la
República Popular China (RPC) y el término Taiwán en lugar de República de China (ROC).
ii Se utiliza el término nación para evitar entrar en discusión sobre la calidad o falta de
calidad de Estado de Taiwán.
iii La tercera posibilidad que tendría Taiwán, sería la de declararse independiente y
defender su soberanía. Las amenazas que China Continental ha expresado a este respecto
y la clara condena por parte de Estados Unidos a esta posibilidad la hacen inviable y por
tanto pragmáticamente descartable.
iv Tratado firmado luego de la primera Guerra Sino-Japonesa; Kishore Mahbubani, op.cit.,
pp.151-152; la Isla de Taiwán es también conocida como Formosa por el nombre dado por
los primeros navegantes portugueses a la misma.
43
v La Ley, bajo el nombre de “Medidas temporales efectivas durante el periodo de rebelión
comunista,” permitió que el KMT se mantuviera en el poder indefinidamente y que no
hubiera avances democráticos y liberales significativos.
vi Un núcleo duro del DPP se encuentra en el Ejército de Taiwán, el cual esta totalmente
en contra de la anexión de la isla a China Continental.
vii “Cuando las condiciones políticas mundiales cambiaron a favor del régimen de Beijing,
la República Popular recobro el asiento de China en Naciones Unidas, que hasta ese
momento había detentado el gobierno derrotado en la guerra civil y expulsado a la isla de
Taiwán donde sobrevivió (y sobrevive), gracias al apoyo militar y político de Estados
Unidos,” Eugenio Anguiano, op.cit., pp.179-284. Esto sucedió en 1971 con una Resolución
de la Asamblea General de Naciones Unidas y ha llevado + a la mayoría de los países a
reconocerla, eliminando los nexos oficiales con Taiwán. México no tiene relaciones
diplomáticas con Taiwán, pues no reconoce más que a “una China.” En 1972, México cerró
su Embajada y no fue hasta 1993 cuando abrió una Oficina Comercial (que tiene funciones
también consulares), a lo que Taiwán respondió abriendo la actual Oficina Económica y
Cultural en la Ciudad de México.
viii La Inversión Extranjera Directa (IED) recíproca ha alcanzado la cifra de cien mil
millones de dólares; Kent E. Calder, op.cit., p.131.
ix En 2001, China Continental se convirtió en el principal socio para las exportaciones
taiwanesas; en 2005, el 40% de las exportaciones manufactureras taiwanesas iban a
China Continental.
x De acuerdo a una encuesta realizada por la Universidad Nacional de Chengchi en 2004,
41% de los encuestados se identificaron como taiwaneses, identidad que en 1997 sólo
compartía el 17% de la población. En el mismo periodo (1993- 2004), el porcentaje de los
que se consideran chinos bajó en más de la mitad situándose debajo del 10%. En todo
caso, la gente se considera ambas cosas, chinos y taiwaneses, aunque existe un innegable
shift en las opiniones.
44
xi Durante un mitin de la campaña a la alcaldía de 1998, el entonces presidente Lee
Teng-hui le preguntó a Ma en mandarín (el idioma de la China Continental) si era un chino
o un taiwanés. Ma respondió en taiwanés que era un ‘nuevo taiwanés’. De hecho, después
de los triunfos electorales de su partido el 2005, Ma rechazó la idea de que esa victoria
reflejaba una inclinación del pueblo hacia China Continental agregando que ‘él no lo veía
de esa manera’.
xii El mismo argumento explica la existencia tanto de las regiones autónomas (SAR) como
de las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) en la costa dentro de la República Popular
China.
xiii Esta calidad de potencia regional entra en el contexto de reconstruir el poderío de la
Gran China, basta recordar el sistema tributario de naciones que el Imperio Chino
mantuvo con sus vecinos durante siglos hasta el establecimiento de los Tratados
Desiguales a finales del SXIX.
xiv Munro, Ross, op.cit..
xv Evidencia de la injerencia del gobierno central chino en los asuntos de sus posesiones
autónomas existe en el caso de Hong Kong, en que China promovió reformas
concernientes a la restricción de los derechos políticos de los ciudadanos y ampliación de
las atribuciones del Ejecutivo (Ley Anti-Subversión).
xvixviTaiwán cuenta con relaciones con 140 países pero, de éstas, sólo 24 son diplomáticas
a nivel de Embajadas.
xvii Quizás el más doloroso límite impuesto a Taiwan es que no ha podido firmar TLCs con
sus vecinos por presiones de China; The Economist, op.cit..
xviii Se deja abierta la posibilidad de que Taiwán participe en la OMC como “territorio
arancelario separado” o en las olimpiadas como “Taipei Chino”
xx Todos estos intercambios alentados por la indudable cercanía cultural y especialmente
lingüística entre ambas naciones.
45
xxi Evan S. Medeiros y M. Taylor Fravel, op.cit., pp.191-193.
Referencias:
Folleto promocional “Esbozo de Taiwán,” editado por la Oficina de Información del
Gobierno de la Republica de China (Taiwán), 2005.
Artículos y perfil de Taiwán en la página del la BBC. http://news.bbc.co.uk
Anguiano Roch, Eugenio, “Diplomacia de la Republica Popular China,” China
Contemporánea: La Construcción de un País, (México: El Colegio de Mexico, 2001),
pp.179-284.
Anguiano Roch, Eugenio, La Política Exterior de China a Principios del Siglo XXI,
CEAA-COLMEX-UAM Iztapalapa (Working Paper).
Bork, Ellen. “One China, One Taiwan; Bush's democracy-promotion doctrine doesn't
square with his China policy,” The Weekly Standard, (Diciembre, 2005).
Calder, Kent E., “China and Japan’s Simmering Rivalry,” Foreign Affairs, 85,2,
(March-April, 2006), pp.129-140.
Cornejo, Romer Alejandro, “China: Una revisión de cincuenta años de historia,” en
Eugenio Anguiano Roch, China Contemporánea: La Construcción de un País, (México:
El Colegio de México, 2001), pp.12-120.
Feder, Don. “United Nations Again Slams Door on Taiwan, Human Events,
(Septiembre, 2006).
Kieng-ho Yu, Peter. “Taiwan and Mainland China,” Contemporary Review, (Junio,
2001).
46
Mahbubani, Kishore, “Para entender a China,” Foreign Affairs en Español, 6,1,
(Enero-Marzo, 2006), pp.145-157.
Medeiros, Evan S. y M. Taylor Fravel, “La nueva diplomacia china,” Foreign Affairs
en Español, 4,1, (Enero-Marzo, 2004), pp.145-200.
Munro, Ross. “Taiwan: what China really wants,” Nationar Review, (Octubre, 1999).
Ross, Robert S., “Comparative Deterrence: the Taiwan Strait and the Korean
Peninsula” en A. Johnston y R. Ross (eds.) New Directions in the Study of Chinese
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Ross, Robert S., “Taiwan’s Fading Independence Movement,” Foreign Affairs, 85,2,
(March-April, 2006), pp.141-148.
“Playing the other woman,” The Economist, (January 20th, 2007), p.54.
47
China y su creciente influencia en África
Ekaterina Saavedra (Sinaloa)
Enero 2008
Mientras los distintos países que conforman el escenario
internacional fijaron sus ojos en la región del Medio Oriente a partir
de los acontecimientos ocurridos en septiembre de 2001, la
República Popular de China volteó su mirada a una de las zonas que
por años ha sido olvidada: el continente africano. En un principio el
interés de China en esta área geográfica era mayormente diplomático;
sin embargo, los objetivos del “dragón rojo” se han hecho más
pragmáticos, buscando ahora oportunidades de inversión, comercio y
energía. La cuestión ahora es si la expansión de la influencia china en
el continente representa una vía de oportunidad para el crecimiento
y desarrollo de África o si se trata de una nueva ronda de
colonialismo.
La cercana relación entre China y África no es reciente, pues se
remonta a los primeros días de los movimientos independentistas
africanos. China, con su legado de agresión colonial y su visión
anti-imperialista, centró sus esfuerzos y energía en apoyo a esta área
a través del envío de técnicos chinos a naciones izquierdistas con el
objetivo de proporcionar entrenamiento militar, ayuda económica y
en infraestructura. Aunque esta ayuda disminuyó durante los 80’s,
renació en los 90’s con el nacimiento de la idea de ‘Cooperación
Sur-Sur’ en la cual se reflejaba el hecho de que las naciones pobres y
subdesarrolladas podrían encontrar soluciones a sus problemas que
48
fueran más apropiadas, de bajo costo y sustentables en países en vías
de desarrollo, y no en las naciones desarrolladas.1
De esta manera, al representar ahora un área de interés estratégico y
económico importante, China regresa a África con necesidad de
mercado para sus exportaciones, inversiones y recursos naturales, en
especial petróleo. En la búsqueda de mercados para comercializar
sus productos, los hombres de negocios chinos han tenido mucho
éxito. Tan sólo en el periodo 2004-2005 el comercio entre el
continente africano y China creció por arriba de un 35 por ciento2
.
Por otro lado, China se ha convertido en los últimos años en el
principal inversor en la industria petrolera de Sudán; así como en
proyectos de transporte y de infraestructura. Con la salida de las
compañías americanas como consecuencia de la guerra civil en la
región, el país asiático representa para Sudán el “paquete completo”:
capital, experiencia técnica e influencia en los organismos
internacionales como el Consejo de Seguridad de la ONU para
proteger al país de sanciones. Lo anterior le ha permitido a la nación
africana convertirse en un exportador neto de petróleo, mientras que
China representa su cliente más grande.
China también ha fijado su interés en la costa occidental africana,
principalmente Angola y Nigeria, ya que es una de las regiones de
producción petrolera más grandes en el continente. En Angola, por
ejemplo, las inversiones chinas resultan atractivas debido a que,
además de proteger a sus clientes de medidas punitivas, no impone
condiciones con respecto a la gestión pública, la probidad fiscal, entre
otros. Mientras que en el 2005, China firmó con Nigeria un acuerdo
de 800 millones de dólares en crudo poniendo en marcha la compra
anual de 30 mil barriles por día durante cinco años. De mayor
49
relevancia es que al país asiático se le ha otorgado licencia para
ocupar cuatro bloques de petróleo como incentivo para la
construcción de una planta hidráulica en esta última zona3
.
La estrategia de China utilizada en África va más allá de la obtención
de recursos y de la apertura de mercados para sus productos pues ha
tratado de crear vínculos amistosos con las naciones de esta región.
Por un lado, ha contribuido en los esfuerzos para perdonar la deuda a
estos países, a la vez que ha transformado los préstamos en
subvenciones para la realización de distintos proyectos. Asimismo,
ha logrado dar empuje a su presencia promocionando los estudios
de la cultura y lengua china entre los jóvenes estudiantes africanos al
ofrecerles la oportunidad de estudiar en la nación oriental.2
También
ayuda a la promoción de África como destino turístico ideal para sus
habitantes. En Sierra Leona, por ejemplo, el gobierno de China
colabora con el desarrollo de un complejo hotelero lujoso. Además,
en 2005 la cantidad de chinos que visitaron un país africano alcanzó
la cantidad de 110 mil turistas, 100% más que el año anterior.
No obstante, el papel que ha desarrollado China en este continente se
ha visto opacado por la idea generalizada entre las grandes potencias
de que esta intervención puede ser una nueva forma de colonialismo.
China comparte con el resto de naciones del hemisferio sur una
ideología política y un enfoque sobre el desarrollo socioeconómico
similar que de acuerdo con Lyal White, investigador del Instituto
Sudafricano de Asuntos Internacionales, ha creado una impresión
idealista del papel que juega China en África4
. Sin embargo, cabe
aclarar que un colonialista tiene entre sus intereses alcanzar el poder
y control político y el monopolio económico, dos puntos que no han
perseguido ni el gobierno chino ni las compañías chinas. En palabras
del Ministro de Asuntos Exteriores de China, Zhou Wenzhong:
50
“Negocios son negocios. Tratamos de separar la política de los
negocios…. Ustedes (occidente) han tratado de imponer una
economía de mercado y una democracia multipartidista en países
que no están listos para ello”3
. Además resulta irónico que las
naciones que años atrás jugaron un rol colonizador, sean las que
acusan ahora a China de promocionar una política neo-colonial en
sus relaciones con África.
Gracias a la herramienta estratégica que ha utilizado el gobierno
chino de desarrollar vínculos de confianza a través de la inversión en
relaciones a largo plazo con las elites del continente africano, le han
permitido colocarse en este punto del hemisferio como un actor
internacional favorito y privilegiado en sus relaciones comerciales y
diplomáticas con África. La importancia que tiene esta región como
mercado comercial y de inversión es indudable, así como el hecho de
que México suele descubrir tarde los focos verdes para la creación de
vínculos comerciales. Al igual que China y otros países
latinoamericanos, como Brasil, México debería intentar un
acercamiento con el continente africano. O bien podría aprender de
las técnicas que ha llevado a cabo China en su acercamiento con
África para aplicarlas en otros lugares que sean de su interés.
REFERENCIAS
1. Melvilla, Chris y Olly Owen. China and Africa: a new era of ‘south-south
cooperation. Julio 7, 2005. OpenDemocracy. 7 Enero 2008.
www.opendemocracy.net/globalization-G8/south_2658.jsp
51
2. Eisenman, Joshua y Joshua Kurlantzick. China’s Africa Strategy. Mayo 2006.
American Foreign Policy Council. 7 Enero 2008.
http://www.afpc.org/china-africa.shtml>.
3. Lyman, Princeton N. China’s Rising Role in Africa. 21 Julio 2005. Council on
Foreign Relations. 7 Enero 2008. www.cfr.org/publication/8436
4. White, Lyal. A Match Made in Beijing. 20 Enero 2006. Mail and Guardian Online.
Enero 7, 2008.
www.mg.co.za/articlePage.aspx?articleid=261909&area=/insight/insight__com
ment_and_analysis
52
PARTE II.
CHINA Y LATINOAMERICA
53
Del otro lado del Pacífico
La incursión de China en América Latina
Megumi Terui Villegas (Colima)
Diciembre 2007
Para nadie es sorpresa que en este dinámico mundo moderno la
interrelación de los países es creciente y su participación en la
economía global es una parte vital de su propia economía. Para los
países latinoamericanos en general, esto había representado
aumentar su interacción con Estados Unidos. La administración de
Bush, si bien había prometido en un inicio una política exterior
enfocada hacia América Latina, cambió su orientación tras los
acontecimientos del 11 de septiembre de 2001. Y mientras Estados
Unidos sigue incursionando militarmente en Medio Oriente, China ha
aumentado su participación en Latinoamérica tanto como
inversionista como en términos comerciales.
Los efectos de la participación china en América Latina no han sido
los mismos para todos los países. Mientras que para algunos China
representa un importante socio comercial (como en el caso de
Argentina, Perú o Chile) o un aliado ideológico frente a Estados
Unidos (Bolivia, Cuba o Venezuela), otros - y en este grupo destaca de
manera importante México - han sido en cierta medida perjudicados
por el crecimiento económico y comercial de China.
China tiene un gran interés en América Latina como una fuente de
productos del sector primario, de los cuales la región es un
importante productor. No solamente en el caso de la compra de
54
petróleo y energéticos (para lo cual China ha emprendido una
cruzada mundial), sino también de productos agrícolas, minerales y
materias primas diversas. Por citar algunos datos, en el año 2005
China y América Latina intercambiaron bienes por un total de 50 mil
millones de dólares, siendo China el tercer socio comercial más
importante de la región, y de las exportaciones de AL a China sólo
cuatro países (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) acapararon el
85% del total (Malik, 2006). Es relevante señalar que esto representa
beneficios para países como en el caso de Argentina, Brasil y Chile,
quienes tuvieron un superávit creciente en su balanza comercial con
respecto al país asiático durante el periodo 2003-2005 (Dussel, 2007).
Ante la pérdida de inversión estadounidense en América Latina,
China también representa una oportunidad: en una visita realizada
por Hu Jintao a Latinoamérica en el año 2004, prometió que en la
siguiente década China invertiría 100 mil millones de dólares en la
región (Malik, 2006), focalizada principalmente en los países con los
que actualmente mantiene buenas relaciones.
Pero el interés de China no se limita a lo económico, y abarca también
aspectos políticos. Por una parte se encuentran países como
Venezuela o Cuba, con quienes comparte ciertos aspectos ideológicos.
Esta alianza ha traído grandes beneficios a Cuba, quien gracias a
China ha tenido acceso a bienes y servicios que han resultado
limitados por el bloqueo económico que Estados Unidos ha
mantenido sobre la isla. En el caso de Venezuela, vale la pena
destacar la colaboración en el sector petrolero: por señalar un caso,
parte del material de explotación y perforación que será utilizado por
Petróleos de Venezuela en las próximadas décadas no será fabricado
por compañías estadounidenses, sino por compañías chinas.
Actualmente, China y Venezuela mantienen un programa de
entrenamiento de personal venezolano para el uso y mantenimiento
55
de taladros de perforación, con lo que China le da a Venezuela una
relativa autonomía tecnológica. Tanto Cuba como Venezuela ganan
con ello el respaldo de una potencia mundial importante frente a la
influencia estadounidense.
El posicionamiento de China en Latinoamérica también le trae otros
beneficios de índole política, lo cual es particularmente importante si
se toma en cuenta que actualmente, 11 de los 24 países que no
apoyan la política de “Una sola China” se encuentran en la región de
Latinoamérica y el Caribe (El Salvador, Belice, Guatemala, Paraguay,
San Vicente y las Granadinas, Nicaragua, República Dominicana,
Panamá, Haití, y San Kitts y Nevis. Hasta hace poco, Costa Rica
también pertenecía a esta lista de países).
Al aumentar su esfera de influencia se posiciona a sí mismo como un
país con aspiraciones globales, si bien en el discurso oficial no busca
la hegemonía mundial. Desde luego, pensar que China puede suplir a
Estados Unidos en su papel dentro de América Latina se antoja
inalcanzable. China aún se encuentra lejos de los niveles de
integración económica y de inversión que tiene Estados Unidos en la
región, y menos aún la influencia cultural y política (con sus debidas
excepciones). Sin embargo, no por ello se puede dejar de tomar en
cuenta su creciente presencia en el subcontinente.
El caso de México es diferente. Hasta no se hace mucho tiempo,
México le daba a China un tratamiento prácticamente de enemigo
comercial, peleando la batalla en dos frentes: el interno y el externo
en el mercado estadounidense. Mucho se debate si esto se debe a
causas intrínsecas a México o una supuesta competencia desleal por
parte de China. De cualquier manera, la realidad es que México sí se
ha visto afectado por la incorporación de China al mercado
56
internacional, razón por la cual se opuso en un inicio a su aceptación
dentro de la Organización Mundial de Comercio.
En el frente interno, el aumento de las importaciones chinas al país
han dañado gravemente a algunas industrias nacionales, tales como
zapatos, juguetes y textiles. Asimismo, el déficit comercial con China
es creciente e importante: un dato indica que por cada dólar que
México gana de las exportaciones a China, este último gana 31 de sus
exportaciones a México (Johnson, 2005). El desplazamiento de
maquiladoras de México hacia China ha provocado pérdida de
empleos en una de las áreas que antes resultaban estratégicas en el
marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Por otro lado, la competencia de ambos países en el mercado
estadounidense es también motivo de preocupación para México,
país que, hasta el año 2003, era el segundo aliado comercial de
Estados Unidos, siendo ahora desplazado por su competidor asiático
(López, 2005). Los mercados en los que México más ha resentido la
presencia china son en lo correspondiente a maquinaria industrial,
instrumentos de medición y control, computadoras, televisores,
equipos de telecomunicaciones, automóviles y autopartes, textiles y
equipo eléctrico; pero por otro lado México le presenta competencia
al dominio chino en artículos del hogar, material para escritura,
zapatos deportivos, y herramientas de cocina (Balderrama, R. y López,
V., 2004).
Para México, el seguir considerando a China como un enemigo
comercial - o peor aún, ignorarlo - no puede traerle sino perjuicios.
Afortunadamente dicha tendencia ha cambiado en últimos años,
muestra de ello son los recientes acercamientos entre ambos
gobiernos para buscar una mayor cooperación en áreas como
57
agricultura, minería, doble tributación y combate a la piratería, entre
otros. Son pocas aún las empresas mexicanas que incursionan en el
mercado chino, e insuficientes los esfuerzos de atraer la inversión
china a territorio mexicano, a pesar de su crecimiento.
La solución desde luego no es sencilla ante tan compleja
problemática. Dar a conocer México al consumidor chino no es una
tarea fácil, ya que poco se sabe de nuestro país por esas latitudes,
haciendo falta un mayor intercambio cultural y de promoción
turística. Si bien los esfuerzos por llevar a cabo negocios en China por
parte de mexicanos son una vía importante para disminuir la brecha
comercial, son necesarias alianzas estratégicas de gran magnitud que
representen un contrapeso importante a las actuales tendencias.
Estas podrían incluir por ejemplo, instalar empresas
maquiladoras-exportadoras chinas en territorio mexicano, que
manufacturen productos en los que México y China no compiten
directamente en el mercado estadounidense y aprovechando los
beneficios del TLCAN, tal cual hizo Japón durante un tiempo (López,
2005). Sin embargo, todo esfuerzo será en vano si en México no se
mejoran las condiciones internas tanto para aumentar los niveles de
productividad como de atracción de inversión, haciendo frente no
solamente a China, sino también a cualquier otro competidor en el
ámbito comercial.
58
Referencias:
Balderrama, R, y López Villafañe, V. (2004). La competitividad de China en el Tratado
de Libre Comercio de América del Norte. Centro de Estudios sobre
Nortamérica, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Dussel, E. (2007, junio). Oportunidades y Retos de China para América Latina.
Presentado en la Conferencia Internacional de la UNPD Gobernabilidad para
la Competitividad en América Latina. Camino Real, Ciudad de México, México.
Última revisión 26 de septiembre, 2007. en Gobernabilidad para la
Competitividad
www.gobernabilidadparalacompetitividad.org.mx/ponencias/3_E_Dussel.pdf.
pp. 18.
Johnson, S. (2005, octubre). Balancing China's Growing Influence in Latin America.
Última revisión 25 de septiembre, 2007. en The Heritage Foundation
<http://www.heritage.org/Research/LatinAmerica/bg1888.cfm>
López Villafañe, V. (2005, noviembre). Dragon in Aztec Lands. Presentado en el
seminario del Centro Robarts Canada-Mexico Big Picture Realities: NAFTA
Plus, Immigration, the Security-First Border, the Bush Revolution in Foreign
Policy and The Global South, Centro Robarts para Estudios Canadienses,
Universidad York.
Malik, M. (2006, junio). China's Growing Involvement in Latin America. Última
revisión 26 de septiembre, 2007. en Power and Interest News Report
<http://www.pinr.com/report.php?ac=view_report&report_id=508&languag
e_id=1>.
Artículos relacionados:
Barocio, R. (2005). La Relación de China con Estados Unidos y su efecto en México, en
Economía Informa, no. 335, edición julio/agosto 2005.
59
Farrel, D. y Remes, J. (2005). The Mexican Comeback, en The International Economy,
invierno 2005.
Johnson, T. China assures U.S. It won't export political model to Latin America, en
Knight Ridder Newspapers.
Lam, W. (2007). Beijing's Great Leap Outward: Power Projection with Chinese
Characteristics. China Brief, v. 7, no. 3. Última revisión 23 de septiembre, 2007
en The Jamestown Foundation
<http://jamestown.org/publications_details.php?volume_id=422&issue_id=3
997&article_id=2371884>.
Lora, E. (2005, mayo). ¿Debe América Latina Temerle a la China?. Nueva York:
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  • 1. 1 ESTUDIOS MEXICO - CHINA VOL. 7 CHINA Y SU NUEVO POSICIONAMIENTO EN EL AMBITO GLOBAL CONSIDERACIONES SOBRE LAS RELACIONES DE CHINA Y LATINOAMERICA, 2007-08 Programa de Formación de Negocios México-China 2007-2010
  • 2. 2 Junio 2009 © Programa de Formación de Negocios México-China y los autores. Editor y director de la colección: Alfonso Araujo
  • 3. 3 INDICE DE CONTENIDOS PARTE I. CHINA Y SU NUEVO POSICIONAMIENTO EN EL AMBITO GLOBAL El Rol de China en la Nueva Configuración del Orden Internacional 6 Melissa Jamín Beyer ¿El Nuevo Imperio (mundial) del Dragón? 9 Megumi Terui Villegas China y el nuevo orden económico internacional 12 Jorge Antonio Barbosa Rendón La diplomacia china: ¿un retorno a la Realpolitik? 18 Jose López Alanís Inversiones extranjeras en China y sus exportaciones 23 Víctor Manuel Cortés Sánchez Inversiones chinas en el extranjero: con fines políticos 26 para el hoy e interés económico para el mañana Diego Armando Gallardo Inzunza Nosotros los Chinos y ustedes los ricos: 30 La crisis financiera de occidente ¿en China? Diego Armando Gallardo Inzunza Taiwán: entre la China unitaria y el status quo 33 Militza Latapí China y su creciente influencia en África 47 Ekaterina Saavedra PARTE II. SOBRE LAS RELACIONES DE CHINA Y LATINOAMERICA, 2007-08 Del otro lado del Pacífico. La incursión de China en América Latina 53 Megumi Terui Villegas China y Latinoamérica (I) 60 Rodolfo Eslava Solís China y Latinoamérica (II) 64 Rodolfo Eslava Solís
  • 4. 4 Documento de Política China hacia Latinoamérica 68 Julieta Pamela Adame Márquez Los retos para América Latina ante el ascenso económico de China 72 Berenice Vega Rauda Hu Jintao y su visita a América Latina 77 Pamela Cristales Ancona APEC 2008 83 Jorge Antonio Barbosa Rendón Adaptándose al crecimiento de China: 89 ¿Cómo pueden las compañías de Latinoamérica tener éxito? David Francisco Riveros Sánchez La crisis mundial, China, Latinoamérica y México 92 Jorge Mario Vargas Berzunza Tequila, Tango, Samba, Joropo, Machu Picchu 96 y Patagonia: en la mira del Dragón Minneth Medina La importancia de la Academia en la Relación 103 China- América Latina. Laura Leticia Romero Martínez ANEXOS 1. POLITICA DE CHINA HACIA AMERICA LATINA Y EL CARIBE 112 Parte I Posición y Papel de América Latina y el Caribe 113 Parte II Relaciones entre China y América Latina y el Caribe 114 Parte III Política de China hacia América Latina y el Caribe 115 Parte IV Fortalecimiento de la Cooperación 116 Omnidireccional entre China y América Latina y el Caribe Parte V Relaciones entre China y las Organizaciones 129 Regionales Latinoamericanas y Caribeñas
  • 5. 5 PARTE I. CHINA Y SU NUEVO POSICIONAMIENTO EN EL AMBITO GLOBAL
  • 6. 6 El Rol de China en la Nueva Configuración del Orden Internacional Melissa Jamín Beyer (Coahuila) Marzo 2007 La caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética en 1989, pusieron fin a una época de tensión bipolar entre dos potencias nucleares para dar paso a la nueva era de la post-guerra Fría, caracterizada por la dominación estadounidense mediante la expansión del modelo neoliberal de mercados libres y gobiernos electos democráticamente. No obstante, la realidad actual ha comenzado ya un profundo proceso de transformación. Según analistas como Thomas Friedman, estamos entrando en la nueva era de la “post-post-Guerra Fría”, caracterizada por un orden multipolar de facto en donde el poder de Estados Unidos (EU) decrece y el de China aumenta, gracias a su arduo trabajo y elevados índices de ahorro(Friedman, p. 3). ¿Será que estamos ya en la antesala de una nueva era en la que China desplazará a los Estados Unidos como el hegemón del juego internacional? Hasta hace apenas 30 años, China era una nación seriamente emproblemada, cerrada y renuente a depender del exterior. Hoy por hoy, a pesar de que el otrora Imperio Medio sigue enfatizando la autosuficiencia como una de sus prioridades, sus ejes políticos principales en materia de política exterior giran en torno a la apertura multidimensional y a la cooperación con el resto del mundo para el logro de metas comunes de desarrollo (China’s Independent Foreign Policy of Peace). Ahora bien, echemos un breve vistazo a las razones por las cuales ha ocurrido tan drástico cambio en el comportamiento de esta potencia emergente, para después analizar si son o no parte de una estrategia china por convertirse en el nuevo hegemón del sistema internacional. Primero que nada, conviene recalcar que a partir de que China decidió adoptar una política económica neoliberal a finales de la década de los setenta, aceptó, por ende, operar bajo las crecientes normas de interdependencia multidimensional entre los distintos
  • 7. 7 actores del sistema global. A partir de 1978, China ya no podría ser una nación aislada del resto del mundo, si quería lograr con éxito su meta de prosperidad económica. Es una realidad que China se está convirtiendo en la nueva superpotencia global (Del Caz, par. 9), y que dicho ascenso ha sido percibido como una amenaza por muchas naciones. Como lo plantea Ashely Tellis, investigador asociado en el Carnegie Endowment for Internacional Peace, “la mayoría de los países asiáticos están preocupados de que pueda convertirse [China] en una potencia hegemónica que constituya una amenaza a su seguridad nacional (Tellis, par. 1)”. Consciente de todo lo anterior, China sabe que es menester fomentar relaciones cordiales con el resto de los países si es que no quiere ver empañada su modernización tecnológica y crecimiento económico por la rivalidad. Como estrategia para contrarrestar dichos temores de la comunidad internacional - que pudieran traducirse en una obstrucción al continuo desarrollo de su economía -, China ha promovido una política exterior amistosa mediante su oposición al ‘hegemonismo’ (evitando referencias directas a EU), su apoyo en la preservación de la paz mundial, la cooperación para el desarrollo multilateral y la apertura al exterior (China’s Independent Foreign Policy of Peace). De esa manera, poco a poco ha ido expandiendo su región de influencia hasta llegar a tocar áreas de importancia estratégica para EU, el actual hegemón, como sucede a través de la creciente demanda china de petróleo procedente de Venezuela y Sudán (Wang, par. 32) . Sin embargo, no considero que estemos presenciando una lucha entre titanes por el poderío global. A pesar de que “el único impedimento real para la futura posición de China [de predominancia] es la preeminencia de EU (De Burgh, 137)”, por el momento ambos países mantienen estabilidad porque se necesitan mutuamente. China necesita a EU para seguir emulando su modelo de modernización, así como EU necesita de China en aspectos vitales como el combate al terrorismo y la no proliferación de armas nucleares. Además, no olvidemos que existen aún ciertos retos como la demografía, los derechos humanos y el medio ambiente, que mantienen a China fuera del club de los países desarrollados o de “primer mundo”. Actualmente, China aún no cuenta con la capacidad suficiente para retar la preeminencia cultural, económica, política y militar de EU (De Burgh, 137). Es por eso que, al menos por ahora,
  • 8. 8 “China evitará sostener una postura antagónica con Estados Unidos (Kishore, par. 18)”. China sabe muy bien lo que quiere por el momento: desarrollo económico. Para lograr esto, China requiere paz, inversión extranjera y orden, y es precisamente eso lo que está sembrando ahora mediante la actitud de ‘buen vecino’ de la comunidad internacional. De esa forma, una vez logradas sus metas de crecimiento, cosechará aliados – no enemigos - , y serán éstos quienes le rendirán pleitesía a la nueva potencia líder del sistema internacional, en caso de que esto suceda. REFERENCIAS China’s Independent Foreign Policy of Peace. 18 Agosto 2003. Ministry of Foreign Affairs of the People’s Republic of China. 28 Marzo 2007. www.fmprc.gov.cn/eng/wjdt/wjzc/t24881.htm. De Burgh, Hugo. China: Friend or Foe?. Toronto, Ontario: Icon Books, 2006. Del Caz, Gerardo. Luces y sombras de la nueva superpotencia económica.. 27 Marzo 2007. http://libros.libertaddigital.com/articulo.php/1276232151. Friedman, Thomas. The Post-Post Cold War. The Pecking Duck (2006). 29 Marzo 2007. www.pekingduck.org/archives/003711.php. Kishore, Mahbubani. Para entender a China. Foreign Affairs en Español. Enero-Marzo 2006. www.foreignaffairs-esp.org/20060101faenespessay060117/kishore-mahbubani /para-entender-a-china.html>. Wang, Jisi. China y su búsqueda de estabilidad con Estados Unidos. Foreign Affairs en Español. Enero-Marzo 2006. www.foreignaffairs-esp.org/20060101faenespessay060116-p0/wang-jisi/china- y-su-busqueda-de-estabilidad-con-estados-unidos.html. Tellis, Ashley. El gran tablero de Pekín: China quiere convencer al mundo de que es un gigante amable. Foreign Policy Edición Española. Marzo 2007 www.fp-es.org/feb_mar_2005/story_7_14.asp#2.
  • 9. 9 ¿El Nuevo Imperio (mundial) del Dragón? Megumi Terui Villegas (Colima) Abril 2008 En tiempos recientes, hablar de China ha sido hablar de un país que sin duda tiene un peso importante en el escenario internacional. En algunas ocasiones se ha llegado a mencionar que China puede convertirse (o es ya) potencia mundial, mientras que en otras se habla de su potencial de ascender como un país hegemón de las relaciones internacionales, sustituyendo a Estados Unidos como principal centro de poder en el mundo. Antes de realizar cualquier afirmación hacia uno u otro sentido, es necesaria hacer una revisión (si bien un tanto general) del significado que tiene la hegemonía como concepto de poder en las relaciones internacionales, las características de un país hegemón, así como cuáles de éstas se pueden observar en China y no deben ser tomadas a la ligera. En términos generales, y partiendo de la visión gramsciana de la hegemonía en la sociedad, es decir, el consentimiento de las masas hacia la dirección de la vida social por la clase gobernante (Litowitz, D. “Gramsci, Hegemony, and the law”), y trasladar este concepto a las relaciones internacionales, el término hegemonía se utiliza para indicar el control de un Estado sobre el resto, ya sea por la fuerza física, liderazgo cultural, importancia económica, etc. (Volgi, T. “Hegemonic and bipolar perspectives on the new world order”). Bajo este precepto, un actor hegemónico tiene el poder de ejercer un liderazgo fuerte en la estructuración de los términos del orden mundial. Es decir, establece las reglas esenciales del sistema, y posee (y tiene la facultad de utilizar sin sufrir represalias de consideración) capacidades extensivas en términos militares y económicos, con el poder suficiente para detener a quienes amenacen su liderazgo. Si bien es indiscutible la importancia de China en el comercio mundial, al ser la llamada “fábrica del mundo”, aún no tiene un impacto auténticamente global dentro de la política económica mundial. De acuerdo con Gilpin, la política económica mundial es “la
  • 10. 10 interacción, dinámica y recíproca, dentro de las relaciones internacionales, la cual busca la adquisión de poder y bienestar económico” (en Keohane, O. “Hegemony in the World Political Economy”). Dentro de este concepto, las potencias buscan la creación de mercados estratégicos, en contraparte a incursiones hostiles como forma de establecer su poder en el mundo. Esta fórmula le ha funcionado a China en su geografía inmediata (el sudeste asiático por ejemplo), y en cierta medida también en África y los países de Asia Central, pero aún dista de establecer su poderío económico a nivel mundial, en donde Europa y Estados Unidos poseen aún un dominio importante. Es entonces indiscutible el afirmar que China es una potencia política-económica regional dentro del Pacífico asiático. Así mismo, y para poder hablar de que un Estado es un poder económico mundial, es necesaria una preponderancia de recursos materiales tales que se tenga una disposición importante de materias primas, control sobre fuentes de capital, control sobre su mercado, y una ventaja competitiva en la producción de productos altamente valuados por la sociedad internacional. Mientras que China cuenta con las primeras tres cualidades, aún no tiene el desarrollo tecnológico capaz de asegurarle una posición de potencia económica. China sigue estando limitado entonces a ser un poder comercial, un poder regional, pero no un poder económico mundial, menos aún un hegemón. Su capacidad de continuar con la transferencia de tecnología a sus industrias nacionales, de desarrollar centros de investigación con resultados más avanzados, entre otros, es lo que determinará si alcanzará alguna vez este estatus. ¿Qué hay de China como superpotencia? De acuerdo con Walker, una superpotencia es aquél país que además de tener capacidades (ya sean militares o económicas), normalmente tienen intereses globales (a diferencia de las potencias, con alcances regionales o sectoriales), y pueden utilizar la fuerza, o la amenaza de utilizarla, para promover su interés nacional. La diferencia con un país hegemónico es entonces, que la superpotencia, a pesar de sus intereses globales, no tienen una incidencia trascendental en el orden mundial (“Changing Nature of State Power”). Por ejemplo, Estados Unidos fue capaz de poner en la agenda internacional el tema del terrorismo después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, algo probablemente
  • 11. 11 irrealizable si China hubiera sido el objetivo de estos ataques u otros similares. Sin embargo, no se pueden dejar de lado las previsiones que esperan que para el año 2050, China se convierta en la primera economía mundial, ni su capacidad económica, militar y demográfica. Su principal limitante para ascender de potencia regional y comercial a potencia mundial y posteriormente a superpotencia, es entonces, la dependencia de los recursos externos (materiales, tecnológicos e intelectuales), así como una mayor necesidad de expansión del poder político, y ejercicio del control hacia dentro y fuera de su territorio. Hablar de que China podría convertirse en la próxima potencia hegemónica, se antoja aún más lejano, especialmente ante un sistema internacional cada vez más estratificado, en el que se puede observar un surgimiento de esferas de influencia regionales más que globales, en donde el poder radicará en aquellos países que puedan controlar la correlación de su zona de influencia con otras. Quizá esta es la apuesta de China hacia el futuro. Referencias: Keohane, O. Robert. Hegemony in the World Political Economy. After Hegemony. New Jersey: Princeton University Press, 1984. Litowitz, Douglas. Gramsci, Hegemony and the Law. University Law Review. 2002.2 ProQuest. Volgi, Thomas y Lawrence Imwalle. Hegemonic and bipolar perspectives on the new world order. American Journal of Political Science. 39.4 (1995). ProQuest Walker, Lewis. Changing Nature of State Power. Securities Data Publishing on Wall Street. Diciembre, 2003. Lexis Nexis.
  • 12. 12 China y el nuevo orden económico internacional Jorge Antonio Barbosa Rendón (Edo. de México) Junio 2008 “…la cooperación tiene lugar cuando los actores ajustan su comportamiento a las preferencias reales o previstas de los demás. Así definida, la cooperación no es necesariamente buena desde un punto de vista moral. 1” - Robert Keohane En los años de 1944 y 1974, el mundo se cubrió con un manto de regulaciones económicas que serían abarcadas hasta la actualidad. Parte fundamental de la vida de la sociedad internacional sería definida en base a estos dos significativos momentos, a los cuales se adjudica la paternidad de dos diferentes órdenes económicos mundiales. En 1944, dentro del Hotel Mount Washington en la ciudad de Bretton Woods, Hampshire, cuarenta y cuatro países invitados apoyarían la estrategia de recuperación mundial, desechando el plantemiento de John M. Keynes, y abrazando la propuesta por el estadounidense Harry White, dando predominancia al dólar como moneda, y a Estados Unidos como padrino y ejecutor principal del proyecto. En 1974, luego del derrumbe del sistema de Bretton Woods al combinarse la devaluación del dólar, el conflicto petrolero de 1973, la recuperación de Europa y Japón, además de la enorme deuda externa de países en desarrollo, un nuevo orden habría de constituirse bajo el amparo y cobijo de las Naciones Unidas en su conjunto. Ambos momentos son puntos de revelación, que nos hacen reparar en la composición del Orden Económico Internacional como un proyecto básicamente de los países de occidente. A la par, la República Popular China se desarrollaba en sus propios tiempos y modos, cada día entrando más en contacto con el modelo occidental de organización económica mundial. El avance del tiempo y el cambio de circunstancias hacen preguntarnos cuál es la situación de China 1 Salomón, Mónica. (12 Jul. 2008).
  • 13. 13 ante el orden económico internacional actual, y cuáles son las perspectivas de este país dentro del mismo. Este artículo hace un recuento abordando el problema desde el punto de vista de los regionalismos y las instituciones económicas internacionales como muestra de los movimientos en dicho orden, y el discreto pero persistente avance de China para acoplarse al mismo. Comenzando con el repaso de los acuerdos regionales, aquellos relacionados con la República Popular China son: el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, la Asociación de Naciones del Sureste Asiático más Japón, China y Corea del Sur (APEC+3), la Cumbre del Este Asiático (EAS) y la Organización para la Cooperación de Shanghai (SCO). La composición de dichos grupos nos ayudan a revelar información acerca de los movimientos en el orden económico. Comenzando por la APEC, recordemos que es un Foro que incluye 21 países, entre ellos países americanos: Canadá, México, Estados Unidos, Chile y Perú. Fundada en 1989, el foro, apoyado por tres mecanismos de contacto, incluye países entre los cuales se realiza el 49% del comercio mundial. Dentro de éste, China realiza una activa promoción de sus empresas hacia el Sudeste de Asia y hacia los países americanos incluidos en ella2. A finales de los noventas y principios del siglo XXI la República Popular China reforzó sus relaciones regionales, avanzando hacia un discreto contrapeso con Estados Unidos y la Unión Europea. En 1997, la ASEAN ve su primera reunión en una novedosa reunión llamada ASEAN+3, en la cual se incluyeron a China, Japón y Corea, con el objetivo de coordinar las acciones entre los países de la ASEAN y los tres últimos. Y en 1996 se conforma el grupo del llamado “Shanghai Five” (China, Rusia, Kazajastán, Kirguistán y Tazikistán), renombrado en 2001 como la Organización para la Cooperación de Shanghai, después de la inclusión de Uzbekistán al grupo. Al mecanismo se han unido India, Irán, Pakistán y Mongolia como observadores. Mencionaremos que entre uno de los puntos negociados del grupo de Shanghai se encuentra el tema energético, pues el grupo de Shanghai a pesar de no tener el mayor poder económico o militar, sí 2 Embajada de Chile en Rusia (11 Jun. 2008).
  • 14. 14 comprende a los mayores productores y consumidores de energía del mundo.3 Sumado a estos, continuamos con el grupo llamado Cumbre del Este de Asia, el más reciente y quizás uno de los más poderosos económicamente hablando. El EAS, es un foro donde se han incluido India, Australia y Nueva Zelanda a los países de ASEAN+3. Ello descubre que el mecanismo recubre una gran parte del comercio mundial. China ha tenido la opinión de que han de existir tanto el grupo de EAS como el grupo de ASEAN+3 como mecanismos complementarios. Por último, hemos de hablar del grupo BRIC (Brasil, Rusia, India, China), que aunque no es un grupo “regional” hablando desde un estricto punto de vista, sí es un grupo económico relevante. Según una publicación de Goldman Sachs, para el año 2050 las economías del grupo BRIC sumarán en su conjunto más que las economías del G6 (EU, Japón, Francia, Inglaterra, Italia, Alemania)4. Luego de esta descripción, y regresando al tema del orden económico mundial, es necesario entonces advertir que la República Popular China ha realizado movimientos regionales económicos importantes a lo largo de los últimos 12 años, que vale la pena considerar a la luz del orden económico mundial que se había venido desarrollando en la segunda mitad del siglo XX. Hay autores que consideran que el orden occidentalmente impuesto habría de ser considerado por China como un plano sobre el cual difícilmente podría hacer cambios. Pero lo que nos interesa sostener es que más allá de las modificaciones que China quiera hacer, ha logrado integrar grupos regionales que le proporcionarán cada día mayor poder de negociación basado en términos de poder económico. Como segundo elemento de análisis, que nos hace reconsiderar el orden económico mundial como completamente diferente al impuesto en 1944 y 1974, tenemos las instituciones económicas internacionales. Y sobre ellas, mencionaremos dos casos particulares: 3 The Shanghai Cooperation Organization . 4 Se puede consultar el reporte completo de Goldman Sachs en Wilson, Dominic y Roopa Purushothaman, Dreaming With BRIC’s: The Path to 2050 .
  • 15. 15 La Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Luego de 7 años de discusiones, la ronda de Uruguay para el comercio internacional culminó en la construcción de diferentes acuerdos entre los que se encontraba el establecimiento de la OMC, inspirada en la fallida Organización Internacional de Comercio. 5 El buscar su candidatura a la OMC reflejaba la importancia que concedía China a los beneficios del orden occidental y al comercio, por el acceso a mercados, sino también por la protección que podía obtener al ser partícipe del mecanismo regulatorio del organismo, a pesar de las concesiones que habría de hacer en su momento. En cuanto al FMI se refiere, habría sido diseñado desde 1944 como uno de los vástagos de Bretton Woods con el aseguramiento de que Estados Unidos sobre todo, y otros países occidentales, mantuvieran el control sobre este órgano de financiamiento y solvencia mundial. Una muestra de ello, es que 64 años después Estados Unidos, con todo y su declive económico y el desgaste de la unipolaridad, aún posee el 17% de los votos del FMI (recordemos que el FMI se basa en un sistema de voto ponderado de acuerdo al peso económico y a la aportación de los países, y que para poder hacer reformas se requiere el 85% de los votos). Pero los pesos han cambiado, y China merece un lugar en el FMI para dejar de convertirse en cliente y pasar a un puesto diferente. De tal forma que se prevé que China ocupe pronto asientos en el Fondo y pueda comenzar a ser partícipe en las votaciones del ahora oxidado organismo. Como habíamos establecido en un principio, era importante un recuento de la posición de China en los regionalismos económicos y en los organismos internacionales para poder tener una mirada más cercana a su posición dentro del Nuevo Orden Internacional. Occidente cada día es menos propietario del orden, y China se acerca meticulosamente para transformarse en un miembro activo del mismo. 5 Vale la pena realizar una revisión de la página de la OMC, en la cual presenta la historia del organismo de manera muy ilustrativa, ofreciendo también datos para conocer los temas que se han ido negociando desde la consolidación del GATT en 1948.
  • 16. 16 China no tendrá la capacidad para modificar el Orden a su voluntad, y seguramente tampoco tiene la intención de ello6. Ha sido más bien respetuoso del mismo y ha abrazado el uso de instituciones multilaterales y de las formas occidentales. Sus intereses son concurrentes con los intereses de la economía mundial en la mayoría de los sentidos y con dicho ímpetu se ha promocionado como un cómodo participante del sistema. Es, asimismo, impulsor de un orden donde la certeza jurídica, el respeto a la soberanía sobre los recursos, la libertad para tener el sistema económico que cada país desee, la cooperación económica internacional, la industrialización, la transmisión de tecnología y fortalecimiento de instituciones para la armonía económica, cobren realidad (El mundo ha de reconocer que esos son principios que en la conferencia de 1974 se pregonaban). Reconocer la importancia económica del “gigante” o “dragón”, más que un “crecimiento acelerado” implica su permanente inclusión armónica al sistema. La República Popular China, segura de sí misma, avanza con sobriedad y la firme conciencia de su pertenencia a la Sociedad Internacional, aunque no sea desde un punto de vista necesariamente moral. 6 Cfr. Richardson, Bill (Ene.-Feb. 2008) e Ikenberry, John (12 Jun. 2008). En el primer artículo, el autor considera a la RPC como una de las seis amenazas para su seguridad nacional. En el segundo, Ikenberry en un lenguaje incisivo, considera que el sistema occidental no podrá ser derrumbado por la nación china, como si hubiera dado muestras de querer contraponerse por completo a Europa y Estados Unidos, cuando más bien se ha visto una secuencia de incorporación y complementación.
  • 17. 17 Referencias: Salomón, Mónica. La teoría de las relaciones internacionales en los albores del siglo XXI: Diálogo, disidencia, aproximaciones. Revista Electrónica de Estudios Internacionales, Núm.4, 2002, en: www.reei.org/reei4/Salomon.PDF (12 Jul. 2008). Embajada de Chile en Rusia. Chile and Australia in APEC, 19 de marzo de 2006, en: www.embachile-australia.com/en/bilateral/apec.html (11 Jun. 2008). The Shanghai Cooperation Organization. History of Development of Shanghai Cooperation Organization, 12 de junio de 2008, en www.sectsco.org/html/00035.html (12 Jun. 2008). Wilson, Dominic y Roopa Purushothaman. Dreaming With BRIC’s: The Path to 2050, Goldman Sachs Global Economics Website, Global Economics Paper No: 99, 1 de octubre de 2003, en : www2.goldmansachs.com/ideas/brics/book/99-dreaming.pdf (13 Jun. 2008) Organización Mundial del Comercio. Entender la OMC, en: www.wto.org/spanish/thewto_s/whatis_s/tif_s/tif_s.htm (12 Jun. 2008). Richardson, Bill. A new realism. A realistic and Principled Foreign Policy. Foreign Affairs, Council of Foreign Relations, EU, Enero-Febrero 2008, en: www.foreignaffairs.org/20080101faessay87111-p0/bill-richardson/a-new-reali sm.html (11 Jun. 2008) Ikenberry, John. The Rise of China and the Future of the West. ¿Can the Liberal System Survive? Foreign Affairs, Council of Foreign Relations, EU, Enero-Febrero 2008, en: www.foreignaffairs.org/20080101faessay87102-p30/g-john-ikenberry/the-rise- of-china-and-the-future-of-the-west.html (12 Jun. 2008).
  • 18. 18 La diplomacia china: ¿un retorno a la Realpolitik? Jose López Alanís Septiembre 2007 Introducción Cimbra el mundo con el nuevo despertar del Dragón. Ya no descansa en el letargo milenario del olvido: ha despertado para encontrarse nuevamente con un mundo del que se mantuvo aislado por centurias. Los reflectores voltean sus luces al gigante menospreciado, a ese al que todos veían bajo la ingenua lupa del exotismo, la distancia y la ignorancia. Ahora es la pujante economía china la que deja atónitos a economistas de todo el orbe, dando al traste con una serie de paradigmas que se creían irrefutables, y la que, consecuentemente, ha convertido a China en un actor preponderante en las relaciones internacionales dentro de los foros internacionales. La apertura de China al mundo terminó de encauzarse hasta 1982, con el líder Deng Xiaoping al frente del Partido Comunista de China. Las estrategias de apertura se dieron de manera gradual, sistémica y con una visión a largo plazo, a partir de planes quinquenales, y permitieron generar un crecimiento económico que en los últimos 25 años ha promediado un 9% en términos de Producto Interno Bruto, y que ha colocado a China, nuevamente, como uno de los actores más influyentes en el mundo, tanto por su creciente poderío económico, militar y comercial, como por el tamaño de su población y su extenso territorio. Sobre la Realpolitik Otto Von Bismarck (1818-1898), del primer Reich alemán y gran unificador de Alemania, fue el precursor de la "Realpolitik" moderna, un modelo de manejo de relaciones internacionales entre estados, cuyo fin es establecer equilibrios de poder entre las naciones, formando alianzas estratégicas de manera pragmática, pero sin dejar de ser ambivalentes y limitarse lo más posible a ser tácitas, con el objetivo fundamental de tener una mejor posición de negociación
  • 19. 19 dentro del panorama mundial, acorde a las circunstancias de la época y a los intereses nacionales de cada país. Fue la adopción de este modelo, lo que permitió la unificación de Alemania en un período de agitación política y gran tensión diplomática mundial, causada por el ingente colonialismo de las potencias europeas de ese tiempo. Bismarck logró establecer relaciones de tipo mediatorio, en las que no sé dejaba claro de qué lado estaba o quiénes eran en realidad sus aliados estratégicos en caso de una confrontación belicosa, sin mostrar apoyo o desprecio legímito hacia alguno de los diversos actores internacionales, pero dando tiempo suficiente al surgimiento de Alemania como una nación unificada y poderosa, al tiempo que se gestaba una carrera armamentista cuyo fin último sería el impostergable inicio de la Primera Guerra Mundial. En los años previos a la Segunda Guerra Mundial, Josef Stalin, otro maestro de la Realpolitik, jugaría al funambulismo con el resto de las potencias europeas, apostando por una alianza con aquel país que terminara por presentarse como su mayor amenaza, cuando y sólo cuando las circunstancias lo demandaran. De esto modo, los líderes de las democracias confundieron los discursos soporíferos y un tanto teológicos de Stalin con una rigidez de pensamiento y de política. Sin embargo, la rigidez de Stalin no sólo se extendía a la ideología comunista. Sus convicciones comunistas le permitían ser extraordinariamente flexible en sus tácticas. El politólogo Robert Legvold ha señalado que el propósito de Stalin era “obtener el máximo provecho del mundo capitalista, no hacer las paces con él"7. ¿Acaso una Realpolitik con características chinas? El impresionante crecimiento económico de China, durante las últimas dos décadas y las proyecciones de crecimiento económico para los próximos 30 años, han obligado al resto de las potencias capitalistas a preguntarse bajo qué parámetros pretende China llevar a cabo su crecimiento y han querido indicar, partiendo de los mecanismos establecidos con mediación de los organismos 7 Robert Legvold. After the Soviet Union: From empire to Nations. Nueva York: W. W. Norton 1992. p. 7.
  • 20. 20 internacionales, la dirección que el país debería tomar en temas como: crecimiento sostenido, política medioambiental, competencia desleal, propiedad intelectual, relaciones internacionales, etc. Al respecto, el discurso chino ha pretendido dejar claro que su prioridad es lograr, a toda costa, un "crecimiento pacífico" y se ha comprometido a hacer ciertos ajustes en sus políticas internas y su legislatura, con miras a buscar cierta concordancia con los modelos ya establecidos, desde hace muchos años, en el marco jurídico internacional, pero sin dejar de hacerlo de manera gradual, reservada y, hasta cierto punto, ambigua; asumiendo, de manera cada vez más marcada, su papel preponderante dentro del panorama mundial, al tiempo que diversifica sus alianzas con países de todo el mundo, en temas que son de estratégica importancia a la continuidad de su crecimiento económico y a la generación de una mayor área de influencia en el ámbito geopolítico. Es posible encontrar similitudes entre la vieja Realpolitik de Bismarck y Stalin y el modo en que China lleva a cabo sus relaciones internacionales hoy día. El ilustre diplomático estadounidense, Henri Kissinger, puntualiza que tanto Stalin como Bismark lograron situarse por encima de sus paradigmas ideológicos, a fin de sacar el mejor provecho posible a través de una política meramente pragmática. Cierta semejanza se encuentra, por ejemplo, en las palabras con las que Deng Xiaoping definía en la década de los 80's la estrategia pragmática del país, dejando de lado todo paradigma ideológico: “Actualmente hay dos modelos de desarrollo productivo. En la medida que cada uno de ellos sirva a nuestros propósitos, nosotros haremos uso de él. Si el socialismo nos es útil, las medidas serán socialistas; si el capitalismo nos es útil, las medidas serán capitalistas”8. Las relaciones diplomáticas que China ha establecido con Rusia y Estados Unidos son un buen ejemplo de una política de altibajos, en la que es posible pasar de la cordialidad a la protesta o de la colaboración al distanciamiento, sin lograr crear tensiones lo suficientemente graves como para ocasionar una guerra o hermanamientos lo suficientemente fuertes como para crear 8 Oropeza García, Arturo, China, entre el reto y la oportunidad, China Consulting Group S.A. de C.V., México 2006, p. 56.
  • 21. 21 compromisos ineludibles en temas de relevancia como lo son, por ejemplo, cuestiones de seguridad nacional. China juega a la guerra y a la paz, en los distintos cuadriláteros de los organismos supranacionales, con Estados Unidos y Rusia; sin dejar de ver a ambos como contendientes y socios, como aliados estratégicos o posibles enemigos; en fin, sin terminar de abrir o cerrar la puerta a ninguno de los dos pero teniéndolos como una carta más bajo la manga, si las circunstancias lo ameritaran. Otro buen ejemplo concierne al tema de África, en donde las continuas querellas de las antiguas potencias coloniales han reclamado el ingreso de inversiones chinas en países en los que se violan los Derechos Humanos o en los que la corrupción es imperante; China, alejada de toda limitante moral y limitándose únicamente a velar por sus intereses económicos en esos países, hace recordar la Realpolitik rusa en la que "en el aspecto moral, Stalin no distinguía entre los diversos Estados capitalistas" y deja de manifiesto que los intereses nacionales chinos y el imperativo de mantener un crecimiento económico constante está por encima de toda cuestión que ataña la situación actual de países que, aún teniendo gobiernos ilegítimos o siendo genocidas, no dejan de ser soberanos. Sin embargo, China cuenta con la ventaja de saber entrar en contradicciones en su relación con África, que resultan incomprensibles para el mundo occidental porque, si bien es cierto que en su búsqueda de recursos naturales pasa por alto la inestable situación política en muchos de esos países, también es verdad que la población africana se ha visto beneficiada en términos generales, ya por la construcción de infraestructuras de todo tipo, ya por el hecho de que "China ha completado 900 proyectos de desarrollo económico y social, brindado becas a 18,000 estudiantes, provenientes de 50 países africanos, para estudiar en China y enviado 16,000 médicos a 47 países africanos que han tratado 240 millones de pacientes"9. La facultad de veto con la que cuenta China dentro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la ha colocado en una posición de la que ha sabido obtener ventajas en materia de negociaciones diplomáticas internacionales. Por citar dos ejemplos, bastará aludir los casos de Corea del Norte e Irán. En ambos a mediado con la 9 China Daily, Aid to Africa without political agenda, 23 de junio de 2006.
  • 22. 22 bandera de la mesura, propugnando por ejercer la diplomacia en vez de la guerra, haciendo valer la ley de las instituciones por encima de la ley de la armas y creando un equilibrio entre los diversos intereses de los otros 4 miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Por otro lado, las visiones apocalípticas, que para algunos no están muy alejadas de la realidad, parecen indicar que China se prepara para una guerra que se presenta improbable, debido a la intrincada y profunda interconexión económica, financiera y comercial con el resto de las potencias extranjeras, pero que no es, de ningún modo, inconcebible; considerando, por ejemplo, el creciente presupuesto que el gobierno chino destina a su carrera armamentista o las fricciones que a la larga podrán generar la disputa entre los países por recursos energéticos o por agua. Finalmente, la experiencia obtenida, tras un mes de observación en Hangzhou, me permiten evocar el desconcertante concierto de sirenas para prevenir ataques aéreos el pasado 11 de septiembre, el patrullaje cotidiano de aviones militares sobre la ciudad o el todavía más azorante hecho de que, dentro de mi residencia estudiantil, se encuentra instalado un refugio subterráneo destinado a salvaguardar vidas en caso de un bombardeo. Quizás lo más notable de la actual política exterior china es su capacidad de acercamiento a países en los 5 continentes, cada uno de ellos con distintas vocaciones productivas, y de los que obtiene, para cada caso en particular, las mayores ventajas posibles en todos los ámbitos imaginables. Eso sí, sin dejar de lado una estrategia negociadora de ganar-ganar en la que buena parte de los países han optado por tener a China como amigo y aliado estratégico.
  • 23. 23 Inversiones extranjeras en China y sus exportaciones Víctor Manuel Cortés Sánchez (Michoacán) Enero 2008 En la segunda mitad del siglo 20, un grupo de economías se convirtieron en líderes del mundo provenientes del continente asiático. Japón fue el precursor, seguido por Hong Kong, Singapur, Taiwán y Corea del Sur. China es el último miembro de este club que en la actualidad ha marcado un incremento sin precedentes, y que ha hecho que en muchos países se defina la emergencia de China como nación industrial como “la más profunda transformación en la historia del mundo”. Hace unos días en la ciudad de Pekín (Beijing), se publicó una serie de planes de estrategia comercial que regirán la inversión extranjera directa (IED) para principios del 2008, enfocándose los sectores por zona geográfica, en los que se promoverá y se restringirá la inversión foránea. Algunas de estas políticas de promoción y restricción publicadas por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC por sus siglas en inglés) y el Ministerio de Comercio, se basan en permitir inversión extranjera que ayuda a China a controlar y proteger el medio ambiente y desarrollar zonas aisladas para equilibrar el desarrollo económico del país. Al mismo tiempo están orientadas a que ciudades grandes como Beijing, Shanghái, y Guangzhou (Cantón) -que registran altos índices de contaminación - disminuyan la producción de residuos que afectan el medio ambiente, sobre todo en Beijing, ciudad sede de los Juegos Olímpicos del 2008. La inversión extranjera según la NDRC y el Ministerio de Comercio estará encaminada en sectores como el automotriz, maquinaria de impresión, electrónicos, alta tecnología, materiales avanzados y equipo de manufactura; por otro lado, China prohibirá a los extranjeros participar en proyectos que involucren minerales raros o no renovables, pequeñas refinerías y otras áreas que considera
  • 24. 24 estratégicas, pero sí continuará animándolos a poner dinero en áreas con escasa inversión. En general, las industrias o proyectos en las categorías "fomentadas" pueden recibir un impuesto preferencial y otros tipos de tratamiento; pero aquellos sectores considerados "restringidos" afrontan una mayor exigencia para recibir aprobaciones. Del otro lado del hemisferio, en el ámbito comercial, países de América Latina como Argentina, Brasil, Chile y Venezuela, han sacado ventaja del crecimiento del mercado chino al abastecerle de productos básicos como hierro, soja y cobre. En cambio, México ha sido golpeado por la competencia china, especialmente en los productos manufacturados que ambos países ofrecen. Entre 2000 y 2004, mientras los exportadores mexicanos planeaban cómo vender más a Estados Unidos, 33.8 por ciento de las fábricas instaladas en maquilas de México se trasladaron a China, lo que se tradujo en una pérdida de 18.9 por ciento de los empleos en ese sector industrial. En la rama textil, México perdió 150.000 empleos y en la juguetera, unos 15.000. Los empresarios de ambos sectores afirman que 60 por ciento de los productos chinos llegan a México de contrabando y a precios imposibles de igualar. China, con toda la inversión extranjera que recibe y las grandes cifras de productos de exportación que comercializa con países de Europa, Asia y América, ha pasado de ser un país de economía cerrada y restringida, a un país atractivo para hacer alianzas comerciales con empresas de naciones desarrolladas. Hace unos años México era el primer socio exportador de Estados Unidos, pero China se ha convertido en su nuevo socio primario desde el 2007, exportando 120,986 millones de dólares que representa un crecimiento de 16.7 por ciento respecto al 2006. Por su parte México exportó 82,878 millones, un incremento del 3.2 por ciento con respecto al 2006. Debemos ver este desarrollo gigantesco que está teniendo China como un hecho irrefutable, que si por un lado es comercialmente temible para países como Mexico que compiten directamente con ella en manufactura, también puede ser aprovechado si se encuentran formas viables de hacer alianzas comerciales o institucionales.
  • 25. 25 México, vecino de Estados Unidos, puede sacar ventaja de su posición geográfica privilegiada para encauzar exportaciones provenientes de China con opciones logísticas atractivas, ya que las distancias que recorren los productos chinos para llegar al mercado americano de la costa este hace que se eleven los costos, y México cuenta con corredores ferroviarios que llegan a esos lugares más rápidamente, partiendo de sus puertos del Pacífico. Además, se pueden ofrecer ventajas a sus empresas para que muevan inversiones a nuestros territorios costeros y generen derrama económica, pero siempre con modelos de cooperación real de ambos lados y no meramente de ‘dejar hacer’, como en muchos casos en el pasado ha sucedido con el modelo de las maquiladoras. Por otra parte, al igual que Brasil, Chile y Argentina, podemos vender a China productos cuya demanda va en ascenso recientemenet, como frutas, granos, minerales y fibras sintéticas, pero pensando en generar cadenas de valor agregado - de nuevo para generar derrama económica – y no quedar en ser un mero productor de materia prima. Referencias. CNN Expansion (Notimex). China exporta más a EU que Mexico. Julio 15, 2007. www.cnnexpansion.com/economia/2007/7/15/china-exporta-mas-a-eu-que-m exico Nueva Sociedad, 203. La inversión extranjera directa: China como competidor y socio estratégico. Gabriela Correa López /Juan González García. www.nuso.org/upload/articulos/3355_1.pdf CNN Expansion. China anuncia nueva regulacion para el IED. Noviembre 7, 2007. www.cnnexpansion.com/economia/2007/11/07/china-anuncia-nueva-regulacio n-para-ied CNN Expansion. China deja atrás a México. Verónica Galán. Noviembre 9, 2007. www.cnnexpansion.com/economia/2007/11/07/china-deja-atras-a-mexico/vie w
  • 26. 26 Inversiones chinas en el extranjero: con fines políticos para el hoy e interés económico para el mañana Diego Armando Gallardo Inzunza (Sinaloa) Septiembre 2008 La inversión china en el extranjero hoy en día es sinónimo de influencia sobre el país receptor. Tanto el Gobierno Central como las empresas de este país, incentivadas por el primero, invierten en otros países con la intención de ganar influencia en la región y así aumentar el llamado soft-power que tiene esta nación a nivel mundial. Para China estas inversiones van más allá de un interés meramente económico, pues tienen hoy un tinte político-diplomático que mañana se traducirá en un mayor rendimiento económico. China es considerada actualmente como uno de los tres destinos principales de inversión extranjera, y también tiene otras dos armas de mucho peso: un continuo crecimiento en inversiones hacia el extranjero y el contar con la reserva de divisas en dólares más grande del mundo. De 2000 a 2005 invirtió en 149 países más de 60,000 millones de dólares, con un crecimiento anual de un 22%. En cuanto a sus reservas, llegan a 1.07 billones, de los cuales el Gobierno Central anunció su intención separar de 200,000 millones para crear un organismo estatal encargado de diversificar su cartera de inversiones, según el Ministro de Finanzas Jin Renqing. “China está interesada en obtener un alto retorno en sus inversiones, pero sus decisiones al respecto serán guiadas por consideraciones estratégicas y políticas” (Balfour, 2007) De esta forma, tiene puesto el ojo en acciones de petróleo, gas, y minerales como el oro (para sus reservas) y el hierro (para su industria); así como activos de logística marítima. Mientras que comprar un gran conglomerado minero le resultaría difícil, el adquirir acciones le tendría un beneficio doble, pues al mismo tiempo que su voracidad en la compra de commodities aumentará el precio de éstos, los rendimientos de sus acciones serán mayores.
  • 27. 27 China tiene un claro interés en la dinamización de su comercio exterior y de darle rumbo a su continuo crecimiento, por lo cual la inversión en puertos extranjeros es para ellos estratégica, tal es el caso en que la empresa China Shipping Group, conglomerado portuario y logístico del gobierno chino, planteó su interés de invertir en los puertos malayos de Tanjung Pelepas (PTP) y el West Port, para convertir a uno en su centro de movimiento y redirección de contenedores y capitalizar el incremento del volumen de tráfico de este grupo en la región. Las compañías portuarias chinas han venido demostrado su interés en puertos marítimos internacionales en el mundo. Estas empresas tienen un especial interés en el mercado de los Estados Unidos. Tal como lo hizo saber la compañía que opera el puerto de Shanghai, Shanghai International Ports Group (SIPG), señala que tienen una estrategia de inversión en el extranjero en la cual muy pronto se verán proyectos de inversión masivos, pues para beneficiarse de un fuerte y estable crecimiento en sus operaciones portuarias deben de buscar oportunidades de expander sus servicios globalmente. El Sr. Shi Jingcun, ejecutivo del consejo directivo de SIPG, señala que si el gobierno chino les pide invertir en este tipo de proyectos, la empresa se encuentra en buena disponibilidad, tomando en cuenta la visión y los criterios de la empresa para las oportunidades de negocio. Un caso actual de inversión en puertos extranjeros con fines de influencia y relaciones internacionales es el caso de Gwadar, puerto pakistaní financiado por China. Retomando las inversiones extranjeras con este tipo de fines, China ha declarado ya su intención de ingresar al Banco Inter-Americano de Desarrollo (BID), buscando impulsar su desarrollo económico y ganar influencia en la región. En especial busca el apoyo de las naciones que le han dado status diplomático a Taiwán, pues cuatro de estas son latinas, la mayoría de Centroamérica. Es por esto que es importante resaltar la importancia que tiene México para China; en términos geográficos, políticos y comerciales, México bien puede representar una atractiva entrada por puerto a la zona NAFTA (TLC), principalmente para atacar el sur y el este de los EUA. Es cierto que ganar influencia en nuestro país le puede
  • 28. 28 representar un obstáculo por parte de los EUA, pero es justificable la inversión en nuestros puertos, con motivo de impulsar el comercio entre China y la Zona NAFTA, pues para los EUA, China es su segundo socio comercial y dinamizar la logística actual de importación-exportación es urgente. Invertir en la industria manufacturera en México es también una manera en que puede penetrar el mercado norteamericano aprovechando los beneficios del NAFTA y sobre todo aprovechar la geografía estratégica de México en el subcontinente. En cuanto a Latinoamérica, México le puede representar a China principalmente un aliado y mediador en Centroamérica, pues si México no es el líder natural de Latinoamérica como lo dice Calderón, sí lo es en Centroamérica y lo demuestra en su participación en inversión directa hacia ésta y en proyectos conjuntos como los es el Plan Puebla-Panamá; otro foco de oportunidad de inversión que China puede aprovechar. China ha venido ganando ya el apoyo de Brasil en la zona, con inversiones unilaterales hacia éste e inversiones conjuntas en industrias claves para Brasil, como la aeronáutica y la agricultura. Invirtiendo en infraestructura logística en México, industria manufacturera y minera, China diversificaría sus inversiones en los sectores en los que busca hacerlo y ganaría tanto la influencia que está buscando en la zona, como un aumento en el flujo comercial con la Zona NAFTA y Centroamérica. Es ahora el momento en que China y México deben apoyarse para aprovechar el peso de México en Latinoamérica, desarrollar el potencial comercial de éste y así en conjunto ganar mercados en Latinoamérica y en Norteamérica.
  • 29. 29 Referencias: Balfour, Frederik. China's Giant New Investment Agency. BusinessWeek. Hong Kong Marzo 12, 2007. Shanghai, FT.com. Dyer, Geoff. China ports group eyes US growth. Julio 2, 2006. En: http://msnbc.msn.com/id/13675520/ Fox News. Watson, Julie. China Seeks to Join Latin American Bank. Marzo 18, 2007. China Daily. China's overseas investment to reach 60 bln US dollars in five years. Octubre 29, 2005. En: http://english.people.com.cn/200510/29/eng20051029_217668.html Gulf News (Reuters). China Shipping arm eyes stake in Malaysian port. Noviembre 20, 2006. En: www.gulfnews.com/business/Shipping/10083803.html Reuters, New York. U.S. is land of possibility for China. Octubre 28, 2005. Xinhuanet, Beijing. China invests more than 50 billion US dollars overseas, Enero 17, 2006. En: http://news.xinhuanet.com/english/2006-01/18/content_4064751.htm
  • 30. 30 Nosotros los Chinos y ustedes los ricos: La crisis financiera de occidente ¿en China? Diego Armando Gallardo Inzunza (Sinaloa) Diciembre 2008 Mientras la crisis financiera de EUA y Europa afecta mayormente a los países en desarrollo, el efecto ha sido atenuado hasta cierto punto en China, que maneja un modelo económico propio adaptado a sus necesidades, y que ha desdeñado al FMI y su consenso de Washington. Si bien la crisis está causando un recesión global, existe tranquilidad en la economía del dragón asiático, e inclusive se ha llegado a estimar un crecimiento del 10.1% en 2008 según la Academia de Ciencias Sociales China. No podemos decir que China es ajena a los efectos de la crisis, pero sí podemos decir que se verá beneficiado de alguna manera con ella, sobre todo en cuestión de ganar concesiones de parte de EUA a partir del rescate que está llevando a cabo para mantener el dólar estable. Con 1.9 billones de dólares en reservas hacia septiembre de este año, este gigante es el amigo que todos los países ricos de occidente quieren tener, pues es una fuente de capital para amortiguar la caída de los mercados finacieros. Desde la crisis financiera de 1997, Asia dijo “nunca más”; y para evitar los deslices del FMI, los gobiernos se prepararon acumulando reservas en divisas. En Estados Unidos pasó al revés, pues como dijo un oficial chino al periodista del Financial Times, David Pilling: “ Los EUA se hundieron ellos mismos en la liquidez asiática”. El dragón controla la mayor parte de la deuda americana. Ironía de las ironías: este país comunista, con finanzas fuertes, será quien ayude al símbolo del capitalismo mundial a levantarse de los efectos de sus propios excesos. China también de esta manera se proteje, pues así sostiene el valor de sus reservas: a pesar de que el dólar se ha venido rezagando con respecto a la monedas duras de occidente, China ha seguido
  • 31. 31 incrementando sus reservas en la divisa. Esto nos indica que no es descabellado pensar que estaban esperando el justo momento de poder “ayudar” a los americanos. Por lo que podemos estar seguros de que durante los próximos años, no estaremos escuchando tantas notas estridentes al estilo de los “juguetes contaminados hechos en China”, al menos no en EUA. Ahora bien, si el mundo está en recesión y en especial el mayor importador de productos chinos, ¿cómo va hacer este gigante para seguir creciendo? Como decía mi abuelo “cuando tengas dudas, mira hacia tu interior, y encontrarás la respuesta”; yo siempre lo he dicho, los viejos son sabios, y esta nación de 5,000 años de historia está mirando en su interior y aprovechando la “pausa” internacional para desarrollar su mercado interno. El mercado hipotecario y de bienes raíces, así como las tierras en el sector agrícola, son el enfoque primario del Gobierno Central. El socialismo de mercado chino ha venido liberalizando diferentes sectores de la economía y ha encontrado en éste el momento idóneo para enfatizarlo, pues justo el ejemplo de occidente le ha servido para dejar fuera desde un inicio algunas malas prácticas a la hora de reestructurar el sector. Los planificadores económicos chinos persiguen un crecimiento en el mercado de los bienes raices, habiéndose permitido aumentar los créditos para la adquisición de inmuebles por parte de particulares. En cuanto a los terrenos agrícolas, el mismo Partido Comunista Chino diseñó un plan que busca ceder por parte del Estado mayor control de las tierras y permitir a los campesinos su usufructo o permitir transferir sus parcelas a terceros. Esto traerá como consecuencia una muy necesaria modernización del campo, permitiendo impulsar economías de escala. ¿Y a México... se lo va a llevar la corriente? Este es justamente el momento en que China se está volviendo más atractiva para exportar hacia ella que para importar. El bolsillo del consumidor de la creciente clase media y media-alta no será destruido por la crisis financiera, aunque será afectado por la inflación. El dólar continuará depreciándose ligeramente frente al
  • 32. 32 Yuan; y el precio del petróleo puede seguir siendo volátil, en un rebote hacia arriba tras el aparatoso desplome de 2008; estos son algunos factores macro a considerar. La coyuntura nos hace considerar que este es buen momento para exportar a China, y aprovechar la liquidez que hay en este país, causada por los ingresos de los Juegos Olímpicos y las crecientes políticas de su gobierno para potenciar su mercado interno. Con nuestra moneda depreciada en aproximadamente 25% con respecto al Yuan en 2008, tenemos justa excusa para diversificar nuestros mercados de exportación, y hacer frente al hecho de que las exportaciones a EUA, por lo menos en el futuro inmediato, seguirán siendo débiles.
  • 33. 33 Taiwán: entre la China unitaria y el status quo Militza Latapí (Michoacán) Septiembre 2007 El conflicto entre China Continental y Taiwán i representa una amenaza continua y latente para la paz y la estabilidad en el sudeste de Asia. Paralelamente a las continuas tensiones políticas e incluso militares, las relaciones económicas y comerciales entre ambas partes se han incrementado considerablemente con el paso de los años; sin embargo, los avances en estas áreas contrastan negativamente con las posturas casi irreconciliables de ambos gobiernos en las discusiones (nunca abiertas ni directas) sobre la soberanía o independencia de Taiwán o su re-integración al Estado chino. La situación actual contiene a dos nacionesii administradas de forma separada desde hace medio siglo, tras el fin de la guerra civil entre los nacionalistas de Chiang Kai-shek y las fuerzas comunistas de Mao Tse-Tung. Sólo una de ellas (la República Popular China) ostenta reconocimiento internacional y representación diplomática frente a la mayoría de los Estados y Organizaciones Internacionales (Naciones Unidas, en particular), mientras que la otra (la República de China, nombre oficial de Taiwán) se esfuerza por ganar espacios dentro de la comunidad internacional que le permitan legitimarse como una nación soberana y no sólo una provincia irredenta. Sin embargo, ante el tamaño de China Continental, su influencia creciente en asuntos internacionales y su irrevocable y expresa convicción de recuperar Taiwán por cualquier medio que sea necesario, nos lleva a preguntarnos si el mantenimiento del status quo es posible.iii Surgen varias preocupaciones: ¿qué hará Taiwán ante tan formidable y amenazador vecino? ¿Cómo logrará aferrarse a su amada democracia y evitar ser absorbido por el gigante? El presente ensayo analizará, desde una perspectiva histórica, la situación actual de las relaciones entre China Continental y Taiwán así como las distintas estrategias que sus respectivos gobiernos han seguido en el ámbito internacional para el mantenimiento y avance
  • 34. 34 de sus intereses. Se buscará presentar elementos para comprender los principales escenarios posibles que podrían, previsiblemente, presentarse para resolver el conflicto, el papel jugado por Estados Unidos (EUA, aliado de Taiwán y socio de China Continental, principal mediador y elemento de disuasión para los radicales de ambos lados) y el desarrollo político de Taiwán reflejado en la diplomacia observada y en sus planes de gobierno. Se busca concluir con algunas predicciones que relacionen dicho desarrollo con las posibilidades de que Taiwán mantenga su independencia de facto o, en otro caso, sea reincorporado al seno de la “Gran China”. (Isla) Tuya, mía… Taiwán fue cedido por la China Imperial a Japón en 1895 por medio del Tratado de Shimonoseki.iv Esta nación administró el territorio como una colonia hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando volvió a ser parte de China. Durante la guerra civil entre los bandos nacionalista, reconocido internacionalmente (el Kuomintang o Guomindang – KMT) y comunista de Mao Zedong (Mao Tse-Tung), Taiwán fue la única parcela que permaneció siempre del lado nacionalista, y fue el lugar escogido para reagruparse por el Generalísimo Chiang Kai-shek en 1949. Ante el conflicto con China Continental y la amenaza de los comunistas al interior de sus fronteras, el gobierno militar estableció una serie de medidas de control,v que tuvieron como consecuencia que Taiwán viviera bajo ley marcial hasta 1987 y no tuviera elecciones presidenciales multipartidistas libres hasta 1996. En 2000 fue electo el primer presidente surgido de un partido distinto al KMT - el Partido Democrático Progresista (DPP) – apoyado por un electorado nacionalista y pro-independentista, con lo que se inauguró un periodo de alternancia en el poder vi y de mayores libertades democráticas. Relaciones entre chinos Dentro de China Continental el debate es intenso, aunque la posición absoluta de no permitir la independencia taiwanesa no se cuestiona. Paradójicamente, el gobierno de Beijing parecía mostrar mayor tolerancia hacia un gobierno que se autoproclamaba representante
  • 35. 35 de toda China, que hacia un gobierno que pudiera declarar una independencia. A ambos lados del estrecho de Taiwán, las concepciones sobre “la otra China” han variado a lo largo de los años. El gobierno de Chiang Kai-shek fue durante mucho tiempo reconocido como el único gobierno chino legítimo, lo que causó un conflicto diplomático para China Continental, por su demanda de que se le otorgara el reconocimiento y asiento asignado a ‘China’ en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y su Consejo de Seguridad. En 1971, la ONU finalmente cambió el reconocimiento diplomático hacia el régimen de Beijing, situación que continúa hasta hoy.vii Hoy, son las relaciones económicas las que ocupan más a las autoridades. En el área financiera, las inversiones taiwanesas en China Continental han llegado a ser las más importantes en comparación con otras nacionesviii mientras que, en comercio, existe reciprocidad entre ambos como principales socios, con cifras superiores a los 300,000 millones de dólares en transacciones anuales y altas tasas de crecimiento. ix La creciente interdependencia económica ha despertado preocupaciones y esperanzas en el sentido de que Taiwán es ahora más dependiente proporcionándole más poder sobre la isla. En 2001 tres “mini-enlaces” entre China Continental y Taiwán se llevaron a cabo (comerciales, de correspondencia y de navegación), los cuales permiten la comunicación entre familias y entre socios comerciales, así como la intensificación de las relaciones entre particulares de ambas naciones. Dichos enlaces orillan al diálogo y concertación entre los gobiernos a ambos lados del estrecho. Esto se ilustra mejor con el reciente ‘cuarto enlace’ referente a la aviación comercial de pasajeros. Dentro de la región, China Continental y Taiwán compiten por algo más que el reconocimiento diplomático; también lo hacen por vastas reservas de peces, recursos minerales y madereros. Lo anterior tiene importantes repercusiones desestabilizadoras en los países pequeños del área pues la rivalidad ha dado origen a prácticas diplomáticas poco convencionales por ambas partes, como la llamada ‘diplomacia del dólar’ que provee de préstamos, inversiones e
  • 36. 36 infraestructura a países poco desarrollados a cambio de reconocimiento diplomático. Definiendo a Taiwán desde el continente y la isla Taiwán se ha convertido en una de las democracias más prósperas y mejor consolidadas dentro de Asia, con una Constitución propia, un poder judicial independiente, legisladores y presidente elegidos libremente, un sistema nacional de salud, e incluso un ejército con alrededor de 400 mil efectivos. Además, la economía de la isla ocupa el 17º lugar en cuanto a tamaño a nivel mundial y 16º en términos comerciales. Esto hace que la condición de Taiwán y su definición dentro de la comunidad internacional sea confusa. Mientras que la China Continental considera a Taiwán como una provincia rebelde, los líderes de la isla argumentan que ésta cuenta con todas las características de un Estado soberano, democrático y exitoso. Ante esta disyuntiva, la comunidad internacional también se ha visto desgarrada entre los dos argumentos, aunque la ONU lleva catorce años consecutivos rechazando la solicitud de admisión de Taiwán a la organización. Por esta razón se puede decir que la argumentación de China Continental ha vencido frente a la comunidad internacional. La democratización de Taiwán es uno de los principales elementos de la “taiwanización” de la sociedad isleña y es resultado de algo más que un proceso político. El desarrollo de la identidad taiwanesa comprende tanto a taiwaneses étnicos como a chinos continentales y es un fenómeno que cada vez se generaliza más dentro de la sociedad.x El reforzamiento del control político “propio”, viendo no ya hacia el continente sino hacia las necesidades e intereses de la población dentro del propio país hace menos proclive a la sociedad y al gobierno a la reunificación. La identidad taiwanesa es un fenómeno capaz de moldear la política y hacerla tomar giros inesperados. Un ejemplo es Ma Ying-jeou, alcalde de Taipei y posible candidato presidencial para las elecciones de 2008, quien a pesar de ser uno de los principales líderes del KMT, ha demostrado respetar la nueva identidad taiwanesa al punto de identificarse él mismo con ella.xi De llegar a la presidencia es probable que, en lugar de regresar a la posición tradicional de
  • 37. 37 reunificación, se refuerce todavía más la idea de separación de Taiwán, si no por medio de una declaración de independencia, entonces por medio del mantenimiento del status quo que la incluye de facto o de un acercamiento que respete la autonomía taiwanesa, apoyado en esta nueva identidad. Isla: precio y valor China Continental tiene muchas razones para empecinarse en ser la ‘única’ China. En primer lugar, existe un empuje histórico por vengar las injusticias que le fueron hechas por las potencias en el pasado (cuando China era un territorio colonizable, con un gobierno y economía débiles), que se manifiesta en un resentimiento anti-japonés y anti-americano. Pero, además, el gobierno de Pekín reconoce en el secesionismo taiwanés un posible aliciente (si prosperara) para que otras posesiones se rebelasen. Se ha dicho, por otro lado, que el fundamento ideológico del Estado chino basado en el Marxismo-Leninismo-Maoísmo va resultando cada día más obsoleto ante las realidades y necesidades de los chinos de hoy y se ha hecho imperativo encontrar un nuevo objetivo que unifique al país. Por último, la pujanza económica de Taiwán y sus ligas empresariales, hacen de la isla un complemento apetecible para ser integrado en la gigantesca economía China. El concepto de “un país, dos sistemas” es perfecto para que la República Popular, comunista, cuente con islas de prosperidad capitalista, además de aprovecharse de las condiciones existentes antes de la incorporación (competencia, presencia de corporaciones extranjeras, alta inversión, especialización comercial, mano de obra altamente calificada, etc.), complementándose.xii Asimismo, Taiwán se localiza en un lugar estratégico que le permitiría a la China Continental establecerse como potencia dominante e indiscutible en Asia.xiii Si Taiwán volviera a la madre patria, el gobierno de Beijing controlaría el paso del este al sur del Mar de China, el vínculo crucial entre los océanos Pacífico e Índico, le sería más fácil ejercer presión sobre Filipinas y otras naciones del Sudeste Asiático y también tendría un acceso más inmediato a las
  • 38. 38 reservas petroleras al sur del mar de Japón así como a vínculos comerciales estratégicos que hoy son aprovechados por Tokio y por empresas japonesas.xiv Las razones de Taiwán para permanecer fuera de la República Popular son fuertes también, “el status quo es la independencia.”. Incluso la integración con un arreglo político de dos sistemas como el de Hong Kong o Macao, resulta inaceptable, pues al final del camino la “Ley Fundamental” (o Constitución) taiwanesa podría ser alterada unilateralmente por la Asamblea Popular Nacional China (APNC) sin respetar los derechos soberanos del pueblo taiwanés.xv Estrategias en el estrecho Para lograr su objetivo de ser independiente Taiwán ha observado una estrategia que consiste en mantener a sus aliados e intentar tener mayor presencia en Organizaciones Internacionales. Para esto, su continuo acercamiento con Estados Unidos, su aliado histórico y natural, se ha compaginado con intentos por lograr acuerdos comerciales y políticos estratégicos con otros países,xvi así como por entrar a la ONU, la OMC, APEC, etc. Sin embargo, China Continental se ha esforzado por bloquear estos intentos incluso prohibiendo a Taiwán usar su bandera en los Juegos Olímpicos (en donde participa, ridículamente, con el nombre “Taipei Chino”).xvii Sin embargo, las declaraciones del presidente Chen han tomado un carácter más subversivo. Primero, durante su discurso de Año Nuevo, el presidente Chen declaró que “sólo el pueblo de Taiwán tiene derecho a decidir sobre el futuro de Taiwán. La soberanía de Taiwán le pertenece a sus 23millones de habitantes y no a la República Popular China”. La conexión internacional Provoca cierta sorpresa e incluso admiración que hasta ahora no se haya desatado una escalada de violencia o guerra abierta. ¿Qué es lo que está deteniendo al gigante de recuperar una de sus más anheladas posesiones? ¿Acaso la pequeña isla de Taiwán puede conservar su soberanía y sobreponerse a las aspiraciones de reintegración del gran coloso chino?
  • 39. 39 En este contexto, el rol de EU como el aliado natural y más importante de Taiwán es fundamental para entender la naturaleza cautelosa de la relación bilateral, con una política exterior de EU con respecto al conflicto que ha sido descrita como de ‘ambigüedad deliberada o consciente o estratégica’ ya que intenta equilibrar la emergencia de China Continental como poder regional con su bien difundida admiración por el éxito económico y democrático de Taiwán. El rol de EU como factor de equilibrio quedó demostrado en 1996 cuando China Continental realizó pruebas de misiles cerca de Taiwán que fueron calificadas de amenazadoras ante las inminentes elecciones democráticas de la isla; Washington entonces hizo el mayor despliegue militar visto en Asia desde la Guerra de Vietnam, mandando buques para proteger el estrecho y prevenir mayores problemas. El mensaje era claro: Taiwán no está sólo. Estados Unidos actualmente negocia con la legislatura taiwanesa un paquete de venta de armas aunque ha dejado claro que, si bien apoyaría a Taiwán en el evento de una acción militar unilateral por parte de China Continental, Taiwán no debe de provocar tales acciones. Incluso ha puesto en práctica un apoyo tácito a la política de China Continental que dice no a la independencia de Taiwán, no a dos Chinas y no a la entrada de Taiwán en organizaciones internacionales que requieran la condición de Estado o lo validen como tal.xviii Por el lado de China Continental, EU claramente confía en que su inclusión dentro del orden internacional obligue al gigante a suavizar su postura con respecto a Taiwán. A medida que se hace más dependiente del exterior, se va obligando a acatar las normas establecidas. Aunado a esto, la conducción de su política exterior durante las últimas décadas ha estado encaminada a ‘limpiar’ su imagen de amenaza y presentarse como un actor responsable dentro de la comunidad internacional. En este contexto, un ataque militar a Taiwán tendría severos costos políticos para el gobierno de Beijing y lo enemistaría irremisiblemente con sus vecinos y las principales potencias. Taiwán, por su parte, tendría que enfrentar altos costos si se declarara independiente, ya que China Continental podría sabotear esta declaración sin necesidad de recurrir a las armas o en compañía
  • 40. 40 de las mismas. Esto es así dado el alto nivel de integración económica entre ambas naciones; China Continental podría congelar las inversiones taiwanesas, paralizar el comercio con la isla e incluso tomar represalias hacia los taiwaneses viviendo en su territorio. Lo anterior provocaría gran inestabilidad en la isla, misma que podría poner en peligro la supervivencia de la tan admirada democracia taiwanesaxix Es por esta razón que la mayor parte de los habitantes de la isla prefieren el mantenimiento del status quo como medida pragmática más allá del anhelo de libertad política e independencia de jure. Conclusiones ¿Acaso un país democrático no tiene derecho de decidir quiénes serán sus gobernantes y cuál será su futuro? En el caso de Taiwán, no. Para poder tener este derecho, Taiwán tendría que luchar en contra de China Continental, que se ha venido fortaleciendo políticamente y creciendo económicamente de forma espectacular en las últimas décadas. Además, necesitaría tener un fuerte apoyo de varios Estados y Organizaciones Internacionales. Pero el consenso internacional de mantener la política de una sola China, así como el creciente poderío de China Continental hacen inviable cualquier disenso de alguna nación importante de la región y del mundo. ¿Podrá Taiwán permanecer independiente? Nominalmente, quizás consiga preservar su estatus actual por algunos años. Sin embargo, los intercambios económicos, políticos, diplomáticos y socialesxx con China Continental han traído consigo intensas transformaciones en la relación, que permiten asegurar que, si no se realiza una unión política, se realizara una unión económica y la creciente ambición a ambos lados del estrecho los llevara a buscar una unión más perfecta. Como ya se vio, es posible que esta unión suceda incluso sin el uso de la fuerza, dado que China Continental parece que ha cambiado tácticas beligerantes por la moderación y “parece mucho más interesada en seducir a Taiwán con oportunidades económicas”.
  • 41. 41 xxi Ante la realidad, Taiwán no tiene nada que hacer más que tener esperanza y seguir luchando por conservarse. Taiwán, China Continental y la comunidad internacional en su conjunto tienen la responsabilidad de evitar lo que sería el peor resultado de esta pelea política: una guerra. Además, se debe obligar a las partes para que respeten los derechos civiles y políticos de los ciudadanos de la isla de Taiwán, que hoy parecen estar a merced de negociaciones cupulares y juegos de poder ajenos a sus intereses y derecho de participación. Esta predicción deja fuera de juego a Taiwán en sus pretensiones de permanecer independiente además de próspero y capitalista. La gran tragedia de Taiwán es que se ha quedado sin aliados que lo apoyen y sin cartas de negociación. Y la singularidad de una nación que ha vivido de forma independiente por medio siglo y desarrollado instituciones democráticas autóctonas y auténticas se perderá en la historia para todos, como en su momento se perdió la singularidad valiosa de Tibet. ADDENDUM. Junio 2009. Ma Ying-jeou ganó la presidencia de Taiwán en 2008 y en lo que va de su gestión, se han dado acercamientos con la China Continental sin precedentes. Aunque en febrero de 2009 la retórica china tuvo sus exabuptos por una posible ‘ley anti-secesión’, el mes de abril vio acuerdos históricos entre ambas partes: Taiwán relajó sus restricciones a las inversiones de la China Continental en su territorio, se firmaron acuerdos para potenciar el turismo y los servicios financieros, y lo más importante de todo: China concedió a Taiwán
  • 42. 42 status de ‘país observador’ en la 62 Asamblea Mundial de la Salud, un paso de increíble importancia para dar a Taiwán el espacio internacional que tanto ha buscado. Tal parece que la reciente crisis mundial en las finanzas ha jugado un rol en todo este acercamiento, pues Taiwán, fuertemente afectado por el maremoto economico, encontró en los acercamientos de China una manera de rebotar rápidamente hacia mejores niveles. El juego diplomático no ha concluido y hay que observar su desarrollo para ver en dónde se esconde el quid por quo. NOTAS. i En este ensayo se usa el término China Continental (Mainland China) para referirse a la República Popular China (RPC) y el término Taiwán en lugar de República de China (ROC). ii Se utiliza el término nación para evitar entrar en discusión sobre la calidad o falta de calidad de Estado de Taiwán. iii La tercera posibilidad que tendría Taiwán, sería la de declararse independiente y defender su soberanía. Las amenazas que China Continental ha expresado a este respecto y la clara condena por parte de Estados Unidos a esta posibilidad la hacen inviable y por tanto pragmáticamente descartable. iv Tratado firmado luego de la primera Guerra Sino-Japonesa; Kishore Mahbubani, op.cit., pp.151-152; la Isla de Taiwán es también conocida como Formosa por el nombre dado por los primeros navegantes portugueses a la misma.
  • 43. 43 v La Ley, bajo el nombre de “Medidas temporales efectivas durante el periodo de rebelión comunista,” permitió que el KMT se mantuviera en el poder indefinidamente y que no hubiera avances democráticos y liberales significativos. vi Un núcleo duro del DPP se encuentra en el Ejército de Taiwán, el cual esta totalmente en contra de la anexión de la isla a China Continental. vii “Cuando las condiciones políticas mundiales cambiaron a favor del régimen de Beijing, la República Popular recobro el asiento de China en Naciones Unidas, que hasta ese momento había detentado el gobierno derrotado en la guerra civil y expulsado a la isla de Taiwán donde sobrevivió (y sobrevive), gracias al apoyo militar y político de Estados Unidos,” Eugenio Anguiano, op.cit., pp.179-284. Esto sucedió en 1971 con una Resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas y ha llevado + a la mayoría de los países a reconocerla, eliminando los nexos oficiales con Taiwán. México no tiene relaciones diplomáticas con Taiwán, pues no reconoce más que a “una China.” En 1972, México cerró su Embajada y no fue hasta 1993 cuando abrió una Oficina Comercial (que tiene funciones también consulares), a lo que Taiwán respondió abriendo la actual Oficina Económica y Cultural en la Ciudad de México. viii La Inversión Extranjera Directa (IED) recíproca ha alcanzado la cifra de cien mil millones de dólares; Kent E. Calder, op.cit., p.131. ix En 2001, China Continental se convirtió en el principal socio para las exportaciones taiwanesas; en 2005, el 40% de las exportaciones manufactureras taiwanesas iban a China Continental. x De acuerdo a una encuesta realizada por la Universidad Nacional de Chengchi en 2004, 41% de los encuestados se identificaron como taiwaneses, identidad que en 1997 sólo compartía el 17% de la población. En el mismo periodo (1993- 2004), el porcentaje de los que se consideran chinos bajó en más de la mitad situándose debajo del 10%. En todo caso, la gente se considera ambas cosas, chinos y taiwaneses, aunque existe un innegable shift en las opiniones.
  • 44. 44 xi Durante un mitin de la campaña a la alcaldía de 1998, el entonces presidente Lee Teng-hui le preguntó a Ma en mandarín (el idioma de la China Continental) si era un chino o un taiwanés. Ma respondió en taiwanés que era un ‘nuevo taiwanés’. De hecho, después de los triunfos electorales de su partido el 2005, Ma rechazó la idea de que esa victoria reflejaba una inclinación del pueblo hacia China Continental agregando que ‘él no lo veía de esa manera’. xii El mismo argumento explica la existencia tanto de las regiones autónomas (SAR) como de las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) en la costa dentro de la República Popular China. xiii Esta calidad de potencia regional entra en el contexto de reconstruir el poderío de la Gran China, basta recordar el sistema tributario de naciones que el Imperio Chino mantuvo con sus vecinos durante siglos hasta el establecimiento de los Tratados Desiguales a finales del SXIX. xiv Munro, Ross, op.cit.. xv Evidencia de la injerencia del gobierno central chino en los asuntos de sus posesiones autónomas existe en el caso de Hong Kong, en que China promovió reformas concernientes a la restricción de los derechos políticos de los ciudadanos y ampliación de las atribuciones del Ejecutivo (Ley Anti-Subversión). xvixviTaiwán cuenta con relaciones con 140 países pero, de éstas, sólo 24 son diplomáticas a nivel de Embajadas. xvii Quizás el más doloroso límite impuesto a Taiwan es que no ha podido firmar TLCs con sus vecinos por presiones de China; The Economist, op.cit.. xviii Se deja abierta la posibilidad de que Taiwán participe en la OMC como “territorio arancelario separado” o en las olimpiadas como “Taipei Chino” xx Todos estos intercambios alentados por la indudable cercanía cultural y especialmente lingüística entre ambas naciones.
  • 45. 45 xxi Evan S. Medeiros y M. Taylor Fravel, op.cit., pp.191-193. Referencias: Folleto promocional “Esbozo de Taiwán,” editado por la Oficina de Información del Gobierno de la Republica de China (Taiwán), 2005. Artículos y perfil de Taiwán en la página del la BBC. http://news.bbc.co.uk Anguiano Roch, Eugenio, “Diplomacia de la Republica Popular China,” China Contemporánea: La Construcción de un País, (México: El Colegio de Mexico, 2001), pp.179-284. Anguiano Roch, Eugenio, La Política Exterior de China a Principios del Siglo XXI, CEAA-COLMEX-UAM Iztapalapa (Working Paper). Bork, Ellen. “One China, One Taiwan; Bush's democracy-promotion doctrine doesn't square with his China policy,” The Weekly Standard, (Diciembre, 2005). Calder, Kent E., “China and Japan’s Simmering Rivalry,” Foreign Affairs, 85,2, (March-April, 2006), pp.129-140. Cornejo, Romer Alejandro, “China: Una revisión de cincuenta años de historia,” en Eugenio Anguiano Roch, China Contemporánea: La Construcción de un País, (México: El Colegio de México, 2001), pp.12-120. Feder, Don. “United Nations Again Slams Door on Taiwan, Human Events, (Septiembre, 2006). Kieng-ho Yu, Peter. “Taiwan and Mainland China,” Contemporary Review, (Junio, 2001).
  • 46. 46 Mahbubani, Kishore, “Para entender a China,” Foreign Affairs en Español, 6,1, (Enero-Marzo, 2006), pp.145-157. Medeiros, Evan S. y M. Taylor Fravel, “La nueva diplomacia china,” Foreign Affairs en Español, 4,1, (Enero-Marzo, 2004), pp.145-200. Munro, Ross. “Taiwan: what China really wants,” Nationar Review, (Octubre, 1999). Ross, Robert S., “Comparative Deterrence: the Taiwan Strait and the Korean Peninsula” en A. Johnston y R. Ross (eds.) New Directions in the Study of Chinese Foreing Policy. Stanford University Press, pp.13-49. Ross, Robert S., “Taiwan’s Fading Independence Movement,” Foreign Affairs, 85,2, (March-April, 2006), pp.141-148. “Playing the other woman,” The Economist, (January 20th, 2007), p.54.
  • 47. 47 China y su creciente influencia en África Ekaterina Saavedra (Sinaloa) Enero 2008 Mientras los distintos países que conforman el escenario internacional fijaron sus ojos en la región del Medio Oriente a partir de los acontecimientos ocurridos en septiembre de 2001, la República Popular de China volteó su mirada a una de las zonas que por años ha sido olvidada: el continente africano. En un principio el interés de China en esta área geográfica era mayormente diplomático; sin embargo, los objetivos del “dragón rojo” se han hecho más pragmáticos, buscando ahora oportunidades de inversión, comercio y energía. La cuestión ahora es si la expansión de la influencia china en el continente representa una vía de oportunidad para el crecimiento y desarrollo de África o si se trata de una nueva ronda de colonialismo. La cercana relación entre China y África no es reciente, pues se remonta a los primeros días de los movimientos independentistas africanos. China, con su legado de agresión colonial y su visión anti-imperialista, centró sus esfuerzos y energía en apoyo a esta área a través del envío de técnicos chinos a naciones izquierdistas con el objetivo de proporcionar entrenamiento militar, ayuda económica y en infraestructura. Aunque esta ayuda disminuyó durante los 80’s, renació en los 90’s con el nacimiento de la idea de ‘Cooperación Sur-Sur’ en la cual se reflejaba el hecho de que las naciones pobres y subdesarrolladas podrían encontrar soluciones a sus problemas que
  • 48. 48 fueran más apropiadas, de bajo costo y sustentables en países en vías de desarrollo, y no en las naciones desarrolladas.1 De esta manera, al representar ahora un área de interés estratégico y económico importante, China regresa a África con necesidad de mercado para sus exportaciones, inversiones y recursos naturales, en especial petróleo. En la búsqueda de mercados para comercializar sus productos, los hombres de negocios chinos han tenido mucho éxito. Tan sólo en el periodo 2004-2005 el comercio entre el continente africano y China creció por arriba de un 35 por ciento2 . Por otro lado, China se ha convertido en los últimos años en el principal inversor en la industria petrolera de Sudán; así como en proyectos de transporte y de infraestructura. Con la salida de las compañías americanas como consecuencia de la guerra civil en la región, el país asiático representa para Sudán el “paquete completo”: capital, experiencia técnica e influencia en los organismos internacionales como el Consejo de Seguridad de la ONU para proteger al país de sanciones. Lo anterior le ha permitido a la nación africana convertirse en un exportador neto de petróleo, mientras que China representa su cliente más grande. China también ha fijado su interés en la costa occidental africana, principalmente Angola y Nigeria, ya que es una de las regiones de producción petrolera más grandes en el continente. En Angola, por ejemplo, las inversiones chinas resultan atractivas debido a que, además de proteger a sus clientes de medidas punitivas, no impone condiciones con respecto a la gestión pública, la probidad fiscal, entre otros. Mientras que en el 2005, China firmó con Nigeria un acuerdo de 800 millones de dólares en crudo poniendo en marcha la compra anual de 30 mil barriles por día durante cinco años. De mayor
  • 49. 49 relevancia es que al país asiático se le ha otorgado licencia para ocupar cuatro bloques de petróleo como incentivo para la construcción de una planta hidráulica en esta última zona3 . La estrategia de China utilizada en África va más allá de la obtención de recursos y de la apertura de mercados para sus productos pues ha tratado de crear vínculos amistosos con las naciones de esta región. Por un lado, ha contribuido en los esfuerzos para perdonar la deuda a estos países, a la vez que ha transformado los préstamos en subvenciones para la realización de distintos proyectos. Asimismo, ha logrado dar empuje a su presencia promocionando los estudios de la cultura y lengua china entre los jóvenes estudiantes africanos al ofrecerles la oportunidad de estudiar en la nación oriental.2 También ayuda a la promoción de África como destino turístico ideal para sus habitantes. En Sierra Leona, por ejemplo, el gobierno de China colabora con el desarrollo de un complejo hotelero lujoso. Además, en 2005 la cantidad de chinos que visitaron un país africano alcanzó la cantidad de 110 mil turistas, 100% más que el año anterior. No obstante, el papel que ha desarrollado China en este continente se ha visto opacado por la idea generalizada entre las grandes potencias de que esta intervención puede ser una nueva forma de colonialismo. China comparte con el resto de naciones del hemisferio sur una ideología política y un enfoque sobre el desarrollo socioeconómico similar que de acuerdo con Lyal White, investigador del Instituto Sudafricano de Asuntos Internacionales, ha creado una impresión idealista del papel que juega China en África4 . Sin embargo, cabe aclarar que un colonialista tiene entre sus intereses alcanzar el poder y control político y el monopolio económico, dos puntos que no han perseguido ni el gobierno chino ni las compañías chinas. En palabras del Ministro de Asuntos Exteriores de China, Zhou Wenzhong:
  • 50. 50 “Negocios son negocios. Tratamos de separar la política de los negocios…. Ustedes (occidente) han tratado de imponer una economía de mercado y una democracia multipartidista en países que no están listos para ello”3 . Además resulta irónico que las naciones que años atrás jugaron un rol colonizador, sean las que acusan ahora a China de promocionar una política neo-colonial en sus relaciones con África. Gracias a la herramienta estratégica que ha utilizado el gobierno chino de desarrollar vínculos de confianza a través de la inversión en relaciones a largo plazo con las elites del continente africano, le han permitido colocarse en este punto del hemisferio como un actor internacional favorito y privilegiado en sus relaciones comerciales y diplomáticas con África. La importancia que tiene esta región como mercado comercial y de inversión es indudable, así como el hecho de que México suele descubrir tarde los focos verdes para la creación de vínculos comerciales. Al igual que China y otros países latinoamericanos, como Brasil, México debería intentar un acercamiento con el continente africano. O bien podría aprender de las técnicas que ha llevado a cabo China en su acercamiento con África para aplicarlas en otros lugares que sean de su interés. REFERENCIAS 1. Melvilla, Chris y Olly Owen. China and Africa: a new era of ‘south-south cooperation. Julio 7, 2005. OpenDemocracy. 7 Enero 2008. www.opendemocracy.net/globalization-G8/south_2658.jsp
  • 51. 51 2. Eisenman, Joshua y Joshua Kurlantzick. China’s Africa Strategy. Mayo 2006. American Foreign Policy Council. 7 Enero 2008. http://www.afpc.org/china-africa.shtml>. 3. Lyman, Princeton N. China’s Rising Role in Africa. 21 Julio 2005. Council on Foreign Relations. 7 Enero 2008. www.cfr.org/publication/8436 4. White, Lyal. A Match Made in Beijing. 20 Enero 2006. Mail and Guardian Online. Enero 7, 2008. www.mg.co.za/articlePage.aspx?articleid=261909&area=/insight/insight__com ment_and_analysis
  • 52. 52 PARTE II. CHINA Y LATINOAMERICA
  • 53. 53 Del otro lado del Pacífico La incursión de China en América Latina Megumi Terui Villegas (Colima) Diciembre 2007 Para nadie es sorpresa que en este dinámico mundo moderno la interrelación de los países es creciente y su participación en la economía global es una parte vital de su propia economía. Para los países latinoamericanos en general, esto había representado aumentar su interacción con Estados Unidos. La administración de Bush, si bien había prometido en un inicio una política exterior enfocada hacia América Latina, cambió su orientación tras los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001. Y mientras Estados Unidos sigue incursionando militarmente en Medio Oriente, China ha aumentado su participación en Latinoamérica tanto como inversionista como en términos comerciales. Los efectos de la participación china en América Latina no han sido los mismos para todos los países. Mientras que para algunos China representa un importante socio comercial (como en el caso de Argentina, Perú o Chile) o un aliado ideológico frente a Estados Unidos (Bolivia, Cuba o Venezuela), otros - y en este grupo destaca de manera importante México - han sido en cierta medida perjudicados por el crecimiento económico y comercial de China. China tiene un gran interés en América Latina como una fuente de productos del sector primario, de los cuales la región es un importante productor. No solamente en el caso de la compra de
  • 54. 54 petróleo y energéticos (para lo cual China ha emprendido una cruzada mundial), sino también de productos agrícolas, minerales y materias primas diversas. Por citar algunos datos, en el año 2005 China y América Latina intercambiaron bienes por un total de 50 mil millones de dólares, siendo China el tercer socio comercial más importante de la región, y de las exportaciones de AL a China sólo cuatro países (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) acapararon el 85% del total (Malik, 2006). Es relevante señalar que esto representa beneficios para países como en el caso de Argentina, Brasil y Chile, quienes tuvieron un superávit creciente en su balanza comercial con respecto al país asiático durante el periodo 2003-2005 (Dussel, 2007). Ante la pérdida de inversión estadounidense en América Latina, China también representa una oportunidad: en una visita realizada por Hu Jintao a Latinoamérica en el año 2004, prometió que en la siguiente década China invertiría 100 mil millones de dólares en la región (Malik, 2006), focalizada principalmente en los países con los que actualmente mantiene buenas relaciones. Pero el interés de China no se limita a lo económico, y abarca también aspectos políticos. Por una parte se encuentran países como Venezuela o Cuba, con quienes comparte ciertos aspectos ideológicos. Esta alianza ha traído grandes beneficios a Cuba, quien gracias a China ha tenido acceso a bienes y servicios que han resultado limitados por el bloqueo económico que Estados Unidos ha mantenido sobre la isla. En el caso de Venezuela, vale la pena destacar la colaboración en el sector petrolero: por señalar un caso, parte del material de explotación y perforación que será utilizado por Petróleos de Venezuela en las próximadas décadas no será fabricado por compañías estadounidenses, sino por compañías chinas. Actualmente, China y Venezuela mantienen un programa de entrenamiento de personal venezolano para el uso y mantenimiento
  • 55. 55 de taladros de perforación, con lo que China le da a Venezuela una relativa autonomía tecnológica. Tanto Cuba como Venezuela ganan con ello el respaldo de una potencia mundial importante frente a la influencia estadounidense. El posicionamiento de China en Latinoamérica también le trae otros beneficios de índole política, lo cual es particularmente importante si se toma en cuenta que actualmente, 11 de los 24 países que no apoyan la política de “Una sola China” se encuentran en la región de Latinoamérica y el Caribe (El Salvador, Belice, Guatemala, Paraguay, San Vicente y las Granadinas, Nicaragua, República Dominicana, Panamá, Haití, y San Kitts y Nevis. Hasta hace poco, Costa Rica también pertenecía a esta lista de países). Al aumentar su esfera de influencia se posiciona a sí mismo como un país con aspiraciones globales, si bien en el discurso oficial no busca la hegemonía mundial. Desde luego, pensar que China puede suplir a Estados Unidos en su papel dentro de América Latina se antoja inalcanzable. China aún se encuentra lejos de los niveles de integración económica y de inversión que tiene Estados Unidos en la región, y menos aún la influencia cultural y política (con sus debidas excepciones). Sin embargo, no por ello se puede dejar de tomar en cuenta su creciente presencia en el subcontinente. El caso de México es diferente. Hasta no se hace mucho tiempo, México le daba a China un tratamiento prácticamente de enemigo comercial, peleando la batalla en dos frentes: el interno y el externo en el mercado estadounidense. Mucho se debate si esto se debe a causas intrínsecas a México o una supuesta competencia desleal por parte de China. De cualquier manera, la realidad es que México sí se ha visto afectado por la incorporación de China al mercado
  • 56. 56 internacional, razón por la cual se opuso en un inicio a su aceptación dentro de la Organización Mundial de Comercio. En el frente interno, el aumento de las importaciones chinas al país han dañado gravemente a algunas industrias nacionales, tales como zapatos, juguetes y textiles. Asimismo, el déficit comercial con China es creciente e importante: un dato indica que por cada dólar que México gana de las exportaciones a China, este último gana 31 de sus exportaciones a México (Johnson, 2005). El desplazamiento de maquiladoras de México hacia China ha provocado pérdida de empleos en una de las áreas que antes resultaban estratégicas en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Por otro lado, la competencia de ambos países en el mercado estadounidense es también motivo de preocupación para México, país que, hasta el año 2003, era el segundo aliado comercial de Estados Unidos, siendo ahora desplazado por su competidor asiático (López, 2005). Los mercados en los que México más ha resentido la presencia china son en lo correspondiente a maquinaria industrial, instrumentos de medición y control, computadoras, televisores, equipos de telecomunicaciones, automóviles y autopartes, textiles y equipo eléctrico; pero por otro lado México le presenta competencia al dominio chino en artículos del hogar, material para escritura, zapatos deportivos, y herramientas de cocina (Balderrama, R. y López, V., 2004). Para México, el seguir considerando a China como un enemigo comercial - o peor aún, ignorarlo - no puede traerle sino perjuicios. Afortunadamente dicha tendencia ha cambiado en últimos años, muestra de ello son los recientes acercamientos entre ambos gobiernos para buscar una mayor cooperación en áreas como
  • 57. 57 agricultura, minería, doble tributación y combate a la piratería, entre otros. Son pocas aún las empresas mexicanas que incursionan en el mercado chino, e insuficientes los esfuerzos de atraer la inversión china a territorio mexicano, a pesar de su crecimiento. La solución desde luego no es sencilla ante tan compleja problemática. Dar a conocer México al consumidor chino no es una tarea fácil, ya que poco se sabe de nuestro país por esas latitudes, haciendo falta un mayor intercambio cultural y de promoción turística. Si bien los esfuerzos por llevar a cabo negocios en China por parte de mexicanos son una vía importante para disminuir la brecha comercial, son necesarias alianzas estratégicas de gran magnitud que representen un contrapeso importante a las actuales tendencias. Estas podrían incluir por ejemplo, instalar empresas maquiladoras-exportadoras chinas en territorio mexicano, que manufacturen productos en los que México y China no compiten directamente en el mercado estadounidense y aprovechando los beneficios del TLCAN, tal cual hizo Japón durante un tiempo (López, 2005). Sin embargo, todo esfuerzo será en vano si en México no se mejoran las condiciones internas tanto para aumentar los niveles de productividad como de atracción de inversión, haciendo frente no solamente a China, sino también a cualquier otro competidor en el ámbito comercial.
  • 58. 58 Referencias: Balderrama, R, y López Villafañe, V. (2004). La competitividad de China en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Centro de Estudios sobre Nortamérica, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Dussel, E. (2007, junio). Oportunidades y Retos de China para América Latina. Presentado en la Conferencia Internacional de la UNPD Gobernabilidad para la Competitividad en América Latina. Camino Real, Ciudad de México, México. Última revisión 26 de septiembre, 2007. en Gobernabilidad para la Competitividad www.gobernabilidadparalacompetitividad.org.mx/ponencias/3_E_Dussel.pdf. pp. 18. Johnson, S. (2005, octubre). Balancing China's Growing Influence in Latin America. Última revisión 25 de septiembre, 2007. en The Heritage Foundation <http://www.heritage.org/Research/LatinAmerica/bg1888.cfm> López Villafañe, V. (2005, noviembre). Dragon in Aztec Lands. Presentado en el seminario del Centro Robarts Canada-Mexico Big Picture Realities: NAFTA Plus, Immigration, the Security-First Border, the Bush Revolution in Foreign Policy and The Global South, Centro Robarts para Estudios Canadienses, Universidad York. Malik, M. (2006, junio). China's Growing Involvement in Latin America. Última revisión 26 de septiembre, 2007. en Power and Interest News Report <http://www.pinr.com/report.php?ac=view_report&report_id=508&languag e_id=1>. Artículos relacionados: Barocio, R. (2005). La Relación de China con Estados Unidos y su efecto en México, en Economía Informa, no. 335, edición julio/agosto 2005.
  • 59. 59 Farrel, D. y Remes, J. (2005). The Mexican Comeback, en The International Economy, invierno 2005. Johnson, T. China assures U.S. It won't export political model to Latin America, en Knight Ridder Newspapers. Lam, W. (2007). Beijing's Great Leap Outward: Power Projection with Chinese Characteristics. China Brief, v. 7, no. 3. Última revisión 23 de septiembre, 2007 en The Jamestown Foundation <http://jamestown.org/publications_details.php?volume_id=422&issue_id=3 997&article_id=2371884>. Lora, E. (2005, mayo). ¿Debe América Latina Temerle a la China?. Nueva York: Banco Interamericano de Desarrollo.