2. <<El siglo XVIII ofrece la singularidad de constituir la bisagra, la
zona de transición entre el Antiguo Régimen y el inicio de las
nuevas ideas ilustradas. Estas fueron el precedente de las
revoluciones que, a finas de siglo y a lo largo del siguiente,
substituyeron el viejo orden, heredado de la Edad Media, por
una nueva organización social, económica y política
conocida como liberalismo burgués. Por tanto, este es un siglo
en el que convivieron lo viejo y lo nuevo, iniciándose una serie
de reformas que pretendían mejorar la anquilosada sociedad
tradicional.
La llegada de los Borbones al trono español significó la
implantación del absolutismo. Los reinados de Felipe V y de
Fernando VI se caracterizaron por la aplicación de medidas
que trataban de introducir elementos de reorganización,
racionalización y centralización en el Estado heredado de los
Austrias. Con la llegada al trono de Carlos III, los ilustrados
encontraron en el monarca un convencido defensor de la
necesidad de reformas, eso sí, sin poner nunca en duda el
poder y la autoridad reales. Esta colaboración dio lugar a lo
que conocemos como reformismo borbónico.>>
3. El mantenimiento del
Antiguo Régimen
La España del Siglo XVIII se va a
caracterizar por desarrollar un
sistema económico conocido
como Antiguo Régimen,
caracterizado por:
Ciclo demográfico antiguo.
Establecer una jerarquización
de la sociedad en Estamentos
de privilegiados y no
privilegiados.
Llevar a cabo una economía
rural y señorial (no social).
Forma de gobierno absolutista.
El término de “Antiguo
Régimen” se utiliza por primera
vez en la Revolución Francesa
(1789) para designar el período
histórico anterior a la etapa
revolucionaria pero fue Alexis
Tocqueville quien lo utilizó en
1856 con el significado que se
conoce en la actualidad. Es
decir, como el conjunto de
estructuras económicas,
políticas, sociales e ideológicas
propias de la Europa
prerrevolucionaria.
4. Ciclo demográfico antiguo
Durante el Antiguo Régimen asistimos a lo que llamamos ciclo
demográfico antiguo, que regido por las siguientes características:
• Una tasa de natalidad muy elevada. No había ningún control sobre
ella.
• Una altísima mortalidad:
• Sobre todo entre los grupos más desfavorecidos, afectando
especialmente a los niños (mortalidad infantil).
• Se desarrollan unas condiciones sanitarias precarias, ausencia
generalizada de higiene, abundancia de epidemias y una escasa y
deficiente alimentación (hambrunas) , todo ello provocaba esta
situación.
Como consecuencia de estas condiciones, el crecimiento
vegetativo era escaso.
Además, la mayoría de la población era analfabeta y desconocía
la existencia de otras culturas. Los medios de transporte eran
escasos, costosos, lentos e inseguros. La falta de comunicación
permitía que el mundo permaneciera siendo estable y tradicional.
Era una sociedad rural y estática.
5. Sociedad estamental
Sociedad dividida según el derecho tradicional en tres órdenes o
estamentos: Nobleza, Clero y Estado llano o Tercer Estado
(campesinado, burguesía, clases populares urbanas).
Estamento: estrato de una sociedad, definido por un común estilo
de vida o análoga función social (RAE).
Lo que diferenciaba a estos tres grupos era la desigualdad jurídica
y el inmobilismo:
Desigualdad jurídica: privilegiados y no privilegiados: es decir, mientras que
nobleza y clero (que representaban el 5% y poco más del 2% de la población
respectivamente) poseían gran parte de las propiedades, no pagaban
impuestos y contaban con la mayor parte de los cargos públicos, el tercer
estado tenía que soportar la mayor parte de las cargas económicas de todo el
Estado, además de no poder tomar ningún tipo de decisión política. De este
modo, este amplio grupo continuaba sometido al régimen señorial, que les
obligaba a entregar la mayor parte de las rentas agrarias al duelo de la tierra.
El inmovilismo: consistía en no poder ascender dentro del Estamento Social al
que una persona está adscrito.
7. PRIVILEGIADOS: EL CLERO
“Estamento abierto”.
Grupo privilegiado que representaba una parte muy
pequeña de la población (entre un 1 y 2%).
No pagaba impuestos. Ingresos del diezmo y de su
enorme patrimonio (propiedades urbanas y rurales;
frutos de las cosechas y alquiler de fincas.
Obispos y abades eran señores de muchos pueblos y
territorios, cobrando todas las rentas señoriales.
No es un grupo homogéneo: alto clero y bajo clero.
Alto clero: abades, obispos y altos cargos,
provenientes de las clases nobiliarias. Vivían con
el lujo característico de la nobleza.
Bajo clero: sacerdotes, párrocos y monjes. Sobre
todo gentes de origen campesino que tenían
una vida modesta sin lujos ni privilegios.
8. PRIVILEGIADOS: LA NOBLEZA
Núcleo fundamental de la clase dominante. Entre el 2 y 6% de la
población.
Acceso por nacimiento.
Eran los propietarios de la mayoría de las tierras y señoríos y, con
ello, de los derechos feudales.
La nobleza disfrutaba de privilegios de carácter honorífico (derecho
a llevar espada, banco reservado en la Iglesia…) y exenciones en el
pago de tributos, aunque, tenía la obligación de cuidar los caminos
o alojar tropas.
Variaba según fueran nobleza cortesana o nobleza provincial, esta
última más apegada a tradiciones y también menos dispuesta a
concesiones.
Junto a la vieja nobleza de nacimiento aparecería la nobleza de
toga que surge de la necesidad de vender las funciones públicas y
de las recompensas por servicios prestados al monarca.
Concedida a título personal, se convierte en transmisible después
de un cierto tiempo de ejercerla. Procede de la alta burguesía con
gran patrimonio económico.
9. NO
PRIVILEGIADOS
Inmensa mayoría de la población – entre un 90 y 95%.
Sectores sociales muy diferentes tanto desde un punto de vista
económico como social.
A finales del Antiguo Régimen tenían un interés común: oposición a
los privilegios sociales y al régimen feudal; reivindicación de la
igualdad civil.
NO
PRIVILEGIADOS
Burguesía
Clases populares
urbanas
Campesinado
Desclasados
y errantes
10. Economía Agraria
Durante la mayor parte del siglo XVIII la agricultura sigue siendo la fuente
principal de riqueza y el puesto de trabajo fundamental de la población
(el 80% de la población se dedicaba a ella).
Situación de los grupos privilegiados:
Puesto que estamos ante una sociedad eminentemente agraria, la posesión
de la tierra otorgaba rentas y poder, por eso, los grupos privilegiados
intentaban mantener este poder.
La mayor parte de las tierras españolas del siglo XVIII están ya amortizadas, es
decir, pertenecen a la Iglesia, los Ayuntamientos o los nobles, que no pueden
comprarlas ni venderlas, esto es lo que se llama “manos muertas”.
Un ejemplo concreto de “manos muertas” es el mayorazgo (morgado). Se
trataba de una institución surgida durante la Edad Media que consistía en el
derecho a vincular el conjunto de bienes al título nobiliario o a la familia, de tal
modo que el heredero (solamente uno, para no dividir el patrimonio) podía
administrar los bienes (la tierra) y disfrutar de ellos, pero no venderlos ni
transferirlos a una persona ajena. Durante el XVIII el mayorazgo van a estar en
plena vigencia, llevándolo a cabo tanto nobles como plebeyos enriquecidos.
Además, los grupos privilegiados (y el Rey) seguían siendo titulares de señoríos,
extensas posesiones sobre los que ejercían su jurisdicción y recibían rentas a
cambio.
Esta situación dejaba fuera del mercado el 80% de la tierra cultivable, puesto
que ya estaba en manos del pequeño grupo de privilegiados. Por ello
podemos hablar de inmovilidad económica, puesto que la mayor parte de la
tierra estaba en manos sólo de unos pocos.
11. Situación de los grupos no privilegiados:
La mayor parte del campesinado era arrendatario o jornalero.
Las condiciones de estos campesinos variaban según las
zonas y el tipo de contrato al que estaban sujetos:
En Cataluña:
La mayoría de las tierras eran de señorío lego o eclesiástico.
Terrenos de medianas proporciones.
Tierras cultivadas por campesinos con contratos enfitéuticos, es decir,
contratos estables y a perpetuidad. La ventaja de estos contratos es que
no están sometidos a aumentos de renta y pueden sacar un mayor
partido a los posibles rendimientos agrarios.
En Galicia y Asturias:
Los arrendamientos o foros eran fijos durante tres generaciones.
El problema del número de tierras obligó a dividir los foros en subforos y
con ellos se generalizó el minifundismo, en ocasiones insuficiente para
mantener a una familia.
En el Sur de Castilla, en Extremadura o en Andalucía:
Propiedad laica (nobles) o eclesiástica.
Enormes extensiones de tierra (latifundios).
Tierras trabajadas por campesinos en corto plazo. La mayor desventaja
de este sistema es que el campesinado no es capaz de acumular un
mínimo excedente, puesto que las rentas se amplían cuando al dueño de
la tierra le apetece. Por otra parte, la competencia ovina es muy fuerte
(Concejo de la Mesta).
12. Los demás sectores económicos dentro del Antiguo
Régimen van a depender del mundo agrario:
Los talleres artesanos continuaban organizándose de
forma gremial, controlando la producción y creación
de nuevos talleres.
En cuanto al comercio:
El mercado interior era débil y limitado a intercambios
comarcales o locales.
Los problemas de transporte no permitían unir zonas
interiores con la periferia de las ciudades.
La economía era, por tanto, fundamentalmente de
autoconsumo, puesto que los pocos excedentes con
que contaban los labriegos casi no llegaban para
comprar lo más básico.
13. Fuentes
Libro te texto “Hoxe” de 2º de
Bachillerato. Editorial Vicens Vives.
www.slideshare.net (Prof. Óscar González
García).