poemario Pasaje Tala de Carlos Cardani Parra en su versión para imprimir

1. Pasaje Tala
librosdelperronegro@gmail.com
Carlos Cardani Parra

2. Entra a cualquiera de estas casas Pobre caminante qué cansado vas
La bienvenida siempre es la misma Pobre caminante ay que triste estás
El olor a mierda de los pañales que tomas en brazos
Y el tufo a pilsen de todos los que te besan Recorriendo estas calles con sabor a cumbia
A una muy vieja
A una muy gastada
Es como cada uno de estos hombres
Toma el camino de vuelta a casa
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3. El Panquehue Ellos están aquí para pasar hambre
recibir patadas
Se podría decir que este es un bar de mala muerte cubrirse de garrapatas
Alimentado de sueldos mínimos Como si fuesen el pelo de la tiña
De pololos de maestro chasquilla Como si fuesen aros en las orejas
Que lo que podría estar en los platos de casa Ella para parir vagabundos
Está sobre la mesa Él muriendo tras la leba
Una caña tras otra Ellos están aquí para que alguien diga
Quizás cuantas para dejarlo así Pero si también son parte de esta familia
Ya despierto ya vomitado
Alistando el cinturón de vuelta a casa
Puede que mañana
Los moretones le recuerden algo
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4. Esta familia tiene solo para ella
Un cuaderno completo en el negocio de don Fuente
Tiene kilos de leche en polvo a su espera en el consultorio F55 Unión Latinoamericana
Lo mismo que el agua en la llave del parque
Esa es la Palma
Las paredes de la casa fueron traídas a pedacitos La escuela en la que han pasado
Desde las barracas del Hogar de Cristo Todos los del Hogar de Cristo
Los electrodomésticos llegaron desde otros hogares Todos los de la Gabriela
Y nadie más
De esa mamadera han bebido los siete hermanos
Y quizás quién lo hizo antes Aquí casi nadie repite / solo la leche y el almuerzo
Los siete han pasado por la misma escuela Aquí casi todos terminan octavo / y terminan
Obligados no a estudiar sino a comer gratis
Esta escuela solo instruye sueldos mínimos
La madre es costurera remeda toda la Gabriela Y madres de un crío por año
Con esa plata viste a sus críos
El padre los ve correr y crecer
Medio enojado medio borracho
Fumando siempre en la misma esquina
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5. Cansado de decir la misma frase Yo quería que mijo fuera militar
Cansado del olor de los desechos de su ropa y de su cuerpo Adentro podría haber terminado cuarto medio
Cae en una pose que de verdad merece limosna Podrían haberlo mandado fuera de Santiago para que
Pero que nadie ve. Nadie aún ha salido de su casa conociera algo
El frío, la hora no lo permite. Ahí no le hubiese faltado ni ropa ni comida
El cuerpo es visto y dejado intacto por un patrullero Se chantaría un poco se alejaría de las malas juntas
De seguro se cayó de borracho – pensó Hasta podría haber hecho carrera
Y así se queda, y así se entierra Pero el milico que lo atendió dijo
Cubierto de mugre, derretida ya la escarcha. Esto es el servicio militar
No un reformatorio
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6. En un barrio que le sigue los pasos a los deudos
Otra muerte en decadencia, otra misa fuera de lugar
En la capilla acostumbrada a ver las mismas domingueras
Acostumbrada a la decoración de cortejo pobre
Al correr y jugar de niños en rededor a llantos, murmullos y
cajón
Mamita Se ha de velar lo que fue de, como todo muerto, un gran
hombre
La hermana mayor no tuvo necesidad de muñecas Pese a que cada mes fermentaba la pensión fuera de la
cantina
Pese a haber hecho vomitar a mi madre cuando lo vio
Con los pantalones abajo, con la perra sangrando
Desesperada el animal por no saber si aullar de dolor
O morder la mano de quien la cogía
Por lo mismo, lo distanciado de la nieta
Por lo mismo, la estadía en el Hogar de Cristo
Y quizá por eso, la tranquilidad, la vergüenza de los deudos
Lo esquivo, lo forzado del pésame.
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7. En la parroquia hay una foto
En ella aparecen alrededor del padre
Las vecinas más antiguas Hace años que las películas del video club vienen haciendo
Todas más delgadas su trabajo
Aún de sonrisa completa La Gabriela poco a poco se asemeja a Nueva York
Todavía sin hijos Al barrio bajo de cualquier ciudad gringa
Sin la cara de enfermas
Ni el agua oxigenada que arrastran
De velorio en velorio
De domingo en domingo
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8. En calles donde la limosna se gasta en casa
Vive medio drogado, medio hambriento
Arrastrando de pasaje en pasaje su pequeño vertedero
Llevando lo que ningún otro burrero llevaría A los evangélicos les pasa lo mismo
Por lo que no cualquiera se arriesga Sólo los escuchan quienes quieren cantar
Y por sobre todo, trafica libre
De toda sospecha, libre de toda culpa
Demasiado pobre para el qué dirán
Muy sucio para meterlo en el radio patrullas
Por la esquizofrenia sería un fracaso en el interrogatorio
Excesivamente frágil para la cana
En resumen, un desastre, perfecto para el trabajo
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9. Lleva el nombre de un futbolista de gloria local, ya retirado la carretera que va hacia el sur está llena
Por lo menos eso nunca fue problema, sólo fueron otras cosas De letreros de maquinarias de socavaciones de hombres
Cuando corría por el pasaje, desesperado, torpe como si trabajando
llevara falda Por ello los buses han sido desviados
Cuando se le pegaron los gestos, las palabras de niñas, los Pasan por la calle grande que atraviesa a la Gabriela
juegos de jumper Aún así
Ahí empezaron a tirarle el churro, a imitarle la voz, la manera Para quienes salen de Santiago
de caminar Les es más interesante ver pasar las vacas
De llamarlo igual que al fleto de moda, recibiendo la misma Que verlos pastar a ellos
rutina
De ahí los remedos de la madre, la desilusión del padre
Incluso el saludo, el descuento, la fraternidad desde la
peluquería
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10. La Gabriela siempre ha sido alba No se masturba pensando en las pornos que ve con el padre
Antes las camisetas hacían juego con los radio patrullas Ni con los jumpers de todos los días, ni con nada de eso
Con los Opalas estacionados mientras el allanamiento Sólo piensa, se imagina las historias que le han contado
Ahora no Se imagina primerizo, se imagina violador
Todo es verde y con algo de blanco Llena la celda, ajusticiado por todos
Incluyendo el uniforme la yuta y los pesos de cada noche
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11. Quique Vidal III Quique Vidal I
Entran a la casa, decorada con lo que se debió gastar en otra Los niños lo saludan, lo abrazan así como lo han visto en tv
cosa El padre hace lo mismo, agradece, y tiende las manos al
Todos miran el cajón, la sonrisa, la paz que no tuvo en la regalo
cuerda Regalo comprado con lo que él mismo les dio
Miran las fotografías del matrimonio, de los niños en sus Y hubiese sido más, sino hubiesen hecho el decomiso
brazos, Si no le hubiesen cargado las tunas, pillados los ladrillos
Todas esas poses de álbum familiar que ahora dan pena Ladrillos por los que está condenado por tribunales y por los
Que ahora hacen llorar a esos mismos niños ahora crecidos choros
Que de cuando en cuando reciben un abrazo, un pésame Guárdame esto y de ahí te caen los pesos -
Y por cada pésame, Y le cayeron los pesos y luego los pacos
Ellos cuentan la misma historia, señalan la misma viga Los choros todavía no cobran, esperan,
Seguros, donde no les pase lo mismo
Seguro que cae en la peni y de ahí no pasa -
Hoy es domingo y en domingos suelen ser los días del padre
Mañana es lunes y los días lunes suelen dar condena
Pero nada de eso
El techo es bajo y él también, tanto como para no tocar piso.
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12. Quique Vidal II
Cuando lo encontraron ya no había ni convulsión ni respiro
El cuerpo sólo se bamboleaba, dando a entender
Lo fuerte de la lucha, lo reciente de la muerte
Con un par de gritos se armó el caos, el velorio improvisado
Cayeron en llanto a los pies de, las oraciones, la tardía
extremaunción
Fue bajado lo más suave posible, como si la caída aún
pudiese doler
Puesto en la misma pose en la que ha de pudrirse en el cajón
Fue llorado, fue interrogado, pero nadie preguntándole por
qué
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