Matrimonio y Divorcio y su influencia en la salud mental
Divorcio como afectan_a_los_ninos
1. COMO AYUDAR Y COMPRENDER A
LOS HIJOS ANTE UN DIVORCIO
2. El divorcio de los padres
es una de las situaciones
más difíciles que puede
vivir una familia ya que
todos se ven afectados
por él.
Por ello hay que tener en
cuenta que no es lo mismo
si los hijos son niños o si
ya son adolescentes, en
cada caso, los chicos
necesitarán una atención
diferente.
3. También hay que
tener en cuenta
que lo más
conveniente es
que si en la familia
hay varios hijos
estos sigan unidos
y no deban
separarse a la hora
de elegir una
custodia .
4. Otro aspecto sumamente importante a tener en
cuenta para el desarrollo saludable de los hijos,
es que los padres deben mantener entre sí un
diálogo regular, por ej., una llamada telefónica
semanal, que les permita compartir los progresos
psico - evolutivos y tomar conjuntamente las
decisiones importantes de la vida de sus hijos.
5. Cuando los niños son muy pequeños
menores de 1 o 2 años no se considerada
adecuada una custodia compartida ya que a
esta edad el niño necesita mucho de su
madre
cuando se trata de bebes o niños pequeños,
los padres creen que ellos no perciben lo que
pasa en su familia y esto es un error, porque
los chicos pequeños desarrollan síntomas.
Hay dos cosas que en estas circunstancias se
deben saber: 1) nadie mejor que los padres
para ayudar a sus hijos a transitar la crisis; 2)
que para ayudar a sus hijos deben estar bien
informados.
6. Es fundamental el efecto
reparador que produce
en los niños,
especialmente en los
más pequeños, el
mensaje dicho por ambos
padres: "aunque ya no
vivamos todos juntos, los
dos te vamos a seguir
queriendo mucho toda la
vida y te vamos a seguir
cuidando juntos".
7. ENTRE LOS 3 A 5 AÑOS
Es común que los niños pequeños esperen la
reconciliación durante varios años. También creen ser
responsables por el divorcio y como si hubieran
hecho algo malo, se preguntan sí el papá (o la mamá)
se fue porque ellos hicieron algo que no debían.
8. PUEDEN DESARROLLAR:
conductas regresivas, como: orinarse en la cama, succionar
el pulgar, hablar como bebé o portarse mal
miedo ante el derrumbe de la estructura familiar
miedo a no ver más al padre que se va de la casa o a que el
otro lo abandone
miedo a que los padres dejen de quererlo. Miedo al rechazo.
enojo, que manifiestan golpeando o rompiendo sus juguetes
tristeza, depresión, baja autoestima
se sienten responsables del divorcio: auto - acusaciones
preocupación
usan la fantasía para negar lo que está sucediendo e
imaginan que "sus padres se volverán a unir".
9. EN ESTA ETAPA, LOS PADRES LOS AYUDAN
CUANDO:
les aseguran una y otra vez que los quieren y los
querrán siempre. Hay que repetírselos y demostrarlo
tanta veces como sea necesario.
les aseguran que verán regularmente al padre que no
convive (si efectivamente va a ser así).
les aseguran que no son responsables del divorcio.
les dicen que ellos también lamentan el divorcio y no
haber podido resolver las cosas de otra manera.
los escuchan, permitiéndoles expresar su tristeza y su
enojo.
les brindan apoyo y compresión.
10. no hablan mal del otro padre en su presencia. Los niños
reciben cómo dirigida hacia su propia persona cualquier
apreciación negativa o injuriosa que recaiga sobre un
progenitor,
no los usan como mensajeros, espías o rehenes,
no les piden información acerca de que cosas tienen o
hacen en la otra casa,
no los involucran en las peleas,
discriminan su rol de padres de su rol de ex cónyuges,
les explican los arreglos de vivienda, visitas y otros
cambios que sucederán.
11. ENTRE LOS 6 A 8 AÑOS
Piensan que sus
progenitores se volvieron
locos, sienten miedo,
angustia y desconcierto;
están confundidos,
tratando de comprender
quienes son y adónde
pertenecen. Cuando los
padres se separan, los
niños se sienten solos,
impotentes,
profundamente tristes,
pero también con rabia y
enojo.
12. El aspecto menos diagnosticado del divorcio es la
depresión en los niños. A menudo están tristes,
distantes y esquivos aunque les vaya bien en la
escuela. Los síntomas incluyen mal humor, enojo y
peleas. Habitualmente estos síntomas no son
considerados una evidencia de depresión pero
generalmente los son. Los chicos cuando se
deprimen se vuelven irritables, contestan mal, no
escuchan y hasta sobresaltan con exabruptos.
Cuando la depresión no se detecta y orienta, estas
conductas empeoran dejando perplejos y sin saber
que hacer a padres y maestros.
13. A ESTA EDAD LOS NIÑOS:
idealizan al padre ausente y agreden aquél con el cual
conviven,
sienten que sus padres son egoístas por no haber conservado
la familia,
sienten que sus padres los han traicionado,
el miedo puede derivar en problemas de conducta,
están preocupados por el padre que se va, no importa cómo
haya sido su relación con él,
otras veces sienten que el padre que se va de la casa los
abandona deliberadamente,
sienten que no los quieren,
14. no pueden usar la fantasía para negar - como hacen los más
chiquitos - pero no son lo suficientemente maduros como para
entender el proceso de duelo.
anhelan volver a unir a sus padres.
se distraen con facilidad, dificultades para concentrarse en el
juego y en las tareas escolares.
pueden convertirse en "cuidadores" de un padre
(generalmente al que ven más sólo o más débil) o asumir un
rol parental en el hogar.
pueden tornarse demandantes para compensar lo que les
falta.
otras veces, tienen conductas manipuladoras y aprovechan
las fisuras entre los adultos para satisfacer sus caprichos.
15. EN ESTA ETAPA, LOS PADRES LOS AYUDAN
CUANDO:
les explican el divorcio en términos que pueden entenderlos,
tratan de que entiendan, que así como no son responsables del
divorcio, tampoco lo son de la reconciliación,
no los aceptan como "un jefe" en la casa, "cuidadores" o
"aliados",
aceptan sus sentimientos de enojo o de tristeza como naturales,
no los involucran en pelea conyugal,
los padres deben tratar de conservar estables tantos aspectos
de la vida de sus hijos como sea posible.
16. EN LOS ADOLESCENTES
El divorcio puede
causarles mucho daño a
los hijos, sin importar su
edad. Hay quienes opinan
que los adolescentes
salen mejor librados, pues
son más maduros y, al fin
y al cabo, ya están en el
proceso de
independizarse de sus
padres. Sin embargo, los
especialistas consideran
que sucede justo lo
contrario, que
precisamente por esos
factores, los adolescentes
son los más vulnerables
17. POR ESTO HAY QUE TENER EN CUENTA QUE :
A medida que se abren camino hacia la vida adulta,
los adolescentes se sienten muy inseguros, incluso
más que cuando eran niños. No se deje engañar
por su aparente afán de independencia; a esa edad
necesitan más que nunca la estabilidad familiar.
Justamente en una etapa de la vida en que los
adolescentes están aprendiendo a entablar
amistades sólidas, el divorcio les enseña a ser
escépticos ante valores como la confianza, la
lealtad y el amor. Por ello es posible que de adultos
eviten todo tipo de relación estrecha.
Es común que los hijos, prescindiendo de la edad,
demuestren su dolor de alguna manera. Pero en el
caso de los adolescentes, el problema es que
tienden a hacerlo recurriendo a la delincuencia, la
bebida, las drogas u otras conductas de riesgo
18. Esto no significa que los adolescentes cuyos
padres se divorcian estén condenados a sufrir
problemas emocionales o de otro
tipo. Pueden convertirse en adultos estables,
especialmente si mantienen contacto con ambos
padres.