La cultura micénica floreció en Grecia entre 1600-1200 a.C. Se caracterizó por su carácter belicoso, sus grandes palacios fortificados con murallas ciclópeas, y sus tumbas monumentales como el Tesoro de Atreo. Los micénicos establecieron importantes polis como Micenas, conocida como "la rica en oro" y hogar del rey Agamenón que dirigió la expedición a Troya según Homero.