Investigación empírica, con empleo de un cuestionario distribuido en una amplia muestra recabada en todos los paises integrantes de la OEA, sobre la participación y liderazgo político de las mujeres y otros importantes temas conexos con un marco conceptual e histórico del tema. Esta Investigación fue realizada por la autora por encargo de la Comisión Interamericana de Mujeres. CIM. Explora ampliamente las percepciones de las mujeres líderes sobre sus desempeños en la carrera política, las dificultades, los desafíos y otros aspectos de su autoimagen, y cómo las perciben los hombres líderes de la región. Además se hace un recuento de lo que la CIM ha adelantado en el tema.
1. ORGANIZACION DE ESTADOS AMERICANOS
CIM
COMISION INTERAMERICANA DE MUJERES
Reunión Interamericana de Consulta OEA/Ser.L.II/7.7
Participación de la Mujer en las CIM/CIMDE/doc.4/98
Estructuras de Poder y Toma de Decisiones 12 enero 1998
17 - 19 febrero 1998 Original: español
Washington, D.C.
LA PARTICIPACION DE LAS MUJERES
EN LAS ESTRUCTURAS DE PODER
Y DE TOMA DE DECISIONES
(DOCUMENTO DE TRABAJO ELABORADO POR LA
DRA. EVANGELINA GARCIA PRINCE)
SECRETARIA GENERAL DE LA ORGANIZACION DE ESTADOS AMERICANOS. WASHINGTON
2. i
INDICE
Nota preliminar de la Secretaría Permanente de la Comisión
Interamericana de Mujeres......................................................................................................................v
I.INTRODUCCIÓN.................................................................................................................................1
II.LOS ANTECEDENTES CERCANOS A LA DISCUSIÓN REGIONAL
SOBRE EL VÍNCULO MUJERES Y PODER......................................................................................2
1.La evolución del tema de las mujeres y el poder
en los últimos 20 años.............................................................................................................................2
2.Mujeres y Poder en las Conferencias Internacionales
y Reuniones Regionales: Del Plan Mundial de Acción de
México a la Plataforma de Acción de Beijing.....................................................................................5
2.1 Síntesis de lo discutido y aprobado en las Conferencias Mundiales..................................5
2.2 Síntesis de lo discutido y aprobado en las Conferencia Regionales......................7
2.3 Balance de la discusión............................................................................................8
2.4 Otras Conferencias...................................................................................................9
3.Los protagonismos de la discusión: Actores/as y temas.................................................10
III.CONTRIBUCIONES DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE MUJERES
(CIM) AL DESARROLLO DEL TEMA DE LA PRESENCIA DE LAS
MUJERES EN EL PODER..................................................................................................... 13
1. Las convenciones interamericanas ...........................................................................13
2. Las Asambleas de Delegadas.....................................................................................14
3. La contribución en materia de actividades de adiestramiento
y formación ..................................................................................................................15
4. Seminarios regionales, subregionales y nacionales.................................................15
5.Conferencia Interamericana Democracia en las Américas:
La mujer y el proceso de toma de decisiones ..........................................................17
3. ii
6.La experiencia de los Planes: El Plan Estratégico de Acción
de la Comisión Interamericana de Mujeres......................................................................................17
7.Las grandes líneas de preocupación de la Comisión en relación
con la participación de las mujeres en las estructuras de poder
y de toma de decisiones........................................................................................................................18
IV. LA SITUACIÓN DE LA PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTOS
SOBRE LA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN EL PODER Y LA
TOMA DE DECISIONES ........................................................................................................19
V.LA DIMENSIÓN CUANTITATIVA DE LA PRESENCIA DE LAS MUJERES EN
POSICIONES DE TOMA DE DECISIONES 21
1.Situación de la información existente sobre la presencia de mujeres en
la toma de decisiones 21
2.Participación política y tendencias de la presencia de las mujeres en las posiciones de poder
en: Sector público y privado, partidos políticos, sindicatos y otros sectores 22
2.1 El voto femenino............................................................................................. 23
2.2 Presencia de Mujeres en el Poder Ejecutivo ...................................................24
2.3 Participación en el Poder Legislativo..............................................................25
2.4 Participación en el Poder Judicial................................................................... 28
2.5 Participación en los partidos políticos.............................................................28
2.6 La participación de las mujeres en otras organizaciones sociales....................30
2.7 El Indice de Potenciación de Género, como un nuevo perfil
cuantitativo de la presencia de las mujeres en
la toma de decisiones .......................................................................................31
VI. EL EJERCICIO DEL LIDERAZGO POR LAS MUJERES: UNA VISIÓN ESTRATÉGICA
DE
LOS FACTORES SOCIALES, CULTURALES Y PERSONALES INFLUYENTES32
1.Los planteamientos más recientes sobre la relación entre
género y liderazgo .......................................................................................................32
2. El liderazgo en función del desarrollo y la democracia.........................................33
3. Hacia un enfoque estratégico del ejercicio del liderazgo
de las mujeres en la Comunidad Interamericana............................................................................36
3.1 Análisis de los resultados de la investigación................................................37
4. iii
4. Matrices del análisis estratégico...............................................................................45
4.1 Principales hallazgos derivados del análisis
estratégico de las matrices.............................................................................. 49
4.2 Lo que se debe hacer, en opinión de las
personas encuestadas........................................................................................51
VII. LOS DESAFÍOS Y LAS ESTRATEGIAS PARA ENFRENTARLOS.................................52
Propuesta breve para el perfil preliminar del Plan Estratégico................................................53
VIII. ANOTACIONES FINALES.....................................................................................................60
ANEXOS:
Anexo I. Estrategias recomendadas en el Seminario Interamericano para la
preparación de Estrategias para la participación de la Mujer en la política
Washington, D.C., 1988.........................................................................................................................61
Anexo II. Síntesis de los aportes de los Seminarios Subregionales celebrados..................................62
Anexo III. Principales contribuciones de la Conferencia Interamericana
Democracia en Las Américas ................................................................................................................64
Anexo IV. Principales áreas de preocupación de la CIM y tipos de recomendaciones
que ha formulado a lo largo de su trayectoria .......................................................................................65
Anexo V. Registros bibliográficos de ISIS ..........................................................................................68
Anexo VI. Año de la obtención del voto femenino e
Informaciones Estadísticas.....................................................................................................................70
Anexo VII. Características generales de la investigación realizada....................................................81
Bibliografía y documentación consultada .............................................................................................83
5. iv
NOTA PRELIMINAR DE LA SECRETARIA PERMANENTE DE LA
COMISIÓN INTERAMERICANA DE MUJERES
La Vigésima octava Asamblea de Delegadas de la Comisión Interamericana de Mujeres
(CIM) celebrada en 1996, resolvió convocar a la Reunión Interamericana de Consulta, a fin de
analizar el tema: "La participación de la mujer en las estructuras de poder y toma de decisiones" y
efectuar recomendaciones con énfasis en la instrumentación de medidas necesarias para el desarrollo
de planes de trabajo por parte de los gobiernos (CIM/RES.189/96(XXVIII-O/96)).
Con el propósito de facilitar la información necesaria para la consideración del tema de la
Consulta y, de conformidad con el mandato de la citada resolución, se encomendó a la consultora,
Dra. Evangelina García Prince, la elaboración de un documento de trabajo que siguiera las pautas y
lineamientos de contenido acordados oportunamente. Una versión preliminar del mencionado
trabajo fue presentada por la Dra. García Prince durante la Segunda Sesión Ordinaria del Comité.
Los datos estadísticos contenidos en el documento serán completados oportunamente por la
Secretaría Permanente, con el apoyo de las Delegadas Titulares del país que corresponda.
Se deja constancia que las ideas y planteamientos contenidos en el presente documento son
propios de la autora y no representan, necesariamente, el criterio de la Comisión Interamericana de
Mujeres y el de la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos.
12 de enero de 1998
6. LA PARTICIPACION DE LAS MUJERES
EN LAS ESTRUCTURAS DE PODER
Y DE TOMA DE DECISIONES
I. INTRODUCCIÓN
El presente documento fue preparado en atención a la resolución CIM/Res.189/96 (XXVIII-0/96)
aprobada en la XXVIII Asamblea de Delegadas de la Comisión Interamericana de Mujeres, CIM,
celebrada del 11 al 15 de noviembre de 1996, con el propósito de que sirva de base a las reflexiones
de la Reunión Interamericana de Consulta que celebrará la Comisión para examinar el tema "La
participación de la mujer en las estructuras de poder y toma de decisiones", con énfasis en la
instrumentación de medidas para desarrollar planes de trabajo en esa materia, por parte de los
gobiernos.
Tal como se señala en el Plan Estratégico de Acción de la CIM, este es uno de los cuatro temas a los
que la Comisión ha otorgado carácter prioritario en sus iniciativas para el quinquenio final del Siglo
XX.
Ello es el producto de la concepción integral que la CIM ha desarrollado desde sus inicios, acerca de
la situación de las mujeres de las Américas, así como de la identificación que ha hecho del carácter
estratégico que tiene el acceso a la toma de decisiones y a las posiciones de poder, para lograr la
transformación positiva de las causas estructurales de la exclusión y de la discriminación que se
ejerce contra las mujeres.
Si durante la Década de la Mujer el objetivo de la CIM estuvo centrado en lograr la participación
"más amplia y decisiva de las mujeres de los Estados miembros de la Organización de los Estados
Americanos (OEA) en los procesos nacionales de desarrollo de sus países", 1
los cambios que se han
producido en la situación de éstas, han planteado la necesidad de emplear enfoques de mayor
alcance y profundidad para lograr la igualdad en todos los planos.
Pese a los avances que se han alcanzado en la satisfacción de muchas de las necesidades prácticas de
las mujeres, se mantiene la exclusión y postergación en numerosos ámbitos, vinculados con sus
intereses estratégicos. Ello ha dado lugar al examen y atención de otras dimensiones de las
relaciones entre los géneros, cuyo carácter determinante en las posiciones sociales de ambos,
encierra claves importantes para el logro de la igualdad. En ese sentido, gran parte de la discusión
actual se dirige al tema del poder, al cual la CIM, desde sus propios inicios, ha concedido especial
atención.
1
Plan Estratégico de Acción de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM). Presentado en la
Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer. Beijing, China, 1995.
7. 2
Por ello el interés principal de la Reunión de Consulta es desarrollar, en mayor detalle, las estrategias
contenidas en el Plan Estratégico de Acción presentado en Beijing, a fin de brindar orientaciones
muy concretas, en el orden de las acciones, a los gobiernos.
El presente documento pretende ser un marco general de referencia para esa Reunión de Consulta,
cuyo énfasis se colocará "en la instrumentación de medidas para desarrollar planes de trabajo por
parte de los gobiernos" (CIM/Res.189/96). Los contenidos se presentan en diversas perspectivas
complementarias: histórica, conceptual, cuantitativa y empírica a objeto de facilitar a las Delegadas,
amplia información sobre el tema en diversas dimensiones.
Todas las consideraciones precedentes han sido asumidas en la preparación del documento, cuyos
objetivos son los siguientes:
1.Brindar una reseña de la evolución de la discusión regional e internacional del tema de la
participación de las mujeres en el poder y en la toma de decisiones, considerando los aportes
de los gobiernos, las Organizaciones no-Gubernamentales (ONG) y los organismos
multilaterales como la CIM (OEA) y otras agencias de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU).
2.Señalar los aspectos a los que se ha prestado más atención sobre el asunto, tanto en el debate
político, como en la producción de conocimiento, en las organizaciones mencionadas.
3.Mostrar la situación de la participación de las mujeres en las estructuras de poder y de toma de
decisiones, en su dimensión cuantitativa.
4.Presentar los resultados de la investigación regional realizada sobre algunas de las características
más relevantes del ejercicio del poder y el liderazgo por parte de la mujeres.
5.Sugerir lineamientos estratégicos que pueden acometerse desde la CIM, en el propósito de
incrementar la cantidad y la calidad de la participación de las mujeres en las posiciones de
poder y de toma de decisiones.
II. LOS ANTECEDENTES CERCANOS DE LA DISCUSIÓN REGIONAL
SOBRE EL VÍNCULO MUJER Y PODER
1. La evolución del tema de las mujeres y el poder en los últimos 20 años
La reflexión y el activismo de las mujeres de las Américas en torno a su posición y función en los
sistemas y prácticas políticas, y más concretamente, en la democracia, tiene antecedentes remotos.
8. 3
Desde hace más de 150 años, con el movimiento sufragista, se inició el reclamo explícito por la
democracia en la participación de hombres y mujeres. Aún con anterioridad, las mujeres ya eran
parte de las historias de los países como factores de singular importancia en la constitución de los
Estados.
En este sentido conviene anotar que el impulso que recientemente han cobrado en la región los
estudios históricos sobre la participación política de las mujeres, está poniendo de relieve que éstas
tuvieron un protagonismo, hasta hace poco invisibilizado, en circunstancias y escenarios muy
importantes para la definición de los actuales sistemas políticos democráticos.
En lo que se refiere a la lucha de las mujeres por sus derechos, el movimiento sufragista, que tuvo en
los Estados Unidos una de sus fuentes principales, logró un impacto significativo en la región. Las
mujeres de la comunidad interamericana, desde el pasado siglo hasta hace unas pocas décadas,
protagonizaron iniciativas que las llevaron a la obtención del voto, como expresión, para entonces
paradigmática, del ejercicio de los derechos políticos, pese a las diferencias en los acentos, énfasis y
en las maneras de pensar y actuar de unas y otras.
Sabemos que desde principios del presente siglo, el interés de los esfuerzos femeninos se ha dirigido
principalmente a la ciudadanía social y política (derecho al voto, derecho a la educación y derechos
laborales, principalmente). A medida que el tiempo ha avanzado y las iniciativas de las mujeres se
han multiplicado, estos horizontes se han tornado más complejos y los propósitos de las luchas se
han afinado en su orientación estratégica. En tiempos relativamente recientes ese interés se ha
ampliado hacia contextos más inclusivos que se identifican con la relación "Mujer y Poder".
A esta transformación han contribuido varios factores, entre los cuales cabe mencionar: a) el
impulso que imprimió a las intenciones de las mujeres la emergencia y desarrollo de la llamada
segunda ola del feminismo en los años 60. En este sentido, la historia regional de los
acontecimientos que venimos comentando, no puede ser separada del proceso que han estado
viviendo las mujeres del resto de la comunidad internacional. De hecho, las demandas planteadas
por el movimiento de mujeres en la región y la creciente movilización que ha protagonizado en los
procesos de transformación social y política de nuestros países, han constituido a las mujeres en uno
de los actores fundamentales de los cambios de las culturas políticas de nuestras sociedades, como lo
reconocen los más calificados análisis sobre el tema. b) Otro factor, no menos importante, ha sido la
progresiva injerencia de los gobiernos en los asuntos de las mujeres, que han pasado a ser
consideradas un sector de la sociedad que demanda y requiere atención particular y decisiones de
elevada jerarquía en la formulación de las políticas públicas. c) Es necesario mencionar el papel
desempeñado por las ONG que, como actoras de la sociedad civil, han enriquecido con sus esfuerzos
las agendas de intereses y necesidades de la población femenina. d) Finalmente, hay que anotar la
contribución que han brindado los organismos multilaterales, regionales e internacionales, que
progresivamente han hecho del tema de las mujeres y, más recientemente, de los asuntos de género,
una dimensión significativa de sus agendas.
9. 4
Sin embargo, la motivación creciente que ha despertado el tema de la relación Mujer/Poder y el
considerable volumen de esfuerzos reflexivos y de participación que las mujeres han hecho por
superar las brechas de género en el ejercicio del poder y de la toma de decisiones, no han logrado
vencer las distancias que las separan cualitativa y cuantitativamente, de la presencia masiva de los
hombres en el poder, como lo demuestran las conclusiones de la investigación realizada por
FLACSO y el Instituto de la Mujer de España, donde se demuestra su exclusión generalizada de esas
esferas.2
No hay duda que los avances logrados en los últimos 25 años son considerables en muchos sentidos.
Se ha producido una vertiginosa transformación en las condiciones de vida de una alta proporción
de mujeres, pero el impacto de estos cambios en su participación en las estructuras de toma de
decisiones ha sido débil. La incoherencia entre el adelanto alcanzado por las mujeres en educación y
en su participación en la población económicamente activa, principalmente, en comparación con su
muy limitada intervención en las posiciones decisorias, ha confirmado plenamente la certeza de que
las relaciones de género son relaciones de poder y que mientras las mujeres no tengan una presencia
más numerosa y calificada en la toma de decisiones, su condición subordinada seguirá expresándose,
con matices renovados, en todos los ámbitos de su quehacer personal y colectivo.
Como lo refleja la amplitud y calidad de la discusión internacional, actualmente hay plena
conciencia sobre estos hechos que son expresión del alcance y la fortaleza del Ethos masculino de
las sociedades y del carácter nodal que las estructuras, mecanismos de preservación y valores
vinculados al poder en todas sus formas (económico, político, intelectual,etc.) tienen en la
subordinación estructural de las mujeres y de lo femenino, incluso en los paradigmas que conforman
la subjetividad de ambos géneros.
La señalada discusión sobre la situación y posición de las mujeres, ha pasado por diferentes etapas,
con intereses distintivos en cada una de ellas. A partir de los años 70, el debate se ha interesado en
el tratamiento que los gobiernos han brindado a las necesidades de las mujeres en las políticas
públicas, y se ha concluido, en términos generales, sobre el carácter incompleto o parcial de lo
intentado hasta el presente. Hoy, el énfasis no está en una sola dimensión del problema. Se
propende a una visión y tratamiento integral. Y sin duda, dentro de tal integralidad, una de las
prioridades más claras es la incorporación de la mujer al poder, a la toma de decisiones y, en general,
al ejercicio del liderazgo en todas las esferas de la acción colectiva. La evolución del debate hacia
una concepción de mayor coherencia, queda de manifiesto en el análisis que se hace de la discusión
internacional, tal como se verá en el breve recuento que se ofrece a continuación, sobre las
discusiones y conclusiones que sobre este tema, se han realizado en las grandes conferencias
internacionales dedicadas al examen de la situación de las mujeres.
2
Valdés, Teresa y Gomáriz, Enrique: Mujeres Latinoamericanas en Cifras. Tomo comparativo.
FLACSO e Instituto de la Mujer de España. Santiago de Chile. 1995.
10. 5
2.Mujeres y Poder en las Conferencias Internacionales y Reuniones Regionales: Del Plan
Mundial de Acción de México a la Plataforma de Acción de Beijing
Parte del significativo avance que se ha logrado en los esfuerzos por transformar las pautas
patriarcales de nuestra sociedad, está reflejado en el hecho de que desde 1975 se hayan celebrado
cuatro conferencias mundiales y, en lo que se refiere a la región, siete conferencias regionales
convocadas por la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), todas dedicadas
al examen de la situación de las mujeres.
La promoción de la igualdad de derechos, ha sido uno de los asuntos a los cuales la Organización de
las Naciones Unidas ha brindado más sostenido apoyo a lo largo de su vida, aunque con énfasis
variables de una a otra época. Algo semejante ha ocurrido con entidades regionales como la OEA y
la CEPAL, que han otorgado al tema mayor atención en los últimos años.
Estas conferencias y otras reuniones, colocaron al Estado en el papel de protagonista fundamental en
la definición de los cambios que debían producirse en la situación de las mujeres. En todas estas
convocatorias, la participación en el poder y en la toma de decisiones fue tema de las agendas. Lo
aprobado refleja, en parte, la evolución registrada en la atención de los organismos públicos al
asunto. Desde la primera conferencia mundial en México, (1975), hasta la cuarta celebrada en
China, (1995), hubo señalamientos cuyo carácter detallado y pertinente, en la mayoría de los casos,
dan gran relieve a la participación de las mujeres en la toma de decisiones, como factor decisivo en
los cambios hacia una sociedad más democrática y equitativamente desarrollada, tal como se deduce
del examen de sus principales conclusiones.
A los efectos del presente documento, se ha realizado un análisis de los Informes Generales de las
cuatro Conferencias Mundiales celebradas desde 1975 a 1995. De las siete conferencias celebradas
por CEPAL, se han analizado solamente documentos de dos de ellas: la primera y la sexta, porque
fue en el contexto de sus discusiones donde se aprobaron los dos únicos Planes Regionales que ha
producido ese organismo sobre las mujeres. El análisis de esta documentación se ha centrado en los
criterios y resoluciones aprobadas que tienen que ver fundamentalmente con la participación de las
mujeres en el poder y en la toma de decisiones. Los resultados de este análisis se exponen a
continuación en forma resumida.
2.1 Síntesis de lo discutido y aprobado en las Conferencias Mundiales.
El análisis de los informes generales de las conferencias referidas, permite concluir que desde la
Primera Conferencia Mundial se identificaron los principales rasgos diagnósticos y se formularon las
recomendaciones claves que han dominado la consideración del tema desde entonces. Las
conferencias posteriores añadieron algunos elementos importantes, pero lo sustantivo ya estaba
dicho desde México, incluyendo lo que se aprobó en Beijing en 1995.
11. 6
Primera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas del Año Internacional de la Mujer.
México, 19 de junio al 2 de julio de 1975.
En esta conferencia se planteó que la participación política era una de las áreas claves para la
"integración de la mujer al desarrollo", y aunque para entonces no se disponía de un enfoque de
género en los debates, el tema del poder aparecía como elemento fundamental en el destino de las
mujeres. Esta reunión urgió a que los gobiernos promoviesen en brevísimo plazo "una amplia
participación de las mujeres en la toma de decisiones a nivel local, nacional e internacional", dado el
carácter "desproporcionadamente minoritario de la presencia de mujeres en posiciones de liderazgo"
en el sector público, "lo que las excluía de la toma de decisiones y provocaba la omisión de sus
puntos de vista y sus necesidades en la planificación del desarrollo".
Muchas de las características del diagnóstico planteado en México, forman parte de las
descripciones que actualmente se hacen. Las recomendaciones formuladas en esa primera
oportunidad, fueron retomadas, casi totalmente, con algunas variantes y adiciones, en las
conferencias posteriores. Tales resoluciones se concentraron en los aspectos que se señalan a
continuación, como acciones a ser ejecutadas por los gobiernos: concientizar a las mujeres sobre sus
responsabilidades ciudadanas y estimularlas para que participen activamente en la vida política;
crear legislaciones que garanticen los derechos de voto, elegibilidad y capacidad para desempeñar
cargos públicos; aplicar objetivamente a mujeres y hombres los mismos criterios relacionados con
sus méritos, en la selección de candidatos/as para posiciones; incrementar el número de mujeres en
posiciones electivas y ejecutivas; realización de acciones que logren en breve plazo una equitativa
presencia de las mujeres en posiciones de poder; estudiar los niveles de preparación comparativa de
mujeres y hombres, para avanzar en su reclutamiento, nominación y promoción; sensibilizar a la
sociedad, para incrementar la comprensión del papel "indispensable de las mujeres en el proceso
político"; incrementar la presencia de muchachas y mujeres en programas de desarrollo rural, juvenil
y comunitario; y, realizar entrenamientos para el liderazgo.
Segunda Conferencia Mundial de la Década de las Naciones Unidas para la Mujer.
Copenhagen, 14 al 30 de julio de 1980.
Tal como se ha indicado, parte de lo discutido sobre el tema en la Primera Conferencia celebrada en
México, fue retomado en Copenhagen, con el propósito de que las experiencias de los años
transcurridos alimentasen nuevas propuestas. Los temas que en forma novedosa para entonces
aportó esta reunión, fueron básicamente los siguientes: la necesidad de crear "mecanismos
nacionales" en los gobiernos, para atender las necesidades de las mujeres y recomendó ubicarlos al
más alto nivel y constituirlos no sólo por un organismo central, sino además, por una red
descentralizada. Por vez primera se señala explícitamente la conveniencia de incrementar la
presencia de mujeres mediante el establecimiento de metas en términos de porcentajes (las actuales
"cuotas"), y se menciona la necesidad de aplicar tales metas porcentuales en el reclutamiento, la
nominación y promoción de mujeres a cargos de toma de decisiones.
12. 7
Tercera Conferencia Mundial para el Examen y la Evaluación de los Logros de la Década de
las Naciones Unidas: Igualdad, Desarrollo y Paz. Nairobi, Kenya, 15 al 26 de julio de 1985.
En esta conferencia se aprobó el documento conocido como "Estrategias de Nairobi orientadas al
futuro para el adelanto de la Mujer", que contenía siete párrafos, del total de casi cuatrocientos,
dedicados al examen de la situación de las mujeres en la toma de decisiones. En ellos se planteó la
necesidad de promover la conciencia pública sobre los derechos políticos de las mujeres, mediante el
empleo de la educación académica y no académica, la educación política, las organizaciones no
gubernamentales, los sindicatos, los medios de información y las organizaciones comerciales, lo cual
representó en ese momento una contribución novedosa. En el mismo orden de ideas se señaló la
necesidad de eliminar los obstáculos a la participación de las mujeres en la formulación de políticas
y decisiones, como "planificadoras, contribuyentes y beneficiarias" del desarrollo. Las Estrategias de
Nairobi trataron el asunto de manera general, en concordancia con la orientación evaluadora que
prevaleció en la reunión.
Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer. Beijing, China, 4 al 15 de
septiembre de 1995.
Mucho de lo que se discutió y aprobó en Beijing, fue el resultado de la evolución de la discusión de
20 años en las Conferencias anteriores, Mundiales y Regionales. Por ello los asuntos novedosos
parecieran limitados. La Plataforma de Acción de Beijing ofrece una serie de importantes
recomendaciones dirigidas a fortalecer a los organismos nacionales a cargo de las políticas dirigidas
a las mujeres y en lo que se refiere a su presencia en la toma de decisiones, recomienda en forma
relativamente detallada, acciones que garanticen efectivamente la presencia de mujeres en las
diferentes esferas de la vida pública.
Los asuntos nuevos que se plantearon en esta reunión fueron: la conveniencia de dar apoyo a las
investigaciones vinculadas a la participación de las mujeres en las posiciones de poder y de toma de
decisiones y el señalamiento destacado que hace del importante papel que deben jugar las ONG en
la globalidad de estos esfuerzos.
2.2 Síntesis de lo discutido y aprobado en las Conferencias Regionales.
Primera Conferencia Regional de la CEPAL para la Integración de la Mujer al Desarrollo
Económico y Social de América Latina y El Caribe. La Habana, Cuba, 13 al 17 de junio de
1977.
En esta conferencia se aprobó el Primer Plan Regional para la Incorporación de la Mujer al
Desarrollo Económico y Social de América Latina y El Caribe. Este instrumento, amplio y
detallado, destacó las siguientes propuestas sobre la participación de la mujer en la toma de
decisiones: Promover a través de los medios de comunicación masiva mayor participación política
de las mujeres, tanto nacional como internacionalmente, sobre todo en los procesos electorales y en
13. 8
la gestión política en general; brindar a las mujeres capacitación política y superación cultural y
técnica; garantizarles el acceso a recursos; crear oportunidades reales de promoción; revisar
periódicamente el número y las categorías ocupacionales de las mujeres empleadas en los distintos
cuadros del aparato estatal y del sector privado y adoptar medidas que establezcan equilibrios en la
presencia de hombres y mujeres; asegurar la representación de las mujeres en todas las comisiones,
juntas y corporaciones en las organizaciones regionales e internacionales; dar mayor participación de
mujeres en delegaciones designadas por los gobiernos a las conferencias y foros internacionales y
regionales.
Sexta Conferencia Regional de la CEPAL sobre la Incorporación de la Mujer al Desarrollo
Económico y Social de América Latina y El Caribe. Mar del Plata, República Argentina,
Septiembre, 1994.
Los aportes novedosos de esta conferencia en el tema tienen que ver, sobre todo, con la
recomendación del entrenamiento en género y la apelación a la igualdad de oportunidades en los
procesos de selección, nominación y promoción de candidaturas para posiciones de toma de
decisiones. Hay que destacar también la recomendación de apoyo a las ONG de mujeres y la
conveniencia de su articulación con las iniciativas de los entes públicos.
2.3 Balance de la discusión
De lo expresado en las secciones precedentes puede derivarse que, a lo largo de las dos décadas
transcurridas, se elevó considerablemente el nivel científico y político del análisis sobre la situación
de las mujeres en el poder, pese a que la mayoría de los puntos tratados fueron retomados en las
reuniones sucesivas. Desde la primera conferencia se consideró clave en superación de la situación
de las mujeres, sin embargo se observa que la variedad propositiva fue relativamente limitada, en
algunos casos. La evolución de los debates refleja que las grandes tendencias fueron las siguientes:
a) Se insistió en la necesidad de incrementar el número y la calidad de la representación
femenina en las posiciones de toma de decisiones en todos los niveles y jerarquías y en todas las
esferas de la vida pública, principalmente.
b) Se planteó de manera reiterada la realización de acciones dirigidas a desarrollar el principio
de igualdad en los marcos legislativos y ejecutar medidas afirmativas, sobre todo en la esfera de los
poderes públicos, para lograr el objetivo de igualdad y la equidad, en plazos breves.
c) Todas las conferencias privilegiaron en sus recomendaciones la participación de las mujeres
en los procesos y posiciones del sistema político. Se dio menor atención a otros liderazgos no
políticos de las mujeres.
d) Se mantuvo en casi todas las reuniones, la necesidad de que los criterios de igualdad de trato
de mujeres y hombres en la toma de decisiones, se hiciesen presentes en los procesos de selección,
promoción y asignación de recursos a los y las candidatas a las posiciones de poder.
14. 9
e) En todas las reuniones, se recomendó la formación y capacitación de las mujeres para el
desempeño del liderazgo, con referencias especiales al liderazgo político, en algunos casos.
f) Se hicieron recomendaciones para incorporar a grupos de mujeres tradicionalmente
excluidas, como las jóvenes, las campesinas y las indígenas, en estos procesos de promoción del
liderazgo y la presencia en la toma de decisiones.
2.4 Otras Conferencias
A partir de 1990, gracias a un esfuerzo conjunto de las Secretarías de la ONU, OEA, de numerosas
ONG y otros representantes de la sociedad civil, se inició un proceso dirigido a crear una Agenda
Global de Desarrollo, a través de la celebración de una serie de importantes Conferencias Mundiales
sucesivas que fueron: la Conferencia sobre Ambiente y Desarrollo o Cumbre de la Tierra, celebrada
en Río de Janeiro, en 1992; la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, celebrada en Viena en
1993; la Conferencia sobre Población y Desarrollo, celebrada en El Cairo en 1994 y la Cumbre
Mundial sobre Desarrollo Social celebrada en Copenhague en marzo de 1995. A esta serie de
reuniones se sumó la de Beijing, ya comentada.
En Río de Janeiro, la llamada Agenda 21, incluyó el tema Mujer y Ambiente, donde se recomienda
fortalecer y colocar al servicio de las sociedades, las capacidades de las mujeres para la gerencia y la
toma de decisiones en todos los sectores y a todos los niveles.
Esta recomendación fue ratificada en el resto de las conferencias sectoriales.
En el ámbito del Sistema Interamericano es necesario destacar el aporte de la Cumbre de Las
Américas, celebrada en Miami, Estados Unidos, del 9 al 11 de diciembre de 1994, en la cual se
aprobó un Plan de Acción que contiene un tema específicamente dedicado a la situación de las
mujeres.
La Cumbre de las Américas reunió a Presidentes y Jefes de Estado de los países de las Américas, en
el interés de acordar lineamientos de política que impulsaran el desarrollo y la prosperidad en la
región. En el capítulo del Plan de Acción, correspondiente a la Erradicación de la Pobreza, se
incluyó el tema No. 18: El fortalecimiento del papel de la mujer en la sociedad. Junto a otros
aspectos que afectan la situación de las mujeres en las Américas, los Presidentes se comprometieron
a promover la participación de la mujer en el proceso de toma de decisiones en todas las esferas de la
vida política, social y económica. Asunto que ha sido retomado en las reuniones preparatorias de la
Cumbre de las Américas que se celebrará en abril de 1998.
15. 10
3. Los protagonismos de la discusión: Actores/as y temas
Han sido tres, los actores/as principales que han protagonizado la discusión sobre el tema de la
Mujer y el Poder en la región: los Gobiernos, las ONG y las Instituciones Académicas. Los
Gobiernos han sido y continúan siendo los protagonistas principales de las reuniones y conferencias
de que se ha hablado y han tenido el mismo rol en numerosas realidades nacionales.
Las ONG, han sido protagonistas de presencia limitada en las reuniones internacionales, aún cuando
en tales escenarios su intervención se ha fortalecido, con la práctica de foros paralelos a las
conferencias y con la representación que han logrado en las reuniones oficiales. Desde la Tribuna de
la Mujer en México, hasta el Foro Mundial de ONG en Hairou, China, no hay duda que las ONG
han manifestado diferentes énfasis y enfoques en su vocación por el tema del poder.
Podría decirse que ha sido después de Nairobi cuando comenzó a manifestarse con mayor fuerza su
preocupación por la intervención de las mujeres en la toma de decisiones y en tal sentido, conviene
destacar la labor cumplida por las ONG en la organización de las mujeres para la participación
comunitaria.3
Hay que reconocer que la dimensión de la participación política, no siempre ha estado
vinculada a esos esfuerzos y quizás ello puede ser uno de los factores que han influido en la
distancia relativa que en épocas anteriores, se observó en las tareas de las ONG con relación a la
consideración y atención al fenómeno del poder político y del poder de las mujeres, en general.
La acción comunitaria ha sido y sigue siendo un espacio importante para la conformación de
liderazgos de mujeres, pero la promoción intencionada y decidida de éstos, no siempre ha estado
inscrita claramente en las agendas de las organizaciones comunitarias y similares.
Tal como se dice en el reciente trabajo de FLACSO, ya citado, al referirse al surgimiento de
numerosas ONG en las últimas décadas, se trataba de "instituciones de promoción o desarrollo social
sin fines de lucro, que desde distintas vertientes, han desarrollado acciones especialmente en sectores
sociales considerados vulnerables." Estas circunstancias explican el hecho de que la discusión y
tratamiento del tema de la intervención de las mujeres en la toma de decisiones, no tenga un carácter
central en la acción de las organizaciones. Su acción ha dado mayor atención a los liderazgos
comunitarios y son muchas las que mantienen una posición de crítica a ultranza a las iniciativas o
acciones dirigidas a promover la inserción de las mujeres en procesos, posiciones o acciones que se
inscriban en los mecanismos del poder institucional, especialmente del poder político.
En numerosos países de la región, han sido grupos de mujeres en posiciones de poder, especialmente
políticas, las que han actuado como vanguardia en la discusión del tema. Articulando sus esfuerzos
a los de los organismos nacionales a cargo de las políticas públicas dirigidas a las mujeres, las
parlamentarias y algunas otras mujeres colocadas en posiciones ejecutivas de relieve, han promovido
la atención sobre el tema. En los últimos años esto ha sido notorio en países como Argentina,
3
Valdés, Teresa y Palacios, Indira: Inventario de recursos para la integración de las mujeres a la
comunidad y el proceso político en América Latina. FLACSO. Santiago de Chile. 1996.
16. 11
Venezuela, Chile, México o Panamá, donde se han logrado avances importantes, como leyes de
cuotas o modificaciones a estatutos electorales nacionales para garantizar representaciones
proporcionales o leyes de Igualdad de Oportunidades, o mecanismos nacionales de máxima jerarquía
político-administrativa.
Los gobiernos han incrementado su acción a medida que los organismos y mecanismos a cargo de
las políticas de las mujeres se han fortalecido o han ampliado su radio de acción. Son numerosos los
casos donde, a través de estos órganos se desarrollan diversos programas dirigidos a promocionar la
ciudadanía integral y activa de las mujeres y la igualdad de oportunidades de su presencia en la toma
de decisiones.
En los gobiernos y otros poderes públicos las acciones han asumido tres vertientes principales: a) la
capacitación en materias y habilidades que mejoren el desempeño de las mujeres en las posiciones
de poder; b) la promoción de legislaciones adecuadas para garantizar la igualdad de oportunidades;
c) la sensibilización de los poderes públicos y del sector privado hacia el tema. En todo caso estas
son iniciativas muy recientes.
Los espacios tradicionales de la investidura del poder: los partidos políticos, los sindicatos, las
organizaciones empresariales privadas han estado, en la gran mayoría de los casos, prácticamente al
margen de iniciativas internas de mejoramiento de la posición de las mujeres en sus estructuras de
dirección.
Por lo que se refiere a las instituciones académicas, su protagonismo en el debate de las mujeres en
la toma de decisiones, se ha iniciado con su contribución intelectual y el reciente activismo que
desarrollan en favor de la discusión amplia del tema. Podría decirse que, fuera de los Estados
Unidos, en los países de la comunidad interamericana, sólo en los últimos 10 años es cuando han
comenzado a multiplicarse los llamados "Estudios de la Mujer" y más recientemente, los "Estudios
de Género". A esto se suma el hecho de que el tema de la participación política, el liderazgo y la
articulación de las mujeres al poder, sólo comienza a estudiarse en forma significativa en los últimos
cinco años.
De cualquier manera, lo que las universidades e instituciones de educación superior están
produciendo, permite reconocer una importante presencia en este debate y un creciente
protagonismo prometedor.
Respecto a la evolución que en estos años han tenido los abordajes al tema, los diversos enfoques
han ido apareciendo y superponiéndose, en un proceso de complejidad creciente. En las décadas que
analizamos, podrían distinguirse algunos ejes que han convocado la preocupación sobre el asunto
que son, en términos generales, los siguientes:
a)El enfoque tradicional principalmente interesado en la evaluación cuantitativa de la presencia de
mujeres en procesos y en posiciones visibles o de alto nivel en las organizaciones que
17. 12
dominan la vida pública y política. El conocimiento de las cantidades, las áreas y las
jerarquías donde están las mujeres, ha sido el interés principal.
b)Otro enfoque, que aparece hacia los años 70, se ha interesado en examinar el rol del liderazgo de
las mujeres en el cambio social y sobre todo en su influencia en la condición de las otras
mujeres, a través de la presencia o ausencia de la consideración de las mujeres y sus intereses
en las agendas públicas.
c)Un tercer abordaje que se inicia, aproximadamente, en la misma década citada, desarrolla especial
interés en el análisis del proceso de llegar al ejercicio del poder. Este enfoque abarca
diversas temáticas que incluyen el examen de los criterios y mecanismos de selección de
candidaturas, los canales y prácticas que permiten llegar al poder y los obstáculos que
enfrentan las mujeres para llegar a la toma de decisiones en las diversas esferas de
desempeño público y privado.
d)Un cuarto tipo de intereses en el tema se ha concentrado en el fenómeno del liderazgo propiamente
dicho. Este es un enfoque más reciente y abarca el análisis de hechos tan diversos como: las
actitudes y conductas de las mujeres sobre el liderazgo, las condiciones que se exigen a las
mujeres para ocupar posiciones de liderazgos en partidos políticos, empresas, sindicatos,
etc., los mecanismos de sucesión en el liderazgo de hombres y mujeres, los modelos de
liderazgo, los liderazgos compartidos y la capacitación que requieren las mujeres para el
ejercicio del liderazgo.
e)Finalmente, está el enfoque que apunta al análisis de la relación Mujeres-Estado, que abarca
amplias temáticas como las de: Reforma del Estado, Políticas Públicas, Derechos Humanos
y Derechos Políticos, Legislaciones Igualitaristas, Ciudadanía y temas conexos.
Todas estas vertientes se hacen presentes en la discusión actual, algunas con vocación teórica
principalmente, otras interesadas en la descripción y conocimiento de la situación; algunas con un
carácter más propositivo, legislativo, político y/o programático y otras interesadas directamente en
las intervenciones concretas sobre las organizaciones, los procesos y las propias mujeres.
18. 13
III. CONTRIBUCIONES DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE
MUJERES (CIM) AL DESARROLLO DEL TEMA DE LA PRESENCIA
DE LAS MUJERES EN EL PODER
Desde los inicios de su creación, la vocación institucional por la preservación y perfeccionamiento
de la democracia, llevó a la CIM a preocuparse sistemáticamente por elevar la calidad cívica de la
participación democrática de las mujeres.
El origen mismo de la Comisión se articula a los derechos civiles y políticos, cuya desigualdad en
hombres y mujeres, había sido argumentada como razón de peso en las discusiones de la VI
Conferencia Internacional Americana celebrada en La Habana en febrero de 1928, para obtener una
decisión de la Unión Panamericana que pusiese fin a esa situación. El 18 de ese mismo mes, la
conferencia resolvió la creación de la CIM, con el propósito de que estudiara la situación aludida.
La evolución posterior de la Comisión, registrada en forma pormenorizada en la obra "La Historia
de la CIM. 1928 - 1992", 4
refleja un interesante curso de esfuerzos y evidente progreso por lograr
la concientización y el compromiso de los gobiernos de la región, de las propias mujeres y de la
sociedad en general, sobre la necesidad de corregir la profunda desigualdad que existe en el plano de
los derechos de hombres y mujeres.
El interés en lo que a la participación política de las mujeres se refiere ha estado presente en
prácticamente todas sus actividades y ha abarcado diversos tipos de iniciativas: convenciones
interamericanas, resoluciones de las Asambleas de Delegadas, seminarios regionales, subregionales
y nacionales, reuniones técnicas, cursos de adiestramiento y otras actividades de formación,
conferencias especializadas sobre el tema, investigación, producción de documentos y
publicaciones, formulación de planes, apoyo institucional y financiero a iniciativas vinculadas al
tema a escala regional, subregional y nacional. Este multifacético y sostenido esfuerzo, refleja el
interés de la Comisión por dar atención a las demandas de las mujeres en las diferentes épocas, tal
como lo revela el examen de los principales aportes y realizaciones en cada una de las señaladas
esferas de intervención, que pone de manifiesto el adelanto alcanzado por la CIM en la atención a la
materia de la participación de las mujeres en el poder y que a continuación se reseña brevemente.
1.Las convenciones interamericanas
En materia de convenciones la Comisión ha logrado la aprobación de varias convenciones que tocan
directa o complementariamente la participación de las mujeres en el poder, y que en su momento
han jugado un importante papel de legitimación, orientación y apoyo a los esfuerzos de las mujeres
de las Américas. Ellas son:
4
Asociación Civil "La Mujer y el V Centenario de América y Venezuela": "Historia de la CIM.
1928 -1992". Edición Homenaje del Congreso de la República. Caracas. 1996
19. 14
a) La Convención sobre la Nacionalidad de la Mujer (Montevideo, Uruguay, 1933)
b) La Convención Interamericana sobre la Concesión de los Derechos Políticos a la Mujer, (Bogotá,
Colombia, 1948), la cual consagra la igualdad en el voto y la elegibilidad.
c) La Convención Interamericana sobre la Concesión de los Derechos Civiles a la Mujer. (Bogotá,
Colombia, 1948)
d) La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer.
(Belém do Pará, Brasil, 1994). En el Artículo 4 de esta Convención se ratifica el derecho de las
mujeres a tener igualdad de acceso a las funciones públicas de su país y a participar en los asuntos
públicos, incluyendo la toma de decisiones. Y en el Artículo 5, se ratifica el derecho a ejercer libre y
plenamente los derechos civiles y políticos.
2. Las Asambleas de Delegadas
Las Asambleas de las Delegadas, han hecho y continúan haciendo importantes contribuciones a
través de resoluciones específicas.
Un análisis de los temas, contenidos y enfoques empleados en las resoluciones muestra el creciente
compromiso de la Comisión para incrementar la participación de la mujer en la política con el tema
y la amplitud con el cual ha sido tratado. Los aspectos que prevalecieron en las Asambleas
celebradas entre 1940 y 1970, se centraron en la defensa de los derechos políticos considerados en
términos amplios, ya que no sólo aludían al otorgamiento del derecho al voto, sino que en gran
medida insistieron en la presencia de mujeres en cargos públicos de alta responsabilidad y en la
necesidad de darles formación política y capacitación para el liderazgo.
Las Asambleas de la década de los años 70 trataron el tema como parte de las acciones preparatorias,
de las conmemorativas y de las ejecutadas en relación con la Primera Conferencia Mundial de la
Mujer. Durante esos años el interés se dirigió a los problemas de la "Incorporación de la Mujer al
Desarrollo Económico y Social", y a la creación de Oficinas de la Mujer, principalmente.
A partir de la XXIII Asamblea (1986) el tema reaparece como una de las tres prioridades que para
entonces, se fijó la Comisión. La agenda en torno a la participación de las mujeres en posiciones de
poder y toma de decisiones, se amplía considerablemente y alcanza gran concreción respecto a
aspectos de relevancia como solicitar a los partidos políticos y grupos gremiales y sindicales,
igualdad de oportunidades y la creación de programas de capacitación para la formación de las
mujeres líderes. La preocupación se amplió entonces hacia las organizaciones de mujeres a las que
se recomendó una intervención más decidida en las campañas electorales para asegurar que la
agenda política incluyese temas de interés para todas.
20. 15
A partir de 1990, las Asambleas de Delegadas hicieron del tema asunto permanente en sus debates,
especialmente vinculados a la preparación de los eventos conectados con la Cuarta Conferencia
Mundial de la Mujer.
3. La contribución en materia de actividades de adiestramiento y formación
Por lo que se refiere a las actividades de formación, uno de los esfuerzos más significativos de la
CIM fue la realización del Programa Interamericano de Adiestramiento de Mujeres Dirigentes. Entre
1961 y 1976 se celebraron, en total, once cursos con sedes en: Chile, Costa Rica, Argentina,
Ecuador, Venezuela, República Dominicana, México y Uruguay. Junto a éstos se realizaron varios
laboratorios, cursos y seminarios dirigidos a potenciar el liderazgo y la participación de mujeres de
varios sectores y muy especialmente, dirigentes rurales y sindicales.
4. Seminarios regionales, subregionales y nacionales
De entre los numerosos seminarios que la Comisión ha celebrado en los últimos años, para el
examen de la intervención de las mujeres en la vida pública y en la toma de decisiones, es necesario
destacar dos significativos esfuerzos: a) el Seminario Interamericano para la Formulación de
Estrategias para la Participación de la Mujer en la Política, celebrado en Washington, D.C., del 31 de
mayo al 3 de junio de 1988, y b) La serie de Seminarios Subregionales celebrados en 1996.
El Seminario Interamericano para la Formulación de Estrategias para la Participación de la Mujer en
la Política, ha sido una de las reuniones que mayor influencia ha tenido en la región, por la calidad y
actualidad de la información que sustentó el debate y por la excelencia de las discusiones y
conclusiones. Son numerosos los trabajos de investigación y las propuestas que se fundamentaron
en sus análisis y conclusiones. El documento de trabajo de este Seminario,5
identificaba cinco tipos
de obstáculos que impiden la plena participación de la mujer en la política:
a)Obstáculos presentes o derivados de ámbito familiar y social.
b)Obstáculos derivados de la falta de solidaridad entre las mujeres.
c) Obstáculos derivados de la existencia de factores y prácticas discriminatorias.
d) Obstáculos relacionados con la falta de concientización y educación política de las mujeres.
e) Obstáculos vinculados a las modalidades de la participación en partidos políticos.
El extenso diagnóstico de obstáculos fue la base para la propuesta de un conjunto de estrategias
dirigidas al objetivo de lograr la plena e igualitaria participación de las mujeres en todas las
posiciones y niveles de toma de decisiones. 6
Por ello, este diagnóstico fue adoptado como el "Plan
5
CIM/CEMEP/doc.26/88 rev.1 5
6
CIM: Informe del Seminario Interamericano para la Formulación de Estrategias para la
Participación de la Mujer en la Política. (SG/Ser,F/4.4)
21. 16
de Acción de la CIM: Participación Plena e Igualitaria de la Mujer en la Política", mediante la
resolución (CIM/Res.123/88-XXIV-0/88) "Participación Plena e Igualitaria de la Mujer en la
Política" aprobada en la XXIV Asamblea de Delegadas.
Muchas de las estrategias recomendadas respondían a aspiraciones de vieja raíz en el movimiento de
mujeres en la región y reflejaron el grado de conciencia alcanzado sobre los obstáculos, aún cuando
las propuestas estratégicas que se determinaron fueron menos concretas. Pese a ello, como se ha
indicado, estos documentos han tenido innegable influencia en esfuerzos posteriores sobre los
mismos asuntos. (Ver Anexo I)
Durante 1996, la Comisión realizó cuatro Seminarios Subregionales. El CIM/Caribbean Subregional
Meeting, se celebró en Santa Lucía, del 31 de julio al 2 de agosto; la Primera Reunión de Consulta
de Mujeres de los Países Andinos, se realizó en Quito, del 12 al 14 de junio; hubo un Primer
Seminario Centroamericano sobre el "Acceso de las Mujeres a la Toma de Decisiones", en
Guatemala, del 21 al 23 de febrero, y el II Seminario Subregional para Centroamérica y México, se
celebró del 7 al 10 de junio, en Panamá.
Cada una de estas reuniones expresó un acento subregional distintivo; no obstante, un balance de sus
resultados muestra una alta proporción de coincidencias y franco progreso en el conocimiento y
tratamiento del tema. En sus conclusiones hay un importante material para la definición de una
agenda regional afincada en las principales prioridades que han aflorado en este análisis. (Ver
Anexo II).
Las conclusiones de todas las reuniones subregionales, demuestran un avance claro en la concreción
de las propuestas, así como profundidad en la identificación de las necesidades y debilidades que
muestran las mujeres para acceder a las posiciones de toma de decisiones. Las conclusiones giraron
en torno a las siguientes áreas:
Sensibilización, formación y capacitación Este fue uno de los aspectos sobre los que más se
insistió de manera concreta y detallada. Se planteó la necesidad de que estas iniciativas abarcaran:
la formación política, manejo de tecnologías socio políticas, desarrollo de aspectos personales para
el liderazgo y concientización de diversos actores sociales.
Redes y relaciones, como factores de mutuo apoyo a ser conformadas regional y
subregionalmente. Se planteó la necesidad de tener a las ONG como interlocutoras políticas.
Reformas legislativas Para garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a las
posiciones.
Planes En casi todos estos seminarios se planteó que una acción sistemática en esta materia
exigía la formulación y ejecución sostenida de un plan regional y planes nacionales.
22. 17
Información Se planteó la necesidad de actualizar los diagnósticos, crear bases de datos y
profundizar la investigación
sobre el tema.
5.Conferencia Interamericana sobre Democracia en las Américas: La mujer y el proceso de
toma de decisiones
Esta conferencia se celebró en Buenos Aires, República Argentina, del 24 al 28 de agosto de 1992.7
Se orientó al examen de los problemas más relevantes que amenazan a la gobernabilidad de las
democracias en la región.
El examen de la denominada "crisis de la Democracia", destacó la exclusión que viven las mujeres
de los procesos sustantivos de la vida democrática, como factor que amenaza la gobernabilidad en la
región. Esto condujo a examinar la situación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones,
como un área clave para desarrollar acciones correctoras.
La conferencia examinó, desde perspectivas de mucha actualidad para entonces, los factores que
pueden potenciar e incrementar la intervención política y el liderazgo de las mujeres. Como en los
seminarios examinados anteriormente, las recomendaciones fueron muy concretas y llegó a
plantearse la solicitud de que la CIM se abocara a la preparación de una Convención Interamericana
de Igualdad de Oportunidades. (Ver Anexo III)
Fue muy significativa la importancia que se concedió a las redes y mecanismos de información e
intercambio, así como al papel de las organizaciones de mujeres en el contexto de los esfuerzos
vinculados con esta problemática.
6.La experiencia de los planes: El Plan Estratégico de Acción de la Comisión Interamericana
de Mujeres 8
Con posterioridad a la celebración de la Conferencia de Nairobi, la Comisión Interamericana de
Mujeres, formuló y aprobó un Plan de Acción al que tituló "Plan de Acción de la CIM: Participación
7
CIM: "Conferencia Interamericana Democracia en las Américas: La Mujer y el Proceso de
Toma de Decisiones". CIM/OAS. Washington D.C. 1994.
8
CIM: Plan Estratégico de Acción de la Comisión Interamericana de Mujeres. Presentado en la
Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer. Beijing, China, 1995. Secretaría Permanente, OEA.
Washington, D.C.
23. 18
Plena e Igualitaria de la Mujer para el año 2000".9
Dicho Plan contemplaba, dentro del estilo de las
Estrategias de Nairobi, un conjunto de "Estrategias y Acciones: 1986-2000", en diez áreas, de las
cuales, la de Participación Política se desarrolló en primer lugar.
El diagnóstico de la situación de la participación política contenido en aquel Plan, casi en su
totalidad se dedicó a mostrar las proporciones de presencia y exclusión de las mujeres de los cargos
de poder, y el énfasis se colocó en el reclamo de una efectiva igualdad de derechos.
Las "Estrategias y Acciones" sobre la materia están contenidas en ocho párrafos, que describen de
manera general las ideas que, para entonces, sostenía la Comisión en torno a la forma en la cual
pueden superarse las situaciones señaladas en el diagnóstico. Este primer Plan constituyó una
aproximación al tema del diseño de estrategias. Y para entonces, ya la CIM daba preeminencia al
tema de la presencia de las mujeres en la toma de decisiones, como lo demuestra el que lo ubicó
como primer aspecto a considerar en aquél instrumento.
El Plan Estratégico de Acción de la CIM, presentado en Beijing en 1995, fue fundamentado en los
resultados y conclusiones de numerosas reuniones y conferencias, así como en los trabajos anteriores
de la Comisión. Y como en el caso anterior, el primer capítulo se refiere a la "Participación de la
Mujer en las Estructuras de Poder y de Toma de Decisiones". Esto le da a la CIM un acento propio
y de vanguardia, porque otras reuniones no le dieron tal prominencia.10
El objetivo del citado Plan Estratégico es una propuesta directa y clara, y de cierta manera sintetiza
las conclusiones del seminario interamericano del año 88 relativas a la plena e igualitaria
participación de las mujeres en todas las estructuras de poder y de toma de decisiones.
Las estrategias y acciones brindan importancia al logro de la igualdad de oportunidades. Y en lo que
se refiere a la participación de las mujeres en el poder, se retoman ideas raigales en los compromisos
de la CIM, tales como: las reformas legales, la capacitación, la potenciación del liderazgo, la
necesidad de adelantar reformas en el sistema educativo y otras.
7. Las grandes líneas de preocupación de la Comisión en relación con la participación de las
mujeres en las estructuras de poder y de toma de decisiones
El examen de los documentos correspondientes a las acciones de la CIM que se han citado y que
contienen las decisiones de las asambleas, conferencias, seminarios y otras reuniones, así como de
instrumentos normativos fundantes de la institución, demuestran que las grandes áreas de
9
Aprobado mediante Resolución CIM/Res.103/86 (XXIII-0/86), de la Vigésimo Tercera
Asamblea de Delegadas, celebrada en Washington, D.C., del 6 al 10 de octubre de 1986.
10
CIM/doc.32/94
24. 19
preocupación y las propuestas y recomendaciones que se han producido, pueden ser agrupadas, muy
generalmente, en las siguientes prioridades:
a)Consagración efectiva de los derechos políticos de las mujeres.
b)Incremento cualitativo y cuantitativo de la participación de las mujeres en las posiciones de toma
de decisiones y en los procesos de la vida pública.
c)Formación y capacitación.
d)Solidaridad de las mujeres.
e)Igualdad de oportunidades.
f)Sociedad civil y ONG.
g)Cambios en los contextos culturales.
h)Información.
i)Apoyo que requieren las mujeres para el ejercicio del liderazgo.
j)Grupos de mujeres que sufren más severa exclusión.
Toda la documentación examinada refleja, además de esta variada temática, que la preocupación
central de la Comisión ha estado dirigida a los liderazgos de la vida pública política. Ha habido
interés también por los liderazgos locales, mientras que los liderazgos en otros sectores de la vida
social todavía no se han abordado con intensidad comparable. (Para mayor información sobre las
recomendaciones o iniciativas que ha producido la CIM en cada una de estas categorías, ver Anexo
IV).
IV. LA SITUACIÓN DE LA PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTOS
SOBRE LA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN EL PODER
Y LA TOMA DE DECISIONES
Todas/os las/os analistas coinciden en afirmar que, en comparación con las décadas inmediatamente
anteriores, a partir de 1975, la producción de conocimiento e información sobre la participación
social y política de las mujeres ha sido amplia y cada vez más sistemática y especializada. Son
numerosos los asideros intelectuales que han empleado los/as autores/as para contribuir al despeje
intelectual de la realidad vinculada al fenómeno. Investigaciones, estudios y análisis históricos,
exploraciones empíricas de interés cuantitativo o cualitativo, ensayos, estudios políticos, filosóficos,
sociológicos y antropológicos, biografías, etc.
América Latina y El Caribe han sido parte de esa oleada internacional, y en ella la contribución ha
estado representada por la acción de las ONG, de autores/as independientes, de organismos
académicos (universidades, centros de formación e investigación, instituciones con interés especial
en el tema, y de manera directa o indirecta, por los gobiernos).
25. 20
Los últimos 10 años han sido especialmente fructíferos, pese a las limitaciones que existen en
Latinoamérica y El Caribe, para tener acceso a la muy profusa bibliografía que se produce en otras
latitudes, como es el caso de los Estados Unidos y pese, asimismo, a las dificultades que imponen las
barreras idiomáticas para el intercambio bibliográfico.
Actualmente, la región cuenta con la importante base de datos de información bibliográfica sobre la
materia, del Centro de Documentación de ISIS Internacional, a cuyo acervo pueden tener acceso las
personas interesadas a través del sistema de consultas desarrollado por esta institución.
En el documento de Valdés y Palacios ya citado, las autoras incluyen un listado de los registros
bibliográficos producidos en América Latina respecto al tema de la participación social y política de
las mujeres, que existen en ISIS Internacional. Son 256 registros bibliográficos, clasificados según
el tema que domina el abordaje analítico.
Los registros cubren una amplia temática (Ver anexo V.), lo cual según las autoras citadas, es un
indicador de la diversidad de intereses y preocupaciones que se asocian con el tema. Pese a que el
número de registros es limitado, sobre todo si se compara con el acervo que sobre el tema existe en
otros países y regiones, no hay que suponer que la producción en América Latina y El Caribe se
reduzca a los señalados. Es seguro que exista un significativo sub-registro cuyas causas no podemos
analizar en este momento.
El registro incluyó la producción en 19 países y muestra grandes diferencias entre unos y otros, (Ver
anexo V.), que refleja sesgos en la presentación de la producción efectiva de cada país; en tal
sentido, consideramos de utilidad transcribir las reflexiones de las distinguidas autoras que
comentamos:
"Naturalmente, hay una sobre representación de Chile, pero hay una grave subpresentación de
Brasil, país que cuenta con una elevada producción de conocimientos en un gran número de
Núcleos de Estudios de la Mujer en universidades públicas y privadas, además de ONG y
centros académicos independientes. Es pobre el número de publicaciones de República
Dominicana, Colombia, Panamá, Ecuador y Venezuela, países que también tienen una
producción abundante. El caso extremo es el de Honduras, del que no se obtuvo ningún
registro bibliográfico sobre mujer y participación".
Cualquiera que sea el balance real de lo producido, hay una impresión generalizada de que es
necesario investigar más sobre los diferentes aspectos que incluye este tema. Hay áreas donde
prácticamente no hay información suficiente o es casi inexistente.
De hecho, en las reuniones que hemos comentado, especialmente las de alcance regional y
subregional, se ha insistido sobre este aspecto.
La contribución de las ONG ha sido de gran importancia. Mucha de la documentación de la que se
dispone actualmente sobre el asunto en relación con las mujeres en los espacios locales es, casi toda,
producto del esfuerzo de estas organizaciones. Algunas vienen produciendo desde hace más de una
26. 21
década, un volumen muy consistente de información al respecto, con la cooperación de académicas
y especialistas de sus propias filas.
En el caso de los centros de formación y estudios o las cátedras universitarias, encontramos que su
crecimiento ha sido significativo en la última década. Los que comenzaron siendo "Estudios de la
Mujer", progresiva y masivamente se transforman en "Estudios de Género".
El interés que el tema del poder ha cobrado en los ambientes académicos, se pone de manifiesto en
la creciente cantidad de bibliografía que ha aparecido en los últimos cinco años. Los Centros de
Documentación de las Universidades, todavía acusan la novedad del interés, por la menor
representación proporcional que los títulos producidos en la región representan. Sin embargo, las
coincidencias son notables respecto a la convocatoria que los asuntos del liderazgo de las mujeres
están teniendo entre las y los investigadores académicos.
Hechos que parecieran estar aislados, son muestras de que hay una importante inclinación
académica, muy reciente sobre la materia, como podría derivarse de la creciente presencia de
investigadores/as y estudiosas/os en cargos de responsabilidad pública vinculados directamente con
la amplia temática que supone la articulación mujer-poder. Tal es el caso del interés por la reflexión
/ acción en políticas públicas, la creación de organismos y mecanismos para la atención a las
demandas de la población femenina y otros rasgos semejantes.
Los gobiernos, por su parte han contribuido a esta producción de conocimientos a través de dos
vías: indirectamente, por medio de sus contribuciones y apoyos a organismos regionales e
internacionales que se ocupan de alentar y apoyar la investigación, y de manera directa, dando
soporte a la investigación y a las publicaciones, vinculadas a programas para la promoción de la
ciudadanía de las mujeres o en apoyo a acciones de promoción de los liderazgos.
V. LA DIMENSIÓN CUANTITATIVA DE LA PRESENCIA DE LAS
MUJERES EN POSICIONES DE TOMA DE DECISIONES
1.Situación de la información existente sobre la presencia de mujeres en la toma de decisiones.
Desde hace varias décadas se han reconocido las dificultades y falencias que enfrentan la mayoría de
los países de América Latina y El Caribe, en relación con la producción de información estadística.
Una de las fallas más frecuentemente anotadas por quienes se interesan en los temas de las mujeres o
de género, es la ausencia de la desagregación por sexo en las cuentas y estadísticas nacionales, o la
limitación con la cual las estadísticas responden a las realidades locales, lo que impide tener visiones
completas de lo que ocurre. De estas fallas no escapan, inclusive, los países más avanzados de la
comunidad interamericana.
Gracias al incrementado interés que el asunto de la ciudadanía y la participación están alcanzando en
el debate regional sobre la democracia y la gobernabilidad, actualmente hay un número mayor de
27. 22
fuentes a las que se puede recurrir, aún cuando no todas trabajan con el grado de sistematización
deseable.
En lo que se refiere a las cifras contenidas en esta parte del informe, las fuentes consultadas han sido
las siguientes:
a)"Las mujeres latinoamericanas en cifras". Tomo comparativo. Publicación del Instituto de la
Mujer de España y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. FLACSO. Bajo la
coordinación de Teresa Valdé y Enrique Gomáriz. Santiago de Chile. 1995.
b)"Inventario de recursos para la integración de las mujeres a la comunidad y el proceso político en
América Latina". (Documento no publicado). Teresa Valdés e Indira Palacios. Santiago de
Chile. 1996. Este documento es una síntesis parcialmente actualizada del anterior.
c)"Informe sobre Desarrollo Humano 1995" y también el de 1996. Publicado por el PNUD. Nueva
York. 1995 y 1996.
d)Documentos de la Comisión Interamericana de Mujeres: CIM/SEMEP/doc.6/88 add.1
2. Participación política y tendencias de la presencia de las mujeres en las posiciones de poder
en: Sector público y privado, partidos políticos, sindicatos y otros sectores
Las mujeres han participado siempre en las actividades políticas, desde los inicios mismos de las
sociedades que conforman la comunidad regional. Hay evidencias históricas claras acerca de su
intervención política, incluso en las sociedades precolombinas, durante los procesos de conquista, de
colonización, en las luchas por la independencia y en la definición, consolidación y desarrollo de los
Estados nacionales. Esto les ha ganado en la vida pública y política, el "derecho a piso" del cual
habla Magdalena León y que se argumenta, como fundamento objetivo, en las luchas de acento
reivindicativo y en las demandas que sistemáticamente plantean las mujeres, para que se produzca la
justa ampliación de sus proporciones de participación en los asuntos públicos.11
En las últimas décadas se han producido avances normativos en favor de la igualdad en los derechos
políticos; sin embargo hay un considerable rezago en la igualdad de hecho. Las brechas de género
persisten en ambos casos.
11
León, Magdalena: Reflexiones sobre las paradojas de América Latina y la participación política
femenina. Ponencia presentada en el Seminario "Mujeres, Cultura Cívica y Democracia".Programa
Universitario de Estudios de Género. Universidad Nacional Autónoma de México. 1996
28. 23
Por otra parte, las formas de participación de las mujeres de la región en los asuntos de la vida
pública no han obedecido a un patrón homogéneo. La diversidad de tales formas de participación
exige ser analizada, sobre todo para descubrir los resortes, a veces no tan obvios, de la exclusión y
las formas para superarla.
Conviene considerar asimismo, que las mujeres, en esta materia, han experimentado pocos y muy
lentos progresos, como lo confirman los indicadores que se señalarán más adelante, en relación con
su presencia numérica en los procesos y posiciones de la vida política.
El carácter incompleto de ciertas informaciones que deberían dar cuenta de "cuántas son" y "dónde
están" las mujeres en la toma de decisiones, es en sí mismo un indicador de lo relativamente
novedoso que es el estudio del vínculo entre Mujeres y Poder. A estos análisis hay que agregar, para
hacerlos completos, los de carácter cualitativo, que recién se inician con las investigaciones sobre los
modos de inserción y ejercicio del poder en los particulares procesos y sistemas sociopolíticos de los
diferentes países.
A continuación se examinarán, muy sintéticamente, las dimensiones cuantitativas y, en algunos
casos, cualitativas, de la intervención de las mujeres en las posiciones de toma de decisiones. Para
este análisis se emplearán variables fundamentales como son: adquisición del derecho a votar y la
presencia en las altas posiciones de los poderes públicos y de organizaciones sociales.
2.1 El voto femenino
El ejercicio del derecho al voto es considerado por muchos/as analistas como el derecho político
emblemático de la ciudadanía. Pese a que las constituciones nacionales consagran el voto y la
elegibilidad como derechos ciudadanos prácticamente inseparables, durante mucho tiempo el interés
estuvo centrado en el voto, casi exclusivamente. Aún hoy, numerosos especialistas estiman el logro
de la ciudadanía, fundamentalmente, con base en ese sólo aspecto, lo cual representa una visión
parcial del fenómeno.
En la mayoría de las sociedades del continente el reconocimiento se produjo a mediados del presente
siglo, entre los años de 1945 y 1955. Hay una clara distancia entre los logros de las mujeres
estadounidenses, por ejemplo, y las del resto de países, por los prolongados y masivos antecedentes
de las luchas sufragistas de las norteamericanas durante el siglo pasado, quienes por el régimen
federal de su sistema político, lograron parcialmente el voto en 1869, cuando el Estado de Wyoming,
consagró ese derecho para sus ciudadanas; y fue en 1920, con la enmienda constitucional No.19,
cuando se obtuvo la sanción definitiva de ese derecho para todas.
Algo semejante ocurrió en países federales latinoamericanos como Argentina, Brasil y México. En
algunos, el derecho al voto en sentido universal se obtuvo con posterioridad a la concesión del voto
en elecciones municipales. Hubo en el otorgamiento de este derecho, en algunos casos, exigencias
para las votantes, como fue la condición de alfabetizada. En varios de ellos, las analfabetas
29. 24
alcanzaron ese derecho en los años 80,12
y hay registros importantes correspondientes a algunos
países, sobre la menor atención que las mujeres concedieron durante las primeras épocas a este
derecho, en comparación con los hombres.13
Sin embargo, esta es una tendencia superada en la
mayoría de los casos y en algunos, revertida, a favor de una mayor concurrencia de mujeres a los
actos electorales. Infortunadamente, la ausencia de sistemas que permitan desagregar los resultados
electorales por sexo, impide tener cifras sobre estos hechos de tan significativa importancia para
calibrar aspectos de la participación política de las mujeres. (Ver Anexo VI, cuadro que muestra las
fechas de logro del derecho al voto).
2.2 Presencia de Mujeres en el Poder Ejecutivo
La presencia de mujeres en proporciones significativas en el Poder Ejecutivo es un fenómeno
relativamente reciente, aún cuando desde la década de los años 50 se hayan designado las primeras
mujeres Ministras. En posiciones de mayor cargo, sólo aparece la Sra. Violeta Barrios de Chamorro,
como Presidenta electa de Nicaragua en 1989, aún cuando, en circunstancias especiales, ocuparon la
Presidencia de sus países Estela Martínez, viuda de Perón, en la República Argentina, (1974 - 1976),
y Lidia Gueidler, quien fue Presidenta de Bolivia, transitoriamente, durante los meses de noviembre
de 1979 a julio de 1980. En los últimos años, en varios países ya es común que en períodos
electorales se anuncien candidaturas de mujeres a la presidencia y/o vicepresidencia. Es un
fenómeno de la década de los 90. Actualmente, Costa Rica, Honduras y Ecuador tienen mujeres en
cargos de vicepresidentas.
En cuanto a la presencia en cargos ministeriales, la situación en este momento es muy variada, ya
que hay gobiernos que no tienen ninguna mujer en el gabinete de Ministros y otros que han
designado varias ministras. El ascenso de las mujeres a esos cargos ha sido lento. En los últimos
diez años, ha habido una apertura con relación a estas designaciones, lo que significa que ha sido
necesario que transcurran casi cuarenta años desde la primera designación, para que se admita
parcialmente la competencia de las mujeres para esas posiciones.
Pese a los avances cuantitativos logrados, la tendencia en el destino ministerial de las mujeres se ha
orientado hacia despachos del área social y de justicia, principalmente. Es en los últimos cinco años
cuando vemos los casos excepcionales de una mujer ocupando el Ministerio de Relaciones
Exteriores (Colombia, los dos últimos períodos), o la Secretaría de Estado (Estados Unidos de
Norteamérica, segundo período del Presidente Clinton), o el Ministerio de la Presidencia
(Venezuela, 1990) o el de Administración Ambiental, (Argentina, Colombia), y otros casos
semejantes.(Ver Anexo VI, Cuadro 1).
12
Instituto de la Mujer de España - FLACSO. Valdés y Gomáriz, Coordinadores. Op. Cit. pp 160
13
Documento CIM: CIM/CEMEP/doc.6/88 add.1: Seminario Interamericano para la preparación
de estrategias para la participación de la mujer en la política. Washington, D.C. 1988
30. 25
Según datos aportados por la CEPAL en la Séptima Conferencia Regional sobre la Integración de la
Mujer al Desarrollo Económico y Social de América Latina y El Caribe, (Santiago de Chile,
noviembre de 1997), sólo tres países tiene proporciones de mujeres ministras, cercanas o superiores
al 20%: Guatemala, Trinidad y Tobago (19%) y Bahamas (23%).
Un examen de los datos publicados en el Informe sobre Desarrollo Humano 1996, revela que no hay
correspondencia entre los valores del Indice de Desarrollo Humano y el número de mujeres que
ocupan posiciones de poder dentro de los gobiernos.(Ver Anexo VI., Cuadro 2). Es obvio que aún
en los países con alto desarrollo se mantienen prácticas de exclusión en detrimento del acceso de las
mujeres a la toma de decisiones. De cualquier manera en todos los países, pese a que las
proporciones no mantienen una clara situación de equitatividad, el adelanto ha sido significativo,
sobre todo si se compara con los primeros diagnósticos de hace veinte años, cuando en la
Conferencia de CEPAL del año 77 se afirmó que las mujeres apenas representaban un 3% de los
altos cargos de las administraciones públicas.
En lo que se refiere a la presencia de mujeres en los primeros cargos de los ejecutivos de provincias,
departamentos o estados, en lo que a América Latina se refiere, con excepción de Costa Rica, (71%),
República Dominicana, (28%) y Panamá, (22%), la presencia de mujeres es mínima o inexistente,
como ocurre en Argentina, Ecuador, Paraguay y Uruguay. Esta tendencia se repite en los poderes
locales, donde quienes ostentan la investidura de Alcaldesas, son en promedio menos del 10% de las
autoridades locales. (Ver Anexo VI., Cuadros 3 y 4).
2.3 Participación en el Poder Legislativo
La participación en el Poder Legislativo ha enfrentado grandes dificultades para las mujeres en casi
todos los países de la región. Aún donde tienen presencia relativamente importante en el Ejecutivo y
en el Poder Judicial, las cifras correspondientes a su intervención parlamentaria son muy limitadas,
trátese de Congresos bicamerales o unicamerales.
Para los partidos políticos y otras organizaciones que dominan la actividad política, las asambleas o
congresos nacionales y provinciales son los escenarios, por excelencia, de sus protagonismos. La
mayoría de los liderazgos políticos son al mismo tiempo parlamentarios. La llegada al Congreso es
el hecho que confirma la valía de los y las líderes políticos y es por eso que, siendo espacios
dominados por los partidos, las mujeres apenas tienen presencia en ellos, por ser éstos, agrupaciones
fuertemente discriminatorias, como lo han consignado todos los diagnósticos y análisis sobre el
tema.
Estas resistencias están siendo combatidas por las presiones que surgen, cada vez con mayor fuerza,
para aprobar modificaciones a los Códigos y leyes que regulan la materia electoral, que consagren
representación proporcional o cuotas de mujeres. Las cuotas han demostrado ser un mecanismo
efectivo para incrementar la presencia de las mujeres en posiciones de poder y su aplicación tiende a
incrementarse para generar más oportunidades de ingreso, sobre todo en el Poder Legislativo.
Actualmente hay disposiciones sobre cuotas en Argentina, Perú, Brasil y Venezuela. En algunos
31. 26
países la cuota existe de derecho, pero no se respeta. De cualquier manera, aún en los países que no
las poseen, las cuotas son motivo de permanente consideración y discusión en el movimiento de
mujeres. Pese a ello, una mayoría de países en la región no las contempla.
Pareciera que el incremento de la presencia parlamentaria se ha convertido en un objetivo central en
las luchas más recientes, como lo demuestra la discusión generalizada que sobre esta materia se está
dando en la región. Se aspira lograr una masa crítica de mujeres legisladoras, cercana al 30 o 35%,
en la idea de que tal proporción atraerá cambios cualitativos en las agendas parlamentarias y una
nueva calidad y orientación de los debates.
Actualmente, la presencia de mujeres en los Parlamentos o Congresos Nacionales, se mantiene en
proporciones muy minoritarias, siendo el Senado, en regímenes bicamerales, el espacio donde las
mujeres generalmente no están o son muy pocas. De acuerdo con los datos tomados de Informe de
Desarrollo Humano de 1996, Los países que superan el 15% de escaños parlamentarios ocupados
por mujeres son: Canadá, Barbados, Trinidad y Tobago y Guyana. Los que tienen proporciones que
oscilan entre 10 y 15% son: los Estados Unidos, Argentina, Costa Rica, México, Belice, República
Dominicana, Perú y El Salvador. El resto está por debajo del 10%. (Ver Anexo VI. Cuadro No.5)
La existencia de regímenes de suplencia parlamentaria, cuando hay ausencia de los parlamentarios
propietarios o principales, ha constituido una forma de aumentar la presencia de mujeres
ocasionalmente, ya que en las listas de candidatos en las elecciones, generalmente se las coloca en
posiciones secundarias.
Otra tendencia que aparece en algunos casos muy recientes es la de la presencia de mujeres
parlamentarias que representan sectores sociales tradicionalmente excluidos o de muy reciente
organización, como los que representan las legisladoras electas con el apoyo de sus grupos étnicos
originarios, o de grupos ecologistas o vecinales.
Conviene señalar que, actualmente, la mayoría de las Asambleas o Congresos Nacionales y
provinciales, han creado Comisiones Parlamentarias de los Derechos de las Mujeres, que se ocupan
de desarrollar agendas parlamentarias relacionadas con proyectos que tienden a favorecer el adelanto
de las mujeres y mejorar su situación social, política y económica.
Las Comisiones Parlamentarias de los Derechos de las Mujeres, tienen agendas de actividades
diversas; en todo caso, se orientan a tener contactos y participación directa con los sectores políticos
y sociales a los cuales sirven a través de su acción legislativa. Por otra parte, cada día es mayor la
conciencia de la sociedad civil acerca del importante papel que estas Comisiones pueden llegar a
tener en la promoción de un cambio de óptica en los Parlamentos en favor de la adopción de leyes
que favorezcan a las mujeres o de criterios de género en el proceso de formación de las leyes.
Una prueba de ello está en la formación de Comisiones de los Derechos de las Mujeres y/o de la
Familia en Parlamentos subregionales, como ocurre con la activa Comisión del Parlamento
32. 27
Centroamericano (PARLACEN). Iniciativas de este tipo también existen en el Parlamento Andino
(PARLANDINO) y en el Parlamento Latinoamericano (PARLATINO).
Por otra parte, hay una creciente conciencia de la necesidad de articular los esfuerzos de todos los
sectores en instancias interesadas en solventar la situación de desigualdad que viven las mujeres, por
lo cual cada día es mayor el número de ONG que se acercan a dar apoyo a estas Comisiones
Parlamentarias. Están, por ejemplo, los casos de las excelentes labores que cumplen organizaciones
de mujeres como CFEMEA, de Brasil y el Centro de Derechos Constitucionales de Nicaragua,
quienes actúan permanentemente, incluso dentro del recinto de la Asamblea o Congreso Nacional,
apoyando el proceso legislativo.
El carácter estratégico de estas Comisiones está siendo considerado con gran interés y hay presiones
diversas para que se creen en los Parlamentos donde no existan e influyan en la adopción de visiones
género sensitivas en la formulación de las leyes. (Ver Anexo VI., Cuadro 6)
Por lo que se refiere a la presencia de las mujeres en los órganos legislativos de los poderes locales,
en los últimos años numerosos partidos y grupos electorales han venido induciendo con gran fuerza
la orientación de las aspiraciones de las mujeres hacia estos espacios, incluso para compensar y/o
justificar, sobre todo en los partidos políticos, su mínima presencia en las listas de aspirantes a los
cargos legislativos nacionales y provinciales.
Esta prédica parece haber calado con cierta profundidad en las propias mujeres, que cada día más
frecuentemente se postulan para esos cargos. Pese a ello, el margen de electas sigue siendo bastante
inferior a la proporción de hombres.
La idea de la creciente articulación de las mujeres a los poderes locales, todavía no alcanza una
concreción satisfactoria, como lo demuestran las cifras. Las leyes de descentralización que
consagran la autonomía municipal política y financiera, han generado nuevas opciones de visibilidad
política, lo que ha contribuido a convertir a los municipios en espacios apetecibles para los hombres.
Esto ha hecho que las mujeres tengan que enfrentar nuevos y mayores obstáculos para hacer
efectiva su presencia en las legislaturas locales. (Ver Anexo VI., Cuadro 7).
Como en casos anteriores, el promedio de participación está cerca del famoso "techo de cristal" de
10%, que acompaña la vida política de las mujeres en la región. Los países que superan ese
promedio son escasos y los que se alejan de él, son más de lo que desearían y merecen las mujeres.
33. 28
2.4 Participación en el Poder Judicial
El incremento sostenido del número de mujeres que actúan en el Poder Judicial, tiene ya medio
siglo. Pero este aumento ha corrido parejo con la acumulación de las proporciones de mujeres en las
posiciones de más baja jerarquía en la Judicatura, como son las instancias inferiores o de
circunscripción local. (Ver Anexo VI., Cuadro No. 8).
De hecho, la presencia de mujeres en la Corte Suprema de Justicia es un fenómeno relativamente
reciente; ha sido alcanzada por mujeres en muy pocos países: Costa Rica, Estados Unidos, El
Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, México, Paraguay, Perú y Venezuela, que es el
único país donde una mujer ha alcanzado la Presidencia del Máximo Tribunal. Se piensa que el
cambio en los regímenes de ingreso al Poder Judicial: de designaciones del ejecutivo o designación
parlamentaria, hacia el sistema de concursos de méritos, redundará en un aumento del número de
mujeres en esos espacios superiores.
Actualmente, la presencia de mujeres en la Administración de Justicia presenta tres situaciones
frecuentes:
a)Muy baja o ninguna presencia en los Tribunales o Cortes Supremas.
b)Participación baja a mediana en la Cortes o Tribunales de Apelaciones, la cual se sitúa,
aproximadamente en un 20%.
c)Participación paritaria, e incluso superior en algunos casos, en los Tribunales de Primera Instancia,
con un promedio cercano al 45%. 14
Otra característica que conviene señalar, es la segmentación por sexo de las especialidades laborales
de la Judicatura, con una elevada proporción de mujeres en Juzgados de la materia de Familia y
Menores, mientras que los jueces dominan los Tribunales Mercantiles, del Trabajo y Penal.
2.5 Participación en los partidos políticos
La presencia de mujeres en los partidos políticos ha sido un hecho permanente, desde los orígenes
mismos de estas organizaciones. Desde entonces, con excepciones muy contadas, han estado
excluidas de los cargos de dirección o su presencia ha sido insignificante, en muchos sentidos. Este
es un hecho que impregna las culturas políticas que circulan en los poderes públicos y a las cuales
los partidos políticos han hecho contribuciones sustantivas, dadas las características de muchos de
los sistemas políticos de la región, caracterizados por ser democracias pluripartidistas.
Los partidos políticos, por otra parte, moldean dentro de los valores de las culturas políticas que les
caracterizan, los liderazgos androcéntricos tanto de los hombres, como de las propias mujeres que
llegan a esas posiciones. Pese a la existencia de ramas o departamentos femeninos y a la entrada de
14
Mujeres Latinoamericanas en Cifras. pp 168.
34. 29
mujeres con elevados niveles de competencia y profesionalización en las filas de los partidos, sobre
todo en los últimos tiempos, la situación de exclusión de los liderazgos políticos es muy severa.
Aún cuando desde los años 80 algunos partidos políticos han venido aprobando sistemas de cuotas
de representación de mujeres en sus organismos de dirección, pasó algún tiempo antes de que
cumplieran realmente con tales disposiciones o incrementaran sus márgenes para dar más amplias
oportunidades para alcanzar representación.
Las cuotas, por otra parte, en opinión de algunas analistas, no han garantizado en sí mismas que las
mujeres que llegan a través de esos mecanismos garanticen un cambio significativo en los
procedimientos partidarios, frente al resto de las mujeres. Uno de los temas que convoca mucho
interés entre quienes estudian estas situaciones es el del papel de las ramas femeninas de los partidos
y el tipo de respuestas que puedan dar a las demandas e intereses de ascenso político dentro del
propio partido.
En el estudio realizado por FLACSO sobre las mujeres latinoamericanas, ya citado, se señala que en
15 países la amplitud de variación de las proporciones de mujeres en las Directivas de los partidos en
diversos años comprendidos entre 1990 y 1994, va desde partidos que no tienen ninguna mujer en su
Directiva hasta algunos que excepcionalmente tienen hasta un 40%. La mayoría de los partidos,
según el estudio citado, no supera el 15% de mujeres en su directiva.
El papel de los partidos en la conformación de los cuadros de toma de decisiones en los Poderes
Ejecutivo y Legislativo es sustantivo. Por ello su responsabilidad en las bajas proporciones de
mujeres en esas posiciones, es definitiva. Los límites que imponen a la participación de las mujeres
en sus propias jerarquías, se reflejan en la demanda menor de mujeres para la acción de gobierno.
En los últimos años se ha incrementado la postulación de mujeres para el Poder Ejecutivo desde las
filas partidarias, especialmente para posiciones vinculadas con áreas técnico profesionales. Sin
embargo las posiciones vinculadas a aspectos estrictamente políticos o que inciden muy
directamente en ellos, siguen estando reservadas a los hombres.
El examen de la estructura interna de los partidos, refleja que las posiciones de dirección en los
niveles de base, admite en muchos casos la presencia de mujeres. Pero el ascenso a mandos medios
y superiores de la jerarquía, se produce lentamente o con grandes dificultades.
Algunos investigadores han observado que en los partidos nuevos o en proceso de renovación, el
número de mujeres en los puestos de dirección es mayor que en los partidos de más tradición.
También se observa que, últimamente, el tema de las mujeres ha alcanzado visibilidad en los
partidos, como lo demuestra el que se esté incorporando a las plataformas doctrinarias y a las ofertas
que se presentan al electorado.
Hacer un diagnóstico y seguimiento sistemático de las modalidades de acción de los partidos resulta
difícil, por la inexistencia, en muchos de ellos, de registros y estadísticas desagregadas por sexo que
permitan, al menos, tener datos sobre el volumen de la militancia. Sin embargo, casi todos quienes
35. 30
se ocupan del estudio de la presencia de las mujeres en ellos, coinciden en afirmar que los partidos
representan auténticas barreras, plagadas de obstáculos de diversa naturaleza, al ascenso de las
mujeres al poder y a la toma de decisiones.
2.6 La participación de las mujeres en otras organizaciones sociales
Las mujeres en las organizaciones sindicales y gremiales.
Pese a que en muchos países las mujeres fueron protagonistas masivas de la organización y
consolidación del movimiento sindical y gremial y que constituyen una parte apreciable de la
población trabajadora sindicalizada o agremiada, su exclusión de la dirección reviste caracteres de
mayor gravedad que lo que se puede observar en otros espacios, incluyendo en ellos a los partidos
políticos.
Incluso en sindicatos, federaciones o confederaciones sindicales donde las mujeres son el grueso de
la masa trabajadora, la dirección ha estado siempre o casi siempre en manos masculinas.
En los gremios profesionales, sin embargo, la situación presenta mayores índices de presencia de
mujeres, especialmente en aquéllos donde las mujeres son mayoría de la militancia y copan la
especialidad profesional.
Existe, de unos 20 años a esta parte, una emergente presencia de mujeres en la dirección sindical,
que además de ser muy minoritaria, generalmente ocupa posiciones de poca o ninguna relevancia o
que corresponde a tareas que los hombres desdeñan por su carácter instrumental, de servicio o por
ser un "trabajo de mujeres".(Secretaria de Actas, Secretaria de Relaciones Públicas, etc.).
Ultimamente, han estado apareciendo departamentos de "la mujer y la familia", como respuesta a la
creciente demanda de las mujeres por mejorar la atención de estas organizaciones a sus intereses y
necesidades.
Por otra parte, el tema ha cobrado aliento internacional y gracias a las iniciativas de las propias
mujeres sindicalistas, las organizaciones sindicales más importantes de la región, han decidido hacer
del tema del avance de las mujeres en la vida sindical y de su ascenso a la toma de decisiones, una
prioridad de los próximos años.
Sin embargo, la realidad de la participación en estas organizaciones está signada por una muy fuerte
exclusión y una marcada segmentación en los niveles del liderazgo, tal como ocurre en los partidos
políticos: el volumen de la presencia en la toma de decisiones es inversamente proporcional a la
jerarquía.
Tal como señalan Valdés y Palacios, en las directivas nacionales de centrales sindicales "hay
situaciones extremas, como la total ausencia de mujeres en la CGT argentina". En Nicaragua, a
diferencia, "las mujeres superaban el 23% de los cargos en 1993 y 1990 respectivamente, aunque en
36. 31
la mayoría de los países las mujeres ocupaban menos del 9%". Brasil está entre los países con
menores porcentajes de mujeres en las directivas de sindicatos urbanos con el 10,1% en 1988.
Pese a las dificultades reales para obtener información sobre la afiliación, por la ausencia de
registros idóneos, que impide tener una imagen global, algunos datos que vale la pena reseñar son,
por ejemplo: la existencia de proporciones importantes en los sindicatos que actúan a nivel estatal y
privado en Colombia (34,2%), con superioridad del sector estatal (39,7%), al igual que en otros
países. En Guatemala las mujeres eran en 1990 sólo el 12% de los afiliados. "La mayor presencia
femenina, en afiliación y dirigencia, se da en el sector servicios, seguido por la industria y el sector
agrícola", lo cual es un patrón que se repite regionalmente.
Muchos de los obstáculos que se han detectado desde hace varios años, para una presencia más
decisiva de las mujeres en la vida y dirección sindical, coinciden con los que se citan para las
mujeres que hacen carrera en los partidos políticos. Sin embargo a ellos hay que agregar el muy
acentuado perfil masculino que impregna la cultura política de estas organizaciones, la nula
presencia que en las reivindicaciones tienen intereses no tradicionales de las mujeres, la prevalencia
de los valores vinculados a los roles reproductivos de las mujeres en su definición como partes de la
organización y de la vida social en general.
Las mujeres en la gerencia privada y en la dirección de otras organizaciones
Hemos traído este subtítulo al informe para consignar la casi total ausencia de información sobre
esta temática, en términos que permitan tener un perfil objetivo de la situación. Se citan en algunos
estudios cifras aproximadas en relación con algunos países, pero no se puede a partir de ellas
elaborar un cuadro válido regionalmente.
En este campo y por lo que a la gerencia privada se refiere, parece estar marcándose una tendencia a
encontrar más mujeres en posiciones de toma de decisiones en las áreas de servicios financieros,
manejo de personal, psicología industrial, relaciones humanas, servicios administrativos e
investigación, que en otras áreas más comprometidas con la producción.
En cuanto a la presencia de mujeres en posiciones elevadas de la actividad académica, el desempeño
en ciencia y tecnología, y espacios afines, tampoco se dispuso de información suficiente.
Esto parece indicar que es necesario ampliar los esfuerzos para producir la información en estos
aspectos, a objeto de visibilizar la situación y posición de las mujeres.
2.7El Indice de Potenciación de Género (IPG), como un nuevo perfil cuantitativo de la
presencia de las mujeres en la toma de decisiones
Uno de los avances más importantes que se ha logrado en las estadísticas internacionales sobre el
acceso de las mujeres al poder, está representado por el esfuerzo realizado por el PNUD, a partir del