2. ¿POR QUÉ
ESTA INSTRUCCIÓN EPISCOPAL?
REALIDADES QUE LLENAN DE ESPERANZA.
Muchos testimonios de familias buenas y
solidarias.
Creciente preocupación por la familia y la vida.
REALIDADES QUE CAUSAN PREOCUPACIÓN.
Crece el divorcio: cada año DOS DIVORCIOS por
cada TRES NUEVOS MATRIMONIOS.
UNA boda CIVIL por cada MATRIMONIO
CANÓNICO.
Crecen uniones “de hecho”.
Crece el aborto: UNO por cada 4/5 nacidos.
3. LA INTENCIÓN
DE NUESTROS OBISPOS
ANIMAR A DAR UNA RESPUESTA
EVANGELIZADORA
A LAS NUEVAS CIRCUNSTANCIAS
SOCIO-CULTURALES,
que están afectando negativamente
al matrimonio, la familia y la sociedad.
4. NUEVAS CIRCUNSTANCIAS:
Se extiende una “nueva cultura”
de la sexualidad, del matrimonio y la familia,
contraria al proyecto de Dios…
Configurada sobre los planteamientos de la
“revolución sexual” y de la “ideología de
género”.
Que se plasma en leyes contrarias al bien de
la familia, que se presentan como conquista
de “nuevos derechos” de la persona.
Que se difunde masivamente a través de la
escuela y de los medios de comunicación.
5. NUEVAS CIRCUNSTANCIAS:
2ª.- Promulgación de nuevas leyes que…
Devalúan la importancia del matrimonio.
Desprotegen la familia y la vida humana
no nacida.
Promueven una “cultura de muerte”, que
erosiona el respeto de la vida humana y
el aprecio de la familia, como santuario
de la vida y escuela de humanidad.
6. UNA PREOCUPACIÓN CONSTANTE
de nuestros obispos…
“La familia, santuario de la vida y
esperanza de la sociedad”
(2001).
“Directorio de la pastoral familiar en
España” (2003).
7. FINALIDAD DE LA INSTRUCCIÓN
Recordar los principios fundamentales de la
antropología cristiana de la sexualidad y del
amor conyugal.
Denunciar los errores antropológicos de las
ideologías y leyes que, pretendiendo ampliar
el ejercicio de la libertad individual,
perjudican el verdadero bien del matrimonio y
de las familias.
Ofrecer las líneas maestras de una pastoral
familiar orientada a construir una auténtica
cultura del matrimonio y la familia.
8. ESTRUCTURA
Primer paso: Capítulos I a III. Presenta el
proyecto de Dios sobre la sexualidad humana
y el matrimonio.
Segundo paso: Capítulos IV y V. Denuncia
de las ideologías contemporáneas que apartan
del proyecto de Dios sobre la sexualidad y el
matrimonio: la “ideología de género” y el
“emotivismo”.
Tercer paso: Capítulo VI. Líneas maestras de
una pastoral familiar al servicio de una
verdadera cultura del matrimonio y la familia.
10. PUNTO DE PARTIDA:
“El Evangelio del amor y la familia”
Releer la sexualidad humana y
matrimonio a la luz de la Revelación.
el
Para superar tres errores:
El
amor es sexo. Reducir el amor a la
sexualidad, y ésta a simple fisiología.
El amor es sentimiento: Reducir el amor
conyugal a pura emotividad subjetiva.
El amor es pasajero: Reducir el matrimonio a un
frágil acuerdo temporal de convivencia.
11. CINCO AFIRMACIONES BÁSICAS
Dios es el origen del amor humano.
El hombre ha sido llamado por Dios a
participar de su amor.
La vocación al amor ha sido inscrita por
Dios en el cuerpo humano.
Dios ha querido que el amor conyugal sea
sacramento de su amor.
Dios ha santificado el amor conyugal con el
sacramento del matrimonio.
12. 1.- Dios es el origen
del amor humano.
”Dios es amor, y quien permanece en el amor
permanece en Dios y Dios en él” (1 Jn 4,16).
13. Creados a imagen y semejanza
del Dios Trino
La vocación al amor está impresa en lo
más profundo de la naturaleza humana.
El amor es la vocación fundamental e
innata de todo ser humano. Hemos sido
creados para amar.
Sólo alcanzamos nuestra plenitud en la
medida en que vivimos en comunión
amorosa con nuestros semejantes.
14. 2.- El hombre ha sido llamado por
Dios a participar en su amor.
“Nos eligió en Cristo para que fuésemos
santos e inmaculados ante Él por el amor”
(Ef 1, 4).
15. Por medio de su Hijo, Dios nos ha llamado al
amor.
Por medio de Cristo, nos ha rescatado del
pecado (egoísmo), y nos ha recreado para
darnos la posibilidad de amar como Él nos
ama.
Cada hombre, unido a Cristo, debe responder
a la llamada de Dios a vivir en el amor.
En Cristo descubrimos la plena Verdad del
amor.
16. La luz de la fe nos ayuda a
comprender que
EL AMOR NO ES
UNA INICIATIVA VOLUNTARISTA.
Amar consiste, ante todo, en
acoger y experimentar el amor de
Dios, para hacerlo propio.
17. 3.- Dios ha inscrito
la vocación al amor
en el cuerpo humano.
“Hombre y mujer los creó” (Gn 1,27)
18. La gran dignidad del cuerpo humano:
es “SACRAMENTO” de la persona.
El cuerpo no es un “objeto o “cosa” que
podamos usar caprichosamente.
El cuerpo visibiliza a la persona. Y la
persona se expresa a través del cuerpo.
Relacionarse con el cuerpo es relacionarse
con la persona.
El cuerpo debe ser tratado con el respeto
que merece la persona.
19. Tenemos un cuerpo sexuado:
existimos como varón o como mujer.
El sexo no es un atributo externo del cuerpo.
No es algo “periférico” a la persona. Afecta a
su núcleo más íntimo.
Somos hombre o mujer en todo nuestro ser.
Masculinidad o feminidad son los dos modos
de ser de la persona humana.
Cada persona se experimenta y se expresa en
su condición de varón o de mujer. De ahí la
gran dignidad del lenguaje sexual: es lenguaje
de la persona.
20. La sexualidad está al servicio
de la expresión del amor.
Dios ha inscrito la vocación al amor en el
cuerpo humano y en su diferenciación sexual.
La sexualidad no es un “pasatiempo barato”.
Forma parte de la capacidad de amar inscrita
por Dios en el ser humano. La sexualidad
ofrece un lenguaje al servicio de la expresión
del amor conyugal.
La diferenciación sexual orienta a la mutua
complementariedad del hombre y la mujer, y
a su comunión amorosa, que se abre a la
procreación de nuevas vidas.
21. 4.- Dios se ha servido del amor
conyugal para revelar su amor.
22. Dios se ha servido
del amor conyugal para dar a conocer
su amor.
Muchos pasajes de las Sagradas Escrituras
usan el simbolismo del amor conyugal
para dar a conocer la gratuidad y fuerza
del amor de Dios por su pueblo.
23. 5.- Cristo ha santificado el amor
humano con un sacramento.
24. A causa del pecado, el hombre necesita el auxilio
continuo de la gracia para vivir la plena verdad de
la sexualidad humana y del amor conyugal, para
hacer de sí mismo un don completo y definitivo al
cónyuge.
Mediante el sacramento del matrimonio, Cristo
sana y eleva la capacidad de amar de los esposos .
El sacramento del matrimonio inserta el amor
conyugal en el amor de Cristo a la Iglesia, y lo
hace sacramento (signo eficaz) de su amor (cf. Ef
5,25-26).
El amor de Cristo a su Iglesia debe ser la norma
constante de referencia para el amor conyugal.
25. Capítulos IV y V:
DIFICULTADES
ACTUALES
PARA VIVIR
EL PROYECTO
DE DIOS.
26. DOS OBSTÁCULOS IDEOLÓGICOS
La ideología de género: una nueva teoría
sobre el sexo, que niega valor a la
naturaleza.
La concepción
“emotivista” del amor
conyugal, que lo reduce a una emoción
pasajera, y reduce el matrimonio a una
realidad meramente privada.
27. LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO:
UNA TEORÍA PSEUDO-CIENTÍFICA
SOBRE EL SEXO
El ser humano nace “sexualmente neutro”.
El “sexo” biológico carece de significado real.
Lo decisivo es el “género” o identidad sexual que
se asume y que es un producto cultural, sin base
en la naturaleza.
Con independencia de su sexo biológico, la
persona puede optar, en cada situación de su
vida, por el género que desee. Éste depende de la
libre elección del individuo, según su contexto
cultural y la educación recibida.
28. CONCLUSIONES
DE LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO
Cada individuo debe elegir su orientación
sexual
entre
los
diversos
“géneros”:
masculino, femenino, homosexual masculino,
homosexual femenino, bisexual, transexual,
etc.
Todas las formas de relación sexual y de
emparejamiento son igualmente aceptables. A
todas se les debe reconocer los mismos
derechos.
Lo
contrario
sería
una
discriminación “acientífica” e injusta.
29. CONSECUENCIAS
Desnaturaliza el significado de la sexualidad, y
legitima
todo
tipo
deshumanizadores.
de
comportamientos
El matrimonio deja de ser la institución del
consorcio de vida de un hombre y una mujer, en
orden a su mutuo perfeccionamiento y a la
procreación y educación de los hijos, para
convertirse en la convivencia efectiva entre dos
personas cualquiera.
Devalúa y desprotege el matrimonio y la familia,
que dejan de ser valorados como pilares claves
para el bien común de la sociedad.
30. DIFUSIÓN
DE LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO
Se
modifica la conciencia de las personas,
manipulando el lenguaje: Se sustituye “matrimonio” por
“pareja”. Se llama “matrimonio” a otras realidades nada
tienen que ver con él. No se habla de “esposo” y “esposa”,
sino de “cónyuge A ó B”. Se sustituye “padre” o “madre”
por “progenitores”. Y se habla de “modelos de familia”,
para designar formas diversas de convivencia”.
Se introduce la ideología de género en los acuerdos
internacionales, para que se asuma en la legislación
de los Estados.
Se
impregna con esta ideología los programas
educativos escolares (“Educación para la ciudadanía”).
Se procura erradicar los intentos de formación afectivosexual auténticamente moral, y se atropella el derecho de
los padres a ser los primeros y principales educadores de
sus hijos.
31. CONCEPCIÓN EMOTIVISTA
DEL AMOR CONYUGAL
El
amor
es
sentimiento:
comprensión
reductiva del amor conyugal, reducido a la
emotividad.
El amor es pasajero: no tiene por qué estar
vinculado a un compromiso estable de la
voluntad.
El amor es un asunto privado: no tiene por qué
estar institucionalizado.
32. CONSECUENCIAS
1º.- Se abandona el amor conyugal al
vaivén de las emociones. Cualquier conflicto
conyugal puede llevar a concluir que el amor ha
muerto, que la ruptura es inevitable, y que las
soluciones son imposibles. La actual ley “del
divorcio exprés” ha vuelto el contrato matrimonial
uno de los más fáciles de romper. Propicia
actitudes irreflexivas, favorece la ruptura
conyugal, y no tiene en cuenta el sufrimiento que
el divorcio causa a cónyuges e hijos.
2º.-
Se
promueve
una
concepción
“privatizada” del amor conyugal, entendido
como un asunto meramente privado de los
esposos. Se olvida el valor y la repercusión social
de la estabilidad matrimonial. La legislación actual
reguladora del divorcio no valora ni apoya la
estabilidad del matrimonio y de la familia.
33. LA INSTITUCIONALIZACIÓN ES
UNA EXIGENCIA DE LA VERDAD
DEL AMOR CONYUGAL
La relación conyugal implica bienes humanos de
excepcional importancia: el bien y dignidad de los
esposos, de los hijos, y el bien común social.
Bienes que deben ser protegidos por la sociedad.
La
institución matrimonial brota como una
exigencia interior del amor conyugal, que así se
confirma públicamente como un amor exclusivo,
definitivo y abierto a la responsabilidad de
engendrar y educar a los hijos.
La institucionalización del matrimonio no coarta la
libertad de los cónyuges, sino que la defiende
contra el subjetivismo, y la ayuda a abrazar el
proyecto de Dios.
34. AMOR CONYUGAL E INSTITUCIÓN
MATRIMONIAL SON INSEPARABLES
Si los que se casan no se amaran, su unión no
respetaría su dignidad de personas.
Pero, si prescindieran de la institución, a
sabiendas de su valor, su amor conyugal
tampoco sería completo, porque faltaría el
compromiso de fidelidad, definitividad y
responsabilidad social que es condición
absolutamente necesaria de su plena verdad.
35. EL BIEN COMÚN SOCIAL EXIGE LA
PROTECCIÓN DE LA INSTITUCIÓN
MATRIMONIAL
Matrimonio y familia son instituciones básicas y
necesarias para salud de la sociedad.
Matrimonio y familia aportan una contribución
insustituible a la maduración integral de los hijos,
y a su formación en los valores esenciales para la
convivencia: libertad, justicia y amor.
La familia es la “primera escuela de socialización”.
Constituye un “capital social” de la mayor
importancia, que debe ser protegido y promovido
política y culturalmente.
37. LA PASTORAL FAMILIAR,
PIEZA CLAVE
DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
La
nueva evangelización de la sociedad
contemporánea pasa, en gran medida, por una
pastoral familiar renovada y revitalizada.
La nueva evangelización incluye promover una
nueva cultura del matrimonio y la familia.
38. EDUCACIÓN AFECTIVA Y SEXUAL
Para contrarrestar la acción destructiva de ciertas
ideologías.
La
familia es el lugar privilegiado, primero e
insustituible de la educación afectivo-sexual. La
familia puede y debe ser ayudada por la Iglesia y el
Estado, pero sin menoscabo del derecho de los
padres a ser los primeros responsables.
La educación afectivo-sexual debe comenzar en la
infancia.
No puede quedar reducida a mera información
biológica. Debe estar fundamentada en una
antropología que responda a la verdad de la persona
humana.
La
educación afectivo-sexual exige
personas debidamente preparadas.
contar
con
39. MEJORAR LA PREPARACIÓN
AL MATRIMONIO
Planificar un proceso “gradual y continuo”, en tres
etapas: remota (infancia y adolescencia), próxima
(juventud y noviazgo) e inmediata (preparación
de la boda).
Inscrita en un proceso de iniciación cristiana
integral, que ayude a formar cristianos capaces de
vivir la vocación matrimonial en el seguimiento de
Jesucristo.
Ofertar
itinerarios de fe que
contenido cristiano al noviazgo.
den
forma
y
40. SERVICIOS ESPECÍFICOS DE
AYUDA A LAS FAMILIAS
Las familias deben ser ayudadas a resolver los
problemas a los que puedan enfrentarse:
psicológicos, médicos, jurídicos, morales,
económicos…
Los “Centros de Orientación Familiar” deben
ayudar a la prevención y resolución de los
problemas que afectan hoy a las familias.
41. PROMOCIÓN DE POLÍTICAS
FAMILIARES ADECUADAS
La protección del matrimonio y de la familia es tarea
de todos, pero, sobre todo, de los poderes públicos,
cuyo cometido es asegurar el bien común.
Los legisladores deben dictar leyes que respeten la
verdad del matrimonio y la familia, y favorezcan su
desarrollo. Reconocer las diferencias objetivas entre
el matrimonio y otras uniones no es discriminación,
sino justicia. Realidades diferentes no pueden ser
tratadas como iguales.
El hombre y la mujer que contraen matrimonio, y
forman una familia, deben ser
apoyados por el
Estado, con medidas económicas y sociales.
42. “Somos el Pueblo de la vida”.
“Tenemos la misión y el deber de anunciar,
celebrar y servir el Evangelio de la vida”.
JUAN PABLO II,
Encíclica Evangelium vitae.