Ciudad colonial en el norte de Perú. Su espléndida Plaza de Armas, cuadrada e inmensa, como todas las del país es un reflejo claro de su historia. Presidida por la catedral, con el magnífico edificio de la municipalidad, del gobierno, y los palacios con balcones de madera y paredes pintadas de vivos colores: albero, azul metálico, teja, realmente impresiona.