1. La mayonesa quizás sea una de las salsas más
universales. Su empleo está ampliamente
difundido en la cocina actual y, al igual que la
salsa vinagreta, admite múltiples variantes (salsa
tártara, mayonesa con aguacate, etc.)
Importante:
Una vez elaborada la mayonesa puede fracasar si
el aceite está demasiado frió, si hay grandes
diferencias de temperatura entre el huevo y el
aceite, si el aceite se echa demasiado rápido o si se bate muy lentamente.
Se dice que el secreto de la salsa mayonesa consiste en emplear, en vez de la
yema pura del huevo, una pequeña parte también de la clara. De este modo se
puede corregir si no resulta aceptable.
Ingredientes:
2 yemas de huevo
300 ml de aceite de oliva
1 cucharada de zumo de limón o vinagre de vino blanco
2 cucharaditas de agua (opcional)
Condimentar al gusto
Pasos para preparar:
1. Se baten las yemas de huevo a una velocidad constante
2. Se vierte el aceite de oliva gota a gota, revolviendo constantemente para
asegurar que se amalgame bien con las yemas
3. A medida que se espesa la salsa y se hace más cremosa, se puede añadir el
aceite en un único chorro regular. Nota: Un aceite virgen de oliva de la
máxima calidad
4. Una vez vertido todo el aceite, la salsa deberá quedar bastante espesa y
esponjosa. Se puede licuar con zumo de limón o vinagre de vino
5. Tal vez necesite añadirle un poco de agua para conseguir la consistencia
adecuada. Finalmente se agrega el condimento (sal)
6. La única forma de obtener siempre la consistencia correcta es mediante el
ensayo