La licenciada Sonia Kleiman discute el aumento de la judicialización de los conflictos familiares en las últimas décadas. Los conflictos emocionales entre parejas ahora se resuelven a través de denuncias legales, litigios y la intervención de abogados en lugar de buscar regular las relaciones. Esto ha llevado a situaciones dramáticas y escandalosas que atrapan la vida de los involucrados en años de procesos judiciales.
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
La judicialización de los conflictos familiares y la necesidad de nuevos abordajes
1. “Lo judicial se trasformó en un ámbito de denuncias y en menor
medida en la búsqueda de un espacio que ayude a regular las
relaciones familiares”
Lic. Sonia Kleiman
El siguiente artículo surgió de una charla con la Licenciada Sonia Kleiman, Directora de la Especialidad de
Psicología vincular de familias con niños y adolescentes, Coordinadora del Equipo de asistencia de abordajes
vinculares en Salud Mental Pediátrica en el Hospital Italiano, y directora del curso virtual Judicialización de
los conflictos familiares, entre otros.
“A partir de la segunda mitad del siglo XX lo judicial ha adquirido un
protagonismo especial en la demanda de resolución de conflictos. Este
es un fenómeno particular, que requiere ser pensado desde distintas
disciplinas con el fin de intentar comprenderlo como una práctica, que
responde a las radicales transformaciones de los modos de existencia,
de vinculación y desvinculación, enmarcados en los cambios económicos,
sociales, tecnológicos y políticos contemporáneos.”
Lic. Sonia Kleiman
Hace muchos años que venimos trabajando en poder entender lo
que fue pasando a partir de la mitad del último siglo, un incesante
aumento de la judicialización de los conflictos familiares, a partir
de las desvinculaciones de parejas ya sea matrimoniales, con hijos
o no, se ha producido un corrimiento de lo que era un conflicto
emocional, afectivo. Problemas íntimos entre ellos a una situación
de denuncias, litigio, intervención de abogados, denuncias penales,
dificultades enormes con el hecho de poder separarse, divorciarse
y de esta manera poder emprender otro proyecto de vida. Generalmente son parejas que tienen hijos y que requieren
reformular de manera muy intensa, su forma de vivir cuando dejan de convivir, pero esto ha ido deviniendo en una
situación sumamente difícil, con mucha agresión, con intensa dificultad de llegar a acuerdos que les permitan a ambos
2. y a sus hijos vivir de una forma que no esté atravesada por cuestiones sumamente problemáticas, con situaciones
devenidas en un despliegue público, espectacularizadas. Muy públicas. Generalmente el ámbito familiar hace no tantos
años, tenía una instancia más privada, de intimidad y de pronto en muchas de estas situaciones judicializadas, no solo
interviene el juzgado, sino la policía, el SAME, las llamadas de urgencia, intervienen programas de ayuda a nacional y
provincial, entonces uno ve ya no sólo un conflicto familiar, sino un una situación tumultuosa, escandalosa y bastante
dramática en la que participan padres, hijos, familiares, allegados.
Del juzgado al consultorio.
“Gómez vs. Pérez ya
desde el nombre del
expediente se plantea
la rivalidad”
Lo que nos pasa en el servicio de Salud Mental Pediátrica del Hospital Italiano, donde se hace la práctica de
tratamientos de familias con niños y adolescentes, generalmente llegan cédulas judiciales con una indicación,
vienen desde un juzgado pero con indicaciones terapéuticas, esto es
muy interesante, cosa que ya de por sí es un poco particular, no es
que llega diciendo: “acá hay conflictos muy serios y sería conveniente
que los trate un especialista”, o una propuesta de poder pensar juntos
en qué es lo que se podría hacer, sino que llegan las cédulas que dicen:
terapia para los niños, terapia para el padre, terapia para la madre, orientación parental, entre otras, muchas
veces cuando ni si quieran pueden estar juntos por el grado de agresividad de la situación y dificultad entre ellos.
Lo que estamos observando es que así como en otros momentos decíamos que aunque la demanda de consulta
venga de parte del juzgado por lo menos se abría una puerta, la posibilidad de poder hablar, de que la pelea pueda
pensarse como conflicto emocional vincular, hoy ya no estamos tan convencidos de eso, pensamos que la gente
viene con un expediente bajo el brazo que dice “Gómez Vs. Pérez”, y vienen al ámbito del consultorio con el litigio
a cuestas, no concurren usualmente con la idea de abrir un espacio donde pensar sus conflictos afectivos y
emocionales, sino que el espacio terapéutico se trasforma en una instancia más del litigio, del enfrentamiento.
Inclusive hay una serie de vicisitudes desde preguntarse si el terapeuta esta más de un lado o del otro, descolocando
muchas veces al terapeuta y/o tergiversando las intervenciones, confundiendo el pensar entre ellos, con la pelea
entre ellos.
Así el espacio terapéutico, o sea la posibilidad de generar interrogantes a partir de los que les está sucediendo,
queda muchas veces esterilizado. Tenemos una intensa dificultad en ese sentido y una de las cuestiones que estamos
pensando seriamente es cómo construir nuevos dispositivos en los cuales no seguir burocratizando nuestras
intervenciones, mandando informes, recibiéndolos, y que nuestra intervención no se trasforme en un ida y vuelta
burocrático, que está muchas veces alejada del intenso sufrimiento familiar. También los diferentes profesionales
padecen este camino que ya ha desbordado las instituciones.
3. Las relaciones familiares siempre fueron tratadas y pensadas fundamentalmente como relaciones afectivas de
construcción subjetiva, y no fue sencillo en las teorías psicológicas y psicoanalíticas inclusive, darle a las
relaciones de poder el verdadero peso que tiene en las relaciones
humanas aun en las familiares. En las relaciones de poder, se
puede pensar poder, desde la vertiente de potencia de todo lo
que posibilita algo o a su vez, lo podemos abordar como relaciones
de dominio. Evidentemente estamos frente a una cambio muy
importante socio cultural de las condiciones de existencia, de las
maneras de vincularidad. Uno de los temas de la clases del curso
virtual Judicialización de conflictos familiares está relacionado con lo
que se denomina la caída del patriarcado y que tiene que ver
con que se ha dislocado ese sistema donde había mucha
dependencia y dominación por parte del padre (hombre). Lo interesante es que está sucediendo en el medio
de toda esta transformación. Ya partiendo desde la idea de autoridad, esta ha cambiado, los valores han
cambiado a partir de la lógica del mercado y del consumo, entonces hay muchas variables que nosotros
pensamos que es necesario transitar trasdiciplinariamente, es decir, que es diferente a la interdisciplina porque
la interdisciplina deja ubicado a cada uno en su disciplina, en contacto con otro pero en su disciplina, en cambio
la trasdiciplina es poner en juego la perspectivas de diferentes disciplinas y ver como suplementemos, es
por eso que se está hablando de desdiciplinar, es decir, poder pensar en conjunto con otros, dada la
complejidad de lo que debemos abordar desde el consultorio y de las instituciones en general.
Esta expectativa de construir nuevos recursos y nuevas
estrategias no es nada sencillo ya que las instituciones
tienen sus tiempos y modalidades y no marchan al mismo
tiempo que las nuevas prácticas socioculturales. A nosotros
nos interesa dejar de generar más y más dependencia de
estas familias, pacientes, “clientes de los abogados”, y
comenzar a pensar en cuáles son las múltiples condiciones
de producción de este fenómeno, que es internacional y que
cada vez es más extensivo.
Discurso de poder.
“estamos viviendo una etapa
de transición en el sentido de
pensar todo esto como crisis
de la familia, de las instituciones
o quizás haya que pensar en la
inauguración de otras maneras
de vincularse, otras formas
de convivencia”
4. Lo que nosotros observamos en las familias que concurren al consultorio la llamamos familia porque están
asociadas por parentesco, pero son grupos de personas que están atravesados por climas de agresión
insoportables, en las cuales los supuestamente más grandes y los chicos quedan muy sometidos a los
conflictos y a la realidad de la caída de un proyecto que no pudo ser. Parecería que tanto los juzgados,
como los consultorios y los padres, todos, están velando por los niños y los derechos de los niños, pero la
verdad es que nosotros vemos versiones muy paradójicas. Hay una de las clases del curso de
Judicialización que se llama “Paradojas de la prevención”, porque supuestamente en función de los
derechos, del cuidado, del cariño, se llevan a cabo situaciones sumamente difíciles y de mucha
desprotección. No se trabaja en la complejidad de los casos y es aquí donde observamos uno de los
principales problemas.
Régimen de visita:
Se separa una pareja de padres muy jóvenes, con un hijo. El padre trabaja muchas horas por semana
porque en realidad no es sencillo sostener económicamente dos casas ya que él se tuvo que mudar a otro
lugar. El niño tiene aproximadamente 1 año y seis meses. Ambos van a ir a una mediación para acordar el
régimen de visita. La madre, previamente, hace una consulta en un servicio de pediatría de un Hospital.
Supuestamente la pediatra es consultora en vínculos padres e hijos. El padre, por su parte, pide estar con
la criatura con quien convivió hasta hace dos meses, nueve horas los sábados. La madre se opone a esto
por varios motivos, uno de ellos es que no quiere que comparta situaciones con los abuelos paternos.
La consulta viene, porque la pediatra consultora en vínculos dice que es mucho nueve horas los sábados
para un niño de esa edad. ¿Hay algo más ridículo que eso? El padre vivió con la criatura hasta dos meses
antes, le cambio los pañales, le daba de comer, la dormía a la noche, al igual que la madre. ¿Dónde está
escrito que un chico puede estar 9 horas con su madre pero no con su padre? Cierta interpretación de
cuestiones de género, centradas en la violencia y la mujer, cuestión que ha sido fundamental en su
visibilizacion y las teorías psicológicas sobre el vinculo temprano, han impedido pensar en las diferentes
y nuevas masculinidades y paternidades y en prejuicio , dado que la maternidad y la paternidad son
construcciones psico, socio-culturales.
Es decir el vinculo parento filial, requeriría dejar de pensar identitariamente y pensar en las
particularidades de efectos y afectos que implica la situación vincular de hacerse padres, madres, hijos.
La expectativa del curso es dialogar entre filósofos, historiadores, jueces, psicoanalistas, tratar de
pensar nuevas herramientas, recursos es ese nuestro desafío. “Es vivir la contemporaneidad”.
5. Dos mundos:
“una situación NI, ni estar
juntos, ni estar separado,
con intensísimo desgaste
psíquico, físico, económico,
un ámbito donde circulan las
vidas de las personas”
En otras épocas se recurría a lo judicial como un modo de regular y de ordenar la búsqueda de una voz de
alguien que pudiera poner un orden, bueno, así surge el derecho casualmente, tratando de poner un tope a
la violencia entre los hombres, y seguimos diciendo hombres todavía, no es la humanidad, los hombres
fueron la cara de la humanidad, retomando el problema de género.
Actualmente el ámbito judicial esta usado para la denuncia, denuncia
penal, denuncia civil, carta documento, es lo que vemos en los medios
de comunicación. Se denuncia una situación trágica, una violación, se
denuncia prostitución infantil en Santa Fe por ejemplo y pareciera que
de ese modo se cumplió con algo, o que alguien supuestamente se
responsabilizó por los hechos, simplemente con la denuncia.
Lo judicial se trasformó en un ámbito de denuncias y no en un ámbito de regular relaciones difíciles, para
poder pensar lo que le sucede a esas personas y no lo pueden resolver entre ellos. Generalmente los
miembros de la familia están representados por un abogado donde los involucrados ya no tienen un
contacto directo entre ellos y se pasa de conflicto a litigio, y el litigio se sostiene generalmente por muchos
años y esto pasa a ser una situación NI, ni estar juntos, ni estar separados, con intensísimo desgaste
psíquico, físico, económico, un ámbito donde circulan atrapadas las vidas de las personas. Son personas que
tiene la vida capturada por la situación judicial, tiene la vida hipotecada por decirlo de alguna manera, por
situaciones que puede perdurar por diez años pasando de juzgado a juzgado. A su vez la vida de los hijos
también va transitando por esto avatares. A partir de esto nos damos cuesta que se llega a una situación
de desgaste, que involucra a todas las personas que fueron pasando por el caso judicial, abogados,
terapeutas, jueces ya que esta "encerrona trágica" termina banalizando lo mortífero de estas maniobras.