Lecciones de Escuela Sabática 2013 - I: Conociendo Mejor a Jesús
1. LECCIONES
DE ESCUELA
SABÁTICA
para el primer semestre 2013
Conociendo
mejor a Jesús
2. Autor del Semestre: Anónimo
Revisión y edición de contenidos
a cargo del Departamento Ministerial de la Asociación General
Traducción, edición y diseño
a cargo del Departamento de Publicaciones de la Asociación General
3. LECCIONES
DE
ESCUELA SABÁTICA
para el primer semestre 2013
Conociendo Mejor a Jesús
Publicadas por la
Asociación General
Sociedad Misionera Internacional
Iglesia Adventista del Séptimo Día
Movimiento de Reforma
625 West Avenue
Cedartown, GA 30125
Tel. (1) 770-748-0077
Fax (1) 770-748-0095
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Internet : www.ims1914.org
4. Contenido
Conociendo Mejor a Jesús
Introducción.........................................................................................................5
1. El Hijo de Dios.............................................................................................6
2. El Hijo del Hombre......................................................................................9
3. El Rey de Gloria.........................................................................................14
4. Mesías y Salvador......................................................................................17
5. El Príncipe de Paz......................................................................................21
6. Nuestro Hermano.......................................................................................24
7. El Buen Pastor............................................................................................27
8. El Cordero de Dios.....................................................................................30
9. Nuestro gran Sumo Sacerdote....................................................................33
10. Intercesor y Sustituto.................................................................................37
11. Testigo, Juez y Abogado............................................................................41
12. Cristo nuestra Justicia................................................................................44
13. El Novio.....................................................................................................48
Informe Misionero de los Países Árabes...................................................52
14. El Sol de Justicia........................................................................................57
15. El Camino, la Verdad y la Vida..................................................................60
16. El Pan de Vida............................................................................................63
17. El Agua de Vida.........................................................................................67
18. La Luz del Mundo......................................................................................70
19. El Gran Médico..........................................................................................73
20. El Maestro Divino......................................................................................76
21. El Amigo de Niños y Madres.....................................................................80
22. La Escalera Vinculante..............................................................................84
23. La Vid Fructífera........................................................................................87
24. Refugio y Fortaleza....................................................................................90
25. La Roca de las Edades...............................................................................93
26. Primero y Último, Principio y Fin.............................................................97
Informe Misionero de África Occidental.................................................102
4 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
5. INTRODUCCIÓN
Jesús le preguntó a un hombre que había sanado una o dos horas antes, después de años
de ceguera: “¿Crees en el Hijo de Dios?” Como esta era la primera oportunidad del hombre de
verle, su respuesta fue: “¿Quién es Señor, para creer en Él?” Juan 9:35, 36.
Las personas están interesadas en investigar muchas cosas en el mundo; quieren saber
qué hay en las entrañas de la tierra, explorar las profundidades del mar y descubrir y examinar
cuerpos celestiales en la gran expansión del universo. Les gusta estudiar acerca de la mecánica
de la naturaleza y las leyes y principios de la obra de Dios, pero dedican muy poco esfuerzo a
conocer a Aquel que ha creado tantas cosas maravillosas.
Si las investigaciones de las realidades en la tierra, mar y cielo proveen tanto cono-
cimiento científico, cuánto más podrían alcanzar las personas si obtuvieran conocimiento de
su Creador. Con buenas razones el sabio pensador escribió: “…el conocimiento del Santo es
comprensión” Proverbios 9:10. En realidad es el conocimiento principal y más importante que
deberíamos buscar, así como declaró Jesús, es la vida eterna: “Y es vida eterna, que te conozcan
a Ti, el único Dios verdadero y a Jesucristo, a quien as enviado” Juan 17:3.
Nuestro conocimiento del Hijo de Dios es limitado, y nuestra experiencia es, a menudo,
superficial. Necesitamos conocer mejor su completa y verdadera identidad, sus atributos y su
obra en nuestro favor. Esta será una gran experiencia y bendición para cada cual.
“Cuando preguntan: ‘¿Quién es Éste?’ los discípulos, llenos de inspiración, contestan en
elocuentes acordes repitiendo las profecías concernientes a Cristo:
“Adán os dirá: Es la simiente de la mujer, que herirá la cabeza de la serpiente.
“Preguntadle a Abrahán, quien os dirá: Es ‘Melquisedec, rey de Salem,’ rey de paz.
“Jacob os dirá: Es Shiloh, de la tribu de Judá.
“Isaías os dirá: ‘Emmanuel, Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe
de paz.’
“Jeremías os dirá: La rama de David, ‘Jehová, justicia nuestra.’
“Daniel os dirá: Es el Mesías.
“Oseas os dirá: Es ‘Jehová’ ‘Dios de los ejércitos: Jehová es su memorial.’
“Juan el Bautista os dirá: Es ‘el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.’
“El gran Jehová ha proclamado desde su trono: ‘Este es mi Hijo amado.’
“Nosotros, sus discípulos, declaramos: Este es Jesús, el Mesías, el Príncipe de la vida,
el Redentor del mundo.
“Y el príncipe de los poderes de las tinieblas lo reconoce, diciendo: ‘Sé quien eres, el
Santo de Dios’” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 532).
El objetivo de estas lecciones es identificarnos de tal modo con el Hijo de Dios y el Hijo
del hombre que podamos revelarle de forma más completa en nuestras vidas, de modo que
otros glorifiquen a nuestro Padre en el cielo. Esto solo puede cumplirse si nos acercamos a Él.
Por tal razón el título de las lecciones para este primer semestre es “Conocer mejor a Jesús”.
Hay grandes bendiciones para el estudiante aplicado. Así pues, estudiemos las lecciones
cada día, por lo menos una hora diariamente, como el Espíritu de Profecía recomienda–no en el
último momento–pues al contemplar santidad y amor seremos transformados.
“El mundo celestial abriría sus cámaras de gracia y de gloria a la exploración,” declara
el Espíritu de profecía. “Los seres humanos serían totalmente diferentes de lo que son ahora;
porque al explorar las minas de la verdad, los hombres quedarían ennoblecidos. El misterio de
PRIMER SEMESTRE 2013 5
6. la redención, la encarnación de Cristo, su sacrificio expiatorio, no serían, como ahora, vagos
en nuestra mente. Serían no solamente mejor comprendidos, sino del todo más altamente apre-
ciados.
“En la oración que Cristo dirigió al Padre, dio al mundo una lección que debe ser grabada
en la mente y el alma. ‘Esta empero es la vida eterna –dijo–: que te conozcan el solo Dios
verdadero, y a Jesucristo, al cual has enviado’. Esta es la verdadera educación. Imparte poder.
El conocimiento experimental de Dios y de Cristo Jesús, a quien Él ha enviado, transforma al
hombre a la imagen de Dios. Le da dominio propio, sujetando cada impulso y pasión de la baja
naturaleza al gobierno de las facultades superiores de la mente. Convierte a su poseedor en hijo
de Dios y heredero del cielo. Lo pone en comunión con la mente del Infinito, y le abre los ricos
tesoros del universo.
“Este es el conocimiento que se obtiene al escudriñar la Palabra de Dios. Y este tesoro
puede ser encontrado por toda alma que desea dar todo lo que posee por obtenerlo” (Palabras
de Vida del Gran Maestro, págs. 85, 86).
Sea la adquisición de un conocimiento tal una experiencia maravillosa para todos los que
estudian estas lecciones.
–Los hermanos y hermanas de la Asociación General
6 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
7. La Ofrenda Especial de Escuela Sabática está dedicada
al Departamento de Colportaje de la Asociación General
Sea tu ofrenda una expresión de amor y gratitud
1
Sábado, 5 de Enero 2013
El Hijo de Dios
“Dios es el Padre de Cristo; Cristo es el Hijo de Dios. A Cristo ha sido dada una posición
exaltada. Ha sido hecho igual al Padre. Todos los consejos de Dios están abiertos para su Hijo”
(Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 266).
Su preexistencia
1. ¿Dónde encontramos testimonios en las Escrituras relacionados con la pre-
existencia del Hijo de Dios? Juan 1:1, 2; Miqueas 5:2; Colosenses 1:16.
“Cristo es el Hijo de Dios preexistente y existente por sí mismo... Al hablar de esta
preexistencia, Cristo hace retroceder la mente hacia las edades sin fin. Nos asegura que
nunca hubo un tiempo cuando Él no haya estado en estrecha relación con el Dios eterno.
Aquel cuya voz los judíos escuchaban en ese momento había estado junto a Dios” (El
Evangelismo, pág. 446).
“Cristo, el Verbo, el Unigénito de Dios, era uno solo con el Padre eterno, uno solo en
naturaleza, en carácter y en propósitos; era el único ser que podía penetrar en todos los
designios y fines de Dios. ‘Y llamaráse su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte,
Padre eterno, Príncipe de paz’ ‘sus salidas son desde el principio, desde los días del siglo’
(Isa. 9:6; Miq. 5:2)” (Patriarcas y Profetas, pág. 12).
2. ¿Qué declaraciones confirman que Jesús es Hijo de Dios? Lucas 3:22; Salmo
2:7; Hebreos 1:5.
“Las Escrituras indican claramente la relación que hay entre Dios y Cristo, y hacen
resaltar muy claramente la personalidad individual de cada uno.
“‘Dios, habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a los
padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, ... el cual siendo
el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las
cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por
PRIMER SEMESTRE 2013 7
8. sí mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas, hecho tanto más excelente que
los ángeles, cuanto alcanzó por herencia más excelente nombre que ellos. Porque ¿a cuál
de los ángeles dijo Dios jamás: Mi hijo eres tú, hoy yo te he engendrado? Y otra vez: Yo
seré a Él Padre, y Él me será a mí hijo?’ (Hebreos 1:1-5)” (Joyas de los Testimonios, tomo
3, pág. 266).
Un don incalculable
3. ¿Cómo expresó Dios su amor supremo por la raza humana caída? Juan
3:16; 1 Juan 4:9, 10, 14.
“Tenemos todo lo que pudiéramos pedir para inspirarnos fe y confianza en Dios. En
las cortes terrenales, cuando un rey quiere dar la máxima garantía que asegure su veraci-
dad, da a su hijo como rehén, para ser rescatado cuando se cumpla la promesa del rey. Y he
aquí, qué prenda de la fidelidad del Padre, porque cuando quiso asegurar a los hombres de
la inmutabilidad de su consejo, dio a su unigénito Hijo para que viniera a la tierra y tomara
la naturaleza humana, no sólo por los cortos años de vida, sino para retener esa naturaleza
en las cortes celestiales como garantía eterna de la fidelidad de Dios. ¡Oh, la profundidad
de las riquezas tanto de la sabiduría como del amor de Dios! ‘Mirad cuál amor nos ha dado
el Padre, que seamos llamados hijos de Dios’ (1 Juan 3:1)” (Mensajes Selectos, tomo 1,
pág. 302).
El enemigo del Hijo de Dios
4. Así como Satanás no aceptó la autoridad del Hijo de Dios en el cielo, ¿cómo
continuó su lucha contra Cristo en la tierra y por qué? Mateo 4:3, 6.
“Pero luego se llenó del orgullo de su propia gloria. Volvió a su deseo de supremacía,
y nuevamente dio cabida a su envidia hacia Cristo.… ¿Por qué –se preguntaba el poderoso
ángel– debe Cristo tener la supremacía? ¿Por qué se le honra más que a mí?” (Patriarcas
y Profetas, pág. 16).
“Si la confianza de Cristo en Dios podía ser quebrantada, Satanás sabía que obtendría
la victoria en todo el conflicto. Vencería a Jesús. Esperaba que bajo el imperio de la deses-
peración y el hambre extrema, Cristo perdería la fe en su Padre, y obraría un milagro en
su propio favor. Si lo hubiera hecho habría malogrado el plan de salvación” (El Deseado
de Todas las Gentes, pág. 94).
El Hijo de Dios en la tierra
5. ¿En qué ocasiones reveló Dios su parentesco con Cristo? Mateo 3:16, 17;
17:5.
“En ocasión del bautismo y de la transfiguración, se había oído la voz de Dios procla-
mar a Cristo como su Hijo…
8 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
9. “Entre la vasta muchedumbre que estaba congregada a orillas del Jordán, pocos,
además de Juan, discernieron la visión celestial. Sin embargo, la solemnidad de la pre-
sencia divina embargó la asamblea. El pueblo se quedó mirando silenciosamente a Cristo.
Su persona estaba bañada de la luz que rodea siempre el trono de Dios. Su rostro dirigido
hacia arriba estaba glorificado como nunca antes habían visto ningún rostro humano. De
los cielos abiertos, se oyó una voz que decía: ‘Este es mi Hijo amado, en el cual tengo
contentamiento.’
“Estas palabras de confirmación fueron dadas para inspirar fe a aquellos que presen-
ciaban la escena, y fortalecer al Salvador para su misión. A pesar de que los pecados de un
mundo culpable pesaban sobre Cristo, a pesar de la humillación que implicaba el tomar
sobre sí nuestra naturaleza caída, la voz del cielo lo declaró Hijo del Eterno” (El Deseado
de Todas las Gentes, págs. 696, 86, 87).
6. ¿A quién le fue dado conocer y creer que Jesús era el Hijo de Dios? Juan
1:49; Mateo 16:15-17; 14:33.
“Jesús hizo entonces una segunda pregunta relacionada con los discípulos mismos:
‘Y vosotros, ¿quién decís que soy?’ Pedro respondió: ‘Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios
viviente.’
“Desde el principio, Pedro había creído que Jesús era el Mesías.… Él no esperó que
los honores regios coronasen a su Señor, sino que le aceptó en su humillación.…
“La verdad que Pedro había confesado es el fundamento de la fe del creyente. Es lo
que Cristo mismo ha declarado ser, vida eterna” (El Deseado de Todas las Gentes, págs.
379, 380).
Condenado a muerte
7. Habiéndose declarado a sí mismo Hijo de Dios, ¿qué le esperaba a Jesús?
Mateo 26:63, 64; Juan 10:36; 19:7.
“Cristo no podía callar ante esta demanda. Había tiempo en que debía callar, y tiempo
en que debía hablar. No habló hasta que se le interrogó directamente. Sabía que el contes-
tar ahora aseguraría su muerte” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 653).
“Y así, por la tercera condena de las autoridades judías, Jesús había de morir” (El
Deseado de Todas las Gentes, pág. 661).
“El enemigo esperaba que tanta burla y violencia arrancara del Hijo de Dios alguna
queja o murmuración; o que manifestara su poder divino y se librara de la multitud y que
de esa manera fracasara el plan de salvación” (La Historia de la Redención, pág. 220).
Meditación
“Los que con irrisión dijeron: ‘Confió en Dios: líbrele ahora si le quiere: porque
ha dicho: Soy Hijo de Dios,’ no pensaron que su testimonio repercutiría a través de los
siglos. Pero aunque fueron dichas en son de burla, estas palabras indujeron a los hombres
a escudriñar las Escrituras como nunca lo habían hecho antes. Hombres sabios oyeron,
PRIMER SEMESTRE 2013 9
10. escudriñaron, reflexionaron y oraron. Hubo quienes no descansaron hasta que, por la com-
paración de un pasaje de la Escritura con otro, vieron el significado de la misión de Cristo.
Nunca antes hubo un conocimiento tan general de Jesús como una vez que fue colgado
de la cruz. En el corazón de muchos de aquellos que presenciaron la crucifixión y oyeron
las palabras de Cristo resplandeció la luz de la verdad” (El Deseado de Todas las Gentes,
págs. 696, 697).
Estudio personal
• 2 Pedro 1:16-18
• Juan 12:28-30; 11:27; 5:36, 37
“Era igual a Dios, infinito y omnipotente… Es el Hijo eterno y existente por sí mismo”
(El Evangelismo, pág. 446).
“El Padre obró por medio de su Hijo en la creación de todos los seres celestiales.
‘Porque por Él fueron criadas todas las cosas,… sean tronos, sean dominios, sean principa-
dos, sean potestades; todo fue criado por Él y para Él’(Col. 1:16)” (Patriarcas y Profetas,
pág. 12).
***
2
Sábado, 12 de Enero 2013
El Hijo del Hombre
“La doctrina de la encarnación de Cristo en carne humana es un misterio, ‘el misterio
que había estado oculto desde los siglos y edades’ (Col. 1:26). Es el grande y profundo
misterio de la piedad. ‘Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros’ (Juan 1:14).
Cristo tomó sobre sí la naturaleza humana, una naturaleza inferior a su naturaleza celestial.
No hay nada que demuestre tanto como esto la maravillosa condescendencia de Dios. ‘De
tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito’ (Juan 3:16)” (Mensajes
Selectos, tomo 1, pág. 289).
Encarnación del Hijo de Dios
1. ¿Cómo se convirtió el Hijo de Dios en Hijo del hombre? Juan 1:14; Hebreos
2:14; 10:5-7.
“Hace casi dos mil años, se oyó en el cielo una voz de significado misterioso que, par-
tiendo del trono de Dios, decía: ‘He aquí yo vengo.’ ‘Sacrificio y ofrenda, no los quisiste;
empero un cuerpo me has preparado... He aquí yo vengo (en el rollo del libro está escrito
de mí), para hacer, oh Dios, tu voluntad.’ En estas palabras se anunció el cumplimiento
del propósito que había estado oculto desde las edades eternas. Cristo estaba por visitar
nuestro mundo, y encarnarse. Él dice: ‘Un cuerpo me has preparado.’ Si hubiese apare-
10 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
11. cido con la gloria que tenía con el Padre antes que el mundo fuese, no podríamos haber
soportado la luz de su presencia. A fin de que pudiésemos contemplarla y no ser destrui-
dos, la manifestación de su gloria fue velada. Su divinidad fue cubierta de humanidad, la
gloria invisible tomó forma humana visible” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 14).
2. ¿Cómo se anunció la encarnación del Hijo de Dios? Mateo 1:21-23; Lucas
1:30-35.
“Cristo no tomó la naturaleza humana en forma aparente. La tomó de verdad. En reali-
dad, poseyó la naturaleza humana. ‘Por cuanto los hijos participaron de carne y sangre,
Él también participó de lo mismo’ (Heb. 2:14). Era el hijo de María; era de la simiente de
David de acuerdo con la ascendencia humana. Se declara de Él que era hombre, el hombre
Cristo Jesús.…” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 290).
“Cristo trajo a los hombres y a las mujeres poder para vencer. Vino a este mundo en
forma humana para vivir como un hombre entre los hombres. Tomó las flaquezas de la
naturaleza humana para ser probado y examinado. En su humanidad, era participante de
la naturaleza divina. En su encarnación, ganó un nuevo sentido el título de Hijo de Dios.
Dijo el ángel a María: ‘El poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también
el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios’ (Luc. 1:35). Si bien era el Hijo de un
ser humano, llegó a ser en un nuevo sentido el Hijo de Dios. Así estuvo en nuestro mundo:
el Hijo de Dios, y sin embargo unido a la raza humana por su nacimiento” (Mensajes
Selectos, tomo 1, pág. 265).
Su filiación
3. Durante su infancia, ¿a quién reconoció Jesús como su Padre? Lucas 2:49.
“Con profundo interés, la madre de Jesús miraba el desarrollo de sus facultades, y
contemplaba la perfección de su carácter. Con deleite trataba de estimular esa mentalidad
inteligente y receptiva. Mediante el Espíritu Santo recibió sabiduría para cooperar con
los agentes celestiales en el desarrollo de este niño que no tenía otro padre que Dios” (El
Deseado de Todas las Gentes, pág. 49).
“En la escuela de los rabinos, encontraron a Jesús. Aunque llenos de regocijo, no
podían olvidar su pesar y ansiedad. Cuando estuvo otra vez reunido con ellos, la madre le
dijo, con palabras que implicaban un reproche: ‘Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí,
tu padre y yo te hemos buscado con dolor.’
“‘¿Por qué me buscabais?’ –contestó Jesús– ‘¿No sabíais que en los negocios de mi
Padre me conviene estar?’ Y como no parecían comprender sus palabras, Él señaló hacia
arriba. En su rostro había una luz que los admiraba. La divinidad fulguraba a través de
la humanidad.… pero [María] sabía que había negado que fuera hijo de José y se había
declarado Hijo de Dios” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 60).
PRIMER SEMESTRE 2013 11
12. 4. Como Hijo del hombre, ¿cómo reveló Jesús ser Hijo de Dios? Mateo 11:27;
Juan 15:9, 10; 20:17.
“El Hijo de Dios descendió del cielo para manifestar al Padre. ‘A Dios nadie jamás le
ha visto: el Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer’ (S. Juan
1:18). ‘Ni al Padre conoce nadie, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar’
(S. Mateo 11:27). Cuando uno de sus discípulos le dijo: ‘Muéstranos al Padre’, Jesús
respondió: ‘Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, ¿y todavía no me conoces, Felipe?
El que me ha visto a mí, ha visto al Padre: ¿Cómo pues dices tú: Muéstranos al Padre?’ (S.
Juan 14:8, 9)” (El Camino a Cristo, pág. 9).
“Por su humanidad, Cristo tocaba a la humanidad; por su divinidad, se asía del trono
de Dios. Como Hijo del hombre, nos dio un ejemplo de obediencia; como Hijo de Dios,
nos imparte poder para obedecer” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 16).
El Hijo del hombre, Señor del sábado
5. ¿Cómo se menciona el día de reposo en las Sagradas Escrituras? ¿Cómo
confirmó Jesús que el sábado le pertenecía? Isaías 58:13, primera parte;
Mateo 12:8.
“‘El Hijo del hombre es Señor aun del sábado.’ Estas palabras rebosan instrucción y
consuelo. Por haber sido hecho el sábado para el hombre, es el día del Señor. Pertenece a
Cristo. Porque ‘todas las cosas por Él fueron hechas; y sin Él nada de lo que es hecho, fue
hecho.’ y como lo hizo todo, creó también el sábado. Por Él fue apartado como un monu-
mento recordativo de la obra de la creación. Nos presenta a Cristo como Santificador tanto
como Creador. Declara que el que creó todas las cosas en el cielo y en la tierra, y mediante
quien todas las cosas existen, es cabeza de la iglesia, y que por su poder somos reconci-
liados con Dios” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 255).
El Hijo del hombre perdona y sana
6. ¿Cómo podría afirmar el Hijo del hombre su poder para perdonar pecados
y sanar enfermos? Marcos 2:10-12.
“Jesús vino para ‘deshacer las obras del diablo.’ ‘En Él estaba la vida,’ y Él dice: ‘Yo
he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.’ Él es un ‘espíritu
vivificante.’ Y tiene todavía el mismo poder vivificante que, mientras estaba en la tierra,
sanaba a los enfermos y perdonaba al pecador. Él ‘perdona todas tus iniquidades,’ Él ‘sana
todas tus dolencias’” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 236).
“Los ángeles de Dios pasan siempre de la tierra al cielo, y del cielo a la tierra. Los
milagros de Cristo, en favor de los afligidos y dolientes, fueron realizados por el poder de
Dios mediante el ministerio de los ángeles. Y es por medio de Cristo, por el ministerio
de sus mensajeros celestiales, como nos llega toda bendición de Dios. Al revestirse de
la humanidad, nuestro Salvador une sus intereses con los de los caídos hijos e hijas de
12 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
13. Adán, mientras que por su divinidad se aferra al trono de Dios. Y así es Cristo el medio de
comunicación de los hombres con Dios y de Dios con los hombres” (El Deseado de Todas
las Gentes, pág. 177).
El Hijo del hombre realiza milagros
7. Como Hijo del hombre, ¿cómo realizó Jesús el milagro de calmar la tempes-
tad? ¿Cómo le reconocieron los discípulos al verle caminando sobre el mar
y calmando los vientos? Mateo 8:27; 14:32, 33; Juan 5:30, primera parte.
“Pero Él no confiaba en la posesión de la omnipotencia. No era en calidad de ‘dueño
de la tierra, del mar y del cielo’ cómo descansaba en paz. Había depuesto ese poder, y
aseveraba: ‘No puedo yo de mí mismo hacer nada.’ Jesús confiaba en el poder del Padre;
descansaba en la fe– la fe en el amor y cuidado de Dios,–y el poder de aquella palabra que
calmó la tempestad era el poder de Dios.
“Así como Jesús reposaba por la fe en el cuidado del Padre, así también hemos de
confiar nosotros en el cuidado de nuestro Salvador” (El Deseado de Todas las Gentes,
pág. 302).
Meditación
“‘Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito’. Lo dio no
solamente para que viviese entre los hombres, no sólo para que llevase los pecados de
ellos y muriese como su sacrificio; lo dio a la raza caída. Cristo debía identificarse con
los intereses y necesidades de la humanidad. Él que era uno con Dios se ha unido con los
hijos de los hombres con lazos que jamás serán quebrantados. Jesús ‘no se avergüenza
de llamarlos hermanos’ (Hebreos 2:11). Es nuestro Sacrificio, nuestro Abogado, nuestro
Hermano, lleva nuestra forma humana delante del trono del Padre, y por las edades eter-
nas será uno con la raza que ha redimido: es el Hijo del hombre. Y todo esto para que el
hombre fuese levantado de la ruina y degradación del pecado, para que reflejase el amor
de Dios y participase del gozo de la santidad” (El Camino a Cristo, pág. 12).
Estudio personal
• Marcos 2:28
• Mateo 9:6
***
PRIMER SEMESTRE 2013 13
14. 3
Sábado, 19 de Enero 2013
El Rey de Gloria
“‘Mi reino no es de este mundo –dijo:– si de este mundo fuera mi reino, mis servidores
pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos: ahora, pues, mi reino no es de aquí.
Díjole entonces Pilato: ¿Luego rey eres tú? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo
para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo
aquel que es de la verdad, oye mi voz’” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 675).
El Rey de gloria se revestió de humanidad y se convierte en siervo
1. ¿Cómo reveló el Rey de gloria su amor por la humanidad caída? Filipenses
2:5-8.
“Desde su elevada posición, Cristo, el Rey de gloria, la Majestad de los cielos, vio
la condición de los hombres. Tuvo compasión de los seres humanos, débiles y pecado-
res, y vino a la tierra para mostrar lo que Dios es para el hombre. Dejando su corte real,
revistiendo su divinidad con los velos de la humanidad, vino personalmente al mundo para
labrar en nuestro favor un carácter perfecto. No eligió morada entre los ricos de la tierra”
(Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 383).
“El Rey de gloria se rebajó a revestirse de humanidad. Tosco y repelente fue el am-
biente que le rodeó en la tierra. Su gloria se veló para que la majestad de su persona no
fuese objeto de atracción. Rehuyó toda ostentación externa. Las riquezas, la honra mun-
danal y la grandeza humana no pueden salvar a una sola alma de la muerte; Jesús se pro-
puso que ningún halago de índole terrenal atrajera a los hombres a su lado” (El Deseado
de Todas las Gentes, pág. 29).
2. Como hombre, ¿en qué se convirtió el Rey de gloria? Mateo 20:28; Lucas
22:27; Juan 13:4, 5.
“‘El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se ensalzare, será
humillado; y el que se humillare, será ensalzado.’ Repetidas veces Cristo había enseñado
que la verdadera grandeza se mide por el valor moral. En la estima del cielo, la grandeza
de carácter consiste en vivir para el bienestar de nuestros semejantes, en hacer obras de
amor y misericordia. Cristo, el Rey de gloria, fue siervo del hombre caído.…
“Poniendo a un lado el manto exterior que habría impedido sus movimientos, tomó
una toalla y se ciñó. Con sorprendido interés, los discípulos miraban, y en silencio espe-
raban para ver lo que iba a seguir. ‘Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los
pies de los discípulos, y a limpiarlos con la toalla con que estaba ceñido.’…
14 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
15. “Tenía plena conciencia de su divinidad; pero había puesto a un lado su corona y
vestiduras reales, y había tomado forma de siervo. Uno de los últimos actos de su vida en
la tierra consistió en ceñirse como siervo y cumplir la tarea de un siervo” (El Deseado de
Todas las Gentes, págs. 565, 600, 601).
Reconocido por algunos y despreciado por otros
3. ¿En qué ocasión fue Jesús reconocido como Rey de gloria y por quién?
Lucas 19:37, 38; Mateo 21:5; Marcos 11:9, 10.
“El que siempre había rechazado los honores reales iba a entrar en Jerusalén como el
prometido heredero del trono…
“Nunca antes había visto el mundo tal escena de triunfo.…
“Los ciegos a quienes había restaurado la vista abrían la marcha. Los mudos cuya
lengua Él había desatado voceaban las más sonoras alabanzas. Los cojos a quienes había
sanado saltaban de gozo y eran los más activos en arrancar palmas para hacerlas ondear
delante del Salvador. Las viudas y los huérfanos ensalzaban el nombre de Jesús por sus
misericordiosas obras para con ellos. Los leprosos a quienes había limpiado extendían a
su paso sus inmaculados vestidos y le saludaban Rey de gloria. Aquellos a quienes su voz
había despertado del sueño de la muerte estaban en la multitud. Lázaro, cuyo cuerpo se
había corrompido en el sepulcro, pero que ahora se gozaba en la fuerza de una gloriosa
virilidad, guiaba a la bestia en la cual cabalgaba el Salvador” (El Deseado de Todas las
Gentes, págs. 523, 526).
4. ¿Qué contestó Jesús cuando Pilato le preguntó si era un rey? Juan 18:33, 36,
37.
“Jesús no respondió directamente a esta pregunta.…
“Aunque no contestó directamente la pregunta de Pilato, expuso claramente su propia
misión. Le dio a entender que no estaba buscando un trono terrenal.…
“‘Díjole entonces Pilato: ¿Luego rey eres tú? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy
rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la
verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.’
“Cristo afirmó que su palabra era en si misma una llave que abriría el misterio para
aquellos que estuviesen preparados para recibirlo. Esta palabra tenía un poder que la reco-
mendaba, y en ello estribaba el secreto de la difusión de su reino de verdad” (El Deseado
de Todas las Gentes, págs. 674, 675).
El Rey de gloria regresa al cielo
5. Después de su ascensión al cielo, ¿cómo fue recibido Jesús como Rey de
gloria? Juan 16:28; Salmo 24:7-10.
PRIMER SEMESTRE 2013 15
16. “Cristo vino a la tierra como Dios en forma humana. Ascendió a los cielos como Rey
de los santos. Su ascensión fue digna de su exaltado carácter. Fue como alguien poderoso
en batalla, vencedor, que llevaba cautiva la cautividad. Fue acompañado por la hueste
angélica, entre aclamaciones de alabanza e himnos celestiales” (La Maravillosa Gracia,
pág. 49).
“Cuando Cristo entró por los portales celestiales, fue entronizado en medio de la
adoración de los ángeles. Tan pronto como esta ceremonia hubo terminado, el Espíritu
Santo descendió sobre los discípulos en abundantes raudales, y Cristo fue de veras glori-
ficado con la misma gloria que había tenido con el Padre, desde toda la eternidad” (Los
Hechos de los Apóstoles, pág. 32).
El Rey de gloria regresará
6. ¿Cómo regresará a la tierra por segunda vez el Rey de gloria? Apocalipsis
19:11, 16.
“Entonces vi que Jesús se despojaba de sus vestiduras sacerdotales y se revestía de
sus más regias galas. Llevaba en la cabeza muchas coronas, una corona dentro de otra.
Rodeado de la hueste angélica, dejó el cielo.…
“Su corona era gloriosa y resplandeciente. Estaba formada por una corona dentro de
otra corona, hasta un total de siete” (Primeros Escritos, págs. 280, 281, 53).
“Cuando Cristo vuelva a la tierra, los hombres no le verán como preso rodeado por
una turba. Le verán como Rey del cielo. Cristo volverá en su gloria, en la gloria de su
Padre y en la gloria de los santos ángeles. Miríadas y miríadas, y miles de miles de ánge-
les, hermosos y triunfantes hijos de Dios que poseen una belleza y gloria superiores a
todo lo que conocemos, le escoltarán en su regreso. Entonces se sentará sobre el trono de
su gloria y delante de Él se congregarán todas las naciones. Entonces todo ojo le verá y
también los que le traspasaron. En lugar de una corona de espinas, llevará una corona de
gloria, una corona dentro de otra corona. En lugar de aquel viejo manto de grana, llevará
un vestido del blanco más puro, ‘tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan
blancos.’ Y en su vestidura y en su muslo estará escrito un nombre: ‘Rey de reyes y Señor
de señores’” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 688).
7. ¿Cuál será el privilegio de los redimidos en ocasión de la segunda venida del
Rey de gloria? Mateo 25:31-34; 16:27; Apocalipsis 22:12.
“Pero cuando venga Jesús, concederá la inmortalidad a su pueblo; y luego los llamará
a poseer el reino, del que hasta aquí sólo han sido presuntos herederos.…
“‘El reino, y el señorío y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo’ van a ser
dados a los herederos de la salvación y Jesús va a reinar como Rey de reyes y Señor de
señores.…
“Dicha indecible estremece todos los corazones, y cada voz se eleva en alabanzas de
agradecimiento. ‘Al que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre, y
nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios y su Padre; a Él sea gloria e imperio para siem-
pre jamás.’ (Apocalipsis 1:5, 6.)
16 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
17. “Luego se oye aquella voz, más armoniosa que cualquier música que haya acariciado
jamás el oído de los hombres, y que dice: ‘Vuestro conflicto ha terminado.’ ‘Venid, bendi-
tos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo’”
(El Conflicto de los Siglos, págs. 369, 671, 704).
Meditación
“En aquel día los redimidos resplandecerán en la gloria del Padre y del Hijo. Tocando
sus arpas de oro, los ángeles darán la bienvenida al Rey y a los trofeos de su victoria: los
que fueron lavados y emblanquecidos en la sangre del Cordero. Se elevará un canto de
triunfo que llenará todo el cielo. Cristo habrá vencido. Entrará en los atrios celestiales
acompañado por sus redimidos, testimonios de que su misión de sufrimiento y sacrificio
no fue en vano” (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 432).
Estudio personal
“Allí estaba el Hijo de Dios, llevando el manto de burla y la corona de espinas. Des-
nudo hasta la cintura, su espalda revelaba los largos, y crueles azotes, de los cuales la
sangre fluía copiosamente. Su rostro manchado de sangre llevaba las marcas del agota-
miento y el dolor; pero nunca había parecido más hermoso que en ese momento.… Cada
rasgo expresaba bondad y resignación y la más tierna compasión por sus crueles verdugos.
Su porte no expresaba debilidad cobarde, sino la fuerza y dignidad de la longanimidad”
(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 684).
“Pronto presenciaremos la coronación de nuestro Rey. Aquellos cuya vida quedó
escondida con Cristo, aquellos que en esta tierra pelearon la buena batalla de la fe, res-
plandecerán con la gloria del Redentor en el reino de Dios” (Joyas de los Testimonios,
tomo 3, pág. 434).
***
4
Sábado, 26 de Enero 2013
Mesías y Salvador
“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos” Hechos 4:12.
En el Antiguo Testamento
1. ¿Cómo presenta el Antiguo Testamento al Redentor? Job 19:25; Isaías
59:20. ¿Cómo sabían los patriarcas acerca de su venida? Génesis 3:15.
PRIMER SEMESTRE 2013 17
18. “Entonces informó a la hueste angélica que se había encontrado una vía de escape
para el hombre perdido. Les dijo que había suplicado a su Padre, y que había ofrecido
su vida en rescate, para que la sentencia de muerte recayera sobre Él, para que por su
intermedio el hombre pudiera encontrar perdón; para que por los méritos de su sangre, y
como resultado de su obediencia a la ley de Dios, el hombre pudiera gozar del favor del
Señor, volver al hermoso jardín y comer del fruto del árbol de la vida” (La Historia de la
Redención, pág. 43).
En el Nuevo Testamento
2. ¿Quiénes fueron los primeros informados acerca de la venida a la tierra del
Salvador? Lucas 2:8-11.
“En los campos donde el joven David apacentara sus rebaños, había todavía pastores
que velaban. Durante las silenciosas horas de la noche, hablaban del Salvador prometido,
y oraban por la venida del Rey al trono de David. ‘Y he aquí el ángel del Señor vino sobre
ellos, y la claridad de Dios los cercó de resplandor; y tuvieron gran temor. Mas el ángel les
dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.’
“Al oír estas palabras, las mentes de los atentos pastores se llenaron de visiones glo-
riosas. ¡El Libertador había nacido en Israel!” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 31).
3. ¿Quién reconoció a Jesús como el Salvador del mundo y el Mesías? Lucas
1:67-69; Juan 1:41; 4:42.
“Andrés trató de impartir el gozo que llenaba su corazón. Yendo en busca de su her-
mano Simón, exclamó: ‘Hemos hallado al Mesías.’…
“En su nuevo gozo, decían a la mujer: ‘Ya no creemos por tu dicho; porque nosotros
mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente Éste es el Salvador del mundo, el
Cristo.’
“Los samaritanos creían que el Mesías había de venir como Redentor, no sólo de los
judíos, sino del mundo” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 113, 163).
Salvador de la raza humana
4. ¿Para quién es Jesús, el Salvador? 1 Timoteo 1:15; Hebreos 7:25; Mateo
18:11.
“Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así ‘también fue el Hijo del
hombre… levantado, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna’ (Juan 3:14, 15). Si estáis conscientes de vuestros pecados, no dediquéis todas
vuestras facultades a lamentaros por ellos, sino mirad y vivid. Jesús es nuestro único Sal-
vador, y aunque millones que necesitan ser curados rechacen su misericordia ofrecida,
nadie que confía en sus méritos será abandonado para perecer. Al paso que reconozcamos
18 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
19. nuestra condición impotente sin Cristo, no debemos desanimarnos. Debemos confiar en
un Salvador crucificado y resucitado. Pobre alma, enferma de pecado y desanimada, mira
y vive. Jesús ha empeñado su palabra; salvará a todos los que acuden a Él” (Mensajes
Selectos, tomo 1, págs. 413, 414).
5. ¿Qué gran labor realizó Jesús como Redentor del mundo? 1 Pedro 2:24;
Efesios 1:5-7; Romanos 3:24.
“Jesús se convirtió en el Redentor del mundo prestando perfecta obediencia a cada
palabra que procede de la boca de Dios. Redimió la desdichada caída de Adán, uniendo la
tierra –que había quedado divorciada de Dios por el pecado– con el continente del cielo”
(Comentario Biblico Adventista, tomo 1, pág. 1099).
“El Señor vio nuestra condición caída. Vio nuestra necesidad de gracia, y porque
amaba nuestras almas, nos ha dado gracia y paz. La gracia significa un favor para alguien
que no lo merece, para alguien que está perdido. El hecho de que seamos pecadores, en
vez de rechazarnos apartándonos de la misericordia y del amor de Dios, hace que la prác-
tica del amor de Dios sea para nosotros una necesidad positiva a fin de que seamos salva-
dos” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 407).
Salvar de sus pecados
6. Cristo vino a salvar pecadores, pero ¿qué nos pide que hagamos con nuestros
pecados? Mateo 1:21; 1 Juan 1:9; Proverbios 28:13.
“Y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo;
y ‘Él es la propiciación por nuestros pecados: y no solamente por los nuestros, sino tam-
bién por los de todo el mundo.’ ‘Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para que
nos perdone nuestros pecados y nos limpie de toda maldad.’ Las condiciones para obtener
la misericordia de Dios son sencillas y razonables. El Señor no requiere que hagamos algo
doloroso a fin de obtener el perdón. No necesitamos hacer largas y cansadoras peregrina-
ciones o ejecutar penitencias penosas para encomendar nuestras almas a Él o para expiar
nuestra transgresión. El que ‘confiesa y se aparta’ de su pecado ‘alcanzará misericordia’
(Prov. 28:13)” (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 441).
“Ha [Satanás] declarado que… los hombres pueden acudir a Cristo, no para ser salva-
dos de sus pecados sino en sus pecados” (Fe y Obras, pág. 93).
7. Así como los fieles esperaban la primera venida del Salvador y lo comuni-
caron a sus semejantes, ¿qué harán los fieles que le esperan por segunda
vez? Filipenses 3:20; 2 Corintios 5:20; 2 Pedro 2:9.
“Hay que amonestar al mundo. Velad, esperad, orad, trabajad, y no permitáis que
nada se haga con rivalidad y vanagloria.… Hay que llevar a cabo una gran obra aún, y hay
que realizar todo esfuerzo posible para revelar a Cristo como el Salvador que perdona los
pecados, a Cristo como el portador del pecado, a Cristo como la brillante estrella matutina,
y el Señor nos dará su apoyo frente al mundo hasta que hayamos hecho nuestra obra” (El
Evangelismo, pág. 53).
PRIMER SEMESTRE 2013 19
20. Meditación
“Jesús dijo de las Escrituras del Antiguo Testamento – y ¡cuánto más cierto es esto
acerca del Nuevo! –: ‘Ellas son las que dan testimonio de mí’ (S. Juan 5:39), el Redentor,
Aquel en quien vuestras esperanzas de vida eterna se concentran. Sí, la Biblia entera nos
habla de Cristo. Desde el primer relato de la creación, de la cual se dice: ‘Sin Él nada de
lo que es hecho, fue hecho’ (S. Juan 1:3), hasta la última promesa: ‘¡He aquí, yo vengo
presto!’ (Apocalipsis 22:12) leemos acerca de sus obras y escuchamos su voz. Si deseáis
conocer al Salvador, estudiad las Santas Escrituras” (El Camino a Cristo, pág. 87).
Estudio personal
• 1 Timoteo 4:10
“Sólo Jesús puede limpiarnos de todo pecado. Él no nos salva mediante la ley, pero
tampoco nos salvará en desobediencia a la ley” (Fe y Obras, pág. 99).
“La santa ley de Dios es la única cosa por la cual podemos determinar si estamos
caminando de acuerdo con Él, o no. Si somos desobedientes, nuestros caracteres no están
en armonía con la norma de gobierno moral de Dios, y es una falsedad que digamos:
‘Estoy salvado’. No está salvado ningún transgresor de la ley de Dios, la cual es el funda-
mento del gobierno divino en el cielo y en la tierra” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 369).
***
5
Sábado, 2 de Febrero 2013
El Príncipe de Paz
“El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra
de muerte, luz resplandeció sobre ellos… Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado,
y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios
Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” Isaías 9:2, 6.
El Evangelio de paz
1. ¿Cuáles son las buenas nuevas que Jesús proclamó y qué debemos dar a
conocer? Siguiendo su mensaje, ¿qué experiencia hacen los creyentes? Efe-
sios 2:17; 6:15.
“‘Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran esfuerzo;
y gran gracia era en todos ellos’ (Hech. 4:33). Gracias a sus labores se añadieron a la igle-
sia hombres elegidos, quienes, recibiendo la Palabra de vida, consagraron su existencia a
la obra de comunicar a otros la esperanza que había llenado su corazón de paz y gozo”
(Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 210).
20 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
21. “El evangelio de Cristo es la buena nueva de su gracia, por medio de la cual el hombre
puede ser liberado de la condenación del pecado y capacitado para obedecer la ley de
Dios. El evangelio señala hacia el código moral como regla de vida. Esa ley, mediante
sus demandas de una obediencia sin desviaciones, le muestra continuamente al pecador
el evangelio del perdón y la paz” (Mente, Carácter y Personalidad, tomo 2, pág. 584).
2. Sin embargo, ¿qué declaró Jesús mismo? ¿Cómo se entiende? Mateo 10:34;
Lucas 12:52, 53.
“Jesús declaró: ‘No he venido para traer paz, sino espada’. ¿Por qué? Porque los hom-
bres no recibirían la palabra de vida; porque combatirían contra el mensaje que les era
enviado para proporcionarles gozo, esperanza y vida.
“Consideramos que los judíos no tienen excusa porque rechazaron y crucificaron a
Cristo. Pero los mensajes que el Señor envía hoy con frecuencia son recibidos de una
manera similar a la forma en que los judíos recibieron el mensaje de Cristo. Si la ense-
ñanza del Señor no armoniza con las opiniones de los hombres, la ira domina a la razón
y los hombres le facilitan el juego al enemigo oponiéndose a los mensajes que envía el
Señor. Satanás los usa como afilados instrumentos para oponerse al progreso de la verdad”
(Comentario Bíblico Adventista, tomo 5, págs. 1064, 1065).
“De una manera más amplia, estaba entrando en el conflicto de su vida. Aunque era el
Príncipe de Paz, su venida iba a ser como el acto de desenvainar una espada” (El Deseado
de Todas las Gentes, pág. 85).
El Evangelio como una “espada”
3. Si el evangelio es un mensaje de paz, ¿por qué no es recibido por todas las
naciones que anhelan paz? Juan 3:19; 10:25-27.
“‘Gloria en las alturas a Dios, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hom-
bres.’ (S. Lucas 2:14.) Hay contradicción aparente entre estas declaraciones proféticas
y las palabras de Cristo: ‘No vine a traer paz, sino espada’ (S. Mateo 10:34. V.M.). Pero
si se las entiende correctamente, se nota armonía perfecta entre ellas. El Evangelio es un
mensaje de paz. El cristianismo es un sistema que, de ser recibido y practicado, derramaría
paz, armonía y dicha por toda la tierra. La religión de Cristo unirá en estrecha fraternidad
a todos los que acepten sus enseñanzas. La misión de Jesús consistió en reconciliar a los
hombres con Dios, y así a unos con otros; pero el mundo en su mayoría se halla bajo
el dominio de Satanás, el enemigo más encarnizado de Cristo. El Evangelio presenta a
los hombres principios de vida que contrastan por completo con sus hábitos y deseos, y
por esto se rebelan contra Él. Aborrecen la pureza que pone de manifiesto y condena sus
pecados, y persiguen y dan muerte a quienes los instan a reconocer sus sagrados y justos
requerimientos. Por esto, es decir, por los odios y disensiones que despiertan las verdades
que trae consigo, el Evangelio se llama una espada” (El Conflicto de los Siglos, págs. 50,
51).
PRIMER SEMESTRE 2013 21
22. Paz perfecta
4. ¿Qué herencia confió Jesús a sus discípulos antes de irse? Juan 14:27.
“La paz que Cristo denomina su paz y la que Él legó a sus discípulos no es la que
evita todas las divisiones, sino es la paz que se brinda y se disfruta en medio de las disen-
siones. La paz que siente el fiel defensor de la causa de Cristo es el conocimiento de que
está haciendo la voluntad de Dios y reflejando su gloria por medio de las buenas obras.
Es una paz interna, más bien que externa. Afuera hay guerras y luchas por la oposición
de enemigos declarados, y aun la frialdad y desconfianza de los que afirman ser amigos”
(Alza tus Ojos, pág. 218).
“Los que aceptan la palabra de Cristo al pie de la letra, y entregan su alma a su cus-
todia, y su vida para que Él la ordene, hallarán paz y quietud. Ninguna cosa del mundo
puede entristecerlos cuando Jesús los alegra con su presencia. En la perfecta aquiescencia
hay descanso perfecto. El Señor dice: ‘Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento
en ti persevera; porque en ti se ha confiado’” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 298).
5. Si deseamos esta paz, ¿qué debemos hacer? Mateo 11:28, 29; Isaías 26:3;
Salmo 119:165.
“Quien consienta en renunciar al pecado y abra el corazón al amor de Cristo partici-
pará de esta paz celestial.
“No hay otro fundamento para la paz. La gracia de Cristo, aceptada en el corazón,
vence la enemistad, apacigua la lucha y llena el alma de amor. El que está en armonía con
Dios y con su prójimo no sabrá lo que es la desdicha. No habrá envidia en su corazón ni su
imaginación albergará el mal; allí no podrá existir el odio. El corazón que está de acuerdo
con Dios participa de la paz del cielo y esparcirá a su alrededor una influencia bendita.
El espíritu de paz se asentará como rocío sobre los corazones cansados y turbados por la
lucha del mundo (El Discurso Maestro de Jesucristo, págs. 27, 28).
6. ¿Es posible perder esta paz celestial? ¿Cómo? En un caso tal, ¿cómo se
puede encontrar de nuevo? Isaías 59:1, 2; 1 Juan 2:1; Romanos 5:1.
“La vida de cada hombre testifica acerca de la verdad de las palabras de la Escritura:
‘Los impíos son como la mar en tempestad, que no puede estarse quieta.... No hay paz,
dijo mi Dios, para los impíos.’ El pecado ha destruido nuestra paz. Mientras el yo no está
subyugado, no podemos hallar descanso” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 302).
“El sentimiento del pecado ha envenenado las fuentes de la vida; pero Cristo dice: ‘Yo
llevaré vuestros pecados; yo os daré paz. Os compré con mi sangre. Sois míos. Mi gracia
fortalecerá vuestra voluntad debilitada; os libraré del remordimiento de vuestro pecado.’
Cuando os asalten las tentaciones, cuando os veáis envueltos en perplejidad y cuidados,
cuando, deprimidos y desalentados, estéis a punto de ceder a la desesperación, mirad a
Jesús y las tinieblas que os rodeen se desvanecerán ante el resplandor de su presencia.
Cuando el pecado contiende por dominar vuestra alma y agobia vuestra conciencia, mirad
22 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
23. al Salvador. Su gracia basta para vencer el pecado. Vuélvase hacia Él vuestro agradecido
corazón que tiembla de incertidumbre. Echad mano de la esperanza que os es propuesta.
Cristo aguarda para adoptarnos en su familia. Su fuerza auxiliará vuestra flaqueza; os
guiará paso a paso. Poned vuestra mano en la suya, y dejaos guiar por Él” (El Ministerio
de Curación, págs. 56, 57).
Bienaventurados los pacificadores
7. ¿Nos encontramos entre los pacificadores? Si lo estamos, ¿cuál será nuestra
experiencia? Mateo 5:9.
“Los seguidores de Cristo son enviados al mundo con el mensaje de paz. Quienquiera
que revele el amor de Cristo por la influencia inconsciente y silenciosa de una vida santa;
quienquiera que incite a los demás, por palabra o por hechos, a renunciar al pecado y
entregarse a Dios, es un pacificador.
“‘Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios’. El
espíritu de paz es prueba de su relación con el cielo. El dulce sabor de Cristo los envuelve.
La fragancia de la vida y la belleza del carácter revelan al mundo que son hijos de Dios.
Sus semejantes reconocen que han estado con Jesús” (El Discurso Maestro de Jesucristo,
pág. 28).
Meditación
“‘Bienaventurados los pacificadores.’ La paz de Cristo nace de la verdad. Está en
armonía con Dios. El mundo está en enemistad con la ley de Dios; los pecadores están en
enemistad con su Hacedor; y como resultado, están en enemistad unos con otros. Pero el
salmista declara: ‘Mucha paz tienen los que aman tu ley; y no hay para ellos tropiezo.’ Los
hombres no pueden fabricar la paz. Los planes humanos, para la purificación y elevación
de los individuos o de la sociedad, no lograrán la paz, porque no alcanzan al corazón. El
único poder que puede crear o perpetuar la paz verdadera es la gracia de Cristo. Cuando
ésta esté implantada en el corazón, desalojará las malas pasiones que causan luchas y
disensiones” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 270).
Estudio personal
• Isaías 32:17
“Han de seguir ‘lo que hace a la paz,’ pero la verdadera paz no puede obtenerse traicio-
nando los buenos principios. Y ningún hombre puede ser fiel a estos principios sin excitar
oposición. Un cristianismo espiritual recibirá la oposición de los hijos de la desobediencia.
Pero Jesús dijo a sus discípulos: ‘No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no
pueden matar.’ Los que son fieles a Dios no necesitan temer el poder de los hombres ni la
enemistad de Satanás” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 322, 323).
***
PRIMER SEMESTRE 2013 23
24. 6
Sábado, 9 de Febrero 2013
Nuestro Hermano
“El que es ‘santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores,’ no se avergüenza de
llamarnos hermanos. En Cristo, la familia de la tierra y la familia del cielo están ligadas.
Cristo glorificado es nuestro hermano. El cielo está incorporado en la humanidad, y la
humanidad, envuelta en el seno del Amor Infinito” (El Deseado de Todas las Gentes, pág.
17).
Los hermanos de Jesús
1. ¿Quiénes, de acuerdo a las enseñanzas de Jesús, son sus hermanos? Marcos
3:31-35; Mateo 7:21; Gálatas 3:26.
“Mientras Jesús estaba todavía enseñando a la gente, sus discípulos trajeron la noticia
de que su madre y sus hermanos estaban afuera y deseaban verle. Él sabía lo que sentían
ellos en su corazón, y ‘respondiendo Él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre y
quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi
madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre que está en
los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre.’
“Todos los que quisieran recibir a Cristo por la fe iban a estar unidos con Él por un
vínculo más íntimo que el del parentesco humano. Iban a ser uno con Él, como Él era uno
con el Padre. Al creer y hacer sus palabras, su madre se relacionaba en forma salvadora
con Jesús y más estrechamente que por su vínculo natural con Él. Sus hermanos no se
beneficiarían de su relación con Él a menos que le aceptasen como su Salvador personal”
(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 292).
El amor de nuestro Hermano mayor
2. Siendo nuestro Hermano mayor, ¿cómo expresó Jesús su maravilloso amor
por nosotros? Filipenses 2:7, 8; Hebreos 2:17.
“Si nuestra salvación dependiera de nuestros propios esfuerzos, no podríamos ser
salvos; pero ella depende de Uno que endosa todas las promesas. Nuestro asimiento de
Él puede parecer débil, pero su amor es como el de un hermano mayor; mientras man-
tengamos nuestra unión con Él, nadie podrá arrancarnos de su mano” (Los Hechos de los
Apóstoles, pág. 441).
24 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
25. Su Padre, nuestro Padre
3. ¿Qué seguridad tenemos de ser aceptados por el Padre a través de Jesús?
Hebreos 2:11, 12.
“Jesús nos enseña a llamar a su Padre, nuestro Padre. No se avergüenza de llamarnos
hermanos. Tan dispuesto, y ansioso, está el corazón del Salvador a recibirnos como miem-
bros de la familia de Dios, que desde las primeras palabras que debemos emplear para
acercarnos a Dios Él expresa la seguridad de nuestra relación divina: ‘Padre nuestro’” (El
Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 89).
“En la apostasía, el hombre se separa de Dios, la separación es amplia y terrible; pero
Cristo ha hecho provisión de nuevo para relacionarnos consigo. El poder del mal está tan
identificado con la naturaleza humana que ningún hombre puede vencerlo excepto por su
unión con Cristo. Por medio de esta unión recibimos poder moral y espiritual. Si tenemos
el espíritu de Cristo llevaremos el fruto de justicia, fruto que honrará y bendecirá a los
hombres, y glorificará a Dios” (Reavivamientos Modernos, pág. 43).
4. ¿En qué ocasión se refirió Jesús a esta relación especial con sus discípulos?
Mateo 28:10; Marcos 16:7.
“Pero ahora, con su propia voz familiar, Jesús le dijo: ‘¡María!’ Entonces supo que no
era un extraño el que se dirigía a ella y, volviéndose, vio delante de sí al Cristo vivo. En su
gozo, se olvidó que había sido crucificado. Precipitándose hacia Él, como para abrazar sus
pies, dijo: ‘¡Rabboni!’ Pero Cristo alzó la mano diciendo: No me detengas; ‘porque aun no
he subido a mi Padre: mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre,
a mi Dios y a vuestro Dios.’ Y María se fue a los discípulos con el gozoso mensaje.…
“La primera obra que hizo Cristo en la tierra después de su resurrección consistió en
convencer a sus discípulos de su no disminuido amor y tierna consideración por ellos. Para
probarles que era su Salvador vivo, que había roto las ligaduras de la tumba y no podía
ya ser retenido por el enemigo de la muerte, para revelarles que tenía el mismo corazón
lleno de amor que cuando estaba con ellos como su amado Maestro, les apareció vez tras
vez. Quería estrechar aun más en derredor de ellos los vínculos de su amor. Id, decid a
mis hermanos –dijo,– que se encuentren conmigo en Galilea” (El Deseado de Todas las
Gentes, págs 734, 736).
Ser miembros de la familia celestial
5. ¿Cómo podemos ser hijos de Dios y hermanos de Jesús? Juan 1:12:13;
1 Juan 5:1, 2; Romanos 8:14.
“Si llamáis a Dios vuestro Padre os reconocéis hijos suyos, para ser guiados por su
sabiduría y para darle obediencia en todas las cosas, sabiendo que su amor es inmutable.
Aceptaréis su plan para vuestra vida. Como hijos de Dios, consideraréis como objeto de
vuestro mayor interés, su honor, su carácter, su familia y su obra. Vuestro gozo consistirá
PRIMER SEMESTRE 2013 25
26. en reconocer y honrar vuestra relación con vuestro Padre y con todo miembro de su
familia. Os gozaréis en realizar cualquier acción, por humilde que sea, que contribuya a su
gloria o al bienestar de vuestros semejantes” (El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 91).
“Todos los que han nacido en la familia celestial son en un sentido especial los herma-
nos de nuestro Señor. El amor de Cristo liga a los miembros de su familia, y dondequiera
que se hace manifiesto este amor se revela la filiación divina” (El Deseado de Todas las
Gentes, pág. 593).
6. ¿Qué deseo expresó Jesús en su oración intercesora dirigida a su Padre en
nuestro favor? Juan 17:21, 24.
“El Señor desea que sus siervos escogidos aprendan cómo unirse en un esfuerzo
armonioso. Puede parecerles a algunos que el contraste entre sus dones y los dones de
sus colaboradores es demasiado grande para permitirles unirse en un esfuerzo armonioso;
pero cuando recuerden que hay variedad de mentes que alcanzar, y que algunos rechaza-
rán la verdad como la presenta algún obrero, sólo para abrir sus corazones a la verdad de
Dios como la presenta de diferente manera otro obrero, se esforzarán llenos de esperanza
por trabajar juntamente en unidad. Sus talentos, aunque diversos, pueden estar bajo el con-
trol del mismo Espíritu. En toda palabra y acto, se revelarán bondad y amor; y a medida
que todo obrero ocupe fielmente el lugar que le ha sido señalado, la oración de Cristo por
la unidad de sus seguidores será contestada, y el mundo sabrá que éstos son sus discípulos”
(El Evangelismo, pág. 77).
Coherederos con Cristo
7. Sí somos hermanos de Jesús, ¿cuál será nuestra herencia? Gálatas 3:29;
Romanos 8:17; Mateo 25:34.
“‘Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios’ (Sal.
103:13; 1 Juan 3:1). ¡Cuán precioso privilegio es éste, que seamos hijos e hijas del
Altísimo, herederos de Dios y coherederos con Jesucristo!” (Joyas de los Testimonios,
tomo 2, págs. 108, 109).
“Dios ama a sus hijos obedientes. Tiene un reino preparado, no para súbditos des-
leales, sino para sus hijos que Él ha probado y purificado en un mundo maleado y co-
rrompido por el pecado. Como hijos obedientes tenemos el privilegio de tener relación con
Dios. ‘Si hijos –dice Él– también herederos’ de una herencia inmortal... Cristo y su pueblo
son uno” (Comentario Bíblico Adventista, pág. 1077).
Meditación
“Los que aceptan a Cristo como su Salvador personal no son dejados huérfanos, para
sobrellevar solos las pruebas de la vida. Él los recibe como miembros de la familia celes-
tial, los invita a llamar a su Padre, Padre de ellos también. Son sus ‘pequeñitos,’ caros al
corazón de Dios, vinculados con Él por los vínculos más tiernos y permanentes.…
26 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
27. “Y si sostenemos un vínculo de parentesco con Él, ¡con qué ternura debemos conside-
rar a los que son hermanos y hermanas de nuestro Señor! ¿No debiéramos estar listos para
reconocer los derechos de nuestra relación divina? Adoptados en la familia de Dios, ¿no
honraremos a nuestro Padre y a nuestra parentela?” (El Deseado de Todas las Gentes,
pág. 294).
Estudio personal
“A los que le reciben les da potestad de ser hechos hijos de Dios, para que al fin
Dios los reciba como suyos, a fin de que vivan con Él por toda la eternidad. Si durante
esta vida permanecen leales a Dios, al fin ‘verán su cara; y su nombre estará en sus
frentes.’(Apocalipsis 22:4.) ¿Y en qué consiste la felicidad del cielo sino en ver a Dios?
¿Qué gozo mayor puede haber para el pecador salvado por la gracia de Cristo que el de
contemplar la faz de Dios y conocerle como Padre?” (El Ministerio de Curación, pág.
328).
“Dios nos ama como ama a su Hijo. Es lo que dijo Jesús en su postrera oración en
favor de sus discípulos: ‘Los has amado a ellos como también a mí me has amado’” (El
Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 89).
• Hebreos 1:2
***
7
Sábado, 16 de Febrero 2013
El Buen Pastor
“‘El que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.’ Cristo es la puerta y también
el pastor. Él entra por sí mismo. Es por su propio sacrificio como llega a ser pastor de las
ovejas. ‘A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz: y a sus ovejas llama por nombre,
y las saca. Y como ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le
siguen, porque conocen su voz’” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 444).
Profecías concernientes al Pastor divino
1. ¿Cómo se presenta Jesús a sí mismo? ¿Cuál es su misión? Juan 10:11.
“Cristo, el gran ejemplo para todos los predicadores, se compara a un pastor. ‘YO
SOY el buen pastor: Declara Él – el buen pastor su vida da por las ovejas. Yo soy el buen
pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen. Como el Padre me conoce, y yo
conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.’ Como un pastor terreno conoce sus
ovejas, así conoce el Pastor divino su grey que está dispersa por todo el mundo. ‘Vosotras,
PRIMER SEMESTRE 2013 27
28. ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice el Señor Jehová’”
(Obreros Evangélicos, pág. 189).
“‘Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.’ Es decir,
mi Padre os ama tanto, que me ama aun más porque doy mi vida para redimiros. Al ha-
cerme vuestro substituto y fiador, mediante la entrega de mi vida, tomando vuestras obli-
gaciones, vuestras transgresiones, se encarece el amor de mi Padre hacia mí” (El Deseado
de Todas las Gentes, págs. 447, 448).
2. ¿Quién profetizó en el Antiguo Testamento acerca del Pastor divino? Isaías
40:11; Salmo 23:1.
“El profeta Isaías había aplicado esta figura a la misión del Mesías, en las alentadoras
palabras: ‘Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sión; levanta fuertemente tu voz,
anunciadora en Jerusalem; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Veis aquí el
Dios vuestro!... Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo cogerá los corderos, y
en su seno los llevará.’ David había cantado: ‘Jehová es mi pastor; nada me faltará.’ El
Espíritu Santo había declarado por Ezequiel: ‘Y despertaré sobre ellas un pastor, y Él las
apacentará.’ ‘Yo buscaré la perdida, y tornaré la amontada, y ligaré la perniquebrada, y
corroboraré la enferma.’ ‘Y estableceré con ellos pacto de paz.’ ‘Y no serán más presa de
las gentes, … sino que habitarán seguramente, y no habrá quien espante’” (El Deseado de
Todas las Gentes, pág. 442).
El Pastor y la puerta del redil
3. ¿Cómo explica Jesús, el Pastor divino, que también es la puerta del redil?
Juan 10:9.
“Cristo es la puerta del redil de Dios. Por esta puerta todos sus hijos, desde los más
remotos tiempos, han hallado entrada. En Jesús, como estaba presentado en los tipos,
prefigurado en los símbolos, manifestado en la revelación de los profetas, revelado en las
lecciones dadas a sus discípulos, y en los milagros obrados en favor de los hijos de los
hombres, ellos han contemplado al ‘Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo,’
y por Él son introducidos en el redil de su gracia. Se han presentado muchos otros obje-
tos de fe en el mundo; se han ideado ceremonias y sistemas por los cuales los hombres
esperan recibir justificación y paz para con Dios, y hallar así entrada en su redil. Pero la
única puerta es Cristo, y todos los que han interpuesto alguna otra cosa para que ocupe el
lugar de Cristo, todos los que han procurado entrar en el redil de alguna otra manera, son
ladrones y robadores” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 443).
4. ¿Es animador saber que Jesucristo conoce su rebaño? Ezequiel 34:31; Isaías
43:1; 49:16, primera parte.
“Como un pastor terrenal conoce sus ovejas, así el divino Pastor conoce su rebaño,
esparcido por el mundo. ‘Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo
28 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
29. vuestro Dios, dice el Señor Jehová.’ Jesús dice: ‘Te puse nombre, mío eres tú.’ ‘He aquí
que en las palmas te tengo esculpida.’
“Jesús nos conoce individualmente, y se conmueve por el sentimiento de nuestras
flaquezas. Nos conoce a todos por nombre. Conoce la casa en que vivimos, y el nombre
de cada ocupante. Dio a veces instrucciones a sus siervos para que fueran a cierta calle en
cierta ciudad, a tal casa, para hallar a una de sus ovejas” (El Deseado de Todas las Gentes,
pág. 444).
La preocupación del Pastor
5. Sí nos decarriamos, ¿qué hará el Pastor divino? Lucas 15:4; 19:10.
“Pero en la parábola de la oveja perdida, Cristo enseña que la salvación no se debe a
nuestra búsqueda de Dios, sino a su búsqueda de nosotros. ‘No hay quien entienda, no hay
quien busque a Dios; todos se apartaron’. No nos arrepentimos para que Dios nos ame,
sino que Él nos revela su amor para que nos arrepintamos.…
“La oveja que se ha descarriado del redil es la más impotente de todas las criaturas.
El pastor debe buscarla, pues ella no puede encontrar el camino de regreso. Así también
el alma que se ha apartado de Dios, es tan impotente como la oveja perdida, y si el amor
divino no hubiera ido en su rescate, nunca habría encontrado su camino hacia Dios.…
Hace todos los esfuerzos posibles por encontrar esa sola oveja perdida.… Al fin es re-
compensado su esfuerzo; encuentra la perdida.…” (Palabras de Vida del Gran Maestro,
págs. 148, 146, 147).
6. Así como bala alegremente la oveja perdida al ser encontrada por el pastor,
¿qué ocurre en el cielo cuando un alma perdida es encontrada? Lucas 15:7.
“‘Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido’ (Luc. 15:6).
Así también, cuando un extraviado es encontrado por el gran Pastor de las ovejas, los
ángeles celestiales responden a la nota de gozo del Pastor. Cuando el perdido es encon-
trado, el cielo y la tierra se unen en agradecimiento y regocijo. ‘Habrá más gozo en el
cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de
arrepentimiento’ (Luc. 15:7)” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 398).
Buscando la oveja perdida
7. El propósito de Jesús es reunir su rebaño. ¿Estamos dispuestos a trabajar
con Él para buscar, también otras ovejas–perdidas y descarriadas? ¿Qué
mensaje podemos darles? Juan 10:16; Isaías 56:8.
“¿A cuántos de los errantes, tú, lector, has buscado y llevado de vuelta al redil?
Cuando te apartas de los que no parecen promisorios ni atractivos, ¿te das cuenta de que
estás descuidando las almas que está buscando Cristo? En el preciso momento en que te
apartas de ellos, quizá es cuando necesiten más de tu compasión. En cada reunión de culto,
PRIMER SEMESTRE 2013 29
30. hay almas que anhelan descanso y paz. Quizá parezca que viven vidas descuidadas, pero
no son insensibles a la influencia del Espíritu Santo. Muchas de ellas pueden ser ganadas
para Cristo” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 150).
“Si Cristo dejó las noventa y nueve para buscar y salvar a la oveja perdida, ¿podremos
quedar justificados haciendo menos? ¿No es la omisión de trabajar como Cristo trabajó, de
sacrificarse como Él se sacrificó, una traición hecha a los cometidos sagrados, un insulto a
Dios?” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 375).
Meditación
“¿Estáis vosotros, los que veis este ejemplo, cooperando con el que está tratando de
salvar a los perdidos? ¿Sois colaboradores con Cristo? ¿No podéis soportar por su causa
sacrificios, padecimientos y pruebas? Hay oportunidad de hacer bien a las almas de los
jóvenes y de los que yerran. Si veis a alguno cuyas palabras o actitud demuestran que está
separado de Dios, no le culpéis. No es obra vuestra condenarle, sino acercaros a su lado
para darle ayuda. Considerad la humildad de Cristo, su mansedumbre y sumisión, obrad
como Él obró, con el corazón lleno de ternura santificada” (Joyas de los Testimonios, tomo
2, pág. 408).
Estudio personal
“Recordemos que Jesús nos conoce individualmente, y se compadece de nuestras
flaquezas. Conoce las necesidades de cada una de sus criaturas, y la pena oculta e inex-
presada de cada corazón. Si se perjudica a uno de los pequeñuelos por los cuales murió, lo
ve y pedirá cuenta al ofensor. Jesús es el buen Pastor. Él se interesa por sus ovejas débiles,
enfermizas y errabundas. Las conoce a todas por nombre. La angustia de cada oveja y de
cada cordero de su rebaño conmueve su corazón de amor y simpatía; y llega a su oído el
clamor que pide ayuda” (Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 115).
“Gracias a Dios, Él no ha presentado a nuestra imaginación el cuadro de un pastor que
regresa dolorido sin la oveja. La parábola no habla de fracaso, sino de éxito y gozo en la
recuperación. Aquí está la garantía divina de que no es descuidada o dejada al desamparo
ni aun una de las ovejas descarriadas del aprisco de Dios. Cristo rescatará del hoyo de la
corrupción y de las zarzas del pecado a todo el que tenga el deseo de ser redimido” (Pala-
bras de Vida del Gran Maestro, pág. 147).
***
30 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
31. 8
Sábado, 23 de Febrero 2013
El Cordero de Dios
“Juan había quedado profundamente conmovido al ver a Jesús postrarse como supli-
cante para pedir con lágrimas la aprobación del Padre. Al rodearle la gloria de Dios y
oírse la voz del cielo, Juan reconoció la señal que Dios le había prometido. Sabía que era
al Redentor del mundo a quien había bautizado. El Espíritu Santo descendió sobre Él, y
extendiendo la mano, señaló a Jesús y exclamó: ‘He aquí el Cordero de Dios, que quita el
pecado del mundo’” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 87).
Símbolo del Cordero de Dios
1. ¿Cuándo fue anunciado por primera vez el Cordero de Dios y por medio de
qué tipo? Génesis 3:15; 4:4; Éxodo 29:38, 39.
“El sacrificio de animales fue ordenado por Dios para que fuese para el hombre un
recuerdo perpetuo, un penitente reconocimiento de su pecado y una confesión de su fe en
el Redentor prometido. Tenía por objeto manifestar a la raza caída la solemne verdad de
que el pecado era lo que causaba la muerte. Para Adán el ofrecimiento del primer sacrificio
fue una ceremonia muy dolorosa. Tuvo que alzar la mano para quitar una vida que sólo
Dios podía dar. Por primera vez iba a presenciar la muerte, y sabía que si hubiese sido
obediente a Dios no la habrían conocido el hombre ni las bestias. Mientras mataba a la
inocente víctima temblaba al pensar que su pecado haría derramar la sangre del Cordero
inmaculado de Dios. Esta escena le dio un sentido más profundo y vívido de la enormidad
de su transgresión, que nada sino la muerte del querido Hijo de Dios podía expiar.…
“Trajo la víctima inmolada, la vida sacrificada, y así reconoció las demandas de la
ley que había sido quebrantada. En la sangre derramada contempló el futuro sacrificio, a
Cristo muriendo en la cruz del Calvario; y al confiar en la expiación que iba a realizarse
allí, obtuvo testimonio de que era justo, y de que su ofrenda había sido aceptada” (Patriar-
cas y Profetas, págs. 54, 55, 59, 60).
2. ¿Qué paralelo se puede establecer entre el sacrificio pedido a Abrahán y el
Cordero de Dios? Génesis 22:7-16.
“Y en el carnero divinamente provisto en lugar de Isaac, Abrahán vio un símbolo de
Aquel que había de morir por los pecados de los hombres.…
“Abrahán aprendió de Dios la mayor lección que haya sido dada a los mortales. Su
oración porque pudiera ver a Cristo antes de morir fue contestada. Vio a Cristo; vio todo
lo que el mortal puede ver y vivir. Mediante una entrega completa, pudo comprender esa
PRIMER SEMESTRE 2013 31
32. visión referente a Cristo. Se le mostró que al dar a su Hijo unigénito para salvar a los peca-
dores de la ruina eterna, Dios hacía un sacrificio mayor y más asombroso que el que jamás
pudiera hacer el hombre” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 87, 435).
El Cordero pascual
3. En el tiempo adecuado, ¿quién sería el Cordero pascual? Éxodo 12:5, 6, 11;
1 Corintios 5:7.
“En el aposento alto de una morada de Jerusalén, Cristo estaba sentado a la mesa con
sus discípulos. Se habían reunido para celebrar la Pascua. El Salvador deseaba observar
esta fiesta a solas con los doce. Sabía que había llegado su hora; Él mismo era el verdadero
cordero pascual, y en el día en que se comiera la pascua, iba a ser sacrificado. Estaba por
beber la copa de la ira; pronto iba a recibir el bautismo final de sufrimiento” (El Deseado
de Todas las Gentes, pág. 598).
“La pascua había de ser tanto conmemorativa como simbólica. No sólo recordaría la
liberación de Israel, sino que también señalaría la liberación más grande que Cristo habría
de realizar para libertar a su pueblo de la servidumbre del pecado. El cordero del sacrificio
representa al ‘Cordero de Dios,’ en quien reside nuestra única esperanza de salvación.
Dice el apóstol: ‘Nuestra pascua, que es Cristo, fue sacrificada por nosotros’ (1 Cor. 5:7)”
(Patriarcas y Profetas, pág. 281).
4. ¿Qué cambios introduciría el sacrificio del verdadero Cordero pascual?
¿Cuándo finalizaron todos los sacrificios ceremoniales? Lucas 22:13-20;
23:45, 46.
“Cristo se hallaba en el punto de transición entre dos sistemas y sus dos grandes fiestas
respectivas. Él, el Cordero inmaculado de Dios, estaba por presentarse como ofrenda por
el pecado, y así acabaría con el sistema de figuras y ceremonias que durante cuatro mil
años había anunciado su muerte. Mientras comía la pascua con sus discípulos, instituyó en
su lugar el rito que había de conmemorar su gran sacrificio. La fiesta nacional de los judíos
iba a desaparecer para siempre. El servicio que Cristo establecía había de ser observado
por sus discípulos en todos los países y a través de todos los siglos” (El Deseado de Todas
las Gentes, pág. 608).
“Las ceremonias relacionadas con los servicios del templo, que prefiguraban a Cristo
en símbolos y sombras, fueron quitadas en el tiempo de la crucifixión, porque en la cruz
el símbolo se encontró con la realidad simbolizada [‘tipo’ y ‘antitipo’] en la muerte de la
verdadera y perfecta ofrenda, el Cordero de Dios” (Comentario Bíblico Adventista, tomo
6, pág. 1115).
El Cordero de Dios se ofrece a sí mismo
5. ¿Cómo se cumplieron las palabras del profeta Isaías? Isaías 53:4-7.
32 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
33. “Caifás se desesperaba. Quedaba un último recurso; había que obligar a Cristo a con-
denarse a sí mismo. El sumo sacerdote se levantó del sitial del juez, con el rostro descom-
puesto por la pasión, e indicando claramente por su voz y su porte que, si estuviese en su
poder, heriría al preso que estaba delante de él. ‘¿No respondes nada? –exclamó,– ¿qué
testifican éstos contra ti?’
“Jesús guardó silencio. ‘Angustiado Él, y afligido, no abrió su boca: como cordero fue
llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió
su boca.…’
“Una mancha sobre su vida humana, un desfallecimiento de su humanidad para
soportar la prueba terrible, y el Cordero de Dios habría sido una ofrenda imperfecta y la
redención del hombre habría fracasado. Pero Aquel que con una orden podría haber hecho
acudir en su auxilio a la hueste celestial, el que por la manifestación de su majestad divina
podría haber ahuyentado de su vista e infundido terror a esa muchedumbre, se sometió con
perfecta calma a los más groseros insultos y ultrajes” (El Deseado de Todas las Gentes,
págs. 653, 683).
6. ¿Qué caracterizaba a ambos, al cordero ceremonial y al Cordero de Dios?
Levítico 22:20; 1 Pedro 1:19.
“Dios les indicó expresamente que toda ofrenda presentada para el servicio del santua-
rio debía ser ‘sin defecto’ (Éxo. 12:5). Los sacerdotes debían examinar todos los animales
que se traían como sacrificio, y rechazar los defectuosos. Sólo una ofrenda ‘sin defecto’
podía simbolizar la perfecta pureza de Aquel que había de ofrecerse como ‘cordero sin
mancha y sin contaminación’ (1 Ped. 1:19)” (Patriarcas y Profetas, pág. 363).
“Las ofrendas presentadas al Señor debían ser sin mácula. Estas ofrendas represen-
taban a Cristo, y por ello es evidente que Jesús mismo estaba exento de toda deformidad
física. Era el ‘cordero sin mancha y sin contaminación.’ Su organismo físico no era afeado
por defecto alguno; su cuerpo era sano y fuerte. Y durante toda su vida vivió en conformi-
dad con las leyes de la naturaleza. Tanto física como espiritualmente, era un ejemplo de
lo que Dios quería que fuese toda la humanidad mediante la obediencia a sus leyes” (El
Deseado de Todas las Gentes, pág. 34).
El Cordero de Dios en el Monte de Sión
7. ¿Dónde encontramos de nuevo al Cordero de Dios? ¿Qué hará posible que
alguien se encuentre entre los elegidos a su lado? Apocalipsis 14:1-5.
“Juan vio un Cordero sobre el monte de Sión, y con Él 144.000 que tenían el nombre
de su Padre escrito en sus frentes. Llevaban el sello del cielo. Reflejaban la imagen de
Dios. Estaban llenos de la luz y de la gloria del que es Santo. Si queremos tener la imagen
y la inscripción de Dios en nosotros, debemos apartarnos de toda iniquidad. Debemos
abandonar cada mala práctica, y entonces colocar nuestro caso en las manos de Cristo.
Mientras estemos ocupados en nuestra salvación con temor y temblor, Dios producirá en
nosotros así el querer como el hacer por su buena voluntad” (Comentario Bíblico Adven-
tista, tomo 7, pág. 988).
PRIMER SEMESTRE 2013 33
34. “Para seguir a Cristo no necesitamos esperar hasta que seamos trasladados. El pueblo
de Dios puede hacer eso en esta tierra. Sólo, podremos seguir al Cordero de Dios en los
atrios celestiales, si lo seguimos aquí. Que lo sigamos en el cielo depende de que guar-
demos ahora sus mandamientos. No debemos seguir a Cristo esporádica o caprichosa-
mente, sólo cuando nos conviene” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 7, pág. 989).
Meditación
“Fije el pecador arrepentido sus ojos en ‘el Cordero de Dios, que quita el pecado
del mundo;’ y contemplándolo, se transformará. Su temor se trueca en gozo, sus dudas
en esperanza. Brota la gratitud. El corazón de piedra se quebranta. Una oleada de amor
inunda el alma. Cristo es en él una fuente de agua que brota para vida eterna. Cuando
vemos a Jesús, Varón de dolores y experimentado en quebrantos, trabajando para salvar a
los perdidos, despreciado, escarnecido, echado de una ciudad a la otra hasta que su misión
fue cumplida; cuando le contemplamos en Getsemaní, sudando gruesas gotas de sangre, y
muriendo en agonía sobre la cruz; cuando vemos eso, no podemos ya reconocer el clamor
del yo. Mirando a Jesús, nos avergonzaremos de nuestra frialdad, de nuestro letargo, de
nuestro egoísmo. Estaremos dispuestos a ser cualquier cosa o nada, para servir de todo
corazón al Maestro. Nos regocijará el llevar la cruz en pos de Jesús, el sufrir pruebas,
vergüenza o persecución por su amada causa” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 407).
Estudio personal
“En el templo, el sacrificio matutino y el vespertino señalaban diariamente al Cordero
de Dios; sin embargo, ni aun allí se habían hecho los preparativos para recibirle. Los sa-
cerdotes y maestros de la nación no sabían que estaba por acontecer el mayor suceso de
los siglos” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 30).
“El carnero ofrecido en lugar de Isaac representaba al Hijo de Dios, que había de ser
sacrificado en nuestro lugar. Cuando el hombre estaba condenado a la muerte por su trans-
gresión de la ley de Dios, el Padre, mirando a su Hijo, dijo al pecador: ‘Vive, he hallado un
rescate’” (Patriarcas y Profetas, pág. 150).
“Mientras el pueblo estaba reunido en Jerusalén para celebrar la Pascua, Él, el ver-
dadero Cordero de Dios representado por los sacrificios simbólicos, se puso aparte como
una oblación. Iba a ser necesario que su iglesia, en todos los siglos subsiguientes, hiciese
de su muerte por los pecados del mundo un asunto de profunda meditación y estudio.…
“Habían traído para matarlo el cordero que representaba a Cristo.… Todo era terror
y confusión. El sacerdote estaba por matar la víctima; pero el cuchillo cayó de su mano
enervada y el cordero escapó. El símbolo había encontrado en la muerte del Hijo de Dios
la realidad que prefiguraba. El gran sacrificio había sido hecho. Estaba abierto el camino
que llevaba al santísimo. Había sido preparado para todos un camino nuevo y viviente.…
Ahora terminan todos los sacrificios y ofrendas por el pecado” (El Deseado de Todas las
Gentes, págs. 525, 705).
“El cordero había de prepararse entero, sin quebrar ninguno de sus huesos. De igual
manera, ni un solo hueso había de quebrarse del Cordero de Dios, que iba a morir por
nosotros (Éxo. 12:46; Juan 19:36). En esa forma también se representaba la plenitud del
sacrificio de Cristo” (Patriarcas y Profetas, pág. 282).
***
34 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
35. 9
Sábado, 2 de Marzo 2013
Nuestro Gran Sumo Sacerdote
“Nuestro gran Sumo Sacerdote completó la ofrenda expiatorio de sí mismo cuando
sufrió fuera de la puerta. Entonces se hizo una perfecta expiación por los pecados de la
gente. Jesús es nuestro Abogado, nuestro Sumo Sacerdote, nuestro Intercesor; por lo tanto,
nuestra situación actual es como la de los israelitas que estaban en el atrio exterior, espe-
rando y buscando esa bendita esperanza, el glorioso aparecimiento de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo.… El símbolo se encontró con la realidad simbolizada en la muerte de
Cristo, el Cordero muerto por los pecados del mundo. El gran Sumo Sacerdote ha hecho
el único sacrificio que es de valor” (Comentario Bíblico Adventista, tomo 7, pág. 924).
Designado para el sacerdocio
1. ¿Quién designó a Jesús como el gran Sumo Sacerdote? Hebreos 5:5, 6, 9, 10.
“Cristo no se glorificó a sí mismo al ser hecho Sumo Sacerdote. Dios lo designó para
el sacerdocio. Debía ser un ejemplo para toda la familia humana. Él se calificó para ser no
sólo el representante de la raza humana, sino su Abogado, de modo que cada alma, si así
lo desea, pudiera decir: Tengo un Amigo en el tribunal. Es un Sumo Sacerdote que puede
conmoverse con el sentimiento de nuestras flaquezas” (Comentario Bíblico Adventista,
tomo 7, pág. 942).
El nuevo pacto
2. ¿Sobre que base se estableció el nuevo pacto por medio del cual Jesús se
convirtió en el mayor Sumo Sacerdote para el ser humano? Hebreos 8:5, 6;
7:21, 22.
“Aunque este pacto fue hecho con Adán, y más tarde se le renovó a Abrahán, no pudo
ratificarse sino hasta la muerte de Cristo. Existió en virtud de la promesa de Dios desde
que se indicó por primera vez la posibilidad de redención. Fue aceptado por fe no obstante,
cuando Cristo lo ratificó fue llamado el pacto nuevo. La ley de Dios fue la base de este
pacto, que era sencillamente un arreglo para restituir al hombre a la armonía con la volun-
tad divina, colocándolo en situación de poder obedecer la ley de Dios.…
“El nuevo pacto se estableció sobre ‘mejores promesas’, la promesa del perdón de los
pecados, y de la gracia de Dios para renovar el corazón” (La Maravillosa Gracia, págs.
133, 136).
PRIMER SEMESTRE 2013 35
36. 3. Aunque tentado como nosotros, ¿cómo resurguió nuestro Sumo Sacerdote
de su conflicto con el pecado? Habiendo realizado experiencias, ¿qué es
capaz de hacer? Hebreos 4:15; 2:18; 7:26.
“Jesús se interesa en cada uno como si no hubiese otra persona en toda la tierra. Como
Dios, ejerce gran poder en nuestro favor, mientras que como Hermano mayor nuestro,
siente todas nuestras desgracias. La Majestad del cielo no se mantuvo alejada de la huma-
nidad degradada y pecaminosa. No tenemos un Sumo Sacerdote tan ensalzado y encum-
brado, que no pueda fijarse en nosotros o simpatizar con nosotros, sino que fue tentado
en todas las cosas como nosotros, aunque sin pecar” (Joyas de los Testimonios, tomo 2,
págs. 115, 116).
“Así también Cristo, el gran Sumo Sacerdote, al ofrecer su sangre ante el Padre
en favor de los pecadores, lleva sobre el corazón el nombre de toda alma arrepentida y
creyente. El salmista dice: ‘Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí’ (Sal.
40:17)” (Patriarcas y Profetas, pág 363).
En el santuario celestial
4. ¿Cuándo entró Jesús en el santuario celestial para desarrollar su cargo
como Sumo Sacerdote? Marcos 16:19; Hebreos 8:1, 2.
“Después de su ascensión, nuestro Salvador iba a principiar su obra como nuestro
Sumo Sacerdote. El apóstol Pablo dice: ‘No entró Cristo en el santuario hecho de mano,
figura del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la
presencia de Dios’ (Heb. 9:24)… Como Cristo, después de su ascensión, compareció ante
la presencia de Dios para ofrecer su sangre en beneficio de los creyentes arrepentidos…
“Aunque la sangre de Cristo habría de librar al pecador arrepentido de la condenación
de la ley, no había de anular el pecado; éste queda registrado en el santuario hasta la expia-
ción final;…
“En el gran día del juicio final…, en virtud de la sangre expiatoria de Cristo, los peca-
dos de todos los que se hayan arrepentido sinceramente serán borrados de los libros celes-
tiales” (Patriarcas y Profetas, pág 372).
5. Después de su ascensión, nuestro gran Sumo Sacerdote inició su ministerio
en el lugar santo y después se transfirió al lugar santísimo en 1844. Además
de presentar los méritos de su sangre en favor de los pecadores arrepentidos,
¿qué otra labor inició pronta a finalizar? 2 Timoteo 4:1; 1 Pedro 4:17.
“Estamos en el gran día de la expiación, cuando mediante la confesión y el arrepen-
timiento nuestros pecados han de ir de antemano al juicio.…
“En 1844, nuestro gran Sumo Sacerdote entró en el lugar santísimo del santuario
celestial para comenzar la obra del juicio investigador. Han estado siendo examinados de-
lante de Dios los casos de los muertos justos. Cuando se complete esa obra, se pronunciará
juicio sobre los vivientes. ¡Cuán preciosos, cuán importantes son estos solemnes momen-
36 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA
37. tos! Cada uno de nosotros tiene un caso pendiente en el tribunal celestial. Individualmente
hemos de ser juzgados de acuerdo con lo que hicimos en el cuerpo” (Mensajes Selectos,
tomo 1, pág. 145).
El ministerio de nuestro gran Sumo Sacerdote
6. ¿Por qué es tan importante que Jesús sea nuestro gran Sumo Sacerdote?
Apocalipsis 8:3, 4.
“Los servicios religiosos, las oraciones, la alabanza, la confesión arrepentida del
pecado ascienden desde los verdaderos creyentes como incienso ante el santuario celes-
tial, pero al pasar por los canales corruptos de la humanidad, se contaminan de tal manera
que, a menos que sean purificados por sangre, nunca pueden ser de valor ante Dios. No
ascienden en pureza inmaculada, y a menos que el Intercesor, que está a la diestra de Dios,
presente y purifique todo por su justicia, no son aceptables ante Dios. Todo el incienso de
los tabernáculos terrenales debe ser humedecido con las purificadoras gotas de la sangre
de Cristo. Él sostiene delante del Padre el incensario de sus propios méritos, en los cuales
no hay mancha de corrupción terrenal. Recoge en ese incensario las oraciones, la alabanza
y las confesiones de su pueblo, y a ellas les añade su propia justicia inmaculada. Luego,
perfumado con los méritos de la propiciación de Cristo, asciende el incienso delante de
Dios plena y enteramente aceptable. Así se obtienen respuestas benignas” (Mensajes
Selectos, tomo 1, pág. 404).
7. ¿Durante cuánto tiempo intercederá Jesús en el santuario a favor de los
pecadores? ¿Qué sucederá cuando cese de interceder por su pueblo? Apoca-
lipsis 16:7; 22:11; 6:17.
“Cuando termine el mensaje del tercer ángel la misericordia divina no intercederá más
por los habitantes culpables de la tierra.… Entonces Jesús dejará de interceder en el san-
tuario celestial. Levantará sus manos y con gran voz dirá ‘Hecho es,’… Cristo ha hecho
propiciación por su pueblo y borrado sus pecados.…
“Ahora, mientras que nuestro gran Sumo Sacerdote está haciendo propiciación por
nosotros, debemos tratar de llegar a la perfección en Cristo.…
“Cuando Cristo deje de interceder en el santuario, se derramará sin mezcla la ira de
Dios de la que son amenazados los que adoran a la bestia y a su imagen y reciben su marca
(Apocalipsis 14:9, 10)” (El Conflicto de los Siglos, págs. 671, 680, 685).
Meditación
“Los que vivan en la tierra cuando cese la intercesión de Cristo en el santuario celestial
deberán estar en pie en la presencia del Dios santo sin mediador. Sus vestiduras deberán
estar sin mácula; sus caracteres, purificados de todo pecado por la sangre de la aspersión.
Por la gracia de Dios y sus propios y diligentes esfuerzos deberán ser vencedores en la
lucha con el mal. Mientras se prosigue el juicio investigador en el cielo, mientras que los
PRIMER SEMESTRE 2013 37