La derivada de una función mide la tasa de cambio de la función con respecto a los cambios en su variable independiente y se calcula tomando el límite de la pendiente de la recta secante a medida que se acerca a la curva de la función. Para encontrar la derivada, se debe reducir el valor de h hasta que la recta secante se convierta en una recta tangente y luego calcular la pendiente de esta recta tangente.