El documento argumenta que es urgente implementar políticas de género dirigidas a hombres para transformar la construcción de la masculinidad y eliminar los mandatos sexistas que perjudican tanto a hombres como a mujeres. Propone convertir los departamentos de la mujer en departamentos contra el sexismo, con mayores recursos para abordar este problema de forma integral y trasversal mediante programas de sensibilización, educación y apoyo a diversos grupos.