Benito Pérez Galdós fue un escritor español del siglo XIX conocido por sus obras realistas. Escribió la serie Los Episodios Nacionales, compuesta por 46 relatos históricos sobre el siglo XIX en España. También escribió novelas como Doña Perfecta, Gloria, La familia de León Roch y Fortunata y Jacinta, que reflejaban ideas progresistas y criticaban la intolerancia religiosa de la época. Galdós es considerado uno de los autores más importantes del Realismo español.
4. Los episodios nacionales
• Cuarenta y seis relatos sobre acontecimientos históricos del siglo XIX.
• Personajes anónimos como protagonistas de estos relatos.
Destacan:
- Trafalgar.
- La batalla de los Arapiles.
- Mendizábal.
- La primera república.
- El dos de mayo.
5. Alguna frase célebre de los episodios
• En el episodio titulado Zaragoza, mientras la
ciudad está siendo sitiada por las tropas de
Napoleón un zaragozano anónimo dice para
demostrar el valor y el heroísmo de sus
habitantes:
“ Y entre los muertos siempre habrá una
lengua viva para decir que Zaragoza no
se rinde.”
6. Novelas de la primera época
1876-1878
• Son novelas de tesis. Reflejan las ideas del
autor.
• Enfrentan personajes progresistas con otros
conservadores.
• Algunas son:
– Gloria
– Doña Perfecta
– La familia de León Roch
7. Doña Perfecta (1876)
• Todo comienza cuando Doña Perfecta y su hermano
deciden que sus hijos se casen; cuando los jóvenes,
Pepe y Rosario, se conocen enseguida congenian. Sin
embargo hay algo que a Doña Perfecta no le gusta de
su sobrino...
• Pepe comienza a exponer en voz alta lo que piensa de
la ciudad en la que vive su prometida, una ciudad sin
vida intelectual y con una economía precaria. Cuando
esto llega a oídos de su tía encierra a su hija Rosario en
un cuarto y decide hacer a su sobrino Pepe la vida
imposible hasta que se vaya de Orbajosa.
8.
9. Gloria (1877-78)
Novela anticlerical en la que el autor
desarrolla una historia de amor truncada por
la intolerancia y el fanatismo religioso: la
vida triste y desgraciada de una joven
rebelde, obstinada en un amor imposible de
cuyas relaciones nace un hijo. La trágica
solución para los problemas que van
surgiendo viene a ser la muerte, primero del
padre de la protagonista, luego de la misma
Gloria y por último de su amado Daniel.
10.
11. La familia de León Roch (1878)
• León Roch, ingeniero y matemático, se casa
con la bella María Egipciaca, hija del Marqués
de Tellería. Al principio todo va bien entre la
pareja, pero poco a poco se van alejando
debido a las exageradas convicciones
religiosas de María.
• Otra novela en la que la religión se muestra
como una fuerza capaz de separar a las
personas.
14. La desheredada (1881)
• La joven Isidora Rufete pasa por multitud de
situaciones (creerse rica, rechazar a un buen
hombre por otro que le saca el dinero, hacerse
amante de varios
hombres, prostitución, cárcel) por hacer caso
a su padre, que le había contado que era una
rica heredera.
• A pesar de sus reveses, ella mantiene su
espíritu altivo de apariencia aristocrática.
15.
16. Miau (1888)
• La pequeña epopeya del cesante, del
funcionario de Hacienda que, dejado en
la calle por un cambio ministerial, se
alimenta de la esperanza, mientras
detrás de él su inconsciente familia
trata de mantener las apariencias de la
«gente bien».
17.
18. Fortunata y Jacinta (1886-87)
• La novela se centra en la crónica de dos
amores opuestos (aunque ambos tienen un
mismo objeto: Juanito Santa Cruz) que, a su
vez, encarnan dos clases sociales distintas: el
instintivo e irrefrenable de Fortunata, una
muchacha del pueblo; el conyugal y tierno de
Jacinta, una joven perteneciente a la alta
burguesía.
19.
20. Tristana (1892)
• Al morir su madre, Tristana es confiada a don Lope, un don
Juan en declive. La relación entre ambos no queda clara, no
se sabe si don Lope es padre o amante, por lo que Tristana
quedará marcada socialmente.
• Tristana se enamora de Horacio, un pintor que también
siente lo mismo por ella, pero este se va a pasar un tiempo
fuera alejado de su relación.
• Tristana sufre una enfermedad repentina y tienen que
amputarle una pierna. Cuando vuelve Horacio, se
desinteresa por ella y ella, que lo había idealizado, pierde
también su interés.
• La relación entre Tristana y don Lope mejora y acaban
casándose.
21.
22. Lo prohibido (1884-85)
• Se desarrolla en Madrid. José María Bueno de
Guzmán -un solterón sin escrúpulos-,mantiene, a
lo largo de cuatro años, relaciones amorosas con
sus tres primas casadas. Los diversos avatares por
los que transcurre la trama novelesca sirven una
vez más a Galdós para poner en pie una galería
de personajes que retratan con crudeza el clima
moral y político reinante en la España la
Restauración, gobernado por la especulación, la
apariencia y el gasto.
23.
24. Novelas espiritualistas
(1881-1892)
• Influidas por el realismo ruso.
• Analizan el interior de los peronajes
• Se centran en valores como la caridad u otros
que hacen resaltar la grandeza moral de los
personajes.
• Obra destacada:
– Misericordia
25. Misericordia (1897)
• Benigna, la sirvienta, mantiene a su señora –
doña Paca-, venida a menos, sin que esta lo
sepa. Para ello recurre a la mendicidad en una
parroquia.
• Cuando la familia se recupera
económicamente, se deshace de los servicios
de Benigna, pero ella sigue manteniendo una
leal relación con Doña Paca.
26.
27.
28. Texto I
Segunda Izquierdo era una mujerona corpulenta y con la
cara arrebatada (1), el pelo entrecano. Se parecía bastante a su
hermano José; pero no conservaba tan bien como éste la
hermosura de aquella “raza de gente guapa” (2) porque las
miserias, las enfermedades y la vida aperreada de los últimos
años habían hecho efectos devastadores en su cara y cuerpo.
Los que trataron a Segunda en su edad de oro apenas la
conocían ya, porque su cara estaba llena de costurones, y en el
cuello y quijada inferior llevaba unas rúbricas que daban fe de
otros tantos abcesos (3) tratados quirúrgicamente. El ojo
derecho no estaba ya todo lo abierto que debía, a causa de una
rija (4), y el párpado inferior del mismo había adquirido notoria
semejanza con un tomate a consecuencia de la aplicación de un
puño cerrado, de lo que resultó una inflamación que vino a parar
en endurecimiento. Ni aun su hermosa dentadura conservaba
Segunda, pues un año hacía que empezaban a emigrar las piezas
una tras otra. El cuerpo se iba apareciendo al que una vaca que se
pusiera en dos pies.
Benito Pérez Galdós, Fortunata y Jacinta (fragmento)
•
Notas:
•
(1) arrebatada: enrojecida.
•
(2) guapa: achulapada.
•
(3) abceso: acumulación de pus bajo la piel, tumor.
•
(4) rija: fístula, corte que se hace debajo del lagrimal, por el que fluye pus, moco o lágrimas.
29. El amigo Manso
Yo no hacía lo que otros chicos perversos, que con un fuerte canto le quitaban la nariz a un
apóstol o los dedos al Padre Eterno, y arrancaban los rabillos de los dragones de las gárgolas, o
ponían letreros indecentes encima de las lápidas votivas, cuyas sabias leyendas no entendíamos.
Para jugar a la pelota, preferíamos siempre el pórtico bizantino a los demás muros del pobre
convento, porque no parecía que el Padre Eterno y su corte nos devolvían la pelota con más
presteza. El muchacho que capitaneaba entonces la cuadrilla es hoy una de las personas más
respetables de Asturias y preside ¡oh, ironías de la vida!, la Comisión de Monumentos.
30. ZARAGOZA
En los más de dos mil años de historia de Zaragoza, hay un acontecimiento que es sin duda el
más conocido en Europa: la trágica epopeya que vivieron los zaragozanos y con ellos muchos
aragoneses y españoles que aquí lucharon entre el verano de 1808 y finales del invierno de
1809 contra el que entonces era el mayor y más poderoso ejército del mundo, el ejército
napoleónico.
La epopeya de Zaragoza fue enseguida inmortalizada por poemas, canciones, coplas, libros,
grabados y pinturas, y los defensores fueron elevados a la categoría de héroes.
Introducción
“¿Zaragoza se rendirá? La muerte al que eso diga.
Zaragoza no se rinde. La reducirán a polvo: de sus históricas casas no quedará ladrillo sobre ladrillo;
caerán sus cien templos; su suelo se abrirá vomitando llamas; y lanzados al aire los cimientos, caerán
las tejas al fondo de los pozos; pero entre los escombros y los muertos habrá siempre una lengua viva
para decir que Zaragoza no se rinde.”
Uno de los escritores que más ha ayudado a proyectar en el exterior esa imagen de una
Zaragoza fuerte, valerosa y luchadora, pese a la victoria de los franceses, fue BENITO
PÉREZ GALDÓS en su libro Zaragoza de la serie de Los Episodios Nacionales. El autor,
a través de la voz de Gabriel Araceli, el anciano que en la época de su vejez evoca y relata
entusiasmado las acciones en que tomó parte allá en sus años de juventud, nos contará los
avatares de la guerra de la Independencia en nuestro país. Las andanzas de Araceli por España
le harán llegar hasta nuestra ciudad, atraído por los relatos sobre la primera victoria de los
zaragozanos contra los franceses y la fama de tan valeroso pueblo que traspasó fronteras.
31. Juanito y Fortunata se ven por primera vez
Al pasar junto a la puerta de una de las habitaciones del entresuelo, Juanito la vio abierta
y, lo que es natural, miró hacia dentro, pues todos los accidentes de aquel recinto despertaban en
sumo grado su curiosidad. Pensó no ver nada y vio algo que de pronto le impresionó, una mujer
bonita, joven, alta... Parecía estar en acecho, movida de una curiosidad semejante a la de Santa
Cruz, deseando saber quién demonios subía a tales horas por aquella endiablada escalera. La moza
tenía pañuelo azul claro por la cabeza y un mantón sobre los hombros, y en el momento de ver al
Delfín, se infló con él, quiero decir, que hizo ese característico arqueo de brazos y alzamiento de
hombros con que las madrileñas del pueblo se agasajan dentro del mantón, movimiento que les da
cierta semejanza con una gallina que esponja su plumaje y se ahueca para volver luego a su
volumen natural.
Juanito no pecaba de corto, y al ver a la chica y observar lo linda que era y lo bien calzada
que estaba, diéronle ganas de tomarse confianzas con ella.
−¿Vive aquí −le preguntó− el señor de Estupiñá?
−¿Don Plácido?... En lo más último de arriba −contestó la joven, dando algunos pasos hacia
fuera.
Y Juanito pensó: «Tú sales para que te vea el pie. Buena bota»... Pensando esto, advirtió que
la muchacha sacaba del mantón una mano con mitón encarnado y que se la llevaba a la boca. La
confianza se desbordaba del pecho del joven Santa Cruz, y no pudo menos de decir:
−¿Qué come usted, criatura?
−¿No lo ve usted? −replicó mostrándoselo−. Un huevo.
−¡Un huevo crudo!
32. Juanito y Fortunata se ven por primera vez (continuación)
Con mucho donaire, la muchacha se llevó a la boca por segunda vez el huevo roto y se atizó
otro sorbo.
−No sé cómo puede usted comer esas babas crudas −dijo Santa Cruz, no hallando mejor
modo de trabar conversación.
−Mejor que guisadas. ¿Quiere usted? −replicó ella ofreciendo al Delfín lo que en el cascarón
quedaba.
Por entre los dedos de la chica se escurrían aquellas babas gelatinosas y transparentes. Tuvo
tentaciones Juanito de aceptar la oferta; pero no; le repugnaban los huevos crudos.
−No, gracias.
Ella entonces se lo acabó de sorber, y arrojó el cascarón, que fue a estrellarse contra la
pared del tramo inferior. Estaba limpiándose los dedos con el pañuelo, y Juanito discurriendo por
dónde pegaría la hebra, cuando sonó abajo una voz terrible que dijo:
−¡Fortunaaá!
Entonces la chica se inclinó en el pasamanos y soltó un yia voy con chillido tan penetrante
que Juanito creyó se le desgarraba el tímpano.
El yia principalmente sonó como la vibración agudísima de una hoja de acero al deslizarse
sobre otra. Y al soltar aquel sonido, digno canto de tal ave, la moza se arrojó con tanta presteza por
las escaleras abajo, que parecía rodar por ellas. Juanito la vio desaparecer, oía el ruido de su ropa
azotando los peldaños de piedra y creyó que se mataba.
33. Elaborado por: José Manuel Ramos de
León, profesor de Lengua castellana y literatura.
Destinado a los alumnos de 4º de la ESO.
IES Aníbal González.
El Pedroso (Sevilla).
2 de febrero de 2014