Las ciudades hipodámicas se caracterizan por tener una cuadrícula regular de calles que se cruzan en ángulos rectos, dividiendo la ciudad en manzanas también rectangulares. Este patrón urbano fue utilizado por los griegos y luego adoptado por los romanos para la construcción de nuevas colonias. El ensanche de Pamplona en Navarra, España sigue este modelo de planificación urbana hipodámica con manzanas y calles rectangulares ordenadas en forma de cuadrícula.