El herpes es una infección causada por un virus que permanece latente en el cuerpo. Existen dos tipos principales que causan lesiones como vesículas en la boca, genitales u ojos. No tiene cura, pero se puede tratar para aliviar los síntomas. Es importante la prevención a través de precauciones durante las relaciones sexuales y el contacto directo con lesiones.
2. Qué es el herpes?
• Se trata de una infección causada por el virus
herpes, el cual tiene la capacidad de quedarse de
forma latente en el organismo durante años.
Tras una primera infección, el virus permanece
de forma inactiva en el cuerpo humano, y vuelve
a multiplicarse y a causar enfermedad en
determinadas situaciones. Afecta a más de un
tercio de la población.
4. Existen dos tipos de virus herpes:
• En el tipo 1, la infección primaria se presenta a
los 1-4 años de edad, en forma de
gingivostomatitis. Se transmite por contacto con
saliva infectada (besos).
• El tipo 2 o herpes genital, generalmente se
transmite a través de las relaciones sexuales,
incluido el sexo oral. Hay que prestar especial
atención al herpes genital durante el parto,
porque la infección puede transmitirse al bebé.
5. • La infección puede reaparecer de forma
espontánea o por determinados factores
desencadenantes: otras infecciones,
menstruación, estrés, cambios de temperatura,
rayos ultravioleta o traumatismos.
6. Sintomatología
• Los síntomas que se producen en un herpes son
muy variables, desde cuadros muy leves y poco
sintomáticos, hasta formas graves o incluso
mortales. La lesión principal se presenta en
forma de vesículas de pared muy fina, en una
base rojiza y algo inflamada. Desde que se
produce la infección hasta que aparecen las
vesículas pueden transcurrir uno o seis días.
7. Gingivostomatitis
• Suele comenzar con fiebre, malestar general y
dolor alrededor de la boca. Las vesículas
herpéticas se pueden ver en el paladar, encías,
labios o lengua. Si evolucionan pueden aparecer
llagas abiertas. Además, se produce dolor al
tragar, que puede derivar en deshidratación. Se
acompaña también de una inflamación de los
ganglios linfáticos (adenopatías) situados debajo
de la mandíbula. Tras 7-10 días, las lesiones
curan sin dejar secuelas.
9. Infecciones de la piel
• Es más común en niños y en adultos jóvenes.
Los profesionales en contacto con secreciones
como enfermeras, dentistas y médicos,
constituyen una población de riesgo. Tras uno o
dos días con una sensación de quemazón en las
zonas infectadas, aparecen las vesículas, que
suelen ser molestas y permanecen hasta dos
semanas. En ocasiones se acompaña de fiebre.
11. Infecciones del ojo
• Aparece por primera vez en niños en forma de
conjuntivitis, con edema de párpados y
vesículas. Se acompaña, además, de una
adenopatía en la región anterior de la oreja. Es
muy común también la afectación de la córnea
(parte más externa del ojo).
13. Herpes genital
• El herpes genital ocurre con mucha más frecuencia
en la mujer; en ellas se afecta el cuello del útero. La
infección normalmente es asintomática. Los
episodios de repetición pueden ocasionar fusión de
los labios vulvares y estrechamiento de la uretra. En
el hombre, se observan vesículas en prepucio,
glande, y pueden llegar incluso al escroto. Se
acompaña de estreñimiento y retención urinaria.
Las lesiones en ano y recto pueden aparecer en
ambos sexos. Suelen acompañarse también de
inflamación de los ganglios linfáticos. Las lesiones
genitales suelen curar espontáneamente al cabo de
7-10 días.
16. Infección del sistema nervioso
• La meningitis causada por el virus herpes afecta
especialmente a adultos jóvenes; se trata de un
cuadro benigno. También se puede
producir encefalitis, en este caso se trata de una
forma más grave que puede llegar incluso a la
muerte. Suele comenzar de forma súbita con
dolor de cabeza, vómitos, fiebre y dolores
musculares, junto con afectación del nivel de
conciencia como somnolencia excesiva o coma,
que pueden llegar a necesitar el ingreso en el
hospital.
18. Infección en el neonato
• Normalmente, el responsable es el virus herpes tipo
2, que se suele transmitir durante el parto, a partir
de las vesículas presentes en el cuello uterino
materno. En el feto, la infección va a ocasionar
meningoencefalitis, trastornos de la deglución,
lesiones oculares y pulmonares. El pronóstico es
grave, y es causa de muerte en el 20% de los casos.
La transmisión del virus también se puede producir
a través de la placenta, durante el periodo de
gestación. En este caso, va a ocasionar retraso
mental (debido al nacimiento de fetos con la cabeza
muy pequeña) o lesiones de la retina.
20. Diagnostico
• La clínica que origina esta infección ya es
suficiente para establecer la sospecha. El
diagnóstico definitivo del herpes se establece
cuando se aísla y se demuestra la presencia del
virus en el organismo, ya sea en las vesículas, en
la sangre, o en cualquier secreción del cuerpo;
para lo cual será necesario obtener muestras.
21. • En el caso de que esté afectado el sistema
nervioso, se debe realizar una punción
lumbar para analizar el líquido cerebral y
comprobar la presencia del virus en el mismo.
• En el neonato hay que diferenciar esta infección
de otras muchas que pueden afectarle (rubéola,
toxoplasmosis...). Por ello también se debe
confirmar la presencia del virus mediante el
examen de las lesiones y la toma de muestras.
22. Tratamiento
• Existe un medicamento muy eficaz para el
tratamiento de la infección causada por el
herpes, que es el aciclovir. Todas las formas
clínicas se tratan igual, lo único que cambia es la
forma de administración del medicamento y la
duración del tratamiento. Los fármacos de
segunda elección, en caso de no poder
administrarse el aciclovir, son famciclovir o
ganciclovir, que pertenecen al mismo grupo de
fármacos.
23. Prevención
• En el caso del virus herpes tipo 2, la mejor
prevención es la precaución en las relaciones
sexuales. El uso de preservativos ha disminuido
en gran medida la infección genital por herpes.
• Además, se debe evitar el contacto directo con
las heridas abiertas. En el caso del personal
médico, esto se consigue con el uso de guantes.
No sólo deben tener cuidado las personas
cercanas al paciente, también el propio afectado
debe tener la precaución de no tocarse las
heridas, para no extender la infección.
24. • El estomatólogo debe poner especial atención en
el uso de guantes de látex, las gafas de
protección, la manipulación de los objetos
punzocortantes así como del contacto directo
que pueda llegar a tener con la sangre del
paciente.