PALABRAS CELEBRACIÓN: BUEN PASTOR, DÍA DEL MAESTRO, DÍA DE LA SECRETARIA AUTOR: CRISTIAN CAMILO CÁRDENAS AGUIRRE Saludo en nombre de la comunidad formativa del Seminario Mayor María Inmaculada al Excelentísimo Señor Flavio Calle Zapata, Arzobispo de Ibagué, al Excelentísimo Señor Miguel Fernando González Mariño, Obispo auxiliar de Ibagué, a los padres formadores, sacerdotes que nos acompañan, maestros y a nuestra secretaria María Eugenia Moreno Pedraza

1. Autor: Cristian Camilo Cárdenas Aguirre.
PALABRAS
CELEBRACIÓN: BUEN PASTOR,DÍADELMAESTRO, DÍA DELA SECRETARIA
AUTOR: CRISTIAN CAMILOCÁRDENAS AGUIRRE
Saludo en nombre de la comunidad formativa del Seminario Mayor María Inmaculada al
Excelentísimo Señor Flavio Calle Zapata, Arzobispo de Ibagué, al Excelentísimo Señor
Miguel Fernando González Mariño, Obispo auxiliar de Ibagué, a los padres formadores,
sacerdotes que nos acompañan, maestros y a nuestra secretaria María Eugenia Moreno
Pedraza
Se dice que todo tiene su tiempo, y cada cosa su tiempo bajo el cielo: tiempo de nacer y
tiempo de morir, tiempo de arrancar y tiempo de plantar, tiempo de destruir y tiempo de
construir, tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de hacer duelo y tiempo de bailar, tiempo
de tirar piedras y tiempo de recogerlas, tiempo de buscar y tiempo de perder, tiempo de callar
y tiempo de hablar.
Hoy en esta celebración del buen pastor, del maestro y la secretaria, es para nosotros, y
especialmente para ustedes, tiempo para recordar, tiempo para agradecer y tiempo para
celebrar.
Con estas sencillas palabras queremos exaltar la tarea de cada de uno de ustedes. Una tarea
silenciosa, criticada y poco exaltada. Ser pastor, es cargar con las ovejas y pastorear aun las
más ariscas del rebaño, es mirar con amor a la que es lastimada e incluso a la que intenta
lastimar al mismo pastor. El pastor ve nacer, crecer a su oveja, llora, ríe, baila, juega, corrige,
camina y educa a su rebaño; algo que el mundo no percibe, pero que Dios, el supremo Pastor
sí lo ve. La oveja para el pastor, es como la semilla que se planta, pero que nadie conoce el
sufrimiento que esta debe pasar hasta convertirse en árbol y dar fruto. Solo la tierra sabe por
lo que atraviesa la semilla, sin embargo, esa tierra que ve crecer la semilla, es pisada,
enlodada, arrancada y ahogada, es quizás las vicisitudes por las que se atraviesa, empero la

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tierra no deja de producir y hacer fecundar la semilla. Es por eso que el pastor y la oveja
tienen una íntima relación, así como no se entiende la semilla sin la tierra. Gracias a ustedes,
hoy somos nosotros esa semilla que aún está en tierra, pero, ni, aunque brote de la tierra
dejará de desprenderse de ella, porque no se podrá jamás olvidar sus cimientos y esos
cimientos han sido ustedes que nos han cuidado, formado, corregido y han caminado con
nosotros en este proceso formativo.
Ahora me dirijo a los que son maestros o docentes de nuestro Seminario Mayor. Son ustedes
los que día a día no sólo enseñan, sino también orientan, contienen, apoyan, comprenden,
estimulan y que a su vez inculcan en nosotros el deseo de avanzar, por descubrir nuevas cosas
y por ampliar lo que somos y a dónde vamos; es una vida interesante la que se lleva en la vía
del conocimiento, a la que se permite construir caminos. Quiero honrar sus labores como
docentes, considero que es una misión sublime y silenciosa que muchas veces no se percibe
y quienes además de transmitir conocimiento son forjadores de la vocación Sacerdotal, y
reconozco que esta tarea no es fácil, pues para ello han de poseer una formación Intelectual
profunda y sólida, y que con su testimonio internalizan los valores cristianos que se necesitan
para ser unos excelentes sacerdotes.
Por último, deseo reconocer la tarea de nuestra secretaria del Seminario, una mujer sencilla,
culta y prudente que día a día realiza su trabajo con dignidad, dedicación y profundo sentido
de servicio hacia nosotros. Me atrevo a decir que el trabajo de ser secretaria es un don que
Dios concede, no muchas personas lo tienen. Algunas lo tienen por vocación con B y no v,
ya que quien la tenga con B, es una persona frustrada y a la que muy pronto tendrá el síndrome
de Burnout, es decir pereza a las personas que debe atender, desánimo y pérdida del sentido.
En cambio, la vocación con V, es la que hemos notado, según el sentir de muchos de mis
compañeros de seminario, en la Señora María Eugenia Moreno, que, a pesar de llevar algunos
años entre nosotros, bueno y de mi parte, habiéndola conocido hasta el año pasado, sigue
siendo la misma mujer sencilla, servicial y con don de gentes, que con el solo hecho de entrar
a la oficina, se siente el ambiente de saber que ahí hay una persona que dirige un saludo
cordial y fraterno a quien se le acerca.

3. Autor: Cristian Camilo Cárdenas Aguirre.
Es por eso que hemos querido congregarlos en esta celebración, de la que hemos iniciado
dando gracias a Dios con la celebración eucarística, y hacer ahora un reconocimiento por la
tarea que desempeñan y aportan como tesoro valioso en nuestra formación con miras al
sacerdocio ministerial. Muchas gracias a todos ustedes y como dice el dicho nunca cambien.