Este documento discute varios desafíos potenciales para un proceso de desarme, desmovilización y reintegración (DDR) en Colombia, incluyendo la desconfianza del público basada en experiencias pasadas fallidas, las posibles divisiones internas en las FARC sobre los acuerdos de paz, y las dificultades para lograr la reconciliación y la entrega completa de armas.
BITÁCORA DE ESTUDIO DE PROBLEMÁTICA. TUTORÍA V. PDF 2 UNIDAD.pdf
DESARME, DEMOSVILIZACIÓN Y REINSERCIÓN.
1. CATEDRA DE PAZ Y POSTCONFLICTO
DESARME, DEMOSVILIZACIÓN Y REINSERCIÓN.
Kevin Machado Zapata
Aspectos de DDR a relacionar con el caso colombiano.
Peso de malas experiencias pasadas (Chad): en Colombia, existe un gran
escepticismo con respecto a cualquier proceso de negociación con grupos
subversivos alzados en armas. Aunque tal vez con buenas intenciones lideres
diplomáticos han intentado finalizar el conflicto por la vía del dialogo; en la
población nacional son inevitables los recuerdos de decepcionantes hechos que en
lugar de encontrar salidas pacíficas, lograron fortalecer el pie de fuerza de estos
grupos al margen de la ley. En casos donde finalmente se llegó a acuerdos
diplomáticos, la etapa de postconflicto estuvo manchada de sangre, incertidumbre
e irrespeto que afectan la credibilidad de muchos sectores de opinión con respecto
a cualquier eventual mesa de negociación.
Divisiones internas en los grupos armados (Liberia): para cualquier líder de una
sociedad, grupo u organización numerosa, es complicado mantener satisfechos a
todos los individuos participes de la misma. Los grupos subversivos, no son la
excepción, de hecho cuentan con agravantes relevantes. Son grupos donde los
criterios de un llamado escalafón de subordinados, son inconsistentes con
respecto a las políticas de mando. A lo largo del territorio colombiano, existen
numerosos frentes de las Farc, unos más consolidados que otros militar y
económicamente, otros cuentan con gran independencia y aunque siguen
perteneciendo a la organización subversiva, se pueden calificar de rebeldes que
toman decisiones sin previa aprobación del secretariado o de los máximos
cabecillas de este grupo al margen de la ley.
Con base en la aclaración anterior, nos trasladamos al proceso de paz que
actualmente se lleva a cabo entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc en
Cuba. Aunque con críticas, hechos lamentables y avances relativamente óptimos,
el proceso sigue vigente con el apoyo de la comunidad internacional. Sin embargo,
todos los sectores del colectivo colombiano tienen su dosis de incertidumbre con
respecto a la sumisión que tengan la totalidad de los frentes guerrilleros frente a
los acuerdos que sus dirigentes firmen oficialmente en Cuba.
2. Para nadie es un secreto que las acciones delictivas de las Farc traen inmensos
reconocimientos económicos y que más allá de una ideología igualitaria que lucha
por el bienestar colectivo, son poderosos narcotraficantes con fortunas millonarias
que seguramente no todos los sectores de la organización estarán dispuestos a
separar de su cotidianidad. Esta es la principal razón por las que al interior de esta
organización pueden llegar a presentarse divisiones dado que algunos frentes
organizados e independientes pueden no acoger el trato firmado en La Habana.
Dificultades para una estrategia de reconciliación (Liberia): la experiencia en los
procesos de fin del conflicto, dice que la etapa más importante y difícil de tratar en
una negociación en el postconflicto. Esta etapa trata todo lo relacionado con la
reinserción, la adaptación a la vida civil de los combatientes, eventuales actos
discriminativos que la sociedad con grandes dosis de rencor puede llegar a tener
en contra de quienes empuñaron las armas. Aquel cliché del “perdón y olvido”, no
es bien recibidas por todos los sectores del colectivo colombiano.
Entrega de pocas armas (Angola, Liberia): el DDR, es un proceso que contribuye a
la estabilidad nacional, el desarrollo social, político y económico de cualquier
nación en conflicto; a través de la eliminación de las armas a manos de los
combatientes de las estructuras militares. En el proceso que busca finalizar el
conflicto entre el Estado colombiano y la guerrilla de las Farc, se puede presentar
un agravante. Esto significa que en el momento en que el proceso llegue a la etapa
de desarme, la guerrilla de las Farc no entreguen (si deciden hacer entregar de
armas), su arsenal completo con la intensión futurista de no encontrarse
indefensos en cualquier quiebre o fracaso en una etapa de postconflicto y decidan
reincidir en la vida delictiva.
Peticiones de extradición (Colombia): este es un punto delicado de tratar en un
eventual pacto entre el Estado colombiano y las Farc. Se podría decir que en su
totalidad, el secretariado de esta organización tienen investigaciones en curso o
condenas por delitos de lesa humanidad o en casos particulares tienen peticiones
de extradición por países con instituciones jurídicas conservadoras y poco dadas a
ofrecerle beneficios a terroristas como Estados Unidos. A pesar de que la
comunidad internacional ha reiterado constantemente su apoyo al proceso de La
Habana, tendremos que esperar que posiciones toman con relación al
cumplimiento del derecho internacional.