La primera arquitectura cristiana incluyó las catacumbas donde los creyentes se reunían para la eucaristía. La escultura paleocristiana incluyó sarcófagos decorados con temas religiosos. La primera pintura cristiana se desarrolló en las catacumbas hasta el siglo VI y representaba símbolos como el crismón, el ancla y el pez para expresar la fe cristiana de forma sencilla y simbólica.