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Estrategia y mente
El código del gran juego



   Carlos Martín Pérez




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 Religiones, Autoayuda y Crecimiento




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ÍNDICE




Prólogo                                                               6

¿Qué es la estrategia?                                                7

¿Qué es la Táctica?                                                  10

Occidente                                                             13
  De la Guerra. Karl Von Clausewitz                                   14
  Las ocho Máximas de la Estrategia según Liddell Hart               20
  20 reglas para el juego del poder                                  23
  Napoleón Bonaparte                                                 32
  Baltasar Gracián                                                   34
  Nicolás Maquiavelo                                                  51
  Diego Saavedra Fajardo                                              61
  Aprendiz de cortesano                                              67
  La Rochefoucauld                                                   70
  La invasión de Francisco Villa a los Estados Unidos de Norteamérica
    y la expedición punitiva de Pershing                              74
  Drácula, o Vlad Tepes, héroe nacional en Rumania                   78
  Estrategias del Lado Oscuro                                        85
  El Arte de la Ventaja                                              88
  Pitágoras                                                          94
  Séneca                                                            100
  Epicuro                                                           103
  Epicteto                                                          108
  Francisco de Quevedo                                               110
Leonardo Da Vinci                                          112
  Las 48 leyes del poder                                     116

Oriente                                                      136
  36 Estrategias Chinas                                      137
  Sun Tzu                                                    144
  Sun Bin                                                    148
  Miyamoto Musashi                                           152
  Mao Tse Tung                                               159
  Bushido                                                    164
  Hagakure                                                   171
  Huainanzi                                                  177
  Aforismos de los grandes maestros de las artes marciales   182
  Confucio                                                   185
  Huanchu Daoren                                             202
  Lao Tse                                                    211
  Hua Hu Ching                                               218
  I-Ching                                                    223
  El Dhammapada                                              232

Mente                                                        236
  Dale Carnegie                                              237
  Programación Neurolingüística                              246
  El mundo de la Grafología                                  258
  Lenguaje Corporal                                          265
  Liderazgo                                                  276
  El Poder de la Mente (o pensar en un limón)                282
  Eficiencia en el manejo de su tiempo                        287

Acerca del autor                                             291

Editorial LibrosEnRed                                        292
PRÓLOGO




Querido lector, sea usted bienvenido a este libro.
Lo que aquí va a ver, leer y comprender es una sabiduría destilada a través
del tiempo y del espacio, a lo largo de muchos siglos y muchas culturas.
Desde la antigua Grecia y Roma, remoto imperio de China, Japón feudal,
renacimiento europeo, revoluciones maoístas, técnicas de venta en EE.UU.,
samuráis, Pancho Villa, programación de su propio cerebro (PNL), lenguaje
corporal, Drácula, enseñanzas de maestros de artes marciales, pensamien-
tos de cortesanos de todas las épocas,... y mucho más.
He tratado de condensar la sabiduría acumulada en milenios de historia
humana tanto en estrategias como en conocimiento de la mente propia
y ajena. Muchas personas pagaron con su vida o con su libertad el poder
adquirir o expresar estos conocimientos. A usted le van a llegar con mucho
menos esfuerzo y peligro.
¿Para que le van a servir todas estas ideas? Cada lector podrá saberlo al
finalizar de leer este libro. De momento le puedo anticipar que a muchas
personas les ha cambiado su vida. Sabrá por qué ocurren muchas cosas,
cómo poder afrontar los problemas de la vida y cómo ordenar su mente. Si
no lo consiguiera, espero haberle abierto una vía de investigación.
Seguir estas reglas no le asegurarán el éxito, pero estoy convencido que el
ignorarlas le garantizarán el fracaso.
Estoy seguro que va a disfrutar con esta lectura.
Reciba un cordial saludo,


                                                      Carlos Martín Pérez




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                                LibrosEnRed
¿QUÉ ES LA ESTRATEGIA?




             “Cuando has comprendido el Camino de la Estrate-
             gia, ya no hay nada que no puedas comprender”
               MIYAMOTO MUSASHI. El Libro de los Cinco Anillos


Un cazador disparó a un zorro a mucha distancia, estaba en lo alto de una
ladera y el zorro casi abajo de la misma. El zorro recibió el impacto de
lleno, o al menos eso dio a entender, ya que cayó rodando por la ladera,
absolutamente “desmadejado”, todo lo que el impulso de la carrera que
llevaba le hizo avanzar, quedando inmóvil en una posición absolutamente
antinatural (cabeza doblada, patas extendidas, etc.) dando la absoluta sen-
sación de estar totalmente muerto. El cazador se puso a bajar la ladera
para recoger el cuerpo y en el momento en que atravesaba una zona de
pinos que le impedían la visión del animal, el zorro salió corriendo como
“alma que lleva el diablo” sin dar sensación de estar herido en ninguna
parte tal como corría (ni cojeaba ni hacía ningún movimiento extraño).
Cuando el cazador salió del pequeño bosquete de pinos allí no había zorro
ni nada que se le pareciese, y eso que estuvo un buen rato buscando por
la zona donde había estado el “cadáver”. Supongo que aún, hoy en día, se
seguirá preguntando quien le robó su pieza de caza. Los que tuvieron la
suerte de ver toda la escena desde una ladera enfrente aún recuerdan los
gestos de estupor que hacía el hombre cuando no encontraba un cuerpo
que momentos antes estaba “muerto” allí.
Tal vez la estrategia sea algo innato a algunas especies, como el zorro
del relato anterior. Nosotros, los humanos, como especie “racional” que
somos, a continuación vamos a entrar a comprender el concepto de estra-
tegia.
La estrategia es la ciencia y arte de concebir, utilizar y conducir los medios
y los recursos –naturales, espirituales y humanos– en un tiempo y en un
espacio determinado para alcanzar y mantener en su caso los objetivos
establecidos utilizando lo mejor posible los medios que se disponen.
Una estrategia es catalogada de buena si se consigue con ella alcanzar los
objetivos previstos y si en ella ha habido economía de esfuerzos. Los obje-

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                                 LibrosEnRed
Carlos Martín Pérez



tivos pueden ser ofensivos, defensivos o simplemente de mantenerse en el
status quo.
El alcanzar o mantener los objetivos, implica doblegar la voluntad del
adversario. Esto es una decisión. La decisión es la consecución de los obje-
tivos a costa de la voluntad del adversario.
Hay que considerar la esencia de la estrategia: descubrir la vulnerabilidad
del adversario y conservar nuestro poder. Nuestras acciones irán dirigidas
sobre las vulnerabilidades del adversario, empleando los medios adecua-
dos a estas vulnerabilidades, de acuerdo a las posibilidades y limitaciones,
previendo las reacciones adversas para preparar las acciones de réplica.
Formas de aplicar la estrategia:
   Amenaza directa. Los medios propios son muy potentes, el objetivo
    es modesto y se goza de libertad de acción. La sola amenaza de esos
    medios puede llevar al adversario a aceptar las condiciones que se le
    quiere imponer, y a renunciar a sus pretensiones de modificar la situa-
    ción existente.
   Presión Indirecta. Los medios son escasos para constituir una amenaza
    decisiva, el objetivo es modesto y la libertad de acción es reducida. Se
    buscará la decisión mediante acciones más o menos amenazantes e
    indirectos
   Acciones sucesivas. Los medios son escasos, el objetivo importante y
    la libertad de acción reducida. El éxito se alcanzará mediante una
    serie de acciones sucesivas, combinando, si fuera preciso, la amenaza
    directa y la presión indirecta con acciones de fuerza limitada. Lucha
    Total Prolongada. La libertad de acción es grande y los medios dis-
    ponibles escasos. Se obliga al adversario a un esfuerzo mucho más
    considerable que no podrá sostener indefinidamente.
   Lucha Frontal. Los medios son potentes, el objetivo es importante y la
    libertad de acción reducida. El éxito se conseguirá mediante un con-
    flicto violento y si es posible de corta duración.
Los principios de la estrategia –y de cualquier actividad humana– son
QUERER, PODER Y SABER. Querer es un acto volitivo; poder es un acto de
libertad; y saber un acto de capacidad.
QUERER o Voluntad de vencer. Implica fe en el triunfo, tenacidad para
alcanzar el objetivo, aún a costa de las adversidades que se puedan pre-
sentar. La voluntad de vencer implica responder a ¿qué quiero hacer? Su
respuesta está en la elección del punto decisivo que se quiere alcanzar en
función de las debilidades del adversario.

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                                   LibrosEnRed
Estrategia y mente



PODER o Libertad de acción. Es la facultad de elegir libremente la manio-
bra, los medios con que se ejecutará y la asignación de misiones. Es la libre
facultad para decidir, preparar y realizar, pese a la voluntad y a la actua-
ción del adversario. Es la elección de la maniobra preparatoria para per-
mitir alcanzar el punto decisivo. Pero como ambos adversarios están en
oposición de voluntades, el éxito irá hacia aquel de los oponentes que
haya sabido impedir la maniobra adversa y dirigir la suya hacia su objetivo.
Hay conservar la libertad de acción y privar de ella al adversario.
SABER o Capacidad de Ejecución. Es la adecuación de los medios disponi-
bles a las diversas misiones coordinándolas en el espacio y en el tiempo. El
uso adecuado de los recursos en el tiempo y el espacio se llama la econo-
mía de medios.




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                                 LibrosEnRed
¿QUÉ ES LA TÁCTICA?




             Los gobiernos inteligentes y los generales con conoci-
             miento de la ciencia militar deben prepararse prime-
             ro; después pueden lograr el éxito antes de combatir,
             de forma que no pierden un posible logro exitoso
             después de luchar. Por ello, cuando los guerreros sa-
             len con éxito y vuelven sin ser heridos, entienden el
             arte la guerra.
                                   SUN BIN. El Arte de la Guerra II


Si podemos decir que la Estrategia es la ciencia y el arte de ganar la guerra,
se puede decir que la táctica estudia la forma de ganar batallas. Por poner
un símil, estrategia sería cómo ganar un campeonato en un deporte; la tác-
tica haría todo lo posible para ganar un partido de ese campeonato. Existe
una rama intermedia que lo une, se denomina nivel operativo. Vamos a
pasar de largo sobre este nivel, ya que no afecta para nada para el plan-
teamiento de este libro y sería desviarnos del tema que trata.
Existen unos principios tácticos, que aunque sean también de aplicación
estratégica, es en el campo de la táctica dónde adquieren su mayor valor.
Son la seguridad, la sorpresa, la economía de medios, concentración de
fuerza, aprovechar el éxito y la flexibilidad. A continuación se explicaran
en detalle todos estos conceptos.


Seguridad
Consiste en precaverse de las acciones que el adversario puede realizar
contra nosotros. Debe ser aplicada siempre y en cualquier circunstancia.
En 1941, la base aeronaval de Pearl Harbour en Hawai fue atacada por la
aviación nipona. Consecuencia de ese ataque gran parte de la flota de los
EE.UU. fue hundida en el propio puerto y supuso el comienzo de la guerra
en el Océano Pacífico para los EE.UU. No había ninguna medida de seguri-
dad en dicha base, con el resultado de un desastre total. En la fiesta judía
del Yom Kippur, en 1.973, las fuerzas que guarnecían el Sinaí estaban con


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                                  LibrosEnRed
Estrategia y mente



unos medios de una tercera parte de lo habitual. El ataque egipcio contra
esas posiciones fue arrollador y cayeron a las pocas horas de iniciado el
ataque. La seguridad estaba por debajo del mínimo nivel que la situación
recomendaba.


Sorpresa
Atacar al adversario en el momento y lugar menos esperado por éste. Tam-
bién consiste en emplear medios desconocidos o inesperados por este.
En la Segunda Guerra Mundial, los ejércitos aliados desembarcaron en
Francia por Normandía, cuándo Alemania esperaba dicho desembarco en
Calais. Se realizó la acción por el lugar menos esperado por el enemigo. Ya
hemos comentado que los egipcios atacaron a los judíos el día de su fiesta
nacional, el Yom Kippur, en el momento menos esperado.
En el periodo de los Tres Reinos Combatientes en China, un general efectuó
un ataque nocturno contra el campamento de un enemigo muy superior
en número. Para ello empleó dos mil bueyes a los que encendió teas en sus
cuernos. Tras de ellos, empezaron a sonar los tambores. El estruendo de los
tambores sumado a la estampida de los animales enloquecidos infundió el
pánico y el descontrol, arrasando el campamento y las fuerzas enemigas.
Se emplearon medios inesperados por el enemigo.


Economía de medios
Hay que atacar con los medios más ajustados posibles, otros recursos pueden
hacer falta en otro momento y lugar. Siempre hay que dejar una reserva
para situaciones imprevistas. Conviene estudiar con detalle los medios que
asignamos para cada acción.
La guerra de guerrillas es el más claro ejemplo de economía de medios.
Con escasas fuerzas se puede hostigar y llegar a vencer a fuerzas muy supe-
riores. Sobran ejemplos de ello en la Historia.


Concentración de esfuerzos
Es la concurrencia al mismo fin de cuantos elementos intervienen en una
acción, sea ofensiva o defensiva. Se materializa mediante la aplicación en
el momento oportuno en tiempo / espacio de una superior potencia a la
del adversario. Por el contrario, conviene dividir las fuerzas enemigas para


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                                LibrosEnRed
Carlos Martín Pérez



que no lleguen a concentrar sus medios. Una vez dividido, se pueden lanzar
nuestros medios, que serán superiores, contra una parte del adversario que
será derrotado con facilidad. De esta forma, una pequeña fuerza puede
vencer a cualquier fuerza superior.


Aprovechamiento del éxito
Consiste en mantener el impulso de las primeras acciones con éxito para
beneficiarse de la disminución, ya conseguida, de la potencia del adver-
sario o para anular y desequilibrar sus posibilidades de acción o reacción.
Cualquier éxito parcial debe ser rentabilizado.
En la invasión de Francia por Alemania en la Segunda Guerra Mundial,
los alemanes lograron embolsar en Dunkerke lo que quedaba del ejercito
francés y todo el ejército inglés en Francia. Si se hubiera aprovechado el
éxito, habrían apresado o destruido dichas fuerzas. Sin embargo, se las dejó
partir a Inglaterra, de forma que, una vez recuperadas, fueron empleadas
en otros frentes contra Alemania.


Flexibilidad
Es la capacidad de modificar las disposiciones iniciales para adaptarse a
las variaciones de la situación. Exige apertura de mente y planes sencillos
con soluciones alternativas. Mantener una reserva de medios es una receta
básica para ejercer una flexibilidad táctica o estratégica. Ningún plan podrá
prever de manera exacta las variadas situaciones que se puedan presentar
en cuanto nos enfrentamos a un adversario.
Ningún plan resiste el primer choque contra un adversario, siempre hay
que modificarlo o realizar otro nuevo. Conviene no aferrarse ciegamente
a las disposiciones iniciales debido a lo cambiante de la situación según se
desarrolla el combate.


     Si tomas los suministros de armas de tu propio país, pero quitas los
     alimentos al enemigo, puedes estar bien abastecido de armamento y
     de provisiones.
     Los que ganan todas las batallas no son realmente profesionales; los
     que consiguen que se rindan impotentes los ejércitos ajenos sin luchar
     son los mejores maestros del Arte de la Guerra
                                            SUN TZU (El Arte de la Guerra)



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                                  LibrosEnRed
Occidente


De la Guerra. Karl Von Clausewitz
Las ocho máximas de la estrategia según Liddell Hart
20 Reglas para el juego del poder
Napoleón Bonaparte
Baltasar Gracián
Nicolás Maquiavelo
Diego Saavedra Fajardo
Aprendiz de Cortesano
La Rochefoucauld
Pancho Villa
Vlad Tepes, Drácula
Estrategias del Lado Oscuro
El Arte de la Ventaja
Pitágoras
Séneca
Epicuro
Epicteto
Francisco de Quevedo
Leonardo Da Vinci
Las 48 leyes del poder
DE LA GUERRA. KARL VON CLAUSEWITZ




     No obstante la plena vigencia de la obra de Clausewitz, como lo de-
     muestra el hecho de que sus conceptos básicos y el autor mismo sean
     citados frecuentemente en la literatura militar contemporánea, su
     obra maestra “De la Guerra” sigue siendo escasamente leída. Y es que
     prácticamente todo el que se haya decidido a hacerlo, se ve enfrenta-
     do a un libro de carácter teórico, de naturaleza abstracta y en el que
     algunas secciones además de haber perdido vigencia, son francamen-
     te aburridas.
     Lo que aquí se puede leer son unas frases escogidas y que dan idea del
     pensamiento de tan celebre tratadista.



Aspecto político de la guerra
La guerra no es simplemente un acto político, sino un verdadero instru-
mento político, una continuación de las relaciones políticas, una gestión de
las mismas con otros medios”.
La guerra no es sino la continuación de las transacciones políticas, llevando
consigo la mezcla de otros medios. Decimos la mezcla de otros medios,
para indicar que este comercio político no termina por la intervención de
la guerra”.


Los tres aspectos de la guerra
La guerra en relación a sus tendencias dominantes constituye una maravi-
llosa trinidad, compuesta del poder primordial de sus elementos, del odio y
la enemistad que pueden mirarse como un ciego impulso de la naturaleza;
de la caprichosa influencia de la probabilidad y del azar, que la convier-
ten en una libre actividad del alma; y de la subordinada naturaleza de un
instrumento político, por la que recae puramente en el campo del racioci-
nio”
El primero de estos aspectos es más bien propio de los pueblos; el segundo
de los generales y sus Ejércitos; y el tercero, de los gobiernos.


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                                  LibrosEnRed
Estrategia y mente



Estas tres tendencias tienen su raíz en la íntima naturaleza de las cosas, y son,
además, de variable magnitud. La teoría que descuidara de una de ellas, o
que las quisiera ligar por arbitrarias relaciones, se pondría instantáneamente
en tal oposición con la realidad, que tal causa bastaría para anularla.
El problema consiste en mantener la teoría gravitando entre estas tres ten-
dencias como entre tres polos de atracción.
Destrucción del Al hablar de destrucción de fuerzas enemigas hemos de
observar que nada nos obliga a limitar este concepto simplemente a las
fuerzas físicas, sino que, por el contrario, deben comprenderse en ellas,
necesariamente, las morales, pues que ambas se penetran hasta en sus más
pequeñas partes, y por tanto, son en absoluto inseparables.
Al hablar de destrucción de fuerzas enemigas hemos de observar que nada
nos obliga a limitar este concepto simplemente a las fuerzas físicas, sino que
por el contrario, deben comprenderse en ellas, necesariamente, las morales.
Las Fuerzas Militares deben ser anuladas, esto es puestas en tal estado que
no puedan continuar la lucha. Haremos notar aquí que con la expresión
“aniquilamiento de los medios de combate enemigos” nos referimos a la
idea expuesta.”


La Victoria
La victoria –finalidad del combate– es entonces consecuencia de la capitu-
lación moral del enemigo y será el resultado de:
1° El incremento de la pérdida física del adversario. [mediante el combate]
2° El incremento de la pérdida moral. [como resultado del combate]
3° La confesión pública de estas desventajas, manifestado por el abandono
del primitivo proyecto. [la capitulación o derrota]


La incertidumbre
La incertidumbre es la dificultad de ver claramente, constituye una de las
más potentes fricciones en la guerra y hace que las cosas aparezcan con
visos distintos a lo que habíamos imaginado.
Generalmente nos inclinamos más a creer lo malo que lo bueno, a exage-
rarlo sin visible causa.
El azar hace que en la guerra aparezcan sin cesar las cosas de manera dis-
tinta a como se las esperaba.

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La fricción
La máquina militar, el ejército y cuanto a el pertenezcan es en el fondo
bien sencillo, y parece, por lo tanto, fácil de manejar. Más reflexionando se
ve que ninguna de sus partes está compuesta de una sola pieza; que todas
están compuestas de individuos, cada uno de los cuales conserva en todas
partes su propia fricción.


Objetivo político de la guerra
Tan pronto como el despliegue de fuerzas que exija, sea tan grande que no
se encuentre equilibrado con la importancia del fin político, debe abando-
narse éste y seguir la paz.
El mismo fin político como motivo originario de la guerra nos dará la
medida así para el resultado que pretende alcanzarse por medio del acto
guerrero, como para los esfuerzos que deben realizarse.
Pero el Objetivo Político no es un tirano, debe adaptarse a la naturaleza de
los medios, y por ello puede ser alterado con frecuencia, más siempre debe
atenderse a el preferentemente.
Ya que los primeros propósitos políticos varían mucho en el curso de la guerra y
al final pueden ser completamente distintos, justamente por que están deter-
minados por los resultados y por la probabilidad de los acontecimientos.
Cierto que en muchos casos pudieran ser éstas (las fuerzas morales y las
pasiones de los combatientes) excitadas en forma tal que sólo con trabajo
pudiera apartárselas del camino político.
De aquí se desprende cuán desacertados estaríamos en considerar la guerra
de los civilizados como la ejecución de un acto meramente racional de los
gobiernos, y cada vez más desprovisto de todo apasionamiento, tal que
finalmente no serían necesarias las fuerzas físicas, sino sólo sus relaciones:
una especie de álgebra de la acción.


La defensiva
¿Cual es la idea fundamental de la defensa? Es la de parar un golpe. ¿Por
qué señal se distingue? Se distingue porque en ella se espera el golpe que
se debe parar.
Una guerra en la cual las victorias solamente sirven para parar los golpes
y donde no hay ninguna intención de devolverlos, sería tan absurda como


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Estrategia y mente



una batalla en la cual la defensa más absoluta (la pasividad) prevaleciese
en todas las partes y de todas maneras.
Pero para que el que se defiende haga también la guerra, debe asestar
golpes, es decir dedicarse a la ofensiva. Así la guerra defensiva comprende
actos ofensivos que forman parte de una defensiva de un orden más o
menos elevado.


Contraataque
Un rápido y vigoroso cambio hacia la ofensiva –el relámpago de la espada
vengadora– es lo que constituye los más brillantes episodios de la defensa.
La defensiva no es más que una forma ventajosa de guerra, por medio de
la cual se desea procurar la victoria para poder, con ayuda de la preponde-
rancia adquirida, pasar al ataque, es decir a un objeto positivo.
El acto de ofensiva consiste siempre en la guerra, y sobre todo en la estrategia,
en una alternativa y una combinación continua del ataque y la defensa.
En el denominado punto culminante, un rápido y vigoroso cambio hacia la
ofensiva –el relámpago de la espada vengadora– es lo que constituye los
más brillantes episodios de la defensa.


Cuando parar en la victoria
Según esto, la preponderancia que se posee o adquiere en la guerra es un
medio, no el fin, y debe ser sacrificada a este último. Pero es preciso cono-
cer el punto que sirve de límite para no rebasarlo y recoger, en lugar de
ventajas nuevas, la vergüenza de un fracaso.


Táctica y estrategia
Se deduce la existencia de dos acciones completamente distintas: la dispo-
sición y conducción de estos combates y el combinarlos entre si para el fin
de la guerra. La primera constituye la Táctica, a la segunda la llamamos
Estrategia.
Para llevar a feliz término toda una guerra o cada una de sus actos más
importantes, que denominamos campañas, precisa un profundo criterio
en altas razones de Estado. Dirección de la guerra y política obran de con-
senso, y el general en jefe se hace también estadista.



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Es cierto que la cuestión política no penetra profundamente en los deta-
lles de la guerra; no se colocan los centinelas, no se conducen las patrullas
según las consideraciones políticas. Pero la influencia del elemento político
es tanto mayor, cuando se hace el plan de toda la guerra, de la campaña y
a menudo también de una batalla.
Esto es aplicable a los esfuerzos determinados en ambos Estados por el fin
político y el objetivo que el mismo confía a la acción guerrera. Algunas
veces el mismo fin político puede ser también ese objetivo; por ejemplo
la conquista de una provincia. Otras, (el fin político) no es apropiado para
indicar el objetivo de una acción guerrera, y en este caso debemos elegir
un objetivo que le sea equivalente y que pueda representarlo al hacerse la
paz.
Cuanto más importante y de mayor entidad sean los motivos de la guerra,
cuanto más afectan a los intereses vitales de los pueblos, con mayor empeño
se tratará de derribar al adversario, entonces tienden a confundirse obje-
tivo guerrero y fin político y la guerra aparece menos política y más pura-
mente guerrera.


Centro de gravedad
Es necesario no perder de vista jamás las relaciones predominantes de los
Estados beligerantes. Los intereses que con ellos se relacionan formarán
un centro de potencia y movimiento que arrastra todo lo demás. Es contra
este centro de gravedad contra el que debe ser dirigido el choque colec-
tivo de todas las fuerzas.
No obstante, distinguiremos aquí tres cosas, que como objetos generales
comprenden todo lo restante y que son: las fuerzas militares, el país y la
voluntad del enemigo.
Las fuerzas militares enemigas deben ser anuladas, esto es puestas en tal
estado que no puedan continuar la lucha. El país debe ser conquistado,
pues con el se podría formar nuevos elementos de combate.
Conseguidos estos dos extremos, la guerra, esto es la tensión hostil y la
acción de medios hostiles, no puede creerse hayan cesado mientras la
voluntad del enemigo no sea violentada, es decir, sometidos su Gobierno y
aliados a firmar la paz o subyugados los pueblos.
Así, cuando se trata de un proyecto de guerra, el primer punto de vista
tiene por objeto investigar los centros de potencia del enemigo y reducir-
los en lo posible a uno solo.


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Estrategia y mente



Principios de los planes
Consiste en reducir la potencia enemiga a un número lo más reducido posi-
ble, a uno si se puede, y, en todos los casos reducir a un mínimo el número
de choques contra esos centros, y si es posible a uno solo.
Los factores morales constituyen la cuestión más importante en la guerra,
porque los efectos de las fuerzas físicas están completamente fundidos con
los efectos de las fuerzas morales, y no pueden separarse.
Ahora, en el combate, toda la actividad, pues tal supone su concepto, se
encamina al aniquilamiento del contrario, o mejor dicho, de su capacidad
de combatir; la destrucción de las fuerzas en combate es, pues, siempre el
medio para conseguir este fin del combate.


Conducción de los combates
Incurriríamos en gran equivocación si pretendiéramos sacar la consecuen-
cia de que la embestida ciega llevará siempre la victoria sobre la comedida
habilidad. La torpe acometida contribuiría a la destrucción de las fuerzas
propias y no de las contrarias; no podemos en modo alguno referirnos a
ella.
Es claro que un adversario vivo, valiente y resuelto, no nos dejará el tiempo
para ejecutar combinaciones laboriosas de efecto lejano; y sin embargo,
sería precisamente contra un tal adversario cuando tendríamos mayor
necesidad de ser sostenidos por el arte. Esto parece probar suficientemente
la superioridad de los resultados sencillos y directos sobre aquellos que
dependen de combinaciones complicadas.
Nosotros no pensamos, pues, que el choque simple sea el mejor, sino que
la ventaja de las combinaciones debe restringirse según la seguridad que
presenten.




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LAS OCHO MÁXIMAS DE LA ESTRATEGIA SEGÚN LIDDELL HART




     Sir Basil Henry Liddell Hart fué un extraordinario autor de estrategia mi-
     litar. Nació el 31 de octubre de 1895, se educó en Cambridge hasta que
     la Primera Guerra Mundial lo llamó a servir, donde fue herido en dos
     oportunidades. Se retiró como capitán en 1927 y fue corresponsal mili-
     tar para el London Daily Telegraph y el London Times. Fue un temprano
     defensor de la guerra mecanizada y su pensamiento influyó en el alto
     mando alemán previo a la Segunda Guerra Mundial. Desarrolló la teoría
     conocida como “la aproximación indirecta”. Sus libros más famosos son:
     Scipio Africanus, Greater than Napoleon (1926); Strategy second edition
     (1954); the German Generals Talk (1948); The tanks (1959); A History of
     the Second World War (1970). Editó “The rommel Papers” (1953).
     El texto que sigue a continuación corresponde al capítulo XIX y XX del
     libro: “Strategy” Second Revised Edition de B. H. Liddell Hart. Meri-
     dian 1954.



Estrategia
Estrategia es el arte de la distribución y aplicación de los medios militares
para alcanzar los objetivos de la política.
Para ser exitosa una estrategia depende, primero y principal, de un acer-
tado cálculo y coordinación entre los fines y los medios. Un buen ajuste
entre medios y fines establecerá una perfecta economía de fuerzas. El pro-
pósito de la estrategia es disminuir la posibilidad de resistencia y para esto
se recurre al movimiento y a la sorpresa. La perfección de la estrategia sería
producir una decisión favorable sin un combate importante.


Máximas de la Estrategia
1. Ajustar sus fines a sus medios.
En la elección de los fines debe prevalecer una mirada clara y un cálculo
frío. Quien mucho abarca poco aprieta, y el comienzo de la sabiduría en
estrategia es el sentido de “que es posible”. Entonces, enfrente los hechos
en lugar de que prevalezca la confianza, la confianza que se puede conse-

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Estrategia y mente



guir lo que aparentemente es imposible. La confianza es como la corriente
de una batería: evite gastarla en un esfuerzo en vano.


2. Tenga siempre en mente su objetivo, a cada rato adapte sus planes a las
circunstancias.
Existe más de un camino para ganar un objetivo. Mida cuanto contribuye
el objetivo intermedio para la consecución del objetivo final.


3. Elija la línea (o curso) de menor expectativa.
Trate de ponerse en los zapatos de su enemigo, y piense cual sería el curso
menos probable que planea.


4. Explote la línea de menor resistencia.
Tan lejos como pueda adentrarse hacia un objetivo que contribuya con el
objetivo esencial.


5. Tome la línea de operación que ofrezca objetivos alternativos.
Poseer objetivos alternativos le permitirá obtener un objetivo. No deje
que sus acciones revelen sus objetivos, esto pondrá a su oponente entre la
espada y la pared. Mientras que con un solo objetivo, excepto que el ene-
migo sea netamente inferior, significa que no lo ganará, ya que no existe
incertidumbre a cerca de su objetivo. Es un error común confundir la elec-
ción de una sola línea de operación, que es usualmente una decisión sabia,
con el objetivo único, que es usualmente inútil.


6. Asegúrese de que sus planes y dispositivos son flexibles y se adaptan a
las circunstancias.
Su plan debe tener previsto contingencias y acciones para el próximo paso,
en caso de éxito, de éxito parcial o de fracaso; para que transcurra el menor
tiempo posible en la explotación y adaptación de planes, de acuerdo a lo
ocurrido.


7. No se lance a pelear con todo su peso mientras su oponente este en
guardia, o bien parado para eludirlo o evadirse.
A no ser que su oponente sea notablemente inferior, no lo ataque con
todas sus fuerzas hasta que no este desorganizado y desmoralizado. La

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guerra psicológica precede a la guerra física. También la guerra física es
psicológica en su naturaleza.


8. No reinicie un ataque en la misma línea (o en la misma forma) una vez
que ha fallado.
Incrementar sus fuerzas para reiniciar un ataque no es un cambio sufi-
ciente, ya que es probable que en el mismo intervalo su enemigo las este
reforzando. Y es muy probable que el éxito en rechazarlo haya incremen-
tado la moral del enemigo.
La esencia de estas ocho máximas es, que para lograr el éxito deben ser
resueltos dos grandes problemas: dislocación y explotación. Uno va pri-
mero y el otro lo sigue. Usted no puede golpear en forma efectiva a su
enemigo a menos que haya creado la oportunidad; y no será decisivo a
menos que explote la segunda oportunidad que viene antes de que él se
recupere.




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20 REGLAS PARA EL JUEGO DEL PODER




     Las Autoridades de todo tipo avisan que este tipo de juegos pueden
     ser perjudiciales para su propio poder.


             Poder es la capacidad de convertir todas tus ideas en
             acciones.
                                                    Proverbio Zen


             A los hombres se les debe gobernar con guante de
             acero dentro de guante de terciopelo.
                                               Napoleón Bonaparte




Reglas del juego
Le guste o no le guste, todas las relaciones humanas se basan en un juego
de poder. Cuanto mejor lo domine, más feliz será, y por lo tanto, más feliz
podrá hacer a los demás. Si juega mal o se niega a jugar, en el mejor de los
casos, su vida discurrirá con menos suavidad. Aquí se expondrán unas reglas
que generalmente conviene seguir. Son un resumen de textos de varios
autores clásicos con algunos comentarios. Quizás alguien se escandalice
con algunas de las ideas que aquí se exponen, choquen con sus creencias
o parezcan poco éticas. Aunque ahora se hable de unos valores como soli-
daridad, tolerancia, etc., desgraciadamente, la vida viene siendo un juego
de poder desde hace milenios y no parece que vaya a cambiar. De todas
formas, usted elige bando: tener poder o no tenerlo. Espero que disfruten
con esta lectura y que a partir de ahora jueguen con ventaja...


1/ Ser misterioso e impredecible

     “Cualquiera que tenga forma puede ser definido, y cualquiera que
     pueda ser definido puede ser vencido”. Sun Bin (Arte de la Guerra II)


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     “No obrar siempre igual. Así se confunde a los demás, especialmente
     si son competidores. No hay que obrar siempre de primera intención,
     pues nos captarán la rutina y se anticiparán y frustrarán las acciones.
     Tampoco hay que actuar siempre de segunda intención, pues enten-
     derán la treta cuando se repita” El Arte de la Prudencia (Baltasar Gra-
     cián)

     “Sé extremadamente sutil, discreto, hasta el punto de no tener forma.
     Sé completamente misterioso y confidencial, hasta el punto de ser si-
     lencioso. De esta manera podrás dirigir el destino de tus adversarios”.
     El Arte de la Guerra (Sun Tzu)

     “Hay que ingeniárselas, por encima de todo, para que cada una de
     nuestras acciones nos proporcionen fama de hombres grandes y de
     ingenio excelente”. El Príncipe (Maquiavelo)

     “Si el soberano no es misterioso, los ministros encontrarán la oportu-
     nidad de tomar y tomar.” Huanchu Daoren


2/ Hacer que nadie sepa lo que piensas

     “Que el enemigo nunca sepa lo que piensas”. Mario Puzo en El Padrino

     “Confundir a los contrincantes significa actuar de tal manera que les
     impida mantener la mente en calma. Intenta varias maniobras según
     la oportunidad del momento, haciendo pensar al contrincante que
     ahora vas a hacer esto, después lo otro, y a continuación algo distinto,
     hasta que veas que empieza a estar desconcertado, y así ganar a vo-
     luntad”. El Libro de los Cinco Anillos (Miyamoto Musashi)

     “Todo el mundo conoce la forma mediante la que resulto vencedor,
     pero nadie conoce la forma mediante la que aseguro la victoria”. El
     Arte de la Guerra (Sun Tzu)


3/ Hablar menos de lo que se debería

     “Alá dio al hombre dos oídos y una boca para hablar la mitad de lo
     que se escucha”. Proverbio árabe

     “Nunca se debe empezar a hablar antes de que lo hagan los subordi-
     nados. Cuanto más tiempo se permanezca callado, más pronto empe-


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Estrategia y mente



     zarán los demás a hablar. Y mientras lo hacen, uno puede comprender
     sus verdaderas intenciones.” Huanchu Daoren


4/ Cuando hay que dejar elegir a alguien, que sólo elija entre lo que usted
quiera
Cuando ofrezca elección, asegúrese que escogen lo que usted quiere. Elijan
lo que elijan, siempre ganamos. Puede ofrecer ir al cine o al teatro. De
cualquiera de las dos formas, conseguirá salir de casa (que es lo que usted
quería).

     “Las heridas y cualquier otro mal que los hombres se ocasionan a sí
     mismos espontáneamente y por su propia elección son a largo plazo
     menos dolorosas que aquellas que les ocasionan los otros.” El Príncipe
     (Maquiavelo)


5/ Que otros hagan las cosas por usted

     “Es una gran suerte de los poderosos acompañarse de hombres de
     gran entendimiento que les saquen de todos los problemas causados
     por la ignorancia y que incluso peleen por ellos las luchas más difíciles.
     El que no pudiera alcanzar a tener la sabiduría en servidumbre, que la
     alcance en la amistad”. El Arte de la Prudencia (Baltasar Gracián)


6/ Que su jefe no sepa ni sospeche que usted es más listo que él

     “Toda derrota es odiosa, y si es sobre el jefe o es necia o es fatal. Siem-
     pre fue odiada la superioridad, y más por los superiores. Será fácil ha-
     llar quien quiera ceder en éxito y en carácter, pero no en inteligencia,
     y mucho menos un superior. A los jefes les gusta ser ayudados, pero no
     excedidos”. El Arte de la Prudencia (Baltasar Gracián)


7/ Hacer que la gente dependa de usted

     “Un príncipe sabio ideará la forma para mantener a todos los ciudada-
     nos en todas las circunstancias en situación de dependencia del Estado
     y de él; y entonces ellos siempre confiarán.” El Príncipe (Maquiavelo)

     “Hacerse indispensable. Más se saca de la dependencia que de la cor-
     tesía; el satisfecho vuelve inmediatamente la espalda a la fuente. La



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     primera lección de la experiencia debe ser entretenerla, pero no satis-
     facerla; así se conserva la dependencia que los demás tienen; incluso
     la del Rey.” El Arte de la Prudencia (Baltasar Gracián)


8/ Confiar en el interés del prójimo, no en su agradecimiento

     “La forma mejor y más rápida de hacer fortuna es dejar que los demás
     vean claramente que está en su propio interés promocionar el tuyo”
     Jean de la Bruyère.

Si se va a pedir ayuda a alguien, no hay que recordar los favores del pasado,
encontrarán las formas de ignorarlo. Hay que encontrar algo en la petición
que le pueda beneficiar y exagerarlo. Entonces, la otra parte responderá
con entusiasmo, ya que también podrá sacar provecho.


9/ La información es el poder: espíe

     “Los espías nativos se contratan entre los habitantes de una localidad.
     Los espías internos se contratan entre los funcionarios enemigos. Los
     agentes dobles se contratan entre los espías enemigos. Los espías liqui-
     dables transmiten falsos datos a los espías enemigos. Los espías flotan-
     tes vuelven para traer sus informes. Entre los funcionarios del régimen
     enemigo, se hallan aquellos con los que se puede establecer contacto y a
     los que se puede sobornar para averiguar la situación de su país y descu-
     brir cualquier plan que se trame contra ti, también pueden ser utilizados
     para crear desavenencias y desarmonía”. El Arte de la Guerra (Sun Tzu)


10/ Destruya totalmente a sus enemigos
Cuando Roma venció definitivamente a los cartagineses, un senador dijo:
“En mi opinión, Cartago debe ser destruida”. Todos sus habitantes fueron
esclavizados y la ciudad fue totalmente arrasada y sembrada con sal. Nunca
más volvieron a molestar a Roma.

     “A los hombres se les ha de mimar o aplastar, pues se vengan de las
     ofensas ligeras ya que de las graves no puede: la afrenta que se hace
     a un hombre debe ser, por tanto, tal que no haya ocasión de temer su
     venganza”. El Príncipe (Maquiavelo)

     “Aplastar” exige un estado de ánimo de aniquilamiento, como cuan-
     do ves débil a un adversario y te creces entonces para vencerle. Si tú
     “aplastamiento” es débil, puede volverse contra ti. Tienes que sabe


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     distinguir cuidadosamente cuando estás en pleno control de ti mismo
     en el momento de atacar para aplastar. También en el arte individual
     de la guerra, cuando tú contrincante no está tan entrenado como tú,
     o cuando su ritmo disminuye, o cuando empieza a retroceder, es esen-
     cial no dejarle que tome aliento, ni concederle siquiera el tiempo de
     pestañear: abátele inmediatamente. Lo más importante es no dejarle
     recuperarse”. El Libro de los Cinco Anillos (Miyamoto Musashi)


11/ No discutir, actuar

     “Pensar y actuar son la misma cosa”. Proverbio Zen. Bushido

     “Nunca se debe discutir. En sociedad no se debe discutir nada, sólo hay
     que ofrecer resultados.” Benjamín Disraeli

Cualquier victoria en una discusión creará resentimiento duradero y será
peligroso a la larga. Es mejor que los demás cambien de opinión a través
de las acciones: hay que demostrar, no explicar. Cuando se acaba una dis-
cusión, todas las partes están más convencidas de sus ideas. En realidad, no
vale para nada discutir, salvo para enmascarar otras tretas.


12/ Elija sus enemigos y muévalos a su antojo

     “Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en
     cualquier lugar a donde vayas”. El Arte de la Guerra (Sun Tzu)

     “Hay muchas gentes que estiman que un príncipe sabio debe, cuando
     tenga la oportunidad, fomentarse con astucia alguna oposición a fin
     de que una vez vencida brille a mayor altura su grandeza”. El Príncipe
     (Maquiavelo)

     “Un jefe que conoce a los soldados” es un método practicado siempre
     en tiempos de conflicto, tras haber alcanzado la maestría a la que uno
     aspira: habiendo logrado el poder del conocimiento del arte de la gue-
     rra, piensa en los adversarios como en tus propios soldados, sabiendo
     que puedes ordenarles lo que desees y manejarles con libertad. Tú
     eres el jefe, los adversarios son las tropas. Esto requiere práctica”. El
     Libro de los Cinco Anillos (Miyamoto Musashi)

     “Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de
     ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza. Si haces que los
     adversarios vengan a ti para combatir, su fuerza estará siempre vacía.


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     Si no sales a combatir, tu fuerza estará siempre llena. Este es el arte de
     vaciar a los demás y de llenarte a ti mismo. Lo que impulsa a los adver-
     sarios a venir hacia ti por propia decisión es la perspectiva de ganar.
     Lo que desanima a los adversarios de ir hacia ti es la probabilidad de
     sufrir daños.” El Arte de la Guerra (Sun Tzu)

     “Al hombre sabio le son más útiles sus enemigos que al necio sus ami-
     gos. Una malevolencia suele allanar montañas de dificultad que la be-
     nevolencia no se atrevería a pisar. A muchos sus enemigos les fabrica-
     ron su grandeza. Es más fiera la lisonja que el odio, pues éste señala
     defectos que se pueden corregir, pero aquélla los disimula. La cautela
     es grande cuando se vive junto a la emulación, a la malevolencia”. El
     Arte de la Prudencia (Baltasar Gracián)


13/ La retirada no es la rendición

     “Una retirada a tiempo vale más que mil victorias” Napoleón

     “Si puedes ganar la batalla, lucha; si no, retírate”. Mao Tse Tung (es-
     trategia y táctica)

Estrategia 36: De las 36 estrategias, la definitiva es la última: retirarse. Reti-
rarse cuando todo falla es la estrategia definitiva. Pero no significa huir
definitivamente. Al enfrentarnos con un enemigo infinitamente superior, se
puede rendir, negociar o retirarse. La retirada no significa la derrota total, el
compromiso significa una media derrota y la rendición, la derrota total.
Para Sun Tzu representa someterse temporalmente al poderoso, en espera de
una transición a una nueva fase. En la Segunda Guerra Mundial, los soviéticos se
retiraron hasta Moscú, dejando todo arrasado. Aliados con el general invierno,
cuando pararon ahí a los alemanes, la contraofensiva les dejó en Berlín.
Hay que recordar que fracasar es fácil, pero hacerlo con gracia y éxito
puede ser más difícil que el mismo éxito. Además, se aprende más de los
fracasos que de los aciertos. Como recomendación final, la retirada nunca
debe hacerse sin pensar, de forma impulsiva. No hay que considerar que
retirarse es una manera de escapar a los desafíos, si no una manera de
enfrentarse mejor a ellos.


14/ Concentrar los esfuerzos. Buscar puntos débiles

     “Encontrar el punto débil de cada uno: este es el arte de mover las vo-
     luntades. Es más una destreza que determinación. Es saber por dónde


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Estrategia y mente



     se ha de entrar a cada uno. Primero hay que conocer el carácter, des-
     pués tocar el punto débil, insistir en él, pues infaliblemente se quedará
     sin voluntad”. El Arte de la Prudencia (Baltasar Gracián)


15/ Que otro haga el trabajo sucio

     “Los príncipes debe ejecutar a través de otros las medidas que puedan
     acarrearle odio y ejecutar por sí mismo aquellas que le reportan el fa-
     vor de los súbditos. Debe estimar a los nobles, pero no hacerse odiar
     del pueblo.” El Príncipe (Maquiavelo)

     Estrategia nº 3: “Matar con un cuchillo prestado” Significa utilizar los
     recursos ajenos en provecho propio. En vísperas de la invasión de la
     Unión Soviética, los servicios de inteligencia alemanes proporciona-
     ron a los soviéticos pruebas inventadas de que el mariscal ruso Mijail
     Tujachevski conspiraba contra Stalin. Como consecuencia, los mismos
     soviéticos ejecutaron a Tujachevski y a otros siete mariscales que Ale-
     mania consideraba obstáculos esenciales para la inmediata invasión.
     36 estrategias chinas


16/ Decir a los demás lo que quieren oír

     “Ningún hombre tiene que desesperarse pensando que no obtendrá
     conversos para la causa más extravagante si tiene el arte de suficiente
     para representarla con colores favorables.” David Hume.

     “La verdad es fría, no resulta cómoda. Una mentira es más hermosa. Es
     mucho más interesante y provechoso fantasear que decir la verdad.”
     Joseph Weil, estafador.


17/ Una vez que se decide, actuar sin vacilar
Si no tenemos claro que línea de acción tomar, mejor no empezar. Las dudas
y vacilaciones lo estropearán. Todos admiran al audaz, nadie al tímido.

     “Camina o siéntate, pero no dudes.” Proverbio Zen

     “Creo que es mejor ser impetuoso que prudente, porque la fortuna
     es mujer, y se si desea dominarla, se puede ver que se deja conquistar
     por el audaz más que por aquellos que actúan fríamente.” El Príncipe
     (Maquiavelo)


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Carlos Martín Pérez



18/ Atacar a las emociones del contrario, buscar el desequilibrio

     Eliminar el corazón: Cuando luchas con un enemigo y parece que estás
     ganando por tu habilidad en esta ciencia, el adversario quizás todavía
     mantenga la esperanza y, aunque aparentemente derrotado, se niegue
     a reconocer internamente la derrota. “Eliminar el corazón” se aplica en
     estos casos. Esto significa cambiar repentinamente de actitud, para ha-
     cer que el enemigo vez de mantener esa idea; lo principal en este caso
     es observar cómo se siente derrotado desde el fondo de su corazón.
     Puedes “eliminar el corazón” (La Esperanza) de la gente con armas, con
     tu cuerpo, o con tu mente. Esto no ha de entenderse de una sola mane-
     ra. Cuando tus enemigos han perdido completamente el corazón (la es-
     peranza), ya no tienes que prestarles atención nunca más. En otro caso,
     mantente alerta. Si los enemigos conservan aún sus ambiciones, difícil-
     mente sucumbirán. El Libro de los Cinco Anillos (Miyamoto Musashi)


19/ Concentrar esfuerzos

     “La mejor estrategia es ser siempre muy fuerte, sobre todo en el mo-
     mento decisivo. No hay ley estratégica superior que mantener las fuer-
     zas concentradas. Hay que actuar con la máxima concentración.” Karl
     Von Clausewitz.

     “Se debe apreciar la intensidad más que la extensión. La perfección
     reside en la calidad, no en la cantidad. La extensión por sí sola nunca
     se eleva por encima de la mediocridad, y es la desgracia de los hom-
     bres con amplios intereses generales que mientras les gustaría tener
     un dedo en todas las tartas, no lo tienen en ninguna.” El Arte de la
     Prudencia (Baltasar Gracián)


20/ Una vez que se ha ganado, hay que saber parar

     “Conocer cuando las cosas están en su punto, en su sazón, y saberlos
     disfrutar. Todas las obras de la naturaleza llegan al colmo de su per-
     fección: hasta allí fueron ganando, desde allí irán perdiendo”. El Arte
     de la Prudencia (Baltasar Gracián)


21/ Hay más reglas, pero en aplicación de la regla número tres, por ahora
no les voy a contar todo lo que sé
Sólo me permito recomendar que observen a las personas que juegan bien
a este fascinante juego y seguro que deduce usted más reglas.

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Estrategia y mente



Piense en el cortesano del Rey Sol en Versalles o en el mismo Rey, en los
Emperadores de China, sus concubinas, en un príncipe italiano del Renaci-
miento o en los eunucos de los harenes de los sultanes, quizás le inspiren
por la forma de cómo manejaban el poder.
Y un último consejo: paciencia y autocontrol son las virtudes que debe
tener todo buen jugador.


                  Los árboles retorcidos
            sobreviven
                                      al hacha del leñador,
                                                   no así
                                            los
                                                   árboles rectos.

                                             Proverbio hindú.




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NAPOLEÓN BONAPARTE




    Napoleón Bonaparte (1769-1821), emperador de los franceses (1804-
    1815) que consolidó e instituyó muchas de las reformas de la Revo-
    lución Francesa. Asimismo, fue uno de los más grandes tácticos y es-
    trategas de todos los tiempos, conquistó la mayor parte de Europa e
    intentó modernizar las naciones en las que gobernó.



Citas famosas
   Sin justicia, sólo hay divisiones, víctimas y opresores.
   Más vale tener un enemigo conocido que un amigo a la fuerza.
   La verdadera felicidad social consiste en la armonía y en el uso pací-
    fico de las satisfacciones de cada individuo
   El primer bien de las naciones reside en su independencia y en su exis-
    tencia política.
   El hacer travesuras tiene límites; la estupidez humana no tiene nin-
    guno.
   En la guerra, como en el amor, para llegar al objetivo es preciso aproxi-
    marse.
   No hay subordinación en el temor que prevalece en los estómagos
    vacíos.
   El gobierno debe organizar la educación de modo que pueda contro-
    lar las opiniones políticas y morales.
   Los más fuertes no negocian más que si dictan las condiciones y son
    obedecidos.
   Nunca se sufre tanto por amor como cuando volvemos a ver el objeto
    amado, o mejor cuando este está ausente.
   El verdadero carácter siempre aparece en las grandes circunstancias.
   En el culto todo debe ser gratuito para el pueblo, no se debe privar
    a los pobres de aquello que los consuela en su pobreza sólo por ser
    pobres.

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Estrategia y mente



 Tranquilizar el espíritu es la mejor manera de curar el cuerpo.
 Los hombre generalmente no pasan de criaturas adolescentes
 Las personas que debemos temer no son las que no están de acuerdo
  con nosotros. Debemos temer las que no están de acuerdo y son
  demasiado cobardes para darlo a entender.
 La educación de una persona comienza dieciocho años antes de su
  nacimiento.
 El cementerio está lleno de personas imprescindibles.
 Es necesario sembrar para el futuro.
 Una retirada a tiempo es una victoria.
 Las bases indispensables de la sociedad son el ocio y el lujo.
 No se debe juzgar a los hombres por su fisonomía, sobre todo, sin
  ponerlos a prueba.
 El hombre superior es impasible por naturaleza: le da igual que le
  elogien o censuren.
 A los hombres se les debe gobernar con guante de acero dentro de
  guante de terciopelo.




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BALTASAR GRACIÁN




     La feroz competitividad que experimentamos a diario en la vida y en
     el trabajo nos sitúan a menudo en un entorno agresivo al que no hay
     más remedio que combatir, y que si conseguimos conquistar podemos
     utilizar en nuestro provecho. Poseer una sabiduría práctica nos puede
     proporcionar la prudencia y cautela necesarias para resolver con éxito
     cada uno de los retos que se nos presentan. Esta obra, por su carácter
     práctico, específico y a la vez moderno y universal constituye la mejor
     ayuda para el hombre y la mujer de hoy que quieren afrontar los desa-
     fíos con pericia y determinación. Como resumen de este genial pensa-
     dor español, a continuación se puede leer de forma muy condensada
     parte de su obra más conocida: El Arte de la Prudencia.


Carácter e Intelecto: los dos polos de nuestra capacidad, una sin la otra son
la mitad de la felicidad. El Intelecto no es suficiente, el Carácter es necesa-
rio
No digas nada: El valor de tus logros se incrementa por su novedad. Es
inútil y estúpido jugar con todas tus cartas sobre la mesa. Si no declaras
lo que vas a hacer causas expectativas, especialmente cuando eres objeto
de atención general. Ponle misterio a todo, el misterio causa veneración.
Cuando expliques tus cosas, no seas explicito, para que no expongas tus
pensamientos. El silencio es el santuario del Arte de la Prudencia. Una reso-
lución que se dice a los demás no esta bien pensada y se vuelve objeto de
criticas; si resultara un fracaso, serias doblemente desafortunado. Haz que
la gente se pregunte que estas haciendo y que te observe.
Sabiduría y Valor: Son los elementos de la grandeza, dan inmortalidad.
Uno vale lo que sabe. Una persona sin conocimientos vive en la oscuridad.
El Saber sin Valor es estéril.
Haz que la gente dependa de ti: La persona sabia hará que los otros sien-
tan más necesidad de el que agradecimiento. Mantenlos con esperanza,
pero no confíes de su gratitud, la esperanza tiene buena memoria, pero
la gratitud no. Se consigue más de la dependencia que de la cortesía. El
que ha colmado su sed le da la espalda al pozo y la naranja que ha sido
exprimida es tirada a la basura. Cuando la dependencia termina también


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Estrategia y mente



acaban las consideraciones y el respeto. Mantén viva la esperanza sin satis-
facerla completamente, presérvala para que siempre seas necesitado.
Nadie es perfecto: No nacemos perfectos, cada día nos desarrollamos en
nuestra personalidad y en nuestra profesión. Esto se conoce por la pureza
de nuestros gustos, por la claridad de nuestras ideas, por la madurez de
nuestros juicios y por la firmeza de nuestra voluntad. La persona completa
–sabia en el hablar, prudente en sus actos– es admirada.
Evita destacar más que tus superiores: Las victorias engendran odios. Una
victoria sobre tus superiores es estúpida o fatal. La preeminencia es detes-
tada, especialmente por aquellos que están en una posición alta. La pre-
caución puede cubrir las ventajas. Por ejemplo, un buen físico puede ser
ocultado bajo ropa floja. Los superiores quieren serlo en la más superior de
las cualidades. Permitirán alguien que les ayude, pero no alguien que los
sobrepase. Cuando les des un consejo hazlo parecer como un recuerdo de
algo que ellos han olvidado más que como una guía de algo que ellos no
saben. Las estrellas nos enseñan la lección: aunque son bellas y brillantes,
no rivalizan con el sol.
No tengas pasiones: La más alta cualidad de la mente. Nos libera de los
bajos impulsos. No hay mayor control que el que se tiene sobre uno mismo,
sobre sus impulsos, ese es el triunfo de la voluntad. Que las pasiones no
controlen tu carácter. No tener pasiones es la única manera de evitar pro-
blemas y el camino más corto para vivir mejor.
Fortuna y Fama: La primera es para esta vida, la segunda para la otra. La
fortuna es deseada y algunas veces alimentada, pero la fama se gana. El
deseo de fama se origina de la virtud. Fama es la hermana de los gigantes;
siempre se va a los extremos, ya sean monstruos horribles o prodigios bri-
llantes.
Relaciónate con aquellos que te pueden enseñar algo: Deja que la amistad
se escuela de conocimientos y que la cultura sea enseñada en la conversa-
ción. Que tus amigos sean tus maestros y mezcla los placeres de la conver-
sación con las ventajas de la instrucción. Siempre estamos atraídos a otros
por nuestro interés propio, pero en este caso es un interés noble.
Actúa a veces pensándolo dos veces y a veces de primer impulso: La vida
es una guerra en contra de la malicia de los demás. La Sagacidad lucha con
cambios de intención –nunca haciendo lo que amenaza hacer, esforzán-
dose por no atraer la atención, siempre buscando ocultar su juego, atrae la
atención del oponente, pero conquista por el modo inesperado. Una inte-
ligencia aguda anticipa esto mediante la observación y se pone al acecho.
Siempre entiende lo opuesto de lo que el oponente quiere que creas. Deja


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que pase el primer impulso y espera por el segundo o hasta el tercero. La
Sagacidad trata de engañar aun con la misma verdad, cambia el juego para
cambiar el engaño, hace trampa sin hacer trampa. Pero la inteligencia opo-
sitora esta en guardia con gran alerta y descubre la oscuridad oculta por la
luz y descifra cada movimiento.
El Qué y el Cómo: La Sustancia no es suficiente, también se requiere aten-
ción a la Circunstancia. Los malos modales todo lo arruinan –hasta a la
razón y a la justicia– las buenas maneras adornan, endulzan hasta la verdad
y embellecen hasta a la senectud. El como es importante en los asuntos, las
buenas maneras se ganan el corazón de la gente. Buen comportamiento y
una expresión agradable pueden ayudarte a salir de una situación difícil.
Ten a inteligencias auxiliares junto a ti: Es un privilegio del poderoso
rodearse sabios que lo protejan de los peligros de la ignorancia, que lo
ayuden a salir de las dificultades. Es una rara grandeza saber hacer uso de
los sabios. Es una gran habilidad saber hacer sirvientes de aquellos que por
naturaleza son nuestros superiores. No hay verdadera vida sin sabiduría.
Es notoriamente inteligente el que estudia sin esfuerzo, el que consigue
mucho por medio de muchos y en volverse sabio gracias a ellos. Cuando
hablas, las bocas de sabios hablan a través de ti, por lo que obtienes la
fama de oráculo por esfuerzos de otros. Estas inteligencias auxiliares desti-
lan los mejores libros y sirven la quintaesencia de la sabiduría. Si no puedes
tener sabios a tu servicio tenlos como amigos.
Sabiduría y Buenas Intenciones: Juntas aseguran el éxito continuo. Un
buen intelecto unido a una mala voluntad originan la monstruosidad. La
mala voluntad envenena todas las perfecciones; ayudada por el conoci-
miento se arruina con más grande sutileza. Es una miserable superioridad
que resulta en la ruina. El conocimiento debe tener sentido.
Varia tu forma de actuar: Para distraer la atención, no hagas las cosas
igual, sobre todo si tienes rivales. No siempre actúes de primer impulso,
la gente pronto reconocerá tu forma de actuar y se anticipara para frus-
trar tus deseos. Es más fácil matar a un pájaro que vuela recto, que a uno
que zigzaguea. Tampoco actúes siempre de segunda intención. Recuerda
que el enemigo te esta vigilando, se requiere habilidad para vencerlo. El
apostador nunca juega la carta que el oponente espera, menos aun la que
desea.
Aplicación y Habilidad: Cuando las dos se unen se alcanza la fama. La gente
mediocre obtiene más con aplicación que la gente superior sin ella. El tra-
bajo es el precio que se paga por la reputación. Lo que cuesta poco, tiene
poco valor. Aun para los más altos puestos se requiere únicamente en algu-


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Estrategia y mente



nos casos la aplicación más que el talento. No te contentes con la humilde
mediocridad cuando puedes brillar.
No causes expectación exagerada cuando inicies algo: porque después es
difícil satisfacer las expectativas. Lo real nunca puede igualar a lo imagi-
nado, por lo que es fácil formarse ideales y luego es muy difícil hacerlas
realidad. La imaginación crea esperanza y hace que se crea que las cosas
son más de lo que en realidad son. Por la expectación la gente se desilu-
siona en vez de impresionarse. La esperanza es una gran falsificadora de
la verdad. Haz lo contrario asegurándote que el fruto exceda al deseo. Es
mejor que la realidad sobrepase a la idea.
El Arte de tener Buena Suerte: El sabio no la deja las reglas de la suerte a
la casualidad. La suerte es asistida por la Prudencia. Algunos se contentan
con ponerse confiadamente frente a las puertas de la fortuna esperando
a que estas se abran solas. Otros piensan mejor y empujan dichas puer-
tas y sacan ganancia de su inteligente arrojo. La verdadera filosofía no
tiene otra conducta que la virtud y la introspección, porque no existen ni
la buena ni la mala suerte, solo la sabiduría y la estupidez.
El Conocimiento tiene un Propósito: La gente sabia se arma de un cono-
cimiento experto y practico de lo real, no del chisme común. Los sabios
poseen un abundante almacén de dichos inteligentes y de nobles actos y
saben como emplearlos en el momento correcto. A veces, más se enseña
con afabilidad que con seriedad.
Se Libre de Imperfecciones: Todos tenemos algún punto débil, ya sea físico
o moral, el cual consentimos aunque lo podríamos curar fácilmente. Un
defecto, por pequeño que sea te devalúa, una nube puede tapar al sol.
Nuestros defectos sirven para ser señalados por aquellos con mala volun-
tad. La más grande habilidad es transformar los defectos en ornamentos.
El Cesar romano ocultaba su calvicie con laureles.
Controla tu Imaginación: Es importante para tu felicidad, equilibra la razón.
La imaginación puede tiranizar nuestra vida, hacerla feliz o ponernos una
carga, dependiendo a donde nos lleve. Nos puede hacer sentirnos satisfe-
chos o insatisfechos con nosotros mismos. Puede convertirse en el látigo de
los tontos, para otros promete felicidad, aventura e ilusiones. Contrólala
prudentemente.
Aprende a leer entre líneas: No te puedes hacer entender a menos que
entiendas a los demás. Las verdades que nos atañen están dichas a medias,
pero leyendo entre líneas podemos captar el significado completo. Capta
la verdad detrás de las palabras y de las acciones. Cuando escuches algo
favorable, no lo creas 100% si escuchas algo desfavorable analízalo.


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Encuentra y conoce las pasiones de cada persona: Este es el arte de mane-
jar sus voluntades. Debes de saber como llegarle a cada uno y con que.
Cada voluntad tiene un motivo especial. Toda la gente idolatra algo. Para
algunos es la fama, el interés propio o el placer. La habilidad consiste en
conocer estos ídolos para saber manipularlos. Conoce el principal motivo
de una persona y tendrás la llave hacia su voluntad. Recurre a los motivos
primarios, que no son siempre los más elevados. Primero conoce la pasión
que rige la vida de la persona, trabájala con palabras, ponle tentaciones y
así siempre controlaras su voluntad
Valora más la Calidad que la Cantidad: La excelencia reside en la Calidad
no en la Cantidad. Lo mejor siempre es escaso y raro, la abundancia reduce
el valor. Hay veces que los gigantes son verdaderos enanos. Algunos valo-
ran los libros por su grosor, como si hubieran sido escritos para ejercitar los
músculos más que el cerebro. Si quieres ser excelente en todo lo serás en
nada. La Intensidad, la especialización, el objetivo bien definido te llevan
a la excelencia.
No seas común en nada: especialmente en tus gustos. Es sabio sentirse inco-
modo cuando tus actos satisfacen a la gente común. El exceso de aplauso
popular nunca satisface al sabio. Tampoco seas común en tu Inteligencia.
No tengas nada que ver con ocupaciones de mala reputación: Y ten menos
que ver con modas. Hay muchas modas caprichosas y la persona prudente
se aleja de ellas. Hay gente con gustos extraños que adquieren todo lo
que la gente sabia repudia, son excéntricos y esto los puede hacer ser bien
conocidos, pero más como objeto de ridículo que de buena reputación.
Una persona precavida no hace publico su afán de sabiduría y aun menos
aquellos asuntos que lo hagan parecer ridículo.
Reconoce cuando retirarte: Es una gran lección en la vida saber cuando
decir que no. Hay ocupaciones que devoran tiempo precioso. Ocuparte en
algo que no te concierne es peor que no hacer nada. No interfieras en los
asuntos de otros, cuida que los otros no interfieran con tus asuntos. Nunca
debes estar tan obligado con otros como para que dejes de estarlo contigo
mismo. No abuses de la ayuda de tus amigos. Todo exceso es una falla, y
sobre todo en las relaciones personales. Una sabia moderación no desgasta
la cortesía y preserva la buena voluntad y la estimación. Al hacer esto pre-
servas tu libertad sin pecar contra el buen gusto.
Conoce tus mejores cualidades: Conócelas y cultívalas. Puedes ser excelente
en algo si conoces tus mejores cualidades. Reconoce en que sobresales y
enfócate en ello. La mayoría de las personas desperdician sus aptitudes
naturales lo cual los mantiene siempre en la mediocridad.


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Medita bien las cosas: Todos los tontos sufren por no meditar bien las
cosas. Hacen un gran escándalo por lo que importa poco y poco ruido de lo
que importa mucho, siempre usando la balanza equivocada. Hay asuntos
que deben ser observados con la atención más detallada y deben de ser
siempre recordados. El prudente medita bien todas las cosas, sobre todo
las más difíciles.
Abandona tu suerte cuando aun estés ganando: Lo hacen los mejores
jugadores. Una buena retirada es un ataque elegante. La suerte que dura
demasiado es sospechosa; la suerte intermitente es más segura. Entre más
grande es la pila de suerte más grande el riesgo de que se caiga. La Fortuna
te paga la intensidad de sus favores con la cortedad de su duración. La For-
tuna se cansa rápido de cargarte en sus hombros.
Gánate la Buena Voluntad de la gente: Es muy bueno ganarse la admira-
ción de todos, pero es aun mejor ganarse su afecto. Los grandes regalos
no son suficientes, aunque son esenciales –gánate la buena opinión y será
fácil ganarte la buena voluntad. Los actos amables producen sentimientos
amables –haz el bien con buenas palabras y mejores hechos, ama para que
seas amado. La cortesía es la magia política de los grandes. Siempre da más
importancia a los hechos.
Usa, pero no abuses de la astucia: No debes deleitarte ni hacer alarde de
ella. Las mañas deben ser ocultas, sobre todo la astucia la cual es odiada.
La decepción es común, por lo que nuestra precaución debe de ser redo-
blada, pero sin que sea notada, porque la precaución causa desconfianza,
molestia, despierta deseos de venganza y engendra otros males. Actuar
con precaución es de gran ventaja y no hay mayor muestra de sabiduría.
Evita echarte obligaciones: Este es uno de los principales objetivos de la
Prudencia. La gente de gran Prudencia mantiene los extremos muy separa-
dos para que haya una gran distancia entre ellos. Siempre se mantienen en
el centro de su precaución, para que les de tiempo de actuar. Es más fácil
evitar comprometerse que salir bien parado del compromiso. Tales asuntos
ponen a prueba nuestra inteligencia –es mejor evitarlos. Una obligación
lleva a la otra y puede terminar en problemas. Hay gente que por natura-
leza o por costumbre se echa obligaciones fácilmente. Pero el Inteligente
debe meditar bien antes de echarse una obligación. Se necesita más valor
para negarse a aceptar la obligación que en cumplirla. Cuando hay un
tonto que se ofrece, uno debe de tomar el segundo lugar.
Nunca pierdas el respeto por ti mismo: Y no estés demasiado consciente
de ti mismo. Deja que tu propia integridad sea el verdadero estándar de
tu rectitud y deja que el juicio que tienes sobre ti mismo sea muy estricto.


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Evita todo lo que no sea apropiado más por cuidar el respeto que tienes
por ti mismo que por temor a la autoridad externa.
Conoce como mostrar tu fuerza: Las liebres pueden jalarle la melena a un
león muerto. La valentía no es asunto de broma. Da entrada al primero y
tendrás que ceder al segundo y así asta el final y ganar significara muchí-
simo problema. La valentía moral excede a la valentía física, debe ser tu
escudo. La cobardía moral degrada más que la debilidad física. Muchos
han tenido eminentes cualidades pero por falta de un corazón valiente,
tenaz, pasaron inadvertidos y encontraron una tumba en su propia pereza.
La sabia naturaleza ha combinado prudentemente la dulzura en la miel de
la abeja y la agudeza en su aguijón
No emplees más fuerza de la necesaria: No hay necesidad de mostrarle
tu habilidad a nadie. No permitas que haya gasto innecesario de conoci-
miento ni de poder. Si muestras mucho hoy no habrá nada que mostrar
mañana. Siempre ten una novedad con la cual deslumbrar a los demás.
Mostrar algo fresco cada día mantiene viva la expectación y oculta los limi-
tes de tu capacidad.
Rodéate de buenos asistentes: Se pone a prueba tu inteligencia por las defi-
ciencias de tus asistentes. La excelencia del ministro no disminuye la gran-
deza de su señor. Toda la gloria de las hazañas se refleja en el actor principal,
así también la culpa. La Fama solo tiene tratos con los principales. La Fama
no dice: “Este fue bueno, aquel tuvo malos asistentes” sino “Este fue bueno,
aquel fue malo, sean quien fueren sus asistentes”. Selecciona y pon a prueba
a tus asistentes, porque les tienes que confiar el destino de tu fama.
Se el primero: Dar el primer golpe es una gran ventaja cuando los con-
tendientes son iguales. Muchos pueden haber sido únicos si hubieran sido
los primeros. Los primeros son los herederos de la fama. Los otros son
segundones, pericos imitadores. El sabio encuentra un nuevo camino a la
eminencia y la Prudencia los acompaña todo el camino. El sabio trata de
ser siempre el primero. Hay quienes prefieren ser primeros en asuntos de
menor importancia que segundos en grandes hazañas.
Asegúrate que las cosas terminen bien: Algunos consideran más el rigor
de la competencia que el hecho de ganarla, pero para el mundo el descré-
dito del fracaso final acaba con el reconocimiento de pasadas hazañas. El
victorioso no necesita dar explicaciones. La gente no pone atención en los
detalles de las medidas empleadas sino en los buenos o malos resultados.
Un buen final adorna todo, por más insatisfactorias que sean las medidas
tomadas. A veces debes transgredir las reglas si no puedes terminar bien
de otra forma.


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Estrategia y mente



Sé decidido: La mala ejecución de tus planes es menos dañina que la falta
de decisión. Las corrientes de agua causan menos daños cuando fluyen
libremente que cuando son detenidas por un dique. Hay gente de propósi-
tos tan poco firmes que requieren la Direccion de otros y no porque no sean
capaces sino por su falta de acción. Se necesita habilidad para descubrir
dificultades pero más para salir de ellas. Existen otras personas que tienen
un juicio tan claro y un carácter tan determinado que los hace aptos para
las acciones más elevadas, su inteligencia les dice donde meter la punta de
la cuña y su resolución les indica como meterla hasta el fondo. Este tipo de
gente acaba con toda tarea pronto y cuando han completado una están
listos para la otra. Unidos a la Fortuna ellos se aseguran el éxito.
Conoce cómo usar la evasión: Esta es la forma en que el inteligente escapa
de las dificultades, se zafan del más intrincado laberinto con solo la inte-
ligente aplicación de un comentario o de una sonrisa. La mayoría de los
grandes líderes son expertos en este arte. Cuando tengas que rechazar
algo, la forma más cortes es cambiar el tema. A veces es muy conveniente
actuar como si no entendieras. Navega con bandera blanca para sacar la
negra solo cuando sea necesario.
Sé un camaleón: Se discreto con los discretos, culto con los cultos, santo
con los santos. Gran arte es ganarse el apoyo de todos; el consenso general
hace que ganes buena voluntad. Estudia el humor de la gente y adáptate
a cada uno de ellos. Sígueles el tema y maquilla las diferencias tan astuta-
mente como sea posible. Este es un arte indispensable para los que depen-
den de otros. Debes de ser universal en tu genio y en tu astucia.
Sé precavido cuando obtengas información: Vivimos por la información,
no por la vista. La oreja es la puerta lateral de la verdad pero también la
puerta frontal de las mentiras. La verdad generalmente se ve, raramente es
escuchada. La verdad viene raramente en su pureza elemental, siempre la
acompañan una mezcla de los humores de aquellos por los que ha pasado.
La pasión la tiñe donde la toca, a veces favorablemente, a veces no. Ella
siempre obtiene la disposición de la gente, por lo que recíbela con precau-
ción de aquel que alaba, y con aun más precaución de aquel que culpa. Pon
atención a las intenciones del que te habla, debes de saber de antemano
cuales son sus planes. Deja que la reflexión ponga a prueba la falsedad y
la exageración.
No llegues hasta las últimas consecuencias de nada, ni bueno, ni malo:
Si llevas algo hasta el extremo se volverá contra ti, exprime todo el jugo
de una naranja y se volverá agria. Ni en los disfrutes llegues a los extre-
mos. Si ordeñas a una vaca demasiado, en lugar de obtener leche sacaras
sangre.

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Carlos Martín Pérez



Utiliza a tus enemigos: No tomes las cosas por la hoja que corta sino por
la empuñadura que te protege del daño – especialmente con las acciones
de tus enemigos. Una persona sabia y prudente obtiene más de utilizar a
sus enemigos que cualquier tonto obtiene de utilizar a sus amigos. La mala
voluntad de tus enemigos derriba montañas de dificultades que uno podría
enfrentar en otros casos. Muchos han logrado su grandeza por sus enemi-
gos. La alabanza es más peligrosa que el odio, porque cubre las manchas
que el otro muestra. El sabio y prudente convertirá la mala voluntad de sus
enemigos en un espejo más fiel que el de la buena voluntad y quitara o
mejorara las fallas y defectos que ella ataca. La precaución y la Prudencia
florecen mejor cuando la Rivalidad y la Mala Voluntad son vecinas.
Conócete a ti mismo: Conoce tus talentos y tu capacidad, tanto en tu juicio
como en tus inclinaciones. No puedes ser amo de ti mismo, no puedes domi-
narte a menos que te conozcas bien. Hay espejos para la cara, pero no para
la mente. Deja que tu pensamiento cauteloso sobre ti mismo sirva como
substituto. Cuando la imagen externa sea olvidada, amanten la interna
para mejorarla y perfeccionarla. Conoce la fuerza de tu intelecto y capaci-
dad, prueba la fuerza de tu valor y mantén tus fundamentos seguros y tu
mente despejada.
Nunca hagas algo de lo que tu Prudencia te haga dudar: Cuando el que
hace tiene sospecha de fracasar, el observador estará seguro de ello, espe-
cialmente si es un rival. Si en el calor de la acción tu juicio duda en prose-
guir, es señal de que después, al meditarlo fríamente te darás cuenta que
proseguir era una estupidez. La acción es peligrosa cuando la prudencia
te hace dudar. La Sabiduría no confía en las probabilidades, siempre se
mueve en la razón. Como puede cualquier esfuerzo tener éxito cuando el
buen juicio lo condena tan pronto como es concebido?
Mantén el alcance de tus habilidades en secreto: El sabio no permite que su
conocimiento y habilidades sean sondeadas hasta el fondo, si es que desea
ser honrado. El sabio permite que lo conozcas pero no que lo comprendas.
Las suposiciones y dudas acerca del alcance de los talentos del sabio causan
más veneración que el exacto conocimiento de ellas.
Realidad y Apariencia: Las cosas pasan por lo que parecen, no por lo que
son. Pocos se interesan en observar el interior, la mayoría se contenta con
las apariencias. No es suficiente tener razón si tus acciones se ven falsas o
malintencionadas.
No te achiques ante nada: Grandes rebanadas de Buena Suerte no apenan
al que puede digerirlas aun más grandes. Lo que es plenitud para unos es
escasez para otros. Algunos por su poca capacidad no las pueden digerir,


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Estrategia y mente



porque nacieron sin ser entrenados para empresas importantes; sus hono-
res no merecidos los marean, lo que es peligroso estando en una posición
de eminencia. No encuentran su lugar apropiado, por lo que la suerte no
les encuentra un lugar adecuado a ellos. La persona de talento deberá
mostrar que tiene capacidad para aun más importantes empresas y sobre
todo evitar el mostrar señales de apocamiento
En tiempos de Prosperidad prepárate para la Adversidad: Es más sabio y
fácil almacenar lo necesario para el invierno cuando todavía es verano.
En tiempos de Prosperidad los favores son baratos y los amigos muchos.
Por lo tanto debes de guardarlos para los días desafortunados porque la
Adversidad cuesta caro y no encontraras quien te ayude. mantén un alma-
cén de amigos y gente que te deba algo, ya llegara el día cuando su valor
aumente. Los estúpidos no tienen amigos verdaderos –en la Prosperidad
son incapaces de reconocerlos y en la Adversidad no serán reconocidos por
ellos.
Evita ser odiado: No hay buena ocasión para buscar el odio de los demás
–llega sin buscarlo mucho. Hay algunos que odian sin saber el porque, su
mala voluntad es más rápida que nuestra disposición para agradar. Su mala
naturaleza tiende más a dañar a otros que su codicia por ganar ventajas.
Algunos se las arreglan para estar en malos términos con todos. Una vez
que el odio a echado raíz, es difícil de erradicar como la mala reputación.
El sabio es temido, el malévolo es aborrecido, el arrogante es desdeñado,
el bufón es despreciado, el excéntrico es ignorado. Por esto respeta para
que seas respetado y aprende que para ser estimado debes de mostrar
estimación.
Haz y que te vean haciendo: Las cosas no pasan por lo que son sino por lo
que parecen Ser útil y saber como mostrarlo es ser doblemente útil. Lo que
no es visto es como si no existiera. Ni la Justicia recibe propia consideración
si no parece justa. Los observadores son mucho más escasos que aquellos
que están desilusionados por las apariencias. Las cosas son juzgadas por su
apariencia y muchas cosas son diferentes de lo que parecen, pero un buen
exterior es la mejor recomendación para una perfección interna.
Duplica tus recursos: Al hacerlo duplicas tu vida. No debes de depender
ni de confiar en un solo recurso, por más prominente que este sea. Todo
debería de mantenerse por duplicado, especialmente las causas de éxito,
favor y estima. La mutabilidad lo trasciende todo y le da un límite a toda
existencia, especialmente a las cosas que dependen de la voluntad humana,
que es lo más frágil. Para protegerse en contra de esta inconstancia el
sabio debe de tomar como regla general el mantener un almacén doble de
cualidades buenas y útiles.

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Reconoce los días desafortunados: Estos días en verdad existen. Nada sale
bien y aunque se cambie de juego, la mala suerte permanece. Dos intentos
deben de ser suficientes para decirnos si un DIA es desafortunado o no.
todo esta en un proceso de cambio, hasta nuestra mente y nadie es sabio
siempre. También la casualidad toma parte. Todas las perfecciones tienen
sus momentos, hasta la belleza tiene sus horas. También la sabiduría falla a
veces al hacer mucho o muy poco. Para que algo salga bien debe de hacerse
en su día adecuado. Esta es la razón por la que a algunas personas todo les
sale mal y a otras todo les sale bien, aun con menos trabajo. Encuentran
todo listo, su intelecto ágil, su genio benefactor favorable y su estrella de
la suerte en el cenit. En tales ocasiones debes de aprovechar la ocasión y
no dejar escapar ni la más sutil oportunidad. El sabio no decide si un día es
afortunado o no solo por un evento de buena o mala fortuna porque puede
que sea solo un chispazo de buena suerte o solo una ligera molestia.
Nunca por obstinación tomes el lado equivocado por que tu oponente ha
tomado el lado correcto: Empiezas la pelea ya derrotado y deberás pronto
de escapar en desgracia. Nunca podrás ganar con armas malas. El oponente
se vio astuto al tomar primero el mejor lado. Seria estúpido venir detrás
de el para tomar lo peor. Tal obstinación es más peligrosa en acciones que
en palabras, porque la acción encuentra más riesgos que las palabras. Es
una falla común de los tercos perder lo verdadero por contradecirlo, y lo
útil por combatirlo. El sabio nunca se pone en el lado de la pasión. Si el
enemigo es un estúpido y obstinado el sabio se dará la vuelta y hará que el
obstinado lo siga hacia el lado incorrecto, esta es la única forma de sacar al
enemigo del lado correcto, porque su estupidez lo harán que lo abandone
y su obstinación será así castigada por haberlo hecho.
Empieza con otros para terminar contigo: Este es un medio político para tu
propio provecho. Hasta en asuntos divinos los maestros Cristianos recalcan
esta maña santa. Es una importante pieza de disimulación porque las ven-
tajas previstas sirven de atracción para influenciar la voluntad de los demás.
Nunca debes de avanzar a menos que vayas en encubierto, especialmente
donde el terreno es peligroso. Es igual con las personas que siempre dicen
no al principio, es mejor evitar este golpe presentando tu petición de tal
forma que no se pueda negar. Este consejo pertenece a la regla de actuar
de segundo impulso, la cual cubre las maniobras más sutiles de la vida.
No muestres tu dedo herido, porque todos lo buscaran para golpearlo: No
te quejes de nada porque l malicie siempre apunta a donde la debilidad
puede ser lastimada. La mala voluntad busca heridas para irritarlas, apunta
sus dardos para poner a prueba el temperamento e intenta mil formas
para molestar. El sabio nunca confiesa haber sido herido, ni descubrirá


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Estrategia y mente



algún mal ya sea personal o hereditario, porque a veces al destino le gusta
herirnos donde estamos más tiernos, siempre mortifica a la carne herida.
Por lo tanto nunca le digas a nadie el origen de tu dolor o de tu alegría si
quieres que el dolor cese y que la alegría dure.
Ten a alguien que reciba los ataques por ti: Es una gran habilidad del líder
tener un escudo en contra de la mala voluntad. No es un recurso de inca-
pacidad como sus detractores imaginan, sino la política de tener a alguien
que reciba la censura de los afectados y el castigo del desagrado general.
No todo puede salir bien, ni todos pueden quedar satisfechos. Es recomen-
dable, aun al costo de nuestro orgullo, el tener chivos expiatorios, costales
que reciban los golpes cuando las cosas no salgan bien.
El Arte de dominar tus Pasiones: Oponte a los ataques de la pasión con
reflexión prudente. El primer paso para dominar una pasión es recono-
cer que estas siendo atacado por ella. Este es el Arte de Artes. Debes de
saber como y cuando detenerlas. Es una gran prueba de sabiduría estar
sereno durante un ataque de rabia o pasión. Todo exceso de pasión es una
digresión de la conducta racional. Para mantener control sobre las pasio-
nes debes de mantener firmes las riendas de la atención.
Cómo triunfar sobre tus rivales y tus detractores: No es suficiente enga-
ñarlo, aunque sea frecuentemente aconsejable –una postura digna es lo
esencial. No hay venganza más heroica que la de los talentos y los servicios
que conquistan y atormentan al envidioso. Todo éxito tuyo es un nudo
más en la soga que esta alrededor del cuello de aquellos que te desean el
mal. La gloria del enemigo es el infierno del rival. El envidioso no muere
una vez sino cada vez que el envidiado obtiene el aplauso. La inmortalidad
de su fama es la medida de la tortura del envidioso, mientras uno vive con
honor el otro vive con dolor sin fin. La lenta muerte del envidioso dura
mucho en terminar.
Lanza pajas al aire para probar al viento: Encuentra como van a ser recibi-
das las cosas, especialmente de aquellas cuya recepción o éxito sean dudo-
sas. así te aseguraras de que todo salga bien o de preparar tu retirada. Se
sabio, sondea las intenciones de la gente para saber en que terreno estas
parado. Esta es la gran regla de la previsión en el preguntar, en el desear
y en gobernar.
Asegúrate de no fallar una en vez de atinar cien veces: Nadie ve directa-
mente al sol, pero todos lo ven cuando esta eclipsado. La platica común no
relata lo que esta bien sino lo que esta mal. Las malas noticias se conocen
pronto. Mucha gente no es conocida en el mundo hasta que ha muerto.
Todas las hazañas de una persona juntas no son suficientes para limpiar


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un pequeño error. Evita entonces cometer cualquier error, sabiendo que la
mala voluntad se da cuanta de cada error y no del éxito.
En todas las cosas mantén un reserva secreta a la cual recurrir en tiempos
difíciles: Esta es una forma segura de mantener tu status. Debes siempre
tener algo a que recurrir cuando tengas temor de una derrota. Hasta en
el conocimiento debe de haber una reserva secreta para que en caso de
necesitarlo tus recursos se dupliquen. La reserva es más importante que la
fuerza de ataque porque esta distinguida por el valor y la reputación. La
Prudencia solo se pone a trabajar cuando hay seguridad.
Nunca luches con alguien que no tiene nada que perder: Al hacerlo entras
a un conflicto desigual. Tu contrario entra sin ansiedad –habiéndolo per-
dido todo, incluso la vergüenza, no tiene más perdida que temer. El por lo
tanto recurre a todo tipo de insolencia. Nunca debes de exponer tu valiosa
reputación que te ha costado años ganar a un riesgo tan terrible, porque
puede perderse en un momento– un solo golpe puede borrar mucho sudor.
Una persona de honor y responsabilidad tiene reputación porque tiene
mucho que perder. La persona con reputación entra a la competencia con
gran precaución y entra en acción con tal circunspección que le da a la Pru-
dencia la oportunidad de retirarse a tiempo y de poner la reputación en
resguardo. Porque aun en la victoria puede ser que el no gane lo que ha
perdido al exponerse a las posibilidades de la derrota.
Nunca guíes al enemigo hacia lo que tiene que hacer: El estúpido nunca
hace lo que el sabio considera sabio. El sabio no sigue un plan ideado por
otro. Debes de discutir los asuntos desde ambos puntos de vista, voltearlos
por los dos lados. Los juicios varían. Cuando tengas que decidir atiende
más lo posible que lo probable.
No arriesgues tu reputación en una sola tirada de dados: Porque si algo
sale mal el daño es irreparable. Puede que falles una vez, especialmente
al principio. Las circunstancias no son siempre favorables. Siempre emplea
mejores medios y recurre a más recursos. Las cosas dependen de todo tipo
de casualidades. Es por esto que la satisfacción por el éxito es tan rara.
Haz cosas agradables tu mismo y las cosas desagradables hazlas a través
de otros: Para que ganes buena voluntad y para que evites ser odiado.
Una persona grande recibe más placer en hacer un favor que en recibir
uno, hacer favores es privilegio de los grandes. No puedes causar dolor a
otro sin sufrir también dolor tu, ya sea el dolor por simpatía o por remor-
dimiento. Cuando te encuentras en una alta posición solo puedes trabajar
por medio de premios y castigos, así que concédete el privilegio de dar los
premios y a otros dales la responsabilidad de aplicar los castigos. Elige a


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Estrategia y mente



alguien para quien se dirigirán el descontento, el odio y la maledicencia,
porque la rabia de la multitud es como la del perro: sin importarle la causa
de su dolor se pone a morder el látigo en vez de al que lo manejo.
Sé portador de alabanzas: Hacer esto incrementa tu reputación de tener
buen gusto porque muestra que has aprendido lo que es excelente. Da
material de conversación y para imitación. Alaba con delicadeza. Asimismo
no hables mal de aquel que no este presente. No te dejes afectar por las
exageraciones de uno ni te confíes demasiado por las alabanzas del otro,
debes de saber que ambos actúan del mismo modo por métodos diferen-
tes, adaptando sus palabras a la compañía con la que se encuentran.
Utiliza los deseos de los demás: Entre más grandes sus deseos más grande
la oportunidad. Muchos hacen escaleras cuyos peldaños son los deseos de
los demás, para alcanzar sus objetivos. La energía del deseo promete más
que la inercia de la posesión. La pasión del deseo se incrementa con cada
incremento de la oposición. Lo más inteligente es satisfacer el deseo y pre-
servar la dependencia.
Emprende tareas fáciles como si fueran difíciles y las difíciles como si
fueran fáciles: En el primer caso para que no se te duerma la confianza y
en el otro caso para que no se sienta abatida. Para que algo quede sin ser
hecho no hace falta más que creer que ya se hizo. El trabajo motivado y
paciente vence imposibilidades.
Aprende a jugar la carta del desprecio: Es una forma astuta de conseguir
las cosas que quieres, al fingir que las deprecias; por lo general, no las
tendrás cuando las buscas, pero caen en tus mano cuando no andas tras
de ellas. Las cosas escapan de quien las persigue y persiguen a quien les
huye. El desprecio es la forma más sutil de la venganza. El sabio nunca
se defiende de las ofensas, porque la defensa hace más para glorificar al
ofensor que para castigar la ofensa. Es un truco de los mediocres oponerse
a los grandes para ganar notoriedad. Hay muchos de los que no habría-
mos oído nada si sus eminentes oponentes no les hubieran hecho caso. No
hay mejor venganza que la indiferencia, por la cual son enterrados con el
polvo de su mediocridad. Ha habido audaces que para hacerse eternos le
prenden fuego a alguna de las maravillas del mundo. El arte de reprobar
el escándalo consiste en no hacerle caso. Combatirlo te daña, te causa des-
crédito y es una fuente de satisfacción para tu oponente.
Nunca reveles los secretos de tu arte: Esta es una máxima de los grandes
maestros en el sutil arte de la enseñanza: siempre como maestro debes
quedar en plano superior, debes de seguir siendo maestro, nunca lo ense-
ñes todo, ni el origen de tu conocimiento. Puedes enseñar un arte con arte.


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Estrategia y mente
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Estrategia y mente

  • 1.
  • 2. Estrategia y mente El código del gran juego Carlos Martín Pérez Colección Religiones, Autoayuda y Crecimiento www.librosenred.com
  • 3. Dirección General: Marcelo Perazolo Dirección de Contenidos: Ivana Basset Diseño de cubierta: Emil Iosipescu Diagramación de interiores: Andrés Beláustegui Está prohibida la reproducción total o parcial de este libro, su tratamiento informático, la transmisión de cualquier forma o de cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, registro u otros métodos, sin el permiso previo escrito de los titulares del Copyright. Primera edición en español en versión digital © LibrosEnRed, 2005 Una marca registrada de Amertown International S.A. Para encargar más copias de este libro o conocer otros libros de esta colección visite www.librosenred.com
  • 4. ÍNDICE Prólogo 6 ¿Qué es la estrategia? 7 ¿Qué es la Táctica? 10 Occidente 13 De la Guerra. Karl Von Clausewitz 14 Las ocho Máximas de la Estrategia según Liddell Hart 20 20 reglas para el juego del poder 23 Napoleón Bonaparte 32 Baltasar Gracián 34 Nicolás Maquiavelo 51 Diego Saavedra Fajardo 61 Aprendiz de cortesano 67 La Rochefoucauld 70 La invasión de Francisco Villa a los Estados Unidos de Norteamérica y la expedición punitiva de Pershing 74 Drácula, o Vlad Tepes, héroe nacional en Rumania 78 Estrategias del Lado Oscuro 85 El Arte de la Ventaja 88 Pitágoras 94 Séneca 100 Epicuro 103 Epicteto 108 Francisco de Quevedo 110
  • 5. Leonardo Da Vinci 112 Las 48 leyes del poder 116 Oriente 136 36 Estrategias Chinas 137 Sun Tzu 144 Sun Bin 148 Miyamoto Musashi 152 Mao Tse Tung 159 Bushido 164 Hagakure 171 Huainanzi 177 Aforismos de los grandes maestros de las artes marciales 182 Confucio 185 Huanchu Daoren 202 Lao Tse 211 Hua Hu Ching 218 I-Ching 223 El Dhammapada 232 Mente 236 Dale Carnegie 237 Programación Neurolingüística 246 El mundo de la Grafología 258 Lenguaje Corporal 265 Liderazgo 276 El Poder de la Mente (o pensar en un limón) 282 Eficiencia en el manejo de su tiempo 287 Acerca del autor 291 Editorial LibrosEnRed 292
  • 6. PRÓLOGO Querido lector, sea usted bienvenido a este libro. Lo que aquí va a ver, leer y comprender es una sabiduría destilada a través del tiempo y del espacio, a lo largo de muchos siglos y muchas culturas. Desde la antigua Grecia y Roma, remoto imperio de China, Japón feudal, renacimiento europeo, revoluciones maoístas, técnicas de venta en EE.UU., samuráis, Pancho Villa, programación de su propio cerebro (PNL), lenguaje corporal, Drácula, enseñanzas de maestros de artes marciales, pensamien- tos de cortesanos de todas las épocas,... y mucho más. He tratado de condensar la sabiduría acumulada en milenios de historia humana tanto en estrategias como en conocimiento de la mente propia y ajena. Muchas personas pagaron con su vida o con su libertad el poder adquirir o expresar estos conocimientos. A usted le van a llegar con mucho menos esfuerzo y peligro. ¿Para que le van a servir todas estas ideas? Cada lector podrá saberlo al finalizar de leer este libro. De momento le puedo anticipar que a muchas personas les ha cambiado su vida. Sabrá por qué ocurren muchas cosas, cómo poder afrontar los problemas de la vida y cómo ordenar su mente. Si no lo consiguiera, espero haberle abierto una vía de investigación. Seguir estas reglas no le asegurarán el éxito, pero estoy convencido que el ignorarlas le garantizarán el fracaso. Estoy seguro que va a disfrutar con esta lectura. Reciba un cordial saludo, Carlos Martín Pérez 6 LibrosEnRed
  • 7. ¿QUÉ ES LA ESTRATEGIA? “Cuando has comprendido el Camino de la Estrate- gia, ya no hay nada que no puedas comprender” MIYAMOTO MUSASHI. El Libro de los Cinco Anillos Un cazador disparó a un zorro a mucha distancia, estaba en lo alto de una ladera y el zorro casi abajo de la misma. El zorro recibió el impacto de lleno, o al menos eso dio a entender, ya que cayó rodando por la ladera, absolutamente “desmadejado”, todo lo que el impulso de la carrera que llevaba le hizo avanzar, quedando inmóvil en una posición absolutamente antinatural (cabeza doblada, patas extendidas, etc.) dando la absoluta sen- sación de estar totalmente muerto. El cazador se puso a bajar la ladera para recoger el cuerpo y en el momento en que atravesaba una zona de pinos que le impedían la visión del animal, el zorro salió corriendo como “alma que lleva el diablo” sin dar sensación de estar herido en ninguna parte tal como corría (ni cojeaba ni hacía ningún movimiento extraño). Cuando el cazador salió del pequeño bosquete de pinos allí no había zorro ni nada que se le pareciese, y eso que estuvo un buen rato buscando por la zona donde había estado el “cadáver”. Supongo que aún, hoy en día, se seguirá preguntando quien le robó su pieza de caza. Los que tuvieron la suerte de ver toda la escena desde una ladera enfrente aún recuerdan los gestos de estupor que hacía el hombre cuando no encontraba un cuerpo que momentos antes estaba “muerto” allí. Tal vez la estrategia sea algo innato a algunas especies, como el zorro del relato anterior. Nosotros, los humanos, como especie “racional” que somos, a continuación vamos a entrar a comprender el concepto de estra- tegia. La estrategia es la ciencia y arte de concebir, utilizar y conducir los medios y los recursos –naturales, espirituales y humanos– en un tiempo y en un espacio determinado para alcanzar y mantener en su caso los objetivos establecidos utilizando lo mejor posible los medios que se disponen. Una estrategia es catalogada de buena si se consigue con ella alcanzar los objetivos previstos y si en ella ha habido economía de esfuerzos. Los obje- 7 LibrosEnRed
  • 8. Carlos Martín Pérez tivos pueden ser ofensivos, defensivos o simplemente de mantenerse en el status quo. El alcanzar o mantener los objetivos, implica doblegar la voluntad del adversario. Esto es una decisión. La decisión es la consecución de los obje- tivos a costa de la voluntad del adversario. Hay que considerar la esencia de la estrategia: descubrir la vulnerabilidad del adversario y conservar nuestro poder. Nuestras acciones irán dirigidas sobre las vulnerabilidades del adversario, empleando los medios adecua- dos a estas vulnerabilidades, de acuerdo a las posibilidades y limitaciones, previendo las reacciones adversas para preparar las acciones de réplica. Formas de aplicar la estrategia:  Amenaza directa. Los medios propios son muy potentes, el objetivo es modesto y se goza de libertad de acción. La sola amenaza de esos medios puede llevar al adversario a aceptar las condiciones que se le quiere imponer, y a renunciar a sus pretensiones de modificar la situa- ción existente.  Presión Indirecta. Los medios son escasos para constituir una amenaza decisiva, el objetivo es modesto y la libertad de acción es reducida. Se buscará la decisión mediante acciones más o menos amenazantes e indirectos  Acciones sucesivas. Los medios son escasos, el objetivo importante y la libertad de acción reducida. El éxito se alcanzará mediante una serie de acciones sucesivas, combinando, si fuera preciso, la amenaza directa y la presión indirecta con acciones de fuerza limitada. Lucha Total Prolongada. La libertad de acción es grande y los medios dis- ponibles escasos. Se obliga al adversario a un esfuerzo mucho más considerable que no podrá sostener indefinidamente.  Lucha Frontal. Los medios son potentes, el objetivo es importante y la libertad de acción reducida. El éxito se conseguirá mediante un con- flicto violento y si es posible de corta duración. Los principios de la estrategia –y de cualquier actividad humana– son QUERER, PODER Y SABER. Querer es un acto volitivo; poder es un acto de libertad; y saber un acto de capacidad. QUERER o Voluntad de vencer. Implica fe en el triunfo, tenacidad para alcanzar el objetivo, aún a costa de las adversidades que se puedan pre- sentar. La voluntad de vencer implica responder a ¿qué quiero hacer? Su respuesta está en la elección del punto decisivo que se quiere alcanzar en función de las debilidades del adversario. 8 LibrosEnRed
  • 9. Estrategia y mente PODER o Libertad de acción. Es la facultad de elegir libremente la manio- bra, los medios con que se ejecutará y la asignación de misiones. Es la libre facultad para decidir, preparar y realizar, pese a la voluntad y a la actua- ción del adversario. Es la elección de la maniobra preparatoria para per- mitir alcanzar el punto decisivo. Pero como ambos adversarios están en oposición de voluntades, el éxito irá hacia aquel de los oponentes que haya sabido impedir la maniobra adversa y dirigir la suya hacia su objetivo. Hay conservar la libertad de acción y privar de ella al adversario. SABER o Capacidad de Ejecución. Es la adecuación de los medios disponi- bles a las diversas misiones coordinándolas en el espacio y en el tiempo. El uso adecuado de los recursos en el tiempo y el espacio se llama la econo- mía de medios. 9 LibrosEnRed
  • 10. ¿QUÉ ES LA TÁCTICA? Los gobiernos inteligentes y los generales con conoci- miento de la ciencia militar deben prepararse prime- ro; después pueden lograr el éxito antes de combatir, de forma que no pierden un posible logro exitoso después de luchar. Por ello, cuando los guerreros sa- len con éxito y vuelven sin ser heridos, entienden el arte la guerra. SUN BIN. El Arte de la Guerra II Si podemos decir que la Estrategia es la ciencia y el arte de ganar la guerra, se puede decir que la táctica estudia la forma de ganar batallas. Por poner un símil, estrategia sería cómo ganar un campeonato en un deporte; la tác- tica haría todo lo posible para ganar un partido de ese campeonato. Existe una rama intermedia que lo une, se denomina nivel operativo. Vamos a pasar de largo sobre este nivel, ya que no afecta para nada para el plan- teamiento de este libro y sería desviarnos del tema que trata. Existen unos principios tácticos, que aunque sean también de aplicación estratégica, es en el campo de la táctica dónde adquieren su mayor valor. Son la seguridad, la sorpresa, la economía de medios, concentración de fuerza, aprovechar el éxito y la flexibilidad. A continuación se explicaran en detalle todos estos conceptos. Seguridad Consiste en precaverse de las acciones que el adversario puede realizar contra nosotros. Debe ser aplicada siempre y en cualquier circunstancia. En 1941, la base aeronaval de Pearl Harbour en Hawai fue atacada por la aviación nipona. Consecuencia de ese ataque gran parte de la flota de los EE.UU. fue hundida en el propio puerto y supuso el comienzo de la guerra en el Océano Pacífico para los EE.UU. No había ninguna medida de seguri- dad en dicha base, con el resultado de un desastre total. En la fiesta judía del Yom Kippur, en 1.973, las fuerzas que guarnecían el Sinaí estaban con 10 LibrosEnRed
  • 11. Estrategia y mente unos medios de una tercera parte de lo habitual. El ataque egipcio contra esas posiciones fue arrollador y cayeron a las pocas horas de iniciado el ataque. La seguridad estaba por debajo del mínimo nivel que la situación recomendaba. Sorpresa Atacar al adversario en el momento y lugar menos esperado por éste. Tam- bién consiste en emplear medios desconocidos o inesperados por este. En la Segunda Guerra Mundial, los ejércitos aliados desembarcaron en Francia por Normandía, cuándo Alemania esperaba dicho desembarco en Calais. Se realizó la acción por el lugar menos esperado por el enemigo. Ya hemos comentado que los egipcios atacaron a los judíos el día de su fiesta nacional, el Yom Kippur, en el momento menos esperado. En el periodo de los Tres Reinos Combatientes en China, un general efectuó un ataque nocturno contra el campamento de un enemigo muy superior en número. Para ello empleó dos mil bueyes a los que encendió teas en sus cuernos. Tras de ellos, empezaron a sonar los tambores. El estruendo de los tambores sumado a la estampida de los animales enloquecidos infundió el pánico y el descontrol, arrasando el campamento y las fuerzas enemigas. Se emplearon medios inesperados por el enemigo. Economía de medios Hay que atacar con los medios más ajustados posibles, otros recursos pueden hacer falta en otro momento y lugar. Siempre hay que dejar una reserva para situaciones imprevistas. Conviene estudiar con detalle los medios que asignamos para cada acción. La guerra de guerrillas es el más claro ejemplo de economía de medios. Con escasas fuerzas se puede hostigar y llegar a vencer a fuerzas muy supe- riores. Sobran ejemplos de ello en la Historia. Concentración de esfuerzos Es la concurrencia al mismo fin de cuantos elementos intervienen en una acción, sea ofensiva o defensiva. Se materializa mediante la aplicación en el momento oportuno en tiempo / espacio de una superior potencia a la del adversario. Por el contrario, conviene dividir las fuerzas enemigas para 11 LibrosEnRed
  • 12. Carlos Martín Pérez que no lleguen a concentrar sus medios. Una vez dividido, se pueden lanzar nuestros medios, que serán superiores, contra una parte del adversario que será derrotado con facilidad. De esta forma, una pequeña fuerza puede vencer a cualquier fuerza superior. Aprovechamiento del éxito Consiste en mantener el impulso de las primeras acciones con éxito para beneficiarse de la disminución, ya conseguida, de la potencia del adver- sario o para anular y desequilibrar sus posibilidades de acción o reacción. Cualquier éxito parcial debe ser rentabilizado. En la invasión de Francia por Alemania en la Segunda Guerra Mundial, los alemanes lograron embolsar en Dunkerke lo que quedaba del ejercito francés y todo el ejército inglés en Francia. Si se hubiera aprovechado el éxito, habrían apresado o destruido dichas fuerzas. Sin embargo, se las dejó partir a Inglaterra, de forma que, una vez recuperadas, fueron empleadas en otros frentes contra Alemania. Flexibilidad Es la capacidad de modificar las disposiciones iniciales para adaptarse a las variaciones de la situación. Exige apertura de mente y planes sencillos con soluciones alternativas. Mantener una reserva de medios es una receta básica para ejercer una flexibilidad táctica o estratégica. Ningún plan podrá prever de manera exacta las variadas situaciones que se puedan presentar en cuanto nos enfrentamos a un adversario. Ningún plan resiste el primer choque contra un adversario, siempre hay que modificarlo o realizar otro nuevo. Conviene no aferrarse ciegamente a las disposiciones iniciales debido a lo cambiante de la situación según se desarrolla el combate. Si tomas los suministros de armas de tu propio país, pero quitas los alimentos al enemigo, puedes estar bien abastecido de armamento y de provisiones. Los que ganan todas las batallas no son realmente profesionales; los que consiguen que se rindan impotentes los ejércitos ajenos sin luchar son los mejores maestros del Arte de la Guerra SUN TZU (El Arte de la Guerra) 12 LibrosEnRed
  • 13. Occidente De la Guerra. Karl Von Clausewitz Las ocho máximas de la estrategia según Liddell Hart 20 Reglas para el juego del poder Napoleón Bonaparte Baltasar Gracián Nicolás Maquiavelo Diego Saavedra Fajardo Aprendiz de Cortesano La Rochefoucauld Pancho Villa Vlad Tepes, Drácula Estrategias del Lado Oscuro El Arte de la Ventaja Pitágoras Séneca Epicuro Epicteto Francisco de Quevedo Leonardo Da Vinci Las 48 leyes del poder
  • 14. DE LA GUERRA. KARL VON CLAUSEWITZ No obstante la plena vigencia de la obra de Clausewitz, como lo de- muestra el hecho de que sus conceptos básicos y el autor mismo sean citados frecuentemente en la literatura militar contemporánea, su obra maestra “De la Guerra” sigue siendo escasamente leída. Y es que prácticamente todo el que se haya decidido a hacerlo, se ve enfrenta- do a un libro de carácter teórico, de naturaleza abstracta y en el que algunas secciones además de haber perdido vigencia, son francamen- te aburridas. Lo que aquí se puede leer son unas frases escogidas y que dan idea del pensamiento de tan celebre tratadista. Aspecto político de la guerra La guerra no es simplemente un acto político, sino un verdadero instru- mento político, una continuación de las relaciones políticas, una gestión de las mismas con otros medios”. La guerra no es sino la continuación de las transacciones políticas, llevando consigo la mezcla de otros medios. Decimos la mezcla de otros medios, para indicar que este comercio político no termina por la intervención de la guerra”. Los tres aspectos de la guerra La guerra en relación a sus tendencias dominantes constituye una maravi- llosa trinidad, compuesta del poder primordial de sus elementos, del odio y la enemistad que pueden mirarse como un ciego impulso de la naturaleza; de la caprichosa influencia de la probabilidad y del azar, que la convier- ten en una libre actividad del alma; y de la subordinada naturaleza de un instrumento político, por la que recae puramente en el campo del racioci- nio” El primero de estos aspectos es más bien propio de los pueblos; el segundo de los generales y sus Ejércitos; y el tercero, de los gobiernos. 14 LibrosEnRed
  • 15. Estrategia y mente Estas tres tendencias tienen su raíz en la íntima naturaleza de las cosas, y son, además, de variable magnitud. La teoría que descuidara de una de ellas, o que las quisiera ligar por arbitrarias relaciones, se pondría instantáneamente en tal oposición con la realidad, que tal causa bastaría para anularla. El problema consiste en mantener la teoría gravitando entre estas tres ten- dencias como entre tres polos de atracción. Destrucción del Al hablar de destrucción de fuerzas enemigas hemos de observar que nada nos obliga a limitar este concepto simplemente a las fuerzas físicas, sino que, por el contrario, deben comprenderse en ellas, necesariamente, las morales, pues que ambas se penetran hasta en sus más pequeñas partes, y por tanto, son en absoluto inseparables. Al hablar de destrucción de fuerzas enemigas hemos de observar que nada nos obliga a limitar este concepto simplemente a las fuerzas físicas, sino que por el contrario, deben comprenderse en ellas, necesariamente, las morales. Las Fuerzas Militares deben ser anuladas, esto es puestas en tal estado que no puedan continuar la lucha. Haremos notar aquí que con la expresión “aniquilamiento de los medios de combate enemigos” nos referimos a la idea expuesta.” La Victoria La victoria –finalidad del combate– es entonces consecuencia de la capitu- lación moral del enemigo y será el resultado de: 1° El incremento de la pérdida física del adversario. [mediante el combate] 2° El incremento de la pérdida moral. [como resultado del combate] 3° La confesión pública de estas desventajas, manifestado por el abandono del primitivo proyecto. [la capitulación o derrota] La incertidumbre La incertidumbre es la dificultad de ver claramente, constituye una de las más potentes fricciones en la guerra y hace que las cosas aparezcan con visos distintos a lo que habíamos imaginado. Generalmente nos inclinamos más a creer lo malo que lo bueno, a exage- rarlo sin visible causa. El azar hace que en la guerra aparezcan sin cesar las cosas de manera dis- tinta a como se las esperaba. 15 LibrosEnRed
  • 16. Carlos Martín Pérez La fricción La máquina militar, el ejército y cuanto a el pertenezcan es en el fondo bien sencillo, y parece, por lo tanto, fácil de manejar. Más reflexionando se ve que ninguna de sus partes está compuesta de una sola pieza; que todas están compuestas de individuos, cada uno de los cuales conserva en todas partes su propia fricción. Objetivo político de la guerra Tan pronto como el despliegue de fuerzas que exija, sea tan grande que no se encuentre equilibrado con la importancia del fin político, debe abando- narse éste y seguir la paz. El mismo fin político como motivo originario de la guerra nos dará la medida así para el resultado que pretende alcanzarse por medio del acto guerrero, como para los esfuerzos que deben realizarse. Pero el Objetivo Político no es un tirano, debe adaptarse a la naturaleza de los medios, y por ello puede ser alterado con frecuencia, más siempre debe atenderse a el preferentemente. Ya que los primeros propósitos políticos varían mucho en el curso de la guerra y al final pueden ser completamente distintos, justamente por que están deter- minados por los resultados y por la probabilidad de los acontecimientos. Cierto que en muchos casos pudieran ser éstas (las fuerzas morales y las pasiones de los combatientes) excitadas en forma tal que sólo con trabajo pudiera apartárselas del camino político. De aquí se desprende cuán desacertados estaríamos en considerar la guerra de los civilizados como la ejecución de un acto meramente racional de los gobiernos, y cada vez más desprovisto de todo apasionamiento, tal que finalmente no serían necesarias las fuerzas físicas, sino sólo sus relaciones: una especie de álgebra de la acción. La defensiva ¿Cual es la idea fundamental de la defensa? Es la de parar un golpe. ¿Por qué señal se distingue? Se distingue porque en ella se espera el golpe que se debe parar. Una guerra en la cual las victorias solamente sirven para parar los golpes y donde no hay ninguna intención de devolverlos, sería tan absurda como 16 LibrosEnRed
  • 17. Estrategia y mente una batalla en la cual la defensa más absoluta (la pasividad) prevaleciese en todas las partes y de todas maneras. Pero para que el que se defiende haga también la guerra, debe asestar golpes, es decir dedicarse a la ofensiva. Así la guerra defensiva comprende actos ofensivos que forman parte de una defensiva de un orden más o menos elevado. Contraataque Un rápido y vigoroso cambio hacia la ofensiva –el relámpago de la espada vengadora– es lo que constituye los más brillantes episodios de la defensa. La defensiva no es más que una forma ventajosa de guerra, por medio de la cual se desea procurar la victoria para poder, con ayuda de la preponde- rancia adquirida, pasar al ataque, es decir a un objeto positivo. El acto de ofensiva consiste siempre en la guerra, y sobre todo en la estrategia, en una alternativa y una combinación continua del ataque y la defensa. En el denominado punto culminante, un rápido y vigoroso cambio hacia la ofensiva –el relámpago de la espada vengadora– es lo que constituye los más brillantes episodios de la defensa. Cuando parar en la victoria Según esto, la preponderancia que se posee o adquiere en la guerra es un medio, no el fin, y debe ser sacrificada a este último. Pero es preciso cono- cer el punto que sirve de límite para no rebasarlo y recoger, en lugar de ventajas nuevas, la vergüenza de un fracaso. Táctica y estrategia Se deduce la existencia de dos acciones completamente distintas: la dispo- sición y conducción de estos combates y el combinarlos entre si para el fin de la guerra. La primera constituye la Táctica, a la segunda la llamamos Estrategia. Para llevar a feliz término toda una guerra o cada una de sus actos más importantes, que denominamos campañas, precisa un profundo criterio en altas razones de Estado. Dirección de la guerra y política obran de con- senso, y el general en jefe se hace también estadista. 17 LibrosEnRed
  • 18. Carlos Martín Pérez Es cierto que la cuestión política no penetra profundamente en los deta- lles de la guerra; no se colocan los centinelas, no se conducen las patrullas según las consideraciones políticas. Pero la influencia del elemento político es tanto mayor, cuando se hace el plan de toda la guerra, de la campaña y a menudo también de una batalla. Esto es aplicable a los esfuerzos determinados en ambos Estados por el fin político y el objetivo que el mismo confía a la acción guerrera. Algunas veces el mismo fin político puede ser también ese objetivo; por ejemplo la conquista de una provincia. Otras, (el fin político) no es apropiado para indicar el objetivo de una acción guerrera, y en este caso debemos elegir un objetivo que le sea equivalente y que pueda representarlo al hacerse la paz. Cuanto más importante y de mayor entidad sean los motivos de la guerra, cuanto más afectan a los intereses vitales de los pueblos, con mayor empeño se tratará de derribar al adversario, entonces tienden a confundirse obje- tivo guerrero y fin político y la guerra aparece menos política y más pura- mente guerrera. Centro de gravedad Es necesario no perder de vista jamás las relaciones predominantes de los Estados beligerantes. Los intereses que con ellos se relacionan formarán un centro de potencia y movimiento que arrastra todo lo demás. Es contra este centro de gravedad contra el que debe ser dirigido el choque colec- tivo de todas las fuerzas. No obstante, distinguiremos aquí tres cosas, que como objetos generales comprenden todo lo restante y que son: las fuerzas militares, el país y la voluntad del enemigo. Las fuerzas militares enemigas deben ser anuladas, esto es puestas en tal estado que no puedan continuar la lucha. El país debe ser conquistado, pues con el se podría formar nuevos elementos de combate. Conseguidos estos dos extremos, la guerra, esto es la tensión hostil y la acción de medios hostiles, no puede creerse hayan cesado mientras la voluntad del enemigo no sea violentada, es decir, sometidos su Gobierno y aliados a firmar la paz o subyugados los pueblos. Así, cuando se trata de un proyecto de guerra, el primer punto de vista tiene por objeto investigar los centros de potencia del enemigo y reducir- los en lo posible a uno solo. 18 LibrosEnRed
  • 19. Estrategia y mente Principios de los planes Consiste en reducir la potencia enemiga a un número lo más reducido posi- ble, a uno si se puede, y, en todos los casos reducir a un mínimo el número de choques contra esos centros, y si es posible a uno solo. Los factores morales constituyen la cuestión más importante en la guerra, porque los efectos de las fuerzas físicas están completamente fundidos con los efectos de las fuerzas morales, y no pueden separarse. Ahora, en el combate, toda la actividad, pues tal supone su concepto, se encamina al aniquilamiento del contrario, o mejor dicho, de su capacidad de combatir; la destrucción de las fuerzas en combate es, pues, siempre el medio para conseguir este fin del combate. Conducción de los combates Incurriríamos en gran equivocación si pretendiéramos sacar la consecuen- cia de que la embestida ciega llevará siempre la victoria sobre la comedida habilidad. La torpe acometida contribuiría a la destrucción de las fuerzas propias y no de las contrarias; no podemos en modo alguno referirnos a ella. Es claro que un adversario vivo, valiente y resuelto, no nos dejará el tiempo para ejecutar combinaciones laboriosas de efecto lejano; y sin embargo, sería precisamente contra un tal adversario cuando tendríamos mayor necesidad de ser sostenidos por el arte. Esto parece probar suficientemente la superioridad de los resultados sencillos y directos sobre aquellos que dependen de combinaciones complicadas. Nosotros no pensamos, pues, que el choque simple sea el mejor, sino que la ventaja de las combinaciones debe restringirse según la seguridad que presenten. 19 LibrosEnRed
  • 20. LAS OCHO MÁXIMAS DE LA ESTRATEGIA SEGÚN LIDDELL HART Sir Basil Henry Liddell Hart fué un extraordinario autor de estrategia mi- litar. Nació el 31 de octubre de 1895, se educó en Cambridge hasta que la Primera Guerra Mundial lo llamó a servir, donde fue herido en dos oportunidades. Se retiró como capitán en 1927 y fue corresponsal mili- tar para el London Daily Telegraph y el London Times. Fue un temprano defensor de la guerra mecanizada y su pensamiento influyó en el alto mando alemán previo a la Segunda Guerra Mundial. Desarrolló la teoría conocida como “la aproximación indirecta”. Sus libros más famosos son: Scipio Africanus, Greater than Napoleon (1926); Strategy second edition (1954); the German Generals Talk (1948); The tanks (1959); A History of the Second World War (1970). Editó “The rommel Papers” (1953). El texto que sigue a continuación corresponde al capítulo XIX y XX del libro: “Strategy” Second Revised Edition de B. H. Liddell Hart. Meri- dian 1954. Estrategia Estrategia es el arte de la distribución y aplicación de los medios militares para alcanzar los objetivos de la política. Para ser exitosa una estrategia depende, primero y principal, de un acer- tado cálculo y coordinación entre los fines y los medios. Un buen ajuste entre medios y fines establecerá una perfecta economía de fuerzas. El pro- pósito de la estrategia es disminuir la posibilidad de resistencia y para esto se recurre al movimiento y a la sorpresa. La perfección de la estrategia sería producir una decisión favorable sin un combate importante. Máximas de la Estrategia 1. Ajustar sus fines a sus medios. En la elección de los fines debe prevalecer una mirada clara y un cálculo frío. Quien mucho abarca poco aprieta, y el comienzo de la sabiduría en estrategia es el sentido de “que es posible”. Entonces, enfrente los hechos en lugar de que prevalezca la confianza, la confianza que se puede conse- 20 LibrosEnRed
  • 21. Estrategia y mente guir lo que aparentemente es imposible. La confianza es como la corriente de una batería: evite gastarla en un esfuerzo en vano. 2. Tenga siempre en mente su objetivo, a cada rato adapte sus planes a las circunstancias. Existe más de un camino para ganar un objetivo. Mida cuanto contribuye el objetivo intermedio para la consecución del objetivo final. 3. Elija la línea (o curso) de menor expectativa. Trate de ponerse en los zapatos de su enemigo, y piense cual sería el curso menos probable que planea. 4. Explote la línea de menor resistencia. Tan lejos como pueda adentrarse hacia un objetivo que contribuya con el objetivo esencial. 5. Tome la línea de operación que ofrezca objetivos alternativos. Poseer objetivos alternativos le permitirá obtener un objetivo. No deje que sus acciones revelen sus objetivos, esto pondrá a su oponente entre la espada y la pared. Mientras que con un solo objetivo, excepto que el ene- migo sea netamente inferior, significa que no lo ganará, ya que no existe incertidumbre a cerca de su objetivo. Es un error común confundir la elec- ción de una sola línea de operación, que es usualmente una decisión sabia, con el objetivo único, que es usualmente inútil. 6. Asegúrese de que sus planes y dispositivos son flexibles y se adaptan a las circunstancias. Su plan debe tener previsto contingencias y acciones para el próximo paso, en caso de éxito, de éxito parcial o de fracaso; para que transcurra el menor tiempo posible en la explotación y adaptación de planes, de acuerdo a lo ocurrido. 7. No se lance a pelear con todo su peso mientras su oponente este en guardia, o bien parado para eludirlo o evadirse. A no ser que su oponente sea notablemente inferior, no lo ataque con todas sus fuerzas hasta que no este desorganizado y desmoralizado. La 21 LibrosEnRed
  • 22. Carlos Martín Pérez guerra psicológica precede a la guerra física. También la guerra física es psicológica en su naturaleza. 8. No reinicie un ataque en la misma línea (o en la misma forma) una vez que ha fallado. Incrementar sus fuerzas para reiniciar un ataque no es un cambio sufi- ciente, ya que es probable que en el mismo intervalo su enemigo las este reforzando. Y es muy probable que el éxito en rechazarlo haya incremen- tado la moral del enemigo. La esencia de estas ocho máximas es, que para lograr el éxito deben ser resueltos dos grandes problemas: dislocación y explotación. Uno va pri- mero y el otro lo sigue. Usted no puede golpear en forma efectiva a su enemigo a menos que haya creado la oportunidad; y no será decisivo a menos que explote la segunda oportunidad que viene antes de que él se recupere. 22 LibrosEnRed
  • 23. 20 REGLAS PARA EL JUEGO DEL PODER Las Autoridades de todo tipo avisan que este tipo de juegos pueden ser perjudiciales para su propio poder. Poder es la capacidad de convertir todas tus ideas en acciones. Proverbio Zen A los hombres se les debe gobernar con guante de acero dentro de guante de terciopelo. Napoleón Bonaparte Reglas del juego Le guste o no le guste, todas las relaciones humanas se basan en un juego de poder. Cuanto mejor lo domine, más feliz será, y por lo tanto, más feliz podrá hacer a los demás. Si juega mal o se niega a jugar, en el mejor de los casos, su vida discurrirá con menos suavidad. Aquí se expondrán unas reglas que generalmente conviene seguir. Son un resumen de textos de varios autores clásicos con algunos comentarios. Quizás alguien se escandalice con algunas de las ideas que aquí se exponen, choquen con sus creencias o parezcan poco éticas. Aunque ahora se hable de unos valores como soli- daridad, tolerancia, etc., desgraciadamente, la vida viene siendo un juego de poder desde hace milenios y no parece que vaya a cambiar. De todas formas, usted elige bando: tener poder o no tenerlo. Espero que disfruten con esta lectura y que a partir de ahora jueguen con ventaja... 1/ Ser misterioso e impredecible “Cualquiera que tenga forma puede ser definido, y cualquiera que pueda ser definido puede ser vencido”. Sun Bin (Arte de la Guerra II) 23 LibrosEnRed
  • 24. Carlos Martín Pérez “No obrar siempre igual. Así se confunde a los demás, especialmente si son competidores. No hay que obrar siempre de primera intención, pues nos captarán la rutina y se anticiparán y frustrarán las acciones. Tampoco hay que actuar siempre de segunda intención, pues enten- derán la treta cuando se repita” El Arte de la Prudencia (Baltasar Gra- cián) “Sé extremadamente sutil, discreto, hasta el punto de no tener forma. Sé completamente misterioso y confidencial, hasta el punto de ser si- lencioso. De esta manera podrás dirigir el destino de tus adversarios”. El Arte de la Guerra (Sun Tzu) “Hay que ingeniárselas, por encima de todo, para que cada una de nuestras acciones nos proporcionen fama de hombres grandes y de ingenio excelente”. El Príncipe (Maquiavelo) “Si el soberano no es misterioso, los ministros encontrarán la oportu- nidad de tomar y tomar.” Huanchu Daoren 2/ Hacer que nadie sepa lo que piensas “Que el enemigo nunca sepa lo que piensas”. Mario Puzo en El Padrino “Confundir a los contrincantes significa actuar de tal manera que les impida mantener la mente en calma. Intenta varias maniobras según la oportunidad del momento, haciendo pensar al contrincante que ahora vas a hacer esto, después lo otro, y a continuación algo distinto, hasta que veas que empieza a estar desconcertado, y así ganar a vo- luntad”. El Libro de los Cinco Anillos (Miyamoto Musashi) “Todo el mundo conoce la forma mediante la que resulto vencedor, pero nadie conoce la forma mediante la que aseguro la victoria”. El Arte de la Guerra (Sun Tzu) 3/ Hablar menos de lo que se debería “Alá dio al hombre dos oídos y una boca para hablar la mitad de lo que se escucha”. Proverbio árabe “Nunca se debe empezar a hablar antes de que lo hagan los subordi- nados. Cuanto más tiempo se permanezca callado, más pronto empe- 24 LibrosEnRed
  • 25. Estrategia y mente zarán los demás a hablar. Y mientras lo hacen, uno puede comprender sus verdaderas intenciones.” Huanchu Daoren 4/ Cuando hay que dejar elegir a alguien, que sólo elija entre lo que usted quiera Cuando ofrezca elección, asegúrese que escogen lo que usted quiere. Elijan lo que elijan, siempre ganamos. Puede ofrecer ir al cine o al teatro. De cualquiera de las dos formas, conseguirá salir de casa (que es lo que usted quería). “Las heridas y cualquier otro mal que los hombres se ocasionan a sí mismos espontáneamente y por su propia elección son a largo plazo menos dolorosas que aquellas que les ocasionan los otros.” El Príncipe (Maquiavelo) 5/ Que otros hagan las cosas por usted “Es una gran suerte de los poderosos acompañarse de hombres de gran entendimiento que les saquen de todos los problemas causados por la ignorancia y que incluso peleen por ellos las luchas más difíciles. El que no pudiera alcanzar a tener la sabiduría en servidumbre, que la alcance en la amistad”. El Arte de la Prudencia (Baltasar Gracián) 6/ Que su jefe no sepa ni sospeche que usted es más listo que él “Toda derrota es odiosa, y si es sobre el jefe o es necia o es fatal. Siem- pre fue odiada la superioridad, y más por los superiores. Será fácil ha- llar quien quiera ceder en éxito y en carácter, pero no en inteligencia, y mucho menos un superior. A los jefes les gusta ser ayudados, pero no excedidos”. El Arte de la Prudencia (Baltasar Gracián) 7/ Hacer que la gente dependa de usted “Un príncipe sabio ideará la forma para mantener a todos los ciudada- nos en todas las circunstancias en situación de dependencia del Estado y de él; y entonces ellos siempre confiarán.” El Príncipe (Maquiavelo) “Hacerse indispensable. Más se saca de la dependencia que de la cor- tesía; el satisfecho vuelve inmediatamente la espalda a la fuente. La 25 LibrosEnRed
  • 26. Carlos Martín Pérez primera lección de la experiencia debe ser entretenerla, pero no satis- facerla; así se conserva la dependencia que los demás tienen; incluso la del Rey.” El Arte de la Prudencia (Baltasar Gracián) 8/ Confiar en el interés del prójimo, no en su agradecimiento “La forma mejor y más rápida de hacer fortuna es dejar que los demás vean claramente que está en su propio interés promocionar el tuyo” Jean de la Bruyère. Si se va a pedir ayuda a alguien, no hay que recordar los favores del pasado, encontrarán las formas de ignorarlo. Hay que encontrar algo en la petición que le pueda beneficiar y exagerarlo. Entonces, la otra parte responderá con entusiasmo, ya que también podrá sacar provecho. 9/ La información es el poder: espíe “Los espías nativos se contratan entre los habitantes de una localidad. Los espías internos se contratan entre los funcionarios enemigos. Los agentes dobles se contratan entre los espías enemigos. Los espías liqui- dables transmiten falsos datos a los espías enemigos. Los espías flotan- tes vuelven para traer sus informes. Entre los funcionarios del régimen enemigo, se hallan aquellos con los que se puede establecer contacto y a los que se puede sobornar para averiguar la situación de su país y descu- brir cualquier plan que se trame contra ti, también pueden ser utilizados para crear desavenencias y desarmonía”. El Arte de la Guerra (Sun Tzu) 10/ Destruya totalmente a sus enemigos Cuando Roma venció definitivamente a los cartagineses, un senador dijo: “En mi opinión, Cartago debe ser destruida”. Todos sus habitantes fueron esclavizados y la ciudad fue totalmente arrasada y sembrada con sal. Nunca más volvieron a molestar a Roma. “A los hombres se les ha de mimar o aplastar, pues se vengan de las ofensas ligeras ya que de las graves no puede: la afrenta que se hace a un hombre debe ser, por tanto, tal que no haya ocasión de temer su venganza”. El Príncipe (Maquiavelo) “Aplastar” exige un estado de ánimo de aniquilamiento, como cuan- do ves débil a un adversario y te creces entonces para vencerle. Si tú “aplastamiento” es débil, puede volverse contra ti. Tienes que sabe 26 LibrosEnRed
  • 27. Estrategia y mente distinguir cuidadosamente cuando estás en pleno control de ti mismo en el momento de atacar para aplastar. También en el arte individual de la guerra, cuando tú contrincante no está tan entrenado como tú, o cuando su ritmo disminuye, o cuando empieza a retroceder, es esen- cial no dejarle que tome aliento, ni concederle siquiera el tiempo de pestañear: abátele inmediatamente. Lo más importante es no dejarle recuperarse”. El Libro de los Cinco Anillos (Miyamoto Musashi) 11/ No discutir, actuar “Pensar y actuar son la misma cosa”. Proverbio Zen. Bushido “Nunca se debe discutir. En sociedad no se debe discutir nada, sólo hay que ofrecer resultados.” Benjamín Disraeli Cualquier victoria en una discusión creará resentimiento duradero y será peligroso a la larga. Es mejor que los demás cambien de opinión a través de las acciones: hay que demostrar, no explicar. Cuando se acaba una dis- cusión, todas las partes están más convencidas de sus ideas. En realidad, no vale para nada discutir, salvo para enmascarar otras tretas. 12/ Elija sus enemigos y muévalos a su antojo “Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas”. El Arte de la Guerra (Sun Tzu) “Hay muchas gentes que estiman que un príncipe sabio debe, cuando tenga la oportunidad, fomentarse con astucia alguna oposición a fin de que una vez vencida brille a mayor altura su grandeza”. El Príncipe (Maquiavelo) “Un jefe que conoce a los soldados” es un método practicado siempre en tiempos de conflicto, tras haber alcanzado la maestría a la que uno aspira: habiendo logrado el poder del conocimiento del arte de la gue- rra, piensa en los adversarios como en tus propios soldados, sabiendo que puedes ordenarles lo que desees y manejarles con libertad. Tú eres el jefe, los adversarios son las tropas. Esto requiere práctica”. El Libro de los Cinco Anillos (Miyamoto Musashi) “Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza. Si haces que los adversarios vengan a ti para combatir, su fuerza estará siempre vacía. 27 LibrosEnRed
  • 28. Carlos Martín Pérez Si no sales a combatir, tu fuerza estará siempre llena. Este es el arte de vaciar a los demás y de llenarte a ti mismo. Lo que impulsa a los adver- sarios a venir hacia ti por propia decisión es la perspectiva de ganar. Lo que desanima a los adversarios de ir hacia ti es la probabilidad de sufrir daños.” El Arte de la Guerra (Sun Tzu) “Al hombre sabio le son más útiles sus enemigos que al necio sus ami- gos. Una malevolencia suele allanar montañas de dificultad que la be- nevolencia no se atrevería a pisar. A muchos sus enemigos les fabrica- ron su grandeza. Es más fiera la lisonja que el odio, pues éste señala defectos que se pueden corregir, pero aquélla los disimula. La cautela es grande cuando se vive junto a la emulación, a la malevolencia”. El Arte de la Prudencia (Baltasar Gracián) 13/ La retirada no es la rendición “Una retirada a tiempo vale más que mil victorias” Napoleón “Si puedes ganar la batalla, lucha; si no, retírate”. Mao Tse Tung (es- trategia y táctica) Estrategia 36: De las 36 estrategias, la definitiva es la última: retirarse. Reti- rarse cuando todo falla es la estrategia definitiva. Pero no significa huir definitivamente. Al enfrentarnos con un enemigo infinitamente superior, se puede rendir, negociar o retirarse. La retirada no significa la derrota total, el compromiso significa una media derrota y la rendición, la derrota total. Para Sun Tzu representa someterse temporalmente al poderoso, en espera de una transición a una nueva fase. En la Segunda Guerra Mundial, los soviéticos se retiraron hasta Moscú, dejando todo arrasado. Aliados con el general invierno, cuando pararon ahí a los alemanes, la contraofensiva les dejó en Berlín. Hay que recordar que fracasar es fácil, pero hacerlo con gracia y éxito puede ser más difícil que el mismo éxito. Además, se aprende más de los fracasos que de los aciertos. Como recomendación final, la retirada nunca debe hacerse sin pensar, de forma impulsiva. No hay que considerar que retirarse es una manera de escapar a los desafíos, si no una manera de enfrentarse mejor a ellos. 14/ Concentrar los esfuerzos. Buscar puntos débiles “Encontrar el punto débil de cada uno: este es el arte de mover las vo- luntades. Es más una destreza que determinación. Es saber por dónde 28 LibrosEnRed
  • 29. Estrategia y mente se ha de entrar a cada uno. Primero hay que conocer el carácter, des- pués tocar el punto débil, insistir en él, pues infaliblemente se quedará sin voluntad”. El Arte de la Prudencia (Baltasar Gracián) 15/ Que otro haga el trabajo sucio “Los príncipes debe ejecutar a través de otros las medidas que puedan acarrearle odio y ejecutar por sí mismo aquellas que le reportan el fa- vor de los súbditos. Debe estimar a los nobles, pero no hacerse odiar del pueblo.” El Príncipe (Maquiavelo) Estrategia nº 3: “Matar con un cuchillo prestado” Significa utilizar los recursos ajenos en provecho propio. En vísperas de la invasión de la Unión Soviética, los servicios de inteligencia alemanes proporciona- ron a los soviéticos pruebas inventadas de que el mariscal ruso Mijail Tujachevski conspiraba contra Stalin. Como consecuencia, los mismos soviéticos ejecutaron a Tujachevski y a otros siete mariscales que Ale- mania consideraba obstáculos esenciales para la inmediata invasión. 36 estrategias chinas 16/ Decir a los demás lo que quieren oír “Ningún hombre tiene que desesperarse pensando que no obtendrá conversos para la causa más extravagante si tiene el arte de suficiente para representarla con colores favorables.” David Hume. “La verdad es fría, no resulta cómoda. Una mentira es más hermosa. Es mucho más interesante y provechoso fantasear que decir la verdad.” Joseph Weil, estafador. 17/ Una vez que se decide, actuar sin vacilar Si no tenemos claro que línea de acción tomar, mejor no empezar. Las dudas y vacilaciones lo estropearán. Todos admiran al audaz, nadie al tímido. “Camina o siéntate, pero no dudes.” Proverbio Zen “Creo que es mejor ser impetuoso que prudente, porque la fortuna es mujer, y se si desea dominarla, se puede ver que se deja conquistar por el audaz más que por aquellos que actúan fríamente.” El Príncipe (Maquiavelo) 29 LibrosEnRed
  • 30. Carlos Martín Pérez 18/ Atacar a las emociones del contrario, buscar el desequilibrio Eliminar el corazón: Cuando luchas con un enemigo y parece que estás ganando por tu habilidad en esta ciencia, el adversario quizás todavía mantenga la esperanza y, aunque aparentemente derrotado, se niegue a reconocer internamente la derrota. “Eliminar el corazón” se aplica en estos casos. Esto significa cambiar repentinamente de actitud, para ha- cer que el enemigo vez de mantener esa idea; lo principal en este caso es observar cómo se siente derrotado desde el fondo de su corazón. Puedes “eliminar el corazón” (La Esperanza) de la gente con armas, con tu cuerpo, o con tu mente. Esto no ha de entenderse de una sola mane- ra. Cuando tus enemigos han perdido completamente el corazón (la es- peranza), ya no tienes que prestarles atención nunca más. En otro caso, mantente alerta. Si los enemigos conservan aún sus ambiciones, difícil- mente sucumbirán. El Libro de los Cinco Anillos (Miyamoto Musashi) 19/ Concentrar esfuerzos “La mejor estrategia es ser siempre muy fuerte, sobre todo en el mo- mento decisivo. No hay ley estratégica superior que mantener las fuer- zas concentradas. Hay que actuar con la máxima concentración.” Karl Von Clausewitz. “Se debe apreciar la intensidad más que la extensión. La perfección reside en la calidad, no en la cantidad. La extensión por sí sola nunca se eleva por encima de la mediocridad, y es la desgracia de los hom- bres con amplios intereses generales que mientras les gustaría tener un dedo en todas las tartas, no lo tienen en ninguna.” El Arte de la Prudencia (Baltasar Gracián) 20/ Una vez que se ha ganado, hay que saber parar “Conocer cuando las cosas están en su punto, en su sazón, y saberlos disfrutar. Todas las obras de la naturaleza llegan al colmo de su per- fección: hasta allí fueron ganando, desde allí irán perdiendo”. El Arte de la Prudencia (Baltasar Gracián) 21/ Hay más reglas, pero en aplicación de la regla número tres, por ahora no les voy a contar todo lo que sé Sólo me permito recomendar que observen a las personas que juegan bien a este fascinante juego y seguro que deduce usted más reglas. 30 LibrosEnRed
  • 31. Estrategia y mente Piense en el cortesano del Rey Sol en Versalles o en el mismo Rey, en los Emperadores de China, sus concubinas, en un príncipe italiano del Renaci- miento o en los eunucos de los harenes de los sultanes, quizás le inspiren por la forma de cómo manejaban el poder. Y un último consejo: paciencia y autocontrol son las virtudes que debe tener todo buen jugador. Los árboles retorcidos sobreviven al hacha del leñador, no así los árboles rectos. Proverbio hindú. 31 LibrosEnRed
  • 32. NAPOLEÓN BONAPARTE Napoleón Bonaparte (1769-1821), emperador de los franceses (1804- 1815) que consolidó e instituyó muchas de las reformas de la Revo- lución Francesa. Asimismo, fue uno de los más grandes tácticos y es- trategas de todos los tiempos, conquistó la mayor parte de Europa e intentó modernizar las naciones en las que gobernó. Citas famosas  Sin justicia, sólo hay divisiones, víctimas y opresores.  Más vale tener un enemigo conocido que un amigo a la fuerza.  La verdadera felicidad social consiste en la armonía y en el uso pací- fico de las satisfacciones de cada individuo  El primer bien de las naciones reside en su independencia y en su exis- tencia política.  El hacer travesuras tiene límites; la estupidez humana no tiene nin- guno.  En la guerra, como en el amor, para llegar al objetivo es preciso aproxi- marse.  No hay subordinación en el temor que prevalece en los estómagos vacíos.  El gobierno debe organizar la educación de modo que pueda contro- lar las opiniones políticas y morales.  Los más fuertes no negocian más que si dictan las condiciones y son obedecidos.  Nunca se sufre tanto por amor como cuando volvemos a ver el objeto amado, o mejor cuando este está ausente.  El verdadero carácter siempre aparece en las grandes circunstancias.  En el culto todo debe ser gratuito para el pueblo, no se debe privar a los pobres de aquello que los consuela en su pobreza sólo por ser pobres. 32 LibrosEnRed
  • 33. Estrategia y mente  Tranquilizar el espíritu es la mejor manera de curar el cuerpo.  Los hombre generalmente no pasan de criaturas adolescentes  Las personas que debemos temer no son las que no están de acuerdo con nosotros. Debemos temer las que no están de acuerdo y son demasiado cobardes para darlo a entender.  La educación de una persona comienza dieciocho años antes de su nacimiento.  El cementerio está lleno de personas imprescindibles.  Es necesario sembrar para el futuro.  Una retirada a tiempo es una victoria.  Las bases indispensables de la sociedad son el ocio y el lujo.  No se debe juzgar a los hombres por su fisonomía, sobre todo, sin ponerlos a prueba.  El hombre superior es impasible por naturaleza: le da igual que le elogien o censuren.  A los hombres se les debe gobernar con guante de acero dentro de guante de terciopelo. 33 LibrosEnRed
  • 34. BALTASAR GRACIÁN La feroz competitividad que experimentamos a diario en la vida y en el trabajo nos sitúan a menudo en un entorno agresivo al que no hay más remedio que combatir, y que si conseguimos conquistar podemos utilizar en nuestro provecho. Poseer una sabiduría práctica nos puede proporcionar la prudencia y cautela necesarias para resolver con éxito cada uno de los retos que se nos presentan. Esta obra, por su carácter práctico, específico y a la vez moderno y universal constituye la mejor ayuda para el hombre y la mujer de hoy que quieren afrontar los desa- fíos con pericia y determinación. Como resumen de este genial pensa- dor español, a continuación se puede leer de forma muy condensada parte de su obra más conocida: El Arte de la Prudencia. Carácter e Intelecto: los dos polos de nuestra capacidad, una sin la otra son la mitad de la felicidad. El Intelecto no es suficiente, el Carácter es necesa- rio No digas nada: El valor de tus logros se incrementa por su novedad. Es inútil y estúpido jugar con todas tus cartas sobre la mesa. Si no declaras lo que vas a hacer causas expectativas, especialmente cuando eres objeto de atención general. Ponle misterio a todo, el misterio causa veneración. Cuando expliques tus cosas, no seas explicito, para que no expongas tus pensamientos. El silencio es el santuario del Arte de la Prudencia. Una reso- lución que se dice a los demás no esta bien pensada y se vuelve objeto de criticas; si resultara un fracaso, serias doblemente desafortunado. Haz que la gente se pregunte que estas haciendo y que te observe. Sabiduría y Valor: Son los elementos de la grandeza, dan inmortalidad. Uno vale lo que sabe. Una persona sin conocimientos vive en la oscuridad. El Saber sin Valor es estéril. Haz que la gente dependa de ti: La persona sabia hará que los otros sien- tan más necesidad de el que agradecimiento. Mantenlos con esperanza, pero no confíes de su gratitud, la esperanza tiene buena memoria, pero la gratitud no. Se consigue más de la dependencia que de la cortesía. El que ha colmado su sed le da la espalda al pozo y la naranja que ha sido exprimida es tirada a la basura. Cuando la dependencia termina también 34 LibrosEnRed
  • 35. Estrategia y mente acaban las consideraciones y el respeto. Mantén viva la esperanza sin satis- facerla completamente, presérvala para que siempre seas necesitado. Nadie es perfecto: No nacemos perfectos, cada día nos desarrollamos en nuestra personalidad y en nuestra profesión. Esto se conoce por la pureza de nuestros gustos, por la claridad de nuestras ideas, por la madurez de nuestros juicios y por la firmeza de nuestra voluntad. La persona completa –sabia en el hablar, prudente en sus actos– es admirada. Evita destacar más que tus superiores: Las victorias engendran odios. Una victoria sobre tus superiores es estúpida o fatal. La preeminencia es detes- tada, especialmente por aquellos que están en una posición alta. La pre- caución puede cubrir las ventajas. Por ejemplo, un buen físico puede ser ocultado bajo ropa floja. Los superiores quieren serlo en la más superior de las cualidades. Permitirán alguien que les ayude, pero no alguien que los sobrepase. Cuando les des un consejo hazlo parecer como un recuerdo de algo que ellos han olvidado más que como una guía de algo que ellos no saben. Las estrellas nos enseñan la lección: aunque son bellas y brillantes, no rivalizan con el sol. No tengas pasiones: La más alta cualidad de la mente. Nos libera de los bajos impulsos. No hay mayor control que el que se tiene sobre uno mismo, sobre sus impulsos, ese es el triunfo de la voluntad. Que las pasiones no controlen tu carácter. No tener pasiones es la única manera de evitar pro- blemas y el camino más corto para vivir mejor. Fortuna y Fama: La primera es para esta vida, la segunda para la otra. La fortuna es deseada y algunas veces alimentada, pero la fama se gana. El deseo de fama se origina de la virtud. Fama es la hermana de los gigantes; siempre se va a los extremos, ya sean monstruos horribles o prodigios bri- llantes. Relaciónate con aquellos que te pueden enseñar algo: Deja que la amistad se escuela de conocimientos y que la cultura sea enseñada en la conversa- ción. Que tus amigos sean tus maestros y mezcla los placeres de la conver- sación con las ventajas de la instrucción. Siempre estamos atraídos a otros por nuestro interés propio, pero en este caso es un interés noble. Actúa a veces pensándolo dos veces y a veces de primer impulso: La vida es una guerra en contra de la malicia de los demás. La Sagacidad lucha con cambios de intención –nunca haciendo lo que amenaza hacer, esforzán- dose por no atraer la atención, siempre buscando ocultar su juego, atrae la atención del oponente, pero conquista por el modo inesperado. Una inte- ligencia aguda anticipa esto mediante la observación y se pone al acecho. Siempre entiende lo opuesto de lo que el oponente quiere que creas. Deja 35 LibrosEnRed
  • 36. Carlos Martín Pérez que pase el primer impulso y espera por el segundo o hasta el tercero. La Sagacidad trata de engañar aun con la misma verdad, cambia el juego para cambiar el engaño, hace trampa sin hacer trampa. Pero la inteligencia opo- sitora esta en guardia con gran alerta y descubre la oscuridad oculta por la luz y descifra cada movimiento. El Qué y el Cómo: La Sustancia no es suficiente, también se requiere aten- ción a la Circunstancia. Los malos modales todo lo arruinan –hasta a la razón y a la justicia– las buenas maneras adornan, endulzan hasta la verdad y embellecen hasta a la senectud. El como es importante en los asuntos, las buenas maneras se ganan el corazón de la gente. Buen comportamiento y una expresión agradable pueden ayudarte a salir de una situación difícil. Ten a inteligencias auxiliares junto a ti: Es un privilegio del poderoso rodearse sabios que lo protejan de los peligros de la ignorancia, que lo ayuden a salir de las dificultades. Es una rara grandeza saber hacer uso de los sabios. Es una gran habilidad saber hacer sirvientes de aquellos que por naturaleza son nuestros superiores. No hay verdadera vida sin sabiduría. Es notoriamente inteligente el que estudia sin esfuerzo, el que consigue mucho por medio de muchos y en volverse sabio gracias a ellos. Cuando hablas, las bocas de sabios hablan a través de ti, por lo que obtienes la fama de oráculo por esfuerzos de otros. Estas inteligencias auxiliares desti- lan los mejores libros y sirven la quintaesencia de la sabiduría. Si no puedes tener sabios a tu servicio tenlos como amigos. Sabiduría y Buenas Intenciones: Juntas aseguran el éxito continuo. Un buen intelecto unido a una mala voluntad originan la monstruosidad. La mala voluntad envenena todas las perfecciones; ayudada por el conoci- miento se arruina con más grande sutileza. Es una miserable superioridad que resulta en la ruina. El conocimiento debe tener sentido. Varia tu forma de actuar: Para distraer la atención, no hagas las cosas igual, sobre todo si tienes rivales. No siempre actúes de primer impulso, la gente pronto reconocerá tu forma de actuar y se anticipara para frus- trar tus deseos. Es más fácil matar a un pájaro que vuela recto, que a uno que zigzaguea. Tampoco actúes siempre de segunda intención. Recuerda que el enemigo te esta vigilando, se requiere habilidad para vencerlo. El apostador nunca juega la carta que el oponente espera, menos aun la que desea. Aplicación y Habilidad: Cuando las dos se unen se alcanza la fama. La gente mediocre obtiene más con aplicación que la gente superior sin ella. El tra- bajo es el precio que se paga por la reputación. Lo que cuesta poco, tiene poco valor. Aun para los más altos puestos se requiere únicamente en algu- 36 LibrosEnRed
  • 37. Estrategia y mente nos casos la aplicación más que el talento. No te contentes con la humilde mediocridad cuando puedes brillar. No causes expectación exagerada cuando inicies algo: porque después es difícil satisfacer las expectativas. Lo real nunca puede igualar a lo imagi- nado, por lo que es fácil formarse ideales y luego es muy difícil hacerlas realidad. La imaginación crea esperanza y hace que se crea que las cosas son más de lo que en realidad son. Por la expectación la gente se desilu- siona en vez de impresionarse. La esperanza es una gran falsificadora de la verdad. Haz lo contrario asegurándote que el fruto exceda al deseo. Es mejor que la realidad sobrepase a la idea. El Arte de tener Buena Suerte: El sabio no la deja las reglas de la suerte a la casualidad. La suerte es asistida por la Prudencia. Algunos se contentan con ponerse confiadamente frente a las puertas de la fortuna esperando a que estas se abran solas. Otros piensan mejor y empujan dichas puer- tas y sacan ganancia de su inteligente arrojo. La verdadera filosofía no tiene otra conducta que la virtud y la introspección, porque no existen ni la buena ni la mala suerte, solo la sabiduría y la estupidez. El Conocimiento tiene un Propósito: La gente sabia se arma de un cono- cimiento experto y practico de lo real, no del chisme común. Los sabios poseen un abundante almacén de dichos inteligentes y de nobles actos y saben como emplearlos en el momento correcto. A veces, más se enseña con afabilidad que con seriedad. Se Libre de Imperfecciones: Todos tenemos algún punto débil, ya sea físico o moral, el cual consentimos aunque lo podríamos curar fácilmente. Un defecto, por pequeño que sea te devalúa, una nube puede tapar al sol. Nuestros defectos sirven para ser señalados por aquellos con mala volun- tad. La más grande habilidad es transformar los defectos en ornamentos. El Cesar romano ocultaba su calvicie con laureles. Controla tu Imaginación: Es importante para tu felicidad, equilibra la razón. La imaginación puede tiranizar nuestra vida, hacerla feliz o ponernos una carga, dependiendo a donde nos lleve. Nos puede hacer sentirnos satisfe- chos o insatisfechos con nosotros mismos. Puede convertirse en el látigo de los tontos, para otros promete felicidad, aventura e ilusiones. Contrólala prudentemente. Aprende a leer entre líneas: No te puedes hacer entender a menos que entiendas a los demás. Las verdades que nos atañen están dichas a medias, pero leyendo entre líneas podemos captar el significado completo. Capta la verdad detrás de las palabras y de las acciones. Cuando escuches algo favorable, no lo creas 100% si escuchas algo desfavorable analízalo. 37 LibrosEnRed
  • 38. Carlos Martín Pérez Encuentra y conoce las pasiones de cada persona: Este es el arte de mane- jar sus voluntades. Debes de saber como llegarle a cada uno y con que. Cada voluntad tiene un motivo especial. Toda la gente idolatra algo. Para algunos es la fama, el interés propio o el placer. La habilidad consiste en conocer estos ídolos para saber manipularlos. Conoce el principal motivo de una persona y tendrás la llave hacia su voluntad. Recurre a los motivos primarios, que no son siempre los más elevados. Primero conoce la pasión que rige la vida de la persona, trabájala con palabras, ponle tentaciones y así siempre controlaras su voluntad Valora más la Calidad que la Cantidad: La excelencia reside en la Calidad no en la Cantidad. Lo mejor siempre es escaso y raro, la abundancia reduce el valor. Hay veces que los gigantes son verdaderos enanos. Algunos valo- ran los libros por su grosor, como si hubieran sido escritos para ejercitar los músculos más que el cerebro. Si quieres ser excelente en todo lo serás en nada. La Intensidad, la especialización, el objetivo bien definido te llevan a la excelencia. No seas común en nada: especialmente en tus gustos. Es sabio sentirse inco- modo cuando tus actos satisfacen a la gente común. El exceso de aplauso popular nunca satisface al sabio. Tampoco seas común en tu Inteligencia. No tengas nada que ver con ocupaciones de mala reputación: Y ten menos que ver con modas. Hay muchas modas caprichosas y la persona prudente se aleja de ellas. Hay gente con gustos extraños que adquieren todo lo que la gente sabia repudia, son excéntricos y esto los puede hacer ser bien conocidos, pero más como objeto de ridículo que de buena reputación. Una persona precavida no hace publico su afán de sabiduría y aun menos aquellos asuntos que lo hagan parecer ridículo. Reconoce cuando retirarte: Es una gran lección en la vida saber cuando decir que no. Hay ocupaciones que devoran tiempo precioso. Ocuparte en algo que no te concierne es peor que no hacer nada. No interfieras en los asuntos de otros, cuida que los otros no interfieran con tus asuntos. Nunca debes estar tan obligado con otros como para que dejes de estarlo contigo mismo. No abuses de la ayuda de tus amigos. Todo exceso es una falla, y sobre todo en las relaciones personales. Una sabia moderación no desgasta la cortesía y preserva la buena voluntad y la estimación. Al hacer esto pre- servas tu libertad sin pecar contra el buen gusto. Conoce tus mejores cualidades: Conócelas y cultívalas. Puedes ser excelente en algo si conoces tus mejores cualidades. Reconoce en que sobresales y enfócate en ello. La mayoría de las personas desperdician sus aptitudes naturales lo cual los mantiene siempre en la mediocridad. 38 LibrosEnRed
  • 39. Estrategia y mente Medita bien las cosas: Todos los tontos sufren por no meditar bien las cosas. Hacen un gran escándalo por lo que importa poco y poco ruido de lo que importa mucho, siempre usando la balanza equivocada. Hay asuntos que deben ser observados con la atención más detallada y deben de ser siempre recordados. El prudente medita bien todas las cosas, sobre todo las más difíciles. Abandona tu suerte cuando aun estés ganando: Lo hacen los mejores jugadores. Una buena retirada es un ataque elegante. La suerte que dura demasiado es sospechosa; la suerte intermitente es más segura. Entre más grande es la pila de suerte más grande el riesgo de que se caiga. La Fortuna te paga la intensidad de sus favores con la cortedad de su duración. La For- tuna se cansa rápido de cargarte en sus hombros. Gánate la Buena Voluntad de la gente: Es muy bueno ganarse la admira- ción de todos, pero es aun mejor ganarse su afecto. Los grandes regalos no son suficientes, aunque son esenciales –gánate la buena opinión y será fácil ganarte la buena voluntad. Los actos amables producen sentimientos amables –haz el bien con buenas palabras y mejores hechos, ama para que seas amado. La cortesía es la magia política de los grandes. Siempre da más importancia a los hechos. Usa, pero no abuses de la astucia: No debes deleitarte ni hacer alarde de ella. Las mañas deben ser ocultas, sobre todo la astucia la cual es odiada. La decepción es común, por lo que nuestra precaución debe de ser redo- blada, pero sin que sea notada, porque la precaución causa desconfianza, molestia, despierta deseos de venganza y engendra otros males. Actuar con precaución es de gran ventaja y no hay mayor muestra de sabiduría. Evita echarte obligaciones: Este es uno de los principales objetivos de la Prudencia. La gente de gran Prudencia mantiene los extremos muy separa- dos para que haya una gran distancia entre ellos. Siempre se mantienen en el centro de su precaución, para que les de tiempo de actuar. Es más fácil evitar comprometerse que salir bien parado del compromiso. Tales asuntos ponen a prueba nuestra inteligencia –es mejor evitarlos. Una obligación lleva a la otra y puede terminar en problemas. Hay gente que por natura- leza o por costumbre se echa obligaciones fácilmente. Pero el Inteligente debe meditar bien antes de echarse una obligación. Se necesita más valor para negarse a aceptar la obligación que en cumplirla. Cuando hay un tonto que se ofrece, uno debe de tomar el segundo lugar. Nunca pierdas el respeto por ti mismo: Y no estés demasiado consciente de ti mismo. Deja que tu propia integridad sea el verdadero estándar de tu rectitud y deja que el juicio que tienes sobre ti mismo sea muy estricto. 39 LibrosEnRed
  • 40. Carlos Martín Pérez Evita todo lo que no sea apropiado más por cuidar el respeto que tienes por ti mismo que por temor a la autoridad externa. Conoce como mostrar tu fuerza: Las liebres pueden jalarle la melena a un león muerto. La valentía no es asunto de broma. Da entrada al primero y tendrás que ceder al segundo y así asta el final y ganar significara muchí- simo problema. La valentía moral excede a la valentía física, debe ser tu escudo. La cobardía moral degrada más que la debilidad física. Muchos han tenido eminentes cualidades pero por falta de un corazón valiente, tenaz, pasaron inadvertidos y encontraron una tumba en su propia pereza. La sabia naturaleza ha combinado prudentemente la dulzura en la miel de la abeja y la agudeza en su aguijón No emplees más fuerza de la necesaria: No hay necesidad de mostrarle tu habilidad a nadie. No permitas que haya gasto innecesario de conoci- miento ni de poder. Si muestras mucho hoy no habrá nada que mostrar mañana. Siempre ten una novedad con la cual deslumbrar a los demás. Mostrar algo fresco cada día mantiene viva la expectación y oculta los limi- tes de tu capacidad. Rodéate de buenos asistentes: Se pone a prueba tu inteligencia por las defi- ciencias de tus asistentes. La excelencia del ministro no disminuye la gran- deza de su señor. Toda la gloria de las hazañas se refleja en el actor principal, así también la culpa. La Fama solo tiene tratos con los principales. La Fama no dice: “Este fue bueno, aquel tuvo malos asistentes” sino “Este fue bueno, aquel fue malo, sean quien fueren sus asistentes”. Selecciona y pon a prueba a tus asistentes, porque les tienes que confiar el destino de tu fama. Se el primero: Dar el primer golpe es una gran ventaja cuando los con- tendientes son iguales. Muchos pueden haber sido únicos si hubieran sido los primeros. Los primeros son los herederos de la fama. Los otros son segundones, pericos imitadores. El sabio encuentra un nuevo camino a la eminencia y la Prudencia los acompaña todo el camino. El sabio trata de ser siempre el primero. Hay quienes prefieren ser primeros en asuntos de menor importancia que segundos en grandes hazañas. Asegúrate que las cosas terminen bien: Algunos consideran más el rigor de la competencia que el hecho de ganarla, pero para el mundo el descré- dito del fracaso final acaba con el reconocimiento de pasadas hazañas. El victorioso no necesita dar explicaciones. La gente no pone atención en los detalles de las medidas empleadas sino en los buenos o malos resultados. Un buen final adorna todo, por más insatisfactorias que sean las medidas tomadas. A veces debes transgredir las reglas si no puedes terminar bien de otra forma. 40 LibrosEnRed
  • 41. Estrategia y mente Sé decidido: La mala ejecución de tus planes es menos dañina que la falta de decisión. Las corrientes de agua causan menos daños cuando fluyen libremente que cuando son detenidas por un dique. Hay gente de propósi- tos tan poco firmes que requieren la Direccion de otros y no porque no sean capaces sino por su falta de acción. Se necesita habilidad para descubrir dificultades pero más para salir de ellas. Existen otras personas que tienen un juicio tan claro y un carácter tan determinado que los hace aptos para las acciones más elevadas, su inteligencia les dice donde meter la punta de la cuña y su resolución les indica como meterla hasta el fondo. Este tipo de gente acaba con toda tarea pronto y cuando han completado una están listos para la otra. Unidos a la Fortuna ellos se aseguran el éxito. Conoce cómo usar la evasión: Esta es la forma en que el inteligente escapa de las dificultades, se zafan del más intrincado laberinto con solo la inte- ligente aplicación de un comentario o de una sonrisa. La mayoría de los grandes líderes son expertos en este arte. Cuando tengas que rechazar algo, la forma más cortes es cambiar el tema. A veces es muy conveniente actuar como si no entendieras. Navega con bandera blanca para sacar la negra solo cuando sea necesario. Sé un camaleón: Se discreto con los discretos, culto con los cultos, santo con los santos. Gran arte es ganarse el apoyo de todos; el consenso general hace que ganes buena voluntad. Estudia el humor de la gente y adáptate a cada uno de ellos. Sígueles el tema y maquilla las diferencias tan astuta- mente como sea posible. Este es un arte indispensable para los que depen- den de otros. Debes de ser universal en tu genio y en tu astucia. Sé precavido cuando obtengas información: Vivimos por la información, no por la vista. La oreja es la puerta lateral de la verdad pero también la puerta frontal de las mentiras. La verdad generalmente se ve, raramente es escuchada. La verdad viene raramente en su pureza elemental, siempre la acompañan una mezcla de los humores de aquellos por los que ha pasado. La pasión la tiñe donde la toca, a veces favorablemente, a veces no. Ella siempre obtiene la disposición de la gente, por lo que recíbela con precau- ción de aquel que alaba, y con aun más precaución de aquel que culpa. Pon atención a las intenciones del que te habla, debes de saber de antemano cuales son sus planes. Deja que la reflexión ponga a prueba la falsedad y la exageración. No llegues hasta las últimas consecuencias de nada, ni bueno, ni malo: Si llevas algo hasta el extremo se volverá contra ti, exprime todo el jugo de una naranja y se volverá agria. Ni en los disfrutes llegues a los extre- mos. Si ordeñas a una vaca demasiado, en lugar de obtener leche sacaras sangre. 41 LibrosEnRed
  • 42. Carlos Martín Pérez Utiliza a tus enemigos: No tomes las cosas por la hoja que corta sino por la empuñadura que te protege del daño – especialmente con las acciones de tus enemigos. Una persona sabia y prudente obtiene más de utilizar a sus enemigos que cualquier tonto obtiene de utilizar a sus amigos. La mala voluntad de tus enemigos derriba montañas de dificultades que uno podría enfrentar en otros casos. Muchos han logrado su grandeza por sus enemi- gos. La alabanza es más peligrosa que el odio, porque cubre las manchas que el otro muestra. El sabio y prudente convertirá la mala voluntad de sus enemigos en un espejo más fiel que el de la buena voluntad y quitara o mejorara las fallas y defectos que ella ataca. La precaución y la Prudencia florecen mejor cuando la Rivalidad y la Mala Voluntad son vecinas. Conócete a ti mismo: Conoce tus talentos y tu capacidad, tanto en tu juicio como en tus inclinaciones. No puedes ser amo de ti mismo, no puedes domi- narte a menos que te conozcas bien. Hay espejos para la cara, pero no para la mente. Deja que tu pensamiento cauteloso sobre ti mismo sirva como substituto. Cuando la imagen externa sea olvidada, amanten la interna para mejorarla y perfeccionarla. Conoce la fuerza de tu intelecto y capaci- dad, prueba la fuerza de tu valor y mantén tus fundamentos seguros y tu mente despejada. Nunca hagas algo de lo que tu Prudencia te haga dudar: Cuando el que hace tiene sospecha de fracasar, el observador estará seguro de ello, espe- cialmente si es un rival. Si en el calor de la acción tu juicio duda en prose- guir, es señal de que después, al meditarlo fríamente te darás cuenta que proseguir era una estupidez. La acción es peligrosa cuando la prudencia te hace dudar. La Sabiduría no confía en las probabilidades, siempre se mueve en la razón. Como puede cualquier esfuerzo tener éxito cuando el buen juicio lo condena tan pronto como es concebido? Mantén el alcance de tus habilidades en secreto: El sabio no permite que su conocimiento y habilidades sean sondeadas hasta el fondo, si es que desea ser honrado. El sabio permite que lo conozcas pero no que lo comprendas. Las suposiciones y dudas acerca del alcance de los talentos del sabio causan más veneración que el exacto conocimiento de ellas. Realidad y Apariencia: Las cosas pasan por lo que parecen, no por lo que son. Pocos se interesan en observar el interior, la mayoría se contenta con las apariencias. No es suficiente tener razón si tus acciones se ven falsas o malintencionadas. No te achiques ante nada: Grandes rebanadas de Buena Suerte no apenan al que puede digerirlas aun más grandes. Lo que es plenitud para unos es escasez para otros. Algunos por su poca capacidad no las pueden digerir, 42 LibrosEnRed
  • 43. Estrategia y mente porque nacieron sin ser entrenados para empresas importantes; sus hono- res no merecidos los marean, lo que es peligroso estando en una posición de eminencia. No encuentran su lugar apropiado, por lo que la suerte no les encuentra un lugar adecuado a ellos. La persona de talento deberá mostrar que tiene capacidad para aun más importantes empresas y sobre todo evitar el mostrar señales de apocamiento En tiempos de Prosperidad prepárate para la Adversidad: Es más sabio y fácil almacenar lo necesario para el invierno cuando todavía es verano. En tiempos de Prosperidad los favores son baratos y los amigos muchos. Por lo tanto debes de guardarlos para los días desafortunados porque la Adversidad cuesta caro y no encontraras quien te ayude. mantén un alma- cén de amigos y gente que te deba algo, ya llegara el día cuando su valor aumente. Los estúpidos no tienen amigos verdaderos –en la Prosperidad son incapaces de reconocerlos y en la Adversidad no serán reconocidos por ellos. Evita ser odiado: No hay buena ocasión para buscar el odio de los demás –llega sin buscarlo mucho. Hay algunos que odian sin saber el porque, su mala voluntad es más rápida que nuestra disposición para agradar. Su mala naturaleza tiende más a dañar a otros que su codicia por ganar ventajas. Algunos se las arreglan para estar en malos términos con todos. Una vez que el odio a echado raíz, es difícil de erradicar como la mala reputación. El sabio es temido, el malévolo es aborrecido, el arrogante es desdeñado, el bufón es despreciado, el excéntrico es ignorado. Por esto respeta para que seas respetado y aprende que para ser estimado debes de mostrar estimación. Haz y que te vean haciendo: Las cosas no pasan por lo que son sino por lo que parecen Ser útil y saber como mostrarlo es ser doblemente útil. Lo que no es visto es como si no existiera. Ni la Justicia recibe propia consideración si no parece justa. Los observadores son mucho más escasos que aquellos que están desilusionados por las apariencias. Las cosas son juzgadas por su apariencia y muchas cosas son diferentes de lo que parecen, pero un buen exterior es la mejor recomendación para una perfección interna. Duplica tus recursos: Al hacerlo duplicas tu vida. No debes de depender ni de confiar en un solo recurso, por más prominente que este sea. Todo debería de mantenerse por duplicado, especialmente las causas de éxito, favor y estima. La mutabilidad lo trasciende todo y le da un límite a toda existencia, especialmente a las cosas que dependen de la voluntad humana, que es lo más frágil. Para protegerse en contra de esta inconstancia el sabio debe de tomar como regla general el mantener un almacén doble de cualidades buenas y útiles. 43 LibrosEnRed
  • 44. Carlos Martín Pérez Reconoce los días desafortunados: Estos días en verdad existen. Nada sale bien y aunque se cambie de juego, la mala suerte permanece. Dos intentos deben de ser suficientes para decirnos si un DIA es desafortunado o no. todo esta en un proceso de cambio, hasta nuestra mente y nadie es sabio siempre. También la casualidad toma parte. Todas las perfecciones tienen sus momentos, hasta la belleza tiene sus horas. También la sabiduría falla a veces al hacer mucho o muy poco. Para que algo salga bien debe de hacerse en su día adecuado. Esta es la razón por la que a algunas personas todo les sale mal y a otras todo les sale bien, aun con menos trabajo. Encuentran todo listo, su intelecto ágil, su genio benefactor favorable y su estrella de la suerte en el cenit. En tales ocasiones debes de aprovechar la ocasión y no dejar escapar ni la más sutil oportunidad. El sabio no decide si un día es afortunado o no solo por un evento de buena o mala fortuna porque puede que sea solo un chispazo de buena suerte o solo una ligera molestia. Nunca por obstinación tomes el lado equivocado por que tu oponente ha tomado el lado correcto: Empiezas la pelea ya derrotado y deberás pronto de escapar en desgracia. Nunca podrás ganar con armas malas. El oponente se vio astuto al tomar primero el mejor lado. Seria estúpido venir detrás de el para tomar lo peor. Tal obstinación es más peligrosa en acciones que en palabras, porque la acción encuentra más riesgos que las palabras. Es una falla común de los tercos perder lo verdadero por contradecirlo, y lo útil por combatirlo. El sabio nunca se pone en el lado de la pasión. Si el enemigo es un estúpido y obstinado el sabio se dará la vuelta y hará que el obstinado lo siga hacia el lado incorrecto, esta es la única forma de sacar al enemigo del lado correcto, porque su estupidez lo harán que lo abandone y su obstinación será así castigada por haberlo hecho. Empieza con otros para terminar contigo: Este es un medio político para tu propio provecho. Hasta en asuntos divinos los maestros Cristianos recalcan esta maña santa. Es una importante pieza de disimulación porque las ven- tajas previstas sirven de atracción para influenciar la voluntad de los demás. Nunca debes de avanzar a menos que vayas en encubierto, especialmente donde el terreno es peligroso. Es igual con las personas que siempre dicen no al principio, es mejor evitar este golpe presentando tu petición de tal forma que no se pueda negar. Este consejo pertenece a la regla de actuar de segundo impulso, la cual cubre las maniobras más sutiles de la vida. No muestres tu dedo herido, porque todos lo buscaran para golpearlo: No te quejes de nada porque l malicie siempre apunta a donde la debilidad puede ser lastimada. La mala voluntad busca heridas para irritarlas, apunta sus dardos para poner a prueba el temperamento e intenta mil formas para molestar. El sabio nunca confiesa haber sido herido, ni descubrirá 44 LibrosEnRed
  • 45. Estrategia y mente algún mal ya sea personal o hereditario, porque a veces al destino le gusta herirnos donde estamos más tiernos, siempre mortifica a la carne herida. Por lo tanto nunca le digas a nadie el origen de tu dolor o de tu alegría si quieres que el dolor cese y que la alegría dure. Ten a alguien que reciba los ataques por ti: Es una gran habilidad del líder tener un escudo en contra de la mala voluntad. No es un recurso de inca- pacidad como sus detractores imaginan, sino la política de tener a alguien que reciba la censura de los afectados y el castigo del desagrado general. No todo puede salir bien, ni todos pueden quedar satisfechos. Es recomen- dable, aun al costo de nuestro orgullo, el tener chivos expiatorios, costales que reciban los golpes cuando las cosas no salgan bien. El Arte de dominar tus Pasiones: Oponte a los ataques de la pasión con reflexión prudente. El primer paso para dominar una pasión es recono- cer que estas siendo atacado por ella. Este es el Arte de Artes. Debes de saber como y cuando detenerlas. Es una gran prueba de sabiduría estar sereno durante un ataque de rabia o pasión. Todo exceso de pasión es una digresión de la conducta racional. Para mantener control sobre las pasio- nes debes de mantener firmes las riendas de la atención. Cómo triunfar sobre tus rivales y tus detractores: No es suficiente enga- ñarlo, aunque sea frecuentemente aconsejable –una postura digna es lo esencial. No hay venganza más heroica que la de los talentos y los servicios que conquistan y atormentan al envidioso. Todo éxito tuyo es un nudo más en la soga que esta alrededor del cuello de aquellos que te desean el mal. La gloria del enemigo es el infierno del rival. El envidioso no muere una vez sino cada vez que el envidiado obtiene el aplauso. La inmortalidad de su fama es la medida de la tortura del envidioso, mientras uno vive con honor el otro vive con dolor sin fin. La lenta muerte del envidioso dura mucho en terminar. Lanza pajas al aire para probar al viento: Encuentra como van a ser recibi- das las cosas, especialmente de aquellas cuya recepción o éxito sean dudo- sas. así te aseguraras de que todo salga bien o de preparar tu retirada. Se sabio, sondea las intenciones de la gente para saber en que terreno estas parado. Esta es la gran regla de la previsión en el preguntar, en el desear y en gobernar. Asegúrate de no fallar una en vez de atinar cien veces: Nadie ve directa- mente al sol, pero todos lo ven cuando esta eclipsado. La platica común no relata lo que esta bien sino lo que esta mal. Las malas noticias se conocen pronto. Mucha gente no es conocida en el mundo hasta que ha muerto. Todas las hazañas de una persona juntas no son suficientes para limpiar 45 LibrosEnRed
  • 46. Carlos Martín Pérez un pequeño error. Evita entonces cometer cualquier error, sabiendo que la mala voluntad se da cuanta de cada error y no del éxito. En todas las cosas mantén un reserva secreta a la cual recurrir en tiempos difíciles: Esta es una forma segura de mantener tu status. Debes siempre tener algo a que recurrir cuando tengas temor de una derrota. Hasta en el conocimiento debe de haber una reserva secreta para que en caso de necesitarlo tus recursos se dupliquen. La reserva es más importante que la fuerza de ataque porque esta distinguida por el valor y la reputación. La Prudencia solo se pone a trabajar cuando hay seguridad. Nunca luches con alguien que no tiene nada que perder: Al hacerlo entras a un conflicto desigual. Tu contrario entra sin ansiedad –habiéndolo per- dido todo, incluso la vergüenza, no tiene más perdida que temer. El por lo tanto recurre a todo tipo de insolencia. Nunca debes de exponer tu valiosa reputación que te ha costado años ganar a un riesgo tan terrible, porque puede perderse en un momento– un solo golpe puede borrar mucho sudor. Una persona de honor y responsabilidad tiene reputación porque tiene mucho que perder. La persona con reputación entra a la competencia con gran precaución y entra en acción con tal circunspección que le da a la Pru- dencia la oportunidad de retirarse a tiempo y de poner la reputación en resguardo. Porque aun en la victoria puede ser que el no gane lo que ha perdido al exponerse a las posibilidades de la derrota. Nunca guíes al enemigo hacia lo que tiene que hacer: El estúpido nunca hace lo que el sabio considera sabio. El sabio no sigue un plan ideado por otro. Debes de discutir los asuntos desde ambos puntos de vista, voltearlos por los dos lados. Los juicios varían. Cuando tengas que decidir atiende más lo posible que lo probable. No arriesgues tu reputación en una sola tirada de dados: Porque si algo sale mal el daño es irreparable. Puede que falles una vez, especialmente al principio. Las circunstancias no son siempre favorables. Siempre emplea mejores medios y recurre a más recursos. Las cosas dependen de todo tipo de casualidades. Es por esto que la satisfacción por el éxito es tan rara. Haz cosas agradables tu mismo y las cosas desagradables hazlas a través de otros: Para que ganes buena voluntad y para que evites ser odiado. Una persona grande recibe más placer en hacer un favor que en recibir uno, hacer favores es privilegio de los grandes. No puedes causar dolor a otro sin sufrir también dolor tu, ya sea el dolor por simpatía o por remor- dimiento. Cuando te encuentras en una alta posición solo puedes trabajar por medio de premios y castigos, así que concédete el privilegio de dar los premios y a otros dales la responsabilidad de aplicar los castigos. Elige a 46 LibrosEnRed
  • 47. Estrategia y mente alguien para quien se dirigirán el descontento, el odio y la maledicencia, porque la rabia de la multitud es como la del perro: sin importarle la causa de su dolor se pone a morder el látigo en vez de al que lo manejo. Sé portador de alabanzas: Hacer esto incrementa tu reputación de tener buen gusto porque muestra que has aprendido lo que es excelente. Da material de conversación y para imitación. Alaba con delicadeza. Asimismo no hables mal de aquel que no este presente. No te dejes afectar por las exageraciones de uno ni te confíes demasiado por las alabanzas del otro, debes de saber que ambos actúan del mismo modo por métodos diferen- tes, adaptando sus palabras a la compañía con la que se encuentran. Utiliza los deseos de los demás: Entre más grandes sus deseos más grande la oportunidad. Muchos hacen escaleras cuyos peldaños son los deseos de los demás, para alcanzar sus objetivos. La energía del deseo promete más que la inercia de la posesión. La pasión del deseo se incrementa con cada incremento de la oposición. Lo más inteligente es satisfacer el deseo y pre- servar la dependencia. Emprende tareas fáciles como si fueran difíciles y las difíciles como si fueran fáciles: En el primer caso para que no se te duerma la confianza y en el otro caso para que no se sienta abatida. Para que algo quede sin ser hecho no hace falta más que creer que ya se hizo. El trabajo motivado y paciente vence imposibilidades. Aprende a jugar la carta del desprecio: Es una forma astuta de conseguir las cosas que quieres, al fingir que las deprecias; por lo general, no las tendrás cuando las buscas, pero caen en tus mano cuando no andas tras de ellas. Las cosas escapan de quien las persigue y persiguen a quien les huye. El desprecio es la forma más sutil de la venganza. El sabio nunca se defiende de las ofensas, porque la defensa hace más para glorificar al ofensor que para castigar la ofensa. Es un truco de los mediocres oponerse a los grandes para ganar notoriedad. Hay muchos de los que no habría- mos oído nada si sus eminentes oponentes no les hubieran hecho caso. No hay mejor venganza que la indiferencia, por la cual son enterrados con el polvo de su mediocridad. Ha habido audaces que para hacerse eternos le prenden fuego a alguna de las maravillas del mundo. El arte de reprobar el escándalo consiste en no hacerle caso. Combatirlo te daña, te causa des- crédito y es una fuente de satisfacción para tu oponente. Nunca reveles los secretos de tu arte: Esta es una máxima de los grandes maestros en el sutil arte de la enseñanza: siempre como maestro debes quedar en plano superior, debes de seguir siendo maestro, nunca lo ense- ñes todo, ni el origen de tu conocimiento. Puedes enseñar un arte con arte. 47 LibrosEnRed