El documento analiza la crisis de la modernidad y la noción moderna de sujeto. Plantea que el sujeto moderno se concibió como un origen unificado de saber y verdad, pero que esta idea ha sido desarmada. El sujeto es ahora visto como una construcción discursiva heterogénea que se configura en relación con fuerzas sociales y psíquicas. Se propone reelaborar las nociones de sujeto, conocimiento y realidad teniendo en cuenta cómo los sujetos son constituidos a través de relaciones de poder, saber y deseo.