2. Pr. Marcelo Solís “ Entonces clamaban al Eterno en su angustia. Y él los libraba de su aflicción. Cambiaba la tempestad en sosiego, y apaciguaba las olas” (Salmos 107:28-29)
3. Pr. Marcelo Solís Jesús Calma la Tempestad San Mateo 8: 23-27 “ Y entrando él en el barco, sus discípulos le siguieron. Y he aquí, fue hecho en la mar un gran movimiento, que el barco se cubría de las ondas; mas él dormía. Y llegándose sus discípulos, le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos. Y él les dice: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió á los vientos y a la mar; y fue grande bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y la mar le obedecen?”
4. Pr. Marcelo Solís ¿Entrarías en la Barca si sabes que viene una grande tempestad?
7. Pr. Marcelo Solís Mateo 8:24 “ Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía”.
8. Pr. Marcelo Solís Mar = Multitud, el mundo Tempestad = Problemas Barca = La Iglesia Discípulos = Ud., y yo.
9. Pr. Marcelo Solís La Iglesia está en el mundo; en el mundo sufrimos problemas tempestuosos
10. Pr. Marcelo Solís “ Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” Romanos 8:18.
12. Pr. Marcelo Solís No importa cuán grande sea la tempestad de tu vida. El Ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen y los defiende.
13. Pr. Marcelo Solís ¿Estás pasando una tempestad y te parece que Jesús duerme? ¿Dónde está Él cuando uno más lo necesita?
14. Pr. Marcelo Solís “ Y Dios cuida y sostiene todas las cosas que ha creado. El que sustenta los innumerables mundos diseminados por la inmensidad, también tiene cuidado del gorrioncillo que entona sin temor su humilde canto. Cuando los hombres van a su trabajo o están orando; cuando descansan o se levantan por la mañana; cuando el rico se sacia en el palacio, o cuando el pobre reúne a sus hijos alrededor de su escasa mesa, el Padre celestial vigila tiernamente a todos. No se derraman lágrimas sin que él lo note. No hay sonrisa que para él pase inadvertida .”
18. Pr. Marcelo Solís “ Y entrando él en el barco, sus discípulos le siguieron. Y he aquí, fue hecho en la mar un gran movimiento, que el barco se cubría de las ondas; mas él dormía. Y llegándose sus discípulos, le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos. Y él les dice: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió á los vientos y a la mar; y fue grande bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y la mar le obedecen?”