Este documento contiene varias historias cortas escritas por estudiantes de 6o grado sobre temas relacionados con el mar. La primera historia trata de una sirena llamada Milly que escapa para explorar un arrecife de coral prohibido y termina comprando un caballito de mar. La segunda historia involucra a unos niños que encuentran pistas de que dos de sus amigos fueron al mar y descubren un pez prehistórico. La tercera historia describe una excursión escolar en barco que incluye buceo y un problema
UNIDAD DIDÁCTICA PLÁSTICA: Color, líneas y puntos - Parte II -
Historias en el mar
1. Expresión escrita
Textos
narrativos
Historias en el mar
Trabajos alumnos/as 6º-a
·23 noviembre -1 diciembre 2012
C. P. “Ntra. Sra. del Patrocinio”
MILAGRO (Navarra)
Como dos gotas de agua
2. Érase una vez una sirena llamada Milly, en edad de pez ella todavía era una niña pero
no se lo creía demasiado, ella quería ser mayor. Milly era rubia, tenía los ojos azules, la
piel la tenía de color muy claro; su cola era larga y cada escama era de un color
distinto. Por eso siempre se ponía su bikini favorito, que era de puntos de colores. Ella
vivía en un magnífico palacio, ya que era la hija del rey Neptuno, o sea la princesa.
El rey nunca la dejaba salir sola. Siempre iba acompañada por dos grandes delfines. A
ella le parecía muy aburrido, porque no entendía la lengua delfín y ellos se pasaban
todo el rato hablando y hablando.
Su padre le tenía terminantemente prohibido ir al
arrecife de coral, pero le habían hablado tanto de ese
lugar; que un día decidió escaparse para ir. Ese día
cogió un taper con sushi de bacalao y salió por la
ventana para que no la vieran los tiburones guardianes.
Dicho y hecho, emprendió su viaje hacia el lugar que
tanto quería conocer. Le costó toda la mañana llegar,
Milly estaba cansada y le dolía la cola. Había una gran
construcción y decidió entrar. Su sorpresa fue que era
un estadio de carreras de caballitos marinos. Cuando
terminó la carrera pasó por su lado un espléndido
caballito de colores; como la cola de Milly. Al verla el
caballito también se quedó impresionado por los
colores de su cola. Pasado un rato Milly decidió
comprar al caballito. Milly y su nuevo caballito
volvieron a casa.
Cuando llegaron el rey le preguntó: ¿Dónde has estado?, ¿Con quién has estado? y ¿de
dónde has sacado al caballito? Milly le dijo que había estado todo el día en el jardín,
sola y el caballito se lo había encontrado. Su padre se lo creyó, ya que Milly no solía
decir mentiras.
El rey al ver que su hija disfrutaba tanto con el caballito, además que era fuerte y
podía protegerla le dijo a Milly que de ahora en adelante podía salir sin los delfines.
Siempre y cuando fuera acompañada por su mejor amigo: el caballito de mar de
colores.
Juliana Sofía Correa Galvis 6ºA
3. EL SECRETO DEL MAR
Un día, unos compañeros de colegio fueron a la playa. Iban a pasar el día allí los ocho niños: Hugo,
Sonia Ricardo, Tania, Raúl, Julia, Alejandro y Claudia.
Bañándose, se dieron cuenta de que ya era hora de comer. Decidieron que Hugo y Tania fueran a
pescar algo para el almuerzo. Pasó el tiempo y como no volvían, los demás niños fueron a
buscarlos, pero no estaban en el sitio que habían dicho, allí solo encontraron unas huellas en la
arena que indicaban que los dos niños se habían metido al agua.
Los seis niños le preguntaron al socorrista si había visto algo extraño y les contestó que no. Julia le
pidió al chico que le dejara unos trajes para bucear e ir a buscar a sus dos amigos, y así fue. Los seis
fueron a buscarles.
Buceando mar adentro, vieron en el fondo
del mar unas fotos en la que salían Tania y
Hugo, y algo que parecía un trozo de la
cola de un pez gigante y bastante raro. Por
el lugar donde estaban hechas las fotos, los
niños descubrieron la primera pista, Hugo y
Tania estaban en una isla muy pequeña en
el centro del golfo que formaba la playa.
Ellos tenían allí un escondite secreto.
Fueron hacia el lugar bastante preocupados
y algo temerosos de que el pez se les
apareciera. Al llegar oyeron unos ruidos
extraños, los siguieron y vieron a Hugo
llamando a un pez que también parecía un
dinosaurio. Los seis niños se habían
quedado paralizados del miedo, Julia
comenzó a sacar fotos al animal con su
cámara acuática pero… el enorme bicho giró rápidamente hacia ella y le arrebató la cámara de las
manos, para después continuar jugando con Hugo. Ninguno de los seis niños sabía qué pensar.
Tania se acercó a ellos y les explicó que aquel “pez dinosaurio” era un animal muy inteligente, que
ella recordaba que su abuelo le había hablado de estos animales, que habían sido encontrados hacía
mucho tiempo y los habían matado los aldeanos pensando que era un ser maligno...una leyenda,
pero todo parecía indicar que el animal había roto las cámaras para protegerse y que ningún otro
humano supiese de su existencia. Los seis niños comprendieron todo.
Claudia recordó a sus amigos que habían perdido fotos por el camino y que debían recuperarlas para
que nadie más supiese de la existencia de aquel maravilloso animal y fueron a recoger las fotos para
que su nuevo amigo estuviese a salvo.
A partir de entonces, con trajes de buceo que compraron con sus ahorros, los niños buceaban a
diario para jugar con Trochi, el pez dinosaurio.
Iria Santamaría García 6º A 25-11-1
4. EXCURSION POR EL MAR
Llegó Junio, con él llegaron los viajes fin de curso y las
vacaciones. Antes de acabar el curso los de 6º curso de
Milagro hicimos una pequeña excursión a Santander. La
excursión consistía en un pequeño crucero, en él podíamos
hacer submarinismo, visitar islas, nadar en alta mar….etc.
Cogimos el autobús en Milagro y llegamos a Santander en
unas tres horas. Dejamos todo en un pequeño Albergue,
cenamos y nos fuimos a dormir porque al día siguiente nos esperaba un día muy largo.
Teníamos que madrugar para realizar la excursión que estábamos esperando durante todo el
curso.
Por la mañana fuimos al puerto y allí nos estaba esperando el barco en el que íbamos hacer la
excursión, estábamos todos como locos. Nos dieron chalecos salvavidas, unas cajitas con
comida y un botellín de agua para el viaje y claro, con nosotros venía un guía, que sería el que
nos diera todas las explicaciones, tanto de submarinismo como de historia. Nos fuimos
adentrando poco a poco en el mar, al principio el barco se meneaba muchísimo de un lado a
otro, algunos de mis compañeros ya se empezaban a marear, pero poco a poco, conforme nos
íbamos alejando del puerto e introduciéndonos mar adentro, el barco iba más suave, casi no
se notaban las olas.
Mientras íbamos mar adentro el guía nos iba contando toda la
historia de la isla, estábamos todos con la boca abierta, y por
fin, la parada que todos estábamos esperando. El barco paró en
mitad del mar, el guía nos dio todas las instrucciones de cómo
ponernos los chalecos, las aletas de los pies, la bombona de
oxígeno (que pesaba muchísimo), y las gafas de buceo. De uno
en uno nos fuimos tirando al agua bajo la supervisión de él y de
los profesores que nos acompañaron en el viaje. Una vez todos
en el agua nos fuimos sumergiendo poco a poco y viendo cosas muy bonitas, sobre todo veías a
muchas clases de peces diferentes nadar al lado tuyo. Era todo como un sueño, aunque alguno
pasó mucho miedo nada más de pensar que podía aparecer un tiburón o algo por el estilo,
pero no fue así, lo pasamos en grande y disfrutamos muchísimo. A la hora nos mandaron
subir al barco para seguir disfrutando de los paisajes e ir volviendo al puerto.
Lo peor fue a la vuelta, que cuando se pusieron a arrancar el barco, éste no arrancaba, se
reflejaba el miedo en nuestras caras. Nos empezamos a mirar unos a los otros, a los
profesores, al guía…… El motor hacía un ruido extraño, y nada, no arrancaba. El conductor
decía que no nos preocupáramos que seguro que arrancaría, que igual se había quedado frío,
pero nosotros no hacíamos más que pensar qué pasaría si nos tuviéramos que quedar a pasar
la noche allí, sin comida ni bebida (porque ya nos lo habíamos comido y bebido todo), en alta
mar, con toda clase de peces a nuestro alrededor, ¿y tiburones?
Bueno al final, Dios quiso que el barco arrancara y lo que podía haber terminado en una
tragedia, acabó con un final feliz, y un día inolvidable para los de 6º curso de Milagro, fue una
experiencia muy bonita, ya que aprendimos muchísimas cosas y disfrutamos viendo el mar en
su interior.
Milagro, 25 de noviembre 2012 Iván Los Arcos. 6ºA
5. Maddie y el mar
Había una vez una niña llamada Maddie. Maddie era una niña de 13 años que nació en
Vigo (Galicia), desde que era pequeña le encantaba el mar y además era muy buena
surfista porque en cualquier cosa dedicada al mar Maddie era la mejor. Un día se
organizó un concurso de surf y ella se apuntó pero el problema era que el concurso no
era mixto, es decir participar chicos y chicas en un mismo concurso y también que el
premio dado a las chicas era inferior al de los chicos.
Maddie y sus cuatro amigas Charlie, Brook, Laila y Jessy tuvieron una excelente idea
para demostrarle a todo el mundo que no es justo no organizar concursos mixtos y
que tampoco es justo que el premio dado a las chicas sea inferior al de los chicos. La
idea era que Maddie se disfrazara de chico y concursara en los dos concursos pero al
final para demostrarle al mundo todo eso debía revelarse. Ella practicó y practicó a
ser un chico hasta que lo consiguió, su nombre era Bradlee, cuando llegó el día del
concurso primero participaron las chicas y ganó ella y luego fue con sus amigas a
disfrazarse de Bradlee, pero tres chicos pensando que Maddie era un chico decidieron
hacerle un agujero pequeño en su tabla de surf para que perdiera. Pero cuando llegó
el concurso de chicos Maddie vio que tenía un agujero en medio de su tabla de surf. Lo
malo es que estaba en mitad del concurso pero sabía como solucionarlo porque tenía
en su bolsillo brillo de labios con el que taponó el agujero y surfeó hasta llegar la
primera.
Cuando llegó la hora de entregar el
premio de chicas se lo entregaron
y rápidamente se fue corriendo
con sus amigas al baño para
disfrazarse de Bradlee. Toda la
gente que había allí pensando que
Maddie era un chico se quedo
asombrada después de que le
entregaran el premio a “Bradlee”
porque Maddie se reveló y ante
todos habló y les dijo lo
importante que era la igualdad
entre todos por eso ganó los dos
concursos y donó todo ese dinero a
una escuela de surfistas que estaba por cerrar porque tenía problemas de dinero. Y
así es como Maddie ganó los dos concursos y demostró lo importante que es la igualdad
entre todos y todas.
Ghizlan Mejnoun Derouich 6º A
6. El mar
Érase una vez un niño que nunca había
visto el mar. Soñaba como sería, si era
grande, pequeño o inmenso. Le habían
hablado mucho de él, pero él quería
verlo. Les pedía a sus padres que lo
llevasen al mar. Pero no podían cumplir
el sueño de su hijo, porque eran gente
humilde.
Una mañana Carlos salió a jugar y se
encontró a su mejor amigo Sergio que
era rico. Sergio le dijo que se iba a ir
con sus padres a ver el mar. Carlos muy inquieto le dijo: Por favor llévame contigo.
Sergio le respondió que se lo tenía que preguntar a sus padres.
Carlos emocionado se lo contó todo a su madre. Su madre le respondió que no se
hiciera ilusiones hasta que supiera la respuesta. Entonces Carlos oyó el timbre. Y la
sorpresa fue que era que era Sergio, dándole una respuesta positiva. ¡Nos vamos en
tres días!
Su madre muy contenta le abrazó porque iba a cumplir su sueño. Y el niño, de repente,
le dijo a su medre ¿qué ropa se lleva al mar? Su madre le contestó bañadores hijo. A
Carlos los tres días se le hicieron eternos.
Cuando llegó el momento de irse se despidió de su padre y de su madre. Les dio un
fuerte abrazo y un beso y se fue con Sergio y sus padres. El viaje fue largo pero
entretenido. El viaje duro cuatro horas. Por fin el cartel que indica Salou. Los dos
amigos salieron tan rápido del coche que se dejaron las puertas sin cerrar. Corrieron
por toda la arena. Hasta sus pies se mojaron con el agua del mar. A Carlos se le
saltaron las lágrimas de la emoción. Era lo mas bonito que había visto en su vida. No
tenía nada que ver con lo que le habían contado y con lo que había soñado. ¡Era
increíble!
Carla Cerdán Valido 6ºA