Este documento habla sobre los cambios que ocurren en el cuerpo durante la primavera y cómo fortalecer los órganos más afectados en esta estación. Explica que el estómago y el bazo son los más sensibles al inicio de la primavera, mientras que más adelante son el hígado y la vesícula biliar. Ofrece consejos sobre alimentación, ejercicios y tratamientos para apoyar a estos órganos, como incluir más verduras, avena y frutos secos en la dieta, y aplicar arcilla ver
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CONOCER PARA AMAR
Es importante que el conocimiento llegue a nuestra mente y a
nuestro corazón para que se asimile. Conocerse ayuda a amarse.
Para conocernos, hemos de aprender a observarnos: ver qué
síntomas presentamos, cuándo y cómo. El médico, que nos ve
deprisa, no está con nosotros las 24 horas del día. No puede
conocernos tan bien como nosotros mismos. Por eso debemos
estar atentos para saber qué nos pasa y pedir ayuda cuando lo
necesitemos.
EL CLIMA CAMBIA EL CUERPO
El clima y el medio ambiente afectan mucho a nuestro cuerpo, igual
que afectan la naturaleza y el paisaje.
En los climas polares, como en el Ártico, la gente tiene pequeña
estatura, el pelo liso y oscuro, para cubrir bien la cabeza, la nariz
pequeña para filtrar y calentar el aire que se respira y los ojos
rasgados y pequeños, porque son otro punto por donde se pierde
calor. Su anatomía está preparada para afrontar el frío. Además, los
alimentos que se encuentran en estos climas son muy calóricos.
En climas calurosos, como en África, la gente tiene el pelo rizado,
porque refresca, la nariz ancha para absorber más oxígeno del aire,
cuerpo atlético y dientes potentes. La fuerza dental viene del riñón,
y el riñón se fortalece con el calor. Los alimentos que se
encuentran en climas calurosos son vegetales: refrescantes.
En los lugares donde hay cuatro estaciones, el clima cambia a lo
largo del año y el cuerpo tiene que adaptarse.
En cada estación, hay unos órganos que se ven más afectados que
otros por el cambio. Veremos cómo afrontarlos.
Hoy trataremos de los cambios que se dan en primavera y cómo
fortalecer los órganos más sensibles en esta estación.
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15 DÍAS DE CAMBIO
En invierno, con el frío, el cuerpo tiende a encogerse. Es la reacción
natural. El frío de la tierra entra por los pies y debilita el sistema
inmune y los órganos. La nariz y las vías respiratorias también se
contraen para no perder calor. El organismo está más débil y busca
recogerse, estar en casa, no moverse tanto. El sentimiento se asocia
a la muerte. Es una época de reposo.
En primavera, aumenta la luz solar, el suelo se calienta y la savia
comienza a subir en los vegetales. Hay una subida de energía en
toda la naturaleza y también en nuestro cuerpo. Además, llueve,
sopla el viento, la respiración se activa.
Nuestra parte más débil en este tiempo es el medio del cuerpo, que
se asocia con el elemento tierra. Se trata del abdomen. En él se
encuentran los dos órganos más sensibles en primavera: el
estómago y el bazo.
Durante unos 15 días, con cada cambio de estación, nuestro cuerpo
está sujeto a cambios. Esto crea un sentimiento de debilidad y
duda. Es típico de esta época darle muchas vueltas a las cosas, estar
indeciso, querer y no poder… Luego pasa y todo se estabiliza.
EL ESTÓMAGO COMIENZA EN LA BOCA
Nuestro estómago comienza su proceso digestivo en la boca.
Es vital aprender a masticar y ensalivar bien los alimentos. Si no lo
hacemos bien, no lo asimilaremos correctamente y tendremos una
mala digestión. Todo lo que comamos no nos aprovechará. La
comida mal masticada forma alcohol en el estómago, y esto genera
vapores muy tóxicos para el cuerpo.
Masticando y ensalivando a fondo le ahorraremos trabajo al
estómago y ganaremos energía y bienestar. Gandhi decía: «Bebe el
alimento sólido y mastica el líquido». Es decir, que lo sólido debe
chafarse hasta convertirlo en papilla, y lo líquido no debe engullirse
de golpe, sino ensalivarse bien, como masticando. Si no tenemos
dientes, hagamos cremas o purés.
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Una barriga lisa es signo de buena digestión. Una barriga pletórica,
hinchada, es señal de gases y mala digestión. Si los gases no salen
presionan hacia arriba, hacia el tórax y el pulmón. Esto da cansancio
y desánimo.
EL BAZO, EL GRAN DESCONOCIDO
El bazo es un órgano fundamental para nuestras defensas. Es el
gran defensor del cuerpo, el “guardián del castillo”. Es un órgano
gelatinoso situado entre el estómago y el páncreas.
El bazo selecciona el alimento: el bueno y el dañino. Del alimento
extrae energía y la envía al pulmón. Por eso cuando comemos algo
frío y húmedo, la energía que envía al pulmón baja, produce moco,
cansancio y apatía. De ahí vienen muchas alergias y problemas
respiratorios. Los alimentos fríos y húmedos que solemos ingerir
con abundancia son: leche, yogures, quesos… Los tomamos directos
de la nevera al cuerpo, y esto nos perjudica. Por eso cuando
eliminamos de la dieta la leche y los lácteos, desaparecen muchas
alergias y las mucosidades.
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COMBATIR LAS ALERGIAS
La alergia primaveral puede tener varias causas:
El polen, cuando se mezcla con el gas que desprenden los
coches de gasoil, se vuelve pegajoso. Entra en la nariz o la
boca y se pega, produciendo una reacción alérgica.
La humedad del bazo, que envía moco y frío al pulmón.
Esto es debido a la alimentación.
Para evitar las alergias podemos tomar dos medidas:
Evitar los alimentos fríos y húmedos: leche, lácteos.
Protegernos: taparnos las vías respiratorias y la boca
cuando nos expongamos al polen y al aire contaminado.
Recordemos que el cuerpo tiene nueve agujeros, nueve vías de
entrada y salida por donde se gana y se pierde energía.
EL HÍGADO
Pasados los 15 días de cambios, en los que el estómago y el bazo
están sensibles, llega otra etapa de más calor. Ahora los dos
órganos más afectados son el hígado y la vesícula biliar.
En esta temporada también suele haber viento. El aire nos hace
taparnos, instintivamente, la nariz y los ojos. Y es porque estos
órganos están dominados por el hígado y la vesícula.
El hígado es un órgano maravilloso. Podríamos reducirlo hasta siete
veces su tamaño y seguiría funcionando. Nunca se queja, siempre
se recupera de los daños. Un hígado enfermo es porque ya está
demasiado castigado y deteriorado. Pero su capacidad de trabajo y
regeneración es increíble. El hígado realiza unas 1500 tareas
diferentes. Por él pasa toda la sangre del cuerpo, es un filtro que
decide y planea dónde va cada cosa. “El estratega” de la batalla.
Una de sus funciones es crear la bilis, el “líquido puro”, según la
Medicina China. Lo llaman así porque es una sustancia que el
hígado fabrica por sí mismo, a partir de lo que recibe. Este jugo va a
la vesícula biliar. Cuando hay piedras en la vesícula, es porque el
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hígado está intoxicado, irritado y demasiado caliente. La vesícula
retiene líquido y se forman piedras.
Con el cambio de clima, el hígado está alterado y esto se refleja en
cambios de humor. La emoción asociada con el hígado es la ira, el
enfado.
¿Cómo dar fuerza al hígado? Depurándolo. En nuestro cuerpo hay
residuos tóxicos de gripes pasadas, medicamentos, comidas del
invierno… Los ayunos, lavados y depuraciones son necesarios para
limpiar el hígado. Si el hígado está limpio, la sangre también estará
más limpia, asimilaremos mejor los nutrientes, nuestro metabolismo
funcionará mejor y tendremos más energía.
¿Cómo depurar el hígado? Podemos hacerlo de dos maneras:
Con alimentación adecuada.
Con medios externos: actitudes, descanso, relajación.
ALIMENTOS PARA LIMPIAR EL HÍGADO
Amargo y verde: los vegetales amargos y verdes son
excelentes. Podemos tomar col fermentada, brócoli, verduras
de temporada. Mejor no mezclar muchos sabores y tomar
comidas de un solo sabor, esto desgasta menos en el
proceso digestivo.
Avena: mezclada con las verduras verdes es excelente para
modelar el cuerpo y dar músculo y energía. Contiene
proteínas, siete de los nueve aminoácidos esenciales, y silicio.
Es el alimento de los caballos de carrera: da energía y
depura. También favorece mucho la memoria ―se dice que
los judíos ortodoxos, que memorizan la Torá, consumen
avena a diario, y hasta sus genes se han modificado por la
ingesta continuada de avena, generación tras generación―.
Un batido de avena y verdura verde es ideal.
Infusiones: depurativas, de hierbas amargas.
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Vinagre de manzana o limón: unas tres cucharadas en un
litro de agua, para ir bebiendo cada día. Esto equilibra el ph
o grado de acidez del cuerpo y es importante.
Un depurativo matinal: una cucharada de aceite de oliva
virgen, un vaso de agua tibia con limón.
Siempre, evitemos los alimentos fríos y húmedos que nos quitan la
energía y nos hinchan. Por ejemplo, el trigo y el maíz, en exceso,
nos perjudican. Basta ver los cuerpos de la gente en países donde
se consumen mucho. En cambio, en Oriente, donde la gente come
mucho arroz y verduras, sus cuerpos no están tan inflados y tienen
más energía y vitalidad.
Nuestro estómago quiere calor, no frío ni humedad. Hay que
hidratarse bien y no comer ni demasiado caliente ni demasiado frío.
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CUIDADOS PARA EL HÍGADO
El hígado trabaja especialmente entre las 3 y las 6 de la mañana;
son horas de reposo en las que la sangre corre bien, por estar el
cuerpo tendido.
La Medicina China dice que para que el hígado trabaje bien hay que
sentarse tres veces al día y tumbarse dos veces ―por la noche y
una siesta―. Cuando tenemos migraña, el instinto nos lleva a
acostarnos, y es porque el hígado está cansado y pide reposo y una
posición horizontal, para que la sangre corra mejor.
¿Qué otras cosas podemos hacer para mimar el hígado?
Relajarnos: el exceso de exigencia, de tensión y control,
aprieta el estómago, el corazón, el hígado y el pulmón.
No cultivemos sentimientos de control y mal humor.
Obsérvate: mírate al espejo y comprueba si tus hombros
están relajados o rígidos, hacia arriba.
Respira y ensancha el abdomen: el hígado no debe estar
oprimido.
Sonríe, no gruñas, muestra cariño y amabilidad.
Coloca una bolsa de agua caliente sobre el hígado, con una
toallita mojada en agua fría en la frente: esto estimula la
circulación energética y multiplica la acción digestiva.
Aplícate arcilla verde sobre el abdomen, como una pasta.
Puedes taparte con papel de cocina, un paño de algodón o
una toalla para no manchar. Déjala secar. La arcilla absorbe
calor y saca las toxinas del cuerpo.
Baja la energía de la cabeza a los pies. En un barreño de
agua tibia, coloca unas cuantas canicas, un puñado de sal y
algún aroma relajante ―salvia, lavanda―. Trabaja los pies
sobre las canicas, cada noche.
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MODELO DE DIETA PRIMAVERAL
A primera hora de la mañana Aceite, agua y limón.
Desayuno Leche vegetal con avena,
manzana, canela, frutos secos.
Entre horas Infusión depurativa.
Mediodía Verdura, proteína,
carbohidratos. Comiendo
despacio, masticando bien,
ensalivando y no viendo las
noticias por la tele. Cuidar el
ambiente, agradable, en paz.
Merienda Fruta, frutos secos, una tostadita
con atún (omega 3).
Cena Ligera: un puré o un caldito
caliente.
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PREGUNTAS Y RESPUESTAS
―¿Qué sustitutos hay de la leche?
―Leches vegetales: de avena, soja…
―¿Qué pan es mejor tomar?
―Mejor el pan dextrinado, más digestivo y engorda menos. El pan de
soja dextrinado es ideal.
―La avena no me sienta bien, ¿qué puedo tomar?
―Un buen sustituto es el pan dextrinado.
―Tengo la lengua sucia, aunque me la limpio cada día.
―Esto indica una energía lenta y mala digestión. Seguramente tienes las
manos y los pies fríos. No comas crudo, o muy poco crudo (esnaladas
pequeñas). Toma verduras siempre calientes, aunque sean solo
escaldadas. El jengibre también te irá bien.
―Me quitaron la vesícula y siempre ando con estreñimiento.
―Es algo normal cuando te quitan la vesícula. Puedes tomar semillas de
lino o zaragatona. Hazte un batido con piña, kiwi y dos cucharadas de
semillas de lino, bien triturado. Es delicioso y te hará evacuar, sin provocar
la irritación de los laxantes. También te irá bien el magnesio y el pan
Dextrin.
―Se me duermen las piernas en la cama.
―Habría que ver la causa. Mueve los pies llevando la punta de arriba
adelante, para evitar que se duerman.
―¿Qué opinas de los lácteos?
―Los adultos no tenemos enzimas para digerir los lácteos. A partir de los
dos años, no deberíamos tomarlos, y menos de vaca. El bazo los detecta
como una sustancia extraña y envía la información al pulmón, que
segrega moco.
Como en todo, el exceso es dañino: comer
mucho, igual que hacer mucho ejercicio, nos
quita energía. Moderación y calma nos
ayudarán a estar mejor.
Pan dextrinado
Semillas de lino.