Na Sagrada Escritura encontram-se muitas passagens em que intervêm os anjos: ao nascer Jesus um anjo anuncia aos pastores a boa nova; o arcanjo Rafael aparece na história de Tobias, e o arcanjo Gabriel é quem anuncia à Virgem que Deus quer que seja sua Mãe; outro anjo tira Pedro do cárcere; etc. Este tema quer ajudar a conhecer quem são os anjos, e também os demónios ou espíritos maus.
A veces se cuentan cosas que son fábulas; y se habla quizá de brujas, de horóscopos y cosas semejantes. Sabemos que eso no es verdad, sino un cuento. Cuando se habla de los ángeles y de los demonios no es un cuento; los ángeles y los demonios existen de verdad. De ellos nos ha hablado Dios. y Él no puede engañarnos, ni siquiera para que seamos mejores. Dios dice siempre la verdad. Creemos, por tanto, que existen ángeles y demonios -igual que existimos nosotros- porque Dios nos lo ha revelado.
Dios creó buenos por naturaleza a todos los espíritus, y los hizo hijos suyos por la gracia. Pero, capitaneados por Lucifer, muchos de ellos se rebelaron y dijeron: " No queremos servir a Dios ". Los ángeles fueron fieles a Dios, diciendo: " Queremos servir a Dios ". A los ángeles los mandaba San Miguel. Se entabló una batalla en el cielo y vencieron San Miguel y los ángeles buenos. Los espíritus rebeldes o demonios, junto con Lucifer, fueron condenados eternamente al infierno porque desobedecieron a Dios y pecaron gravemente contra Él.
Los demonios, desde el momento en que pecaron, odian a Dios y a todos los que aman a Dios. Por eso desean que los hombres ofendan a Dios y sean condenados al infierno. Este es el motivo por el cual los demonios tientan a los hombres. Hay muchos ejemplos en la Sagrada Escritura: la tentación de Eva, cuando el demonio se le presenta en forma de serpiente (cfr. Génesis 3, 1-24); las tentaciones de Jesús en el desierto (cfr. Mateo 4, 1-11); etc. También nos tientan a nosotros de muchas maneras, invitándonos a hacer algo que está mal. La forma habitual que tienen de tentarnos es incitando nuestras malas inclinaciones o aprovechándose de ellas. La tentación no es pecado; es pecado, si hacemos caso de lo que nos pide el demonio. Por eso, al darnos cuenta de la tentación, debemos acudir a Dios y decir con el corazón: "Apártate, Satanás". También debemos acudir a la Santísima Virgen, nuestra Madre, y a nuestro Angel de la Guarda o Angel Custodio.
No Antigo Testamento há um livro muito bonito, no qual se narra que o filho de Tobias devia fazer uma viagem longa e cheia de perigos. Então procura um companhei de viagem, e Deus envia-lhe o arcanjo Rafael que o acompanha e lhe ensina o caminho devolvendo-o feliz a sua casa. Nós também vamos a caminho do céu; neste caminho há muitos perigos para a nossa alma e nosso corpo. Deus dá-nos um companheiro que está sempre ao nosso lado, ainda que não o vejamos: é o Anjo da Guarda ou Anjo Custódio. O nosso Anjo ama-nos como o melhor dos amigos, protege-nos de noite e de dia, e fala-nos ao coração, convidando-nos a fazer as coisas bem. Quando rezamos, ele apresenta a nossa oração a Deus. Que bom amigo é o Anjo da Guarda!
A Igreja recomenda aos cristãos usar a água benta, que é um sacramental, para implorar para implorar o perdão dos pecados veniais e alcançar a protecção de Deus contra as ciladas do demónio. . Santa Teresa de Jesus dizia: " De nenhuma coisa foge mais o demónio, para não voltar, que da água benta ".