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promoción de la salud per sonas mayores
El anciano frágil
Detección, prevención e intervención en
situaciones de debilidad y deterioro de su salud
El anciano frágil
Detección, prevención e intervención
en situaciones de debilidad y deterioro de su salud
promoción de la salud per sonas mayo re s(..4
.)
2 ••• personas mayores
AUTOR:
Javier Gómez Pavón
Médico Especialista en Geriatría. Hospital Central de la Cruz Roja. Madrid
EDICIÓN Y COORDINACIÓN:
José Antonio Pinto Fontanillo
Responsable del Programa de Prevención y Promoción de la Salud en las Personas Mayores
SERVICIODE PROMOCIÓNDELA SALUD. INSTITUTODE SALUD PÚBLICA. CONSEJERÍADE SANIDAD
ISBN: 84-451-2480-3
Depósito Legal: M. 27.164-2003
Impreso en España - Printed in Spain
Imprime: NUEVA IMPRENTA, S.A.
Avda. de la Industria, 50 - 28108 Alcobendas (Madrid)
En el proceso de envejecimiento sobrevienen una serie de cambios
fisiológicos, a menudo acompañados de una merma en la propia
capacidad para solventarlos. Las personas mayores frágiles corren
el peligro de perder aquello que más estiman en el ámbito de la
salud: su autonomía personal. Por ello es tan importante estar
atentos a los signos que nos adviertan de estas situaciones y poder
intervenir a tiempo.
Las estrategias de prevención y promoción planteadas en este
documento, que incluyen fundamentos y metodología
suficientemente contrastada, quieren servir de apoyo a todos
aquellas personas que se ocupan de la salud y la seguridad de los
mayores, y que día a día les ayudan a mantener y mejorar su
calidad de vida.
José Ignacio Echániz Salgado
CONSEJERO DE SANIDAD DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Características del paciente anciano
personas mayores ••• 3
Presentación
EL ANCIANO FRÁGIL
4 ••• personas mayores
1 Características del paciente anciano 7
Presentación atípica de enfermedad 8
Pluripatología 9
Polifarmacia 0
Deterioro funcional y cognitivo 10
Problemas sociales 10
2 Valoración Geriátrica Integral 11
Objetivos y propósitos de la valoración geriátrica 11
Componentes de la valoración geriátrica 13
Áreas de valoración geriátrica 14
3 Asistencia Geriátrica 21
Niveles asistenciales en la asistencia geriátrica 21
4 Principales actividades preventivas en el anciano 25
Modificación del estilo de vida 26
Cribado de los factores de riesgo 28
Vacunación 30
5 Cuestionarios y escalas para la detección
de ancianos frágiles 31
Bibliografía 41
Características del paciente anciano
personas mayores ••• 5
Índice
EL ANCIANO FRÁGIL
6 ••• personas mayores
Por Gerontología se entiende el estudio del proceso de envejecer en cual-
quiera de sus aspectos. El término fue utilizado por primera vez en 1903
por Metchnikoff y está focalizado en el estudio del envejecimiento en con-
diciones biológicas de normalidad. En 1909, Nascher utiliza el término de
Geriatría para referirse al estudio del anciano en los aspectos relacionados
con la enfermedad. Así la Geriatría se define como la rama de la Medicina
que dedicada a la persona mayor se centra en la prevención, diagnóstico,
tratamiento y recuperación de la enfermedad, con el objetivo fundamen-
tal de posponer la pérdida de autonomía y el desarrollo de incapacidad,
mejorando la calidad de vida.
La Geriatría es una especialidad que abarca la atención de todas las ne-
cesidades sanitarias de la persona mayor cubriendo los siguientes as-
pectos:
• Preventivos: promocionando los autocuidados, desarrollando pro-
gramas específicos.
• Asistenciales: en la enfermedad aguda, en la enfermedad crónica,
en la que incapacita, en los cuidados de larga duración y en la en-
fermedad terminal.
• Rehabilitadores: con carácter preventivo, en todas las fases de las
enfermedades que llevan a la incapacidad.
Por todo ello, el enfoque de la Geriatría es integral, abarcando, además de
los aspectos clínicos tradicionales (enfermedad), los funciónales, los físi-
cos, los cognitivos, afectivos y sociales. Para lograr estos objetivos es im-
prescindible que la atención geriátrica sea multi e interdisciplinar, inte-
grada por personal con formación específica en Geriatría: médicos,
enfermeros, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, trabajadores socia-
les, psicólogos, etc.
Características del paciente anciano
personas mayores ••• 7
1
Características
del paciente anciano
La aplicación del modelo tradicional de diagnóstico y tratamiento de la
enfermedad puramente clínico no es de utilidad en la mayoría de los pa-
cientes ancianos, porque raramente se da la enfermedad aislada en estos
pacientes, en la práctica siempre viene acompañada de una serie de pro-
blemas médicos, funcionales, mentales, sociales y ambientales.
La Geriatría ha desarrollado una técnica propia: la valoración geriátrica
integral que identifica, valora y estudia todos estos problemas que acorra-
lan al anciano, para poder elaborar y aplicar un plan de tratamiento inte-
gral y de seguimiento a largo plazo.
La valoración geriátrica obtiene los mejores resultados cuando se aplica a
los ancianos denominados frágiles, que muestran, como rasgo común, el
peligro de perder su independencia.
Durante el proceso de envejecimiento se producen una serie de cambios fi-
siológicos que conducen a un estado caracterizado por una menor reserva
funcional y una disminución de la capacidad de adaptación a dichos cam-
bios: lo que hace que en los ancianos, la respuesta del organismo a las al-
teraciones que supone cualquier enfermedad, sea distinta a la del orga-
nismo joven. Por ello, el anciano presenta una serie de características que
le hace diferente al paciente adulto, no anciano. Estas características son
las siguientes:
Con mucha frecuencia la enfermedad se presenta en el paciente geriátrico
de forma atípica, mostrando una serie de características propias a este
grupo de edad. Así, pueden aparecer, en vez de los síntomas habituales de
una enfermedad, síntomas inespecíficos como: debilidad, anorexia, aste-
nia, incontinencia, caídas, … Estos síntomas tan imprecisos necesitarán
ser interpretados tras realizar una exhaustiva valoración geriátrica del
paciente, ya que en ocasiones suelen ser la primera señal de una patología
grave.
En muchas ocasiones la enfermedad no se manifiesta de una forma tan
florida como en el paciente joven, faltando algunos de los síntomas cardi-
nales como por ejemplo el dolor: puede aparecer infarto de miocardio,
tromboembolismo pulmonar, etc., y exteriorizarse solamente por la
presencia de un cuadro confusional agudo, o bien por una pérdida fun-
cional.
Otras, los síntomas y signos clásicos aparecen, pero no con la intensidad
habitual, sino de una forma menos intensa, “apagados”: no es raro en-
contrar procesos infecciosos graves que cursan únicamente con febrícula
EL ANCIANO FRÁGIL
8 ••• personas mayores
PRESENTACIÓN ATÍPICA DE ENFERMEDAD
e incluso con hipotermia; o procesos abdominales como la colecistitis o
perforaciones de vísceras huecas que presentan un discreto dolor abdo-
minal.
Por último, las pruebas de imagen y de laboratorio pueden mostrar varia-
ciones significativas con respecto a los valores que se dan como normales
en otros grupos de edad: lo que para un joven serían resultados patológi-
cos, en el anciano se interpretarían como normales, e incluso, ante la pre-
sencia de una enfermedad, la desviación de los valores analíticos con res-
pecto a la normalidad es discreta.
Es muy frecuente la coexistencia de múltiples patologías agudas o cróni-
cas en la persona mayor. Este hecho condicionará el modo de enfermar en
el paciente geriátrico porque:
 Los síntomas y la medicación de una de las enfermedades pueden
ocultar o retrasar la aparición de síntomas de la segunda. Por
ejemplo: un paciente con limitación física por artrosis reportará
pocos síntomas de una enfermedad coronaria subyacente, hasta
que ésta se manifieste de forma severa; el uso de diuréticos en el
control de la hipertensión arterial aumentará o podrá causar in-
continencia urinaria; la utilización de fármacos anticolinérgicos
podrá ocasionar: un cuadro confusional agudo, una retención uri-
naria en un paciente prostático, etc.
 La presencia de una enfermedad puede desencadenar otras patolo-
gías: la inmovilidad producida por una artrosis ocasionará, casi se-
guro, incontinencia urinaria funcional; una anemia precipitará
una angina de pecho o una insuficiencia cardíaca, etc.
 Algunas patologías conjuntas presentarán signos inespecíficos: el
deterioro funcional progresivo con caídas de repetición puede ser el
único signo de una valvulopatía, de una estenosis aórtica, de una
infección urinaria, etc.
En la población anciana existe una alta prevalencia en el consumo de fár-
macos concomitante a pluripatologías y a la edad. Las diferencias farma-
cocinéticas y farmacodinámicas características del paciente geriátrico
añadidas al exagerado consumo de fármacos (5 ó más) acrecientan la fre-
cuencia en la aparición de reacciones adversas, de interacciones entre los
diferentes fármacos y de efectos no deseados del fármaco prescrito sobre
otras enfermedades existentes. Al riesgo de iatrogenia farmacológica hay
Características del paciente anciano
personas mayores ••• 9
PLURIPATOLOGÍA
POLIFARMACIA
que añadir la dificultad que tiene el anciano para el cumplimiento co-
rrecto del tratamiento: no acaba de comprenderlo en sus dosificaciones y
horarios, se le olvida, …
Envejecimiento no es sinónimo de dependencia funcional y mental. Cual-
quier cambio que aparezca en este sentido en el paciente anciano, debe de
ser estudiado y valorado para descartar una enfermedad. La valoración
de los cambios funcionales y cognitivos nos van a orientar en la detección
del proceso clínico subyacente, su tiempo de evolución y el grado de reper-
cusión en el anciano.
El deterioro funcional puede ser la manifestación inicial de una enferme-
dad tanto aguda como crónica. En los pacientes que tienen una depen-
dencia grave, la evaluación de pequeños cambios de su situación funcio-
nal resultará más compleja que en los ancianos independientes: debiendo
de ser utilizadas escalas de valoración geriátrica que analicen la pérdida
de la funcionalidad en el tiempo.
El deterioro cognitivo presenta igualmente una mayor frecuencia con-
forme aumenta la edad, añadiendo una dificultad más al proceso de obte-
ner información en la evaluación clínica. La aparición de confusión y de-
sorientación en un anciano sano constituye un motivo de consulta, y
debe considerarse la posibilidad de que se trate de un síntoma inespecífico
de alguna enfermedad que puede debutar en el contexto del síndrome
confusional agudo.
Conforme aumenta la edad, pero sobre todo, conforme aumenta el grado
de dependencia, los problemas sociales se acrecientan. Aspectos como la
situación económica, la ubicación de la vivienda, la ausencia de familia-
res y/o amigos, la dificultad física para deambular, etc. favorecerán los
problemas médico-sociales, presentando estos ancianos como rasgo co-
mún la pérdida de la independencia.
EL ANCIANO FRÁGIL
10 ••• personas mayores
DETERIORO FUNCIONAL Y COGNITIV0
PROBLEMAS SOCIALES
Como se ha comentado anteriormente la evaluación y el cuidado del pa-
ciente anciano mediante los sistemas tradicionales de evaluación clínica,
se han mostrado insuficientes por las peculiaridades expuestas. Así nace
el concepto de “Evaluación Geriátrica Integral o Exhaustiva” (Compre-
hensive Geriatric Assesment) como técnica de evaluación específica para
el abordaje de la atención al anciano. La Evaluación Geriátrica Integral
es definida como el proceso de diagnóstico multidimensional e interdisci-
plinario que se realiza con el objetivo de cuantificar las capacidades y
problemas médicos, psicológicos, funcionales y sociales del anciano, con
la intención de elaborar un plan exhaustivo de cuidados para el trata-
miento y el seguimiento a largo plazo del paciente. Constituye la forma
más razonable de aproximarse al anciano desde cualquier nivel de aten-
ción y es esencial su aplicación para mejorar la calidad de vida de los
Mayores.
 Evaluar el estado de salud del paciente, sus necesidades y recursos.
 Mejorar la identificación y predicción diagnóstica de los proble-
mas.
 Establecer un plan de cuidados médicos y rehabilitadores.
 Asegurar una utilización apropiada de los servicios asistenciales,
determinando un emplazamiento óptimo y evitando la institucio-
nalización.
Los pacientes que obtienen mayor beneficio al aplicar la valoración inte-
gral son:
Valoración geriátrica integral
personas mayores ••• 11
2
Valoración geriátrica
integral
OBJETIVOS Y PROPÓSITOS
DE LA VALORACIÓN GERIÁTRICA
Ancianos que por su problemática corren riesgo de ser institucio-
nalizados.
 Ancianos en el umbral de la pobreza.
 Ancianos sin soporte social.
 Ancianos que han sido derivados incorrectamente desde la Aten-
ción Primaria.
La Valoración Geriátrica Integral es la principal herramienta de la Geria-
tría, ya que el éxito de su aplicación está relacionado, en gran medida, por
su capacidad para detectar problemas. Se ha demostrado en estudios lle-
vados a cabo en diferentes ámbitos: hospitales de agudos y de crónicos, in-
terconsultas hospitalarias, centros de rehabilitación, asistencia domicilia-
ria, consultas de atención primaria, etc. que es capaz de optimizar los
resultados de la evaluación tradicional porque:
 Mejora el estado funcional, la capacidad cognitiva y la función
afectiva.
 Disminuye el número de medicamentos prescritos.
 Perfecciona el diagnóstico y las decisiones sobre la mejor ubicación
del paciente.
 Disminuye la necesidad de hospitalización por procesos agudos y
de institucionalización de los ancianos, aumentando el uso de la
Atención domiciliaria.
 Aminora los costes asistenciales.
 Mejora la calidad de vida y aumenta la supervivencia.
En todo caso la evaluación aislada no basta por sí misma si no va unida a
la toma de medidas para el manejo de los problemas detectados. Además,
la evaluación deberá adaptarse, siempre, al ámbito donde va a utilizarse:
no se usarán los mismos instrumentos en una consulta de atención pri-
maria que en una unidad de rehabilitación o en una unidad hospitalaria
de agudos, aunque sus objetivos sean los mismos.
 Ancianos sanos: no presentan enfermedad ni alteración funcional,
mental o social alguna. El seguimiento del estado de salud en este
grupo recae en la Atención Primaria y las actividades y programas
que establecen son fundamentalmente preventivos.
 Ancianos enfermos: presentan alguna afección aguda o crónica
pero sin problemas funcionales, mentales o sociales. Los pacientes
son atendidos por los Equipos de Atención Primaria y por la Espe-
cializada cuando es preciso.
EL ANCIANO FRÁGIL
12 ••• personas mayores
Tipificación de pacientes
Ancianos frágiles o de alto riesgo: con patologías que tienden a la
incapacidad, con deterioro funcional o mental; con problemas so-
ciales: pobreza, soledad, incomunicación…, o factores demográfi-
cos como ser mujer y mayor de 80 años. La OMS considera todos
estos factores como de riesgo de dependencia, de institucionali-
zación y de muerte (tabla 1, pág. 31).
 Paciente geriátrico: es aquel que cumple tres o más de los siguien-
tes requisitos: tener más de 75 años; padecer una enfermedad
aguda o crónica que provoque incapacidad funcional; presentar
pluripatologías y problemas psíquicos y/o sociales sobreañadidos.
Identificar a los ancianos frágiles es el paso previo para la realización de
una valoración posterior más exhaustiva y deberá realizarse tanto en
Atención Primaria como en el Hospital: aproximadamente el 30% de los
ancianos hospitalizados serán clasificados como frágiles, susceptibles de
valoración y tratamiento geriátrico específico. En Atención Primaria, la
detección del anciano frágil se realizará de forma universal utilizando
cuestionarios como el de Balber (tabla 1, pág. 31), y los podrán aplicar
tanto los médicos como los enfermeros, o incluso los trabajadores sociales.
La Valoración Geriátrica Integral incluye: una evaluación clínica, una
evaluación funcional, una evaluación mental y una evaluación social.
Las últimas tendencias tratan de incluir también una evaluación de la ca-
lidad de vida como área independiente.
Existen factores que hacen que la recogida de datos en el paciente mayor
sea más difícil y laboriosa que en la de los adultos no ancianos, ya que
aquellos, por regla general, se pueden sentir incómodos y asustados en la
entrevista.
El entrevistador adoptará una serie de actitudes para facilitar la comuni-
cación con el paciente y tener éxito en la recogida de datos:
 Pedirá el consentimiento del anciano para realizar determinadas
preguntas y exploraciones.
 Mostrará siempre una actitud respetuosa y amistosa, evitando in-
terrogatorios exhaustivos y prolongados. Hablará en términos cla-
ros para el paciente y en un buen tono de voz.
 Evitará que la entrevista se haga pesada y larga, siendo preferible
dos o más sesiones cortas; hará preguntas sencillas y esperará la
respuesta antes de proceder a la siguiente pregunta.
Valoración geriátrica integral
personas mayores ••• 13
COMPONENTES DE LA VALORACIÓN GERIÁTRICA
El entrevistador y la recogida de datos
Dará total libertad al anciano para que refiera sus problemas, y no
permitirá que sea interrumpido por los familiares o sus acompa-
ñantes, siendo necesario en muchas ocasiones realizar las entre-
vistas separadamente.
 Se asegurará de que el paciente, si utiliza gafas y/o audífonos los
lleve puestos.
 Tendrá que dejar tiempo al paciente para que responda, especial-
mente si presenta lentitud psicomotora.
 Los datos obtenidos de un paciente con deterioro cognitivo se con-
trastarán con el cuidador principal, siendo la presencia de este úl-
timo imprescindible en la entrevista.
La evaluación de las diversas áreas (clínica, funcional, mental y social) de
la Valoración Geriátrica Integral hace necesario el empleo de distintos ins-
trumentos de medida que permitan objetivar las valoraciones realizadas.
La utilización de algunas escalas sencillas, fáciles de aplicar y bien vali-
dadas facilitará el proceso de evaluación, haciéndolo más objetivo y pu-
diéndolo manejar en los diversos niveles asistenciales: hospitales, domici-
lios, residencias.
El objetivo de la Evaluación Clínica es cualificar y cuantificar las enferme-
dades sintomáticas, identificar aquellas que sean desconocidas, evaluar
cómo afectan a la función, decidir y planificar la intervención terapéutica
más adecuada. La evaluación de la enfermedad biológica en el anciano
siempre es un reto, incluso para los especialistas más experimentados, de-
bido a las peculiaridades de su presentación y su evolución.
En el paciente anciano reviste especial interés evaluar la presencia de los
llamados síndromes geriátricos, caracterizados por ser resultantes de
múltiples y variadas etiologías, y por provocar alteraciones funcionales
que, con frecuencia, llevan a la incapacidad.
 Deterioro cognitivo / demencia.
 Trastornos del ánimo / depresión.
 Trastornos del sueño / insomnio.
 Inmovilidad / encamamiento.
 Inestabilidad / caídas.
 Incontinencia / estreñimiento.
EL ANCIANO FRÁGIL
14 ••• personas mayores
ÁREAS DE LA VALORACIÓN GERIÁTRICA
Evaluación Clínica
Deprivación sensorial.
 Malnutrición / deshidratación.
 Iatrogenia / fármacos.
 Disfunciones sexuales.
 Inmunodeficiencias.
Toda valoración geriátrica debe incluir necesariamente la medición de
forma estructurada de la capacidad funcional del paciente. En este
epígrafe, aunque puedan incluirse muchos datos, en la práctica clínica
se evalúa la capacidad del anciano para realizar las Actividades de la
Vida Diaria (AVD) y su capacidad para relacionarse y participar en la so-
ciedad.
Las Actividades de la Vida Diaria (AVD) se dividen en Actividades Básicas
(ABVD), Actividades Instrumentales (AIVD) y Actividades Avanzadas
(AAVD).
 Las Actividades Básicas (ABVD) se refieren a las tareas propias del
autocuidado: vestirse, deambular, bañarse, asearse, controlar los
esfínteres, comer sin ayuda, etc.
 Las Actividades Instrumentadas (AIVD) implican la capacidad del
individuo para poder llevar una vida independiente en la comuni-
dad, como por ejemplo: realizar las tareas del hogar, las compras,
manejar la medicación, manejar los asuntos económicos, el telé-
fono, utilizar el transporte público, etc.
 Las Actividades Avanzadas (AAVD) son aquellas tareas más com-
plejas que el sujeto lleva a cabo como parte de su esparcimiento y
realización personal, incluyen aficiones, actividades sociales, de-
portes, etc.
La dependencia para las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD) se
relaciona con una mayor mortandad y con la institucionalización, así
como con un mayor consumo de recursos sanitarios y sociales.
En toda Evaluación Funcional es necesario no sólo hacer una medición
actual de la capacidad funcional del anciano sino también una valora-
ción temporal: cuándo ha dejado de realizar algunas de las actividades,
cuándo ha aparecido ese cambio, etc.
Por ejemplo: con la aparición de una patología aguda o subaguda habrá
que recoger datos de la capacidad funcional actual del paciente y de la
capacidad funcional previa a la enfermedad, por lo menos de las dos se-
Valoración geriátrica integral
personas mayores ••• 15
Evaluación funcional
manas anteriores. Ante enfermedades crónicas la evaluación medirá la
capacidad funcional de los tres últimos meses o incluso, según en qué pa-
tologías, la de los últimos seis meses.
Para la Evaluación Funcional
Las diferentes escalas de medición que se utilizan tienen validez siempre y
cuando el valor de puntuación que se asigne en la escala, vaya acompa-
ñado de una relación de las actividades en las que el paciente es depen-
diente o independiente. Una cifra que no precise la dependencia o inde-
pendencia no tiene ningún valor clínico.
Para las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD)
 Índice de Barthel (IB).
 Índice de Katz (IK).
 Escala de Incapacidad de Cruz Roja (CRF).
El Índice de Barthel (IB tabla 2, pág. 32) fue diseñado inicialmente para la
valoración de pacientes con accidentes cerebrovasculares, pero actual-
mente ha demostrado su utilidad en la evaluación de cualquier paciente
anciano. Es el instrumento recomendado por la Sociedad Inglesa de Geria-
tría para la evaluación de las ABVD.
Mide la dependencia o independencia en 10 ítem: alimentación, baño,
vestido, aseo, uso del retrete, micción, deposición, traspasos cama-sillón,
deambulación y escaleras, siendo la puntuación de máxima dependencia
0 puntos y de máxima independencia 100 puntos; calificando los cambios
de 5 en 5 puntos. Es muy útil para describir la realidad funcional y prede-
cir los cambios a largo plazo.
Al igual que el resto de las escalas funcionales (IK, CRF), el Índice de Bart-
hel no es sensible para detectar pequeños cambios, así como para medir la
incapacidad por encima de un determinado umbral: los muy incapacitados.
El Índice de Katz (IK, tabla 3, pág. 33) es una escala sencilla y muy emple-
ada que mide de forma jerárquica seis actividades: baño, vestirse, uso de
retrete, movilidad, continencia y alimentación, tratando de reflejar la se-
cuencia de la pérdida habitual de estas habilidades y clasificando a los pa-
cientes de A a G: siendo A el de mayor independencia y G el más depen-
diente.
La Escala de Incapacidad de Cruz Roja (CRF,tabla 4, pág. 34) mide las Ac-
tividades Básicas (ABVD) haciendo especial hincapié en la movilidad y la
EL ANCIANO FRÁGIL
16 ••• personas mayores
Escalas de valoración
continencia. Clasifica a los pacientes en seis grados: de 0 a 5, siendo 5 el
de máxima dependencia. Proporciona una información menos detallada
que el IB o el IK, pero diversos estudios han descrito una elevada correla-
ción con estos índices.
Para las Actividades Instrumentadas de la Vida Diaria (AIVD)
Escala del Centro Geriátrico de Filadelfia de Lawton (tabla 5, pág. 35). Es
concisa, sencilla, rápida y fácil de usar. Su mayor inconveniente estriba en
que algunos ítem deben ser adaptados a nuestro entorno sociocultural: se
vienen utilizando 5 ítem en vez de los 8 originales, desechándose el cui-
dado de la casa, el hacer la comida y la compra.
Para las Actividades Avanzadas de la Vida Diaria (AAVD)
Aunque existen algunas escalas que miden las actividades de tipo social,
no está demostrada su utilidad clínica.
El objetivo de la valoración mental es detectar, diagnosticar y cuantificar
los trastornos del área cognoscitiva y del área afectiva que puedan interfe-
rir en el autocuidado y en la independencia del anciano.
En la valoración de la función cognitiva interesa descubrir los síntomas de
una demencia y/o el síndrome confusional agudo. En el área afectiva, es
de gran importancia el diagnóstico precoz de la depresión.
Al realizar una valoración afectiva pueden surgir problemas de gran im-
portancia: por un lado, los ancianos tienden a negar sus sentimientos y a
reconocer que están deprimidos o que se encuentran en un estado de an-
siedad y por otro, pueden presentar molestias somáticas que aún te-
niendo una base orgánica real, sin embargo están enmascarando una de-
presión; otras veces, los síntomas que presentan pueden ser en realidad
efectos secundarios de medicamentos: los betabloqueantes y anticolinér-
gicos producen depresión, los betamiméticos y xantinas que producen
ansiedad.
La Evaluación Mental comprende dos partes: una valoración no estructu-
rada y otra estructurada.
La Valoración No Estructurada incluye los siguientes aspectos:
 Alteraciones conductuales como la agresividad verbal y física, con-
ductas sexuales inadecuadas, desinhibición social, reacción ante la
enfermedad (negación, indiferencia), …
Valoración geriátrica integral
personas mayores ••• 17
Evaluación mental
Alteraciones del pensamiento como las ideas delirantes (pensa-
mientos que no se ajustan a la realidad y no pueden ser desecha-
dos por el razonamiento, por ejemplo, celos, paranoia, …) y las
fobias (miedos exagerados a un objeto o una situación, que condu-
cen a una conducta de evitación de la misma, por ejemplo miedo a
quedarse solo, a ser abandonado).
 Alteraciones de la percepción como las alucinaciones (percepcio-
nes sin estímulo real, por ejemplo ver animales corriendo por el
suelo) y las ilusiones (interpretaciones erróneas de un estímulo
sensorial normal, por ejemplo ver una persona donde hay una per-
cha o una lámpara).
 Alteración en el nivel de conciencia expresado en sus distintos gra-
dos: de alerta, de somnolencia, de obnubilación, de estupor y co-
matoso.
 Alteraciones en la orientación espacial, temporal y personal.
 Alteraciones de la memoria: inmediata, reciente y remota. Las dos
primeras pueden verse alteradas precozmente en la demencia y en
el síndrome confusional agudo. La memoria remota es la última en
trastornarse en el proceso demencial.
La Valoración Estructurada se realiza por medio de diferentes cuestiona-
rios estandarizados que evalúan el deterioro de las funciones cognitiva y
afectiva.
Aunque ninguna de las valoraciones establece por sí misma un diagnós-
tico, si que pueden acercarnos a él, sobre todo si se completan los datos
obtenidos con otras pruebas: DSM-IV para la depresión y una valoración
neuropsicológica reglada para la demencia, etc.
Valoración cognitiva
 Cuestionario abreviado de estado mental de Pfeiffer.
 Escala de Incapacidad Mental de la Cruz Roja (CRM).
 Mini Examen Cognoscitivo de Lobo (MEC).
El cuestionario abreviado de Pfeiffer (tabla 6, pág. 36) es una prueba sen-
cilla y útil en la detección del deterioro cognitivo en ancianos; puntúan
los errores en la contestación a diez preguntas básicas, considerándose 5
errores el punto de corte más adecuado entre deterioro cognitivo o no. Es
uno de los tests más utilizados en la detección selectiva de pacientes, tanto
ambulatorios como hospitalizados.
EL ANCIANO FRÁGIL
18 ••• personas mayores
TEST para la Evaluación Mental
La Escala de Incapacidad Mental de Cruz Roja (CRM tabla 7, pág. 36) se
divide en seis grados (de 0 a 5) siendo el 5 el de mayor deterioro cognitivo.
Es útil por su comparación en el tiempo, permitiendo de una forma rápida
valorar el estado mental previo y el actual mediante los datos que propor-
ciona el cuidador del anciano.
El Mini Examen Cognoscitivo de Lobo (MEC tabla 8, pág. 37) es igual-
mente sencillo y rápido de pasar, más completo que los anteriores y más
estructurado. Necesita de entrenamiento previo (hay que aclarar qué sig-
nifica esto). Valora 35 ítem: puntuaciones inferiores a 24 significan dete-
rioro cognitivo. Presenta limitaciones para aplicarlo en personas con bajo
nivel educativo, así como para detectar deterioros cognitivos leves.
Valoración afectiva
El test más utilizado es la Geriatric Depression Scale, crada por Yesavage
(tabla 9, pág. 38) y diseñada especialmente para detectar la depresión en
el paciente anciano. Existen dos versiones: una de 30 ítem y otra reducida
de 15. Es fiable y válida en pacientes sin deterioro cognitivo.
No se ha generalizado el uso de escalas de valoración para la ansiedad,
siendo la entrevista directa y el interrogatorio sobre las alteraciones del
sueño, el hábito alimenticio, la existencia de fobias, de pensamientos obse-
sivos, de sentimientos…, etc., lo más utilizado y lo más práctico.
Los datos que interesan para la realizar una valoración social son aque-
llos que advierten de riesgo social, entendido éste como necesidad de
ayuda social a través de los distintos Servicios Sociales de: Ayuntamien-
tos, Comunidades, Entidades Privadas, etc. Al no existir escalas de
evaluación social aceptadas mayoritariamente se vienen aplicando proto-
colos elaborados por las Unidades Geriátricas de los diversos niveles asis-
tenciales.
Los antecedentes que en general hay que recoger son:
— Si tiene cuidador y cómo vive: si vive solo, con su mujer, con fami-
liares… Es fundamental recoger quién es el principal cuidador y la
situación funcional de éste.
— Tipo de vivienda: propia o alquilada, metros cuadrados de habita-
bilidad, agua caliente, calefacción, baño, modificaciones geriátri-
cas, etc. y lo más importante, si el piso tiene ascensor.
— Pensión: cuantía y tipo.
— Ayudas sociales que recibe: clase y cuantía reflejada en horas y en
calidad de la ayuda (realización de limpieza, comida, compra, …).
Valoración geriátrica integral
personas mayores ••• 19
Evaluación social
— Soporte asistencial: si tiene buen seguimiento del médico y/o del
enfermero de Atención Primaria, de la Ayuda Domiciliaria o de la
Atención Especializada.
— Relaciones sociales: si recibe visitas de familiares o amigos, si sale
a la calle, etc. (Menos de 5 contactos sociales al mes de familiares
o amigos se considera riesgo social y se relaciona con dependencia
funcional, depresión y con mayor consumo de recursos sociales y
sanitarios.) Por último será útil reflejar las actividades sociales y
de esparcimiento que viene realizando: cine, teatro, museos, con-
ciertos, paseos, clubes, hogares…).
EL ANCIANO FRÁGIL
20 ••• personas mayores
La asistencia geriátrica está fundamentada en el uso y aplicación de la Va-
loración Geriátrica Integral, en el trabajo interdisciplinario y en la aten-
ción al anciano a través de los diferentes niveles asistenciales que garanti-
zan el cuidado y vigilancia del paciente geriátrico ante situaciones de
enfermedad o necesidad. De esta forma se da cumplimiento al principio
que preside la asistencia a la persona mayor: la continuidad en los cuida-
dos. Para lograr esa continuidad en los cuidados es esencial la detección
de los problemas que surgen a lo largo del tiempo y que se pueda actuar
sobre ellos, y que se modifique la “asistencia tradicional” en “asistencia
geriátrica”: en sus diferentes niveles asistenciales el paciente será aten-
dido según su problemática.
1. Atención Primaria.
2. Atención Especializada, donde cobra especial protagonismo el SERVI-
CIO DE GERIATRÍA formado por:
᭺ Unidad Geriátrica de Agudos.
᭺ Unidad de Media Estancia.
᭺ Hospital de Día.
᭺ Asistencia Geriátrica Domiciliaria.
᭺ Unidad de Coordinación y Cuidados Comunitarios.
3. Servicios Sociales Comunitarios
Asistencia geriátrica
personas mayores ••• 21
3
Asistencia geriátrica
NIVELES ASISTENCIALES
EN LA ASISTENCIA GERIÁTRICA
Es el nivel asistencial destinado a hospitalizar a aquellos pacientes que
presentan procesos agudos o reagudizaciones de enfermedades crónicas.
Además de realizar el diagnóstico y de tratar la enfermedad, el principal
objetivo de la Unidad de Agudos se fundamenta en prevenir las complica-
ciones surgidas del ingreso en el hospital: caídas, incontinencia de esfínte-
res, dependencia funcional, etc. que pueden derivar en incapacidad. La
estancia media suele estar en torno a 10-15 días y la mortalidad en torno
al 30%.
Para que la Unidad Geriátrica de Agudos (UGA) funcione adecuadamente
y obtenga óptimos resultados ha de contar con unas características espe-
ciales de diseño, de funcionamiento y de formación específica de su per-
sonal.
El equipo multi e interdisciplinar que trabaja en estas unidades UGA es-
tará constituido por: médicos geriatras, personal de enfermería especiali-
zado, trabajadores sociales, personal rehabilitador (terapeuta ocupacional
en planta y, al menos, fisioterapeuta en el gimnasio de rehabilitación cen-
tral del hospital).
La Unidad de Media Estancia (UME) acoge a aquellos pacientes ya diag-
nosticados que han superado la fase aguda de la enfermedad y, aunque se
encuentran clínicamente estables, el riesgo a perder su independencia es
alto, o bien, el tratamiento que se les aplica, al ser especializado, no puede
realizarse de forma ambulatoria; en la mayoría de los casos, el objetivo
fundamental de la Unidad de Media Estancia es que el anciano recupere
su independencia para las actividades básicas de la vida diaria, mediante
un tratamiento de rehabilitación y el control clínico de ciertas afecciones
y problemas geriátricos. Quedan excluidos de este objetivo aquellos pa-
cientes que presenten un deterioro funcional grave e irreversible y aque-
llos cuyo deterioro cognitivo no les permita participar activamente en el
proceso de recuperación funcional.
Estas Unidades UME deben de contar con un médico rehabilitador y fisio-
terapeutas. La estancia media de hospitalización oscila entre los 20 y los
30 días.
El Hospital de Día (HD) atiende a ancianos ambulatoriamente, aplicándo-
les tratamientos de rehabilitación y/o seguimiento de problemas médicos
o de enfermería.
EL ANCIANO FRÁGIL
22 ••• personas mayores
Unidad Geriátrica de Agudos (UGA)
Unidad de Media Estancia (UME)
Hospital de Día (HD)
El equipo que trabaja en los Hospitales de Día está constituido por perso-
nal con la misma formación que el de las UGA. Sus objetivos son la reha-
bilitación de pacientes con un deterioro funcional reversible y no dema-
siado intenso (en caso contrario se requeriría un tratamiento más
enérgico en la Unidad de Media Estancia), la valoración geriátrica integral
por parte de todo el equipo interdisciplinario y el control médico y/o de
enfermería de los procesos crónicos y de los tratamientos: úlceras, antico-
agulación oral, seguimiento de diabetes, transfusiones, paracentesis, etc.
Los pacientes suelen acudir al Hospital de Día dos o tres veces a la se-
mana, con un horario diurno que suele incluir la comida del medio día:
generalmente estos hospitales disponen de transporte propio para el tras-
lado de pacientes.
Esta Unidad está constituida básicamente por un médico especialista en
Geriatría y personal de enfermería con formación específica, junto con un
trabajador social y un terapeuta ocupacional con disponibilidad para acu-
dir al domicilio del paciente; cuenta con el apoyo de conductores y de per-
sonal administrativo.
Los objetivos del servicio de Ayuda a Domicilio (AGD) son la asistencia in-
tegral al paciente en su domicilio, tratando de que se mantenga en la co-
munidad y en su entorno en el mejor estado de salud y de funcionalidad
posible, aunque padezca enfermedades crónicas y de invalidez.
Los pacientes que más se benefician de la Ayuda Geriátrica son los ancia-
nos frágiles o pacientes geriátricos que no pueden acudir a la consulta
ambulatoria y el control periódico por parte de un especialista les resul-
tará sumamente beneficioso.
Esta Unidad sirve de nexo entre el hospital (Servicio de Geriatría) y la co-
munidad (Equipos de Atención Primaria). Su papel es velar por la conti-
nuidad de cuidados en el paso del hospital al domicilio y viceversa.
Contacta regularmente con los Centros de Salud de su Área, realizando un
seguimiento de los pacientes que han sido dados de alta de los niveles hos-
pitalarios. Junto con el Equipo de Atención Primaria realiza seguimiento
de los ancianos frágiles o de alto riesgo del Área: los médicos de Atención
Primaria realizan consultas a la UCCC solicitando ingresos hospitalarios,
comentando casos complejos o requiriendo visitas domiciliarias.
Asistencia geriátrica
personas mayores ••• 23
Ayuda Geriátrica Domiciliaria (AGD)
Unidad de Coordinación
y Cuidados Comunitarios (UCCC)
La Ayuda Geriátrica Domiciliaria (AGD) es uno de los niveles asistenciales
que trabaja más estrechamente con la Unidad de Coordinación (UCCC).
Integrada dentro del Servicio de Geriatría su función es la de atender de
forma especializada a determinados pacientes. En algunos casos se atien-
den consultas referidas a síndromes geriátricos: caídas, pérdida de memo-
ria, incontinencia, etc.
También en el Servicio de Geriatría su objetivo será la atención y el apoyo
sistemático del anciano frágil y del paciente geriátrico cuando su ingreso
hospitalario no se dé en el Servicio de Geriatría: normalmente ocurre des-
pués de una intervención quirúrgica y son los Servicios de Traumatolo-
gía, de Urología, de Cirugía General y de Neurología los que más utilizan
esta Unidad.
Por último, el INSALUD (ya transferido) creó los Equipos de Valoración y
Cuidados Geriátricos formados por un médico geriatra, un enfermero y
un trabajador social; sin adscripción a un Servicio de Geriatría. Funcio-
nan como equipos interconsultores y como consultas externas.
EL ANCIANO FRÁGIL
24 ••• personas mayores
Unidad de Consultas Externas
Unidades de Interconsulta Intrahospitalaria
La “Gerontología preventiva” ha sido definida por Hazzard como “el estu-
dio y la puesta en práctica de aquellos elementos relacionados con el es-
tilo de vida, con el control del medio ambiente y con el cuidado de la sa-
lud que pueden maximizar la longevidad con la mejor calidad de vida
posible a nivel tanto individual como colectivo”. Es un concepto amplio
dejando atrás el tradicional de usual aging, envejecimiento normal, por el
de successful aging, envejecer con éxito. Aunque incluye también lo cuan-
titativo (busca prolongar la vida), la Gerontología preventiva centra espe-
cial atención a los aspectos cualitativos, intentando dar resultado al sig-
nificado de “compresión de la morbilidad” que Fries traduce por un
envejecimiento saludable, en donde sólo en las etapas más tardías de la
vida aparecería un periodo inevitable de enfermedad y limitación previo a
la muerte.
El objetivo principal de los programas de prevención de la enfermedad en
los ancianos es tratar de mantener y mejorar su calidad de vida, más que
el incremento en la esperanza de vida. La mayoría de las actividades pre-
ventivas y de promoción de la salud que forman parte de los programas de
salud también tienen éxito cuando se aplican a personas ancianas.
Para realizar actividades preventivas con ancianos son necesarios los si-
guientes requisitos:
 Interés por las actividades de prevención tanto por parte del profe-
sional como del anciano y de su familia.
 Conocimiento por parte del profesional de las actividades de pre-
vención.
 Contar con un sistema sanitario y social que facilite el cumpli-
miento de las recomendaciones.
 Comunicación eficaz entre el profesional y el anciano a la hora de
establecer un plan de prevención y asegurar su cumplimiento. No
Principales actividades preventivas en el anciano
personas mayores ••• 25
4
Principales actividades
preventivas en el anciano
hay que olvidar que la programación de actividades preventivas
debe realizarse de forma individualizada, basándose en la patolo-
gía objeto de la prevención y en las características funcionales,
mentales y sociales del paciente.
Los Equipos de Atención Primaria además de establecer exámenes perió-
dicos de salud son los principales responsables en la prevención de la en-
fermedad en el anciano: garantizando el seguimiento y el control de las di-
ferentes actividades preventivas realizadas en colaboración con los
especialistas (radiólogos, ginecólogos, oftalmólogos, geriatras…).
No hay protocolos universalmente establecidos y es Atención Primaria y
más concretamente el Centro de Salud en coordinación con los Servicios
de Geriatría y de Preventiva del Área quienes deben de establecerlos de
acuerdo con sus posibilidades asistenciales y con sus recursos.
Dado el amplio número de actividades preventivas posibles, la variabilidad
en el grado de recomendación según los diferentes organismos y autores,
y la extensión del tema, se exponen a continuación las principales medi-
das que se consideran recomendadas y las que no (tablas 10 y 11,
págs. 39 y 40).
Llevar lo que se conoce como unos “hábitos de vida saludables”, consti-
tuye sin duda la mejor forma de prevención posible a cualquier edad, in-
cluidas las Personas Mayores.
Los campos de actuación más importantes al respecto son los relativos a
la actividad física, la dieta, consumo de tóxicos, los accidentes y las caídas.
Actividad física: La U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF), la Ame-
rican Heart Asociation (AHA) y el American College of Physicians (ACP)
dan a esta medida una recomendación basada en la evidencia científica
grado A (buena evidencia para mantener la recomendación de que la
condición sea considerada para su inclusión en un examen periódico de
salud). La edad nunca va a ser una contraindicación para practicar ejer-
cicio físico, adecuándolo a las características personales. La recomenda-
ción para realizar ejercicio físico va desde el simple paseo hasta la práctica
no competitiva de algunos deportes: natación, golf, marcha o gimnasia
entre otros.
La inactividad física supone un importante factor de riesgo bien conocido
tanto para las enfermedades cardiovasculares como para otros numero-
sos procesos, entre los que destacan la depresión y la demencia.
EL ANCIANO FRÁGIL
26 ••• personas mayores
MODIFICACIÓN DEL ESTILO DE VIDA
Dieta: En primer lugar, habrá que evitar o corregir aquellas situaciones,
bien de carácter social, bien vinculadas a la salud, que puedan actuar
como factores de riesgo de malnutrición.
Para los ancianos con buen estado de salud general y funcional se reco-
mienda una valoración anual del peso y la talla junto a una valoración
del riesgo de malnutrición.
En los que padecen enfermedades agudas o crónicas se recomienda una
valoración anual completa del estado nutricional: peso, talla y analítica y
del riesgo de desnutrición.
Con respecto a la alimentación lo recomendado (USPSTF) es la ingesta de
2.100 kcal/día (varones) y 1700 Kcal/día (mujeres), que sea variada y
acorde con lo que han sido los hábitos culturales del individuo, a lo largo
de su vida. Que sea rica en alimentos frescos, en productos lácteos, en vi-
taminas y minerales, fomentando el consumo de fibra (30 gr/24h).
Consumo de Tóxicos: Se recomienda limitar el consumo de vino a un má-
ximo de 1-2 vasos diarios; en cambio el tabaco, hoy en día, sigue siendo
factor de riesgo para múltiples patologías, a lo largo de la vida, por lo que
la recomendación grado A de la USPSTF es la supresión.
Accidentes: La presencia de déficit sensoriales junto al deterioro de la ca-
pacidad psicomotora que condicionan un mayor tiempo de reacción, ha-
cen que los accidentes tanto domésticos, de ocio o con vehículos sean fre-
cuentes en los ancianos.
Se recomienda:
• La instalación de aparatos domiciliarios de alarma contra incen-
dios.
• Evitar el hábito de fumar: especialmente en el dormitorio.
• Prescindir de dispositivos caloríficos como mantas eléctricas y bra-
seros.
• Utilizar cinturones de seguridad en los coches.
Con un nivel de evidencia C la USPSTF recomienda la realización de con-
troles periódicos de visión y audición: una vez al año, en la consulta de
Atención Primaria, a los mayores de 65 años, y para el control del glau-
coma, también una revisión anual por el Oftalmólogo.
No hay evidencia de éxito como para recomendar el cribado anual de la
demencia. La Sociedad Americana de Geriatría aconseja realizar la eva-
luación cognitiva en una primera consulta, seguida de una evaluación
posterior en cuanto se perciba cualquier cambio cognitivo.
Principales actividades preventivas en el anciano
personas mayores ••• 27
Debe recomendarse no conducir a los pacientes con demencia o deterioro
cognitivo y que se sometan a reconocimientos periódicos mediante test di-
rigidos.
Caídas: La incidencia aumenta con la edad, y la tendencia a caerse es un
marcador de fragilidad en la vejez. Numerosos estudios han demostrado
que la identificación e intervención sobre los factores de riesgo y el aseso-
ramiento sobre conductas a seguir: adaptaciones del medio y tipo de ejer-
cicio a realizar, reducen la frecuencia de caídas y sus consecuencias.
Más de dos tercios de las muertes son atribuibles a enfermedades arterio-
escleróticas: cardiovasculares y/o cerebrovasculares, y a las enfermedades
tumorales, aumentado la incidencia de las cardiopatías y del cáncer con
la edad. Será de gran importancia para la prevención de la arterioesclero-
sis y del cáncer realizar un cribado de los factores de riesgo:
Hipertensión: El control de la tensión arterial (TA) es la mejor medida de
prevención primaria de la enfermedad cardiovascular sobre todo en ancia-
nos. Las recomendaciones para su control y tratamiento han demostrado
su eficacia en distintos estudios y deben realizarse de acuerdo con los infor-
mes al respecto: particularmente los del Joint National Committee, los de la
Organización Mundial de la Salud y los de la Sociedad Internacional de Hi-
pertensión. Respecto a los normotensos, la recomendación de la USPSTF es
comprobar la TA al menos una vez al año y en la consulta médica.
Actividad física y Tabaquismo: comentados anteriormente.
Colesterol: No existe clara demostración, ni en ensayos, ni en estudios po-
blacionales, de que la reducción en el nivel de colesterol como prevención
primaria obtenga beneficios en las personas mayores de 75 años, por ello
la USPSTF y la ACP recomiendan su valoración en pacientes sanos al me-
nos cada 5 años, hasta los 75 años (grado C, evidencia pobre, basado en
Comité de Expertos). Por encima de esta edad no se han establecido pau-
tas a seguir ni sobre la detección, ni sobre la actitud terapéutica, con-
fiando en la atención individualizada del paciente.
Diabetes: la diabetes tipo 2 es la sexta causa de muerte entre los ancianos.
Con frecuencia no se diagnostica la enfermedad hasta que las complica-
ciones aparecen, y se calcula que aproximadamente un tercio de los pa-
cientes con diabetes pueden no estar diagnosticados.
Las recomendaciones para la detección de la enfermedad de la USPSTF
(grado C) son: glucemia basal en ayunas cada 3 años en ancianos con
EL ANCIANO FRÁGIL
28 ••• personas mayores
CRIBADO DE FACTORES DE RIESGO
bajo riesgo de diabetes, y cada año para aquellos con alto riesgo: obesos,
hipertensos, con antecedentes familiares o con presencia de complicacio-
nes comúnmente asociadas a la diabetes.
Cáncer de próstata: El escaso valor predecible positivo de las 3 pruebas
posibles para la detección precoz (tacto rectal, antígeno prostático especí-
fico y ecografía), así como su baja letalidad en esta edad, hacen no re-
comendable su búsqueda. La USPSTF realiza una recomendación con
nivel de evidencia D (evidencia insuficiente para incluir la posibilidad
de que la condición analizada pueda ser incluida en el examen periódico
de salud).
Cáncer de pulmón: Los estudios realizados no han demostrado de forma
clara que los test de cribado (citología de esputo, radiografías de tórax) re-
duzcan la mortalidad. Por lo tanto, no se recomienda ninguna técnica
para la detección del cáncer como práctica habitual en los individuos
asintomáticos, únicamente se desaconseja el consumo del tabaco
(USPSTF: nivel de evidencia E, suficiente para no incluir la recomenda-
ción en el examen básico de salud).
Cáncer de cuello uterino: En las mujeres mayores de 65 años no hay evi-
dencia a favor o en contra de realizar el test de Papanicolau (la interpreta-
ción de un frotis de Papanicolau en ancianas no está bien estudiada). La
recomendación más aceptada es practicar cribado anual mediante citolo-
gía y tras 3 exámenes negativos realizarla cada 2-3 años, pudiendo pro-
longar el intervalo o suspenderlo a partir de los 69 años. En las mujeres
mayores de 65 años, que no se hayan realizado ningún test previo, se re-
comienda la práctica de al menos una citología.
Cáncer de colon: Existe acuerdo entre las distintas asociaciones en efec-
tuar la detección rutinaria en todos los adultos mayores de 50 años, me-
diante el test de sangre oculta en heces, o mejor aún, la sigmoidoscopia
cada 5 años. No están definidos los límites de edad pero parece conve-
niente no intervenir en mayores de 85 años.
Cáncer de mama: El cribado del cáncer de mama en mujeres de mediana
edad es la intervención preventiva más recomendada en la prevención del
cáncer. Hay acuerdo en realizar mamografía con o sin examen clínico a
las mujeres de 50-69 años, cada 1-2 años (recomendación grado A de
American College of Radiologist, American Cancer Society y la USPSTF).
La American Geriatrics Society y la USPSTF, recomendación grado C,
plantean la posibilidad de seguir realizando controles cada 1-3 años entre
los 70 y los 85 años, siempre que la mujer así lo desee y su esperanza de
vida sea buena.
Principales actividades preventivas en el anciano
personas mayores ••• 29
Diferentes enfermedades infecciosas son prevenibles mediante la vacuna-
ción.
• Vacunación antigripal: La efectividad de la vacuna es del 80% en la
prevención de la gripe en ancianos de la comunidad, y del 40 y del
70% en la prevención de ancianos hospitalizados o institucionaliza-
dos, respectivamente. Existe un acuerdo generalizado en recomen-
dar la vacunación anual de todas las personas mayores de 65 años
(Center for Disease Control and Prevention-CDC y la American Aca-
demy of Family Physician-AAFP), especialmente en aquellas perso-
nas con enfermedades crónicas y con otros factores de riesgo como
el vivir institucionalizado (USPSTF nivel B).
• Vacunación antineumocócica: Los Centers for Disease Control con-
sideran que, a pesar de que los datos sobre la eficacia de la vacuna-
ción masiva en personas mayores son discordantes, la evidencia
científica es suficiente para recomendar la aplicación de la vacuna a
los grupos de población de alto riesgo y, de manera especial, a los
mayores de 65 años. Esta línea es apoyada igualmente por la
USPSTF (grado B) y la ACP.
• Vacunación antitetánica y antidiftérica: A pesar de que el tétanos es
una enfermedad infrecuente más del 60% de los casos aparecen en
ancianos. Existe acuerdo entre las distintas asociaciones para reco-
mendar, después de la inmunización primaria de 3 dosis (basal, al
mes y al año), recuerdos periódicos de la vacuna toxoide (TD) cada
10 años en los adultos. Debido a la baja tasa de inmunidad entre los
adultos, así como a la eficacia, efectividad y seguridad de la vacuna
antidiftérica, se recomienda su administración junto a la vacuna
antitetánica (USPSTF, grado B).
EL ANCIANO FRÁGIL
30 ••• personas mayores
VACUNACIÓN
1. Vive solo. s
2. Se encuentra sin nadie a quien acudir si necesita ayuda. s
3. Hay más de dos días a la semana que no come caliente s
4. Necesita de alguien que le ayuda a menudo. s
5. Su salud le impide salir a la calle. s
6. Tiene con frecuencia problemas de salud que le impiden valerse
por sí mismo. s
7. Tiene dificultades de visión que le impiden realizar sus tareas habituales. s
8. Tiene dificultad para seguir una conversación porque oye mal. s
9. Ha estado ingresado en el hospital durante el último año. s
Si hay una o más respuestas, positivas o no, devuelve el cuestionario: “anciano de
riesgo”.
Cuestionarios y escalas para la detección de ancianos frágiles
personas mayores ••• 31
5
Cuestionarios y escalas
para la detección
de ancianos frágiles
TABLA 1
Cuestionario Postal
del Woodside Health Center (Balber et al.)
Comer
(10) Independiente. Capaz de usar cualquier instrumento necesario. Come en un tiempo razonable.
(5) Necesita ayuda para cortar la carne o el pan, extender la mantequilla, etc.
(0) Dependiente
Lavarse
(5) Independiente. Capaz de lavarse entero usando la ducha o baño. Entra y sale solo del baño. Puede hacerlo
sin estar otra persona presente.
(0) Dependiente
Vestirse
(10) Independiente. Capaz de ponerse y quitarse la ropa, atarse los zapatos, abotonarse y colocarse otros comple-
mentos que precise sin ayuda.
(5) Necesita ayuda, pero realiza sólo al menos la mitad de la tarea en un tiempo razonable.
(0) Dependiente.
Arreglarse
(5) Independiente. Incluye lavarse la cara y las manos, peinarse, maquillarse, afeitarse y limpiarse los dientes.
(0) Dependiente.
Deposición (valorar la semana anterior)
(10) Continente. Ningún episodio de incontinencia. Si necesita enema o supositorio se lo administra el mismo.
(5) Ocasional. Un episodio de incontinencia. Necesita ayuda para administrarse enema o supositorio.
(0) Incontinente.
Micción (valorar la semana anterior)
(10) Continente. Ningún episodio de incontinencia. Si necesita sonda o colector es capaz de atender sólo su cui-
dado.
(5) Ocasional. Como máximo un episodio de incontinencia en 24 horas. Necesita ayuda para le cuidado de la
sonda o el colector.
(0) Incontinente.
Usar el retrete
(10) Independiente. Usa retrete, bacinilla o cuña sin ayudar y sin manchar. Si va al retrete se quita y pone la
ropa, se sienta y se levanta sin ayuda, se limpia y tira de la cadena.
(5) Necesita ayuda pequeña para mantener el equilibrio, quitar y ponerse la ropa, pero se limpia solo.
(0) Dependiente.
Trasladarse (sillón /cama /sillón)
(15) Independiente.
(10) Mínima ayuda física o supervisión verbal.
(5) Gran ayuda (persona fuerte o entrenada). Es capaz de permanecer sentado sin ayuda.
(0) Dependiente. Necesita grúa o ayuda de dos personas; no permanece sentado.
Deambular
(15) Independiente. Camina solo 50 m, puede ayudarse de bastón, muletas o andador sin ruedas. Si utiliza pró-
tesis es capaz de quitársela y ponérsela.
(10) Necesita ayuda física o supervisión para andar 50 m
(5) Independiente en silla de ruedas sin ayuda ni supervisión
(0) Dependiente
Escalones
(10) Independiente para subir y bajar un piso sin supervisión ni ayuda de otra persona.
(5) Necesita ayuda física de otra persona o supervisión.
(0) Dependiente.
Puntuación orientadora del grado de dependencia:
 20 = dependencia total; entre 20-40 = dependencia grave; entre 45-55 = dependencia moderada;
60 o más = dependencia leve.
EL ANCIANO FRÁGIL
32 ••• personas mayores
TABLA 2
Índice de Barthel
A. Independiente para alimentación, continencia, movilidad, uso del retrete, vestirse y bañarse.
B. Independiente para todas las funciones anteriores excepto una.
C. Independiente para todas excepto, bañarse y otra función adicional.
D. Independiente para todas excepto bañarse, vestirse y otra función adicional.
E. Independiente para todas excepto bañarse, vestirse, uso del retrete y otra función adicional.
F. Independiente para todas excepto bañarse, vestirse, uso del retrete, movilidad y otra función adicional
G. Dependiente en las seis funciones.
Otros: Dependiente en al menos dos funciones, pero no clasificable como C, D, E o F.
Independiente significa sin supervisión, dirección o ayuda personal activa, con las excepciones que se indi-
can más abajo. Se basan en el estado actual y no en la capacidad para hacerlas. Se considera que un paciente
que se niega a realizar una función no hace esa función, aunque se considere capaz.
Bañarse (con esponja, ducha o bañera)
Independiente: necesita ayuda para lavarse una sola parte (como la espalda o una extremidad incapacitada)
o se baña completamente sin ayuda.
Dependiente: necesita ayuda para lavarse más de una parte del cuerpo, necesita ayuda para salir o entrar en
la bañera o no se lava solo.
Vestirse
Independiente: coge la ropa de armarios y cajones, se pone la ropa, se pone adornos y abrigos, utiliza crema-
lleras, se excluye el atarse los zapatos.
Dependiente: no se viste solo o permanece vestido parcialmente.
Usar el retrete
Independiente: accede al retrete, entra y sale en él, se arregla la ropa, se limpia los órganos excretores (puede
utilizar o no soportes mecánicos).
Dependiente: usa orinal o cuña o precisa ayuda para acceder y utilizar el retrete.
Movilidad
Independiente: entra y sale de la cama, y se sienta y levanta de la silla independientemente (puede usar o no
soportes mecánicos).
Dependiente: precisa ayuda para utilizar la cama y/o la silla; no realiza uno o más desplazamientos.
Continencia:
Independiente: control completo de micción y de defecación.
Dependiente: incontinencia urinario y/o fecal parcial o total; control total o parcial mediante enemas, son-
das, o el uso reglado de orinales y/o cuñas.
Alimentación
Independiente: lleva la comida del plato o su equivalente a la boca (se excluye de la evaluación el cortar la
carne y la preparación de la comida, como untar mantequilla en pan).
Dependiente: precisa ayuda para el acto de alimentarse (véase arriba); no come en absoluto o nutrición pa-
renteral.
Cuestionarios y escalas para la detección de ancianos frágiles
personas mayores ••• 33
TABLA 3
Índice de Katz
Grados
0. Totalmente normal
1. Realiza las actividades de la vida diaria. Deambula con alguna dificultad.
2. Alguna dificultad para realizar las actividades de la vida diaria. Deambula con la
ayuda de un bastón o similar.
3. Grave dificultad para los actos de la vida diaria. Deambula con dificultad ayudado
por una persona. Incontinencia ocasional.
4. Necesita ayuda para casi todas las actividades de la vida diaria. Deambula con
extrema dificultad ayudado por dos personas. Incontinencia habitual.
5. Inmovilizado en cama o en sillón. Dependiente total. Necesita cuidados continua-
dos de enfermería
Puntuación:
0 = independiente
1-2 = dependencia leve
3 = dependencia moderada
4-5 = dependencia grave
EL ANCIANO FRÁGIL
34 ••• personas mayores
TABLA 4
Escala de incapacidad física de Cruz Roja
Mujer Varón
Capacidad para usar el teléfono
Utiliza el teléfono por iniciativa propia 1 1
Es capaz de marcar bien algunos números familiares 1 1
Es capaz de contestar al teléfono pero no de marcar 1 1
No utiliza el teléfono 0 0
Hacer compras
Realiza todas las compras necesarias independientemente 1 1
Realiza independientemente pequeñas compras 0 0
Necesita ir acompañado para realizar cualquier compra 0 0
Totalmente incapaz de comprar 0 0
Preparación de la comida
Organiza, prepara y sirve las comidas por sí solo adecuadamente 1 1
Prepara adecuadamente las comidas si se le proporciona ingredientes 0 0
Prepara, calienta y sirve las comidas, pero no sigue una dieta adecuada 0 0
Necesita que le preparen y sirvan las comidas 0 0
Cuidado de la casa
Mantiene la casa solo o con ayuda ocasional (para trabajos pesados) 1 1
Realiza tareas ligeras, como lavar los platos o hacer las camas 1 1
Realiza tareas ligeras, pero no puede mantener un adecuado nivel 1 1
Necesita ayuda en todas las labores de la casa 1 1
No participa en ninguna labor de la casa 0 0
Lavado de la ropa
Lava por sí solo toda su ropa 1 1
Lava por sí solo pequeñas prendas 1 1
Todo el lavado de ropa debe ser realizado por otro 0 0
Uso de medios de transporte
Viaja solo en transporte público o conduce su propio coche 1 1
Es capaz de coger un taxi, pero no usa otro medio de transporte 1 1
Viaja en transporte público cuando va acompañado por otra persona 1 0
Utiliza el taxi o el automóvil sólo con ayuda de otros 0 0
No viaja en absoluto 0 0
Responsabilidad respecto a su medicación
Es capaz de tomar su mediación a la hora y dosis correcta 1 1
Toma su medicación si la dosis es preparada previamente 0 0
No es capaz de administrarse su medicación 0 0
Manejo de sus asuntos económicos
Se encarga de sus asuntos económicos por sí solo 1 1
Realiza las compras de cada día, pero necesita ayuda en las grandes
compras y en los bancos 1 1
Incapaz de manejar dinero 0 0
Cuestionarios y escalas para la detección de ancianos frágiles
personas mayores ••• 35
TABLA 5
Escala de Lawton y Brody
1. ¿Qué día es hoy? (día, mes y año).
2. ¿Qué día de la semana es hoy?
3. ¿Cuál es el nombre de este lugar?
4. ¿Cuál es su número de teléfono? (si no tiene teléfono, preguntar su dirección)
5. ¿Qué edad tiene?
6. ¿Cuándo nació?
7. ¿Quién es ahora el presidente del gobierno?
8. ¿Quién fue el presidente anterior?
9. ¿Cuál es el primer apellido de su madre?
10. Reste de 3 en 3 a partir de 20.
Anotar 1 punto por cada ítem no respondido correctamente en su totalidad.
Punto de corte de deterioro cognitivo = 5 ó más errores.
EL ANCIANO FRÁGIL
36 ••• personas mayores
TABLA 6
Cuestionario abreviado
del estado mental de Pfeiffer
TABLA 7
Escala de incapacidad mental de Cruz Roja
Grados
0 Totalmente normal.
1 Ligera desorientación en el tiempo. Mantiene correctamente una conversa-
ción.
2 Desorientación en el tiempo. Conversación posible, pero no perfecta.
3 Desorientación. No puede mantener una conversación lógica. Confunde a las
personas. Trastornos del humor. Frecuente incontinencia.
4 Desorientación. Claras alteraciones mentales. Incontinencia habitual o total.
5 Vida vegetativa con o sin agresividad. Incontinencia total.
Puntuación = dos o más deterioro cognitivo
Años de escolarización: No sabe leer ni escribir, estudios primarios, bachillerato, Universidad.
PUNTOS
ORIENTACIÓN
1. Día Fecha Mes Estación Año (5)……………
(En marzo, junio, septiembre y diciembre se dan válidas cualquiera
de las dos estaciones del mes)
2. Lugar Planta Ciudad Provincia Nación (5)……………
(en 1 y 2 señalar abreviaturas de ítem correctos).
MEMORIA DE FIJACIÓN
3. Repita estas palabras: “peseta-caballo-manzana” (3)……………
(Repetir hasta que las aprenda y contar número de intentos) (…………)
CONCENTRACIÓN Y CÁLCULO
4. Si tiene 30 pesetas y me va dando de 3 en 3 ¿Cuántas le van quedando? (5)……………
(Anote 1 punto cada vez que la diferencia de 3 sea correcta, aunque
la anterior fuera incorrecta, máximo 5 puntos).
5. Repita estas tres cifras “5-9-2” (anotar núm. de intentos) (…………)
Ahora hacia atrás (1 punto por cada cifra en orden correcto) (3)……………
MEMORIA (Repetición)
6. ¿Recuerda las tres palabras que le dije antes? (3)……………
LENGUAJE Y CONSTRUCCIÓN
7. Mostrar un bolígrafo y preguntar: ¿Qué es esto?
Repetir con un reloj (2)……………
8. Repita esta frase: “en un trigal había cinco perros” (1)……………
9. Una manzana y una pera son frutas, ¿verdad?
¿Qué son el rojo y el verde?; ¿y un perro y un gato? (2)……………
10. Coja un papel con su mano derecha, dóblelo por la mitad y póngalo
en el suelo (3)……………
(No repita, ni ayude. Puntúe un movimiento como correcto si es realizado
en el orden correcto)
11. Lea esto y haga lo que dice: CIERRE LOS OJOS* (1)……………
12. Escriba una frase completa (1)……………
(La frase debe de tener un sujeto, real o implícito, un verbo: “Ayúdeme”
o “váyase” pueden aceptarse).
13. Copie este dibujo*
(Cada pentágono debe tener 5 lados y 5 vértices y la intersección forma un diamante)
TOTAL: …………
Nivel de conciencia: 1, alerta; 2, obnubilado.
* NOTA: tanto la frase como los pentágonos conviene tenerlos en tamaño suficiente para poder
ser leídos con facilidad. El paciente deberá utilizar gafas si las precisa habitualmente.
PUNTO DE CORTE: 23/24
(Grado de deterioro cognitivo: 19-23 = leve; 14-18 = moderado; 14 = grave)
Cuestionarios y escalas para la detección de ancianos frágiles
personas mayores ••• 37
TABLA 8
Mini examen cognoscitivo de Lobo
EL ANCIANO FRÁGIL
38 ••• personas mayores
TABLA 9
Escala Geriátrica de Depresión (GDS)
de Yesavage (versión reducida)
SÍ NO
1. ¿Está básicamente satisfecho/a con su vida? 0 1
2. ¿Ha renunciado a muchas actividades y aficiones? 1 0
3. ¿Siente que su vida está vacía? 1 0
4. ¿Se siente a menudo aburrido/a? 1 0
5. ¿Tiene a menudo buen ánimo? 0 1
6. ¿Tiene miedo de que le ocurra algo malo? 1 0
7. ¿Se siente contento/a la mayor parte del tiempo? 0 1
8. ¿Se siente a menudo indefenso/a? 1 0
9. ¿Prefiere quedarse en casa más que salir y hacer cosas nuevas? 1 0
10. ¿Cree que tiene más problemas de memoria que la mayoría
de las personas de su edad? 1 0
11. ¿Cree que es maravilloso estar vivo? 0 1
12. ¿Se siente bastante inútil tal y como está ahora? 1 0
13. ¿Se siente lleno/a de energía? 0 1
14. ¿Piensa que su situación es desesperada? 1 0
15. ¿Cree que la mayoría de la gente está mejor que usted? 1 0
Resultados: 0-5 = Normal; 6-9 = Depresión leve; ≥ 10 Depresión establecida.
Cuestionarios y escalas para la detección de ancianos frágiles
personas mayores ••• 39
TABLA 10
Principales medidas de prevención
recomendadas en personas mayores
Modificaciones del estilo de vida
Actividad Física Realización ejercicio adecuado.
Dieta Cribado de desnutrición (Peso y talla anual).
Dieta rica y variada.
Tabaco Supresión.
Accidentes Medidas de seguridad domicilio.
Revisiones anuales auditiva y visual.
Caídas Identificar, consejo e intervención sobre factores de
riesgo detectados.
Cribado
Hipertensión TA Una vez al año en normotensos.
Colesterol Hasta los 75 años 1 vez cada 5 años.
75 años una vez si nunca se ha realizado.
Diabetes Si bajo riesgo: glucemia en ayunas cada 3 años.
Si alto riesgo: cada año.
Cáncer de mama Mamografía 1-2 años hasta los 69 años.
Mamografía / 1-3 años de 70-85 si la mujer lo desea.
Cáncer de colon Sigmoidoscopia/5 años entre 50 y 85 años.
Cáncer de cuello uterino Citología a los 65 años si no ha habido control
Terapéutica
Hipertensión Objetivo TA: 140/90 mmHG.
Si diabetes o enfermedad renal 130/85.
Colesterol Estatinas de forma individualizada.
Antiagregación (AAS) Prevención primaria: personas de alto riesgo
Prevención secundaria: 75-150 mg/día.
Vacuna gripe Anual en todos los 65 años.
Vacuna antineumocócica Una vez en todos los 65 años.
Vacuna Tétanos/difteria En todos los 65 años, con 3 dosis y recuerdo.
Cada 10 años
MEDIDA OBSERVACIONES
EL ANCIANO FRÁGIL
40 ••• personas mayores
TABLA 11
Principales medidas de prevención
no recomendadas en personas mayores
Deterioro cognitivo No existen test de cribado aceptados universalmente.
Se recomienda la detección “oportunista” y valoración.
De todos los casos detectados.
Continencia de esfínteres No recomendado el cribado de toda la población.
Se recomienda la detección de casos.
Hormonas tiroideas Sólo se recomienda con grado C (USPSTF), cada 5 años en
mujeres  50 años.
Electrocardiograma No recomendado como cribado.
Densitometría No tiene valor como test de cribado.
Cáncer de pulmón Los test de cribado no reducen la mortalidad.
Cáncer de próstata Escaso valor predictivo de las pruebas cribado.
Cáncer de útero Los test de cribado no reducen la mortalidad.
Cáncer de ovario Se desconoce si los tests de cribado disminuyen la mortali-
dad.
MEDIDA OBSERVACIONES
ABRAMS, W.B.; BEERS, M.H.; BERKOW, editores: The Merk manual of geriatrics,
2.ª ed., New York, Merck, 1995.
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Geriatr.Soc. 1987; 35: 45-50.
ALEXOPOULOS, G. S.: “Psychiatric disorders in late life”, Clin. Geri. Med.
1992; 8(2): 235-51.
DENHAM, M. J.; MILLARD, P. H.: “The role of the Physician in Geriatric Medi-
cine in the Ageing Society”, Age and Ageing, 1994; 23 (3): 121-124.
GARCÍA NAVARRO, J. A.: “Niveles de Atención Geriátrica”, en RIBERA CASADO,
J. M., y CRUZ JENTOFT, A. J., eds.: Geriatría en atención Primaria (3.ª edi-
ción), Aula Médica, Barcelona, 2002; págs. 135-146.
GELDMACHERS, D. S., WHITEHOUSE, P. J.: “Evaluation of dementia”, N. Engl. J.
Med. 1996; 330-335.
GOLDBERG, T. H., CHAVIN, S. I.: “Preventive medicine and screening in older
adults”, J. Am. Geriatr. Soc. 1997; 45: 344-54.
GONZÁLEZ MAS, R., editor: Rehabilitación médica en ancianos, Barcelona,
Masson, 1995.
GONZÁLEZ MONTALVO, J. L.; ALARCÓN, M. T.; SALGADO, A.: “Medicina pre-
ventiva en las personas mayores”, Medicine 1995; 6 (87): 3854-
3861.
GUILLÉN, F.; PÉREZ DEL MOLINO, J., editores: Síndromes y cuidados en el paciente
geriátrico, Barcelona, Masson, 1994; 3: 17-26.
Hazzard, W. R.: “Preventive gerontology: a personalized designer appro-
ach to a life of maximun quality and quantity”, en: HAZZARD, W. R.;
BLASS, J. P.; ETTINGER, Jr. W. H.; HALTES, J. B.; OUSLANDER. J. G. (eds.):
Bibliografía
personas mayores ••• 41
Bibliografía
Principles of geriatric medicine and gerontology (4.ª ed.), McGraw Hill,
Nueva York, 1999; págs. 239-244.
INSALUD: Criterios de ordenación de servicios para la atención sanitaria de las
personas mayores, Madrid, Servicio de Documentación y Publicacio-
nes, 1995.
KANE, R. L.; OUSLANDER, J. G.; ABRASS, I. B., editores: Essentials of clinical ge -
riatrics, 3.ª ed., New York, McGraw-Hill, 1994.
LACHS, M.; PILLEMER, K.: “Abuse and neglect of elderly persons”, N. Engl. J.
Med. 1995; 332: 437-443.
MAROTOLI, R. A.; COONEY, L. M.; WAGNER, Dr.; DOUCETTE, J.; TINETTI, M. E.:
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derly drivers”, Ann. Intern. Med. 1994; 121: 842-846.
MINTZER, J. E.; KUMAR, V.: “Treatment of agitation in patients with demen-
tia”, Clin. Geriatr. Med. 1998; 14: 147-176.
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O’KEEFFE, S.; LAVAN, J.: “The prognostic sifnificance of delirium in older per-
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OMENN, G. S.: “Health promotion and disease prevention”, Clin. Geriatr.
Med. 1992; 8 (1).
RIBERA, J. M.; CRUZ, A. J., editores: Geriatría en atención primaria, 3.ª ed.,
Madrid, Asta Médica, 2002.
ROWE, J. W.;KAHN, R. L.: “Successful aging”, Gerontologist 1997; 37: 433-
437.
RUBENSTEIN, L.: “The clinical effectiveness of multidimensional geriatric as-
sessment”, J. Am. Geriatr. Soc. 1983; 31: 758-759.
RUIPÉREZ, I.; BAZTÁN, J. J.; JIMÉNEZ, C.; SEPÚLVEDA, D.: El paciente anciano, Ma-
drid, McGraw-Hill Interamericana, 1998.
BLOON, H. G.: “Preventive medicine. When to screen for diseases in older
patients”, Geriatrics 2001; 56 (4): 41-48.
SALGADO, A., y ALARCÓN, M. T., editores: Valoración del paciente anciano, Bar-
celona, Masson, 1993.
SALGADO, A.; GUILLÉN, F.; RUIPÉREZ, I., editores: Manual de Geriatría, 3.ª ed.,
Barcelona, Masson, 2002.
SMALL, G. W.: “Diagnosis and Treatment of Alzheimer disease and relate
disorders. Consensus statement of the American Association for Ge-
riatrics Psyciatry, the Alzheimer’s Association, and the American Ge-
riatrics Society”, JAMA 1997; 278: 1363-1371.
EL ANCIANO FRÁGIL
42 ••• personas mayores
SOLOMON, D.: “Chairman, Consensus Development Panel;National Institu-
tes of Health Consensus Development: Conference Statement, Geria-
tric Assessment method for clinical decision making”, J. Am. Geriatr.
Soc. 1988; 36: 342-347.
US: Preventive Services Task Force (USPSTF). Guide to clinical preventive ser -
vices, 2nd
ed., Baltimore (MD): Williams  Wilkins, 1996.
Bibliografía
personas mayores ••• 43

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  • 1. 4 promoción de la salud per sonas mayores El anciano frágil Detección, prevención e intervención en situaciones de debilidad y deterioro de su salud
  • 2. El anciano frágil Detección, prevención e intervención en situaciones de debilidad y deterioro de su salud promoción de la salud per sonas mayo re s(..4 .)
  • 3. 2 ••• personas mayores AUTOR: Javier Gómez Pavón Médico Especialista en Geriatría. Hospital Central de la Cruz Roja. Madrid EDICIÓN Y COORDINACIÓN: José Antonio Pinto Fontanillo Responsable del Programa de Prevención y Promoción de la Salud en las Personas Mayores SERVICIODE PROMOCIÓNDELA SALUD. INSTITUTODE SALUD PÚBLICA. CONSEJERÍADE SANIDAD ISBN: 84-451-2480-3 Depósito Legal: M. 27.164-2003 Impreso en España - Printed in Spain Imprime: NUEVA IMPRENTA, S.A. Avda. de la Industria, 50 - 28108 Alcobendas (Madrid)
  • 4. En el proceso de envejecimiento sobrevienen una serie de cambios fisiológicos, a menudo acompañados de una merma en la propia capacidad para solventarlos. Las personas mayores frágiles corren el peligro de perder aquello que más estiman en el ámbito de la salud: su autonomía personal. Por ello es tan importante estar atentos a los signos que nos adviertan de estas situaciones y poder intervenir a tiempo. Las estrategias de prevención y promoción planteadas en este documento, que incluyen fundamentos y metodología suficientemente contrastada, quieren servir de apoyo a todos aquellas personas que se ocupan de la salud y la seguridad de los mayores, y que día a día les ayudan a mantener y mejorar su calidad de vida. José Ignacio Echániz Salgado CONSEJERO DE SANIDAD DE LA COMUNIDAD DE MADRID Características del paciente anciano personas mayores ••• 3 Presentación
  • 5. EL ANCIANO FRÁGIL 4 ••• personas mayores
  • 6. 1 Características del paciente anciano 7 Presentación atípica de enfermedad 8 Pluripatología 9 Polifarmacia 0 Deterioro funcional y cognitivo 10 Problemas sociales 10 2 Valoración Geriátrica Integral 11 Objetivos y propósitos de la valoración geriátrica 11 Componentes de la valoración geriátrica 13 Áreas de valoración geriátrica 14 3 Asistencia Geriátrica 21 Niveles asistenciales en la asistencia geriátrica 21 4 Principales actividades preventivas en el anciano 25 Modificación del estilo de vida 26 Cribado de los factores de riesgo 28 Vacunación 30 5 Cuestionarios y escalas para la detección de ancianos frágiles 31 Bibliografía 41 Características del paciente anciano personas mayores ••• 5 Índice
  • 7. EL ANCIANO FRÁGIL 6 ••• personas mayores
  • 8. Por Gerontología se entiende el estudio del proceso de envejecer en cual- quiera de sus aspectos. El término fue utilizado por primera vez en 1903 por Metchnikoff y está focalizado en el estudio del envejecimiento en con- diciones biológicas de normalidad. En 1909, Nascher utiliza el término de Geriatría para referirse al estudio del anciano en los aspectos relacionados con la enfermedad. Así la Geriatría se define como la rama de la Medicina que dedicada a la persona mayor se centra en la prevención, diagnóstico, tratamiento y recuperación de la enfermedad, con el objetivo fundamen- tal de posponer la pérdida de autonomía y el desarrollo de incapacidad, mejorando la calidad de vida. La Geriatría es una especialidad que abarca la atención de todas las ne- cesidades sanitarias de la persona mayor cubriendo los siguientes as- pectos: • Preventivos: promocionando los autocuidados, desarrollando pro- gramas específicos. • Asistenciales: en la enfermedad aguda, en la enfermedad crónica, en la que incapacita, en los cuidados de larga duración y en la en- fermedad terminal. • Rehabilitadores: con carácter preventivo, en todas las fases de las enfermedades que llevan a la incapacidad. Por todo ello, el enfoque de la Geriatría es integral, abarcando, además de los aspectos clínicos tradicionales (enfermedad), los funciónales, los físi- cos, los cognitivos, afectivos y sociales. Para lograr estos objetivos es im- prescindible que la atención geriátrica sea multi e interdisciplinar, inte- grada por personal con formación específica en Geriatría: médicos, enfermeros, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, trabajadores socia- les, psicólogos, etc. Características del paciente anciano personas mayores ••• 7 1 Características del paciente anciano
  • 9. La aplicación del modelo tradicional de diagnóstico y tratamiento de la enfermedad puramente clínico no es de utilidad en la mayoría de los pa- cientes ancianos, porque raramente se da la enfermedad aislada en estos pacientes, en la práctica siempre viene acompañada de una serie de pro- blemas médicos, funcionales, mentales, sociales y ambientales. La Geriatría ha desarrollado una técnica propia: la valoración geriátrica integral que identifica, valora y estudia todos estos problemas que acorra- lan al anciano, para poder elaborar y aplicar un plan de tratamiento inte- gral y de seguimiento a largo plazo. La valoración geriátrica obtiene los mejores resultados cuando se aplica a los ancianos denominados frágiles, que muestran, como rasgo común, el peligro de perder su independencia. Durante el proceso de envejecimiento se producen una serie de cambios fi- siológicos que conducen a un estado caracterizado por una menor reserva funcional y una disminución de la capacidad de adaptación a dichos cam- bios: lo que hace que en los ancianos, la respuesta del organismo a las al- teraciones que supone cualquier enfermedad, sea distinta a la del orga- nismo joven. Por ello, el anciano presenta una serie de características que le hace diferente al paciente adulto, no anciano. Estas características son las siguientes: Con mucha frecuencia la enfermedad se presenta en el paciente geriátrico de forma atípica, mostrando una serie de características propias a este grupo de edad. Así, pueden aparecer, en vez de los síntomas habituales de una enfermedad, síntomas inespecíficos como: debilidad, anorexia, aste- nia, incontinencia, caídas, … Estos síntomas tan imprecisos necesitarán ser interpretados tras realizar una exhaustiva valoración geriátrica del paciente, ya que en ocasiones suelen ser la primera señal de una patología grave. En muchas ocasiones la enfermedad no se manifiesta de una forma tan florida como en el paciente joven, faltando algunos de los síntomas cardi- nales como por ejemplo el dolor: puede aparecer infarto de miocardio, tromboembolismo pulmonar, etc., y exteriorizarse solamente por la presencia de un cuadro confusional agudo, o bien por una pérdida fun- cional. Otras, los síntomas y signos clásicos aparecen, pero no con la intensidad habitual, sino de una forma menos intensa, “apagados”: no es raro en- contrar procesos infecciosos graves que cursan únicamente con febrícula EL ANCIANO FRÁGIL 8 ••• personas mayores PRESENTACIÓN ATÍPICA DE ENFERMEDAD
  • 10. e incluso con hipotermia; o procesos abdominales como la colecistitis o perforaciones de vísceras huecas que presentan un discreto dolor abdo- minal. Por último, las pruebas de imagen y de laboratorio pueden mostrar varia- ciones significativas con respecto a los valores que se dan como normales en otros grupos de edad: lo que para un joven serían resultados patológi- cos, en el anciano se interpretarían como normales, e incluso, ante la pre- sencia de una enfermedad, la desviación de los valores analíticos con res- pecto a la normalidad es discreta. Es muy frecuente la coexistencia de múltiples patologías agudas o cróni- cas en la persona mayor. Este hecho condicionará el modo de enfermar en el paciente geriátrico porque: Los síntomas y la medicación de una de las enfermedades pueden ocultar o retrasar la aparición de síntomas de la segunda. Por ejemplo: un paciente con limitación física por artrosis reportará pocos síntomas de una enfermedad coronaria subyacente, hasta que ésta se manifieste de forma severa; el uso de diuréticos en el control de la hipertensión arterial aumentará o podrá causar in- continencia urinaria; la utilización de fármacos anticolinérgicos podrá ocasionar: un cuadro confusional agudo, una retención uri- naria en un paciente prostático, etc. La presencia de una enfermedad puede desencadenar otras patolo- gías: la inmovilidad producida por una artrosis ocasionará, casi se- guro, incontinencia urinaria funcional; una anemia precipitará una angina de pecho o una insuficiencia cardíaca, etc. Algunas patologías conjuntas presentarán signos inespecíficos: el deterioro funcional progresivo con caídas de repetición puede ser el único signo de una valvulopatía, de una estenosis aórtica, de una infección urinaria, etc. En la población anciana existe una alta prevalencia en el consumo de fár- macos concomitante a pluripatologías y a la edad. Las diferencias farma- cocinéticas y farmacodinámicas características del paciente geriátrico añadidas al exagerado consumo de fármacos (5 ó más) acrecientan la fre- cuencia en la aparición de reacciones adversas, de interacciones entre los diferentes fármacos y de efectos no deseados del fármaco prescrito sobre otras enfermedades existentes. Al riesgo de iatrogenia farmacológica hay Características del paciente anciano personas mayores ••• 9 PLURIPATOLOGÍA POLIFARMACIA
  • 11. que añadir la dificultad que tiene el anciano para el cumplimiento co- rrecto del tratamiento: no acaba de comprenderlo en sus dosificaciones y horarios, se le olvida, … Envejecimiento no es sinónimo de dependencia funcional y mental. Cual- quier cambio que aparezca en este sentido en el paciente anciano, debe de ser estudiado y valorado para descartar una enfermedad. La valoración de los cambios funcionales y cognitivos nos van a orientar en la detección del proceso clínico subyacente, su tiempo de evolución y el grado de reper- cusión en el anciano. El deterioro funcional puede ser la manifestación inicial de una enferme- dad tanto aguda como crónica. En los pacientes que tienen una depen- dencia grave, la evaluación de pequeños cambios de su situación funcio- nal resultará más compleja que en los ancianos independientes: debiendo de ser utilizadas escalas de valoración geriátrica que analicen la pérdida de la funcionalidad en el tiempo. El deterioro cognitivo presenta igualmente una mayor frecuencia con- forme aumenta la edad, añadiendo una dificultad más al proceso de obte- ner información en la evaluación clínica. La aparición de confusión y de- sorientación en un anciano sano constituye un motivo de consulta, y debe considerarse la posibilidad de que se trate de un síntoma inespecífico de alguna enfermedad que puede debutar en el contexto del síndrome confusional agudo. Conforme aumenta la edad, pero sobre todo, conforme aumenta el grado de dependencia, los problemas sociales se acrecientan. Aspectos como la situación económica, la ubicación de la vivienda, la ausencia de familia- res y/o amigos, la dificultad física para deambular, etc. favorecerán los problemas médico-sociales, presentando estos ancianos como rasgo co- mún la pérdida de la independencia. EL ANCIANO FRÁGIL 10 ••• personas mayores DETERIORO FUNCIONAL Y COGNITIV0 PROBLEMAS SOCIALES
  • 12. Como se ha comentado anteriormente la evaluación y el cuidado del pa- ciente anciano mediante los sistemas tradicionales de evaluación clínica, se han mostrado insuficientes por las peculiaridades expuestas. Así nace el concepto de “Evaluación Geriátrica Integral o Exhaustiva” (Compre- hensive Geriatric Assesment) como técnica de evaluación específica para el abordaje de la atención al anciano. La Evaluación Geriátrica Integral es definida como el proceso de diagnóstico multidimensional e interdisci- plinario que se realiza con el objetivo de cuantificar las capacidades y problemas médicos, psicológicos, funcionales y sociales del anciano, con la intención de elaborar un plan exhaustivo de cuidados para el trata- miento y el seguimiento a largo plazo del paciente. Constituye la forma más razonable de aproximarse al anciano desde cualquier nivel de aten- ción y es esencial su aplicación para mejorar la calidad de vida de los Mayores. Evaluar el estado de salud del paciente, sus necesidades y recursos. Mejorar la identificación y predicción diagnóstica de los proble- mas. Establecer un plan de cuidados médicos y rehabilitadores. Asegurar una utilización apropiada de los servicios asistenciales, determinando un emplazamiento óptimo y evitando la institucio- nalización. Los pacientes que obtienen mayor beneficio al aplicar la valoración inte- gral son: Valoración geriátrica integral personas mayores ••• 11 2 Valoración geriátrica integral OBJETIVOS Y PROPÓSITOS DE LA VALORACIÓN GERIÁTRICA
  • 13. Ancianos que por su problemática corren riesgo de ser institucio- nalizados. Ancianos en el umbral de la pobreza. Ancianos sin soporte social. Ancianos que han sido derivados incorrectamente desde la Aten- ción Primaria. La Valoración Geriátrica Integral es la principal herramienta de la Geria- tría, ya que el éxito de su aplicación está relacionado, en gran medida, por su capacidad para detectar problemas. Se ha demostrado en estudios lle- vados a cabo en diferentes ámbitos: hospitales de agudos y de crónicos, in- terconsultas hospitalarias, centros de rehabilitación, asistencia domicilia- ria, consultas de atención primaria, etc. que es capaz de optimizar los resultados de la evaluación tradicional porque: Mejora el estado funcional, la capacidad cognitiva y la función afectiva. Disminuye el número de medicamentos prescritos. Perfecciona el diagnóstico y las decisiones sobre la mejor ubicación del paciente. Disminuye la necesidad de hospitalización por procesos agudos y de institucionalización de los ancianos, aumentando el uso de la Atención domiciliaria. Aminora los costes asistenciales. Mejora la calidad de vida y aumenta la supervivencia. En todo caso la evaluación aislada no basta por sí misma si no va unida a la toma de medidas para el manejo de los problemas detectados. Además, la evaluación deberá adaptarse, siempre, al ámbito donde va a utilizarse: no se usarán los mismos instrumentos en una consulta de atención pri- maria que en una unidad de rehabilitación o en una unidad hospitalaria de agudos, aunque sus objetivos sean los mismos. Ancianos sanos: no presentan enfermedad ni alteración funcional, mental o social alguna. El seguimiento del estado de salud en este grupo recae en la Atención Primaria y las actividades y programas que establecen son fundamentalmente preventivos. Ancianos enfermos: presentan alguna afección aguda o crónica pero sin problemas funcionales, mentales o sociales. Los pacientes son atendidos por los Equipos de Atención Primaria y por la Espe- cializada cuando es preciso. EL ANCIANO FRÁGIL 12 ••• personas mayores Tipificación de pacientes
  • 14. Ancianos frágiles o de alto riesgo: con patologías que tienden a la incapacidad, con deterioro funcional o mental; con problemas so- ciales: pobreza, soledad, incomunicación…, o factores demográfi- cos como ser mujer y mayor de 80 años. La OMS considera todos estos factores como de riesgo de dependencia, de institucionali- zación y de muerte (tabla 1, pág. 31). Paciente geriátrico: es aquel que cumple tres o más de los siguien- tes requisitos: tener más de 75 años; padecer una enfermedad aguda o crónica que provoque incapacidad funcional; presentar pluripatologías y problemas psíquicos y/o sociales sobreañadidos. Identificar a los ancianos frágiles es el paso previo para la realización de una valoración posterior más exhaustiva y deberá realizarse tanto en Atención Primaria como en el Hospital: aproximadamente el 30% de los ancianos hospitalizados serán clasificados como frágiles, susceptibles de valoración y tratamiento geriátrico específico. En Atención Primaria, la detección del anciano frágil se realizará de forma universal utilizando cuestionarios como el de Balber (tabla 1, pág. 31), y los podrán aplicar tanto los médicos como los enfermeros, o incluso los trabajadores sociales. La Valoración Geriátrica Integral incluye: una evaluación clínica, una evaluación funcional, una evaluación mental y una evaluación social. Las últimas tendencias tratan de incluir también una evaluación de la ca- lidad de vida como área independiente. Existen factores que hacen que la recogida de datos en el paciente mayor sea más difícil y laboriosa que en la de los adultos no ancianos, ya que aquellos, por regla general, se pueden sentir incómodos y asustados en la entrevista. El entrevistador adoptará una serie de actitudes para facilitar la comuni- cación con el paciente y tener éxito en la recogida de datos: Pedirá el consentimiento del anciano para realizar determinadas preguntas y exploraciones. Mostrará siempre una actitud respetuosa y amistosa, evitando in- terrogatorios exhaustivos y prolongados. Hablará en términos cla- ros para el paciente y en un buen tono de voz. Evitará que la entrevista se haga pesada y larga, siendo preferible dos o más sesiones cortas; hará preguntas sencillas y esperará la respuesta antes de proceder a la siguiente pregunta. Valoración geriátrica integral personas mayores ••• 13 COMPONENTES DE LA VALORACIÓN GERIÁTRICA El entrevistador y la recogida de datos
  • 15. Dará total libertad al anciano para que refiera sus problemas, y no permitirá que sea interrumpido por los familiares o sus acompa- ñantes, siendo necesario en muchas ocasiones realizar las entre- vistas separadamente. Se asegurará de que el paciente, si utiliza gafas y/o audífonos los lleve puestos. Tendrá que dejar tiempo al paciente para que responda, especial- mente si presenta lentitud psicomotora. Los datos obtenidos de un paciente con deterioro cognitivo se con- trastarán con el cuidador principal, siendo la presencia de este úl- timo imprescindible en la entrevista. La evaluación de las diversas áreas (clínica, funcional, mental y social) de la Valoración Geriátrica Integral hace necesario el empleo de distintos ins- trumentos de medida que permitan objetivar las valoraciones realizadas. La utilización de algunas escalas sencillas, fáciles de aplicar y bien vali- dadas facilitará el proceso de evaluación, haciéndolo más objetivo y pu- diéndolo manejar en los diversos niveles asistenciales: hospitales, domici- lios, residencias. El objetivo de la Evaluación Clínica es cualificar y cuantificar las enferme- dades sintomáticas, identificar aquellas que sean desconocidas, evaluar cómo afectan a la función, decidir y planificar la intervención terapéutica más adecuada. La evaluación de la enfermedad biológica en el anciano siempre es un reto, incluso para los especialistas más experimentados, de- bido a las peculiaridades de su presentación y su evolución. En el paciente anciano reviste especial interés evaluar la presencia de los llamados síndromes geriátricos, caracterizados por ser resultantes de múltiples y variadas etiologías, y por provocar alteraciones funcionales que, con frecuencia, llevan a la incapacidad. Deterioro cognitivo / demencia. Trastornos del ánimo / depresión. Trastornos del sueño / insomnio. Inmovilidad / encamamiento. Inestabilidad / caídas. Incontinencia / estreñimiento. EL ANCIANO FRÁGIL 14 ••• personas mayores ÁREAS DE LA VALORACIÓN GERIÁTRICA Evaluación Clínica
  • 16. Deprivación sensorial. Malnutrición / deshidratación. Iatrogenia / fármacos. Disfunciones sexuales. Inmunodeficiencias. Toda valoración geriátrica debe incluir necesariamente la medición de forma estructurada de la capacidad funcional del paciente. En este epígrafe, aunque puedan incluirse muchos datos, en la práctica clínica se evalúa la capacidad del anciano para realizar las Actividades de la Vida Diaria (AVD) y su capacidad para relacionarse y participar en la so- ciedad. Las Actividades de la Vida Diaria (AVD) se dividen en Actividades Básicas (ABVD), Actividades Instrumentales (AIVD) y Actividades Avanzadas (AAVD). Las Actividades Básicas (ABVD) se refieren a las tareas propias del autocuidado: vestirse, deambular, bañarse, asearse, controlar los esfínteres, comer sin ayuda, etc. Las Actividades Instrumentadas (AIVD) implican la capacidad del individuo para poder llevar una vida independiente en la comuni- dad, como por ejemplo: realizar las tareas del hogar, las compras, manejar la medicación, manejar los asuntos económicos, el telé- fono, utilizar el transporte público, etc. Las Actividades Avanzadas (AAVD) son aquellas tareas más com- plejas que el sujeto lleva a cabo como parte de su esparcimiento y realización personal, incluyen aficiones, actividades sociales, de- portes, etc. La dependencia para las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD) se relaciona con una mayor mortandad y con la institucionalización, así como con un mayor consumo de recursos sanitarios y sociales. En toda Evaluación Funcional es necesario no sólo hacer una medición actual de la capacidad funcional del anciano sino también una valora- ción temporal: cuándo ha dejado de realizar algunas de las actividades, cuándo ha aparecido ese cambio, etc. Por ejemplo: con la aparición de una patología aguda o subaguda habrá que recoger datos de la capacidad funcional actual del paciente y de la capacidad funcional previa a la enfermedad, por lo menos de las dos se- Valoración geriátrica integral personas mayores ••• 15 Evaluación funcional
  • 17. manas anteriores. Ante enfermedades crónicas la evaluación medirá la capacidad funcional de los tres últimos meses o incluso, según en qué pa- tologías, la de los últimos seis meses. Para la Evaluación Funcional Las diferentes escalas de medición que se utilizan tienen validez siempre y cuando el valor de puntuación que se asigne en la escala, vaya acompa- ñado de una relación de las actividades en las que el paciente es depen- diente o independiente. Una cifra que no precise la dependencia o inde- pendencia no tiene ningún valor clínico. Para las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD) Índice de Barthel (IB). Índice de Katz (IK). Escala de Incapacidad de Cruz Roja (CRF). El Índice de Barthel (IB tabla 2, pág. 32) fue diseñado inicialmente para la valoración de pacientes con accidentes cerebrovasculares, pero actual- mente ha demostrado su utilidad en la evaluación de cualquier paciente anciano. Es el instrumento recomendado por la Sociedad Inglesa de Geria- tría para la evaluación de las ABVD. Mide la dependencia o independencia en 10 ítem: alimentación, baño, vestido, aseo, uso del retrete, micción, deposición, traspasos cama-sillón, deambulación y escaleras, siendo la puntuación de máxima dependencia 0 puntos y de máxima independencia 100 puntos; calificando los cambios de 5 en 5 puntos. Es muy útil para describir la realidad funcional y prede- cir los cambios a largo plazo. Al igual que el resto de las escalas funcionales (IK, CRF), el Índice de Bart- hel no es sensible para detectar pequeños cambios, así como para medir la incapacidad por encima de un determinado umbral: los muy incapacitados. El Índice de Katz (IK, tabla 3, pág. 33) es una escala sencilla y muy emple- ada que mide de forma jerárquica seis actividades: baño, vestirse, uso de retrete, movilidad, continencia y alimentación, tratando de reflejar la se- cuencia de la pérdida habitual de estas habilidades y clasificando a los pa- cientes de A a G: siendo A el de mayor independencia y G el más depen- diente. La Escala de Incapacidad de Cruz Roja (CRF,tabla 4, pág. 34) mide las Ac- tividades Básicas (ABVD) haciendo especial hincapié en la movilidad y la EL ANCIANO FRÁGIL 16 ••• personas mayores Escalas de valoración
  • 18. continencia. Clasifica a los pacientes en seis grados: de 0 a 5, siendo 5 el de máxima dependencia. Proporciona una información menos detallada que el IB o el IK, pero diversos estudios han descrito una elevada correla- ción con estos índices. Para las Actividades Instrumentadas de la Vida Diaria (AIVD) Escala del Centro Geriátrico de Filadelfia de Lawton (tabla 5, pág. 35). Es concisa, sencilla, rápida y fácil de usar. Su mayor inconveniente estriba en que algunos ítem deben ser adaptados a nuestro entorno sociocultural: se vienen utilizando 5 ítem en vez de los 8 originales, desechándose el cui- dado de la casa, el hacer la comida y la compra. Para las Actividades Avanzadas de la Vida Diaria (AAVD) Aunque existen algunas escalas que miden las actividades de tipo social, no está demostrada su utilidad clínica. El objetivo de la valoración mental es detectar, diagnosticar y cuantificar los trastornos del área cognoscitiva y del área afectiva que puedan interfe- rir en el autocuidado y en la independencia del anciano. En la valoración de la función cognitiva interesa descubrir los síntomas de una demencia y/o el síndrome confusional agudo. En el área afectiva, es de gran importancia el diagnóstico precoz de la depresión. Al realizar una valoración afectiva pueden surgir problemas de gran im- portancia: por un lado, los ancianos tienden a negar sus sentimientos y a reconocer que están deprimidos o que se encuentran en un estado de an- siedad y por otro, pueden presentar molestias somáticas que aún te- niendo una base orgánica real, sin embargo están enmascarando una de- presión; otras veces, los síntomas que presentan pueden ser en realidad efectos secundarios de medicamentos: los betabloqueantes y anticolinér- gicos producen depresión, los betamiméticos y xantinas que producen ansiedad. La Evaluación Mental comprende dos partes: una valoración no estructu- rada y otra estructurada. La Valoración No Estructurada incluye los siguientes aspectos: Alteraciones conductuales como la agresividad verbal y física, con- ductas sexuales inadecuadas, desinhibición social, reacción ante la enfermedad (negación, indiferencia), … Valoración geriátrica integral personas mayores ••• 17 Evaluación mental
  • 19. Alteraciones del pensamiento como las ideas delirantes (pensa- mientos que no se ajustan a la realidad y no pueden ser desecha- dos por el razonamiento, por ejemplo, celos, paranoia, …) y las fobias (miedos exagerados a un objeto o una situación, que condu- cen a una conducta de evitación de la misma, por ejemplo miedo a quedarse solo, a ser abandonado). Alteraciones de la percepción como las alucinaciones (percepcio- nes sin estímulo real, por ejemplo ver animales corriendo por el suelo) y las ilusiones (interpretaciones erróneas de un estímulo sensorial normal, por ejemplo ver una persona donde hay una per- cha o una lámpara). Alteración en el nivel de conciencia expresado en sus distintos gra- dos: de alerta, de somnolencia, de obnubilación, de estupor y co- matoso. Alteraciones en la orientación espacial, temporal y personal. Alteraciones de la memoria: inmediata, reciente y remota. Las dos primeras pueden verse alteradas precozmente en la demencia y en el síndrome confusional agudo. La memoria remota es la última en trastornarse en el proceso demencial. La Valoración Estructurada se realiza por medio de diferentes cuestiona- rios estandarizados que evalúan el deterioro de las funciones cognitiva y afectiva. Aunque ninguna de las valoraciones establece por sí misma un diagnós- tico, si que pueden acercarnos a él, sobre todo si se completan los datos obtenidos con otras pruebas: DSM-IV para la depresión y una valoración neuropsicológica reglada para la demencia, etc. Valoración cognitiva Cuestionario abreviado de estado mental de Pfeiffer. Escala de Incapacidad Mental de la Cruz Roja (CRM). Mini Examen Cognoscitivo de Lobo (MEC). El cuestionario abreviado de Pfeiffer (tabla 6, pág. 36) es una prueba sen- cilla y útil en la detección del deterioro cognitivo en ancianos; puntúan los errores en la contestación a diez preguntas básicas, considerándose 5 errores el punto de corte más adecuado entre deterioro cognitivo o no. Es uno de los tests más utilizados en la detección selectiva de pacientes, tanto ambulatorios como hospitalizados. EL ANCIANO FRÁGIL 18 ••• personas mayores TEST para la Evaluación Mental
  • 20. La Escala de Incapacidad Mental de Cruz Roja (CRM tabla 7, pág. 36) se divide en seis grados (de 0 a 5) siendo el 5 el de mayor deterioro cognitivo. Es útil por su comparación en el tiempo, permitiendo de una forma rápida valorar el estado mental previo y el actual mediante los datos que propor- ciona el cuidador del anciano. El Mini Examen Cognoscitivo de Lobo (MEC tabla 8, pág. 37) es igual- mente sencillo y rápido de pasar, más completo que los anteriores y más estructurado. Necesita de entrenamiento previo (hay que aclarar qué sig- nifica esto). Valora 35 ítem: puntuaciones inferiores a 24 significan dete- rioro cognitivo. Presenta limitaciones para aplicarlo en personas con bajo nivel educativo, así como para detectar deterioros cognitivos leves. Valoración afectiva El test más utilizado es la Geriatric Depression Scale, crada por Yesavage (tabla 9, pág. 38) y diseñada especialmente para detectar la depresión en el paciente anciano. Existen dos versiones: una de 30 ítem y otra reducida de 15. Es fiable y válida en pacientes sin deterioro cognitivo. No se ha generalizado el uso de escalas de valoración para la ansiedad, siendo la entrevista directa y el interrogatorio sobre las alteraciones del sueño, el hábito alimenticio, la existencia de fobias, de pensamientos obse- sivos, de sentimientos…, etc., lo más utilizado y lo más práctico. Los datos que interesan para la realizar una valoración social son aque- llos que advierten de riesgo social, entendido éste como necesidad de ayuda social a través de los distintos Servicios Sociales de: Ayuntamien- tos, Comunidades, Entidades Privadas, etc. Al no existir escalas de evaluación social aceptadas mayoritariamente se vienen aplicando proto- colos elaborados por las Unidades Geriátricas de los diversos niveles asis- tenciales. Los antecedentes que en general hay que recoger son: — Si tiene cuidador y cómo vive: si vive solo, con su mujer, con fami- liares… Es fundamental recoger quién es el principal cuidador y la situación funcional de éste. — Tipo de vivienda: propia o alquilada, metros cuadrados de habita- bilidad, agua caliente, calefacción, baño, modificaciones geriátri- cas, etc. y lo más importante, si el piso tiene ascensor. — Pensión: cuantía y tipo. — Ayudas sociales que recibe: clase y cuantía reflejada en horas y en calidad de la ayuda (realización de limpieza, comida, compra, …). Valoración geriátrica integral personas mayores ••• 19 Evaluación social
  • 21. — Soporte asistencial: si tiene buen seguimiento del médico y/o del enfermero de Atención Primaria, de la Ayuda Domiciliaria o de la Atención Especializada. — Relaciones sociales: si recibe visitas de familiares o amigos, si sale a la calle, etc. (Menos de 5 contactos sociales al mes de familiares o amigos se considera riesgo social y se relaciona con dependencia funcional, depresión y con mayor consumo de recursos sociales y sanitarios.) Por último será útil reflejar las actividades sociales y de esparcimiento que viene realizando: cine, teatro, museos, con- ciertos, paseos, clubes, hogares…). EL ANCIANO FRÁGIL 20 ••• personas mayores
  • 22. La asistencia geriátrica está fundamentada en el uso y aplicación de la Va- loración Geriátrica Integral, en el trabajo interdisciplinario y en la aten- ción al anciano a través de los diferentes niveles asistenciales que garanti- zan el cuidado y vigilancia del paciente geriátrico ante situaciones de enfermedad o necesidad. De esta forma se da cumplimiento al principio que preside la asistencia a la persona mayor: la continuidad en los cuida- dos. Para lograr esa continuidad en los cuidados es esencial la detección de los problemas que surgen a lo largo del tiempo y que se pueda actuar sobre ellos, y que se modifique la “asistencia tradicional” en “asistencia geriátrica”: en sus diferentes niveles asistenciales el paciente será aten- dido según su problemática. 1. Atención Primaria. 2. Atención Especializada, donde cobra especial protagonismo el SERVI- CIO DE GERIATRÍA formado por: ᭺ Unidad Geriátrica de Agudos. ᭺ Unidad de Media Estancia. ᭺ Hospital de Día. ᭺ Asistencia Geriátrica Domiciliaria. ᭺ Unidad de Coordinación y Cuidados Comunitarios. 3. Servicios Sociales Comunitarios Asistencia geriátrica personas mayores ••• 21 3 Asistencia geriátrica NIVELES ASISTENCIALES EN LA ASISTENCIA GERIÁTRICA
  • 23. Es el nivel asistencial destinado a hospitalizar a aquellos pacientes que presentan procesos agudos o reagudizaciones de enfermedades crónicas. Además de realizar el diagnóstico y de tratar la enfermedad, el principal objetivo de la Unidad de Agudos se fundamenta en prevenir las complica- ciones surgidas del ingreso en el hospital: caídas, incontinencia de esfínte- res, dependencia funcional, etc. que pueden derivar en incapacidad. La estancia media suele estar en torno a 10-15 días y la mortalidad en torno al 30%. Para que la Unidad Geriátrica de Agudos (UGA) funcione adecuadamente y obtenga óptimos resultados ha de contar con unas características espe- ciales de diseño, de funcionamiento y de formación específica de su per- sonal. El equipo multi e interdisciplinar que trabaja en estas unidades UGA es- tará constituido por: médicos geriatras, personal de enfermería especiali- zado, trabajadores sociales, personal rehabilitador (terapeuta ocupacional en planta y, al menos, fisioterapeuta en el gimnasio de rehabilitación cen- tral del hospital). La Unidad de Media Estancia (UME) acoge a aquellos pacientes ya diag- nosticados que han superado la fase aguda de la enfermedad y, aunque se encuentran clínicamente estables, el riesgo a perder su independencia es alto, o bien, el tratamiento que se les aplica, al ser especializado, no puede realizarse de forma ambulatoria; en la mayoría de los casos, el objetivo fundamental de la Unidad de Media Estancia es que el anciano recupere su independencia para las actividades básicas de la vida diaria, mediante un tratamiento de rehabilitación y el control clínico de ciertas afecciones y problemas geriátricos. Quedan excluidos de este objetivo aquellos pa- cientes que presenten un deterioro funcional grave e irreversible y aque- llos cuyo deterioro cognitivo no les permita participar activamente en el proceso de recuperación funcional. Estas Unidades UME deben de contar con un médico rehabilitador y fisio- terapeutas. La estancia media de hospitalización oscila entre los 20 y los 30 días. El Hospital de Día (HD) atiende a ancianos ambulatoriamente, aplicándo- les tratamientos de rehabilitación y/o seguimiento de problemas médicos o de enfermería. EL ANCIANO FRÁGIL 22 ••• personas mayores Unidad Geriátrica de Agudos (UGA) Unidad de Media Estancia (UME) Hospital de Día (HD)
  • 24. El equipo que trabaja en los Hospitales de Día está constituido por perso- nal con la misma formación que el de las UGA. Sus objetivos son la reha- bilitación de pacientes con un deterioro funcional reversible y no dema- siado intenso (en caso contrario se requeriría un tratamiento más enérgico en la Unidad de Media Estancia), la valoración geriátrica integral por parte de todo el equipo interdisciplinario y el control médico y/o de enfermería de los procesos crónicos y de los tratamientos: úlceras, antico- agulación oral, seguimiento de diabetes, transfusiones, paracentesis, etc. Los pacientes suelen acudir al Hospital de Día dos o tres veces a la se- mana, con un horario diurno que suele incluir la comida del medio día: generalmente estos hospitales disponen de transporte propio para el tras- lado de pacientes. Esta Unidad está constituida básicamente por un médico especialista en Geriatría y personal de enfermería con formación específica, junto con un trabajador social y un terapeuta ocupacional con disponibilidad para acu- dir al domicilio del paciente; cuenta con el apoyo de conductores y de per- sonal administrativo. Los objetivos del servicio de Ayuda a Domicilio (AGD) son la asistencia in- tegral al paciente en su domicilio, tratando de que se mantenga en la co- munidad y en su entorno en el mejor estado de salud y de funcionalidad posible, aunque padezca enfermedades crónicas y de invalidez. Los pacientes que más se benefician de la Ayuda Geriátrica son los ancia- nos frágiles o pacientes geriátricos que no pueden acudir a la consulta ambulatoria y el control periódico por parte de un especialista les resul- tará sumamente beneficioso. Esta Unidad sirve de nexo entre el hospital (Servicio de Geriatría) y la co- munidad (Equipos de Atención Primaria). Su papel es velar por la conti- nuidad de cuidados en el paso del hospital al domicilio y viceversa. Contacta regularmente con los Centros de Salud de su Área, realizando un seguimiento de los pacientes que han sido dados de alta de los niveles hos- pitalarios. Junto con el Equipo de Atención Primaria realiza seguimiento de los ancianos frágiles o de alto riesgo del Área: los médicos de Atención Primaria realizan consultas a la UCCC solicitando ingresos hospitalarios, comentando casos complejos o requiriendo visitas domiciliarias. Asistencia geriátrica personas mayores ••• 23 Ayuda Geriátrica Domiciliaria (AGD) Unidad de Coordinación y Cuidados Comunitarios (UCCC)
  • 25. La Ayuda Geriátrica Domiciliaria (AGD) es uno de los niveles asistenciales que trabaja más estrechamente con la Unidad de Coordinación (UCCC). Integrada dentro del Servicio de Geriatría su función es la de atender de forma especializada a determinados pacientes. En algunos casos se atien- den consultas referidas a síndromes geriátricos: caídas, pérdida de memo- ria, incontinencia, etc. También en el Servicio de Geriatría su objetivo será la atención y el apoyo sistemático del anciano frágil y del paciente geriátrico cuando su ingreso hospitalario no se dé en el Servicio de Geriatría: normalmente ocurre des- pués de una intervención quirúrgica y son los Servicios de Traumatolo- gía, de Urología, de Cirugía General y de Neurología los que más utilizan esta Unidad. Por último, el INSALUD (ya transferido) creó los Equipos de Valoración y Cuidados Geriátricos formados por un médico geriatra, un enfermero y un trabajador social; sin adscripción a un Servicio de Geriatría. Funcio- nan como equipos interconsultores y como consultas externas. EL ANCIANO FRÁGIL 24 ••• personas mayores Unidad de Consultas Externas Unidades de Interconsulta Intrahospitalaria
  • 26. La “Gerontología preventiva” ha sido definida por Hazzard como “el estu- dio y la puesta en práctica de aquellos elementos relacionados con el es- tilo de vida, con el control del medio ambiente y con el cuidado de la sa- lud que pueden maximizar la longevidad con la mejor calidad de vida posible a nivel tanto individual como colectivo”. Es un concepto amplio dejando atrás el tradicional de usual aging, envejecimiento normal, por el de successful aging, envejecer con éxito. Aunque incluye también lo cuan- titativo (busca prolongar la vida), la Gerontología preventiva centra espe- cial atención a los aspectos cualitativos, intentando dar resultado al sig- nificado de “compresión de la morbilidad” que Fries traduce por un envejecimiento saludable, en donde sólo en las etapas más tardías de la vida aparecería un periodo inevitable de enfermedad y limitación previo a la muerte. El objetivo principal de los programas de prevención de la enfermedad en los ancianos es tratar de mantener y mejorar su calidad de vida, más que el incremento en la esperanza de vida. La mayoría de las actividades pre- ventivas y de promoción de la salud que forman parte de los programas de salud también tienen éxito cuando se aplican a personas ancianas. Para realizar actividades preventivas con ancianos son necesarios los si- guientes requisitos: Interés por las actividades de prevención tanto por parte del profe- sional como del anciano y de su familia. Conocimiento por parte del profesional de las actividades de pre- vención. Contar con un sistema sanitario y social que facilite el cumpli- miento de las recomendaciones. Comunicación eficaz entre el profesional y el anciano a la hora de establecer un plan de prevención y asegurar su cumplimiento. No Principales actividades preventivas en el anciano personas mayores ••• 25 4 Principales actividades preventivas en el anciano
  • 27. hay que olvidar que la programación de actividades preventivas debe realizarse de forma individualizada, basándose en la patolo- gía objeto de la prevención y en las características funcionales, mentales y sociales del paciente. Los Equipos de Atención Primaria además de establecer exámenes perió- dicos de salud son los principales responsables en la prevención de la en- fermedad en el anciano: garantizando el seguimiento y el control de las di- ferentes actividades preventivas realizadas en colaboración con los especialistas (radiólogos, ginecólogos, oftalmólogos, geriatras…). No hay protocolos universalmente establecidos y es Atención Primaria y más concretamente el Centro de Salud en coordinación con los Servicios de Geriatría y de Preventiva del Área quienes deben de establecerlos de acuerdo con sus posibilidades asistenciales y con sus recursos. Dado el amplio número de actividades preventivas posibles, la variabilidad en el grado de recomendación según los diferentes organismos y autores, y la extensión del tema, se exponen a continuación las principales medi- das que se consideran recomendadas y las que no (tablas 10 y 11, págs. 39 y 40). Llevar lo que se conoce como unos “hábitos de vida saludables”, consti- tuye sin duda la mejor forma de prevención posible a cualquier edad, in- cluidas las Personas Mayores. Los campos de actuación más importantes al respecto son los relativos a la actividad física, la dieta, consumo de tóxicos, los accidentes y las caídas. Actividad física: La U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF), la Ame- rican Heart Asociation (AHA) y el American College of Physicians (ACP) dan a esta medida una recomendación basada en la evidencia científica grado A (buena evidencia para mantener la recomendación de que la condición sea considerada para su inclusión en un examen periódico de salud). La edad nunca va a ser una contraindicación para practicar ejer- cicio físico, adecuándolo a las características personales. La recomenda- ción para realizar ejercicio físico va desde el simple paseo hasta la práctica no competitiva de algunos deportes: natación, golf, marcha o gimnasia entre otros. La inactividad física supone un importante factor de riesgo bien conocido tanto para las enfermedades cardiovasculares como para otros numero- sos procesos, entre los que destacan la depresión y la demencia. EL ANCIANO FRÁGIL 26 ••• personas mayores MODIFICACIÓN DEL ESTILO DE VIDA
  • 28. Dieta: En primer lugar, habrá que evitar o corregir aquellas situaciones, bien de carácter social, bien vinculadas a la salud, que puedan actuar como factores de riesgo de malnutrición. Para los ancianos con buen estado de salud general y funcional se reco- mienda una valoración anual del peso y la talla junto a una valoración del riesgo de malnutrición. En los que padecen enfermedades agudas o crónicas se recomienda una valoración anual completa del estado nutricional: peso, talla y analítica y del riesgo de desnutrición. Con respecto a la alimentación lo recomendado (USPSTF) es la ingesta de 2.100 kcal/día (varones) y 1700 Kcal/día (mujeres), que sea variada y acorde con lo que han sido los hábitos culturales del individuo, a lo largo de su vida. Que sea rica en alimentos frescos, en productos lácteos, en vi- taminas y minerales, fomentando el consumo de fibra (30 gr/24h). Consumo de Tóxicos: Se recomienda limitar el consumo de vino a un má- ximo de 1-2 vasos diarios; en cambio el tabaco, hoy en día, sigue siendo factor de riesgo para múltiples patologías, a lo largo de la vida, por lo que la recomendación grado A de la USPSTF es la supresión. Accidentes: La presencia de déficit sensoriales junto al deterioro de la ca- pacidad psicomotora que condicionan un mayor tiempo de reacción, ha- cen que los accidentes tanto domésticos, de ocio o con vehículos sean fre- cuentes en los ancianos. Se recomienda: • La instalación de aparatos domiciliarios de alarma contra incen- dios. • Evitar el hábito de fumar: especialmente en el dormitorio. • Prescindir de dispositivos caloríficos como mantas eléctricas y bra- seros. • Utilizar cinturones de seguridad en los coches. Con un nivel de evidencia C la USPSTF recomienda la realización de con- troles periódicos de visión y audición: una vez al año, en la consulta de Atención Primaria, a los mayores de 65 años, y para el control del glau- coma, también una revisión anual por el Oftalmólogo. No hay evidencia de éxito como para recomendar el cribado anual de la demencia. La Sociedad Americana de Geriatría aconseja realizar la eva- luación cognitiva en una primera consulta, seguida de una evaluación posterior en cuanto se perciba cualquier cambio cognitivo. Principales actividades preventivas en el anciano personas mayores ••• 27
  • 29. Debe recomendarse no conducir a los pacientes con demencia o deterioro cognitivo y que se sometan a reconocimientos periódicos mediante test di- rigidos. Caídas: La incidencia aumenta con la edad, y la tendencia a caerse es un marcador de fragilidad en la vejez. Numerosos estudios han demostrado que la identificación e intervención sobre los factores de riesgo y el aseso- ramiento sobre conductas a seguir: adaptaciones del medio y tipo de ejer- cicio a realizar, reducen la frecuencia de caídas y sus consecuencias. Más de dos tercios de las muertes son atribuibles a enfermedades arterio- escleróticas: cardiovasculares y/o cerebrovasculares, y a las enfermedades tumorales, aumentado la incidencia de las cardiopatías y del cáncer con la edad. Será de gran importancia para la prevención de la arterioesclero- sis y del cáncer realizar un cribado de los factores de riesgo: Hipertensión: El control de la tensión arterial (TA) es la mejor medida de prevención primaria de la enfermedad cardiovascular sobre todo en ancia- nos. Las recomendaciones para su control y tratamiento han demostrado su eficacia en distintos estudios y deben realizarse de acuerdo con los infor- mes al respecto: particularmente los del Joint National Committee, los de la Organización Mundial de la Salud y los de la Sociedad Internacional de Hi- pertensión. Respecto a los normotensos, la recomendación de la USPSTF es comprobar la TA al menos una vez al año y en la consulta médica. Actividad física y Tabaquismo: comentados anteriormente. Colesterol: No existe clara demostración, ni en ensayos, ni en estudios po- blacionales, de que la reducción en el nivel de colesterol como prevención primaria obtenga beneficios en las personas mayores de 75 años, por ello la USPSTF y la ACP recomiendan su valoración en pacientes sanos al me- nos cada 5 años, hasta los 75 años (grado C, evidencia pobre, basado en Comité de Expertos). Por encima de esta edad no se han establecido pau- tas a seguir ni sobre la detección, ni sobre la actitud terapéutica, con- fiando en la atención individualizada del paciente. Diabetes: la diabetes tipo 2 es la sexta causa de muerte entre los ancianos. Con frecuencia no se diagnostica la enfermedad hasta que las complica- ciones aparecen, y se calcula que aproximadamente un tercio de los pa- cientes con diabetes pueden no estar diagnosticados. Las recomendaciones para la detección de la enfermedad de la USPSTF (grado C) son: glucemia basal en ayunas cada 3 años en ancianos con EL ANCIANO FRÁGIL 28 ••• personas mayores CRIBADO DE FACTORES DE RIESGO
  • 30. bajo riesgo de diabetes, y cada año para aquellos con alto riesgo: obesos, hipertensos, con antecedentes familiares o con presencia de complicacio- nes comúnmente asociadas a la diabetes. Cáncer de próstata: El escaso valor predecible positivo de las 3 pruebas posibles para la detección precoz (tacto rectal, antígeno prostático especí- fico y ecografía), así como su baja letalidad en esta edad, hacen no re- comendable su búsqueda. La USPSTF realiza una recomendación con nivel de evidencia D (evidencia insuficiente para incluir la posibilidad de que la condición analizada pueda ser incluida en el examen periódico de salud). Cáncer de pulmón: Los estudios realizados no han demostrado de forma clara que los test de cribado (citología de esputo, radiografías de tórax) re- duzcan la mortalidad. Por lo tanto, no se recomienda ninguna técnica para la detección del cáncer como práctica habitual en los individuos asintomáticos, únicamente se desaconseja el consumo del tabaco (USPSTF: nivel de evidencia E, suficiente para no incluir la recomenda- ción en el examen básico de salud). Cáncer de cuello uterino: En las mujeres mayores de 65 años no hay evi- dencia a favor o en contra de realizar el test de Papanicolau (la interpreta- ción de un frotis de Papanicolau en ancianas no está bien estudiada). La recomendación más aceptada es practicar cribado anual mediante citolo- gía y tras 3 exámenes negativos realizarla cada 2-3 años, pudiendo pro- longar el intervalo o suspenderlo a partir de los 69 años. En las mujeres mayores de 65 años, que no se hayan realizado ningún test previo, se re- comienda la práctica de al menos una citología. Cáncer de colon: Existe acuerdo entre las distintas asociaciones en efec- tuar la detección rutinaria en todos los adultos mayores de 50 años, me- diante el test de sangre oculta en heces, o mejor aún, la sigmoidoscopia cada 5 años. No están definidos los límites de edad pero parece conve- niente no intervenir en mayores de 85 años. Cáncer de mama: El cribado del cáncer de mama en mujeres de mediana edad es la intervención preventiva más recomendada en la prevención del cáncer. Hay acuerdo en realizar mamografía con o sin examen clínico a las mujeres de 50-69 años, cada 1-2 años (recomendación grado A de American College of Radiologist, American Cancer Society y la USPSTF). La American Geriatrics Society y la USPSTF, recomendación grado C, plantean la posibilidad de seguir realizando controles cada 1-3 años entre los 70 y los 85 años, siempre que la mujer así lo desee y su esperanza de vida sea buena. Principales actividades preventivas en el anciano personas mayores ••• 29
  • 31. Diferentes enfermedades infecciosas son prevenibles mediante la vacuna- ción. • Vacunación antigripal: La efectividad de la vacuna es del 80% en la prevención de la gripe en ancianos de la comunidad, y del 40 y del 70% en la prevención de ancianos hospitalizados o institucionaliza- dos, respectivamente. Existe un acuerdo generalizado en recomen- dar la vacunación anual de todas las personas mayores de 65 años (Center for Disease Control and Prevention-CDC y la American Aca- demy of Family Physician-AAFP), especialmente en aquellas perso- nas con enfermedades crónicas y con otros factores de riesgo como el vivir institucionalizado (USPSTF nivel B). • Vacunación antineumocócica: Los Centers for Disease Control con- sideran que, a pesar de que los datos sobre la eficacia de la vacuna- ción masiva en personas mayores son discordantes, la evidencia científica es suficiente para recomendar la aplicación de la vacuna a los grupos de población de alto riesgo y, de manera especial, a los mayores de 65 años. Esta línea es apoyada igualmente por la USPSTF (grado B) y la ACP. • Vacunación antitetánica y antidiftérica: A pesar de que el tétanos es una enfermedad infrecuente más del 60% de los casos aparecen en ancianos. Existe acuerdo entre las distintas asociaciones para reco- mendar, después de la inmunización primaria de 3 dosis (basal, al mes y al año), recuerdos periódicos de la vacuna toxoide (TD) cada 10 años en los adultos. Debido a la baja tasa de inmunidad entre los adultos, así como a la eficacia, efectividad y seguridad de la vacuna antidiftérica, se recomienda su administración junto a la vacuna antitetánica (USPSTF, grado B). EL ANCIANO FRÁGIL 30 ••• personas mayores VACUNACIÓN
  • 32. 1. Vive solo. s 2. Se encuentra sin nadie a quien acudir si necesita ayuda. s 3. Hay más de dos días a la semana que no come caliente s 4. Necesita de alguien que le ayuda a menudo. s 5. Su salud le impide salir a la calle. s 6. Tiene con frecuencia problemas de salud que le impiden valerse por sí mismo. s 7. Tiene dificultades de visión que le impiden realizar sus tareas habituales. s 8. Tiene dificultad para seguir una conversación porque oye mal. s 9. Ha estado ingresado en el hospital durante el último año. s Si hay una o más respuestas, positivas o no, devuelve el cuestionario: “anciano de riesgo”. Cuestionarios y escalas para la detección de ancianos frágiles personas mayores ••• 31 5 Cuestionarios y escalas para la detección de ancianos frágiles TABLA 1 Cuestionario Postal del Woodside Health Center (Balber et al.)
  • 33. Comer (10) Independiente. Capaz de usar cualquier instrumento necesario. Come en un tiempo razonable. (5) Necesita ayuda para cortar la carne o el pan, extender la mantequilla, etc. (0) Dependiente Lavarse (5) Independiente. Capaz de lavarse entero usando la ducha o baño. Entra y sale solo del baño. Puede hacerlo sin estar otra persona presente. (0) Dependiente Vestirse (10) Independiente. Capaz de ponerse y quitarse la ropa, atarse los zapatos, abotonarse y colocarse otros comple- mentos que precise sin ayuda. (5) Necesita ayuda, pero realiza sólo al menos la mitad de la tarea en un tiempo razonable. (0) Dependiente. Arreglarse (5) Independiente. Incluye lavarse la cara y las manos, peinarse, maquillarse, afeitarse y limpiarse los dientes. (0) Dependiente. Deposición (valorar la semana anterior) (10) Continente. Ningún episodio de incontinencia. Si necesita enema o supositorio se lo administra el mismo. (5) Ocasional. Un episodio de incontinencia. Necesita ayuda para administrarse enema o supositorio. (0) Incontinente. Micción (valorar la semana anterior) (10) Continente. Ningún episodio de incontinencia. Si necesita sonda o colector es capaz de atender sólo su cui- dado. (5) Ocasional. Como máximo un episodio de incontinencia en 24 horas. Necesita ayuda para le cuidado de la sonda o el colector. (0) Incontinente. Usar el retrete (10) Independiente. Usa retrete, bacinilla o cuña sin ayudar y sin manchar. Si va al retrete se quita y pone la ropa, se sienta y se levanta sin ayuda, se limpia y tira de la cadena. (5) Necesita ayuda pequeña para mantener el equilibrio, quitar y ponerse la ropa, pero se limpia solo. (0) Dependiente. Trasladarse (sillón /cama /sillón) (15) Independiente. (10) Mínima ayuda física o supervisión verbal. (5) Gran ayuda (persona fuerte o entrenada). Es capaz de permanecer sentado sin ayuda. (0) Dependiente. Necesita grúa o ayuda de dos personas; no permanece sentado. Deambular (15) Independiente. Camina solo 50 m, puede ayudarse de bastón, muletas o andador sin ruedas. Si utiliza pró- tesis es capaz de quitársela y ponérsela. (10) Necesita ayuda física o supervisión para andar 50 m (5) Independiente en silla de ruedas sin ayuda ni supervisión (0) Dependiente Escalones (10) Independiente para subir y bajar un piso sin supervisión ni ayuda de otra persona. (5) Necesita ayuda física de otra persona o supervisión. (0) Dependiente. Puntuación orientadora del grado de dependencia: 20 = dependencia total; entre 20-40 = dependencia grave; entre 45-55 = dependencia moderada; 60 o más = dependencia leve. EL ANCIANO FRÁGIL 32 ••• personas mayores TABLA 2 Índice de Barthel
  • 34. A. Independiente para alimentación, continencia, movilidad, uso del retrete, vestirse y bañarse. B. Independiente para todas las funciones anteriores excepto una. C. Independiente para todas excepto, bañarse y otra función adicional. D. Independiente para todas excepto bañarse, vestirse y otra función adicional. E. Independiente para todas excepto bañarse, vestirse, uso del retrete y otra función adicional. F. Independiente para todas excepto bañarse, vestirse, uso del retrete, movilidad y otra función adicional G. Dependiente en las seis funciones. Otros: Dependiente en al menos dos funciones, pero no clasificable como C, D, E o F. Independiente significa sin supervisión, dirección o ayuda personal activa, con las excepciones que se indi- can más abajo. Se basan en el estado actual y no en la capacidad para hacerlas. Se considera que un paciente que se niega a realizar una función no hace esa función, aunque se considere capaz. Bañarse (con esponja, ducha o bañera) Independiente: necesita ayuda para lavarse una sola parte (como la espalda o una extremidad incapacitada) o se baña completamente sin ayuda. Dependiente: necesita ayuda para lavarse más de una parte del cuerpo, necesita ayuda para salir o entrar en la bañera o no se lava solo. Vestirse Independiente: coge la ropa de armarios y cajones, se pone la ropa, se pone adornos y abrigos, utiliza crema- lleras, se excluye el atarse los zapatos. Dependiente: no se viste solo o permanece vestido parcialmente. Usar el retrete Independiente: accede al retrete, entra y sale en él, se arregla la ropa, se limpia los órganos excretores (puede utilizar o no soportes mecánicos). Dependiente: usa orinal o cuña o precisa ayuda para acceder y utilizar el retrete. Movilidad Independiente: entra y sale de la cama, y se sienta y levanta de la silla independientemente (puede usar o no soportes mecánicos). Dependiente: precisa ayuda para utilizar la cama y/o la silla; no realiza uno o más desplazamientos. Continencia: Independiente: control completo de micción y de defecación. Dependiente: incontinencia urinario y/o fecal parcial o total; control total o parcial mediante enemas, son- das, o el uso reglado de orinales y/o cuñas. Alimentación Independiente: lleva la comida del plato o su equivalente a la boca (se excluye de la evaluación el cortar la carne y la preparación de la comida, como untar mantequilla en pan). Dependiente: precisa ayuda para el acto de alimentarse (véase arriba); no come en absoluto o nutrición pa- renteral. Cuestionarios y escalas para la detección de ancianos frágiles personas mayores ••• 33 TABLA 3 Índice de Katz
  • 35. Grados 0. Totalmente normal 1. Realiza las actividades de la vida diaria. Deambula con alguna dificultad. 2. Alguna dificultad para realizar las actividades de la vida diaria. Deambula con la ayuda de un bastón o similar. 3. Grave dificultad para los actos de la vida diaria. Deambula con dificultad ayudado por una persona. Incontinencia ocasional. 4. Necesita ayuda para casi todas las actividades de la vida diaria. Deambula con extrema dificultad ayudado por dos personas. Incontinencia habitual. 5. Inmovilizado en cama o en sillón. Dependiente total. Necesita cuidados continua- dos de enfermería Puntuación: 0 = independiente 1-2 = dependencia leve 3 = dependencia moderada 4-5 = dependencia grave EL ANCIANO FRÁGIL 34 ••• personas mayores TABLA 4 Escala de incapacidad física de Cruz Roja
  • 36. Mujer Varón Capacidad para usar el teléfono Utiliza el teléfono por iniciativa propia 1 1 Es capaz de marcar bien algunos números familiares 1 1 Es capaz de contestar al teléfono pero no de marcar 1 1 No utiliza el teléfono 0 0 Hacer compras Realiza todas las compras necesarias independientemente 1 1 Realiza independientemente pequeñas compras 0 0 Necesita ir acompañado para realizar cualquier compra 0 0 Totalmente incapaz de comprar 0 0 Preparación de la comida Organiza, prepara y sirve las comidas por sí solo adecuadamente 1 1 Prepara adecuadamente las comidas si se le proporciona ingredientes 0 0 Prepara, calienta y sirve las comidas, pero no sigue una dieta adecuada 0 0 Necesita que le preparen y sirvan las comidas 0 0 Cuidado de la casa Mantiene la casa solo o con ayuda ocasional (para trabajos pesados) 1 1 Realiza tareas ligeras, como lavar los platos o hacer las camas 1 1 Realiza tareas ligeras, pero no puede mantener un adecuado nivel 1 1 Necesita ayuda en todas las labores de la casa 1 1 No participa en ninguna labor de la casa 0 0 Lavado de la ropa Lava por sí solo toda su ropa 1 1 Lava por sí solo pequeñas prendas 1 1 Todo el lavado de ropa debe ser realizado por otro 0 0 Uso de medios de transporte Viaja solo en transporte público o conduce su propio coche 1 1 Es capaz de coger un taxi, pero no usa otro medio de transporte 1 1 Viaja en transporte público cuando va acompañado por otra persona 1 0 Utiliza el taxi o el automóvil sólo con ayuda de otros 0 0 No viaja en absoluto 0 0 Responsabilidad respecto a su medicación Es capaz de tomar su mediación a la hora y dosis correcta 1 1 Toma su medicación si la dosis es preparada previamente 0 0 No es capaz de administrarse su medicación 0 0 Manejo de sus asuntos económicos Se encarga de sus asuntos económicos por sí solo 1 1 Realiza las compras de cada día, pero necesita ayuda en las grandes compras y en los bancos 1 1 Incapaz de manejar dinero 0 0 Cuestionarios y escalas para la detección de ancianos frágiles personas mayores ••• 35 TABLA 5 Escala de Lawton y Brody
  • 37. 1. ¿Qué día es hoy? (día, mes y año). 2. ¿Qué día de la semana es hoy? 3. ¿Cuál es el nombre de este lugar? 4. ¿Cuál es su número de teléfono? (si no tiene teléfono, preguntar su dirección) 5. ¿Qué edad tiene? 6. ¿Cuándo nació? 7. ¿Quién es ahora el presidente del gobierno? 8. ¿Quién fue el presidente anterior? 9. ¿Cuál es el primer apellido de su madre? 10. Reste de 3 en 3 a partir de 20. Anotar 1 punto por cada ítem no respondido correctamente en su totalidad. Punto de corte de deterioro cognitivo = 5 ó más errores. EL ANCIANO FRÁGIL 36 ••• personas mayores TABLA 6 Cuestionario abreviado del estado mental de Pfeiffer TABLA 7 Escala de incapacidad mental de Cruz Roja Grados 0 Totalmente normal. 1 Ligera desorientación en el tiempo. Mantiene correctamente una conversa- ción. 2 Desorientación en el tiempo. Conversación posible, pero no perfecta. 3 Desorientación. No puede mantener una conversación lógica. Confunde a las personas. Trastornos del humor. Frecuente incontinencia. 4 Desorientación. Claras alteraciones mentales. Incontinencia habitual o total. 5 Vida vegetativa con o sin agresividad. Incontinencia total. Puntuación = dos o más deterioro cognitivo
  • 38. Años de escolarización: No sabe leer ni escribir, estudios primarios, bachillerato, Universidad. PUNTOS ORIENTACIÓN 1. Día Fecha Mes Estación Año (5)…………… (En marzo, junio, septiembre y diciembre se dan válidas cualquiera de las dos estaciones del mes) 2. Lugar Planta Ciudad Provincia Nación (5)…………… (en 1 y 2 señalar abreviaturas de ítem correctos). MEMORIA DE FIJACIÓN 3. Repita estas palabras: “peseta-caballo-manzana” (3)…………… (Repetir hasta que las aprenda y contar número de intentos) (…………) CONCENTRACIÓN Y CÁLCULO 4. Si tiene 30 pesetas y me va dando de 3 en 3 ¿Cuántas le van quedando? (5)…………… (Anote 1 punto cada vez que la diferencia de 3 sea correcta, aunque la anterior fuera incorrecta, máximo 5 puntos). 5. Repita estas tres cifras “5-9-2” (anotar núm. de intentos) (…………) Ahora hacia atrás (1 punto por cada cifra en orden correcto) (3)…………… MEMORIA (Repetición) 6. ¿Recuerda las tres palabras que le dije antes? (3)…………… LENGUAJE Y CONSTRUCCIÓN 7. Mostrar un bolígrafo y preguntar: ¿Qué es esto? Repetir con un reloj (2)…………… 8. Repita esta frase: “en un trigal había cinco perros” (1)…………… 9. Una manzana y una pera son frutas, ¿verdad? ¿Qué son el rojo y el verde?; ¿y un perro y un gato? (2)…………… 10. Coja un papel con su mano derecha, dóblelo por la mitad y póngalo en el suelo (3)…………… (No repita, ni ayude. Puntúe un movimiento como correcto si es realizado en el orden correcto) 11. Lea esto y haga lo que dice: CIERRE LOS OJOS* (1)…………… 12. Escriba una frase completa (1)…………… (La frase debe de tener un sujeto, real o implícito, un verbo: “Ayúdeme” o “váyase” pueden aceptarse). 13. Copie este dibujo* (Cada pentágono debe tener 5 lados y 5 vértices y la intersección forma un diamante) TOTAL: ………… Nivel de conciencia: 1, alerta; 2, obnubilado. * NOTA: tanto la frase como los pentágonos conviene tenerlos en tamaño suficiente para poder ser leídos con facilidad. El paciente deberá utilizar gafas si las precisa habitualmente. PUNTO DE CORTE: 23/24 (Grado de deterioro cognitivo: 19-23 = leve; 14-18 = moderado; 14 = grave) Cuestionarios y escalas para la detección de ancianos frágiles personas mayores ••• 37 TABLA 8 Mini examen cognoscitivo de Lobo
  • 39. EL ANCIANO FRÁGIL 38 ••• personas mayores TABLA 9 Escala Geriátrica de Depresión (GDS) de Yesavage (versión reducida) SÍ NO 1. ¿Está básicamente satisfecho/a con su vida? 0 1 2. ¿Ha renunciado a muchas actividades y aficiones? 1 0 3. ¿Siente que su vida está vacía? 1 0 4. ¿Se siente a menudo aburrido/a? 1 0 5. ¿Tiene a menudo buen ánimo? 0 1 6. ¿Tiene miedo de que le ocurra algo malo? 1 0 7. ¿Se siente contento/a la mayor parte del tiempo? 0 1 8. ¿Se siente a menudo indefenso/a? 1 0 9. ¿Prefiere quedarse en casa más que salir y hacer cosas nuevas? 1 0 10. ¿Cree que tiene más problemas de memoria que la mayoría de las personas de su edad? 1 0 11. ¿Cree que es maravilloso estar vivo? 0 1 12. ¿Se siente bastante inútil tal y como está ahora? 1 0 13. ¿Se siente lleno/a de energía? 0 1 14. ¿Piensa que su situación es desesperada? 1 0 15. ¿Cree que la mayoría de la gente está mejor que usted? 1 0 Resultados: 0-5 = Normal; 6-9 = Depresión leve; ≥ 10 Depresión establecida.
  • 40. Cuestionarios y escalas para la detección de ancianos frágiles personas mayores ••• 39 TABLA 10 Principales medidas de prevención recomendadas en personas mayores Modificaciones del estilo de vida Actividad Física Realización ejercicio adecuado. Dieta Cribado de desnutrición (Peso y talla anual). Dieta rica y variada. Tabaco Supresión. Accidentes Medidas de seguridad domicilio. Revisiones anuales auditiva y visual. Caídas Identificar, consejo e intervención sobre factores de riesgo detectados. Cribado Hipertensión TA Una vez al año en normotensos. Colesterol Hasta los 75 años 1 vez cada 5 años. 75 años una vez si nunca se ha realizado. Diabetes Si bajo riesgo: glucemia en ayunas cada 3 años. Si alto riesgo: cada año. Cáncer de mama Mamografía 1-2 años hasta los 69 años. Mamografía / 1-3 años de 70-85 si la mujer lo desea. Cáncer de colon Sigmoidoscopia/5 años entre 50 y 85 años. Cáncer de cuello uterino Citología a los 65 años si no ha habido control Terapéutica Hipertensión Objetivo TA: 140/90 mmHG. Si diabetes o enfermedad renal 130/85. Colesterol Estatinas de forma individualizada. Antiagregación (AAS) Prevención primaria: personas de alto riesgo Prevención secundaria: 75-150 mg/día. Vacuna gripe Anual en todos los 65 años. Vacuna antineumocócica Una vez en todos los 65 años. Vacuna Tétanos/difteria En todos los 65 años, con 3 dosis y recuerdo. Cada 10 años MEDIDA OBSERVACIONES
  • 41. EL ANCIANO FRÁGIL 40 ••• personas mayores TABLA 11 Principales medidas de prevención no recomendadas en personas mayores Deterioro cognitivo No existen test de cribado aceptados universalmente. Se recomienda la detección “oportunista” y valoración. De todos los casos detectados. Continencia de esfínteres No recomendado el cribado de toda la población. Se recomienda la detección de casos. Hormonas tiroideas Sólo se recomienda con grado C (USPSTF), cada 5 años en mujeres 50 años. Electrocardiograma No recomendado como cribado. Densitometría No tiene valor como test de cribado. Cáncer de pulmón Los test de cribado no reducen la mortalidad. Cáncer de próstata Escaso valor predictivo de las pruebas cribado. Cáncer de útero Los test de cribado no reducen la mortalidad. Cáncer de ovario Se desconoce si los tests de cribado disminuyen la mortali- dad. MEDIDA OBSERVACIONES
  • 42. ABRAMS, W.B.; BEERS, M.H.; BERKOW, editores: The Merk manual of geriatrics, 2.ª ed., New York, Merck, 1995. APPLEGATE, W.: “Use of assessment instrument in clinical settings”, J. Am. Geriatr.Soc. 1987; 35: 45-50. ALEXOPOULOS, G. S.: “Psychiatric disorders in late life”, Clin. Geri. Med. 1992; 8(2): 235-51. DENHAM, M. J.; MILLARD, P. H.: “The role of the Physician in Geriatric Medi- cine in the Ageing Society”, Age and Ageing, 1994; 23 (3): 121-124. GARCÍA NAVARRO, J. A.: “Niveles de Atención Geriátrica”, en RIBERA CASADO, J. M., y CRUZ JENTOFT, A. J., eds.: Geriatría en atención Primaria (3.ª edi- ción), Aula Médica, Barcelona, 2002; págs. 135-146. GELDMACHERS, D. S., WHITEHOUSE, P. J.: “Evaluation of dementia”, N. Engl. J. Med. 1996; 330-335. GOLDBERG, T. H., CHAVIN, S. I.: “Preventive medicine and screening in older adults”, J. Am. Geriatr. Soc. 1997; 45: 344-54. GONZÁLEZ MAS, R., editor: Rehabilitación médica en ancianos, Barcelona, Masson, 1995. GONZÁLEZ MONTALVO, J. L.; ALARCÓN, M. T.; SALGADO, A.: “Medicina pre- ventiva en las personas mayores”, Medicine 1995; 6 (87): 3854- 3861. GUILLÉN, F.; PÉREZ DEL MOLINO, J., editores: Síndromes y cuidados en el paciente geriátrico, Barcelona, Masson, 1994; 3: 17-26. Hazzard, W. R.: “Preventive gerontology: a personalized designer appro- ach to a life of maximun quality and quantity”, en: HAZZARD, W. R.; BLASS, J. P.; ETTINGER, Jr. W. H.; HALTES, J. B.; OUSLANDER. J. G. (eds.): Bibliografía personas mayores ••• 41 Bibliografía
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