Propuesta transdisciplinaria que relaciona los elementos estudiados con el tema de estudio1
1. REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES
RÓMULO GALLEGOS
DECANATO DE POSTGRADO
I COHORTE - DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
Propuesta transdisciplinaria que relaciona los
elementos estudiados con el tema de Estudio:
(u.c: Transdisciplinariedad y Ciencias de la Educación)
Facilitador:Doctorantes: “B”Dr. Jorge Luis EspañaÁlvarez, Oliveska 8.809.784
Valle de la Pascua, Mayo 2012.
2. Propuesta transdisciplinaria que relaciona los elementos estudiados con el tema de
Estudio:
Hablar de Educación Ambiental es Quizás uno de los aspectos que salta a la vista cuando se
lee un artículo sobre temas ambientales, es la terminología empleada que utiliza conceptos
que si bien son de uso común entre los especialistas, no lo son del todo claros para quienes
no están familiarizados con ellos, como por ejemplo, los conceptos de transdisciplina y
complejidad. Por tanto,a continuación se plantea una breve reflexión sobre el significado de
estos conceptos dentro de la Educación Ambiental (EA).
Primeramente definir en el campo de la educación ambiental proporciona un conocimiento
específico de las interacciones que los seres humanos establecen con su medio biofísico y
cultural; su propósito es generar una conciencia individual y colectiva, que propicie
conductas y competencias a favor de la diversidad y la conservación, concebida esta última
como un conjunto de estrategias dinámicas de innovación y cambio de los procesos
ambientales, económicos, culturales, políticos, sociales, etcétera, tendientes a salvaguardar
la utilización racional de los recursos naturales. De ahí que la educación ambiental
coadyuve en la construcción de una cultura para la sustentabilidad.Precisamente el
concepto de sustentabilidad alude a la necesidad de hacer un uso racional de los recursos.
En el Informe Nuestro Futuro Común; emitido por la Comisión Mundial sobre Medio
Ambiente y el Desarrollo de 1987, se definió como el desarrollo que satisface las
necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para
satisfacer sus propias necesidades.
A medida que ha transcurrido el tiempo el concepto se ha modificado, ampliado y
enriquecido conforme a los aportes teóricos de diversas disciplinas involucradas en la
resolución de la compleja problemática ambiental.
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TRANSDICIPLINARIEDAD:
3. La educación es la base de la sociedad y determina en gran medida el carácter, la manera de
pensar y el comportamiento de los ciudadanos. La pregunta es ¿qué hacer?, ya que parece
obvio que algo no funciona. Si no logramos forjar un cambio en la educación del ciudadano
no encontraremos la elusiva paz y justicia que la mayoría deseamos, y es posible que en el
futuro volvamos a quemar brujas y herejes de todo tipo, (si es que no perecemos antes en
un holocausto nuclear) abordar problemas sociales desde el enfoque de la
Transdisciplinariedad es válida científicamente y a la vez un desafío teórico y
metodológico.
Este movimiento que, por su gran apertura, es mucho más amplio y receptivo que una
“escuela” ideológica con reglas fijas de pensamiento, ha sido impulsado, sobre todo, por la
UNESCO y por el CIRET (Centro Internacional de Investigaciones y Estudios
Transdisciplinario) de Francia.
Este enfoque propone una ruptura en la investigación “unidisciplinar” o “individual”,
formando parte de un equipo de investigadores técnicos (los que se forman en las
universidades) y los no técnicos (los actores locales formados en la vida cotidiana y no en
las universidades y/o instituciones formalmente establecidas). No olvidemos que la
investigación o el ejercicio de hacer ciencia siempre es un proceso de creatividad reflexivo.
El enfoque transdisciplinar se refiere en lo esencial a una visión de los fenómenos a
investigar que trasciende las diferentes disciplinas y se basa en una participación global en
el sentido de una cooperación sistemática con las personas afectadas (HURNI y
WIESMANN 2003: 1)
.
3
Por ello, temas en relación a lo socio-cultural, a lo religioso, a lo tecnológico, a lo
económico-político, a lo medioambiental, a lo educativo, pueden ser investigados bajo
4. la visión disciplinar, pluridisciplinar, interdisciplinar y transdisciplinar que según el
argumento de Nicolescu “son las cuatro flechas de un solo y mismo arco: el del
conocimiento.” (2002:4) Lo anterior implica de cierta manera no solo una
transformación de las disciplinas sino también de los que nos formamos en ellas.
Naturaleza de la Transdisciplinariedad
El verdadero espíritu de la Transdisciplinariedad va más allá de todo lo que
prácticamente se está haciendo hasta el presente: su meta o ideal no consiste sólo en la
unidad del conocimiento, que es considerada como un medio, sino que camina hacia la
autotransformación y hacia la creación de un nuevo arte de vivir. Por ello, la actitud
transdisciplinar implica la puesta en práctica de una nueva visión transcultural,
transnacional, transpolítica y transreligiosa (Congreso de Lucarno, Suiza, 1997).
Con el diálogo como instrumento operativo, se pretende asimilar, o al menos
comprender, las perspectivas y el conocimiento de los otros, sus enfoques y sus puntos
de vista, y también desarrollar, en un esfuerzo conjunto, los métodos, las técnica s y los
instrumentos conceptuales que faciliten o permitan la construcción de un nuevo espacio
intelectual y de una plataforma mental y vivencial compartida.
Este modelo exige la creación de un meta-lenguaje, en el cual se puedan expresar los
términos de todas las disciplinas participantes, lo que los Enciclopedistas clásicos
franceses (Diderot, d’Alambert, Condorcet y otros) trataron de hacer intentando dar
cabida a “todo conocimiento digno de ser conocido” y lo que Umberto Eco llamó “la
búsqueda del lenguaje perfecto”. También Focault (1978), en su Arqueología del saber,
hace un esfuerzo mental que camina en esta misma dirección, al buscar similitudes
conceptuales en disciplinas tan dispares como la economía, la lingüística y la biología,
encontrando semejanzas en sus patrones de análisis y de cambio.
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Por ello, el modelo transdisciplinar considera que, para lograr los resultados deseados,
hay que tener presente lo que nos recuerdan lingüistas, como Ferdinand de Saussure
(1931), al señalar que no existe conexión alguna entre el signo y su referente, es decir,
5. que las palabras tienen un origen arbitrario o convencional; igualmente, se considera
que es esencial superar los linderos estructurales lingüísticos que separan una disciplina
de otra y, al mismo tiempo, involucrarse en un diálogo intercultural.
Evidentemente, los resultados de esta integración no sólo serán algo más que la suma de
sus partes, sino que esa sinergia tendrá también propiedades emergentes diferentes y
sus componentes anteriores no podrán ser ya discernibles en ella, como tampoco podrán
ser predecibles con anterioridad. De esta manera, una “ciencia” transdisciplinaria y
transcendente se vuelve necesaria para entender los amplios y complejos sistemas del
mundo actual, que no pueden ser relacionados simple y llanamente con un determinado
marco teórico o con una o varias disciplinas particulares, aunque éstas, sin duda alguna,
ayudan a complementarla.
El ideal todo a que tiende la Transdisciplinariedad y que se vuelve, como señalamos,
imperativo para la comprensión de las realidades que nos ha tocado vivir, exige, por su
propia naturaleza, un paradigma epistemológico holístico, cuyos rasgos principales e
imagen trataremos de ilustrar a continuación.
El enfoque transdisciplinario trata de romper fronteras disciplinarias y articular ciencias y
conocimientos en pos de resolver los problemas de la sociedad de una manera más integral
y participativa.
El enfoque transdisciplinario es complementario al enfoque interdisciplinario, ya que hace
emerger de la confrontación de las disciplinas nuevos datos que los articulan entre sí, y
ofrece una visión de la investigación más ligada a la realidad socio-cultural de las personas.
La Transdisciplinariedad no busca el dominio de muchas disciplinas, sino la apertura de
todas las disciplinas a aquellos que las atraviesan y las trascienden.
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Lo transdisciplinario, en temas de desarrollo, toma en cuenta varias disciplinas y actores
locales, con la idea de generar nuevos conocimientos y por ende una ciencia más integral y
6. humana. Lo transdisciplinar permite y crea condiciones para que exista un diálogo y por
ende una reciprocidad de conocimientos y saberes
La visión transdisciplinaria
Es abierta en la medida en que ella trasciende el dominio de las ciencias exactas por su
diálogo, su reconciliación y su capacidad de reflexión epistemológica, no solamente con las
ciencias humanas sino también con el arte, la literatura, la poesía y la experiencia interior
(MORÍN 1994: 2). Finalmente, la Transdisciplinariedad tiene ética, ya que rechaza toda
actitud que niegue el diálogo y la discusión, cualquiera sea su origen, ideológico, científico,
religioso, económico, político y filosófico
Ahora bien, para lograr la sustentabilidad en todos los ámbitos de la vida, se precisa la
inclusión de la dimensión ambiental en todas las áreas del conocimiento, para generar una
visión integral de las interacciones que los seres humanos establecen con su medio, así
como de los procesos que determinan su conservación o degradación. De ahí que la labor
de conservación de la biodiversidad, restauración, gestión y administración de los recursos,
requiera de la convergencia de distintos saberes disciplinarios que articulen las ciencias
naturales con las humanas.
Por tanto, la educación ambiental adquiere una perspectiva transdisciplinaria, esto es, que
rebase los límites impuestos por las ciencias naturales, para promover un conocimiento
multidimensional del ambiente, referido al ámbito social,cultural, económico, político,
etcétera, es decir que contempla los diversos aspectos, que interactúan con las esferas del
mundo de la vida. Tal es la propuesta del filósofo francés Edgar Morin, al señalar la
necesidad de promover la transversalización de la esfera ambiental en interrelación con
otras disciplinas:
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7. El hombre es un ser evidentemente biológico. Es, al mismo tiempo, un ser evidentemente
cultural, meta-biológico y que vive en un universo de lenguaje, de ideas y de conciencia.
Pero, a esas dos realidades, la realidad biológica y la realidad cultural el paradigma de la
simplificación nos obliga ya sea a desunirlas, ya sea a reducir la más compleja a la menos
compleja.
En este sentido, la transversalización, alude a la tarea de activar una política educativa, que
incorpore la educación ambiental en la currícula de toda institución de instrucción
escolarizada acorde con un enfoque transdisciplinario, la educación ambiental, asume el
pensamiento complejo, que Edgar Morín define en los siguientes términos: El pensamiento
complejo aspira al conocimiento multidimensional. El pensamiento complejo está animado
por una tensión permanente entre la aspiración a un saber no parcelado, no dividido, no
reduccionista, y el reconocimiento de lo inacabado e incompleto de todo conocimiento.
Esto significa que toda visión especializada es unidimensional, limitada, simplificante,
parcial, pobre. Es necesario, que sea religada a otras áreas de conocimiento. Esta visión
limitada, ha conducido a una tendencia reduccionista de la realidad, toda vez que es incapaz
de concebir la conjunción de lo uno y lo múltiple o unifica abstractamente anulando la
diversidad o yuxtapone la diversidad sin concebir la unidad.
Por tanto, la educación ambiental, requiere de un pensamiento complejo que lejos de
reducir la conservación al campo disciplinario de las ciencias naturales, lo expanda y
diversifique a partir de un pensamiento complejo.
Consecuentemente a la luz del pensamiento complejo, se impone la necesidad de
transversalizar el conocimiento ambiental para activar una cultura que promueva la
sustentabilidad, atendiendo a sus aspectos culturales, éticos, económicos, ecológicos,
sociales, simbólicos, de género, etcétera.
En síntesis, la cristalización de una cultura sustentable se logrará en la medida que la
educación ambiental promueva una conciencia dialógica de la conservación, entendida
como un dialogo entre distintos saberes,
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8. y en función de una concepción sistémica de las interacciones que los individuos establecen
con su medio.
De ahí que la generación de un pensamiento complejo resulte esencial para la gestación de
nuevas ideas, valores, representaciones, simbolizaciones, estrategias, y en fin, para idear
otras formas de interacción con la naturaleza, conforme a una ética ambiental.
Es con base a un abordaje transdisciplinar que las líneas de investigación que realizo en el
campo de la educación ambiental, plantean una visión integral y dialógica de la
conservación, a partir del reconocimiento de la unidad diversa de la vida, constituida por
genes, especies, ecosistemas, comunidades, así como de sus interrelaciones.
Asumiendo que toda política de conservación regional deviene concomitante de una
política de educación ambiental basada en enfoque sistémico de la conservación planetaria.
Desde una perspectiva transdisciplinaria sus investigaciones en el campo de la educación
ambiental, se articulan a los estudios de género, la formación de valores para la
sustentabilidad.también nos religa con nuestro proyecto de vida, con nuestras historias de la
vida, poniéndolo al servicio del conocimiento, en busca de una construcción que dé sentido,
como nos enseñó GastonPineau (2005).
Es la transdisciplinariedad la que también rescata nuestra conciencia ecológica y relacional,
que la articula con la lógica del tercio incluido, cuya dinámica trae consigo un sistema de
percepción y de valores que lleva a la religación de los saberes y nos ayuda a percibir la
complementariedad de la unidad y la diferencia, de la no contradicción, de la incompletud
de los procesos.
Este sistema de percepción y esta conciencia más elaborada traen consigo una ética
ecológica, una ética centrada en la diversidad, pautada en la solidaridad, en la
responsabilidad y en la sustentabilidad ecológica.
Es ella la que nos ayuda a fundamentar y reconocer la emergencia de una bioética nueva,
donde cada uno asume su parcela de responsabilidad por la vida del todo, algo que va más
allá de nuestras vidas, donde cada uno se coloca a su servicio. 8
9. Aquella que se emplaza verdaderamente al servicio de la vida, que reverencia la vida,
ciertamente, no la destruirá, no la mutilará y no la condenará. Y la que defiende y
reverencia la vida estará siempre el servicio de la evolución de la humanidad y de la
preservación de la vida del planeta.
Por lo tanto, necesitamos, urgentemente, un pensamiento transdisciplinar alimentado por la
complejidad, la lógica del tercio incluido y por la comprensión de la existencia de los
niveles de la realidad y de sus consecuencias innumerables, para que, como humanidad,
verdaderamente podamos responder con mayor seguridad y competencia a los tres grandes
desafíos presentados por Edgar Morín (2000): el desafío de la globalidad, de la complejidad
y de la expansión descontrolada del saber.
Tales desafíos, según él, vienen acompañados de otros desafíos y de la necesidad cada
vez mayor de dominarse e integrar informaciones, transformándolas en conocimiento; de
revisarse permanentemente el conocimiento para que el pensamiento pueda ser revisado,
reconociendo el pensamiento como el bien más precioso que tenemos.
Estos grandes desafíos de la educación actual exigen una reforma paradigmática profunda
en la construcción y en la reorganización del conocimiento, lo que presupone para ellos,
una reforma profunda en la educación para que ésta pueda viabilizar la reforma del
pensamiento, vivenciando un proceso recursivo, que vuelve así a promover otra reforma de
la educación y así sucesivamente.
Ciertamente, como educadores, tenemos que posicionarnos lo más rápidamente posible en
el sentido de colaborar en la materialización de esa deseada reforma del pensamiento y
evolución de la conciencia, acompañada de una “apertura más grande del corazón”.
También creemos que cabe a la educación colaborar más seriamente en la emergencia de
la civilización de la re-ligación y de la acogida.
Aquella civilización sintonizada con la sinergia de la complementariedad, de la
revalorización de la vida y preocupada de la interdependencia de los procesos vitales. En
fin, una civilización 9
10. Además de la formación de cuantos trabajan en educación, se hace preciso un sistema de
política gubernamental para la concreción de estas ideas y para la construcción de una
nueva fase civilizadora. Es por esta razón por la que estamos intentando contribuir con esta
construcción teórica en el sentido de buscar de qué forma la perspectiva epistemológica de
la complejidad y el Pensamiento Eco-sistémico, con sus respectivos presupuestos y
características, pueden colaborar al desarrollo de ambientes de aprendizaje que faciliten la
creación de nuevos contextos relacionales entre sujetos procedentes de otros medios socio-
culturales.
La educación como mecanismo de adaptación cultural del ser humano al ambiente, se ha
mostrado poco crítica con respecto a las actitudes y comportamientos ambientales. Es
necesario redimensionarla, mediante el impulso de una acción formativa dirigida al cambio
actitudinal y la modificación de comportamientos colectivos. El crecimiento moral se
facilita cuando se aprovechan las situaciones de conflicto o lo que afecta a las personas, y
que las obliga a tomar partido. Trata de que el individuo cuestione sus ideas y conductas,
que critique sus creencias-valores y los de su grupo social y reconstrucción de
conocimientos, como resultado del estudio de las complejas interacciones sociedad-
ambiente.
Lo que ha de generar conciencia en la ciudadanía de su papel como parte integrante de la
naturaleza, para que desarrollen nuevas relaciones, sentires, actitudes, conductas y
comportamientos hacia ella. Pero, también, debe llevarnos a reflexionar, a cuestionar y a
valorar los estilos de desarrollo y de progreso convencional, que se basan en la degradación
de las aguas, de la tierra, del aire y no resuelve los problemas sociales (pobreza, miseria,
concentración de riquezas, violencia y otras) (Martínez, 2007)
Transversalidad y Transdisciplinariedad:
La transdisciplinariedad es “uno de los más altos ideales de la educación ambiental, en que,
los objetivos ambientales pueden sólo ser logrados tratando los temas a través de todas las
áreas y formando nuevas asociaciones” (Schrodinger, 1998, p. 38). Sus características más
sobresalientes son:
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11. a- Enfoque holístico, sistémico, entrópico, dialéctico del ambiente.
b- Enfoque transdisciplinario e interacción.
c- Resolución de problemas.
d- Metodología participativa y equitativa.
e- Reconocimiento de la biodiversidad y cultural.
f- Solidaridad, tolerancia.
g- Pensamiento constructivo e innovador.
h- Enfoque interpretativo, cualitativo.
La transversalidad hace referencia a la diversidad de los enfoques transdisciplinarios con
los que puede ser tratado un mismo tema de interés general y particular de relevancia
ambiental, social y otros (Gallo, 1999). Asimismo, involucra el sobrepaso de los límites
entre distintas disciplinas, que puede contribuir al desarrollo de nuevos conceptos y
realidades.
Un tema transversal concreto de la educación ambiental, son los contenidos educativos que
forman parte de las áreas del currículo; los cuales se refieren a actitudes y valores, hacia la
vida cotidiana, la realidad y la problemática socio-ambiental. Esta opción se inscribe dentro
de la concepción constructivista del proceso educativo, al permitir al sujeto en situación de
aprendizaje, la construcción de un conocimiento que implica un significado real en su vida.
El abordaje de temas transversales debe efectuarse en los niveles de complejidad y
estrategias apropiados, considerando los conocimientos.
En mi ámbito disciplinar, La Educación no puede aislarse a las condiciones sociales,
económicos y políticos, sino que debe centrarse en el objetivo de despertar las muchas
potencialidades de los niños y las niñas, facultándoles para la vida y para la realidad que
han de descubrir, valorar y transformar. 11
12. En este proceso de crisis del paradigma educativo necesita cambio, esa visión tradicional
que se tiene de la educación, donde cala muy bien el enfoque de la transdisciplinariedad y
de la complejidad, por los retos que tiene pues son inmensos.
De allí que esa complejidad acelerada de la vida, del conocimiento y del pensamiento
nos exige, a la educación, a los educadores verificar el momento histórico en que esta
ubicado nuestro que hacer profesional y las herramientas que estamos usando en él.
Deseo como educadora poder comprender desde ahora, que me encuentro en un mundo con
diversas partes que funcionan de manera interdependiente y que ese mundo con la sociedad
influyen en la educación y en la dinámica del funcionamiento de la escuela., pues el trabajo
en el aula es tan diverso, con muchos tópicos, por lo cual comprendo que debemos generar
conciencia, estudiantes (estudiar antes de entrar a la clase) no más alumnos (sujetos sin
luz), y ser un facilitador de conocimiento (un ser más humano).
Es por ello que muchos de nosotros estamos convencidos de estar viviendo la transición
hacia un cambio de era y no sólo de etapa histórica, es pasar de la modernidad a la
globalización y por ende a desafiar radicalmente los procesos educativos en todas sus
dimensiones.
El pensamiento debe recoger lo multidimensional por cuanto el hombre es a la vez un ser
biológico, psíquico, social, racional, afectivo y en la cual involucra una conciencia
compleja en la que se conjuguen y articulen lo cósmico, planetario, ecológico donde se
conjugue la capacitación del docente, la educación ambiental para un desarrollo sostenible
involucrando en la acción educativa, es por ello, que la educación es la fuerza del futuro,
porque ella constituye uno de los instrumentos más poderosos para realizar el cambio pero
uno de los desafíos más fuertes como plantea el autor, apoyado en Morín, será el de
modificar nuestro pensamiento de manera que enfrente la complejidad creciente, la rapidez
de los cambios y lo imprevisible que caracteriza nuestro mundo.
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13. Para terminar, es importante reconocer que todo esto requiere, más que nunca, de la
competencia teórica, claridad epistemológica y las estrategias metodológicas adecuadas,
fruto de una conciencia transdisciplinar que se desarrolla, para que podamos
verdaderamente responder, en este inicio del milenio, a los desafíos propuestos por Morin
(2000) y relacionados no sólo con los procesos de la construcción y de la reconstrucción del
conocimiento y a la formación de ciudadanos/as, sino, principalmente, al desarrollo de una
conciencia más desarrollada, como condición fundamental para la supervivencia humana.
En ese contexto, Wilke (en González, 1998) señala que el docente de Educación Ambiental
debe ser capaz, entre otros, de relacionar los objetivos educativos con los objetivos que
persiguen la Educación Ambiental; manejar una serie de contenidos y metodologías
ambientales, planificar y evaluar.
Por ello, la formación del profesorado involucra adoptar un enfoque pedagógico diferente a
los modelos tradicionales. Significa una auténtica renovación conceptual y metodológica.
Se requiere contar con un profesor sensible hacia la problemática del medio ambiente, que
sea capaz de asumir una educación para el medio, que guíe a sus estudiantes y en su
proceso de construcción del conocimiento y de formación para la toma de decisiones. Se
trata de un docente que reflexione sobre su propia práctica, que asuma que el conocimiento
se construye a partir del sujeto queaprende y no sólo a través de lo intelectual sino también
de lo afectivo (González, 1998). Fuentes y Col (2000) señalan que la educación, al
perseguir un desarrollo completo y armónico de las personas, no puede ser conceptualizada
sólo en términos cognitivos o procedimentales, sino que más importante que eso es contar
con el desarrollo afectivo de los estudiantes.
De esta manera, podrán desarrollar un pensamiento crítico que les permita formar sus
propias opiniones y adoptar decisiones. En esta línea, Tilbury (1999) en Alvarez (2000),
plantea que la formación docente debe orientarse al desarrollo de dos grupos de
competencias:
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14. a) las competencias de una persona educada ambientalmente
b) las competencias profesionales de un educador ambiental
De acuerdo con lo anterior, el docente en Educación Ambiental deberá dominar: el
conjunto de conceptos y teorías que permiten integrar la realidad que lo rodea, lo que
influye en el qué y como se enseña los principios filosóficos, sociológicos, psicológicos y
didácticos que le permita a los alumnos interpretar su medio ambiente en toda su
complejidad.
Por otra parte el relacionar al estudiante con su entorno y el ayudante a comprender y
valorar sus diferentes elementos e interrelaciones, implica un cambio en el papel o rol que
considera al profesor y alumno como simples transmisores y receptores de conocimientos
respectivamente (UNESCO-ORELAC, 1990). Así, el papel del profesorado y del alumnado
es entendido de maneratransdiciplinaria, ya que a él le compete crear las condiciones
óptimas para que se produzcan una interacción constructiva entre alalumno y el objeto de
conocimiento (Aguerrebere ,1990; Coll, 1996).
De acuerdo con ello y tal como lo señalan Hungerford y Peyton (1995), no basta sólo con
hablar sobre ecología y la existencia de los problemas ambientales, es fundamental que
quienes participen de estas actividades educativas se den cuenta que interactúan con el
ambiente y que necesitan desarrollar habilidades que les permitan investigar, evaluar y
participar activamente en la prevención de los problemas ambientales y no aprender
únicamente en qué consisten estos problemas.
Esto significa que al precisar las funciones del profesor, se le concede una importancia
decisiva como facilitador activo en todo momento del proceso educativo.
Este cambio de paradigma, que se refleja en los cambios de roles y de actividad de
profesores y alumnos, son fundamentales para el logro de los objetivos propuestos por la
Educación Ambiental. Para lograr que la Educación Ambiental pueda cumplir con estos
objetivos, se hace necesario que esté presente en todos los niveles educativos y en los
diferentes sectores de aprendizaje.
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15. La Educación Ambiental se concibe como una dimensión que debe ser atendida desde
todos los sectores de aprendizaje. La Educación Ambiental se concibe como una dimensión
que debe ser atendida desde todos los sectores de aprendizaje, que debe impregnar el
currículo, proporcionándole objetivos y enfoques nuevos.
Aportes Transdisciplinarios a los Procesos de Enseñanza-Aprendizaje
Durante toda la trayectoria de la Educación Ambiental, se ha insistido en la necesidad de
incorporarla al currículo escolar. No está demás recordar que esta necesidad ha sido
reconocida en diversos eventos internacionales. Es así como, entre las recomendaciones
emanadas de la Conferencia de Estocolmo en 1972, se señala la necesidad de establecer un
Programa Educativo Internacional escolar y extraescolar sobre el medio ambiente. De igual
forma, en el informe final de la Conferencia de Tibbilis (1977) se destaca que la Educación
Ambiental debe incorporarse a los programas destinados al conjunto de los alumnos.
Además, conseguir a través de una relación transdiciplinar una enseñanza orientada a la
solución de problemas del medio ambiente. En Río 1992, se indica la importancia de
integrar en todas las disciplinas la educación en materia del medio ambiente (Kramer ,
2002). González (1996), señala cinco posibilidades de integración de la Educación
Ambiental en el Sistema Educativo:
1. Tratamiento disciplinar: la Educación Ambiental como disciplina específica.
2. Tratamiento multidisciplinar: considera aspectos medioambientales incorporados
aisladamente en diversas materias (generalmente en Ciencias Naturales o Biología), más o
menos coordinadas.
3. Tratamiento interdisciplinar: la Educación Ambiental presente en todas las disciplinas,
que la atienden desde sus propios esquemas conceptuales y metodológicos.
4. Tratamiento transdisciplinar: la Educación Ambiental impregna todo el currículo de las
distintas etapas, desde los objetivos hasta los contenidos, en el contexto del paradigma
ambiental.
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16. 5. Tratamiento mixto: se refuerza el currículo de Educación Ambiental mediante alguna
asignatura, generalmente optativa.
La incorporación de la Educación Ambiental al currículo, plantea la necesidad de ir más
allá de la creación de asignaturas en esta temática. Se trata de “ambientalizar elcurrículo”,
es decir, ajustarlo a los principios éticos, conceptuales y metodológicos que inspiran la
Educación Ambiental (Novo, 1996).
De acuerdo con las características de la Educación Ambiental, la transversabilidad en el
currículo se presenta como el modelo más coherente para su integración. Sin embargo, en la
práctica no se encuentra muy difundido, al necesitar de una reconstrucción completa de un
sistema educativo y de una voluntad política para su implementación. Requiere un currículo
que se configure como un verdadero plan de acción que involucre a toda la comunidad
educativa, la que a su vez encuentre en él un espacio para la innovación y reflexión (Novo,
1996).
La concepción de la transversalidad va más allá de los temas que puedan incluirse en las
distintas materias. Se refiere al para qué de la Educación y al tipo de formación integral que
se quiere proporcionar. En ese aspecto, la Educación Ambiental como tema transversal, no
sólo se orienta a la comprensión e interpretación de aquellos contenidos educativos que se
consideren necesarios, sino que se ocupa fundamentalmente del sentido y de la intención
que a través de estos aprendizajes quiere conseguirse.
Se trata así de una auténtica Educación en Valores, un modelo ético que debe ser
promovido por toda la Institución Eduactiva y por el conjunto del currículo (González
1996).
En suma, el carácter transversal de una disciplina significa que afecta e integra a todas las
asignaturas, con la presencia de objetivos y actividades más generales para cada sector se
aprendizaje, es decir, los temas y problemas definidos requieren de la colaboración de las
distintas disciplinas y deben tratarse complementariamente.
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17. Este sentido final de la transversalidad, permite que impregne todos los planeamientos,
organización y actividades del centro educativo. En el caso de la Educación Ambiental, no
se trata sólo de una simple colaboración interdisciplinaria de las distintas materias para
llegar a conocer mejor cómo funciona el medio, sino que la transversalidad apunta
directamente al desarrollo integral de la persona, asumiendo el sistema educativo una
perspectiva ética y, por consiguiente, una visión del mundo solidaria y responsable frente al
medio, una dimensión integral que dé sentido a estos conocimientos y permita entender y
actuar coherentemente en relación con la problemática ambiental.
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18. Bibliografía:
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