La Gran Violencia contra de Lot y luego fueron librados
Jesucristo nuestro juez y abogado para que no halla excusa por el pecado
1. Hechos 10:
40 A éste levantó Dios al tercer
día, e hizo que se
manifestase; 41 no a todo el
pueblo, sino a los testigos
que Dios había ordenado de
antemano, a nosotros que
comimos y bebimos con él
después que resucitó de los
muertos. 42 Y nos mandó
que predicásemos al pueblo,
y testificásemos que él es el
que Dios ha puesto por
Juez de vivos y muertos.
43 De éste dan testimonio
todos los profetas, que
todos los que en él creyeren,
recibirán perdón de pecados
por su nombre.
1 Juan 2:
1 Hijitos míos, estas cosas os escribo
para que no pequéis; y si alguno
hubiere pecado, abogado tenemos
para con el Padre, a Jesucristo el
justo. 2 Y él es la propiciación por
nuestros pecados; y no solamente
por los nuestros, sino también por
los de todo el mundo. 3 Y en esto
sabemos que nosotros le
conocemos, si guardamos sus
mandamientos. 4 El que dice: Yo
le conozco, y no guarda sus
mandamientos, el tal es
mentiroso, y la verdad no está en
él; 5 pero el que guarda su palabra,
en éste verdaderamente el amor de
Dios se ha perfeccionado; por esto
sabemos que estamos en él. 6 El
que dice que permanece en él,
debe andar como él anduvo.
Instrumento: Pastor Orangel Carrasquillo Peña
2. Juez - Persona que tiene
autoridad y potestad para juzgar
y sentenciar.
krites (κριτής, G2933) , juez
(de krino, véanse JUICIO,
JUZGAR, B, Nº 1). Se usa: (a)
de Dios (Heb_12:23), donde el
orden en el original es «a un
juez que es Dios de todos».
Este es realmente el
significado. Sugiere que aquel
que es el juez de su pueblo es
al mismo tiempo el Dios de
ellos.
Abogado - Intercesor o
mediador// Funcionario a quien
se encomienda el asesoramiento,
representación y defensa en
juicios. Abogado = parakletos
(παράκλητος) = definición del
consolador (Romanos 8:26-31)
1 Timoteo 2:
5 Porque hay un solo Dios, y un solo
mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre,
3. Mateo 25:
31 Cuando el Hijo del Hombre
venga en su gloria, y todos los
santos ángeles con él, entonces
se sentará en su trono de gloria,
32 y serán reunidas delante de él
todas las naciones; y apartará
los unos de los otros, como
aparta el pastor las ovejas de
los cabritos.
33 Y pondrá las ovejas a su derecha,
y los cabritos a su izquierda.
34 Entonces el Rey dirá a los de su
derecha: Venid, benditos de
mi Padre, heredad el reino
preparado para vosotros
desde la fundación del
mundo.
4. 2 Timoteo 4:
1 Te encarezco delante de Dios y del
Señor Jesucristo, que juzgará a los
vivos y a los muertos en su
manifestación y en su reino,
2 que prediques la palabra; que instes a
tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con
toda paciencia y doctrina.
3 Porque vendrá tiempo cuando no
sufrirán la sana doctrina, sino que
teniendo comezón de oir, se
amontonarán maestros conforme a
sus propias concupiscencias,
4 y apartarán de la verdad el oído y se
volverán a las fábulas.
1 Pedro 4:
3 Baste ya el tiempo pasado para haber
hecho lo que agrada a los gentiles,
andando en lascivias, concupiscencias,
embriagueces, orgías, disipación y
abominables idolatrías.
4 A éstos les parece cosa extraña que
vosotros no corráis con ellos en el mismo
desenfreno de disolución, y os ultrajan;
5 pero ellos darán cuenta al que está
preparado para juzgar a los vivos y a
los muertos.
6 Porque por esto también ha sido
predicado el evangelio a los muertos,
para que sean juzgados en carne según
los hombres, pero vivan en espíritu
según Dios. (Romanos 8: 8-10, Gálatas
5: 24-25 y Efesios 2: 1-6)
7 Mas el fin de todas las cosas se acerca;
sed, pues, sobrios, y velad en oración. 8
Y ante todo, tened entre vosotros
ferviente amor; porque el amor cubrirá
multitud de pecados. (Rom. 13:8-14)
5. Juan 12: (Romanos 2: 11 – 16)
47 Al que oye mis palabras, y no las
guarda, yo no le juzgo; porque
no he venido a juzgar al mundo,
sino a salvar al mundo.
48 El que me rechaza, y no recibe
mis palabras, tiene quien le
juzgue; la palabra que he
hablado, ella le juzgará en el
día postrero.
49 Porque yo no he hablado por mi
propia cuenta; el Padre que me
envió, él me dio mandamiento
de lo que he de decir, y de lo que
he de hablar.
50 Y sé que su mandamiento es
vida eterna. Así pues, lo que yo
hablo, lo hablo como el Padre
me lo ha dicho.
Juan 15:
22 Si yo no hubiera venido, ni les
hubiera hablado, no tendrían
pecado; pero ahora no tienen
excusa por su pecado.
23 El que me aborrece a mí,
también a mi Padre aborrece.
24 Si yo no hubiese hecho entre
ellos obras que ningún otro ha
hecho, no tendrían pecado; pero
ahora han visto y han aborrecido
a mí y a mi Padre.
6. Juan 5: (Hebreos 4:15-16)
12 Entonces le preguntaron: ¿Quién
es el que te dijo: Toma tu lecho y
anda?
13 Y el que había sido sanado no
sabía quién fuese, porque Jesús
se había apartado de la gente que
estaba en aquel lugar.
14 Después le halló Jesús en el
templo, y le dijo: Mira, has sido
sanado; no peques más, para
que no te venga alguna cosa
peor.
Hebreos 10:
26 Porque si pecáremos voluntariamente
después de haber recibido el conocimiento
de la verdad, ya no queda más sacrificio
por los pecados,
27 sino una horrenda expectación de juicio, y
de hervor de fuego que ha de devorar a los
adversarios.
2 Pedro 2:
20 Ciertamente, si habiéndose ellos escapado
de las contaminaciones del mundo, por el
conocimiento del Señor y Salvador
Jesucristo, enredándose otra vez en ellas
son vencidos, su postrer estado viene a
ser peor que el primero.
21 Porque mejor les hubiera sido no haber
conocido el camino de la justicia, que
después de haberlo conocido, volverse
atrás del santo mandamiento que les fue
dado.
22 Pero les ha acontecido lo del verdadero
proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la
puerca lavada a revolcarse en el cieno.
7. Santiago 5:
8 Tened también vosotros paciencia, y
afirmad vuestros corazones; porque
la venida del Señor se acerca.
9 Hermanos, no os quejéis unos contra
otros, para que no seáis condenados;
he aquí, el juez está delante de la
puerta.
Juan 10:
7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto,
de cierto os digo: Yo soy la puerta de
las ovejas.
8 Todos los que antes de mí vinieron,
ladrones son y salteadores; pero no los
oyeron las ovejas.
9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare,
será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará
pastos.
2 Timoteo 4:
8 Por lo demás, me está guardada la corona
de justicia, la cual me dará el Señor,
juez justo, en aquel día; y no sólo a
mí, sino también a todos los que
aman su venida.
1Pedro 4:
18 Y: Si el justo con dificultad se salva,
¿En dónde aparecerá el impío y el
pecador?
19 De modo que los que padecen según la
voluntad de Dios, encomienden sus
almas al fiel Creador, y hagan el bien.
8. Nos da el oportuno socorro para
no caer
Hebreos 4:
14 Por tanto, teniendo un gran
sumo sacerdote que traspasó los
cielos, Jesús el Hijo de Dios,
retengamos nuestra
profesión. (Hebreos 6: 10-12)
15 Porque no tenemos un sumo
sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue
tentado en todo según nuestra
semejanza, pero sin pecado.
16 Acerquémonos, pues,
confiadamente al trono de la
gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para
el oportuno socorro.
Nuestro Señor quiere que aunque
venga el día malo
permanezcamos firmes.
Efesios 6:
11 Vestíos de toda la armadura
de Dios, para que podáis
estar firmes contra las
asechanzas del diablo.
12 Porque no tenemos lucha
contra sangre y carne, sino
contra principados, contra
potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas
de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las
regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la
armadura de Dios, para que
podáis resistir en el día malo, y
habiendo acabado todo,
estar firmes.
9. 1 Juan 2:
1 Hijitos míos, estas cosas os
escribo para que no
pequéis; y si alguno
hubiere pecado, abogado
tenemos para con el
Padre, a Jesucristo el
justo.
* estas cosas os escribo para que
no pequéis
La enseñanza de Jesucristo es a
dejar el pecado y no hacerlo
mas.
Juan 8:
10 Enderezándose Jesús, y no
viendo a nadie sino a la mujer,
le dijo: Mujer, ¿dónde están
los que te acusaban?
¿Ninguno te condenó? 11 Ella
dijo: Ninguno, Señor.
Entonces Jesús le dijo: Ni yo
te condeno; vete, y no
peques más. 12 Otra vez
Jesús les habló, diciendo: Yo
soy la luz del mundo; el que
me sigue, no andará en
tinieblas, sino que tendrá la
luz de la vida.
10. Mateo 5:
3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el
reino de los cielos.
4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán
consolación.
5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por
heredad.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a
Dios.
9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados
hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la
justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os
persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
11. 1 Pedro 2:
21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo
padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que
sigáis sus pisadas;
22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;
23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición;
cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la
causa al que juzga justamente;
24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre
el madero, para que nosotros, estando muertos a los
pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis
sanados.
12. Efesios 4:
11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros,
profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros,
12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo,
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y
del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo;
14 para que ya no seamos niños fluctuantes,
llevados por doquiera de todo viento de
doctrina, por estratagema de hombres que para
engañar emplean con astucia las artimañas del
error,
15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos
en todo en aquel que es la cabeza, esto es,
Cristo,
16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido
entre sí por todas las coyunturas que se ayudan
mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro, recibe su crecimiento para ir
edificándose en amor.
Filipenses 3: (Hebreos 12: 1 – 4)
12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea
perfecto; sino que prosigo, por ver si logro
asir aquello para lo cual fui también asido
por Cristo Jesús.
13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo
ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda
atrás, y extendiéndome a lo que está
delante,
14 prosigo a la meta, al premio del
supremo llamamiento de Dios en
Cristo Jesús.
15 Así que, todos los que somos perfectos,
esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís,
esto también os lo revelará Dios.
13. Mírate en el espejo de la
palabra y esta te enseñara
tu condición y como se te
juzgara y como el
abogado te dirá – yo te
dije y te asesore que no
pecaras mas. Juan 5:14,
Juan 8:11.
Santiago 1:
23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no
hacedor de ella, éste es semejante al hombre que
considera en un espejo su rostro natural.
24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y
luego olvida cómo era.
25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley,
la de la libertad, y persevera en ella, no siendo
oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será
bienaventurado en lo que hace.
14. Mateo 24:
35 El cielo y la tierra
pasarán, pero mis
palabras no pasarán.
Efesios 5: (1 Corintios 6:9 – 12)
1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos
amados. 2 Y andad en amor, como también
Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por
nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor
fragante. 3 Pero fornicación y toda
inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre
vosotros, como conviene a santos; 4 ni
palabras deshonestas, ni necedades, ni
truhanerías, que no convienen, sino antes bien
acciones de gracias. 5 Porque sabéis esto, que
ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es
idólatra, tiene herencia en el reino de
Cristo y de Dios. 6 Nadie os engañe con
palabras vanas, porque por estas cosas viene la
ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. 7
No seáis, pues, partícipes con ellos. 8 Porque
en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois
luz en el Señor; andad como hijos de luz 9
(porque el fruto del Espíritu es en toda
bondad, justicia y verdad), 10 comprobando lo
que es agradable al Señor.
15. Juan 12:
46 Yo, la luz, he venido al mundo,
para que todo aquel que cree en
mí no permanezca en
tinieblas.
47 Al que oye mis palabras, y no las
guarda, yo no le juzgo; porque no
he venido a juzgar al mundo, sino
a salvar al mundo. 48 El que me
rechaza, y no recibe mis palabras,
tiene quien le juzgue; la palabra
que he hablado, ella le juzgará
en el día postrero.
(Apocalipsis 19:11-16 y Hebreos
4:12-13)49 Porque yo no he
hablado por mi propia cuenta; el
Padre que me envió, él me dio
mandamiento de lo que he de
decir, y de lo que he de hablar.
50 Y sé que su mandamiento es
vida eterna. Así pues, lo que yo
hablo, lo hablo como el Padre me
lo ha dicho.
Romanos 2:
11 porque no hay acepción de personas para
con Dios. 12 Porque todos los que sin ley
han pecado, sin ley también perecerán; y
todos los que bajo la ley han pecado, por
la ley serán juzgados; 13 porque no son los
oidores de la ley los justos ante Dios, sino los
hacedores de la ley serán justificados. 14
Porque cuando los gentiles que no tienen ley,
hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos,
aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,
15 mostrando la obra de la ley escrita en sus
corazones, dando testimonio su conciencia, y
acusándoles o defendiéndoles sus
razonamientos, 16 en el día en que Dios
juzgará por Jesucristo los secretos de los
hombres, conforme a mi evangelio.