El eco es un fenómeno causado por la reflexión de ondas sonoras en una superficie. Para que ocurra el eco, la onda sonora debe reflejarse perpendicularmente en una pared ubicada a una distancia mínima de 11,34 metros para sonidos secos o 17 metros para sonidos musicales, distancias que corresponden al tiempo de persistencia acústica, es decir, el intervalo en que el oído puede distinguir dos sensaciones sonoras separadas.