El documento destaca tres puntos clave sobre la evangelización: 1) Los evangelizadores deben ser fieles a su vocación y vivir lo que predican para ser eficaces. 2) La fraternidad y unidad entre cristianos y apóstoles es indispensable para el anuncio del Evangelio. 3) Tanto los laicos como los seglares juegan un papel importante en la obra de evangelización al ser testigos de Cristo en el mundo.
advertencia en mateo 24. esta profecia de jesus es importante
Actitudes interiores para la evangelización
1.
2.
3.
4. Dentro de las “actitudes
interiores”, menciona Pablo VI
algunas concretas, como:
Fidelidad ggeenneerroossaa aa llaa pprrooppiiaa
vvooccaacciióónn ((llaaiiccaall,, ssaacceerrddoottaall,,
vviiddaa ccoonnssaaggrraaddaa)),, en su
dimensión evangelizadora:
“Exhortamos a todos aquellos que,
gracias a los carismas del Espíritu y
al mandato de la Iglesia, son
verdaderos evangelizadores, a ser
dignos de esta vocación, a ejercerla
sin reticencias debidas a la duda o
al temor, a no descuidar las
condiciones que harán esta
evangelización no solo posible,
sino también activa y
fructuosa”(EN74).
5. Nos corresponde también
mantener una “actitud vigilante”
“Tácitamente o a grandes gritos,
pero siempre con fuerza, se nos
pregunta: ¿Creen
verdaderamente en lo que
anuncian? ¿Viven lo que creen?
¿Predican verdaderamente lo
que viven? Hoy más que nunca el
tteessttiimmoonniioo ddee vviiddaa se ha
convertido en una condición
esencial con vistas a una eficacia
real de la predicación. Sin andar
con rodeos, podemos
decir que en cierta medida nos
hacemos responsables del
Evangelio que proclamamos”
(EN76).
6. “Los apóstoles forman parte siempre de un grupo o comunidad, y la comunión o
caridad fraterna del grupo apostólico, es signo eficaz de evangelización, un
“hecho evangelizador”(Puebla 663).
Los seglares o laicos, “cooperan a la obra de evangelización de la Iglesia y
participan en su misión salvífica, a la vez como testigos y como instrumentos
vivos”(AG41), dentro de las estructuras humanas, “a modo de fermento”(LG31;cfr
EN70).
7. “Los laicos … vviivveenn eenn eell
ssiigglloo, es decir, en
todas y a cada una de las
actividades y profesiones, así
como en las condiciones
ordinarias
de la vida familiar y social
con las que su existencia está
como entretejida. Allí están
llllaammaaddooss ppoorr DDiiooss a
cumplir su propio cometido,
gguuiiáánnddoossee ppoorr eell eessppíírriittuu
eevvaannggéélliiccoo, de
modo que, iigguuaall qquuee llaa
lleevvaadduurraa, contribuyan
desde dentro a la
santificación del mundo y
de este modo descubran a
Cristo a los demás,,
bbrriillllaannddoo,, aannttee ttooddoo,, ccoonn
eell tteessttiimmoonniioo ddee ssuu
vviiddaa,, ffee,, eessppeerraannzzaa yy
ccaarriiddaadd” (LG31).
8. “Todas las comunidades
y grupos eclesiales
darán fruto en la
medida en que la
Eucaristía sea el
centro de su vida y la
Palabra de Dios sea
faro de su camino y su
actuación en la única
Iglesia de
Cristo”(DA180).
9. Como servidores, pertenecientes a
una Pastoral, debemos ejercer el
““cceelloo mmiissiioonneerroo””, entendiéndose
como la caridad o amor del
Espíritu, que Dios ha infundido
en el corazón del llamado (Rom
5,5). Es un amor al cual le urge
evangelizar sin fronteras (2Co
5,14). Es amor que transforma
todo sufrimiento y toda dificultad
en una nueva posibilidad de
servicio y de evangelización. Es el
amor paterno y materno de
engendrar espiritualmente a
Cristo Jesús a través del
apostolado (EN79).
10. Pero no malentendamos el
llamado “celo misionero”
o “apostólico”, pensando
en que hay que avanzar
todos al unísono y
comprender todos de la
misma manera lo
enseñado. Debemos tomar
este llamado, como el de
fraternalmente ccuuiiddaarr yy
eedduuccaarr aa nnuueessttrrooss
hheerrmmaannooss, para que de
ellos nazca y crezca el
mismo deseo de servir que
nosotros hemos
experimentado al
encontrar al Señor.
11. Signos de este amor son:
“El primero, el rreessppeettoo aa llaa ssiittuuaacciióónn
rreelliiggiioossaa yy eessppiirriittuuaall ddee llaa ppeerrssoonnaa
qquuee ssee
eevvaannggeelliizzaa.. Respeto a su ritmo que no
se puede forzar demasiado. Respeto a
su
conciencia y a sus convicciones, que no
hay que atropellar.
Otra señal de este amor es el cuidado
de nnoo hheerriirr aa llooss ddeemmááss,, ssoobbrree ttooddoo ssii
ssoonn ddéébbiilleess
eenn ssuu ffee (1 Cor. 8, 9-13; Rom. 14, 15), con
afirmaciones que pueden ser claras
para los iniciados, pero que
pueden ser causa de perturbación o
escándalo en los fieles, provocando una
herida en
sus almas” (EN79).
12. El mayor obstáculo para la
evangelización es la falta de
unión entre los cristianos y
especialmente entre los
apóstoles (EN77).
La fraternidad cristiana y
apostólica, es condición
indispensable para el anuncio
del evangelio (Jn 13,55; 17,23).
Por la oración, la comunidad vive la
fe como encuentro con Dios,
apertura a su Palabra y fidelidad
a sus designios salvíficos
universales. Por la caridad, la
comunidad se hace signo del
mandamiento del amor y
portadora del evangelio para los
pobres, especialmente para los
que todavía no creen en Cristo.
13. Es hermoso hablar de Dios y convencer, pero a
veces tenemos tan ensayado lo que decimos,
que no lo sentimos, solo lo repetimos. De nada
nos sirve hablar de una espiritualidad si no la
vivimos, o si la hemos perdido.
San Agustín, buscó a Dios en las criaturas, y
ellas le dieron algunas referencias muy
valiosas(Confesiones IX,10,25; X 6,9); pero por
fin lo encontró en sí mismo: “El está donde se
gusta la verdad, en lo más íntimo del corazón”
(IV,12,18).
“Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan
nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y
yo fuera, y por fuera te buscaba. Tú estabas
conmigo, mas yo no estaba contigo…”(X,27,38)
“Tú estabas dentro de mí, más interior a mí que
lo íntimo mío” (interior intimo meo et superior
summo meo) (III,6,11).
14. “Aquí está el reto fundamental que
afrontamos: mostrar la capacidad de
la Iglesia para promover y formar
discípulos y misioneros que
respondan a la vocación recibida y
comuniquen por doquier, por
desborde de gratitud y alegría, el
don del encuentro con Jesucristo.
No tenemos otro tesoro que éste.
No tenemos otra prioridad que ser
instrumentos del Espíritu de Dios,
en Iglesia, para que Jesucristo sea
encontrado, seguido, amado,
adorado, anunciado y comunicado a
todos, no obstante todas las
dificultades y resistencias”(DA14).
15. “Yo conozco tus obras y tus trabajos y sé que sufres
pacientemente. No puedes tolerar a los malos, sometiste a
prueba a los que se llaman a sí mismos apóstoles y los
hallaste mentirosos. Tampoco te falta la constancia; has
padecido por mi Nombre sin desanimarte. Sin embargo,
tengo en contra tuya el que has perdido tu amor del
principio. Mira, acuérdate de dónde has caído, y
arrepiéntete, volviendo a hacer lo que antes sabías hacer.
En caso contrario, iré a ti y removeré tu candelero de
donde fue colocado; eso, si no te arrepientes”. (Ap 2,2-5)
16. GGRRAACCIIAASS
Dra. Yesenia Marisol Cano Fernández
Representante de Provincia Eclesiástica de Monterrey, PSa
dra_mcano@hotmail.com