Túpac Amaru era el último Inca legítimo que quería ser reconocido como el único cacique. Organizó una rebelión contra los españoles para denunciar el trato inhumano de los indígenas y pedir el fin de los sistemas de trabajo forzado y explotación. Aunque presentó sus demandas a la audiencia de Lima, esta no lo escuchó. Por eso, Túpac preparó una rebelión con ancianos, mujeres y hombres cansados del trabajo forzado, pero fue capturado y ejecutado junto con su familia.