Cuento infantil dedicado a niños soñadores

1. Autor: Rebeca Urriola
Sección: 4412F/S

2. EL SUEÑO DE JOSÉ
Era el pueblo El Amanecer, una comunidad
pequeña rodeada de mucha vegetación, grandes árboles y
montañas, llena con las bondades de la naturaleza, era un
pueblo pequeño pero muy cálido, de casas con hermosos
jardines y amplias calles donde los niños en las tardes salían
a jugar y muchos adultos a la plaza a conversar, y a estudiar
José, era un niño de 9 años, vivía con sus padres
Fernando y María quienes trabajaban cerca del pueblo, la
familia recién acababa de mudarse a este lugar “El
Amanecer, ellos querían que su hijo siempre fuera un niño
feliz pero veían como siempre estaba solo y triste, le
compraban juguetes, compartían historias pero el niño
calmaba su tristeza por un momento nada más una tarde
hablando con su mamá él le preguntó: mamá ¿Cómo hago
para tener amigos? Su madre acariciando su cabello le dijo:
“solo tienes que saber llegar”. José quería compartir su
mundo con los niños del pueblo, quería tener amigos con
quien jugar, pero no sabía cómo hacer pues siempre le
daba temor acercarse a los demás niños creía que no iban a
querer jugar con él por ser nuevo en el pueblo.

3. . Una noche después de cenar José se encontraba en
su habitación acostado en su cama pensando en cómo
hacer amigos y susurrando preguntó: ¿Dios cómo
puedo hacer para tener amigos?, cuando de pronto
dándose vuelta en su cama buscando dormir mira
hacia su ventana, ve una hermosa estrella brillar en
las altura del cielo y sintiendo que ésta lo miraba se
queda envilecido por el brillo y pide con sentimiento:
“Estrellita tu que me ves concédeme el deseo de
tener un amigo de verdad” y en medio de su petición
éste comienza a quedarse dormido cuando de pronto
siente que está viajando al espacio estelar, viaja por
un mundo de muchas estrellas y sorprendido por lo
que estaba viendo se da cuenta que a través de su
vuelo se va acercando cada vez más a aquel punto de
luz tan brillante que minutos antes se había asomado
por la ventana de su habitación y llega a ella,

4. , era un lugar hermoso, lleno de las más bellas flores y una paz única,
empieza a caminar y recorrer el bello lugar y se va acercando a un
jardín con árboles donde se encuentran muchos niños jugando llenos de
alegría compartiendo unos con otros, cuando de repente escucha una
dulce voz que lo llamaba: José, José, por acá, acércate, éste girando su
mirada hacia su lado derecho pudo ver a una hermosa niña sentada
sobre una gran roca y rodeada de otros niños, comienza acercarse
siguiendo la voz con calma hasta que llegó y ella le dijo: soy Lucero, si,
Lucero, soy esa luz que vistes brillar por tu ventana y le has pedido un
deseo, ven, acércate, te invito a compartir este mundo mira a los niños
a tu alrededor todos se quieren, todos comparten, no tienes por qué
tener miedo los niños solo quieren compartir y jugar pero tú también
debes aprender a tener fe y seguridad en ti, no sientas miedo pues tu
eres un muchacho bueno solo debes aprender acercarte a las personas y
si lo haces con mucho cariño vas a tener los mejores amigos.

5. José con su cara de susto trató de hablar pero al momento no podía le parecía
increíble lo que veía, Lucero llena de mucho amor le dijo cálmate solo
observa y José lleno de emoción solo sonrío cuando de pronto calló una pelota
en su cabeza, era uno de los niños que se la lanzaba para jugar entonces José
la agarró y se detuvo un momento y le dijo a Lucero: ¿Por qué me trajiste
aquí? Y ella le respondió: “solo quiero que aprendas que todo lo que hagas con
amor siempre va a ser lo mejor, si siembras amor en las personas entonces
amor tú vas a cosechar y buenos amigos tendrás pero si siembras rabia malos
amigos serán y si siembras temor o miedo solo tristeza y soledad obtendrás,
debes ser siempre fuerte nunca débil y lleno de tristeza”. José alegre por las
palabras de su amiga Lucero comenzó a jugar con los demás niños, corrió,
saltó, río y hasta cantó, luego, después de tanto jugar Lucero se acercó hasta
él y le dijo: José ya es hora de regresar espero que lo que aprendiste acá allá
lo puedas practicar y José se despidió de todos sus amiguitos que había
conocido en ese punto brillante y viniendo de regreso, se despertó con gran
alegría y mirando por su ventana le hermosa luz del día, se levantó y le contó
a su madre el sueño que le había ocurrido y ella emocionada por lo que estaba
escuchando le dijo: es hora de ponerlo en práctica ya y el niño salió fuera de
su casa buscando a los demás para jugar al ver que fue recibido con alegría
por los niños del lugar, solo miró al cielo y las GRACIAS pudo dar.