La educación debe centrarse en cuatro pilares fundamentales: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Estos pilares ayudan a los estudiantes a adquirir conocimientos, desarrollar habilidades profesionales, aprender a cooperar con los demás y cultivar su ser interior para que puedan aprovechar las oportunidades que se les presenten durante toda la vida.